Disclaimer: Esta historia está inspirada, en parte, en el universo de Harry Potter de J.K Rowling. Salvo algún que otro personaje de mi invención, todos los ambientes, personajes, argumentos, hechizos y todo lo reconocible pertenece a la autora, yo solo los tomo los mezclo y agrego cosas.

*Esta historia va a tener mucha cosa inventada por mí. Todo lo que no pertenezca a la historia original de Harry Potter saldrá de las profundidades de mi mente.

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Capitulo 1: Inefable.

Impecablemente vestido de negro y con su corto cabello rubio platino, cuidadosamente peinado, se encontraba sentado en las primeras filas del concurrido salón. Draco Malfoy ocultaba su tormentosa mirada bajo los cristales de unas pequeñas gafas plateadas de montura rectangular.

Odiaba admitirlo pero había perdido completamente la visión en uno de sus ojos durante la batalla de Hogwarts. Una esquirla había volado directa hacia su ojo derecho y cuando pudo atenderla, su visión ya se había ido para siempre. Ahora tenía una pupila cubierta por una patina gris lechosa que, según decían, lo hacía ver bastante siniestro.

Bajo la camisa de cuello alto, que componía el uniforme de inefable, podía verse el intrincado tatuaje que se había hecho un par de años atrás, preso de un estúpido impulso.Elaborados dibujos que asemejaban a letras que no existían se arremolinaba desde la parte posterior de su oreja izquierda y bajaban hacia su pecho donde formaban un amplio espiral.

Una mañana había despertado y sin pensarlo había hecho el dibujo que ahora llevaba permanentemente grabado en su piel. Se había soñado luciéndolo y a sus veinte años pensó que sería genial llevarlo a la realidad, deseaba verse rudo y un tatuaje era lo que necesitaba. Por suerte su padre había muerto durante la guerra y su madre un tiempo después o lo hubiesen desheredado por manchar su piel de aquella forma.

Granger estaba parada en el atrio y parloteaba sin cesar sobre Lemuria y el origen de los magos. Ella aun no había develado la ubicación exacta del yacimiento arqueológico y Draco comenzaba a ponerse nervioso. Si ella daba detalles del posible sitio de la ubicación de las ruinas, todo por lo que los inefables habían trabajado seria en vano.

Luego de su entrenamiento como inefable y porque por casualidad le había caído bien a su mentor, Draco había aprendido que por incontables milenios un puñado de magos de cada generación se había convertido en los guardianes del secreto mejor guardado de toda la historia. Ellos debían proteger a toda costa la verdadera ubicación del sitio donde Lemuria se había alzado y donde la raza mágica había surgido. Eran una elite exclusiva cuyos escrúpulos no existían a la hora de proteger los secretos Lemurianos. Ninguno de ellos tendría miramientos a la hora de matar si se daba el caso.

Él era uno de los cinco inefables de todo el mundo que ahora poseía parte del secreto. Cada uno de ellos tenía cierta información y jamás debían conocerse o cruzar caminos. Solo sabía que era su misión eliminar toda aquella evidencia que supusiese información fidedigna de la existencia de Lemuria y que antes de retirarse debería encontrar un reemplazo calificado, pero para eso faltaba tiempo y tenía una misión más cercana por cumplir.

Cuando la fecha de su jubilación llegase él entrenaría a un nuevo inefable y luego bebería una poción que eliminaría cada uno de los recuerdos que obtuvo durante su tiempo trabajando para ocultar Lemuria. Antiguamente los que eran como él se suicidaban pero por suerte esa costumbre había cambiado.

- A ver si comprendo doctora Granger. ¿Usted está diciendo que los magos surgimos incluso antes de que los muggles dejaran de ser monos que se balanceaban en los arboles? Me sorprende que lo admita porque ellos siguen siendo primates, pero cincuenta mil años es demasiado. Es demasiado grande el delirio que intenta vendernos. Sabemos que busca conseguir financiación, pero un cuento de hadas no es suficiente. ¿Está tomando por idiota a su audiencia?

