Este cuaderno sería el de "Anatomía", acabo de recordarlo. En ese tiempo, más que llevar en la espalda la mochila con los útiles de estudio, cargaba con las expectativas de Grisha, quien veía en mí la continuación de su legado como el médico de los más necesitados, y de mi madre, quien prefería cualquier ruta de escape hacia el azaroso destino que me aguardaba de seguir metido en peleas callejeras.

Acepté por mi madre, más que nada para librarme de sus asperezas. En realidad, mi tiempo en la universidad no fue más que un arreglo de fondo verde en una película de acción. Eso sí, los primeros meses traté de relacionarme con la profesión, lo intenté en honor a ellos e incluso me atrevería a decir que también por mí mismo, pero al final nunca me hallé. Me gastaba el dinero de las inscripciones en parrandas con los apenas conocidos que hice durante el primer semestre de clases y asistía solo para buscar a una chica con quién tener buen sexo.

Esa época hubiera sido un fragmento de mi vida del que pudiera expresarme con naturalidad de no ser porque un día la amante de Grisha llenó de orificios el cuerpo de mi madre.

No quiero entrar en detalles de ese día, fue tan... Traumático que los recuerdos están borrosos en mi memoria. Caso opuesto a lo que ocurrió con la verdad, que salió a la luz con tanto fulgor.

En determinado momento de crisis deseé que la desgraciada de Dina lo hubiera matado a él en lugar de a mi madre, o cuánto menos tener acceso a la pistola para matarlo yo mismo al enterarme de que no solo era mi padre, además era el de aquel hombre rubio con barba espesa y mayor que yo por diez años, el tiempo que Grisha llevaba siendo bígamo. Por fortuna, no fue necesario que yo tirara del gatillo, él mismo se disparó en la sien al poco rato del entierro.

Con mi madre ausente, debo admitir que veo al mundo con cierto grado de indiferencia. Me resultaría más interesante si hubiera algún apocalipsis zombi o alguna sustancia x que transformara a la gente en alienígenas, monstruos, titanes, que se yo. Lo que sea que tentara lo suficiente contra la existencia de los de su propia especie. La amenaza de una extinción volvería la vida más valiosa, más emocionante. Se lee una locura, lo sé, pero al menos para mí sería mucho mejor que esta rutina de mierda.