¿El socio perfecto?


Samuel Oak a menudo era descrito como un hombre excéntrico, raro o directamente un loco. Pero él no era ninguna de esas cosas, él era un hombre con visión. Los Pokemones eran criaturas verdaderamente poderosas, con habilidades que estaban más allá del ser humano y cualquier tecnología que este pudiera crear.

Y por eso, la gente solía decir que los Pokemones eran la especie dominante del planeta. Pero eso no era exactamente cierto. Algunos Pokemones eran inusualmente inteligentes, pero la gran mayoría eran simplemente unas bestias salvajes guiadas por el instinto. Eran inconscientes del gran poder que poseían, y en los grandes beneficios que podrían obtener.

En cambio, el ser humano sí era consiente de ese potencial. Especialmente Oak, y él pretendía aprovecharlo.

Sin embargo, era más fácil decirlo que hacerlo. ¿Cómo alguien podría ordenarle a un poderosísimo y orgulloso Charizard, que usara sus potentes llamaradas? Esa era la pregunta a la que Oak buscaba respuesta; ¿Cómo controlar a los Pokemones?

Él había presentado la misma pregunta en distintas sedes de investigación Pokemon en el mundo, con la esperanza de recibir ayuda o inspiración. Pero lo único que consiguió, fue que se rieran de él. Pareciera que su idea era completamente absurda y descabellada. Pero Oak estaba más molesto por la pobre ambición de sus demás colegas.

La ignorancia de sus colegas era peor que cualquier insulto que él pudiera recibir. ¿Acaso no comprendían que, si de alguna forma, los humanos pudieran controlar a los Pokemon, podrían dar un gran salto tecnológico nunca antes visto en la historia?

Por eso Oak decidió invertir su tiempo, dinero y esfuerzo en un proyecto; la captura de los Pokemones para futuras investigaciones para así encontrar la forma de utilizar sus poderes para el bien de la humanidad… El nombre podía cambiarse más adelante, eso era un asunto menor y sin importancia.

En su día, la caza de Pokemones se intentó como una forma de obtener un bonito trofeo, una manera de acceder a zonas inexploradas para obtener recursos, o simplemente para conseguir una exótica mascota, pero fracasó miserablemente. Después de todo, los Pokemones era criaturas poderosas, con la excepción de unos pocos, pero esos especímenes no valían la pena.

Pero nadie se había tomado el atrevimiento de buscar la manera de controlar a los Pokemones. Y de haberlo hecho, además de en completo secreto, lo hicieron mal.

Oak no era estúpido, él sabía muy bien que, antes de ponerse a diseñar inventos para poder controlar a los Pokemones, primero se necesitaba estudiarlos. Pero no el estudio convencional que se hacía mediante libros de texto.

Lo que se necesitaba, era estudiar a una criatura de carne y hueso, viva si era posible, y así poder crear un invento en base a lo aprendido en esas investigaciones. Pero entonces surgía otra pregunta; ¿Cómo hacerlo?

Oak era el cerebro, el pilar del proyecto, si él resultaba lastimado por un Pokemon y terminaba incapacitado para continuar su investigación, o en el peor de los casos, muerto, todo se iría al infierno.

Necesitaba a alguien para que fuera la parte física de su proyecto. Alguien que fuera lo suficientemente tonto como para aventurarse hacia la guarida de un Aggron para robarle uno de sus huevos sin hacer muchas preguntas. Y lo más importante; que fuera barato.

Los Pokemones estaban por todo el mundo, pero el presupuesto de Oak solo alcanzaba para la región de Kanto, al menos hasta que él consiguiera más fondos. No podía contratar a un grupo de mercenarios, pagarles sus servicios, comidas, etc, y mantener su proyecto.

Oak estuvo muy tentado en llamar a su nieto, Gary. Pero rápidamente descartó esa idea, sería un trabajo peligroso, y él no iba a arriesgar la vida de su nieto. Además, Gary no era nada tonto, exigiría un gran pago. Así que Gary estaba descartado, Oak necesitaba a otro compañero, pero ¿quién?

Un fuerte ruido a sus espaldas lo sacó de sus pensamientos. Fue Ash, de nuevo, rompiendo una de sus costosas computadoras llenas de información importante.

"Oh, pequeño hijo de... "

"¡Lo siento mucho, profesor Oak! ". -Dice Ash, su rostro estaba rojo de la vergüenza.

Él accidentalmente movió el palo de la escoba demasiado cerca de una de las computadoras, y la terminó tirando del escritorio. El costoso aparato cayó al suelo con fuerza, rompiéndose un poco, junto con el teclado, la pantalla y el ratón. Una escoba y un mal movimiento hicieron mucho daño.

"Entonces ten más cuidado, maldita sea. Rompes más de lo que limpias. ". -Dice Oak mientras sacude su cabeza.

La madre del muchacho era una vieja conocida suya, y ella le había pedido el favor de contratar a Ash como su asistente/conserje/cualquier-cosa-mientras-le-pague, ya que estaban algo cortos de dinero, y aunque la paga no era mucha, el ingreso extra era bienvenido.

