Capítulo 10 "Hasta ahí"

Azize sonrió al levantarse de la silla desvencijada que tantas veces había usado su marido al entrevistarse con Esref Pasha. El hombre parecía confiable, aunque ella se había dado cuenta de que aún no confiaba demasiado en ella…

Habían hablado de la importancia de la misión de Cevdet y de lo comprometido que él había estado desde el principio.

Esref Pasha le había comentado su desconfianza hacia Tevfik y ella le había prometido estar atenta. Esa era su misión por ahora, estar atenta a Tevfik y a su posible traición a su propio ejército…

Azize no podía creerlo, simplemente no le parecía posible que el coronel fuera un traidor, aunque se había dado cuenta de la reticencia que tenía hacia Cevdet y el claro interés de él de casarse con ella…

Llegó al hospital y una horas después, una de las enfermeras le contó que había un niño que la estaba esperando.

Ella lo fue a ver y el niño sin decirle una palabra, le entregó un papel. Azize reconoció la letra de Cevdet y sintió que se estremecía, todo eso era muy cierto, pero en un punto, se sentía como un juego y Cevdet parecía feliz de jugarlo junto a ella…

"Ven al cuartel. Inventa una excusa y tengamos una discusión para no levantar sospechas. Necesito verte ahora mismo."

Azize inspiró hondo, acarició la cara del niño que le había traído el mensaje, le dio una moneda y lo envió a su casa.

Dejó su tarea en manos de una de las enfermeras más experimentadas y se quitó el uniforme para ir al cuartel…


Entró ante las miradas de los soldados, ellos ya sabían quién era ella, pero no había trato con ninguno…

Cuando llegó a la puerta del despacho de Cevdet, el soldado que custodiaba la entrada, la miró con algo de incomodidad…

-Necesito ver al coronel… es importante…

-Señora… el coronel está ocupado, pidió que no se lo molestara…

-Escúcheme bien, soldado…- dijo ella levantando bastante la voz- si usted no me anuncia, entraré directamente…

-Señora… yo…- empezó a decir el hombre y la puerta del despacho se abrió y Cevdet la miró de arriba hacia abajo, su mirada glacial…

-Te escucho gritar desde adentro, mujer… ¿acaso no sabes acatar una orden?- dijo enojado.

-¿Orden dices? Tú serás del ejército griego, pero yo soy tu mujer… y necesito hablar contigo…- le dijo, sus ojos despidiendo chispas.

-Entra… espero que seas breve… y que sea importante…- dijo y el soldado se hizo a un lado para dejarla pasar.

Cevdet cerró la puerta y cuando se volvió la tomó entre sus brazos y hundió su nariz en su cuello…

-Lo siento, mi vida…- le dijo sobre su piel y ella sintió que se estremecía.

-No te preocupes… de alguna manera esto me hace sentir que hago lo necesario para ayudarte…

-Pero… es que odio hablarte así… tratarte así...

-Es un pequeño acto para continuar con nuestra misión…- le dijo sonriendo con complicidad.

-Nuestra… eso suena mejor de lo que creí… pero…- dijo y su mirada se ensombreció.

-Pero…- dijo ella y miró sus labios, había algo que él quería decirle.

-Hablé con el Pasha hace un rato…

-Te contó que nos entrevistamos hoy más temprano…

-Así es…

-¿Pasó algo?

-No quiero que tu misión sea estar cerca de Tevfik…

-Cevdet… es una misión… y la verdad es que el Pasha tiene razón… tenemos que aprovechar que él tiene cierto interés en mí para investigar que nos oculta… que es la sospecha que ustedes tienen…

-Pero que estés cerca de él no es negociable… no quiero eso…

-Cevdet… por favor, esta misión es más importante que un ataque de celos…

-Azize, estuviste a punto de casarte con él… ¿qué me estás diciendo?

-Es verdad, estuve a punto de casarme con él, pero ya te expliqué los motivos… nunca podría enamorarme de alguien como él… porque te amo a ti...

-Lo se… pero eso no impide que él esté enamorado de ti y se aproveche de eso…

-No pasará… y si pasa, lo utilizaré a nuestro favor…

-No me gusta…

-Lo siento...- dijo ella y suspiró- deberás confiar en mí…

-En ti confío, en quien no confío es en él…- dijo y la tomó de los hombros.

-Mi vida…- dijo y acarició su barba- lo único que me importa eres tú y la posibilidad de ayudarte a que esto termine lo antes posible… ¿nos vemos en casa esta noche?

-Llegaré cuando termine aquí…- dijo él algo molesto con la situación.

-Mientras vuelvas…- dijo ella y besó rápidamente sus labios- eres un necio…- dijo en voz alta para que la escucharan desde afuera y él sonrió sin poder evitarlo- te amo…- bajó la voz y abrió la puerta.

