Holaaaaaaaaaaaaaaaas, perdon por la demora pero este capitulo si ke me saco canas verdes... asi ke espero ke lo disfruten de verdad u/u por ke es con todo el cariño de mi para ustedes XDDD.. Bueno el lunes entro nuevamente a la U, para alfin terminar la tesis asi ke deseenme arto animo pa continuar esta laarga tarea ke me toca snif... hoy estoy feliz, cumplo 11 meses de pololeo, aunque igual lo estoy pasando de lejitos de mi novio, nu importa lo amo mas ke nunca u/u... jojo se viene el añooooo :P

emmm ya a lo ke iba, muchas gracias por todos los mails, reviews y comentarios por msn ke me han dado, espero pronto subir una nueva historia ke tengo lista pero solo tengo ke adapatarla y arreglarles algunas partes...

yaps los avisos tipicos economicos... ruroini kenshin no me pertenecen, asi como tampoco la idea original de este fics ke es de una novela con le mismo nombre, pero ke no recuerdo asu autora... yo y mi memoria...

ya saben. negrita: mis comentarios
cursiva dialogos..
y creo ke esop... nos vemos a bajoooo


Casi Perfecto

Capitulo 7.

Mientras subía las escaleras del apartamento de Kaoru, Kenshin se sentía como un estúpido. Solo un estúpido acabaría a toda prisa una reunión para poder ir a ver como se encontraba una... ¿Qué era Kaoru para él?.¿una amiga?. No, ella tenia razón. Los amigos no se besaban de la manera en que ellos lo hacían. No, Kaoru era la mujer que le había hecho cambiar su forma de ser. Estar con ella le resultaba muy estimulante, pero a la vez le daba miedo.

Aquel día algo extraño le había ocurrido. Él estaba preocupado por ella, cuando se había marchado del centro, ella parecía extremadamente triste. El preocuparse por alguien era una experiencia nueva para él. Aquella experiencia era muy incomoda, le había impedido concentrarse en la reunión. ¿Era aquello lo que los hombres como Sano sentían constantemente?.

Era como sentir que dos caballos salvajes tiraban de uno en direcciones opuestas, lo que la convertía en una sensación que no le gustaría experimentar muy a menudo.

Pero, estúpido o no, tenia que asegurarse de que Kaoru se encontraba bien, por eso había tenido que venir a verlo por sus propios ojos.

Llamó ligeramente a la puerta y esperó, sin estar seguro de lo que iba a pasar. Cuando ella abrió la puerta y él le vio la cara, supo enseguida que había estado en lo cierto. Ella estaba muy triste, tenia los ojos enrojecidos. El corazón se le partió al darse cuenta de que ella había estado llorando.

- ¿Te importa si paso?.- pregunto él. Kaoru se lo quedó mirando como si él fuera una aparición. Finalmente, se echó a un lado para que pudiera pasar.

- ¿Qué estás haciendo aquí?.- preguntó ella mientras cerraba la puerta.

Kenshin no contestó inmediatamente, ya que quería analizar de qué humor estaba ella. En vez de eso, entró en el salón, dándose cuenta de cómo reflejaba la personalidad de Kaoru. Había dos enormes y cómodos sofás que llenaban completamente la habitación, además de varios jarrones llenos de flores de diversos colores y estanterías llenos de libros. Todo ello, daba a la habitación un aspecto muy acogedor, como ella misma.

- He venido para asegurarme de que estas bien.- dijo Kenshin, por fin.- Esta tarde me pareciste algo triste.- Kaoru se mordió el labio inferior. Kenshin sintió que le apetecía hablar del problema, por lo que insistió un poco más.

- Te sientes mal por haberte perdido la fiesta ¿verdad?.

- Me parece increíble lo que he hecho.- admitió ella, con las lagrimas a punto de salir de sus hermosos ojos azules. Cariñosamente, él le tomo la mano y la condujo a uno de los sofás para que pudieran sentarse y hablar sobre ello.

