Después de que llegó Ishizu a la mansión, Seto la acompañó. Subieron las escaleras de caracol lentamente, Ishizu quería apreciar bien toda la casa, después de todo, si iba a vivir ahí por un tiempo, tendría que saber donde estaba cada cosa. Después de este pensamiento, Ishizu se acordó de algo:
Gracias por haberme ofrecido tu casa Kaiba
No es necesario que me lo digas Ishtar, además ya me agradeciste en la escuela.
Es cierto, pero siento que no te agradecí lo suficiente –dijo la bella egipcia al mismo tiempo que se detenía y se ponía en frente de Seto, con lo que el joven ojiazul se sorprendió un poco –tampoco te agradecí lo suficiente cuando tuvimos un duelo y comprendí que el destino podía ser cambiado, o cuando le diste a Odión la ayuda médica necesaria para sobrevivir – Seto iba a decir algo así que está habló antes que él- se que te lo tuvieron que pedir, pero después tú le brindaste toda la ayuda que necesitó, no te agradecí cuando ayudaste al Faraón a ganarle al lado oscuro de mi hermano, por eso – dijo al mismo tiempo en que le tomaba las manos, haciendo que un leve sonrojo apareciera en sus blancas mejillas - te lo agradezco ahora Seto Kaiba, gracias por darme la esperanza de que siempre se puede salir adelante.
Después de este comentario Seto se quedó callado, luego Ishizu soltó sus manos y siguió caminado para llegar a la segunda planta del edificio, no se arrepentía de lo que había dicho y el hecho de haber tenido las manos de Seto Kaiba entre las suyas le hacía sentir muy… feliz. Ishizu intento dejar de pensar en eso y se concentró más en recordar todos lo lugares de la mansión.
¿Qué fue eso? – se dijo así mismo Seto, no le extrañaba tanto que Ishtar le hubiera dicho eso, más bien lo que no se explicaba era porque no dejaba de mirar sus manos - ¿Por qué siento como si nunca quisiera lavármelas de nuevo, bah, ojalá se me pase pronto, ya que esa clarividente…-eso estaba pensando Seto, pero al decirlo alzo la vista y se quedo callado por unos instantes. Seguían subiendo las escaleras, ninguno de los dos tenía prisa, así que caminaban despacio, y todavía tenían el uniforme puesto, pero al caminar así, Seto podía apreciar mejor cada paso que daba la egipcia, y por consecuente sus piernas.
Se quedó totalmente inmóvil durante unos segundos, estando atrás de ella se podía ver mucho mejor su figura que estando de frente. De inmediato Seto aparto su vista y se quedo mirando hacia el suelo – Tiene buen cuerpo- pensó. Pero luego decidió pensar en otra cosa, como la habitación en donde dormiría.
¿Qué estará pensando Kaiba que va tan callado, bueno, el siempre esta callado y está es su casa, así que no debo de sorprenderme. Lo voltio a ver, este estaba viendo hacia el piso –También se ve guapo de frente- pensó, pero luego intento pensar en otra cosa y como ninguno de los dos hablaban, deicidio iniciar una pequeña conversación.
¿Qué raro que nos halla tocado en el mismo salón no crees, bueno, no es tan extraño,ya que estamos en la misma situación– Ishizu iba a decir que no era tan extraño tomando en cuenta que ellos habían estudiado juntos en sus vidas pasadas, pero recordando que a Seto no le gustaba mucho ese tema, decidió cambiar lo que iba a decir. Seto solo hizo una especie de sonido para indicarle que estaba de acuerdo.
Ya habían llegado a la segunda planta, con la que Ishizu también se emociono mucho debido a la forma en que estaba decorada. Luego de observar lo necesario de esa parte de la casa. decidieron que tenían que ir a recoger el equipaje de Ishizu, por lo que lo mejor sería volver al museo, como acababa de llegar había dejado su equipaje en ese lugar. Bajaron las escaleras, está vez de forma más rápida y cuando llegar a la planta baja se dieron cuenta de que el chofer había guardado ya el coche, por lo que Seto decidió ser el mismo el que conduciría, se subieron a su auto (un deportivo color azul súper equipado con el logotipo de Kaiba Corp. en la matrícula) y empezaron la trayectoria hacia el museo.
