La Princesa
Magdalia Daidouji: Wiiii! X3 voy a apreciar inmensamente si pueden dejar review XD los quiero mucho, gracias por leer espero estén bien.
¡Comenzamos!
Escribiendo a las: 11:27 p.m
Escuchando: Father Christmas- The Chronicles of Narnia
Humor: X3 Romántica nyaaaa
La Princesa
Capitulo 12: Conjuro de Amor
Llegaron al Reino más peculiar dentro de los ocho, el más extraño e inimaginable lugar que jamás habían pisado… donde quizás tus sueños se podrían hacer realidad si anhelabas por ellos un poco más.
Isis, el Reino del Este, lugar de magia y sueños, donde lo primero que encontrarías seria una dulce sonrisa que con amabilidad daba su bienvenida.
No tardaron mucho en encontrar esa sonrisa… pues estaba de pie frente a ellos, una persona ya familiar… alguien quien era sorpresivo ver en el Reino de Isis porque definitivamente no habían esperado encontrarlo
"Sean bienvenidos…al Reino de Isis"-dijo una voz varonil que ya antes había sido escuchada por los jóvenes viajeros…esa voz partencia a…
"¡Eriol-san!"-grito la Princesa Sakura con gran sorpresa al ver frente a ellos al Rey de Asian, Eriol. Les sonría de manera gentil y grata de verlos sin ningún tipo de herida…completamente sanos, especialmente por su consejera Tomoyo cual había dejado en manos de los castaños.
"Me da mucho gusto verlos. Están todos sanos y salvos e incluso otra persona los acompaña…"-decía Eriol con gran gusto hacía ellos, deteniendo su mirada en la joven de ojos rasgados: Meiling, quien al sentir los penetrantes ojos azules sobre ella logro sonrojarse un poco.
"Su nombre es Meiling, viene del Reino Wesley, Eriol. Paso una tragedia, todo el reino quedo hecho estatuas de piedra, excepto ella, por eso nos acompaña"- decía Tomoyo quien daba pasos al frente aproximándose a estar mas cercana a su Rey.
"Ya veo. Estas bien, que grato es saberlo"-respondía el Rey dando los últimos pasos que le obligaban a quedar frente a su consejera, con delicadeza tomaba la mano derecha de la chica y dejaba un tierno beso sobre ella.
Los tres observantes de la escena los veían con miradas animadas, sonrisas y algo de sonrojo al notar la extraña sensación que dejaba la relación del Rey y la consejera.
"Pero… ¿Qué haces aquí?"-cuestiono Syaoran rápidamente. Pues la verdadera sorpresa no había sido llegar al Reino, si no haberse encontrado en el al Rey Eriol.
"¿No lo recuerdan, el día en que iniciaron su viaje yo comencé el mío también…les dije que vendría a Isis y por eso me encuentro aquí"-fue la respuesta del joven Rey que comenzaba a soltar la mano de su consejera.
"¡Es verdad!...Eriol-san dijo que tenía que venir a este Reino. Que gusto nos da verlo"- decía Sakura con ternura hacía el Rey de Asían. Los cuatro viajeros asentaron rápidamente a lo dicho por la castaña.
"Llegaron justo a tiempo, es la hora de comer en Isis. Estaba en el comedor cuando a través de las paredes vi como cayeron del techo. Le dije a la Reina Zira que los conocía y los ha invitado a comer con nosotros…además, la comida que se sirve en Isis es increíble, ya lo verán…"-decía el Rey, quien los había notado caer gracias a que las paredes del castillo de Isis, eran cada una de ellas transparentes, hechas del cristal mas limpio y brillante. Los ojos del Rey al hablar de la comida del Reino de Isis se volvieron más expresivos pues todo…era mágico en ese reino.
"¿En verdad?"-pregunto Meiling entusiasmada quien ya tenía el apetito muy abierto y con la mayor disposición para aceptar cualquier tipo de bocado.
"Por supuesto. Síganme por favor"- dijo Eriol girándose hacía la derecha, caminando frente a los viajeros. Cuando el Rey dio el primer paso, los demás comenzaron a caminar tras el…excepto los castaños que demoraron unos segundos mas al notar que sus manos aun permanecían tomadas. Dejaron a su corazón latir rápidamente y con vergüenza las soltaron queriendo pensar que nunca habían estado sujetadas así se evitaría el sonrojo y la pena.
Se abrieron paso entre el castillo del Reino de Isis, no solo el reino era mágico y guardaba los mas extraños secretos dentro de el, incluso las personas también eran algo estrafalarias, muy alegres, siempre llenas de gozo y de magia interior, por lo que al ver la decoración que tenía el palacio, no podían imaginar otra cosa mas que la Reina de Isis…era un miembro de la realeza sumamente especial. Por supuesto, se dieron cuenta al llegar al comedor.
Un comedor muy especial debo decir, los cristalinos muros parecían tener ángeles blancos estampados en ellos. El techo del lugar por su parte tenía pintado el símbolo de Isis…aquella insignia representativa…una estrella, que para ese Reino,significaba: Magia.
"¡Hoe, ¡Increíble!"-gritaba la Princesa Sakura al entrar al gran comedor. Pero al ver la gran mesa alargada que había frente a ella tapo su boca con la mano derecha para no gritar.
"¡Extranjeros, ¡Bienvenidos a Isis, ¡El Reino de la Magia!. Los invito a sentarse en mi mesa pues mi querido amigo el Rey Eriol me ha dicho que los conoce. ¡Que sorpresa que aterrizaran del techo!... no nos llegan extranjeros en ese modo usualmente"-decía una mujer que se había puesto de pie que estaba en la otra extremidad de la mesa, la contraria a la que tenían enfrente los jóvenes. Su cabello llegaba hasta los hombros y era algo rizado, sin embargo era completamente blanco y relucía en sus ojos el bello color azul del cielo.
