Capítulo 9 "Contigo"
Azize abrió los ojos para encontrarse con los de Cevdet que la miraban con dulzura…
Sonrió sin poder evitarlo, estaba apretada a él, y aunque luego del baño habían hecho el amor, habían decidido quedarse así, piel contra piel, porque de alguna forma pretendían volver el tiempo atrás, cuando eran más jóvenes y pasaban las noches descubriéndose, amándose… porque ahora agradecían estar vivos y eso no era poca cosa…
Azize pestañeó para salir del encanto de los ojos de Cevdet y él besó sus labios con ternura…
-¿Cómo estás? - le preguntó ella deslizando los dedos por una herida en su brazo y sintiendo como él reaccionaba al contacto.
-Muy bien… tengo una enfermera conocida que me cuida mucho…- dijo con una mirada cómplice.
-No debes abusar de eso…- dijo fingiendo algo de enojo y luego sonrió.
-Debo decir que te arriesgaste mucho mi vida… te juro que cuando te vi allí…- dijo y se detuvo, sin estar seguro de compartir ese pensamiento…
-¿Qué?
-Pensé que había muerto y estabas allí… como un fantasma…
-Yo…- dijo acariciando su cara- la verdad es que no lo pensé demasiado, porque si lo hubiese pensado, tal vez habría tenido miedo, por suerte no fue así…
-Yo te entiendo… pero podríamos haber muerto ambos…
-¿Qué mejor que irnos juntos de este mundo?
-La idea es quedarnos… ser felices aquí, con la familia que hemos construido… y que tantas cosas desagradables ha tenido que padecer…
-Cevdet…
-Escucha, Azize… ahora tengo como defender la posibilidad de que estés con nosotros… pero te has arriesgado mucho…
-Entiendo y me encanta, pero en ningún momento pensé en hacer algo para quedar bien… me desesperé porque creí que te perdería… y no pensé…
-Hiciste todo bien… mi vida… y me salvaste ¿qué más puedo pedir?
-Lo se…- dijo ella y sonrió.
-Pero lo justo es justo… y también te arriesgaste…
-Todo salió bien… olvidémonos de esto…
-¿Qué propones para hacerlo?- dijo él alzando las cejas con complicidad.
-Me encantaría seguir aquí y quedarme todo el día en tus brazos, pero debo ir al hospital…
-Fue una noche maravillosa…- dijo él luego de recibir un beso tierno de ella y la observó mientras se levantaba, los años no parecían haber pasado para ella, su piel brillaba a la luz del farol de aceite, porque recién comenzaba a amanecer…
Cevdet se quedó allí, con los brazos detrás de la cabeza, sentado en la cama, observándola y ella se lo permitió, sonriendo de a ratos, sintiéndose deseada y sobre todo amada por su marido…
Cuando estuvo lista, lo abrazó con ternura y besó sus labios para despedirse…
Cevdet se vistió y salió hacia el lugar en donde siempre se encontraba con su contacto, Esref Pasha… quería que supiera de sus propios labios lo que había ocurrido y cómo Azize se había encargado de todo y le había salvado la vida…
Esref era una de las personas que no estaba a favor de incluir a Azize en las misiones, porque consideraba que ella, por más voluntad que tuviera, no haría más que ponerse en peligro y distraer de su misión a Cevdet…
Cuando llegó a ese galpón abandonado, el hombre estaba allí, leyendo una copia del periódico de Esmirna, a la luz de una vela, el lugar era bastante oscuro, a pesar de que el día estaba relativamente cálido y soleado…
-Pasha…- dijo Cevdet algo agitado y el hombre lo miró con un dejo de melancolía.
-Cevdet… me alegra que hayas vuelto sano y salvo…
-Yo también… y fue gracias a Azize…- dijo asintiendo.
-Lo se, pero te dije que incluir a tu esposa no era una buena idea…- le dijo mientras lo observaba acomodar una silla para sentarse frente a él…
-Señor… yo en ningún momento la incluí… ella no sabía nada sobre mi misión, lo único que sabía era que tenía una…
-¿Y cómo es que llegó al lugar?
-Porque le dejé una copia del mapa, para que pudieran localizarme en caso de ser necesario…
-¿Y ella sola fue hasta allí para salvarte? ¿Cómo sabes que puedes confiar en ella?
-Señor… ¿acaso está usted bromeando? Azize es mi esposa… la conozco como a nadie, casi más que a mí mismo... alguien la contactó para decirle que yo corría peligro, que se trataba de una trampa y entonces buscó la forma de llegar y salvarme…
-Es una gran historia de amor la de ustedes… pero no estoy seguro de que nos sirva para la causa…
-Le pido que reconsidere su opinión… ella es una patriota, además de mi esposa… y creo que, en su puesto, podría ser de mucha utilidad…
-Cevdet… te pido que no seas subjetivo… yo puedo entender tu amor hacia la madre de tus hijos, tu compañera…
-Mi otra mitad…- dijo Cevdet algo molesto por la actitud del hombre.
