Hi!
Espero no haberme demorado mucho en publicar este capítulo. Es solo que como ya les dije me fui de viaje, después se me fue la inspiración y después entre al colegio. Ya que tengo las ideas más claras para el próximo capítulo (en realidad ya tengo las ideas principales para todos los capítulos XD), trataré de hacerlo lo más pronto posible, ya que no hay mucha tarea al inicio de clases (al menos eso espero).

-Gracias por los reviews a...-

Akia Nekoi: Lo siento por no responderte este review antes, pero como me fui de viaje y una amiga lo actualizo por mi no pude ver, por eso te lo contesto ahora. Gracias por decir que el fic va a estar bueno n.n y pues si quieres culpar a alguien de que Sora este ciega pues culpa a Alex Ubago por crear la canción "Aunque no te pueda ver" XP; no mentira es que esa canción me dio la idea. Y pues yo creo que Leon si sabrá cuidar a Sora y creo que por su bien lo hará n.nU.

SaYo-Yukishiro: Gracias por decir que estuvo genial. Y solo te digo que los padres de Sora murieron cuando ella era niña, pero voy a explicar las niñez de Sora en el próximo capítulo así que solo eso te puedo decir. La siguiente parte del review salió cortado así que no te lo puedo responder n.nU gomen.

Otra vez gracias por las felicitaciones y tratare de aprovechar aquella parte del talento que tengo, porque para conseguirlo completo sé que aun me falta n.n, pero espero mejorar. Creo que así como NaTsumi-San es un diamante ya pulido, tal vez soy como un diamante en bruto.

IrIs-OdY: Gracias por el review de verdad que me animas a continuar. Me gustó como callaste a inu XD. Y que bueno que te haya gustado la parte en que Layla y Yuri casi se besan n.n, trate de poner ese sentimiento especial cuando hay un beso.

Lady Maxwell Debbye DD: Gracias por decir que me quedo bien bonito n.n. Y ya lo continué lo más rápido que pude tu también tienes que continuar el tuyo n.ñ. Que bueno que te gusto la parte de Sora y Leon, y bueno tendrás que acostumbrarte a que Layla este con Yuri n.nUU. Como obviamente lo sabes ya vi el fic de Zelda XD.

Yuuko-Ichihara: Gracias por el review. En este capítulo verás quienes son los nuevos personajes. Y otras ves gracias por decir que es interesante n.n. Aquí hay escenas LeonxSora, espero que te guste.

Mariangela: Gracias por decir que el fic esta bueno n.n, y por todas las miles de ayudas que me diste para el concurso.

Hiku Shinigami: Gracias por el review y no me tienes que agradecer el que te haya dedicado este capítulo n.n. Aquí sabrás quienes son los que van a venir. Y yo también soy impaciente u.u, así que ¡avanza! n.n jeje.

Dayiah Belcebú de Maxwell: Gracias ma por el review n.n y por decirme que está hermoso n.n. Aquí está el tercer capítulo.

NaTsumi-San: Es un gran honor que me dejes un review T-T gracias de verdad gracias. Bueno ya vez tu fic es muy famoso n.n. Y ya te nomine en las categorías de "mejor fic original o continuación" y "mejor fic romance: SoraxLeon" espero que te parezca. Gracias por decir que esta muy bueno el fic n/n y por decir que las personalidades se parecen, le hago mi máximo esfuerzo. �¿Qué postularas mi fic¿En serio! oo ¡Claro que sí! n.n. Y muchísimas gracias. Nomínalo en las categorías que quieras, pero me harías un gran favor si lo nominas en "mejor fic alternativo" ya n.n? Gracias de antemano.

Marita: Gracias por decir que te gusta mucho la historia n.n. Aquí hay un poco más de SoraxLeon.

Disclaimer: Ninguno de los personajes de esta historia me pertenecen, solo la trama.

Ahora si al fic...

"Yo seré tu luz"

By: Hikari Mitsune K.

Capítulo 3: Cuando todo cambia de repente

-Dedicado a NaTsumi-san, SaYo-Yukishiro e IrIs OdY-

La puerta de la habitación se abrió dándole paso a un joven cargando unas maletas y junto a él una chica, callando la conversación de todos. Yuri se levantó de su asiento y se acercó a los dos.

"Sora, Mia, Anna, Mei les presento a su nueva compañera y a su encargado."- dijo Yuri. -"Sus nombres son... Rosetta Passel y Ken Robbins."