"E-eso es porque…nos envió el Hechicero Oz…u-usted es…"-decía la castaña con algo de timidez pues para ella también había sido muy extraño llegar a través de un techo.
"Zira, dulzura. Soy la Reina Zira de mi querido hogar el Reino de Isis. ¿Oz?... ¡Que sorpresa!...seguro gasto lo que le quedaba de magia…es un hombre impresionante, increíble que aun viva a los 300 años"-decía la Reina Zira poniendo su dedo índice sobre el mentón induciendo curiosidad.
"¿300 AÑOS?"-dijeron al unísono ambos castaños junto a Meiling.
"¡Por supuesto!... los magos viven mucho tiempo… gracias a ellos Isis es un Reino mágico… ¡Pero basta de eso, ¡Seguro tienen hambre mis niños!... ¿Qué esperan?... ¡Tomen asiento, ¡La comida ya esta lista!"-decía la Reina sumamente alegre sentándose nuevamente en su silla que definitivamente era distinta a las demás, pues el respaldo de esta era una estrella de cristal.
"¡Si!"-respondieron los cuatro viajeros en el instante y tomaron asiento lo mas cercano a la Reina, que a pesar de tener un cabello tan blanco como las canas, su apariencia no daba a parecer otra cosa mas que una mujer de treinta años.
Eriol se sentó continuo a la Reina pues era el invitado de honor, y así Tomoyo tomaba asiento al lado derecho de este, Meiling al de la consejera, Sakura al de la chica de Wesley y Syaoran al de su Princesa.
Pero era una sorpresa pues no había rastro de comida sobre los platos, una vajilla preciosa de plata y en sus orillas formando pequeños diamantes y estrellas le adornaba el cristal.
"¡Ah, es verdad, Me supongo nunca antes habían comido así…es por eso que amo este reino. Pidan algo de comer, lo que su estomago les este ordenando en este momento…solo díganlo"-dijo la Reina que tenia ojos sumamente expresivos y mas por tener ese tono azul. Todos giraron sus miradas a sus respectivos platos algo extrañados pero bien, no desobedecerían a la Reina del lugar.
"Pescado"-exclamo la Reina Zira.
"¡Filete!"-dijo Meiling entusiasmada.
"Yo quiero 'arroz azul' "-dijo Tomoyo quien tenia sus ojos entrecerrados dulcemente, mientras todos le veían con miradas cómicas de extrañeza, excepto por Eriol quien la conocía perfectamente.
"Trucha"-dijo el Rey de Asian simplemente.
"Etto… ¡Pollo agridulce!"-dijo la castaña con alegría algo sonrosada esperando a la magia ocurrir.
"Chocolate"-dijo el castaño, y ahora fue el quien recibió las miradas de extrañeza pues el chocolate era un dulce que se comía en todos los reinos…pero… ¿Un postre en plena comida?...bueno, la Reina misma lo había dicho…que pidieran lo que su estomago ordenara.
Y así por gran acto de magia en cada uno de sus platos comenzaba a aparecer un brillo…y para cuando el brillo había desaparecido, una pequeña rebanada de pan se encontraba sobre los platos…eso si que era extraño.
"Er…"-
"¡Lo se, lo se!... ¡Maravilloso! ¿No?. Solo prueben lo que hay en sus platos y se que no se quejaran"-dijo la Reina Zira con su vivaz voz mientras se apresuraba a tomar un cubierto y comenzar a comer de su pan.
Los demás chicos aun con algo de extrañeza viendo que no había otra opción disponible, tomaron sus cubiertos y comenzaron a cortar sus rebanadas de pan. Mientras tanto algunos diez meseros salían, aplaudían y dejaban que apareciera una copa enfrente de cada uno. Una mesera tronaba sus dedos haciendo que las copas se llenaran de jugo de naranja. Pero hubo un momento en que hizo sonar diferente el tronar de sus dedos… completamente distinto…pero nadie había prestado atención.
"¡Hoe, ¡Increíble, ¡Sabe a pollo agridulce!"- decía la Princesa Sakura con gran emoción al darse cuenta que aquella ordinaria rebanada tenia el sabor de lo que había ordenado.
"¡Sabe a filete, ¡Que delicia!"-decía Meiling con mucho entusiasmo alzando sus brazos al aire fascinada mientras que la Reina no hacía mas que sonreírles a todos con gratitud pues habían gustado de la mágica comida de su reino.
Todo…transcurría normal… pero… por ser un reino tan asombroso…la magia incluso iba incluida en sus bebidas…pero solo en dos de las seis presentes. El castaño sin siquiera sospechar en lo mas mínimo lo que su "ordinario" jugo de naranja contenía…tomo la copa en su mano derecha y sin demorar un segundo…le dio un trago.
"¿Jugo de naranja?... ¡Debe ser exquisito!"-exclamo Sakura quien observaba como el ambarino tomaba de la copa. Sin dudarlo más, y con toda la curiosidad del mundo, levanto su copa, la acerco a sus labios y tomo de ella lo que jamás espero beber en un jugo de naranja.
Ambos castaños se quedaron quietos por un momento mientras tomaban de su jugo. Terminaron de beber y dejaron la copa sobre la mesa…todo parecía normal…pero cuando sus miradas se encontraron… la magia comenzó.
El corazón de ambos empezó a latir con fuerza, el sonrojo venía a sus mejillas… ¿Qué les ocurría?... ¿Por qué justo en ese momento se sentían tan nerviosos?...Tan…enamorados.