Lindo auto- dijo Ishizu
Gracias- dijo Seto con su tono normal. Estaba manejando con una sola mano, su auto era convertible, y tenía un codo fuera de la ventana. Manejó hasta llegar al museo, pues Ishizu le había indicado que ahí había pensado pasar la primera noche, y ahí había puesto su equipaje.
Cuando llegaron todo se veía igual. Las mismas vitrinas, los mismos estantes, la misma tablilla en donde se había visto frente a frente por primera vez, todavía seguía la exposición del Antiguo Egipto..
Parece que tu exposición fue todo un éxito- dijo Seto con un tono un poco sarcástico.
¿Eso crees?- dijo Ishizu también con un tono sarcástico- es bueno que te halla gustado.-con un tono más normal
Se acercaron a un cuarto que parecía ser una ofician. Seto abrió la puerta, y si, efectivamente era una oficia. El lugar estaba muy ordenado a pesar de que tenía muchas cosas. En el fondo había un escritorio con varias columnas de papeles acomodadas, libros y figuras como de arcilla. En otra esquina estaban un par de maletas que se veían muy llenas, claro, tenían todo lo que Ishizu necesitaba para viajar, (su ropa, sus objetos personales, su shampoo, lociones, etc.), todo lo demás de la oficinano se lo había llevado a Egiptoporque no era necesario.Tomando en cuenta la maletota que se había llevadoMai al torneo de Pegasus,la de Ishizu no se veía tan mal.Seto se aproximo a las dos maletas, las levanto con una sola mano, se dio la vuelta y se dirigió al auto. Por la forma de una delas maletas, parecía como si tuvieraotra "maleta" adentro.Las cosas dentro la cajuela, le abrió la puerta a Ishizu, se dio la vuelta y manejo hacía su casa.
Parece que ese lugar no ha cambiado en nada desde la última vez que fui- dijo Seto.
Si, sin mi, los gerentes no se atreven a hacer cambios –dijo Ishizu como en todo de broma.
Kaiba rió un poco, era la primera vez que veía a Ishizu haciendo bromas y estando feliz. Y no le parecía que fuera malo ver a Ishizu hacer bromas.
Seto se ve muy bien riendo- pensó Ishizu. –Que lindo te ves cuando sonríes- dijo Ishizu está vez en tono alto.
Los dos se miraron por unos segundos, había un alto y no tenía a nadie atrás. Parecía como si se estuvieran perdiendo en los ojos del otro. Como si quisieran saber que pensaba cada quien. Cuando salieron de trance, el semáforo estaba en verde. Inmediatamente voltearon para otro lado sonrojados. Se mantuvieron en silencio hasta que llegaron a la mansión. En donde fueron recibidos al entrar a la sala por unos pequeños grititos de un niño.
¡Hermano!- dijo un niño de cabello largo y negro
Hola Mokuba-dijo Seto con el tono que siempre la hablaba
Hola Mokuba, espero que me recuerdes- dijo la morena mientras sonreía. Mokuba solo tardo unos segundos para gritar:
¡Ishizu, que alegría verte! Se me hace muy extraño que estés aquí-
Si, acabo de llegar a la ciudad, y tu hermano muy gentilmente me ofreció su casa para pasar la noche.
¡Qué bueno!
Después de eso Mokuba se perdió (se que no es el término más apropiado, pero no puedo poner "se esfumo", me suena muy grosero) Mientras Seto le mostraba la que sería su habitación. Estaba en un pasillo muy grande y amplio. Cuando esté abrió la puerta, se encontraron con una habitación muy bien arreglada, con un balcón con vista a la fuente del jardín, baño y una súper cama kingsize.