-Así es…
-Pasha… me da la impresión de que quien está siendo algo subjetivo aquí es usted… y se lo digo con todo el respeto y admiración que sabe que le tengo… yo no voy a distraerme… y en todo caso, encontraré algo de apoyo emocional para poder continuar con mi misión sin sentirme tan solo como estos años…
-Cevdet…
-Estos años que pasé solo… fueron una tortura desde el punto de vista emocional… quise morirme, terminar con todo, innumerable cantidad de veces y si no lo hice, fue porque tenía la esperanza de volver a ver a mi familia, en especial a mi mujer… así que…- dijo y el hombre levantó la mano.
-Dile que está con nosotros…- dijo y al ver la expresión de sorpresa de Cevdet no pudo evitar sonreír un poco.
-¿Cómo dice?
-Lo que tenía que ocurrir, ocurrió, ella demostró por sí misma lo que vale para nosotros, se arregló sola y no confió en nadie más que en ti… te sacó de allí y no hubo pérdidas que lamentar… yo no era de quienes la querían con nosotros, lo admito y si te dije todo lo que te dije recién fue para ver hasta qué punto tú la querías hacer parte de esto…
-Gracias…- dijo Cevdet más aliviado y besó su mano con respeto.
Se quedaron un rato allí, hablando de la misión que Cevdet había tenido y luego, él volvió a su puesto en la comandancia…
Azize tuvo un día de trabajo relativamente tranquilo y dos o tres veces, sus hijas hicieron el intento de que ella les contara algo de lo que había hecho ese día y por qué había tardado más de un día… en el hospital, no lo lograron, pero cuando llegaron a la mansión, la siguieron hasta su habitación e intentaron sacarle conversación…
-La verdad es que estaba agotada y la gente de allí me ofreció un lugar para dormir y no lo dudé… no quería quedarme dormida arriba del caballo o que me sorprendiera la noche y pudiera pasarme algo en medio de la nada…
-Es cierto…- le dijo Hilal y Yildiz asintió.
-Papá llegó anoche, ¿verdad? ¿estaba bien?- preguntó Yildiz.
-Sí, sí, muy bien…-dijo y su hija mayor sonrió, veía que la actitud de su madre había cambiado un poco hacia su padre y estaba contenta, quería quedarse en la mansión y si ellos tenían buena relación, probablemente fuera más fácil…
-Me alegra… ¿adónde había ido? - quiso saber y Azize endureció un poco su rostro, de repente se dio cuenta de que su cambio de actitud era notorio.
-No tengo idea, ¿te parece que él me lo contaría? Solo hago lo que tengo que hacer como esposa…
-Creí que querías divorciarte…- insistió Hilal.
-Ya te lo he dicho… las cosas se acomodaron un poco… yo no apruebo que él se cambiara de bando… pero sigue siendo mi marido…
-Pero…
-No quiero hablar más del tema…- dijo con resolución.
-Podrías casarte con el tío Tevfik…
-Ya basta con eso, Hilal…- dijo Yildiz con rabia.
-Hija… yo estoy casada con tu padre y no tengo intención de estarlo con nadie más, espero que lo entiendas… la idea de casarme con el tío Tevfik tuvo que ver con que tu padre había desaparecido y creí que lo había perdido… y entonces Tevfik me ofreció ayuda… pero estando vivo mi marido… no hay nada que pensar… es mi decisión final…- dijo y Hilal inspiró hondo cuando Yildiz la miró con un dejo de superioridad.
-Te lo dije…- le dijo y le sonrió a su madre.
Un rato después, cada una volvió a lo suyo y Azize se asomó a la ventana cuando vio que un carruaje se detenía y Cevdet entraba a la mansión…
Se arregló un poco, sentía que su cuerpo se estremecía por la sola idea de volver a verlo. Habían pasado demasiado tiempo separados…
Se soltó el cabello y se sentó frente al espejo. Trató de disimular un poco la necesidad que sentía de verlo y cuando él entró, apretó los labios…
-Azize…- lo escuchó decir y giró hacia él.
-Coronel…- dijo ella y cuando sus ojos se encontraron, supo que a él le ocurría exactamente lo mismo.
-Necesito hablar contigo…- le dijo y cerró la puerta.
-Te escucho…- le dijo ella y se puso de pie, cerrando la distancia que había entre ambos y él la abrazó y hundió la nariz en su cuello.
-Quería decirte…- comenzó él y ella se separó para mirarlo a los ojos- que has causado una fuerte impresión en la gente para la que trabajo…
-¿Fue así?- preguntó ella sorprendida…
-Y… ellos te han aceptado…- dijo y Azize se tapó la cara con una mano, algo sorprendida y emocionada.
-Me hace muy feliz…
-A mí también… estoy profundamente orgulloso de ti…- le dijo él y ella lo miró con los ojos húmedos.
-Yo estoy feliz de tenerte de vuelta… conmigo…
-Contigo…- le dijo y la apretó entre sus brazos.
Comenzaba ese día una nueva misión para ambos, pero ¿qué podría ser mejor que compartir sus momentos, cómplices en todo, no solo en el amor…?
Hasta aquí llegamos hoy! Gracias por seguir leyendo! Nos vemos en el próximo!