"S-Syaoran-kun… ¿Quieres probar del mío?"-dijo la Princesa Sakura con ternura hacía el chico. El joven acento algo tímido con la cabeza y dejo que la Princesa Sakura sirviera un trozo de su pan sobre el plato de este.
"Gracias"-respondio el aproximándose a probar con su tenedor el pedazo de pan que le había dado Sakura.
Meiling giro su mirada algo extrañada hacía estos…definitivamente algo estaba distinto con ellos dos.
Había una jarra con más jugo frente a ellos y ya que se habían terminado el suyo, ambos sin pensarlo pusieron sus manos sobre el mango de la jarra al mismo tiempo…haciendo que la mano del ambarino quedara sobre la mano de la de ojos jade esmeralda.
Tomoyo, Meiling y el Rey Eriol notaron eso, pero ya con gracia esperaban que ambos chicos se sobre alarmaran y quitaran sus manos del jarrón rápidamente con la mas grande vergüenza…pero…no fue así. Y fue cuando los ojos de los tres chicos se abrieron a lo ancho y largo… ¿¡Qué estaba sucediendo?...se preguntaban con intriga.
Syaoran quien tenia su mano sobre la de Sakura, la tomo con cariño y se la devolvió a la Princesa al quitarla de la jarra, tomarla el y servirle a ambos un poco mas de jugo. Los dos estaban algo sonrojados, sin embargo tenían una tímida sonrisa en su rostro.
"Increíble"-dijeron el Rey y su consejera al mismo tiempo con sus ojos abiertos sintiendo observar el mayor de los misterios.
"Gracias, Syaoran-kun"-dijo la Princesa con ternura girando su mirada hacía su guardián que le devolvía el gesto con una leve pero encantadora sonrisa, que encerraba muchos sentimientos a la vez…todos de gozo y amor.
"Si sigo viendo esto, vomitare"-decía Meiling en voz baja con una cómica expresión de enfado en su rostro, mientras observaba a los castaños sonreírse con ternura.
"Dime, Daidouji… ¿En verdad están enamorados?...pensé que eran mas tímidos"-decía Meiling hablando lo mas quedo posible, girándose hacía Tomoyo quien estaba a su lado izquierdo.
"En verdad no sabría decirte…es un poco extraño que estén actuando así…pero a la vez muy romántico… jojojo"-dijo Tomoyo en el mismo tono callado de voz así los ahora jóvenes enamorados no la escucharían.
"Su alteza, Zira… apuesto que a los viajeros les encantaría dar una vista por los jardines del palacio…"-dijo Eriol quien si había sido capaz de escuchar lo que Tomoyo y Meiling decían pero siendo un Rey tan inteligente y abierto para recibir las razones mas obvias…siendo Isis el reino de la magia… no habría otra cosa que hubiera ocasionado ese efecto en los castaños que esa.
"¡Oh, ¡Por supuesto!... ¡Si ya han terminado de comer seguro gustaran de ver los jardines!... ¡Son preciosos!...Ah es cierto…Isis sufre cambios de temperatura muy rápido…por ello todo lo que vean afuera será muy sorprendente para ustedes…espero lo disfruten"-dijo la Reina Zira regalándoles una gran sonrisa de felicidad, sin duda estaba orgullosa de su Reino.
Los castaños quienes ya habían terminado se pusieron de pie con la curiosidad de recorrer los jardines del castillo de Isis.
Tomoyo y Meiling estaban apunto de ponerse de pie cuando Eriol lanzo cierta mirada que les daba entender a las chicas que debían quedarse.
"¿No vienen?"-pregunto Sakura girándose hacía ellos, cuando ya había caminado junto al castaño hasta la salida del comedor.
"Los alcanzaremos mas tarde. Las paredes de todo el palacio son transparentes así que no tardaran en encontrar los jardines"-respondio Eriol con su sonrisa pasiva y amable. Los castaños algo extrañados asentaron con la cabeza y salieron del comedor, dejando a las dos chicas viajeras, al Rey de Asian y a la Reina de Isis solos.
"Su majestad Zira…es de mi creer que algo de magia a entrado en mis amigos la Princesa Sakura y el joven Syaoran…los chicos que se acaban de ir"-dijo Eriol girando su mirada con algo de misterio hacía la Reina, mientras que Meiling y Tomoyo se mostraban sorprendidas al escuchar el comentario.
"¿Por qué lo dice, querido Rey Eriol?"-pregunto Zira algo divertida, con una traviesa sonrisa en el rostro…claramente no recordaba lo que había ordenado sin que los demás supieran hace casi una hora.
"Vera…la Princesa y su joven guardián son muy especiales…son dos chicos muy tímidos que no se atreven a verse a los ojos cuando se sienten en situaciones comprometedoras, me parece. Pero acabamos de notarlos diferentes…y siendo su Reino, majestad…el reino de la magia… me preguntaba si… ¿No cayo un hechizo sobre ellos dos?"-fue la respuesta y pregunta del joven de ojos azules que no dejaba de mostrar su misteriosa sonrisa y su mirada intrigante.
"… ¡Ay no!... ¡Kaira!... ¡Te equivocaste a la hora de llenar los jugos!... ¡Muchacha torpe!. Lo lamento mucho Rey Eriol. En efecto…acabo de recordarlo…esto es culpa mía y de mi mesera Kaira quien lleno los vasos… bien sabes la magia es lo mas común en Isis…por lo tanto los hechizos también y se pueden realizar de tantas maneras inimaginables…Kaira lanzo un hechizo al tronar los dedos cuando lleno las copas…un hechizo muy especial, que yo desde antes le había pedido que hiciera cuando llenara de jugo las copas…"-decía la Reina quien comenzaba a sentir algo de sonrojo en sus mejillas porque lo que estaba apunto de revelar era quizás algo de que estar avergonzado.
