Las LC 3 en acción.

Ya había llegado la hora de la cena, y el gran comedor se encontraba abarrotado de alumnos, que tras un duro día de soportar los inmensos discursos de los profesores, y habiendo dejado en sus salas comunes una larga lista de deberes pendientes, acudieron a cenar, uno de los pocos momentos dentro de Hogwarts, en el cual puedes dejar de lado las preocupaciones, y centrarte en cosas tan insignificantes como saber cual sería la próxima conquista de Sirius Black. Aunque... claro está, no todos somos iguales, por lo que mis amigas y yo, manteníamos una discusión de los más interesante, apartadas de miradas y oídos curiosos, en un extremo de la mesa de los leones:

- No Chris, deberíamos ser esta vez más originales, algo que nunca se haya visto, y que les demuestre a esos... – Dedicó una mirada de indiferencia hacia donde se encontraban los merodeadores, y volvió a clavar su mirada en los ojos verdes de su amiga. – Quiero que sea algo grande... – Dijo la chica de ojos negros, que en esos momentos reflejaban una mirada de ambición, y casi rozaban la locura. – Que hizo que las demás chicas, la contemplaran un poco asustadas.

- Oye Crystal, ¿No crees que te estás tomando "muy a pecho" esto? – Preguntó Lily, que se encontraba a su lado, y que comenzaba a preocuparse por la salud psicológica de su amiga. La aludida, se volvió a mirar a la pelirroja, con cara de "¿me estás hablando en serio?". – No se... es que la que tal vez tuviera motivo para estar así sería Chris... y mírala. – Me señaló a mí, que en ese momento me puse algo nerviosa aunque pude mantener la compostura.

- Lily tiene razón...No es la primera vez que les vamos a hacer algo... La verdad no entiendo por qué te comportas de ese modo... – Dije yo, mientras la chica me miraba totalmente atónita.

- ... – Crystal bajó la mirada, y todos pensemos que había reflexionado un poco.. (Que equivocadas estábamos). - ¿PERO OS HABEIS VUELTO LOCAS O QUÉ? – Gritó la castaña, haciendo que todo el saló se volviera hacia donde nos encontrábamos nosotras, incluidos los hiper-mega-chachis- estrellas del colegio (Los Meorodeadores). - ¿QUÉ MIRAIS? A LO VUESTRO. – Volvió a gritar de mal talante, haciendo que cada uno volviese a sus conversaciones de antes, o a seguir devorando el jugoso bistec con papas que se servía esa noche. Ya que cualquiera en su sano juicio, no se atrevería a llevarle la contraria a la chica, O sino que se lo pregunten a Andrew Frydent, un chico de Ravenclaw, con el cual, se tropezó un día y le tiró todos los libros que llevaba encima, Crystal, como es normal, le dijo que ya se los podía estar recogiendo. Pero el chico decidió pasar olímpicamente de ella, y la chica... con su carácter... pues le dio su merecido. Al día siguiente todo Hogwarts sabía que el chico en cuestión, le ponía los cuernos a su novia con el mejor amigo de ésta. Menuda la que se lió... con solo recordarlo me entra la risa, aunque el chico, cada vez que ve a nuestra querida Crystal, creo que se mea encima (literalmente jajajja) o sino ya me explicarán por qué sale corriendo hacia el cuarto de baño más cercano y con ambas manos puestas en sus partes.

- Se acabó Crystal, tu te sientas ahora mismo, y las demás vamos a comer que esta noche va a ser larga... – Dijo con autoridad Cathy (¿quién lo diría no?), pese a que os dije que no tenía mucho carácter, cuando quiere se hace imponer. Así que las demás, que por un lado teníamos hambre, y que por otro, no pretendíamos empezar otra discusión que no nos llevaría a ninguna parte, nos pusimos manos a la obra con los suculentos manjares que poblaban la mesa.

En el otro extremo se encontraban los Merodeadores, bastante enzarzados en una conversación.