Al lado de Yuri se encontraba dos chicos, una chica y un chico. La chica aparentaba tener menor de edad que las chicas que ahí habitaban que aparentaban tener entre 16 y 17 años. De cortos cabellos rojos que llegaba casi hasta sus hombros, tez clara y ojos celestes sin pupilas, fríos y llenos de rencor. Al contrario de su prima, Ken no tendría más de 18 años; de cabellos castaños claros, tez clara y brillantes ojos azules que expresaban amabilidad muy al contrario de su prima.

Layla se acercó a ellos y con un gesto cordial les dio la bienvenida. Pero a pesar de tratar de aparentar formalidad y algo de amabilidad, en su voz se notaba algo de disgusto; que si bien casi nadie notó, Yuri si lo hizo y una sonrisa divertida surcó sus labios.

"¿Podrías indicarles a nuestros nuevos compañeros sus habitaciones Sara?"- dijo Layla con una voz algo neutra dirigiendo su mirada hacia la chica. Sara hizo un asentimiento con la cabeza y sonriendo jovialmente se acercó a Ken y Rosetta.

Sara, una vez llego a su lado, con un movimiento y un sencillo "Síganme" hizo que ambos la siguieran. Pero pronto se dio cuenta de que Rosetta se apoyaba demasiado de la pared para caminar. Se acercó a ella para ayudarla a caminar, pero no se dio cuenta que los labios de Ken se movieron para darle una advertencia que ella no llegó a escuchar.

Una vez que la alcanzó, posó un brazo sobre sus hombros. Y al sentir lo que Sara trataba de hacer, Rosetta volvió su mirada hacia ella, soltándola con brusquedad. Sus ojos celestes reflejaban dolor y orgullo herido, y si examinabas con suficiente cuidado en ellos, encontrarías un tanto de rencor. La expresión de su rostro acompañaba lo que expresaban sus ojos.

Sara no lo entendía, sabía que era normal que una chica ciega al comienzo sintiera su orgullo herido y se negara a todo tipo de ayuda. Pero los ojos de la chica demostraban demasiado dolor de lo normal. Ella no lo sabía pero Rosetta tenía sus propias razones, razones por las cuales su mente albergaba tales emociones.

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Yuri estaba en uno de los tantos cuartos de ese edificio; muy parecido al de Sora, con la única diferencia de que no había ningún póster en la pared y sí en cambio un gran manojo de papeles llenos de una escritura fina, pero que a veces se escapaba un poco de las líneas.

Al lado de Yuri se encontraba la chica de ojos azules y pelo naranja sujetado en dos coletas, que, sentada en la cama, hablaba amenamente con él; quien se encontraba sentado en una silla al frente suyo.

"¿Qué tal te pareció la chica que ha venido?"- preguntó la ojiazul, como una pregunta que es lanzada al aire.

"¿A que te refieres con eso Mia?"- preguntó Yuri un tanto intrigado.

"Noté demasiada frialdad y rencor en ella."- dijo Mia, aparentando no haber escuchado la pregunta de su acompañante.

"¿Rencor?"- preguntó él aun sin entender, eran eso instantes en los que Mia se ponía ligeramente risueña donde no lograba entenderle una sola palabra.

"Aja."- musitó ella fijando su vista en el techo, como meditando algo, después de unos segundos, comentó. -"Es como si su cuerpo solo se alimentara de esas emociones: odio, rencor y una profunda tristeza."

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En el cuarto de Rosetta, Ken estaba terminando de ordenar sus cosas, mientras le iba indicando la ubicación de cada cosa en el cuarto. Con lo que Rosetta hizo un mapa mental de la habitación.

"¿Estas segura que no quieres que me quede al menos por esta noche?"- preguntó Ken algo indeciso, ya que era la primera noche que estarían en ese lugar y Rosetta recién lo conocía. Temía que le pudiera pasar algo.

"No gracias puedo sola."- dijo Rosetta girando su rostro y levantando su barbilla altivamente expresando enfado, pero no pudo evitar que su voz tuviera un ligero tono de amabilidad.

Ken negó con la cabeza y una vez terminó de ordenar las cosas de Rosetta en su cuarto, con un gesto y una sonrisa se despidió de ella.

Rosetta una vez se sintió sola, pasó la mirada por toda la habitación aparentando observar cada detalle. Soltó un suspiro y cerró los ojos para meditar. Aun así no fuera necesario que cerrara sus ojos para no ver nada y no distraerse; igual lo hizo, como la hacían todas las personas, para ser algo más "normal".