"¿Qué hechizo?"-pregunto Tomoyo con intriga hacía la Reina.
"Es un…conjuro de amor… hace que las personas que lo beban se enamoren. Le había pedido a Kaira lanzarlo…se supondría el hechizo sería para mi y el Rey Eriol…"-dijo Zira dejando a su mirada caer con vergüenza. El Rey con la madurez que llevaba simplemente sonrió tiernamente al sentirse halagado, mientras que Tomoyo abría sus ojos en gran sorpresa.
"¡Eso significa…que la Princesa y Syaoran…!... ¡Ay, no es justo!... ¡Yo debí tomar ese jugo en lugar de la princesa!"-se quejaba Meiling con cara de niña caprichosa al entender lo que hacía el hechizo.
"¿Por cuánto tiempo dura o como se rompe?"-pregunto la consejera Daidouji con intriga por saber mas acerca del hechizo.
"Oh…la magia jamás ha podido gobernar sobre un corazón…nunca nadie se podrá enamorar en verdad por un hechizo…esto es solo temporal, al dar la media noche, cuando estén dormidos…olvidaran todo lo que hicieron desde que tomaron el jugo. Porque…conforme mas tiempo pasen juntos la poción aumenta su efecto…incluso podrían decirse que se aman…pero lo olvidaran después de caer dormidos"-dijo la Reina Zira con mayor tranquilidad dejando a su vergüenza esfumarse.
"Ya veo. Entonces… ¿Nada de lo que hagan tendrá valor?...quiero decir… ¿Todo será como una mentira?"-pregunto la consejera de cabellos largos y negros con gran curiosidad.
"Depende…esta poción es muy especial pero popular, la suelen usar las parejas que creen necesitar un poco mas de afecto…así que si ya están enamorados solo harán que sus sentimientos salgan con mas facilidad…pero en caso de no estarlo…será como dices, cariño….una mentira…y no recordaran nada. Aunque esta poción es efectiva para saber si dos personas se aman… se dice que lo único que puede sellar el hechizo es un beso…si realmente se aman y se besan, entonces lo recordaran todo…pero…puede que aunque se besen no se amen, y debido a eso no lo recordaran"-fue la respuesta de la Reina Zira a las preguntas de Tomoyo.
¿Así que un conjuro de amor?...capaz de traer los sentimientos mas profundos y escondidos a flote o crearlos si no existan… ¿Cuál sería el caso de los jóvenes castaños?...esperemos un poco para saberlo.
Después de unos minutos de caminar lado a lado, la Princesa Sakura y su guardián el joven Syaoran habían logrado llegar a los jardines del castillo…algo completamente único.
"¡Hoe!... A-asombroso"-decía la castaña con gran sorpresa encontrándose quizás en el jardín mas bello que había visto…tan verde y colorido, arbustos con forma de estrella se encontraban por las orillas mientras que el sacate lucia tan verde y fresco, como si acabara de crecer. Abundaban cientos de flores…jazmines, alcatraces, rosas, sakuras…todas preciosas.
"¡Syaoran-kun, ¡Mira!"-gritaba Sakura con suma felicidad mientras se apresuraba y tomaba la mano del castaño y comenzaba a correr con el tras de ella, pues había visto algo encantador que no había vuelto a encontrar desde que era una niña.
"¡P-Princesa!"-se alarmaba un poco el joven al verla tan energética.
Corrió hasta llegar al tierno juego que sus verdes ojos habían visto…unos columpios. Pero estos eran sumamente especiales, pues estaban hechos completamente de ramas, enredaderas, hojas y flores…era prácticamente un pequeño paraíso.
"¡Hace mucho que no veía uno, Syaoran-kun!"-decía ella mientras soltaba la mano del chico y tomaba asiento en el columpio rápidamente, algo sonrojada por la vergüenza de sentirse algo aniñada frente al maduro ambarino.
"L-lo lamento…debo parecerte muy infantil"-decía ella levantando su mirada hacía el con ternura provocando cierto sonrojo en el joven.
"¡N-no, Princesa!...no me parece infantil"-decía el joven que lograba calmar sus adentros poco a poco y sentía su corazón latir diferente…mas calmado…tranquilo…con paz. Solo el amor podría traer tal sensación… ¿Acaso era solo el hechizo o en verdad el…?
" 'Sakura'…me gusta escucharte decir mi nombre… cuando me llamas Princesa Sakura…me siento muy feliz…aunque me sigas llamando Princesa…pero dices mi nombre…y se siente…muy calido por dentro"-comenzaba a revelar su sentir la Princesa, con su cabeza baja y sus ojos cerrados, dejando que su pequeña sonrisa de ternura se formara en los labios.
"Sakura…"-dijo el con cariño quizás ensayando la manera en que llamaría a su Princesa de ahora en adelante.
"Syaoran…"-respondió ella abriendo sus ojos, girando su mirada hacía arriba para toparse con la del ambarino que estaba de pie frente a ella.
Pasaron unos momentos mas mientras sus ojos se veían con dulzura hasta que el joven protector se puso detrás de ella, tomo las riendas de los columpios y comenzó a mecer con lentitud a la flor de cerezo.
"…Syaoran…muchas gracias por estar…siempre conmigo…en verdad, estoy muy feliz de haberte conocido"-decia la Princesa con cierto tono nostálgico en su voz pero a la vez tierno.
"Lo mismo digo"-respondio el joven mientras continuaba meciendo a su Princesa.
