Capítulo 8 "Cautivo"

Azize sintió que sus piernas temblaban cuando recordó, después de un rato, lo que había ocurrido con esa mujer, Eftalya…

"Su marido está en peligro"- le había asegurado la mujer y ella, más allá de no demostrar el más mínimo interés, se había quedado preocupada…

Y esa preocupación, la había llevado a tomar la decisión de ir a ver al comandante Vasili, que se rio de su pedido de saber a donde estaba su esposo…

Azize terminó sintiéndose bastante frustrada y a medida que las horas iban pasando, se dio cuenta de que algo grave estaba ocurriendo…

Pensó en Tevfik, pero recordó la advertencia de su marido.

La primera noche fue una tortura… habían pasado muchas cosas en el hospital y en lugar de distraerse y no desesperarse, había encontrado que su única distracción, paradójicamente, era pensar en Cevdet…

Mirando la fotografía y acariciando su rostro, recordando esa dulce y romántica despedida, Azize supo que no le importaba nada más que salvarlo…

Y, con las primeras luces de la mañana, escribió una breve carta a sus hijas, explicándoles que iba a entregar unos medicamentos a una gente en otra ciudad, y se llevó un caballo y el mapa que le había dado Cevdet con su ubicación…

Cuando estaba cerca, dejó su caballo atado y continuó a pie. Sabía que si algo había ocurrido era mejor que llegara sin hacer tanto ruido… así, al menos no la estarían esperando…

Se acercó a una zona del bosque en que escuchó las voces de unos hombres que llevaban los cadáveres de unos soldados con uniforme griego para el río…

Su corazón se detuvo, creyó que su marido estaba entre ellos… y tal vez también el teniente León… entonces era eso, Eftalya le había querido decir que los soldados y Cevdet caerían en una trampa mortal… pero le volvió el alma al cuerpo cuando escuchó que decían que Cevdet estaba con Hasan… quien era, al parecer, su líder…

Se escondió entre los árboles hasta que los hombres terminaron su tarea de arrojar los cadáveres al río y luego los siguió, por suerte unos iban a caballo, pero otros los seguían caminando...

Se detuvieron varias veces por el camino y Azize sintió pánico de ser descubierta, pero por suerte no fue así…


Cuando anochecía, llegaron a una especie de cabaña, la zona estaba custodiada por varios hombres y ella los escuchó discutir con el hombre al que llamaron Hasan, que les recriminaba haber tirado los cuerpos al río…

Se acercó despacio, escondiéndose entre la densa vegetación y llegó a la parte de atrás de la cabaña…

Hasan y sus hombres estaban reunidos en torno un fogón improvisado, en el que cocinaban sus alimentos…

Ella se escurrió hasta llegar a la puerta y cuando todos estaban distraídos, entró y lo vio allí, entre dormido, atado a una de las columnas de madera, algo golpeado y con un par de heridas…

-Cevdet…- murmuró en voz bajísima y cuando él abrió los ojos, pensó que su cuerpo había perdido la batalla y había muerto.

-Azize…- dijo entregado.

-Mi vida… déjame desatarte… tenemos que irnos de aquí…- se acercó y desató el nudo ya desgastado de la soga.

-Azize… ¿qué estás haciendo? - dijo él cuando se dio cuenta de que lo que ocurría no se lo estaba imaginando.

-Vine a buscarte…

-¿A quién le has dicho? - le preguntó con desesperación.

-Vine sola… me dijiste que no confiabas en nadie…- dijo y lo ayudó a ponerse de pie.

Cevdet la miró un instante, tratando de reponerse de la incómoda posición que había mantenido durante casi un día…

-Estás loca…- le dijo y ella lo hizo callar.

-No tenemos muchas posibilidades. Solo hay una entrada, y allí están todos los hombres…

-Deberemos enfrentarlos…

-¿Hablas en serio? Al menos son 6, nos matarán…- se quejó ella.

-¿Trajiste arma?

-¿De dónde podría sacarla, Cevdet? Solo tengo este cuchillo…- dijo y levantó un cuchillo de caza que tenía guardado en su abrigo y había elegido llevarlo para protegerse un poco.

-Quédatelo… intentemos escapar… y sino usaremos las manos…

-Aquí hay un palo…- dijo ella y se lo entregó.