Se paró de la cama, tanteando y siguiendo el mapa mental de la habitación que había hecho, trato de caminar hacia la ventana, pero en un descuido de Ken este había dejado la silla un poco fuera de lugar; con la que Rosetta se tropezó cayendo bruscamente al suelo. Golpeó con furia el suelo con su puño y lágrimas cristalinas comenzaron a brotar de sus ojos, no tanto por el dolor de la caída si no por el dolor de su alma.

.-.-.-.-.-.-.-.-Flash Back.-.-.-.-.-.-.-

En una mansión se encontraba una niña de 4 años, rojos cabellos amarrados en una coleta y bonitos ojos celestes. La pequeña jugaba sentada en el piso con un osito de peluche y con dos sirvientas al lado suyo.

Mientras jugaba se dio cuenta de un par de pies que se movían rápidamente, al levantar la mirada vio a su madre.

"!Mam�!"- dijo la pequeña alegremente, esperando que su madre fuera a verla, pero ella pareció no escucharla y siguió su camino.

"¿Mam�?"- volvió a musitar la pequeña mientras se paraba para ir corriendo tras ella, sin soltar al oso que ondeaba atrás suyo; seguida de las dos sirvientas.

"Mami."- dijo la pequeña jadeante al haber logrado alcanzarla, tomo una gran bocanada de aire y mostró un dulce sonrisa en su rostro.

"Ahora no cariño."- dijo ella cerrando la puerta tras de sí dejando a la niña asombrada.

"¿Mam�?"- volvió a musitar la pequeña, su voz resquebrajada evitando soltar un sollozo. Abrazó con fuerza al oso, escondiendo su rostro en él y cerrando sus ojos. Las dos sirvientas llegaron y vieron a la pequeña algo inquietadas, mientras la cabeza del oso se comenzaba a mojar cada vez más.

.-.-.-.-.-.-.-.-Fin del Flash Back.-.-.-.-.-.-.-

Rosetta se levantó del suelo con cierta pesadez, secándose las lágrimas como ya tantas veces lo había hecho de niña. Tanteando y volviendo a usar el mapa mental llegó a su cama donde se echó y cerró los ojos, para ordenar sus ideas como lo había tratado de hacer anteriormente. Pero el sueño y el cansancio la vencieron y se quedo dormida con aquellos amargos recuerdos rondando su mente.

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Toc.. Toc...

"Puede pasar."- dijo una voz al otro lado de la puerta y Leon entró a la habitación.

"Ah Leon eres tú."- dijo Sora levantando la vista.

Él entre abrió los labios para preguntar, pero la voz de Sora lo calló antes de que dijera algo.

"Te reconozco por el olor."- dijo ella, pareciendo haber leído sus pensamientos. –"Tienes el mismo olor que mi papá."- agregó con una sutil sonrisa curvando sus labios.

Soltando un pequeño suspiro y negando un poco con su cabeza, para quitarse los ligeros nervios que causaban en él esa dulce voz. Se acercó a ella y se sentó en la cama al lado suyo.

Comenzaron a hablar amenamente; pero, contrario a lo costumbre, Leon era el que hablaba más y Sora se limitaba a asentir con la cabeza o con un simple "Aja", perdida en sus pensamientos. No paso mucho tiempo hasta que Leon lo notó.

"¿Te pasa algo Sora?"- preguntó él en el mismo tono frío de siempre, aunque su voz se notaba algo de preocupación.

"¿Ah?"- respondió ella, a quien la súbita pregunta de Leon la había sacado de sus pensamientos.

"¿Qué te pasa?"- volvió a preguntar él, que había tomado como una respuesta la pregunta de la chica.

"¿A mi? Nada."- respondió Sora ligeramente nerviosa agitando las manos en señal de negación.

"No me mientas."- dijo Leon con voz fría e imponente. -"Estas algo perdida."- añadió suavizando algo su voz.

"Esta bien."- asintió ella por fin. -"Lo que pasa es que estoy algo preocupada."

"¿Preocupada?"- preguntó el consternado. -"¿Por qué?"

"Por esa chica..."- dijo Sora mientras fijaba su vista en el techo. -"Me pareció muy fría, con mucho rencor..."- continuó, juntando sus rodillas contra su pecho, abrazándolas mientras su mirada cogía un aire de melancolía. -"Me recordó a mi."- concluyó en un susurro.