"Nunca olvidare…que pensaste que era una ladrona"-decía el cerezo mientras soltaba pequeñas risillas al recordar con gracia que la primera impresión que había causado en Syaoran aparte de parecer una Princesa era que era una ladrona.
"A-ah…realmente no había visto a la Princesa antes…por eso yo no-…"-decía Syaoran algo avergonzado logrando pintar sus mejillas rosadas por la pena.
"Esta bien… es normal…nunca había salido del castillo…y nunca antes…había conocido a un chico como tu…ningún Príncipe se habría arriesgado por mi como lo has hecho tu…"-respondió la Princesa dulcemente mientras sus ojos encerraban cierto sentimiento similar a la nostalgia dentro de si.
El joven castaño ya no respondió aquello…aunque estuviera bajo un hechizo que facilitara el decir de los sentimientos, no podía evitar ser el mismo…y solo sonrió levemente con gratitud al comentario de la Princesa.
En tan solo un segundo un frió viento soplo y comenzó a cambiar todo el panorama que tenían del jardín. El césped se cubría completamente de nieve blanca y las flores se volvían de cristal. Mientras que el juego sobre el cual el cerezo estaba, se volvía congelado y las riendas del columpio se tornaban en duros pedazos de hielo.
Justo como la Reina Zira lo había dicho…El Reino de Isis cambiaba rápidamente de temperatura…haciéndolo simplemente ser el Reino más extraño y mágico de todos.
"¡H-hoe!... ¡Q-que frió hace!"-decía Sakura levantándose del helado asiento del columpio con prisa, comenzándose a sentirse temblar mientras que su voz tartamudeaba.
El pequeño lobo no lo pensó mas y camino hacía su Princesa que se encontraba temblando debido al frió. Se puso de pie frente a ella sorprendiéndola un poco, logrando cautivar al sonrojo en ambos…después de todo lo que mas lograba que esas mejillas se tornaran rojas era cuando creían que no podían estar mas cerca.
Y con toda la ternura, cariño y calidez posible tomo en sus brazos a la flor de cerezo…como no lo había hecho antes…las mentes de los dos se preguntaban si la estaba abrazando para quitarle el frío o si deseaba sujetarla así por que la quería. Aun con leve sonrojo continuaron con el abrazo un poco mas porque sus corazones les pedían hacerlo…aunque ellos no lo sabían, había un hechizo sobre estos.
"¡Suficiente!... ¡Princesa, ¡Syaoran!... ¡Ustedes no se aman!... ¡están bajo un hechizo!...ocurrió por accidente…ese hechizo hace que las personas se enamoren…y eso les vino a ocurrir a ustedes, pero… ¡No se preocupen!... cuando llegue la media noche, lo olvidaran todo"-decía Meiling quien justo había llegado con el Rey Eriol y Tomoyo tras ella a la parte del jardín en la que se encontraban la Princesa y el Guardián.
Los castaños se soltaron rápidamente al notar la presencia de estos frente a ellos.
"Oh, como desearía tener algo con que guardar estos momentos tan lindos entre ellos…así lo podría ver siempre que quisiera…oh, lucen tan divinos juntos… ¡Jojojo!... apuesto a que si les propongo casarlos esta vez lo aceptaran ¡jojojo!"-decía Tomoyo con suma picardía a lo que Meiling giro rápidamente una mirada inquisidora, pues era su deseo, ser ella quien ocupara el lugar de Sakura.
"¿U-un hechizo?... ¡No puede ser!... ¡Yo en verdad quiero a Syaoran!"-se expreso la castaña…y era justo ahí donde el hechizo comenzaba a hacer su mas grande efecto pues estaba diciendo cosas que de estar en sus cinco sentidos, sin ninguna poción sobre ella, no diría.
"De acuerdo, de acuerdo….ámense todo lo que quieran…lo olvidaran para mañana… la Reina dijo que lo único que logra que permanezcan con los recuerdos es un beso…pero tiene que ser de amor...pero…confió plenamente en que no lo harán"-decía Meiling con sus aires de sabiduría que no le favorecían en nada pues hacían ver en ella a una niña un poco caprichuda.
"Hace mucho frió aquí afuera, no se cuando vuelva a cambiar el clima…lo mejor será que entremos"-dijo Eriol tomo la mano de su consejera y comenzó a caminar hacía la salida de los jardines.
Meiling camino tras ellos, girando su mirada de reojo hacía atrás notando que el Rey y Consejera no eran la única pareja que se tomaba de las manos, pues la Princesa y el Guardián lo hacían también. Eso molesto un poco a la de ojos rasgados…porque quería creer que aun no perdía contra la flor de cerezo…aunque…el juego ya había terminado y ya había una ganadora…que definitivamente no era la chica de Wesley.
Entraron nuevamente dentro del palacio y después de algunos minutos de caminar lograron arribar a la gran estancia de este.
"La Reina Zira dijo que podían recorrer el palacio cuantas veces quisieran y si encuentran las habitaciones elegir una en cual hospedarse…el palacio tiene muchas cosas divertidas, así que seguro gustaran de pasearse"-dijo Eriol quien aun traía sujeta la mano de Tomoyo.
"Estamos aquí…para seguir buscando las partes del mapa"-dijo Syaoran que aunque llevara sobre si el mas poderoso hechizo…no podría borrar de su mente la misión que llevaban acabo.
Las miradas de todos se volvieron algo desconcertadas…pues era cierto, parecía que haber llegado a tal sorprendente Reino les había hecho olvidarse de la Piedra Mágica.
"Syaoran…"-decía la Princesa con una mirada que parecía ser de preocupación al verlo tornarse serio y sujeto la mano del chico con mayor ternura.
