Bueno aki traigo otro capitulo y ademas avisar que de veras me estoy fastidiando por los malos tratos que hay por aki... para las personas que andan ahi insultando, le pido que si eres algo de amable, mejor no leas nada y lee lo que a ti te guste, no tengo naaaadaen contradel yaoi, hay ciertos fics que me gustan y los que no, pues no me meto a insultar a los escritores... que gano dime? entonces, no me acuerdo del nombre de la persona que solo hablo basuras... pero porfavor... no vuelvas a hablarle mal ni a mi historia, ni a los que la leen, para gustos los colores... es una frase muy conocida y si la entiendes sabras que cada kien por su camino... a los lectores que se pusieron a defender esta historia, se los agradezco con el alma, ya que este ha sido uno de mis muchos logros como escritora y la chica o chico que la insulto, no te insultare, ni te discriminare porke nada voy a ganar, asi que lo unico que te pido es que, pues no la leas si no te gusta y de buenas te pido que dejes de insultar... que no es educado.
eso es todo y perdonenme si meti el sig. capitulo tarde, pero es que tuve demasiado trabajo que hacer, pero ya ta aki... disfrutenla y por favor CERO INSULTOS! nn
Matta ne & Arigatou...
Atte. Diana Mariaalias >Nadeshko12
Cáp. 21
Rompiendo el corazón de piedra…
Hieis Pov
La celda en donde nos encontrábamos el zorro y yo no era del todo complaciente, pero para mi… no me importaba mucho, el zorro ha estado tenso últimamente y pues yo no he querido decir nada y tampoco ya nada me interesa. Viendo el vacío desde una pequeña ventana me encontraba, cuando escuche un gran grito, mis instintos no me fallan… era Hana, Kurama se percato también, y no lo pensé dos veces para tirar de una sola patada al suelo las puertas de la prisión, corrimos hacia lo que había sido un grito de ayuda y desesperación, y aunque no fuera poco, mas gritos esta vez mas pequeños inundaban aquella casa, mi corazón palpitaba mas fuerte cuando oía aquellos gemidos, hasta que vi unas llamas saliendo de la habitación donde se encontraba Hana, entré pero el humo no me dejaba ver, hasta que mire lo que debería ser mi amada…
-Traigan mas agua fría!-decía un demonio mientras veían que las llamas tan calurosas evaporaban las aguas de la tina, con una muchacha dentro de ella.
-Hana…-susurro Hiei mientras corría para ver si en realidad era ella, esa gran bola de fuego, que se encontraba en una tina, casi hirviendo, y gritaba cada vez que le introducían agua fría.
-Paren!-grito kurama, viendo fijamente a todos los reunidos ahí- eso no se le hace a un demonio de fuego!-añadió protegiendo lo que era su amigo detrás de el, acercándose a la tina.
-Hana… ya estoy aquí-pudo decir Hiei, mientras entraba sin temor alguno a la bola infernal de fuego.
-Hiei? Sácame de aquí-dijo Una débil Hana, mientras las llamas poco a poco, comenzaban a desvanecerse, Hiei la cargo, puso su capa sobre su húmedo, frío y desnudo cuerpo, para poderla acoger, ya que había pescado una hipotermia, sus labios tenían una coloración morado claro, y temblaba horriblemente.
-Que hacen aquí? Y como te atreves a decirme que es un demonio de fuego?-grito con furia Inugami, mientras quería acercarse a Hana.
-Ni te muevas si quieres vivir…recuerda, fue la pareja de Hiei lo suficiente para que pudiera convertirse en un demonio…-dijo el pelirrojo serio, y entre ojeaba a los muchachos detrás de el, para ver que todo iba bien.
-Necesita ropa, o se morirá de una hipotermia.-dijo casi vacilante Hiei, y veía si tenía heridas, vio como unas cadenas ardientes la quemaban… las arranco sin tanto esfuerzo y vio las marcas que le habían hecho. Y unas grandes cicatrices en sus hombros, por primera vez se lamentaba por lo que el le había hecho… haberla convertido en un demonio.
-Inugami! Un poco de ropa si no quieres perderla!-exclamo a pulmón Kurama, para hacer reaccionar al chico quien no entraba en razón con tanta noticia.