Hermione reconoció a Draco apenas tomó la palabra para interrumpirla en su disertación. Lo había visto a lo largo de los años y él siempre había pasado delante de ella como si el suelo que pisaba no mereciese sus pasos.

Luego de Hogwarts él se había vuelto inefable y ahora lucia un aspecto mucho mas atemorizante que cuando era un simple mortífago. Había ganado masa muscular, media casi un metro noventa y su rostro era severo como había sido el de su padre antes de él.

- No señor Malfoy, esto que estoy intentando contar no es n cuento de hadas. Lo que digo es que las evidencias datan el surgimiento de la especie mágica antes de que la especie muggle como la conocemos surgiera.

Tengo la teoría de que hay muchas piezas perdidas y que en realidad ambas razas surgieron en paralelo pero por alguna razón gran parte de la historia muggle está perdida para nosotros. Si tengo razón, estaría en condiciones de reescribir la historia mundial. Todo lo que sabemos podría ser borrado de un plumazo.

Draco aflojó el cuello de su camisa mientras pensaba en que contestar. "Maldita sea Granger, si tienes razón todos nosotros podríamos ser borrados de un plumazo".

- entonces… una sola bruja hija de muggles pretende reescribir la historia de la humanidad. Sabía que usted se ufanaba de ser la mente más brillante, señorita Granger, pero no al punto de querer ser reconocida como quien reescribe la historia.

Observando como los demás asistentes asentían a sus palabras, Draco continuó ridiculizando a Granger. No estaba muy de acuerdo con ello pero era su trabajo.

- ¿ya no le alcanza con ser parte del trío de oro? Quizá debería conseguir un nuevo mago oscuro para derrocar y dejar los libros de historia en paz. Siempre le ha gustado llamar la atención pero creí que sería más discreta al crecer.

El rostro de Hermione se tornó rojo de la ira cuando vio a los posibles donantes a la causa asentir a los dichos de Malfoy. Al parecer él había aparecido en su conferencia con la única idea de arruinar su ponencia. Él estaba ridiculizándola frente a magos y brujas inmensamente ricos. Si él lograba convencerlos de que su causa era una farsa, su misión a Lemuria estaría en peligro.

- todo lo que he dicho en esta conferencia es producto de la investigación de años y cada palabra ha sido cuidadosamente estudiada a fin de brindar la mayor cantidad de evidencia posible, señor Malfoy.

- permítame disentir. Magos y muggles ubican el surgimiento de la humanidad más o menos diez mil años atrás y todo sistema de escritura, que dejase asentada la historia, quedaría ubicada a mas o menos unos seis mil años en la antigüedad. ¿Cómo puede ser que tantos estudiosos estén equivocados mientras usted es la única poseedora de la verdad universal?

Touché. Él tenía un punto. Sus descubrimientos se salían de todos los márgenes trazados por todos los estudiosos de la arqueología e incluso la mitología. El continente de Lemuria era un mito que acompañaba al de la Atlántida y ambos estaban ubicados en un tiempo no muy lejano al surgimiento de las civilizaciones mesopotámicas. Su descubrimiento de un vasto imperio anterior a los datos recogidos hasta ese momento sonaba inverosímil.

Sin saber que decir, Hermione observó impotente como uno a uno los posibles donantes se marchaban de la sala, quedando solo un puñado de ellos y Malfoy luciendo satisfecho con su obra.

Tratando de ignorar las continuas interrupciones de Malfoy, ella terminó su exposición mientras paladeaba la más pura frustración. Culpa del rubio el trabajo de su vida estaba a punto de perderse.

Maldito sea una y mil veces. Para el final de la conferencia solo un puñado de galeones había sido colocado en el cofre destinado a reunir las donaciones para su misión. Había sido completamente ridiculizada, su trabajo de años estaba perdido.