"De acuerdo… ¿Entonces que les parece ir a la biblioteca del palacio?...caminen tres pasillos mas hacía la derecha, giren hacía la izquierda y verán frente a ustedes las puertas de oro que guardan a la biblioteca"-dijo Eriol quien comprendía perfectamente el punto de vista del ambarino.
Syaoran acento a la indicación de la ubicación del lugar y junto a su Princesa cual llevaba tomada de la mano caminaron hacía la biblioteca de Isis. La joven de ojos rasgados estaba apunto de ir tras ellos, cuando las miradas de Tomoyo y Eriol le indicaban claramente no hacerlo y por ello no los acompaño.
Siguiendo los pasos del Rey de Asian llegaron a la biblioteca de Isis…al solo pararse frente a las puertas de oro estas se abrieron y dejaron que los castaños entraran…dejándoles ver a una biblioteca muy peculiar. Si la biblioteca del Reino Wesley les había parecido colosal… ¿Entonces que sería la de Isis?...sin duda, la mas grande de todas.
"Increíble…"-se quedaba con su boca abierta el castaño, con cierta fascinación.
"… ¿Cómo buscaremos?...y… ¿Qué buscaremos?"-preguntaba Sakura girando su mirada hacía el ambarino esperando respuesta.
"Tenemos que ver si hay datos sobre el mago del Este…es decir, el mago de esta región…quizás eso nos ayude a saber donde esta"-contesto Syaoran viendo a la Princesa con cierta ternura.
No había escaleras…así que no tenían ni la más remota idea de cómo subir hasta la parte más alta de los libreros…
"Extranjeros, bienvenidos a la Biblioteca del Reino de Isis…donde la magia no puede faltar… si lo que quieren es tomar un libro que este arriba, solo comiencen a subir como si hubiera una escalera y verán lo que ocurrirá"-se escuchaba una voz resonar en la Biblioteca que sin duda debía pertenecer a la persona encargada del lugar.
"¿C-como…?"-se preguntaba el ambarino, pero dejaba a su boca abierta al ver como la Princesa comenzaba a hacer lo que la voz había dicho y parecía subir por una escalera invisible…parecía estar caminando sobre nada…estar volando.
"¡Hoe!... ¡increíble!... ¿No quieres intentarlo, Syaoran?"-preguntaba animosa la Princesa girando su mirada hacía atrás cuando parecía ya haber subido unos tres metros de altura.
"S-si"-contestaba algo nervioso con una leve sonrisa a la pregunta de la Princesa…justo recordaba lo que les había dicho Meiling y eso lo hacia atontarse un poco.
"¡H-HOE!"-grito al no subir correctamente y sentirse caer de la escale inexistente. El ambarino aun mientras andaba algo distraído, abrió rápidamente sus brazos y dejo a la Princesa caer en ellos.
"muchas gracias"-agradecio la flor de cerezo…le causaba algo de gracia ver como era que siempre caía sobre su ángel, en lugar de ser el ángel quien caía sobre ella.
"No es nada…yo subiré"-dijo Syaoran mientras veía esos ojos jade esmeralda verle con ternura…pero un poco diferente a antes…los ojos de la castaña le observaban de una manera especial esta vez…realmente…su mirar estaba lleno de amor…y aun siendo cargada en sus brazos, lo tomo por su mejilla izquierda, y le dio un tierno beso en la mejilla derecha…quizás en agradecimiento.
"S-sakura…"-decía el joven algo desconcertado mientras con cuidado la bajaba de sus brazos.
"No importa…si es solo un hechizo…y-yo siento…y-yo siento que yo…"-estaba apunto de revelar sus sentimientos…lo que su corazón le quería impulsar a decir…pero…el joven guardián puso su dedo índice sobre los labios de la flor de cerezo…realmente no quería que lo dijera porque tenía miedo que solo fuera eso…un conjuro, magia…que esos sentimientos no fueran mas que una mentira que para el día siguiente se desvanecería.
Esa acción logro sonrosar un poco las mejillas de la Princesa…porque había comprendido lo que quería decir y a pesar que le hiciera sentir algo triste…sus labios siempre mostraban esa calida sonrisa.
Por las siguientes horas, el joven Syaoran no permitió que la Princesa Sakura volviera a subir para buscar entre los libros, pues no quería arriesgarla nuevamente a caer porque si ambos iban a estar arriba buscando si ella caía no seria capaz de atraparla.
Ya era de noche, y la Princesa había quedado dormida sobre uno de los sillones en los que había estado esperando por Syaoran quien estaba buscando entre los libros hasta que por fin encontró uno en particular.
"Hechiceros blancos y Hechiceros Negros"-leyo el titulo de uno de los libros el joven ambarino y al ver que no se encontraba muy separado del suelo, se dejo caer sobre el, logrando aterrizar de pie.
"¡P-princesa…!"-decía el joven que ya había creído a encontrar el libro correcto y corría hacía el sillón donde se encontraba la Princesa pero al llegar la vio tiernamente dormida en el, con su rostro que parecía estar cansado de haber estado esperando varias horas.
Le había vuelto a llamar Princesa…porque entre mas pensaba en el hechizo que tenía sobre el…le hacía pensar que llamarla Sakura…quizás solo los lastimaría a ambos después, si todos sus sentimientos en el momento resultaban ser vanos.
Se sentó en el sillón, justo a su lado…viéndole con ojos de ternura y cariño…el se había enamorado de ella. En esos momentos el lo sabía…creía que tal vez era solo por el hechizo pero fuera de eso…su corazón lo había sentido desde poco antes…pero no lo había querido aceptar.