- Pues yo creo que McGonagall se ha pasado tres pueblos con el castigo. – Decía Sirius, removiendo con el tenedor los espaguetis que se había servido, y que del rato que llevaba dándoles vueltas deberían de estar como el agua del lago.

- Pues yo creo que es justo. – Sentenció Remus, que miraba con su cálida mirada los ojos grises del chico.

- Lunático se supone que tu deberías de estar de nuestro lado. – decía James, al lado del chico, y mirándolo con mirada de confianza traicionada. – Pensé que éramos amigos...

- Deja el teatro Cornamenta que no te va... Sabes lo que opino acerca de lo que hicisteis...

- Pues eso de tener que limpiar los baños de los prefectos durante una semana... pufffff... y lo peor de todo sin magia... – Volvió a suspirar James, por tercera vez en los últimos cinco minutos.

- ¿De qué te ríes Sirius? – Preguntó Remus al chico, que había comenzado a reírse. – Yo no le veo la gracia.

- Ni yo tampoco. – Dijo un malhumorado James.

- ¿No me digas que has olvidado quienes somos? – Preguntó el moreno, como si le estuviese diciendo al chico que uno más uno son dos.

- Jaaaaa jaaaa jaaaa.. – Dijo irónicamente el chico de pelo azabache.

- Vale.. como soy un chico amable, bondadoso, atractivo, muy buena persona...

- Corta el rollo Sirius, ya sabe todo Hogwarts lo egocéntrico que eres... – Dijo James de forma cortante, que comenzaba a hartarse de la aptitud del moreno.

- Joder como andamos hoy con el sentido del humor... – Dijo de mal talante el aludido, pero volvió a poner su sonrisa pícara. – Los Merodeadores. – Sonrió, como si hubiese descubierto que la teoría de la relatividad de Einstein es mentira.

- ...

- Desde luego hoy no andais muy inspirados... – Dijo el chico resignándose a que sus amigos no serían capaces de llegar a ninguna conlusión. – Pues está más claro que el agua. Yo os puedo prometer, que haré lo que sea, menos limpiar esos apestosos baños al estilo muggle... para ello soy un maestro.

- ¿Tu un maestro? – Ironizó el chico de ojos dorados, mirando con escepticismo al moreno.

- Vale, reconozco que tu a veces tienes mucho mérito... pero reconoce que tengo mi talento, y precisaente ese talento mío será el que me saqué de este problemita...

- O te lleve a tu propia fosa... – Rió el comentario James, acabando la frase de su amigo, haciendo que los tres chicos estallaran en risas. Una vez se habían desahogado, el moreno continuó.

- Bueno, ya que creo que el cerebro de la banda no nos ayudará... – Dijo Sirius mirando a Lupin...- Habrá que recurrir a otras fuentes...- Comenzó a buscar algo con la mirada...

- ¿Y PETEGREW? – Exclamaron James y Sirius, al caer en la cuenta de que el chico rechoncho no se encontraba al lado de ellos.

- SI me escucharais de vez en cuando os enterarías de donde está. – Decía la voz de Remus.

- Bueno ahora te escuchamos. – Dijeron los dos al unísono.

- Como me considero alguien paciente os lo diré... – Decía el licántropo, a modo de que les quería explicar a unos niños de preescolar de donde venían los niños. – Dice que está con su novia, y que est anoche no le esperásemos. – Ambos amigos se quedaron con cara de ¿EIN? .

- Por Merlín, a que extremos hemos llegado...

- Si James, estoy de acuerdo contigo, si Petegrew a logrado tener novia, yo creo que mañana le pediré el matrimonio a Chris... – Decía el moreno, como si aquella idea fuera la más descabellada que pudiera pensar, y sin dejar de lado el tono irónico.

- Bueno, que no cunda el pánico chicos, mientras mañana esté listo para llevar a cabo nuestro trabajillo de limpieza... Me da igual donde quiera que esté o lo que haga... Ya habrá tiempo de investigar...

- Bueno, yo creo que me iré a dormir... – Dijo Remus dando un bostezo, y levantándose de la mesa.