- Tu tuviste que ir a la reunión en el ayuntamiento. Kaede lo entiende perfectamente.- le explicó él.

La tristeza que ella tenia pintada en el rostro le estaba poniendo muy nervioso, lo mismo que la necesidad que tenia de consolarla. Ya sabía que aquella mujer era capaz de sacar en él sentimientos desconocidos hasta entonces para un hombre como él, sentimientos con los que nunca había querido implicarse. Le asustaban tanto que siempre había huido de ellos.

Sin embargo, en aquellos momentos, no le apetecía huir, tampoco quería poner nombre a lo que sentía. Solo porque se preocupara por Kaoru no significaba que había perdido totalmente la cabeza.

- Esa fiesta era muy importante para mí.- suspiró Kaoru.

- ¿Por qué?.- preguntó él, acercándose a ella para tomarla entre sus brazos. En realidad, casi esperaba que Kaoru se negara a responder o que al menos se apartara de él. Sin embargo, ella no hizo ninguna de las dos cosas, sino que se acurrucó más contra él

- Los cumpleaños son muy especiales para mí.

- ¿Por qué?.- insistió él.

- En realidad es una tontería.- respondió ella algo avergonzada.

- Cuéntamelo.

- Quería que Kaede supiera que me preocupo por ella.

- Ella lo sabe y comprendió todo. Tenias que asegurarte de que el centro conseguía los fondos. ¿Qué es realmente lo que te preocupa?.- añadió él, sintiendo que había algo más.

- No importa. Ya te dije que es una tontería.

- A mi no me lo parece una tontería. Bueno, a menos que me digas que siempre has querido ser payaso porque te encantan los trajes.- Kaoru sonrió débilmente y se sintió algo más alegre. Entonces, lo miró y se lo contó todo.

- Lo que pasa es que mi padre se perdía casi todas mis fiestas de cumpleaños.- explicó ella mientras Kenshin la escuchaba en silencio.- Sé que parece una tontería, pero cuantas más fiestas se perdía, más quería yo que asistiera.

Kenshin temía de la respuesta que ella le iba a dar si preguntaba. Dado que el silencio hacía la pregunta inevitable, se decidió por fin.

- ¿Por qué no asistía nunca tu padre?.

- Siempre estaba trabajando. Siempre estaba demasiado ocupado para pasar tiempo con su familia. Así que siempre se perdía todas las fiestas de cumpleaños, las comidas de navidad. Mi padre era un verdadero tiburón de las finanzas.

Kenshin no quiso pensar en cómo se había pasado las navidades del año anterior: comiendo comida preparada delante de su escritorio. Sin embargo, él no tenía una familia que le esperara, así que podía pasar las navidades como quisiera. A pesar de todo, parecía que el padre de Kaoru había sido tan egoísta como el suyo. Ninguno de los dos había dejado un lugar en su vida para sus hijos.

Aquella historia explicaba la actitud que Kaoru tenía con él. Ella pensaba que tan pronto como le surgiera algo importante en el despacho, él la dejaría plantada. Lo que era exactamente lo que él estaba pensando hacer cuando consiguieran el dinero.

Kenshin dejo a un lado su sentimiento de culpabilidad y se concentró en Kaoru.

- ¿Así que tu padre estaba muy metido en su trabajo?.

- Era todo lo que le importaba, sobre lo único que pensaba.

- Y eso todavía te molesta.

- No realmente, por lo menos no quiero que ese tipo de cosas se conviertan en una obsesión para mi. Yo no quiero convertirme en esa clase de persona. Para mí, la vida es algo mucho más importante que el siguiente plazo o el siguiente ascenso. No te ofendas por mis palabras.

En otro momento, Kenshin hubiera reaccionado a aquellas palabras, pero decidió dejarlo estar. Para él, trabajar duro era muy importante pero no era tan insensible que no entendiera como los largos días en el despacho podían parecerle a una niña que su padre no se preocupaba de ella.