Leon no pudo evitar dejar por un momento su expresión fría y sorprenderse. Ella, la dulce Sora, la que siempre mostraba una sonrisa en su rostro; ¿con aquella expresión fría que había observado minutos antes en la cara de aquella nueva chica? No lo creía, él bien sabía lo que eran tener esas expresiones en su rostro y lo que le tendría que pasar a una persona para expresarlas tan vivamente en su rostro. Y simplemente no podía imaginase a Sora con aquella expresión.

"¿A ti?"- preguntó Leon para cerciorase de que había escuchado bien y que no era solo una mala jugada de su mente.

"Aja"- asintió ella. -"A mi cuando murieron mis padres"- añadió sonriendo melancólicamente.

"Creo que ya es hora de irme."- dijo Leon, con la voz más calmada que pudo encontrar; preocupado de que aquellas extrañas ganas de protegerla lo volvieran a invadir. Además él sabía que en esos instantes es mejor estar solo.

"Claro. Buenas noches."- dijo ella, de una manera un tanto mecánica.

"Buenas noches."- dijo él saliendo de la habitación y cerrando la puerta tras de si.

Sora se hecho por completo en su cama, cerró los ojos y después de unos minutos logro caer en un profundo sueño.

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En su cuarto, Rosetta se movía inquieta en su cama, gotas de sudor frío perlaban su frente y su cara expresaba un profundo dolor. Un ligero sollozo hizo comprender, que estaba viviendo una cruel pesadilla.

.-.-.-.-.-.-.-.-Flash Back.-.-.-.-.-.-.-

En la misma mansión, la misma chica de cabellos rojos y ojos celestes solo que ya de unos 14 años estaba echada en su cama leyendo un libro. La cama debía ser 4 veces su tamaño, de nítidas sabanas color rojo, que estaba en una amplia habitación con bastantes muebles y artefactos electrónicos, todo lo que una chica de su edad podría desear. Pero eso a ella le importaba poco.

Con una actitud concentrada estaba inmersa en su libro y justo cuando llegaba a la parte más interesante sintió su vista nublarse. Sacudió ligeramente su cabeza y pestaño un par de veces para cerciorarse de que no eran cosas de su imaginación. Pero lo único que logró hacer con eso fue que la vista se le nublara más. Se levantó de la cama y fue directo al timbre para llamar a su cuidadora.

La cuidadora llegó lo más rápido que pudo, pero justo cuando ella le iba a preguntar que pasaba. La vista de la chica ya no estaba nublada.

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En el comedor de la gran mansión, en una gran mesa de madera hermosamente tallada, se encontraba la chica de rojizos cabellos a un lado de la mesa y al otro su mamá. La mesa estaba muy bien servida, pero en medio de tanto lujo el ambiente era tan tenso que bien podría ser cortado con un cuchillo. Solo la voz de la chica rompió el silencio.

"¿Se puede saber por que querías que comiera contigo? No sueles hacerlo. ¿Para que preocuparte ahora?"- siseó con una voz desdeñosa.

"No me hables en ese tono Rosetta."- dijo su madre, molesta.

"No creo que tengas derecho a decir eso."- repuso Rosetta, para después seguir comiendo. Pero de pronto se le volvió a nublar la vista, lo volvió a tratar de ignorar. Pero fue en vano.

"Rosetta no seas caprichosa."- le renegó su madre, ya que ella parecía jugar con la comida, al no coger la comida con el tenedor.

"No estoy jugando."- dijo Rosetta con una voz un tanto preocupado. -"No..no veo."

"No bromees Rosetta."- dijo ella con una voz autoritaria e imponente.

"!No estoy bromeando!"- gritó Rosetta, su voz en un sollozo; su vista cada vez más nublada.

"Déjate de caprichosos."- volvió a decir su madre aun no muy convencida.

Rosetta se levantó bruscamente de su asiento, tapándose la cara con las manos y saliendo a correr lo más rápido que sus piernas le permitían, una vez se detuvo cayó al suelo de rodillas. Apartó sus manos con la misma lentitud con la que abrió sus ojos. Dándose cuenta de que ya no podía ver.

.-.-.-.-.-.-.-.-Fin del Flash Back.-.-.-.-.-.-.-

Rosetta se levantó de golpe de su pesadilla, su ojos un tanto hinchados por las lágrimas y su cuerpo tiritando. Otra vez había tenido esa pesadilla. Lo que ella no sabía era que alguien más se había levantado de esa manera.

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Lo siento no pudimos hacer nada... Se murió.