- no te angusties Herms. Conseguiremos otro préstamo. Aun puedo realizar una colecta entre los naturalistas. Los Scamander estarían dispuestos a ser mis mecenas en la búsqueda de criaturas mágicas en el archipiélago.

Luego de Hogwarts, Luna Lovegood se había convertido en una importante magizoologa y por casualidad había unido su camino con el de Hermione en la búsqueda de Lemuria. Luna creía fervientemente en las investigaciones de su mejor amiga y haría cualquier cosa por ayudarla en aquella cruzada.

- Malfoy arruino mis mejores posibilidades. El trabajo de mi vida es el hazmerreir del mundo mágico por su causa.- abrazó a su amiga y compañera de apartamento. - gracias por sugerir pedirle dinero a los Scamander, pero no es posible. Ellos no financiarán una búsqueda submarina.

-tonterías. Puedo pedir financiación para buscar sirenas o algo así.

- ¿harías eso por mi?

- claro. ¿Por qué no?, es lo que las amigas hacen.

Draco se había colado discretamente a la zona tras bambalinas y había oído lo que lunática Lovegood le sugería a Granger. Si ellas conseguían dinero en otro sitio, su misión estaría en peligro. Debía pensar rápido tenía que proteger Lemuria a cualquier costo.

Luna sabia que muy probablemente los Scamander le diesen parte del dinero, pero aun así no sería suficiente. La búsqueda de Lemuria era extremadamente costosa.

- ¿crees que Harry podría darnos otro préstamo?

- no lo creo Luna. Ginny aun busca empleo luego de renunciar a las Arpías, los niños son demasiado pequeños y aun le debemos el último préstamo.

- ¿Ron?

- Lavender dijo que se divorciaría de él si volvía a prestarme un solo galeón. Además está embarazada, no quisiera causarles problemas. Y Gringotts está descartado, los elfos ni siquiera me dejan poner un pie en el banco.

- Puedo vender el quisquilloso. La imprenta solo da perdida, quizá si acepto la oferta del profeta podríamos financiar parte de la travesía.

Lo tenía. Ya sabía cómo hacer para neutralizar a Granger y asegurarse de realizar control de daños. Él sería el mecenas de aquella travesía y se aseguraría que nada saliera de su sitio. A demás, si ella encontraba algo, él siempre podría cortar su línea de vida o hacer naufragar el barco.

Draco hizo ruidos con sus botas de combate, como si recién estuviese llegando y se aclaró la garganta antes de hablar.

-Buenas tardes señorita Lovegood... ¿Granger tienes un minuto?

- ¿para qué Malfoy?, ¿pretendes humillarme un poco más? Aquí no hay un público que festeje tu proeza.

- no pretendo eso Granger. Es sobre la financiación que buscas para tu travesía al océano Índico.

- ¿Financiación que hiciste que perdiera al ridiculizarme?

- no. financiación de la que pretendo encargarme.

La mandíbula de Hermione cayó tan rápidamente que Draco pensó que ella podría haberse lastimado en el proceso.

- Acabas de ridiculizarme frente a toda la comunidad académica y ¿ahora resulta que quieres financiarme? No seas ridículo Malfoy.

- es una estrategia Granger. Si no hay otros financistas y tu teoría es cierta. Como tu mecenas, los réditos económicos serian míos.

- eres inefable.

- solo me quedan unos cinco años siendo inefable, luego deberé retirarme. Acumular galeones para el futuro es lo importante.

- ¿crees que invertir en mi búsqueda te dará dinero?

- así es. Es una inversión riesgosa pero puedo ver que las ganancias no serian magras. Hay cincuenta por ciento de probabilidades de hacerme aun más rico con esto…

Desde el otro lado del salón un hombre alto, de cabello color miel y rizado observaba la escena. En apariencia él rondaba los veinticinco años y usaba sus poderes para evitar que lo descubriesen fisgoneando.

Para ser tan viejo como era, Ankise se veía demasiado emocionado por estar en aquel sitio. Ellos se veían tal y como Zimphora había dicho que lo harían. Había caminado solo por tanto tiempo que jamás pensó que llegaría el día en el que volvería a verlos.

