Dulce Olvido
Capítulo 3
Un extraño ruido despertó a la joven castaña. Un llanto, intuyó. Pero no lo era. Su "despertador" había sido el carrito del desayuno, y la azafata japonesa que la zarandeaba con esmero.
-ocha to ko-hi- dochira ni shimasuka? (¿Cuál prefieres, té o café?)-
-Ko-hi- wo ippai kudasai. (Déme un café, porfavor.)-se notaba que en el acento japonés de Hikari había un deterioro. Nicole, que recién se despertaba y se ubicaba en el asiento trasero a Hikari, lo notó perfectamente y se incorporó a esperar su turno.-Arigatô. (Gracias)
Hikari sentía los ojos hinchados y un fuerte dolor de cabeza. A pesar del dolor, disfrutó el desayuno, y luego de haber terminado se tomó una pastilla. Le quedaba un día de viaje, pero de igual forma sentía un temor muy grande, no sabía cómo iría a reaccionar cuando viera a Takeru de pie en el Aeropuerto, esperándola pacientemente. Había traído variados regalos, para él, sus amigos y familia, los cuales había pensado según qué necesitaba cada uno de sus conocidos. Pero ya no le quedaban fuerzas. Sabía que T.K. no estaba del todo feliz, pues no era probable que se olvidara de todo lo que tuvo que sufrir por dejar que ésta cumpliera sus sueños. Pero la culpa no era del todo suya, pues el chico vivió amargamente todos aquellos años…Eso demostraba su fidelidad y amor. No del todo, pues Hikari (como toda novia) quería que él siguiera su vida, disfrutándola, y no recordando a cada segundo los ojitos de color castaño, el cabello de igual color (que ahora llevaba largo) y sus afanes, que la caracterizaban. Quería que la alegría invadiera su corazón, y que el recuerdo se volviera dulce, que en la boca ya no le quedara el sabor amargo que se añejaba, que aquel dulce fuera el olvido. Que las lágrimas fueran parte del pasado, y que aquel pasado se convirtiera REALMENTE en pasado, y fuera un sendero que ya había cruzado.
Pero no podía ser así. Nada, ni siquiera el sabor amargo, ni las lágrimas del ayer…Nada podía remediar el daño causado, nada podía llegar a ser realmente el olvido. Y sólo así, dejando que el tiempo corriera…Sólo así, todo aquello se cumpliría. Y Hikari lo sabía perfectamente. Pero no quería eso, en el fondo de su corazón. Takeru ya formaba parte de su vida, una vida dulce, pero a la vez amarga. Los lazos no se rompen, y menos los lazos amorosos. El amor verdadero no se destruye, o al menos no tan fácilmente como se destruyen los vidrios.
-Atención Pasajeros: favor de no desabrochar sus cinturones, sólo al aviso. Es para su mayor seguridad. Aterrizaremos en unos 5 minutos, plieguen las mesitas y acomoden sus sillas. Las azafatas pasarán ayudando. Dejar de utilizar los baños, por favor. Y los niños, dejar de corretear por los pasillos. Les deseamos un buen aterrizaje. Aerolíneas España les agradece por preferir nuestros servicios.-Se apagaron las Mini-Tv y la multitud empacaba, conversaba o simplemente se ponía los tapones, pues al aterrizar el dolor era horrible. Otros mascaban chicle, muy eficaz para estas ocasiones.
Kari, en particular, mascaba chicle de canela, y se colocaba los tapones que las azafatas les habían ofrecido al comienzo del vuelo. Estaba más tranquila.
Aeropuerto Central de Japón
Un chico con cabellos rubios y otro con cabellos azules, conversaban animados en el café "GATSBY," dentro del Aeropuerto, en el piso 3. El rubio disfrutaba un kuchen de manzana, y el otro chico tomaba un café.
-No creo que su corazón se lo permita.-el peli-azul opinaba sobre la situación amorosa de su amigo. Tomó un sorbo de café.-
-Pues yo sí.-
-Takeru, no seas tan duro, recuerda que tu no eres el único que sufrió. Dale otra oportunidad, sabes que la amas y ella a ti. No pueden dejar todo lo que construyeron juntos, ¿o sí?
-¡Takaishi!-de repente una tercera persona aparece, e interrumpe la conversación.-
-Ah, eres tú, Daisuke.-el rubio voltea para observar al antiguo líder, pero no encuentra la respuesta a su llegada.
-Te estaba buscando por todo el aeropuerto, vine para decirte que en unos 30 minutos llega Kari-chan.-al terminar la frase, le ordena al mozo que le traiga un agua mineral, pues al parecer se encuentra cansado.
-Gracias, Davis-el peli-azul se adelanta, y agradece antes que T.K.-
-Bueno...¿Cómo te ha ido, Davis?-Takeru parece interesado.
-Bien, muy bien, me gustan los niños y las clases de football no me agotan mucho…Pero, ahora estoy buscando otro trabajo para el fin de semana. ¿Saben alguno?-el mozo le entrega el agua mineral y un vaso.
-Yo sí, puedes ayudar a un amigo. Necesita que le hagan las compras, y que le ayuden en la tienda. Te daré su número telefónico en cuanto pueda, ¿vale?-nuevamente, el peli-azul habló.-
-Vale, gracias. –cierra el agua mineral, porque le acaba de dar un sorbo.-Ahora, vámonos, que Kari llegará en unos minutos.-
Takeru paga por ellos, y se marcha apresurado.
Las puertas hechas de vidrio se abren, y los pasajeros del Vuelo Nº4 salen llevando maletas y bolsos, todos pesados.
-Takeru, ¿ves a Hikari?-Daisuke se pone en puntas de pie y aún así no consigue ver a la castaña salir.-
-No. ¿Crees que le haya pasado algo?-preocupado, Takeru hace los mismo que Daisuke.-
-Por supuesto que no.-el peli-azul no parece interesado.
-¡Mira, ahí viene!-Daisuke es el primero en notar el ingreso de Kari por las puertas centrales, y espera a su encuentro.
La castaña cruza las puertas de vidrio apresurada, deja su equipaje cerca de donde se encuentra el peli-azul…Lo mira detenidamente. Pero, finalmente, corre y abraza a su "novio."
-Ken…Ichijouji-antes de abrazar a Takeru, murmura.-
Takeru…Mi amor.-le da un beso corto y dulcemente, otro en la mejilla.-Esperaba este momento.
-Yo también.
Hola…
Este capi se me hizo corto, espero que a ustedes no y les haya gustado.
Bueno..Voy a responder una pregunta que me hicieron:
-El poema lo escribí yo. Me alegro de que lo hayan disfrutado.
Sin mayores pensamientos, se despide:
HikariLunamaria-Chan
Believe me
I can fly
I'm singing in the sky…
Hope of Love 4ever
4ever Only You