- Si, si... a dormir... – Dijo Sirius, pero el castaño le dedicó una mirada asesina, que hizo que la sonrisa del chico se esfumara.

- Bueno, Sirius... ahora puedes decirme quien será la afortunada de esta noche...

- Bueno, nose mucho la verdad... Alta rubia, de ojos verdes aguamarina, precioso cutis, encantador trasero, y una delantera espectacular, pero lo mejor de todo es que no creo que tenga más de dos neuronas por metro cuadrado de su preciosito cerebro, así que será un asunto fácil...

- Wuaw! – Silbó James. – Veo que lo vas a pasar bien. – Le dedicó una sonrisa pícara. – Aunque, no creo que te llame mucho la atención el estar con chicas así... Algún día acabarás hartándote, y querrás conocer chicas nuevas, eso de caer en la monotonía no es aconsejable.

- Y me lo dice un experto no? – Ironizó el chico. – Que sepas, que a mí nunca me pasará eso, y mucho menos colgarme por una sola chica, cuando con solo mover un dedo puedo tener a más de una veintena deseando estar en mi cama.

- Vale, ya sabes que no pienso discutir ese tema contigo...

- Me alegra que te des por vencido, Sirius Black nunca tendrá un compromiso con una mujer...

- Nunca digas "nunca"... Puede ser que te arrepientas... – Dije yo al oído de Sirius, con voz pícara, y noté como el chico se tensaba al escucharme.

- Vaya, vaya, miren a quien tenemos aquí... Si son las LC3... ¿a que se debe vuestra adorada presencia? – Ironizó James que se había vuelto para observar a las chicas con el entrecejo fruncido.

- Pues es que os vimos solitos...

- No seas mentirosa Chris.. si ellos siempre van acompañados de su egocentrismo... – Dijo Lily, clavando sus ojos verdes esmeralda en los avellana de Potter, llenos de odio e ira.

- Chicas dejemos la discusión y vayámonos a dormir... – Decía Cathy, que como siempre intentaba evitar los conflictos con los Merodeadores.

- Estoy de acuerdo Cathy... no merece la pena hablar con "estos"... – Dijo Crystal mirando con arrogancia a Sirius y a Potter.

- Que durmáis bien chicas... y no os olvidéis de meter la fotito de mamá para que os vele los sueños.. – Decía el moreno con tono mordaz.

- Pues tu ándate con cuidado esta noche...Puede ser que tengas alguna sorpresita... – Volví a acercarme al oído del chico, y se lo susurré lo más bajo posible, para que solo él lo escuchara. Me las vas a pagar graciocillo, todas y cada una de las que me has hecho... Pensé yo. – Mi cabello se encuentra perfectamente... – Pese a que estaba de espaldas a él, pude notar que se tensó.

- No sé de que me hablas...

Le dediqué un guiño, y salí a toda prisa del gran comedor para reunirme con mis amigas en la sala común. Dejando atrás a un par de Merodeadores estupefactos.

- ¿Qué te a dicho?

- Nada de que preocuparse. – Dijo el chico de ojos grises a su mejor amigo.

Mientras en un rincón de la sala común de Gryffindor...

- Bueno, la primera parte del plan estará lista en unos.. – Cathy consultó su reloj de mano y continuó. – A eso de las 10... o sea, nos da media hora para preparar la segunda parte del plan. Como somos cuatro, tu Crystal te encargarás de ir a la sala común de Ravenclaw, tu Lily irás a la de Hufflepaff, tu Chris te encargarás de la Slytherin, y yo me quedaré en Gryffindor. Repasemos el plan de nuevo: Cada una de vosotras, independientemente de la casa a la que vayáis quiero que instaléis los dispositivos que os he dado, en un lugar donde todos los miembros de la casa lo puedan ver, y sobretodo aseguraos de que nada falle. Ya sabéis lo que significaría para nosotras si esto saliera bien, conseguiríamos superar a los Merodeadores en el ranquin de popularidad.

- De acuerdo! – Coincidimos todas a la vez, subimos a nuestra habitación a prepararnos para lo que nos esperaba esa noche.