"Hechiceros Blancos son los que practican la buena magia…los cinco mas famosos son: Oz: hechicero del Oeste, Akira: hechicera del Norte, Lucio: hechicero del Este, Arika: Hechicera del Sur y Clow: Hechicero del Centro"-leia en voz casi inaudible el ambarino.
'Clow…era el padre del Rey Eriol… ¿También era un hechicero?...dijo que Lust lo asesino…'-decía asombrado en sus pensamientos el de cabellos rebeldes.
"Hechiceros Negros son los que practican la magia del mal, la oscura. Los tres mas famosos son: Reiko, Kiara y Lust. Pero según datos recientes la única bruja negra que queda es Lust"-seguía susurrando la lectura el ambarino. Pero decidió releer el primer párrafo donde venían los nombres de los hechiceros de las cuatro regiones y leyó el que pertenecía al hechicero del Este…
'Lucio… ¿Cómo lo encontraremos?'-pensó Syaoran quien estaba muy concentrado viendo el libro con la mayor de las atenciones, esperando que ideas llegaran a su mente.
"¿Encontraste algo?"-pregunto la Princesa quien se había despertado sin que el ambarino lo notara…poniendo su cabeza continua a la del chico mirando el contenido del libro.
"E-eh si…se llama Lucio…pero ahora también se que el padre del Rey de Asian también era uno de los hechiceros y que Lust es la única bruja que practica magia negra que queda"-dijo Syaoran quien se había sentido un poco nervioso al sentir a la Princesa tan cercana a el. Su corazón latía rápidamente porque el hechizo otra vez estaba cobrando sus efectos y querían hacerlo decir cosas que no estaba listo para hablar. Por su parte la castaña atravesaba por lo mismo, pero a ella el hechizo le afectaba más, y ella no hacía lo posible por evitarlo al contrario de Syaoran quien ponía todo su empeño por no cometer alguna 'locura'.
"Ya veo"-
"Syaoran…no se…si es solo por el hechizo…entiendo que no quieras que te lo diga…pero…no p-puedo evitarlo…y-yo quiero…d-decirte que yo….que yo…que… ¡Me gustas mucho!"-grito la Princesa que en esos momentos había luchado por no decirlo, pero era imposible luchar contra magia tan poderosa…y eso también lo había dicho la Reina…que el efecto del hechizo iba aumentando cada vez mas y mas.
"P-Princesa…"-no sabía si debía responderle del mismo modo o simplemente quedarse callado… no tenía ni la mas remota idea.
"Tal vez…me afecto mas el hechizo que a ti…aunque siendo sincera…me gustas y creo…que eso lo sabía desde antes"-decía Sakura quien giraba su mirada hacía el piso con ojos de nostalgia y sonrisa tímida…el conjuro hacía su trabajo y dejaba que salieran los sentimientos mas ocultos de su corazón…aquellos que jamás decía.
"Y-yo…tu también me gustas mucho, Sakura"-decía el ambarino, quien ya no había podido luchar mas contra el hechizo y sentía que debía sentir lo que sentía en esos momentos…después de todo, creía que lo mas problema sería que al día siguiente olvidarían todo lo que estaban diciendo.
"Quiero estar contigo siempre…eso es lo que siento cada vez que te veo…perdóname…si te incomodo diciendo estas cosas"-decía la Princesa viéndole con sus ojos entrecerrados con ternura.
"No te preocupes…"-decía el joven ambarino quien ya acariciaba una parte del rostro de la Princesa con ternura.
Se miraban por tiempo indefinido… ya había pasado un buen tiempo…en solo media hora…las 12 darían y la media noche llegaría…haciéndoles dormir y olvidar todo lo que se habían estado diciendo en ese día.
"Quizás…me enamore de ti sin darme cuenta…quiero pensar…que esto es de verdad…y que siempre lo vamos a recordar…Syaoran"-decía la castaña con ternura viendo a los ojos del pequeño lobo como si esperara que le respondiera con palabras llenas de amor, aunque sabía que aun le era mas difícil a el dejarlas salir.
"Pero tal vez…esto solo sea por el hechizo…"-decía Syaoran quien se tornaba un poco serio…pues le daba miedo pensar que los sentimientos de la Princesa hacía el no eran mas que falsedad.
"Aun así… ¿siempre vas a estar conmigo, ne?"-
"Siempre"-respondio el por ultima vez, tomándole de las manos con cariño obligándole a ponerse de pie junto a el… sabían lo que ocurriría…se acercaron el uno al otro y con la mayor de las ternuras…y quizá con el mas grande amor…el ambarino le abrazo por la cintura, la junto a el…y acercaron sus labios lo suficiente para dar el paso restante y juntarlos haciendo de este su primer beso…se probaban con dulzura, y alargaban el beso por ser justamente la primera vez que tocaban sus labios y estaban disfrutando tanto de hacerlo.
Separaron sus labios y después de algunos minutos de verse a los ojos, la castaña cayo en el instante dormida por acto de magia…el pequeño lobo se hinco solo para atraparla de caer en el piso…pero ya teniéndola en sus brazos, quedo dormido en el instante también.
Dormían como angelillos, ambos juntos…hasta que la consejera Tomoyo, Meiling y el Rey Eriol quienes los habían estado buscando al notar lo tarde que era y que ellos no habían vuelto los encontraron en la biblioteca…viéndolos a ambos dormir en el suelo.
Tomoyo y Eriol les miraron con sus picaras sonrisas, mientras que Meiling tenía que aguantarse el coraje.
Eriol cargo en sus brazos a la Princesa, mientras que Tomoyo y Meiling llevaban a Syaoran de sus remos y pies.
