Capítulo 6 "Ya no más"

Azize se quedó congelada al ver, cuando llegaba a la casa de esa mujer, Eftalya, por orden del médico en jefe, para darle unas medicinas, que Cevdet salía de allí y sonreía, como si fuera una costumbre compartir con ella…

Su primera reacción, luego del desencanto sufrido y de los celos, fue querer salir corriendo, sin embargo, tuvo que hacerles frente a ambos porque ella la vio no bien se asomó a la puerta…

Azize sintió que todo se teñía de un color rojizo y se acercó despacio, tratando de no mirar a su marido…

-Buenas noches, el doctor me pidió que le acercara estas medicinas… me alegra ver que usted se encuentra mejor…- dijo con voz clara y aparentemente tranquila.

-Muchas gracias, enfermera…- dijo la mujer y Cevdet abrió la boca para decir algo, claramente sabía de la incomodidad de Azize porque él también la sentía…

Azize no dijo nada, más, solo quería irse de una vez por todas. Asintió y cuando giró para irse, escuchó a Cevdet murmurar un "buenas noches".

Creyó que él la había saludado a ella, pero a los pocos segundos, escuchó sus pasos tras los suyos, él estaba cerca, sin embargo, no la alcanzaba…

A lo lejos, escucharon la puerta de la casa de Eftalya cerrarse y entonces él se adelantó para caminar a su lado…

-Azize…

-No quiero oírte…- le dijo ella aguantando el llanto.

-Por favor…- dijo y la sostuvo del brazo para que ella se detuviera.

-Lamento haberme enterado última de esto, porque además de dolida, me siento estúpida…- le dijo ella en tono bajo, pero tan firme que él creyó que estaba gritando.

-¿De qué tenías que enterarte?

-De que tú y esa mujer…- dijo y no pudo soportar las lágrimas.

-No es así, Azize… -dijo y cuando ella intentó escaparse, la tomó del otro brazo para obligarla a mirarlo.

-Suéltame…- le gritó, esta vez.

-No te soltaré… porque no quiero que pienses cosas que no son…

-Tevfik vino a contármelo hoy…- dijo ella con una voz ronca, casi desconocida.

-¿Por qué será que no me sorprende? - dijo él con rabia.

-Pero hoy estuve con ella en el hospital… y me dijo lo buena persona que eras… que las habías llevado al hospital y te habías asustado tanto, anoche… anoche… cuando debías estar en tu cama conmigo…

-Azize…

-¿Me dirás que es mentira que estuviste con ella?

-Escucha…

-Tú… no eres mi Cevdet… lo que han pasado no fueron solo 7 años… has cambiado…

-Tú también lo has hecho… en otro momento no hubieras desconfiado de mí…

-En otro momento, no me hubieras hecho algo así…- le dijo ella y él se perdió en sus ojos cargados de lágrimas y quiso llorar también.

-Vamos a casa… hace frío, te enfermarás…

-¿Crees que me importa? - dijo ella y él la acercó a su cuerpo.

-Vamos a casa...- insistió.

-Suéltame… me iré al hospital… seguramente encontraré algo mejor que hacer…

-No tienes nada que hacer allí…

-Seguramente será más útil que quedarme en la habitación contigo…

-Azize… basta… vamos a casa… te necesito…

-¿Acaso no entiendes?

-Tú no entiendes… vayamos a algún lugar para hablar… tienes que escucharme…- dijo él y la empujó para llevarla con él.

Por suerte no tuvieron que caminar mucho y llegaron a la mansión un rato después…

Cevdet rogó no tener que cruzarse con nadie y luego de que el personal de la casa los recibió, tironeó de ella para hacerla subir las escaleras…

-Tomaremos un baño…- le dijo a la empleada que tenía a su cargo todo lo que él necesitara.

-Bien, coronel… se lo prepararé…

-No hace falta… mi esposa se encargará…

-Ni lo pienses…- dijo Azize que estaba más repuesta, pero seguía enojada.

-Lo harás… y vendrás a ayudarme…- le dijo y ella inspiró hondo, estaba tan molesta.


Un rato después, él entró con la toalla anudada a la cintura y se quedó esperando a que ella lo hiciera también, el baño estaba cálido, las velas encendidas y había un aroma floral…

Cevdet la recorrió con la mirada y cuando sus ojos se detuvieron en su cara, supo que seguía sufriendo…

-Siéntate aquí…- le dijo y palmeó el lugar a su lado.

-No podemos quedarnos a vivir aquí…- dijo y antes de sentarse, tomó un cacharro y lo llenó de agua.

-Deja eso… hablemos un poco…

-¿Qué me dirás? ¿qué se trata de tu misión?

-Es así, se trata de mi misión…

-No puedo creerlo…- dijo con fastidio y se puso de pie, arrojando con rabia el agua caliente sobre él.