- 15 minutos... ¿cómo va eso chicas? – Decía la voz de Cathy, que resonaba en mi cabeza.

- Por mi parte va perfectamente... – Dije yo satisfecha con el trabajo que acaba de hacer. Había sido bastante fácil ligarme a un chico de Slytherin, e insinuarle que me quería acostar con él, para lograr llegar a la sala común de las serpientes. Una vez había llegado a su habitación, y el ambiente comenzó a caldearse... un simple desmaius, por parte de mi varita y el chico estaba fuera de combate. Segundos después lo metía en el armario, totalmente amordazado y atado. - ¿Cómo te va a ti Lily? – Pregunté esta vez yo, por si no lo he dicho antes, las cuatro teníamos desarrollada la capacidad de la telepatía, jajaj mentira, pero bueno, un hechizo con el cual, el resultado era el mismo.

- Yo también acabo de terminar... – Decía la pelirroja desde la habitación de un chico de Ravenclaw, ya que todas habíamos decidido seguir la misma estrategia. – Ahora mismo bajo a la sala común para terminar el trabajo. ¿Cómo las llevas Crystal?

- Mmmmmmmm... – Se escuchó de gemir la chica, que en esos momentos andaba un poco ocupada, besando apasionadamente a un chico de Hufflepaf.

- CRYSTAL! – Gritó mentalmente Cathy. Como por su culpa el plan se fuera al garete...

- Vale... – Se resignó la chica mentalmente, separándose un poco del chico, y respirando entrecortadamente. Un joven de 17 años de ojos negros y pelo castaño, y de un gran atractivo miraba a la chica. – Un último besito...- Dijo la chica a modo de súplica, tomando al joven por el cuello atralléndolo hacia ella y dándole un beso mucho más apasionado que el anterior, haciendo que el chico comenzara a deslizar su mano por debajo de la falda de ella.

- Es la ultima vez que te lo advierto Crystal, ya tendrás tiempo de acabar eso! – Ordenó una pelirroja de bastante mal humor. Por lo que la chica de ojos negros se separó bruscamente del chico.

- ¿qué...?

- Demaius! – Dijo la chica antes de que el joven pudiera acabar la pregunta. – Espero que esto funcione, por que de lo contrario no me perdonaré dejar esto. – Resignada, hizo lo mismo que sus amigas habían echo con los demás sujetos, y encerró al joven en el armario. – Espero que mañana no se acuerde de nada...

- Bueno chicas, ahora quiero que os hagáis invisibles con el hechizo que hemos practicado esta tarde... – Indicaba Cathy, en la mente de las demás chicas.

- Ya! – Dijeron al unísono.

- Ahora ya sabéis lo que tenéis que hacer...

- Sirius no sabes lo que e ansiado este momento... – Decía una chica rubia, que besaba apasionadamente al chico, mientras entraban en la habitación de ella.

- Y yo... – Mintió descaradamente el chico, atrayendo con más ahínco a la joven, y sacando un gemido por parte de la chica, al comenzar a besarle el cuello.

- Es... espera... – La chica se separó del moreno, dejándolo un tanto sorprendido. – Es que... quiero que sea especial... – Se sonrojó un poco al decirlo, y el chico de momento comprendió a lo que se refería.

- ¿Eres virgen? – La chica asintió ante la pregunta.

- No te preocupes... prometo ser cariñoso y delicado... – Dijo Sirius acortando distancias con la chica y volviendo a besarla con pasión. Pero la chica se volvió a separar.

- Es que...

- Queé? - Preguntó el moreno, que comenzaba a impacientarse con la rubia, las mujeres normalmente no sele resistían tanto.

- Bueno... es que me gustaría que fuera especial...

- Ya te he dicho que seré delicado...

- Pero es que tengo una fantasía... – el chico se quedó a cuadros, pero bueno, todo fuese por acabar prontico...

- ¿Cuál es?