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- ¿Qué has hecho Zimphora? ¿Te has vuelto loca?

Himora gritaba horrorizada mientras Herythania daba su último aliento. Dorada sangre escapaba de los labios de su amada reina y formaba una gran mancha alrededor de la daga clavada en su corazón. Los demás dioses estaban tan sorprendidos que no habían atinado siquiera a moverse del lugar en el que estaban parados.

- Tenía que hacerse Himora. Ahora ellos podrán volver a encontrarse. Estamos demasiado débiles en este momento. Sin Dikalion jamás venceremos al Obscurium. Y Dikalion no volverá hasta que Herythania llegue otra vez. Lo sé, lo he visto.

- ¿Qué haremos nosotros mientras tanto?

- recuperarnos…

Esta vez fue Antikabe quien tomo la palabra. Como dios de la guerra, él sabía que si bien era una buena estrategia reagruparse y recuperar fuerzas lo que pretendía Zimphora no era lo ideal. Obscurium también se recuperaría.

- mientras estemos escondidos recobrando nuestros poderes, Obscurium lo destruirá todo. Él tiene el poder de Dikalion ahora. Nos supera.

Zimphora se levantó y besó al dios de la guerra. Él era hijo de uno de los dioses primordiales que había partido hacia el este pero se había unido a ellos cuando Herythania lo convocó porque quería aprender a pelear. Dikalion se había negado férreamente a mancillar la pureza de su esposa enseñándole un arte tan profana como la de asesinar.

Cuando se apartó de él, Antikabe vio como todos los dioses presentes se habían convertido en estatuas salvo él. Zimphora los había puesto en éxtasis para que recuperasen sus poderes.

- me enfrentaré a Obscurium. Lo venceré momentáneamente y haré que ingrese en estado de éxtasis. Luego hundiré Lemuria. Así debe hacerse.

- Eso drenará tu poder Zimphora. Te hará mortal.

- Lo sé Antikabe. Pero es nuestra única oportunidad. El mundo podría ser destruido si no detengo a Obscurium. Ya has visto como los otros dioses de la fuente nos dieron la espalda. Es nuestro deber detenerlo.

- me quedaré contigo.

Antikabe lo había comprendido. Ella les daría la oportunidad de batallar con Obscurium en el futuro a costas de su propia divinidad. No podía dejar que su amada hiciera aquello sola.

- no Antikabe. Ellos necesitarán a su general. Necesitará quien los guie.

- será Dikalion quien los comande.

- él será solo un niño cuando vuelva. Necesitará alguien que lo ayude a recordar cómo hacer la guerra.

- no quiero perderte.

- no lo harás. Hago esto por nosotros.

- cuando despierte te habrás ido.

Zimphora tomó la gran mano del dios y la puso sobre su corazón.

- en esta vida o en las próximas. Siempre volveré a ti.

Volvió a besarlo y cuando finalmente lo soltó, él era una estatua más en el salón. Zimphora limpió las lágrimas en su rostro y caminó hacia su hermanita que aun en la muerte seguía viéndose hermosa.

- Debería haber preguntado a Krima como hacer esto…

Zimphora hundió la daga en el vientre de Herythania y extrajo a su sobrino. El pequeño no era mucho más grande que su puño pero su corazón latía fuerte. Destelló lejos de la isla y por un par de horas buscó alguna bruja que estuviese embarazada.

Al hallarla, hizo que durmiera e introdujo a su sobrino para que ella lo protegiese hasta que tuviese la fuerza suficiente como para mantenerse vivo con sus propios pulmones. Ankise crecería dentro del vientre de una bruja, mientras Zimphora se encargaba de encerrar al Obscurium y hundir definitivamente Lemuria.

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N.a: fin del segundo capítulo. Espero que les guste. Estaré esperando ansiosa por sus opiniones. ¡HASTA LA PROXIMA!