-Por aquí-dijo el muchacho, corriendo fuera de aquella humeante habitación seguido por Misha y los muchachos, entraron a otra habitación, un poco mas pequeña, era la de Misha, rápidamente saco algo de ropa y vistió a Hana, quien aun seguía temblando horriblemente pero sus labios mostraban poco a poco, su color original, Inugami se encontraba hablando con unos cuantos demonios y kurama aprovecho para decirle a Hiei algo muy importante…
-Hiei… Cuando Misha la termine de vestir, tómala y huye con ella, corre lo mas rápido que puedas, yo me haré cargo de todo aquí.-dijo el pelirrojo disimulando.
-No seas terco zorro, no podrás solo.-dijo Hiei asustado.
-Lo que importa ahora es que salves a Hana, tu sabes que me puedo cuidar solo, así que no me vengas diciendo que no puedo...-regaño Kurama y palmando con su mano el hombro de su amigo.
Hiei asintió con su cabeza y se encontraba a la expectativa para cuando fuera la hora.
-Ya esta abrigada, son ropas muy calientes, así que pronto le pasara-dijo Misha, y vio como Hiei se acerco hacia Hana.
Hiei vio a Kurama que hacia unos gestos, cargo a la chica y sin previo aviso salio de la habitación corriendo, Inugami grito malhumorado y mando rápidamente a unos demonios que lo siguieran, Kurama tenia solamente unas cuantas semillas como armas, ya que las demás se las habían quitado, a detener a Inugami iba cuando éste grito algo que lo hizo reaccionar.
-Misha! Encárgate de el! Que no salga de esta habitación por nada en el mundo! Oíste!-dijo Inugami furioso, y saliendo.
-Si-dijo la chica, cerrando las puertas detrás de ella, y poniéndose en posición de ataque.
Kurama no tenia mas alternativa que pelear con ella, pero en ese momento no la vio como su enemiga, mas bien como un muchacha muy hermosa, pensó largo rato y decidió buscar un plan que seria algo muy simple para el…
Se acerco lentamente a la chica, mientras que esta cada vez aumentaba sus poderes espirituales, el pelirrojo no le ponía atención… mostraba su rostro lleno de altanería y coquetería, hasta que la tuvo a menos de un metro de distancia.
-Que te pasa… ehh? Porque me miras así?-dijo Misha algo inquieta, pero a quien se lo negaba… estaba comenzando a adorar esos ojos esmeraldas que la veían llenos de pasión.
-No te han dicho que eres demasiado bella para que seas tan dura como una piedra?-exclamo Kurama, caminando mas hacia ella, que por orgullo no se movía ni un milímetro, hasta que el pelirrojo sintió la respiración de la chica, acaricio sus rizos, y respiro si llevaba algún perfume, emanaba un olor embriagador a rosas…
-Hueles deliciosamente a rosas-dijo el chico mientras se lo susurraba en el oído, con sensualidad.
-y crees que con esas frasecitas me vas a convencer, ja, no me hagas reír-dijo Misha queriéndose apartar de kurama, pero este se lo impidió.
La apretó contra la pared (hay me salio la mismita escena, u,u si soy, pero bueno sigamos), le dio un beso en el cuello, mientras tomaba sus manos para que no interrumpiera nada, al principio se movía para quitárselo de encima, pero después de aquel beso, ceso y lentamente su cuerpo retomaba su calma.
-Eres mía…-pensaba el pelirrojo, no quería llevar las cosas rápido, y se concentraba en su cuello, cada vez rozaba mas su cuerpo con el de ella, en cierto modo lo disfrutaba, y ella también sentía el placer de aquellos labios rozando su piel.
Kurama pensó que ya había tomado confianza, y soltó sus manos para ponerlas en las caderas de la chica, pero solo vio una pequeña luz resplandeciente detrás de el, vio y se percato que era un flecha de energía espiritual, la tomo con sus manos, y arrebatándola de las manos de Misha la tiro al suelo, y se desvaneció.
-Con que dominas el poder de las flechas espirituales…vaya, vaya, vaya… no eres del todo débil, calcularía que serias digno oponente de un zorro.-dijo Kurama siempre dándole una mirada llena de pasión, y volviendo a jugar con sus cabellos que los encontraba hermosos.