- Yo con un camisón celeste y tu haciendo un estriptees solo para mí. – Dijo la chica con una mirada pícara. Mirando de arriba abajo el atractivo cuerpo del moreno.

- De acuerdo... – Asintió el chico con pesar...

- Vuelvo en un momento voy a cambiarme. – Dicho esto fue a una puerta continua y la cerró con un golpe seco. Pero volvió a salir con unas ropas en la mano. – Ten esto es para que te lo pongas tu...

- ¿Quién me mandaría a mí liarme con esta? – Miró las ropas y vió que parecí aun uniforme, de poficía, o algo así, ya que ese verano había tenido que huir de alguno. Cosa que fue bastante sencilla que ingenuos eran esos tipos.

- Cathy, aquí está todo listo... ¿Cómo van las cosas por ahí? – Dijo la rubia desde el cuarto de baño, dirigiéndose a un artefacto parecido a un wolkie talky...

- Aquí todo marcha a la perfección... ¿De verdad Sirius a entrado al trapo? – Preguntó una voz que salía del aparato.

- Si, y no veas lo divertido que va a ser esto...

- Si... – Contestó la otra chica con malicia.

- ¿Tengo que ponerme esto? – Decía James incrédulo, admirando las vestimentas que una chica de unos 16 años, de pelo moreno y largo, y de las más atractivas de su casa le acaba de dar. – No pienso ir de...

- Creo que es bombero... – Acabó la joven la frase – Por faaaaaaa... es que es mi..

- Si ya lo has dicho, tu primera vez... – Dijo el chico, cansándose de la situación.

- Bueno yo iré a arreglarme ahora vuelvo... – Se dirigió a una puerta continua y desapareció por ella.

- Creo que la próxima vez, investigaré a la tipa con la que me voy a liar... – Irónizó el chico, mirando por segunda vez la ropas que tenía en sus manos.

- Otro listo Cathy... – Dijo la morena, empleando el mismo mecanismo que la anterior había utilizado.

- Gracias... ya solo queda saber como le ha ido a Petegrew, aunque creo que ese no habrá presentado mucha resistencia... con lo desesperado que está...

- Jajajaja, ahí llevas razón, no se come ni una rosca...

- Cathy?

- Dime...

- Aquí todo está en orden, me muero por ver a Petegrew vestido de marinerito jajajajjaja va a parecer un taponcillo de un envase de lejía.

- Y yo... ahora te aviso, junto con las demás de cuando está todo listo...

- OK.

- Atención chicas! – Llamó la rubia a sus amigas. - ¿Todo está listo?

- YO ya he acabado. – Dije yo, al mismo tiempo que salía de la sala común de Slytherin, satisfecha de mi trabajo.

- Acabé... – Dijo Crystal, que aún seguía un poco mosqueada por haber dejado aquél bombón tan solito en su cuarto. Pero que después de todo hizo a la perfección su trabajo en Hufflepaf. – Dentro de un momento me reuno con vosotras en la sala común.

- Yo terminé hace un rato... Voy hacia allá... – Decía la voz de la pelirroja.

- OK... cuando todas estén aquí comenzamos...

Minutos más tarde todas se encontraban en el centro de la sala común, rodeadas de todos los Gryffidor, que esperaban ansiosos cual sería la sorpresa que las chicas les querían mostrar esa noche.

- Todo listo chicas... – Dijo a un aparato, la rubia del grupo – Cuando yo cuente hasta tres, comenzamos ¿entendido?

- Si! – Dijeron tres chicas a la vez...

- Uno... dos... tres... – Una gran pantalla blanca semejante a las de los cines, apareció en la pared de cada una de las salas comunes del colegio. Provocando que todos los alumnos que se encontraban en esos momentos disfrutando del calorcito de la chimenea, voltearan a ver de que iba todo aquello. Cosa que no tardaron mucho en saberlo...

La gran pantalla se encontraba dividida en tres grandes rectángulos en los cuales se podían contemplar tres habitaciones distintas, y cada una de ellas, con la imagen de un chico, uno vestido de blanco y con una gorrita a juego, otro, con un uniforme azul marino y una porra y pistola, y el último, con un conjunto amarillo y un casco ridículo, a la vez que sostenía una manguera... Todo un show que estaba apunto de comenzar...