- Tu padre probablemente trabajaba tanto para que su familia no le faltara de nada.

- Era mucho más que eso. A él le parecía que su trabajo era lo más importante. Su trabajo era su mundo y el hecho de que su familia se sintiera desilusionada no parecía impórtale.

Aquella conversación se estaba convirtiendo en algo incomoda para Kenshin, así que él decidió cambiar la dirección de aquella conversación.

- Bueno, yo no me preocuparía por Kaede. Ella es una adulta y sabe que tú querías estar en esa fiesta.

- No importa la edad que tengas.- replicó Kaoru.- Los sentimientos se pueden herir de todas maneras.

- ¿Por qué no llamas a Kaede y hablas con ella?.- le sugirió Kenshin.

- ¿Crees que debería?.

- Sí. ¿Sabes el número?.- preguntó él tomando el teléfono de la mesa.

- Sí, Kaede y yo hablamos algunas veces por las tardes.

Kenshin se puso de pie y paseó por la habitación mientras Kaoru hacia su llamada. A los pocos minutos, supo por el alegre tono de voz de Kaoru que Kaede no estaba enfadada con ella. Con una sonrisa en el rostro, Kenshin se dirigió a la cocina.

Y vio patos. Montones de patos, en el papel de la pared, en los paños de cocina, el la pequeña alfombrilla. En la mesa había un enorme pato de cerámica que contenía un surtido de utensilios de cocina. A un lado del fregadero, había otro pato con un estropajo azul en el pico.

- Tenias razón.- le dijo Kaoru desde la puerta.- No estaba enfadada conmigo. Me dijo que sabía que la reunión era muy importante.

- Me alegro.

- En realidad, estaba algo nerviosa cuando la llamé.- comentó Kaoru, apoyándose en la mesa.- Aparentemente tiene una cita con tu jefe esta noche.

- Si, se produjo el flechazo mientras tu estabas en la reunión.- Dijo él, moviéndose hacia la puerta sin saber que decir.- Me alegro de que todo saliera bien.

- Gracias. ¿Quieres quedarte a cenar?. Me gustaría darte las gracias por... lo de esta noche. No puedo prometerte nada del otro mundo, así que tendrás que contentarte con unos spaghetti con salsa.- Un hombre listo se hubiera marchado antes de mecerse en líos. Sin embargo, un hombre listo no habría ido allí aquella noche. ¿Acaso no había decidido ya que era una estúpido?. No tenia ningún sentido ser un estúpido con el estomago vacío.

Kenshin, puso el trapo sobre la encimera. Le gustaba el brillo que había en los ojos de Kaoru, la alegría de su sonrisa.

- Me estaba preguntando si me podrías ayudar a terminar de encerar el coche de Kaede mañana.- dijo Kaoru, mientras metía los platos en el lavaplatos. La cena había sido divertida. La conversación había sido ligera e impersonal.- Lo he llevado al centro para que podamos terminar de prepararlo.

- Claro que ayudaré.- prometió Kenshin mientras limpiaba la mesa.- Hanna y Okina me han dicho que has estado trabajando en él. ¿Qué te parece¿Es mágico?.

Kaoru se encogió de hombros ya que no quería hablar de coches mágicos que hacen a la gente enamorarse. Además a ella le parecía que todo aquello era una tontería, principalmente porque ella y Kenshin no parecían necesitarlo para perder el control.

- Creo que Kaoru se hubiera enamorado de su marido sin el coche.- dijo Kaoru, dándose cuenta de repente lo cómodos que estaban los dos en su pequeña cocina.. Kenshin se acerco a ella con un brillo burlón en los ojos.

- ¡Vamos!. No quieras borrar de un plumazo algo que ha ocurrido siempre. Los hombres han estado toda ka vida comprando coches maravillosos para impresionar a las mujeres. No me digas que ese truco no funciona cuando me acabo de comprar un mercedes.

