Capítulo 3 "Porque no estabas"
Azize se sintió algo incómoda cuando Tevfik entró a la cocina. No podía evitar pensar en el error que había estado a punto de cometer cuando aceptó casarse con él, antes de saber que Cevdet estaba vivo…
Obviamente, ella había tenido sus razones para pensar en hacerlo, y una de las causas era que lo había creído muerto a él… pero la culpa no la dejaba…
Y Tevfik parecía seguir insistiendo, sin importarle que su marido estuviera de vuelta…
De pronto Azize se preguntó por qué su marido no confiaba en Tevfik… pero no encontró una respuesta adecuada…
Sintió una sensación extraña y miró por la ventana, era como si alguien la estuviese observando, pero no vio a nadie…
Se apuró con el café, no quería que Tevfik se quedara allí con ella, menos ahora, para no fomentar las confusiones…
En el momento en que servía el café a su familia, escucharon golpes en la puerta y las piernas se le aflojaron cuando supo que se trataba de Cevdet… ¿acaso él la había estado observando por la ventana? Azize sintió un calor familiar en su vientre, añorando un contacto con él que todavía no había decidido completamente si quería tener…
Sintió pena por la situación, tanto amor y tantas dudas no eran compatibles…
Azize vio como Cevdet se tensaba al ver a Tevfik y la incomodidad de su amigo también, finalmente, su marido le pidió a él que se fuera y ella lo acompañó, observando la situación bastante rígida…
Cuando se fue, Cevdet se enfrentó a su familia y les pidió colaboración para ir a una recepción en la mansión griega…
-De ninguna manera, ni siquiera lo imagines…- le contestó ella y él se perdió en sus ojos, necesitaba saber si ella era sincera o estaba actuando, tal como él le había pedido que hiciera cuando ella se comprometió a ayudarlo…
-Azize… ven afuera, necesito hacerte una propuesta…- le dijo y ella lo miró seria, tratando de no correr desesperada tras él, era imposible no querer abrazarlo, a pesar de todo…
Él salió y ella se apuró a cubrirse el cabello para acompañarlo, no sabía exactamente qué le diría, pero si que probablemente necesitara hablar a solas con ella…
-Cevdet…- dijo cuando lo encontró sentado en el banco que había a la salida de su casa…
-Azize… se que te dije que te daría tiempo para pensar… y pretendía dártelo, créeme… pero esta recepción es importante para que los griegos vean que mi familia, a pesar de todo, me apoya…
-Yo no puedo hacer nada por los demás… olvídate de Hilal y Ali Kemal… Yildiz tal vez quiera ir porque es de las que piensan en las fiestas y las reuniones, más de lo debido…
-¿Y tú? - dijo y ella se perdió en sus ojos y luego miró sus labios.
-¿Yo?
-Eres la más importante aquí…
-Es cierto… si logras manejarme a mí, entonces podrás hacerlo eventualmente con la familia…- dijo ella y bajó la vista, no le agradaba discutir con él…
-Es así, pero la realidad es que quiero tener una excusa para que los demás te conozcan y vean quien eres… porque eres mi mujer, Azize… mi esposa… la madre de mis hijos y aspiro a poder, aunque sea bailar contigo para tenerte en mis brazos mientras espero a que te decidas…- le dijo y ella apretó los labios para que no se le notara la necesidad que tenía de besarlo allí mismo.
-Cevdet…-dijo finalmente.
-No te resistas más, mi vida… yo te necesito, pero se que tú también a mí…
-No es tan fácil…- dijo y supo que sí, lo era… demasiado…
-¿Y si eso te da la oportunidad de conocer gente y así poder ayudar al hospital? Por favor… Azize…
-Lo pensaré…- dijo y él supo que ella realmente evaluaba la posibilidad de ir.
Ambos se reprimieron de abrazarse para despedirse, porque sabían que probablemente los estuvieran espiando desde la casa…
Él solo la miró con intensidad e hizo una leve reverencia antes de irse, rogando que ella se decidiera, no solo por el bien de su misión sino por el bien de su amor…
Azize sonrió levemente mientras pensaba como se vestiría esa noche…
Cevdet pretendió no pensar demasiado en lo que ella haría, sobre todo para no ilusionarse, pero en un rincón de su corazón, la conocía lo suficiente y esa última mirada de ella le daba muchas expectativas…
Azize tuvo una seria discusión con Hilal y decidió que cuando fuera a la fiesta, la dejaría encerrada en su habitación para que aprendiera a respetarla y comportarse… ella odiaba hacer eso pero esa niña era demasiado desafiante con las reglas que ella le imponía…
Unas horas después, Azize se acomodó el vestido negro, bordado finamente por mamá Hasibe y sintió que temblaba… ¿acaso Cevdet esperaría algo diferente? Hacía demasiados años que no sentía su mirada admirándola, como solía hacer antes de la separación…
Preguntó por él no bien entró a la mansión y se asombró de ver la forma en que tanto hombres como mujeres vestían… todo desbordaba lujo y le parecía exagerado… incluso la luz eléctrica…
Dirigió su mirada hacia un grupo de oficiales y sintió se estremeció al verlo… odiaba que él usara ese uniforme griego, pero lo había echado tanto de menos que apenas podía reparar en eso…
Él giró cuando alguien le hizo notar su presencia y se quedó mirándola… bien… le gusta lo que ve… pensó aliviada...
