Capitulo 6 Para vencer el fuego

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gracias a todos por leer

El rugido de Chimuelo sacó a Hipo de su estado congelado. La ráfaga de fuego apenas los alcanzó por una pulgada e Hipo gritó con sorpresa. El se resbalaba de la bestia negra y se aferró a su cuello.

-¡Hipo!- El grito de Astrid atravesó el aire y pasó volando sobre el Nadder Mortal, sujetándose con fuerza.

Chimuelo hizo giro de barril y disparó ráfagas cortas contra la Muerte Roja, lo que provocó que el gran Dragón rugiera de ira. Hipo trepó de nuevo a la espalda de Chimuelo y gruñó de enfado.

-¡Tenemos que matarlo!- Hipo le gritó a su amiga.

Astrid asintió y el Nadder disparó una ráfaga, atravesando casas en llamas y hacia el cielo. En algún lugar del suelo, Brutilda y Brutacio intentaban apagar un fuego, pero estaban discutiendo y el trabajo no se estaba realizando muy bien.

Patán corría hacia un Dragón, con el hacha en el aire para atacarlo. Hipo silbó y el Dragón, que convenientemente era la Pesadilla Monstruosa, despegó hacia el cielo. Patán mocoso gritó con ira, y luego con terror cuando ese mismo Dragón lo levantó del suelo. El giraba su hacha, pero no golpeaba nada, e Hipo se rio entre dientes.

-¡No es el momento!- Astrid gritó, y su Dragón se apartó del camino de otra explosión.

Hipo hizo lo mismo, guiando a Chimuelo a un lugar más seguro en el aire. En algún lugar del suelo, podía oír a su padre gritar, pero no podía verlo por ningún lado. Sin embargo, no tuvo tiempo para pensar en eso, ya que la Muerte Roja lo atacó una vez más e Hipo maldijo. Tenía que encontrar una manera de derrotar a esta cosa monstruosa o la aldea estaría condenada.

-¡Necesitamos un plan!- Astrid gritó, acercándose a él.

Hipo asintió y miró a su alrededor, viendo a sus amigos todavía en el suelo. Instantáneamente supo lo que tenía que hacer.

-Tengo algo, pero necesitamos a los otros sobre los Dragones- le dijo a la rubia.

Astrid parecía escéptica y se desvió del camino de otra explosión. No parecía convencida, pero Hipo sabía que ella lo seguiría.

-Lo haré- ella dijo, y se fue volando.

Hipo sonrió y se inclinó para hablar con Chimuelo.

-¿Listo para la gran victoria?- le preguntó.

Chimuelo gruñó algo y aleteó un poco más alto, aparentemente de acuerdo. Hipo sonrió más grande. Tenía un buen plan, pero no sabía si iba a funcionar, solo tenía que intentarlo.

Él y Chimuelo mantuvieron ocupada a la Muerte Roja hasta que Astrid regresó con sus amigos. Hipo miró sorprendido cuando se acercaron a él. Patapez está en un Gronckle, luciendo aterrorizado, pero decidido. Le sonrió a Hipo y fijó sus ojos en la amenaza.

Patan está en la Pesadilla Monstruosa de antes, y sus pantalones estaban humeantes. Parecía infeliz. Para Hipo fue divertido.

Los gemelos están en un horrible cremallerus, discutiendo sobre qué cabeza era de quién.

Astrid se acercó a él y sonrió, luciendo lista para patear traseros de Dragón.

-Hagamos esto- ella dijo, agarrando su hacha con fuerza.

-Este es el plan- dijo Hipo a sus amigos -Ustedes lo distraen y yo entraré para sacarlo de la aldea. Después de eso, somos Chimuelo y yo los que tenemos que vencerlo-

-Me suena bien- murmuró Patan.

-Vamos- Patapez acepto.

-Cuento contigo- dijo Hipo.

Astrid le sonrió y lo siguió mientras los demás iban a distraer a la Muerte Roja. Luego ella se dio la vuelta para mirar a su amigo una vez más.

-Confiamos en ti- ella dijo -Estoy segura de que vencerás este fuego-

Hipo sonrió. Por supuesto que lo haría.