Se acercaron a la puerta y cuando estaban por salir, ella tomó su mano y se miraron con temor…

-¿Cómo haces algo así? - la retó él y ella bajó la vista.

-Me dijeron que ibas hacia una trampa… no podía dejarte morir…

-Azize…

-Te amo, Cevdet… y si está en mis manos ayudarte, estoy dispuesta a hacerlo… no importa el riesgo...-le dijo y él asintió, su mirada se suavizó y apretó su mano con suavidad.

-Te amo…- le dijo él y ella sonrió.

Cevdet entreabrió la puerta y vio a Hasan y sus hombres reunidos, bebiendo… se fue hacia atrás y miró a Azize…

-Si esperamos un rato, probablemente estén todos borrachos y sea más fácil… pero así corremos el riesgo de que a alguno se le antoje entrar aquí y nos descubra…- dijo y ella negó con la cabeza.

-Debemos salir lo antes posible… pero esperemos un momento…- dijo Azize y Cevdet cerró la puerta y se quedaron escuchando.

Pasaron un rato mirándose, diciéndose tantas cosas con los ojos, sin dejar de prestar atención a lo que sucedía afuera, por supuesto…

Entonces, escucharon que Hasan descansaría un rato y sus hombres harían un par de rondas, controlando que los alrededores estuvieran despejados…

-Este es el momento…- dijo y Azize apretó su mano para sentirse más confiada.

Abrieron la puerta y vieron que Hasan estaba solo. Cevdet se acercó por detrás y le pegó un golpe con el palo para desmayarlo…

Corrieron todo lo que pudieron en dirección lo más alejada posible a donde habían ido los hombres y solo se toparon con uno, que cuando quiso detenerlos, Cevdet luchó contra él y Azize le pegó con una piedra en la cabeza y lo desmayó…

Caminaron un buen rato, por suerte esa noche la luna les hizo más visible el camino y llegaron hasta el caballo…

-Escucha…- le dijo él cuando se estaban por subir ambos- no podemos llegar juntos… nos separaremos en cierto punto y cada uno volverá por su lado…

-Está bien…- dijo y él la tomó de la cara.

-No puedo creer lo que hiciste…- le dijo sacudiendo la cabeza.

-No quiero perderte… es todo…- dijo ella con resolución y él besó sus labios con suavidad.

Se subieron al caballo y galoparon de regreso a Esmirna. El camino era bastante largo y cuando aún era noche cerrada, se tomaron un descanso, al llegar a una cabaña abandonada, a la que entraron para guarecerse del frío…

Cevdet encendió el fuego y compartieron un trozo de pan que ella había llevado para el viaje…

Dejaron que el caballo descansara un par de horas y él sostuvo a Azize en sus brazos mientras ella dormía un rato…

Cuando decidieron seguir adelante, resolvieron que él no seguiría con ella, era demasiado peligroso que los descubrieran…

-Te prometo que esta noche dormiremos uno en brazos del otro…- le dijo Cevdet luego de un largo beso de despedida.

-Espero que puedas cumplirlo…- le advirtió ella con una mueca.

-No veo por qué no lo haría…- le dijo él y ella sonrió.

-Te amo…

-Yo también… gracias por lo que hiciste…

-Tú hubieras hecho lo mismo…- dijo ella y él asintió.


Azize volvió en su caballo y cuando llegó, se encontró con la noticia de que el teniente León había sido encontrado herido y estaba en el hospital…

Fingió no estar al tanto de lo que ocurría y se acercó al hospital para interesarse por el teniente… allí encontró el amuleto que ella misma había hecho para Cevdet años antes y, a pesar de saber que él estaba a salvo, sintió que su corazón se achicaba de dolor… de solo imaginar como se sentiría si no hubiese hecho nada para salvarlo…

Esa noche, cuando ella cepillaba su cabello antes de acostarse, y creyendo que él no había podido cumplir su promesa, escuchó que un caballo se detenía en la puerta de la mansión y lo vio a él, caminando hacia las escalinatas de entrada…

Azize lo vio llegar y volvió a revivir lo que había sentido al tener el amuleto en sus manos…

Él le sonrió en cuanto la vio y ella corrió a sus brazos… después de todo, ambos estaban sanos y salvos, Cevdet había cumplido con su promesa y esa noche, dormirían abrazados…


Hasta aquí llegamos por hoy! Gracias por seguir leyendo! Nos vemos en el próximo!