Cevdet suspiró y tomó su mano, el cacharro cayó y ella trastabilló y quedó sentada a su lado…

-Se trata de mi misión…

-Ya basta… ya no quiero sufrir más… ya no más, Cevdet…

-Escúchame…- dijo ya perdiendo la paciencia- yo, no tuve nada con esa mujer… solo fui a verla anoche a su show… porque quería sacarle información… ¿recuerdas el soldado que interrogué?

-¿El que mataste?

-Ese hombre murió porque no teníamos opción… pero antes de hacerlo, me dijo el nombre de esta mujer, por eso tenía que investigar…

-¿Y para eso fuiste a su casa?

-La excusa de que se sintiera mal, cosa que logré yo agregándole algo a su bebida, fue para ir a su casa y buscar alguna pista entre sus cosas…

Azize miró sus labios, claramente lo estaba escuchando, pero estaba algo reticente a creerle…

-¿Acaso no sabes de sobra que yo no podría estar con otra mujer que no fueras tú?

-Creí que lo sabía… pero lo que esa mujer me dijo y lo que acabo de ver…

-Lo se… es difícil… pero tú me conoces, Azize… no he estado con nadie en estos siete años… porque mi corazón estaba aquí, contigo… ¿por qué crees que elegiría este momento para estar con alguien más? A mi no me importa nadie más que tú… sabes que estoy desesperado por recuperarte...

-No quiero sufrir más… y siento que es inevitable, que seguiré haciéndolo… simplemente porque no hay opción…

-¿No me crees?

-No es eso… también está lo que los demás piensan de mí cuando se supone que tienes amoríos con ella… aunque como tú dices, no sea verdad…

-Entiendo… te pido disculpas, entonces… no se qué más decirte...- le dijo y la tomó de la cara.

Azize sintió que sus labios temblaban y entonces él apoyó su boca sobre la de ella, y la besó tiernamente…

-Confía en mí, mi vida… tú eres la única… y te prometo que esto terminará pronto…

Cevdet volvió a besarla y la atrajo a su cuerpo para sentarla sobre sus rodillas.

El beso se hizo más intenso y ella se entregó a la pasión que sentía por él y se olvidaron un rato del mundo…

Luego ella se puso de pie y buscó el cacharro para ayudarlo y se sorprendió cuando él se lo quitó y se puso de pie…

-Déjame hacerlo por ti…- le dijo y ella se sentó y fue él quien la ayudó con el baño.

Esa no era la primera vez que él hacía eso y ambos recordaron una ocasión, mientras ella esperaba a Yildiz, se había pasado el día llorando, tenía miedo de que él no estuviera para el nacimiento….

Entonces Cevdet le prometió que se quedaría allí, que la acompañaría y la ayudó con el baño… y dos días después, tenían a la pequeña Yildiz en sus brazos…

Salieron del baño un rato después, y subieron a su habitación…


Tuvieron la fortuna de no cruzarse a nadie en el camino y cuando llegaron, él tomó cepilló su cabello húmedo y la abrazó un buen rato…

-Azize…- le dijo mientras apoyaba sus labios sobre la frente de ella, disfrutando ese momento de cercanía.

-No se si podré resistir tanto sufrimiento…

-Eres la mujer de un soldado… mi mujer… y eres madre, créeme, estás preparada para sufrir lo que sea… escucha… yo no puedo prometerte que no sufrirás, porque no depende de mí… pero sí puedo decirte que te amaré hasta que me muera, pase lo que pase… tú eres mi vida, Azize… nunca lo olvides…

-Cevdet…- dijo y él sintió que se agitaba.

-Dime mi vida…

-Acepto…- dijo y se produjo un silencio, él tratando de dilucidar si lo que había oído era lo que creía…

-¿Aceptas? - dijo y movió su cabeza para poder mirarla.

-Acepto acompañarte en esto… ser tu norte, tu paño de lágrimas, tu fortaleza… como me dijiste que sería cuando nos casamos… ¿recuerdas?

-Lo recuerdo, sí…- dijo él con la voz temblorosa por la emoción.

-Solo tengo una condición…

-Dime…- él estaba dispuesto a lo que fuera con tal de tener su apoyo.

-Quiero participar…

-¿Participar?

-Formar parte, Cevdet… ayudarte… no solo apoyarte… ¿entiendes?

-Cariño… eso no depende de mí…

-Habla con la persona de quien dependa… quiero hacer algo por mi patria…-dijo con una sonrisa.

-Lo haré… no se si podré lograrlo… pero lo intentaré…- dijo y se perdió en sus ojos.

-Mas te vale que lo logres porque sino te haré la vida imposible…- le dijo tratando de bromear.

-Por favor no…- dijo él y la abrazó con ternura.

Azize se sintió un poco más aliviada, realmente elegía creerle a Cevdet, porque simplemente no tenía ningún motivo para mentirle, y porque su corazón le rogaba que lo hiciera…

Ya habían pasado demasiado tiempo separados, de ahora en adelante, debían dedicarse a hacer las cosas que debían hacer, pero juntos…


Bueno, seguiré pronto! Espero que les siga gustando! Gracias por leer!