Azize sonrió apenas y lo dejó acercarse…
-Has venido…
-Lo hice… estás en deuda conmigo…-le dijo ella por lo bajo.
-Lo se… pagaré con gusto…
-Todavía no te dije lo que quiero…- dijo ella siguiéndole el juego y él se perdió en sus ojos.
-Azize…- le dijo él y extendió su mano, quería tocarla.
-¿No me presentarás?
-Por supuesto…- dijo y ella sintió electricidad cuando él entrelazó sus dedos con los de ella para llevarla hasta donde se encontraban los otros oficiales.
Hechas las presentaciones y luego de un momento algo grotesco con la señora Veronika, la esposa del comandante Vasili, Cevdet la tomó de la mano y la llevó hacia donde algunas parejas bailaban para aprovechar el momento…
Ella se sintió algo incómoda entre todas las mujeres griegas, pero cuando él la tomó entre sus brazos, se olvidó de todo…
Trató de seguirle el ritmo, que por suerte no era demasiado complicado y de pronto recordó una vez en la que habían estado bailando, a la luz de la luna, en una escapada a la playa, siendo recién casados…
Allí Cevdet le había cantado una canción de amor y mientras, la habían bailado con los pies sobre la fresca arena… ajenos a todo, felices, realizados…
Azize sacudió la cabeza al ver que Yildiz se acercaba, la realidad era que no sabía que ella iría a la fiesta, aunque la conocía bien… y le pidió que la dejara bailar con su padre…
Cevdet le hizo un gesto, disculpándose, pero quiso bailar con su hija…
Ella los observó de lejos y finalmente fue Tevfik que llamó su atención, comentándole algo sobre la gente que estaba allí…
-… por eso te digo que llegaste en el momento justo…- le dijo Yildiz a su padre mientras bailaban- mamá estuvo a punto de casarse con el tío Tevfik…
Cevdet sintió como si le clavaran un cuchillo en el corazón… ¿cómo podía ser que ella le hubiera hecho algo así? ¿acaso lo había olvidado?
-¿qué dices hija?
-La verdad, papi… si tú no hubieras llegado, ellos estarían casados ahora… mamá dijo que lo haría porque él había prometido cuidarnos, ayudarnos… pero yo a él lo veo mirarla con otros ojos…
Cevdet no dijo nada más, solo intentó cambiar de tema mientras los veía tan cerca y cuando la música se cortó, vio que Azize subía a la pequeña tarima que usaba el comandante Vasili para dirigirse a la gente, y hablar de lo mal que los griegos manejaban el hospital y las diferencias que hacían para el reparto de medicamentos y material para atender a los soldados del ejército otomano…
Una vez que terminó su discurso, al ver las caras de todos, Azize decidió irse y pasó al lado de Cevdet sin prestarle atención…
Cevdet se quedó mirándola y la siguió, haciéndole señas al comandante de que se encargaría…
La alcanzó cuando salía apurada por la puerta y bajaba las escaleras…
-Te expones innecesariamente…- le dijo en voz baja y la tomó del brazo.
-Suéltame… tú eres quien me expone…- le dijo y se apuró por llegar a la reja de entrada.
-Sube al carruaje… te acompañaré a casa…- le dijo con voz autoritaria.
Ella lo miró con fastidio y se subió… no hablaron durante un par de minutos, ella incómoda, molesta, él enojado, celoso… desilusionado por lo que Yildiz le había contado…
-¿Por qué hiciste eso?
-¿Creías que me quedaría tranquila ante la injusticia cometida con el hospital?
-No quiero que te expongas, ¿cuándo vas a entenderlo?
-Ya te lo dije, Cevdet… eres tú el que me pide que esté aquí… el que me expone…
-Mi idea era otra…
-Tú querías una esposa sumisa, que sonriera ante los ataques de gente como esa mujer… que cuenta lo que tienes en tu habitación, como si la visitara con frecuencia…
-Tú no las has visitado porque no has querido… aunque por lo que acabo de enterarme, no te interesa demasiado…
-¿Qué es lo que dices, Cevdet?
-Digo que supe que ibas a casarte con alguien más…- dijo, enojado e incapaz de mencionar el nombre de su ex compañero.
-¿Sabes qué? Sea como sea… me dejaste sola 7 largos años… pasé por un montón de cosas con los niños… y la única persona que siempre estuvo allí fue Tevfik…
-Pues… lamento haber interrumpido… yo tampoco viví un sueño…
-Lo se…- dijo ella.
-¿Acaso me habías olvidado? ¿quieres seguir con tus planes y divorciarte?
-¿Y tú? - le preguntó ella enojada.
-Yo vine aquí por mi misión, pero también por ti…- dijo tomándola de las manos- siento que me muero si no te tengo y si sobreviví estos siete años fue pensando en volver a verte…- le dijo y ella sintió que sus piernas se aflojaban.
Él vio que le habían llegado sus palabras y se inclinó, decidido a besarla, no podía esperar un segundo más…
Ella supo lo que sucedería y lo esperó paciente… pero él giró la cabeza y recién allí, ella tomó noción de lo que ocurría… la gente gritaba afuera… había olor a humo y casi en cámara lenta, Azize se dio cuenta de que su casa estaba en llamas…
Bueno, lamento haber dejado aquí, pero seguiré pronto! Gracias por leer!