-Estoy harto de tus tonterías…- dijo él siguiéndole el juego.

-Y sin embargo estás conmigo…- le gritó ella mientras caminaba por el pasillo.

Cevdet sonrió y suspiró. No podía negar que, aunque la situación no le gustara demasiado, era mucho mejor compartir su pesada carga con su mujer…


Azize volvió al hospital y se encargó de sus tareas. Tevfik fue a verla al atardecer, cuando ella casi terminaba y se preparaba para irse…

-No quiero molestarte, Azize… solo venía a interesarme, me enteré que tuviste una discusión con Cevdet más temprano…

-¿Te enteraste? - le preguntó alzando las cejas. Ella no podía creer lo evidente que era que él estaba pendiente de cada paso que ella daba.

-Bueno, tú sabes como son las cosas en un pueblo pequeño… la gente habla y comenta…

-Tuve una discusión con Cevdet… es inevitable, él quiere que lo obedezca y yo estoy demasiado acostumbrada a manejarme sola… y el uniforme griego no ayuda para nada…

-Entiendo… no lo tomes a mal, pero yo creo que deberías abandonar la mansión… divorciarte de él… Cevdet ya no es el mismo y…

-Tevfik… no hay nadie en el mundo que sepa mejor que yo que Cevdet no es el mismo…- le dijo y él sonrió, contento de que ella finalmente lo reconociera.

-¿Entonces? Yo estoy trabajando para recomponer tu casa… y mi propuesta sigue en pie…

-Me temo que no podré aceptarla… Cevdet estará con los griegos, pero sigue siendo mi marido… yo te agradezco la intención y me gustaría que pudiéramos seguir siendo amigos…- dijo y vio que los ojos de Tevfik se ensombrecían.

-Bueno… no es lo que yo hubiera preferido, pero lo entiendo… lo que no puedo asumir es que estés allí, compartiendo con todos ellos… no es lo mejor y no es lo que yo quiero para ti…

-Lo se… quiero suponer que esto es temporario… ya veré qué hago…- le dijo ella y él asintió.

Tevfik se ofreció a acompañarla a la mansión y ella, con algo de reticencia, decidió aceptar, en su cabeza le había dejado en claro que eran solo amigos y sobre todo, que él había entendido, más allá de lo que quisiera…

Cuando llegaban, se encontraron con Cevdet, que bajaba de su caballo y los miró de mala manera, apenas saludándolo a Tevfik, era claro que Cevdet no podía evitar la rabia al verlos juntos…

Azize se deshizo rápidamente del un Tevfik complacido y siguió a Cevdet hasta dentro de la casa…

-Cevdet…- le dijo ella y él no le contestó.

Ella se apresuró y caminó casi pegada a él mientras subían las escaleras. Vagamente ambos registraron el saludo de la señora Veronika hasta que llegaron a la habitación…

-Cevdet…- insistió ella y él la miró con rabia.

-Te dije que no me gusta verte con Tevfik…

-Sabes perfectamente que te respeto, y que es parte de mi misión mantenerme cerca de él, Tevfik solo me acompañó hasta aquí… es todo…

-¿Todo? Ese tipo está enamorado de ti…

-¿A quién le importa eso? Yo solo cumplo con lo que me han pedido… ¿por qué no confías en mí? ¿acaso no pasó algo similar con esa mujer, Eftalya?

-Dime como te sentiste, creyendo que yo tenía algo con ella…

-Horrible… hasta que me lo aclaraste… que es lo que yo vengo haciendo contigo desde que te conté que iba a casarme con él…

-No quiero acordarme de eso…

-¿Cevdet qué te sucede? ¿de verdad piensas poner en peligro la misión que te apartó de tu familia durante siete largos años por una cuestión de celos?

-Tienes razón…- le dijo enojado mientras se quitaba el uniforme- haz lo que quieras… ¿quieres el divorcio para casarte con él?

Azize se quedó mirándolo sin palabras, de pronto sintió que no podía contener las lágrimas y él, cuya mirada glacial seguía pendiente de ella, bajó la cabeza, algo dolido por sus propias palabras…

-No hagas que piense que compartir esto contigo es un error…- le dijo ella con dureza.

-No podría… pero me duele y… simplemente no puedo manejarlo…- dijo y ella se secó las lágrimas.

-Pues… no se qué decirte… solo hago lo que han pedido…

-Lo se…- dijo él y la apretó entre sus brazos- lo se…

Azize se permitió llorar un poco más, era conciente de que todo eso era muy difícil para ambos, pero que tenía un lado positivo… juntos era menos pesado de sobrellevar… ahora tenían que esperar que el amor pudiera curar las heridas…


Bueno, nadie dijo que sería fácil... pero dicen que la carga compartida se hace más liviana... veremos como sigue! Gracias por leer!