En la noche, las cristalinas paredes del palacio de Isis se opacaban impidiendo que se pudiera ver a través de ellas. Aun así, habían aprendido su recorrido hacía las habitaciones que la Reina Zira muy gustosamente les había prestado.
Syaoran dormiría en la habitación continua a la de las chicas, mientras que el Rey Eriol partiría esa noche a iniciar su nuevo viaje.
"¿Entonces ya te vas?"-preguntaba algo nostálgica la consejera quien se había sentido verdaderamente feliz de haberlo encontrado en Isis.
"Así es. Pero veo que estas en las mejores manos…se que te cuidaran muy bien…por eso…nos veremos después"-decía el Rey de Wesley tomando las manos de la amatista y plantando un tierno beso en ellas. La miro con ternura, soltó sus manos, y salió de la habitación dándole por ultima una sonrisa dulce de despedida.
"Que bonita pareja hacen"-dijo Meiling a Tomoyo viendo como esta había quedado con la mirada perdida en la puerta por la cual el Rey había salido.
"Gracias"-dijo la consejera girando su mirada hacía Meiling con sus ojos entrecerrados llenos de ternura. Ambas dieron una vista hacía Sakura observando como dormía, con algo de sonrojo y una grata sonrisa en su rostro, eso no les podía decir otra cosa, mas que había vivido muy lindos momentos gracias al hechizo. Le dieron una sonrisa decidiendo acompañarla en el sueño, se fueron a sus camas a dormir.
Ya la medía noche había pasado lo que significaba que el hechizo había desaparecido y por la mañana no deberían recordar nada de lo que se habían dicho…nada. Pero…si todo saldría bien, habría una excepción…porque se habían besado…y si había sido un beso de verdadero amor…habrían de conservar esos recuerdos.
Mientras tanto…sin nadie imaginarlo…en el temible Bosque Perdido…Lust seguía planeando.
"Que asco me dio ver a esos dos actuar tan…tan…ugh…amor…que asco…remuérdame deshacerme de ese estupido Conjuro de Amor, Cerberos"-dijo Lust mientras veía en un báculo que poseía cual punta tenia a un enorme ojo; con la pupila alargada, parecía de gato o reptil; lo que sucedía en Isis.
"Si, Lust…lo que digas…"-el pequeño animal amarillo ya estaba un poco fastidiado de escuchar los amargados y fastidiados comentarios de Lust.
"Pero sabes…si en verdad están enamorados… me divertirá derrumbarlos"-dijo la bruja negra con malicia mientras sonreía lo mas traviesa posible…sin embargo su sonrisa de travesura, no era agradable.
Y a la mañana siguiente en Isis…siendo tan temprano…nadie había despertado aun en el palacio…excepto la Princesa Sakura…comenzó a abrir sus ojos con lentitud…pero justo al hacerlo un gran dolor comenzó a venir a su cabeza…tantas palabras venían a sus oídos e imágenes a su mente…lo estaba recordando todo.
Entonces…había sido un beso de verdadero amor…y en verdad…estaba enamorada de el.
'P-puedo…P-puedo recordarlo…y-yo puedo…yo…estoy enamorada de Syaoran"-decía la Princesa en pensamientos mientras dejaba que lagrimas de ternura y felicidad se formaran en sus ojos…una leve sonrisa le acompañaba.
Se levanto de su cama observando como dormían las otras dos chicas…y al girar su mirada hacía la derecha vio una puerta que seguro conectaba a otra habitación. Las paredes seguían opacas así que no sabía quien estaba durmiendo ahí…pero si su instinto no fallaba….no había ahí alguien más que un pequeño lobo.
Camino intentando hacer el menor ruido hacía la habitación continua…abrió la puerta…y vio durmiendo sobre la cama con la mayor tranquilidad del mundo al joven ambarino.
Sonrió tiernamente al verlo…camino nuevamente sin hacer ningún sonido hacía el…se hinco a su lado…tomo su mano con ternura…
"Gracias por lo de ayer, Syaoran-kun"-susurro ella dando un pequeño beso en la mano del chico. Regresando a parte del formalismo…pues ya no había hechizo sobre ella que la hiciera llamarlo simplemente "syaoran".
Se paro nuevamente y salio de la habitación. Por su parte…pensando que quizás solo era ella quien podía recordarlo porque en verdad lo quería…decidió que a menos que el ambarino hablara de eso…ella lo haría…porque no quería ser la única amando.
"No fue nada"-respondio el lobo una vez que el cerezo se había marchado…solo había fingido estar dormido.
-Fin del capitulo-
Magdalia: WIIII! Acabe el cap, x.X dios..XDU ah dije en el capitulo pasado que este cap me agradaba, mas no significa que a ustedes les vaya a agradar x.X al contrario pueden pensar que es lo mas apestoso del mundo X.x y esta bien, pero no me lo vayan a decir XDU…
En verdad traigo mucha prisa porque tengo que ir a una reunion familiar asi que aquí les van los agradecimientos ;.;
-agradecimientos-
Naguchan
Lady
Itzia-hime
Cristy…
Serenity-Princess
KawaiiDany-chan
Angie
Cynthia
Mao-Ayanami-pl
Malfoys red-haired lover
Megumi-chan
Hikari sys
Andy Kristel
Luna310
Oishi-girl
Ebblin-chan
Lat2oo5 alma errante
H3CH1C3R4
-Fin de los agradecimientos-
Magdalia Daidouji: ;.; prometo dar los agradecimientos correctamente la proxima vez… x.x….solo que ahora no tengo mucho tiempo que digamos X.x…espero les haya gustado X3…MUCHAS GRACIAS POR LEER! Y dejen review XD