No era justo Kenshin era demasiado atractivo pero cuando bromeaba con ella, a Kaoru le parecía irresistible. Sabiendo que tenia que poner algo de distancia entre ellos, Kaoru salió de la cocina y se dirigió al salón.

- De acuerdo. No estoy descartando la teoría, pero no creo que este auto en particular sea mágico. Si así fuera, podríamos venderlo por mucho más dinero.

- Me pareces de repente un tiburón de los negocios.- dijo Kenshin riendo. Ella sonrió también, y se sentó en el sofá, metiendo los pies debajo de las piernas.

- Me imagino que, después de todo, tengo algo de mi padre. En cualquier caso, hablemos de otra cosa. Yo ya te he hablado de mi familia. ¿Cómo fue tu infancia?.- Kaoru se dio cuenta de que aquella era la pregunta equivocada porque vio a Kenshin de repente muy tenso.

- No tienes que hablar sobre ello si no quieres.- se apresuro a añadir.- podemos hablar de la fiesta.

- No, no importa.- respondió Kenshin sentándose a su lado.- Digamos que no tuve una infancia de la típica y feliz familia japonesa..- Kaoru no supo qué hacer, quería respetar su intimidad, pero también quería saber algo más sobre él.

- ¿Eras hijo único?.- Él la miró fijamente, luego, extendió la mano entrelazando sus dedos con los de ella.

- ¿de verdad quieres saberlo?.- preguntó, concentrando su atención en las manos unidas. Cuando ella asintió, él suspiro.- Tal vez te arrepientas de haber preguntado, pero sí soy hijo único.

- ¿Dónde creciste?

- Oh, en todas partes. La mayoría en lugares dejados de la mano de Dios.

- Estoy segura que tus padres...

- Kaoru, antes de que esto se convierta en una conversación de programa de televisión, déjame que te lo resuma. Mi madre me abandono cuando yo era un bebe. Mi padre se quedo conmigo, pero tenia una tremenda aversión al trabajo. De cualquier tipo. Así que nunca se ocupo de mi demasiado. No se portaba mal conmigo, pero no me hacia mucho caso.

- Lo siento.

- No debes sentirlo. Mi infancia me enseñó a apreciar el trabajo duro y los beneficios que se pueden conseguir con él.

- ¿Cómo un buen coche para impresionar a las mujeres?.- bromeó ella.

Tal vez.- admitió él, con una sonrisa.- Pero se trata también de tener comida y un lugar para vivir que no esté a punto de ser derribado. Es sentir que la visa significa algo, es hacer que las cosas sean diferentes.

Kaoru sabia perfectamente a lo que él se refería. Ella se sentía de la misma manera, excepto que ella no quería que las cosas fueran diferentes por ganas mucho dinero, ella prefería llevar alegría a las personas que compartían con ella.

- ¿Dónde está tu padre ahora?.

- Ha muerto. Él falleció mientras me financiaba a duras penas mi segundo año en la Universidad. Te apuesto a que ahora sietes haberme preguntado por mi familia.

Parpadeando, Kaoru le cubrió la mano con la suya.

- Si quieres que te diga la verdad, estoy orgullosa de ti.

- ¿Orgullosa?.

- Sí.- replicó ella, sintiendo una gran ternura por Kenshin. ¡Como podría haberse ella creído que era solo un tiburón de los negocios sin corazón?. Aquella noche, el había ido a verla para asegurarse de que estaba bien. Aquello no era algo que hiciera un hombre sin corazón.- Estoy orgullosa del hombre en que te has convertido, de las cosas que has alcanzado.

Él empezó a inclinarse sobre ella, pero luego, secamente, se detuvo y se apartó.

- creo que es mejor que me vaya.

- Yo no quería...- Se disculpó Kaoru, pensando que había dicho algo equivocado, mientras lo detenía.

- Lo siento, pero no puedo soportarlo.- replicó él, apartándose de ella.- No te debería haber hablado de mi pasado. No quiero que te apiades de mí.