En cada habitación entró una chica, que iba tapada con una túnica, y que miraban pícaramente a los chicos que tenían delante. Al igual que ellos hacían con ellas. Las tres asintieron a la vez, y ellos, dóciles como corderitos comenzaron a bailar sensualmente, al compás de una música romántica.

Las chicas gritaban ante semejante espectáculo, mientras que los chicos, esperaban el momento de que les tocara a las chicas...

El ambiente comenzó a caldearse... Lo s chicos tenían quitados la mayor aparte del uniforme, salvo las gorras, o cascos que le cubrían un poco el rostro, se encontraban en ropa interior, y contoneando su cuerpo muy cerca de las chicas a las que esa noche hacían compañía... En las alas comunes el griterío era insoportable, claro está, de las tres "ventanas" por así decirlo, que había en la gran pantalla, la del tipo regordete era la que menos audiencia tenía, al contrario de las otras dos restantes, que acaparaban las miradas de todo el sector femenino, a las cuales se les caía la baba al ver los cuerpos estructurales de los dos chicos.

- TIOS BUENOS! – Gritaron un par de chicas, que después de aquello requerirían de una buena ducha fría...

Llegó el momento cumbre, y los chicos se dejaron caer los calzoncillos al suelo. Un ooooooooooooooooooooooooo Por parte de todos inundó las respectivas salas comunes. Dios, ahora todas las mujeres querían saber de quien eran esos cuerpos... Las chicas que había en las habitaciones no fueron menos... (exceptuando la que estaba con Petegrew, que no sabría si "eso " del chico era una prolongación más de su grasa corporal). Ahora llegó el turno de las chicas... Las tres dejaron caer al suelo sus túnicas, y dejando ver un camisón transparente, que permitía ver toda su esbelta figura y su ropa interior. Las chicas, cada una con su sujeto, se acercaron a ellos y les quitaron, lo que todas habían ansiado hasta el momento, y que mantenía su identidad oculta.

- LOS MERODEADORES! – Gritaron todos a la vez, provocando que algunas chicas se desmayaran de la emoción de haber contemplado a sus amores platónicos en bolas.

Ahora los chicos se acercaban peligrosamente a ellas y las comenzaban a besar apasionadamente, provocando suspiros por parte de las chicas, y envidia por parte de los chicos, que desearían estar en el lugar de ellos, las manos comenzaban a explorar el cuerpo de los otros, y las chicas se quedaron en ropa interior... Si hubieseis visto la cara de pervertidos que tenían todos los chicos, os habríais ido del colegio en aquel preciso instante.

Pero como ni mis amigas, ni yo, somos unas pornográficas, y ya nos estabamos pasando bastante... En el momento en el cual las chicas iban a ser desprovistas de su parte superior, las pantallas desaparecieron, del mismo modo en el que habían aparecido. Lo que provocó un estallido de gritos de reprobación, tanto en el sector masculino como en el femenino, que se habían quedado con la miel en los labios... Por nuestra parte, estábamos que no cabríamos de felicidad, el plan había salido a la perfección, y aunque nuestros compañeros Gryffindors, nos querían matar, conseguimos persuadirlos de que otro día tendrían más, con lo que se dieron por satisfechos y nosotras nos fuimos a nuestras camas a dormir. Aunque claro está, después de haber visto los atributos de los Meorodeadores, les miraríamos con otros ojos... (y tanto... :P )

Bueno eso es todo, bastante largo el capi ¿no? Espero que haya sido de vuestro agrado, y por favor dejen reviews, Si dejan al menos tres prometo actualizar en un par de días, de lo contrario me demoraré mucho más. Para el siguiente capi:

- Nuestros chicos se enteraran de la jugada que les han hecho.

- Serán capaces de evadirse del castigo con McGonagall?

- Y por último, ¿Qué venganza les plantearán a las LC3?