"!Ah!"- gritó Sora levantándose de repente, su frente perlada en sudor, su cuerpo temblando.

Después de unos segundos Leon entró preocupado a la habitación al haber oído gritar a Sora, temiendo de que le haya podido pasar algo. Y sus sospechas fueron ciertas al llegar y verla en ese estado.

"Sora¿qué te pasa?"- preguntó Leon preocupado, evitando perder su frialdad, acercándose a ella y sentándose a su lado.

"Fue esa pesadilla otra vez."- respondió ella, su voz temblorosa y surcos brillantes en sus mejillas que indicaban que había llorado.

"¿Pesadilla?"

"Sí, recuerdo cuando murieron mis padres."- respondió Sora, con una voz suave, como en un ligero murmullo.

Él solo evito verla, temía cometer una idiotez. Se levantó dispuesto para irse, pero dos brazos lo detuvieron.

"Por favor no te vayas."- dijo Sora abrazándolo, su voz sonaba suplicante, como la de una pequeña niña que tiene miedo.

Él no pudo resistirse: su voz sonaba como un imán.

"Por favor no te vayas."

Leon giró el rostro a todos lados, buscando a su hermana con la mirada, sabía que eso era imposible ya que ella había fallecido y como era de suponerse no la encontró.

"Por favor no me dejes sola."- volvió a pedir Sora con voz suplicante, mientras se abraza más a él como una pequeña niña, protegiéndose de su dolor.

"Por favor no me dejes sola."

Leon volteó a verla y ahí fue cuando lo comprendió. Recordó que de pequeños su hermana también soñaba con la muerte de sus padres y hacía lo mismo que Sora estaba haciendo ahora. Parecía una pequeña niña, perdida entre la oscuridad, necesitando que alguien la sacara de la oscuridad de su corazón. Que ironía, que fuera él quien tendría que hacerlo.

"Esta bien no lo haré."- accedió Leon, y aunque su voz mantuvo en cierto modo su actitud fría, denotaba un tanto de dulzura.

"Gracias."- dijo ella, acomodando su cabeza en su hombro y cerrando sus ojos.

Fue un instante, un pequeño instante, en el que a Leon creyó ver en Sora totalmente a Sophie (su hermana), en ese pequeño instante sintió a su hermana a su lado. Pero al ver los cabellos morados caer juguetonamente sobre su hombro, recordó que no era su hermana la que estaba a su lado si no Sora.

Sus labios se curvaron ligeramente en una sonrisa por unos instantes y después te contemplar su pacífico rostro durmiendo y cogiéndola por los hombros delicadamente, la depositó en su cama con cuidado de que no despertara. Caminó hasta la puerta y la abrió con cuidado, mirándola de soslayo antes de salir.

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En la puerta del salón de clases, Mia, Sora, Mei, Anna, Leon, Layla, Yuri esperaban a Ken, Rosetta y Sara para poder empezar la clase. Después de un tiempo llegaron Rosetta y Ken, él con expresión calmada y ella con la misma expresión altiva de siempre.

"¿Qué pasa¿Qué están esperando?"- preguntó Rosetta, su voz sonaba altiva como si considerara a los demás inferiores.

"Aun no llega Sara."- le respondió Mia.

"¿Y eso qué?"- volvió a preguntar Rosetta con el mismo tono de la otra vez.

"Que ella es la maestra."- respondió Mia, al parecer sin inmutarse ante el tono que Rosetta usaba con ella. Pero a Mei eso si le molestó.

"¿Quién te crees tú para hablar de esa forma¿Alguna reina?"- le reclamó Mei a Rosetta molesta, esperando una respuesta de su parte pero como no la escuchó siguió. -"Aquí nadie es diferente."

Diferente... Eres diferente...

Rosetta se volteó, tanteó ligeramente para sentir la dirección y se fue corriendo lo más rápido que sus piernas se lo permitían, como tantas veces lo había tenido que hacer, sin importarle si chocaba o no. Una vez sintió que se había alejado lo suficiente, se recostó en una pared y se deslizo hasta quedar sentada, apegando sus piernas a su cuerpo, abrazándolas y escondiendo en ellas su rostro; sintiendo como otra vez los recuerdos invadían su mente.