¿Qué se apiadara de él¿Acaso era aquello lo que él creía?. Kaoru reprimió una carcajada y lo observó mientras se levantaba y se alejaba dos pasos de ella.

- Yo no me apiado de ti.

- ¿De verdad?.- Ella lo miró fijamente, con el corazón en la garganta. ¿Es que acaso no sentía él la tensión sexual que había entre ellos?. A ella le parecía ser una cuerda, que irremisiblemente tiraba de ella hacia él. Ella quería besarlo, tocarlo, llenarse de él.

- No, Kenshin, lo que siento es deseo.- confesó ella, con la voz convertida en un susurro.

- Deseo.- repitió Kenshin sin dejar de mirarla. Él nunca había esperado que ella dijera aquello. Lentamente, volvió al sofá y se quedó de pie delante de ella, acariciándole suavemente la mejilla.

- Kaoru¿Estas segura?.

Ella asintió. Aquello era todo lo que necesitaba. Él la estrechó entre sus brazos, besándola con arrolladora urgencia. Cuando ella le rodeo el cuello con los suyos y separó los labios, él le acarició la lengua con la suya, fundiéndose ambas en una danza prodigiosa. La necesidad que él sentía de aquella mujer desafiaba a la lógica.

----------------- aki comienza el lemon--------------------

Kenshin nunca había experimentado unas emociones tan intensas. Realmente, nunca había experimentado emoción alguna en el sexo. Solo se había limitado a satisfacer necesidades físicas. Pero con Kaoru, era mucho más que aquello. Deseaba su cuerpo, pero también buscaba algo más. Algo que no podía nombrar.

Con esfuerzo él aparto los labios de los de ella.

- ¿Estas segura?.- insistió, sin querer considerar la posibilidad de que ella dijera que no.

- Sí, estoy realmente, totalmente segura. ¿Y tu?.- preguntó ella inclinando la cabeza.- ¿Estas tu también seguro?. No me gustaría que me despertaras por la mañana y me dijeras que te he seducido.

- No te preocupes por eso. Lo que quiero es precisamente que me seduzcas.

- En ese caso.- dijo ella, levantándose del sofá y tomándole de la mano.- mi dormitorio está por aquí.

El deseo se apoderó de Kenshin. En silencio, él entrelazó sus dedos con los de ella y la siguió hasta el dormitorio. Ella apretó un interruptor que hizo que se encendiera la lámpara de la mesilla de noche.

Kenshin miro la enorme cama y luego la miró a ella. Ella estaba sonrojada, preocupado de que ella se sintiera algo tímida por lo que estaban a punto de hacer. Kenshin se soltó la mano y le levantó la barbilla. Cuando vio el brillo azul de aquellos maravillosos ojos, se alegro de comprobar que ella se había ruborizado de excitación, no porque estuviera avergonzada.

- Quiero que todo sea perfecto.- murmuró ella.

- Ya es perfecto.- dijo Kenshin, tomándola entre sus brazos para besarla de nuevo.

Él bebió la dulzura que emanaba de los labios de ella y sintió que el deseo le espesaba la sangre. ¿Cómo no iba a ser perfecto?. Ella hacía que así fuera.

Cuando él sintió que ella caía encima de la cama, le tomó el borde de la camiseta y se la sacó de dentro de los jeans, desesperado por sentir el roce de su piel. Al acariciarle la suave piel de la espalda, Kenshin dejo escapar un gemido, luego le acarició el vientre, subiendo la mano hacia la delicada tela de sujetador. Mientras él acariciaba la copa del sostén, ella murmuró algo que él no pudo entender.

- Para que dejemos claras un par de cosas.- bromeó él, tocando suavemente el encaje.- No quiero garabatos esta noche. Los gruñidos, vale, los gemidos perfectos, y es de lo más normal que acabes por decir "Oh Kenshin, eres magnifico".

- ¿Es eso cierto?.- preguntó ella riendo.