Él había aceptado, aunque realmente no lo necesitaba, ya que estaba acostumbrado a que su ambiente de trabajo fuera siempre ordenado. Oak lo tenía para realizar tareas menores cuando él estaba demasiado ocupado, pero ese chico era tonto.

Ash llevaba trabajando solo unos pocos días, y en ese lapso de tiempo, él recibió la tarea de llevar algunas cajas que contenían unos libros a uno de los tantos estantes repletos de libros que había en el laboratorio. Entonces, Ash, de alguna manera se las había arreglado para tirar uno, o dos estantes, sino TODOS los estantes con libros.

Y ahora, él acababa de romper otra computadora. Oak suspiró, no quería despedirlo por lastima a su vieja amiga, y Ash era un buen chico, pero era demasiado tonto. Con eso en mente, Oak tuvo una repentina revelación.

Ash era tonto, su familia necesitaba dinero, Oak necesitaba a alguien que cobrara barato para que le ayudara… ¡Ash era el compañero/ carnada perfecta para su proyecto!

"Muchacho! ". -Gritó Oak. Tal vez no era la mejor idea, pero por el momento, era mejor que estar estancado en su laboratorio. "Ven aquí un segundo! "


Ash tragó mientras se acercaba al profesor Oak.

Él sabía que no había hecho exactamente un buen trabajo, pero él no quería que lo despidieran, necesitaban el dinero. Bueno, no tanto, pero Ash quería ser útil y apoyar a su familia, sin embargo, no había muchos lugares de trabajo que aceptaran a un chico de 16 años sin experiencias.

Por eso, cuando su madre dijo que le consiguió un trabajo como asistente del famoso investigador Pokemon, Samuel Oak, Ash estuvo emocionado. Por fin podría contribuir con algo en vez de estar de vago todo el día viendo televisión. Pero desafortunadamente, el trabajo resultó ser un poco más complicado de lo que parecía.

Ahora, con este último error, él estaba nervioso. No sabía si lo iban a regañar o a despedir de su trabajo.

"¿Necesita algo, profesor? ". -Pregunta tímidamente Ash.

Oak pone sus manos sobre los hombros del chico, quizás con demasiado entusiasmo. Oak sonríe. "Sí, necesito que me ayudes a cazar Pokemones. "

Ash suspira de alivio. "Fiuu, por un momento creí que usted… ". –Su cerebro reacciona al procesar la información. "¿¡Qué!?"

"Necesito que tu- "

"Sí, eso lo escuché bien. Pero no entiendo. ¿A qué se refiere exactamente con 'cazar Pokemones'? "

"Tal y como suena. No nos iríamos muy lejos, permaneceremos en Kanto, ya que solo buscaremos unos Pokemones en específicos; Un Charmander, un Squirtle y un Bulbasaur. Son los especímenes perfectos para iniciar mi proyecto. Son pequeños, fáciles de capturar y transportar. Solo necesitaríamos buscarlos. ". -Explicó Oak.

Su mente ya estaba trabajando en cien ideas. Esos tres Pokemones eran los más sobresalientes entre las muchas especies de Kanto. Y cuando alcanzaban la edad adulta, se convertían en unas bestias temibles. Ellos serían la base de sus futuras investigaciones.

Ignorando los ambiciosos pensamientos del profesor, Ash no podía creer lo que escuchaba. Tal vez Oak por fin se había vuelto loco. "E-Escuche, no estoy seguro de querer- "

"Te pagaré. ". -Interrumpió Oak con seriedad. "Te pagaré muy bien. Si me ayudas a cazar a los Pokemones, ganaras más dinero que trabajando como asistente en mi laboratorio. Además, yo me encargaré de los gastos de tu comida y demás necesidades. Y como un extra; podrás salir de este aburrido pueblo y explorar Kanto. Piénsalo niño, es una gran oferta ".

Oak sonrió, no era una completa mentira. Él de verdad le daría más dinero al chico, pero no tanto como realmente debería por los peligros del trabajo. Pero el chico no necesitaba saber eso.

Por otro lado, Ash parecía dudar. En verdad parecía ser era un buen negocio. El profesor dijo que le pagaría bien, los Pokemones serían pequeños y fáciles de capturar. Y la idea de recorrer Kanto le agradaba.

Oak notó esto, y decidió retroceder un paso, apartándose del joven. "Pero si no quieres, no puedo obligarte hacerlo. Sería una lástima, pero tendría que pedírselo a otro. "

Y justo como Oak esperaba, el chico mordió el anzuelo. "No, aceptó. ". -Dijó Ash. "Le ayudaré a cazar Pokemones! "

"Maravilloso. Has tomado la decisión correcta. No te arrepentirás. "


Continuará!


Nota:

Bueno, espero disculpen si hay algún error, soy un completo novato en esto de escribir, estoy un poco nervioso. Si hay algo en lo que puedo mejorar, no duden en decírmelo. ¡Gracias por leer!