Hola, perdón por tardar tanto! Empecé con exámenes de nuevo pero este fic no lo voy a cortar. Sólo ténganme paciencia n ñ.
Capítulo 11: "¡Ah, lo que hace el Amor!"
Se sobresaltaron al abrirse la puerta. Sirius estaba sobre el escritorio con la camisa abierta, abrazando y besando a Remus. Eso sería difícil de explicar. Pero no era ningún miembro de la Orden, sino Kreacher quien había entrado.
El viejo elfo los miró con una mueca horrible y luego entró como si no los hubiera visto.
- ¡Oh, trayendo sus vicios aquí, manchando la honorable casa de mi pobre ama, oh qué desgracia para la familia! Al menos el joven amo Regulus elegía mejor su compañía…
Sirius se bajó del escritorio de un salto.
- ¿Qué dijiste tú saco de cueros?
El elfo se dio vuelta lentamente, fingió que acabara de notar a Sirius ahí e hizo una reverente inclinación.
- Kreacher no ha hablado. –y por lo bajo siguió- Fornicando con un engendro, eso es lo que ha estado haciendo. Como si el viejo Kreacher no supiera lo que pasó anoche en su cuarto.
- ¡Kreacher, estuviste espiando! –rugió furioso.
- Kreacher nunca se mete donde no lo llaman. –dijo con otra reverencia. Y continuó- Y ahora cree que el viejo Kreacher es tonto. Kreacher siempre escucha al amo roncar por las noches; pero anoche su habitación estaba en completo silencio. Es obvio que volvió la puerta imperturbable porque algo estaba pasando dentro.
Sirius no quiso escuchar más, agarró al elfo y lo tiró bruscamente por la puerta estampándolo contra la pared del pasillo opuesta. (NdA: Ya sé que muchos de ustedes odian a Kreacher, pero la autora de este fic desea manifestarse en contra de todo acto de crueldad contra cualquier criatura. Excepto las langostas.)
Remus por esta vez no se molestó: si le bajaba algunos dientes mejor, no quería que después estuviera murmurando cosas delante de la Orden.
- Mejor vamos yendo, ya es la hora.
- Sí. – le dijo con un último besito.
…Eres piel morena, playa sol y palmeras…
- Pero ya apaga eso, quieres? U-.
- Sí mi amo X).
Bajaron a la cocina, donde se hacían todas las reuniones de la Orden del Fénix. Ya la mayoría de los miembros estaban presentes. Cuando Remus entró todas las miradas cayeron sobre él.
"Maldito elfo, voy a matarlo", se dijo Remus con los dientes apretados.
- ¿Remus, qué te hiciste? –preguntó Molly.
- ¿Qué?
Varias mujeres rodearon a Remus.
- ¿Un lifting? –dijo Emeline.
- ¡Luces diez años menos! –exclamó Molly.
- ¡Tu piel está tan suave! –dijo Minerva tirándole un cachete.
- ¡Tu pelo también está más brillante!
- Parece que "alguien" le estuvo prestando de sus cremas antiarrugas… ¬u¬ -dijo Snape mirando de reojo a Sirius. El aludido gruñó como un perro.
- ¡Ah, lo que hace el Am…! –dijo el Profesor Dumbledore pero se detuvo, porque Remus lo miraba como para matarlo.- Eeeh… Estás hermoso Remus n…n
Se sentaron todos a la mesa y comenzaron la reunión. Primero cada uno dio un informe de lo que estaba haciendo y luego Dumbledore dio las nuevas directivas a seguir.
Remus se sobresaltó al sentir un pie subiendo por su pantorrilla. Miró a todos lados; vio a Sirius muy serio y concentrado escuchando a Dumbledore, hasta que lo miró de reojo y le costó aguantar la risa. Remus lo pateó por debajo de la mesa.
Un momento después volvió a sentir un roce en su pierna y Sirius ya no disimulaba que era él, sonriéndole pícaramente desde el otro lado de la mesa. Remus intentaba prestar atención al discurso-muy-importante de Dumbledore y sacarse a Sirius a la vez. Al animago le encantaba verlo ponerse inquieto y nervioso.
- ¿De qué te ríes Black? Supongo que desde tu cómoda posición toooodo el trabajo de la Orden te parecerá muy gracioso… -dijo Snape.
El Gryffindor y el Slytherin se pusieron de pie al mismo tiempo y se empezaron a gritar. Remus quiso intervenir pero volvió a sentir la punta de un pie subiendo hasta su rodilla. Sirius estaba parado discutiendo con Snape: él no podía ser. Miró asustado a toda la mesa hasta que vio a Minerva guiñándole un ojo.
- ¡Waaaaaaaah! –se puso de pie de un salto haciendo que la silla cayera estruendosamente detrás de él.
Todos quedaron en silencio y mirándolo.
- ¿Qué te pasa Remus? –gritó Dumbledore.
- ¡Nada! No pasa nada. –contestó nervioso. Titubeó un momento y salió corriendo de la cocina.
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- ¿Remus¿Remus dónde estás? –gritaba Sirius por toda la casa.
- ¿Ya se fueron?- Remus sacó la cabeza de debajo del ala de Buckbeak.
- Se fueron todos. Sal de ahí quieres? –le dijo en tono de "te estás poniendo en ridículo".
Remus salió a gatas lentamente y tras dudar un poco, abrazó con fuerza a su amigo.
- Te defendí como pude. –le dijo éste.- Pero para hacerlo tendría que haber dicho de lo nuestro.
- ¿Les dijiste?
- No. Pero habrá que hacer algo para que te saquen de su lista de solteros más codiciados. –Remus se rió de eso- Porque ahora eres M-Í-O.
- ¿Qué te hace pensar eso?- preguntó en tono sarcástico recostando tiernamente su cabeza en el pecho de Sirius. El animago acarició su cabeza. Y acarició su cabeza… y acarició su cabeza…
- Es cierto: tienes el pelo más sedoso.
- ¿Es verdad que usas cremas antiarrugas?
- Ese pedante habla de pura envidia.
- Y aquí tiene mucho para envidiar…- dijo Remus alisando el cuello de la camisa de Sirius.
- ¡Eso es, admírenme que no me gasto! –Gritó Sirius.
Remus se volvió a reír.
Lamentablemente este capítulo me quedó cortito, pero espero que igual les haya gustado. Muchas gracias por sus reviews como siempre! Los leo pero estoy atrasadísima contestando XS, lo siento, perdón, disculpen, excúsenme!
Voy a tratar de actualizar antes que llegue abril XP, seguro!
Vanina.