- Si, creo que la palabra "magnifico" me resume adecuadamente.- añadió, mientras empezaba a quitarle la camiseta. Ella extendió una mano para apagar la lámpara, pero él la detuvo.- No, quiero verte.

Kaoru le miró de un modo que le hizo preguntarse lo que ella veía en él. ¿Notaría ella lo mucho que significaba para él?.¿Lo mucho que la deseaba?. Por fin, ella asintió y apartó la mano de la lámpara.

Entonces él soltó el broche del sujetador y le deslizó las hombreras por los brazos.

- Me parece que tú también eres magnifica.- dijo él.

Antes de que ella pudiera descubrir la belleza que él había dejado al descubierto, él inclinó la cabeza y se metió uno de los erguidos pezones en la boca. Oyó los gemidos de placer mientras él besaba la delicada piel. El propio cuerpo de Kenshin estaba excitado hasta el dolor, pero no quería ir demasiado deprisa para ella. Quería experimentar aquel momento con Kaoru, enseguida ella se tumbó en la cama y él la siguió, cuando ella le tiró de la camisa, él se incorporó, quitándosela rápidamente. Necesitaba sentir los senos de ella contra su pecho.

Besándola de nuevo, él bajó su torso sobre ella y dejó que los pezones de Kaoru le acariciaran el pecho. Luego, se los acaricio, ella gimió, lo que él aprovechó para profundizar más el beso, unas sensaciones poco familiares se entremezclaban con el deseo que él sentía.

Cuando la mano de ella le acarició la parte delantera de los pantalones, supo que había decidido que le tocaba explorar a ella. A través de la tela, ella lo acarició, tomándole entre las manos su virilidad, mientras ella se sonrojaba. Luego apretó ligeramente, lo que le hizo gemir de placer.

- Ese ha sido un movimiento peligroso, querida.- dijo él apartándole la mano para luego dejarse caer sobre la espalda. Kaoru se sentó en la cama, con el pelo cayéndole en gloriosa cascada sobre los hombres, dejando que los pecho se le asomaran entre los mechones.

- Maldita sea...- dijo él sin poder evitarlo. Ella se echó a reír mientras se inclinaba sobre él y le desabrochaba los pantalones.

- Me parece que esta noche voy a conseguir más dinero.

- Tal vez, no tengas necesidad de hacer la fiesta para recaudar dinero después de todo.- bromeó él.

Sin dejar de sonreír, ella le ayudó a quitarse los pantalones y la ropa interior. Antes de tirarlos al suelo, él sacó dos pequeños envoltorios de la billetera.

Luego, también juntos, quitaron los jeans y braguitas de Kaoru (NA: Siento interrumpir pero le puse braguitas en vez de calzones, pantaletas, etc, porke pienso ke suenan más delicado y lindo asip... sin mas ke decir sigo). Cuando finalmente se vieron libres de ropas, él la tumbó de nuevo en la cama, besándole la cara sonrojada, los pechos, el vientre... Kaoru era tan hermosa.

Cuando los gemidos de ella se hicieron más urgentes, él abrió uno de los envoltorios, se puso el preservativo y le separó los muslos. Con mucho cuidado, la penetró lentamente, cerrando los ojos ante la intensidad del placer que sentía. Había estado en lo cierto ella era perfecta, y mas aun cuando sintió una fina tela que cedía ante su ingreso, ella solo lo miro sonrojándose y el se perdió en ese mar azul de sus ojos.

Aunque él había tenido la intención de ir lentamente, ella se lanzó hacia él, obligándole a entrar más en su cuerpo. Cuando la llenó completamente, ella se agarró a él, animándolo a moverse más deprisa.

Él no necesitó mucha persuasión. Retirándose casi completamente, volvió a entrar en ella una vez más, y otra, murmurando palabras que ni siquiera hubiera creído conocer. Ella le sujetaba firmemente, con las piernas alrededor de las caderas de él, Kenshin nunca había sentido algo semejante antes, la intensidad del placer que él sentía, la maravilla del de ella... Kenshin no se detuvo siguió moviéndose, empujándoles a los dos hacia el clímax.