-Los zorros… no les tengo miedo, y si me hallara con uno, haría la prueba y verías que ganaría.-dijo bajando la mano del pelirrojo.
-Si supieras que estás frente a uno-dijo Kurama volviendo a apretarla contra la pared, y comenzó a besar su cuello de nuevo. Misha se quedo paralizada, por lo que oía, con razón era tan apasionado, comenzaba a gustarle lo que el pelirrojo hacia.
-Solo déjate llevar… veras que te gustara-dijo el zorro, dejando salir sus instintos, hallaba algo en Misha que lo llenaba, talvez esa dureza y altanería en ella lo comenzaba a enloquecer. Lentamente Misha obedecía la petición del pelirrojo, se arrecostó en la pared, dejando que el chico mostrara lo que en realidad podía brindar ese sentimiento, Kurama comenzaba a subir sus labios hacia su rostro, paro para verla… tenia los ojos abiertos hacia la impresión de sentir que había parado, vio aquellos ojos color miel, los observo detenidamente… su color había cambiado, ya no estaban opaco como antes, ya mostraban mas vida, lentamente se acerco a ella y poso sus labios sobre los de ella, un tranquilo pero romántico beso los dejo sin aliento, Misha comenzaba a gustarle lo que el chico le estaba enseñando, se olvidaban de lo que estaba pasando alrededor de ellos… se concentraban en ellos mismos.
-Me detendré si quieres…-comento el chico.
La chica negó con su cabeza, y esta vez rodeo al chico con sus brazos, queriendo sentir esa calidez que emanaba de su cuerpo, kurama sonrió, ella también lo deseaba, talvez ella era la chica que había esperado por tanto tiempo… delineo su hermoso cuerpo con las manos, recorriendo y conociendo todo aquel esbelto cuerpo. (Oigan, no me mataran si miran o leen mas de la cuenta, recuerden, Microsoft Word me posesiona y pues… salen unas cosillas por ahí, si eres menor de 13 no me responsabilizo que termines así: O.o, toy lokaaa xD, bueno sigamos…)
Llevaba puesta una pequeña falda de colegiala, y la blusa blanca con la corbata algo zafada, kurama lentamente le levanto la falda, ella no musito palabra y tampoco negó aquella acaricia, levemente saco aquella bombacha que llevaba puesta e hizo un leve movimiento para subirla sobre el, zafo su cremallera, (no me maten porfaa TT, ashi escribo! Ohh so exciting! Ok ya no molesto)…y lentamente comenzó a hacerla suya... ambos se miraban de vez en cuando a los ojos, sus respiraciones comenzaban a agitarse, el ritmo aumentaba, los pequeños gemidos de Misha hacían enloquecer a Kurama, la besaba alocadamente y Misha comenzaba a preguntarse porque odiaba tanto aquel sentimiento, si Kurama se lo había demostrado, estaba completamente segura que esto que sentía era tan placentero y hermoso, no podía creerlo…abrazo mas al pelirrojo, mientras sus corazones estaban a mil, los gemidos comenzaron a ser mas rápidos, y sus cuerpos sudorosos se unieron para llegar a un éxtasis… permanecieron abrazados lo suficiente para que sus respiraciones se volvieran a estabilizar.
-Te gusto?-pregunto sigilosamente Kurama, mientras le daba otro beso a la chica.
-no puedo negar que fue emocionante...-dijo Misha mientras veía al pelirrojo con una sonrisa.
-Hay no! Inugami! –exclamo Misha, poniéndose su bombacha y corriendo hacia la puerta del cuarto, pero Kurama la detuvo.
-Misha vuelve conmigo, no sigas sirviéndole a un imbécil como inugami, por favor…tu… tu eres algo muy especial para mi-dijo Kurama abrazándola.
-De acuerdo… me iré contigo, pero recuerda Hana esta en peligro si Inugami los alcanza-dijo Misha dándole un beso al chico y así salieron del cuarto para salvar a la pareja de demonios que se encontraban en peligro… pero esta vez Misha tomo la mano del pelirrojo, y su corazón volvió a palpitar por un sentimiento otra vez… el amor.
Continuará….