¿Qué tal¿Te gusta? – dijo Seto
Me encanta- dijo esta con una voz más baja
Luego salieron de la habitación y Seto le indicó:
Mi habitación es la contigua (tomando en cuenta lo grande de las habitaciones, en el pasillote solo había dos cuartos, la del lado izquierdo de Ishizu y del derecho de Seto) si necesitas algo solo dime.
Si, muchas gracias Seto.
Bueno, creo que te dejaré sola para que desempaques, te avisaré cuando sea hora de cenar.
Si Kaiba, gracias- dijo Ishizu al mismo tiempo en que se metía al cuarto.
Después de unos 30 minutos Seto, ya cambiado, tocó la puerta, no es que la cena ya estuviera lista, pero le quería preguntar que era lo que quería comer, podía pedir lo que quisiera. Como nadie le contesto, decidió entrar. Vio las maletas en la cama ya desempacadas. Se acercó y la curiosidad de abrir los cajones le vino a la mente.
Solo uno y me voy- pensó
Abrió el segundo y solo vio ropa (camisas, shorts como de exploraciones),- no fue muy interesante – pensó. Abrió el primero y de inmediato lo cerró. –Parece que el primero hay ropa interior- pensó Seto, pues con solo abrirlo un poco puedo ver puras cosas blancas con uno que otro encaje. Pero como todavía quería saber que tanto traía la egipcia decidió abrir el tercer y último cajón. No tenía muchas cosas, pañuelos de tela, unos que otros papeles, vio unos bultos en el fondo y los saco. Uno de ellos era una cajita como de las que se usan en pastillas, decía lo que era en frente, pero se le hacía una palabra medio rara – Tamp… ¿QUÉ? – dijo y de inmediato los volvió a poner en su lugar. Luego saco el otro bulto, estaba envuelto muy finamente en un pañuelo blanco, más delicado que los demás. Lo destapó y vio una cajita verde con aspecto de joyero, que se abría levantando la tapa, no quitándola. Adentro estaba forrada con terciopelo rojo y en el centro estaba…
¿Qué haces aquí!- dijo Ishizu enojada
Seto voltio, Ishizu estaba en toalla, parecía que se acababa de bañar, se veía furiosa y se dirigía hacia él, lo que hizo que se sonrojara.
Lo lamento…
¿Qué haces revisando mis cosas? Ahhh- lo último lo dijo como en un suspiro de sorpresa al ver la caja que Kaiba tenía entre sus manos. Se calmó de repente, como si entrar a la habitación de una dama que se encontraba en toalla estando solos no fuera suficiente para ponerse histérica.
Es bonito ¿no? –dijo ella mirando la tiara en la caja, pues estaba abierta con un aire de ensoñada - ¿Ya es hora de comer?
Como Seto estaba esperando un golpe o algo por el estilo, se saco de onda por esta pregunta –No, todavía no ¿qué te gustaría comer?
Nunca he comido pizza- dijo ella todavía con la mirada baja- ¿Podrías salir por favor? Me tengo que cambiar
Si, claro, por supuesto, te espero en el pasillo- dijo rápidamente mientras salía de la habitación.- Que extraña es- pensó.
Cuando salio Ishizu se había sentado en la cama y puesto la caja a un lado, mientras la acariciaba suavemente- Tantos recuerdos- dijo como en un suspiro.
CONTINUARA
Ojala les guste, perdonen el retraso y las faltas de ortografía, por favor dejen reviews y les quiero agradecer a:
Gabe Logan
Afroditacoral; ¡que bueno que no te guste el yaoi!
CE-AT; esperare sus reviews ¿eh?
Salome Kaiba: como podrás ver, este es más largo
Por supuesto a An-nto-chan-n, sin ella no hubiera tenido la confianza de publicarlo.
Nos leemos luego. n.n