.-.-.-.-.-.-.-.-Flash Back.-.-.-.-.-.-.-

En un salón de clase, bastante lujoso, indicando que era una escuela cara; Rosetta estaba sentada en su carpeta, sus brazos encima de esta y su cabeza apoyada en ellos. Estaba descansando, hasta que sintió que algo golpeaba su cabeza. Y giró los ojos en inercia para ver que había caído, pero no pudo, así que tanteando hasta coger el pequeño objeto que le había caído; después de palparlo un poco sintió que era una pequeña pelota.

"¡Oye¿Puedes devolvernos nuestra pelota!"- le gritó un chico de su clase, pero Rosetta no hizo nada. –"�¿Qué no oyes¿Acaso eres sorda!"- volvió a gritar.

"No, es ciega."- le dijo su compañero en tono de burla, con lo cual los dos se rieron de ella señalándola, lo único que pudo hacer ella fue cerrar los ojos y tragarse el nudo en la garganta que tenía.

"Vámonos, es diferente."- dijo uno de los dos y ambos se fueron dejándola en soledad.

Diferente... Eres diferente...

.-.-.-.-.-.-.-.-Fin del Flash Back.-.-.-.-.-.-.-

Una vez que Sora sintió que estaba su lado, se detuvo jadeante y después de tomar el aire suficiente, sonrió.

"Corres muy rápido."- le dijo Sora a Rosetta de una forma amable, pero ella no respondió.

"¿Te pasa algo?"- preguntó Sora apegándose a la pared y sentándose a su lado. Al ver que no respondía toco su hombro.

"No te importa."- le respondió ella de una forma altanera quitando con brusquedad su mano de su hombro.

Sora no pareció inmutarse ante ese gesto.

"Te sientes triste ¿cierto?"

"¿Y tú como podrías saber lo que yo siento?"- le preguntó Rosetta, sin dejar su tono de voz, quitando su rostro del refugio de sus piernas y mostrando el surcó de lágrimas cristalinas en sus mejillas.

"Por que a mi me ha pasado lo mismo que a ti."- respondió Sora sonriendo lánguidamente.

"¿Acaso tus compañeros se burlaban de ti, tu vida cambio de repente y para tu mamá no existías?"- volvió a preguntar Rosetta, con su voz cargada de dolor.

"Mis compañeros sí se burlaban de mi, mi vida cambio totalmente y para mis padres si existía."- volvió a responder Sora, aun con la misma sonrisa en su rostro que parecía no querer irse de ahí. Rosetta sonrió ligeramente con triunfo al saberse más desdichada que ella, hasta que Sora agregó. -"Ellos murieron."

Rosetta no pudo más y las lágrimas cristalinas volvieron a brotar de sus ojos. Sora la abrazó protegiéndola y Rosetta no pudo más que hacer lo mismo y compartir ambas su dolor.

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Más tarde, después del estudio, en el salón de clases todos estaban sentados, atentos ante el anuncio que iba a dar Layla que estaba en frente.

"Como todos sabrán mañana es martes, día de visita. Así que les recomiendo que se alisten para mañana en la tarde. Además las clases de mañana terminaran una hora antes para que les de tiempo de arreglarse. Creo que eso es todo."- anunció Layla y después se fue a sentar junto a Mei.

Después de que Layla terminara de dar el anuncio, un montón de murmullos se escuchaba por todo el salón y todas comentaban con sus encargado: quienes vendrían a visitarlas, como se arreglarían, etc. Bueno todas menos una, Sora tan solo agachó la cabeza y suspiro, pensando que ese martes sería igual que los otos.

No esperaría, pues nadie vendría...

"Yo voy a hacer lo posible, para que el martes pueda ir como visita."

Continuara...

"Si lo que quieres es huir, camina
yo haré canciones para ver,
si así consigo fuerzas pa' vivir..."

(Canción: Aunque no te pueda ver - Autor: Alex Ubago)

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¡Listo! Me siento realizada n.n, al fin termine. Espero que les haya gustado este tercer capítulo. Como verán me enfoque esta vez un poco más en Rosetta, no sé simplemente me pareció interesante.
Este capítulo está dedicado a IrIs-OdY y a SaYo-Yukishiro por haberme dejado reviews en ambos capítulos y haberme dejado tan buenos comentarios acerca de mi fic n.n, es una forma de mi agradecimiento. Y a NaTsumi-San por haberme inspirado a hacer este fic con su fic "Frialdad rota" y también por haberme nominado n.n.
Bueno espero que la próxima vez no me demore tanto, pero no les prometo nada ya que tengo que continuar otro fic y hacer fics de cumpleaños, pero igual trataré de demorarme menos.
Dejen reviews! n.n
Dewa matta!