Cuando los gemidos de Kaoru se hicieron más fuertes, ella se aferró más a él, apretándole con los brazos y con el cuerpo. Luego echó la cabeza hacia atrás y grito su nombre. El sonido del orgasmo que ella había experimentado fue más que suficiente para que él alcanzara el suyo.

A pesar de saber que lo que había pasado entre ellos había sido mucho más que sexo y que por tanto él debía sentirse asustado por las implicaciones, Kenshin rió. En aquellos momentos, no recordaba ninguna ocasión en la que hubiera sido tan feliz.

Cuando Kaoru se despertó en medio de la noche, descubrió aliviada que él no se había marchado. Estaba a su lado, con un brazo encima de ella. Al volver la cabeza, ella le vio dormido, iluminado por la luz de la luna que se filtraba a través de las cortinas. Dormido, era una maravilla, cuando estaba despierto, siempre estaba ocupado, corriendo a alguna parte. Dormido, parecía tan tranquilo que reflejaba lo dulce y tierno que podía ser.

Kaoru suspiró. ¿Por qué había tenido que enamorarse de un hombre que se preocupaba solo por su trabajo?. Sin embargo, estaba enamorada de él. De eso no había duda, el sentimiento se apoderó de ella y le hizo comprender que, efectivamente, estaba perdidamente enamorada de Kenshin. Su corazón parecía haber decidido por su cuenta y no había nada que ella pudiera hacer. Estaba claro que aquella relación no podría llegar a ninguna parte. Una vez que hubiera conseguido el dinero, él volvería a dedicarse a su trabajo sin parar, y ella estaría ocupada con las reformas del nuevo centro.

Sin embargo, les quedaba aquella noche, y otras que pudieran pasar juntos hasta entonces. ¿Por qué no podía ella aprovecharse de la felicidad que sentía en aquellos momentos sin preocuparse del mañana?.

- Estás pensando tanto que casi puedo oírte.- dijo él, con voz ronca por el sueño.- ¿Estas haciendo planes para el nuevo centro?.

- No, estaba pensando en ti.- respondió ella con una sonrisa.

Espero que estés pensando cosas buenas.- afirmó él, riendo, incorporándose para mirarla.

- Si.

- ¿No lamentas nada?.- preguntó algo tenso.

- No.

Al mirar hacia la mesita de noche, ella vio el otro preservativo, todavía sin usar. Sonriendo, ella decidió aprovechar todo el tiempo que tuviera con él. Aquellos días le darían buenos recuerdos después de que ella y Kenshin hubieran seguido caminos separados.

Entonces Kaoru se inclinó para tomar el otro preservativo. Kenshin la agarro por la cintura, pero ella no intentó escapar.

- Estaba pensando que, dado que tenemos éste, tal vez deberíamos usarlo.- afirmó ella levantando el envoltorio delante de los ojos de él.

- Creo que tienes toda la razón.- afirmo él.

CONTINUARA...


Bueno, hasta aki les dejo este capitulo, recuerden dejenme aaaartoooos reviews miren ke no kedan muchos mas capitulos asi ke ponganse las pilas asi como yo tb me las pondre y pronto empezare otro fics jojojo y veremos ke tal resulta...

mmmm ke mas.. muchisisisisisisisimas gracias a todas (os) los ke me han mandado sus comentarios, sugerencias, preguntas, etc, porke para toda escritora eso les hace sentirse muy bien y kerida por ustedes... tratare siempre de darles lo mejor de mi...

Por su atencion y prontacolaboracion, muchas gracias... XDDDDDDD

matta ne..

aaaah antes ke se me olvide, saludos a la verito ke siempre me apoya en too estos fics y ke no le pienso contar el final de la historia pronta a publicar... XDDDD

byes