Capítulo 11 "Perder el control"

Cevdet entró al hospital buscándola. Realmente necesitaba hablarle, y el recurso de enviar al pequeño con el mensaje ya lo había utilizado demasiado… y no quería levantar sospechas…

Desvió su mirada varias veces, creyendo que la reconocía entre las enfermeras y cuando finalmente sus ojos la divisaron a lo lejos, estaba atendiendo un paciente…

-Enfermera…- dijo y ella giró para mirarlo.

-Coronel…- dijo en voz baja y se quedó mirándolo.

-Necesito que me entregue unos informes… de unos soldados de mi ejército que fueron atendidos en estos días…- dijo y Azize achicó los ojos, como si no comprendiera y él inspiró y alzó las cejas.

-No tengo informes que entregarle, señor…- dijo con sequedad.

-Por favor, acompáñeme… si es necesario hablaremos con el médico en jefe…

Azize sintió la mano de él empujándola con suavidad y caminó delante, hacia el depósito de medicamentos, el único lugar en donde podrían intercambiar alguna palabra sin estar a la vista de todos…

Se cercioraron de que nadie los viera cuando entraron y Cevdet cerró la puerta.

-Mi coronel… ¿qué ocurrió?

-Azize…- le dijo sosteniéndola cerca de su cuerpo, mirándola con ternura.

-Me asusté, creí que pasaba algo malo…

-Mas o menos… escucha, mi vida… me enteré de que llegaron unas armas… están en un depósito… un arsenal...

-¿Qué necesitas que haga?

-He planeado volar el depósito… pero escuché que Hilal está dando vueltas por allí… esa niña está demasiado enojada y comprometida con la resistencia… pero me da miedo…

-Lo se… lo se… pero dime, cariño… ¿no es demasiado peligroso?

-Azize…- dijo y besó sus manos, que estaban reunidas con las de él- todo lo que hacemos es peligroso… pero no podía perdonarme que algo le sucediera a nuestra hija…

-Es tan difícil controlar a esa niña…- dijo y cerró los ojos con impotencia.

-Hay que hacerlo… es necesario… imagínate que yo no puedo pensar en cumplir con mi misión si ella no está lo suficientemente alejada…

-Bien… haré todo lo posible…

-Gracias… ¿tuviste alguna novedad de Tevfik?

-¿Qué quieres saber?

-Azize…

-Cevdet, por favor… quieres saber cuán cerca estuve de él…- dijo con algo de recelo ella.

-No puedo evitarlo… no puedo imaginarme cuanto tratará él de aprovechar la situación para caerte en gracia…

-¿Qué te importa eso? ¿Acaso no te alcanza con saber que te soy fiel y que si me acerco a él es por nuestra misión?

-Es muy difícil…- dijo y apoyó su frente sobre la de ella y la escuchó suspirar.

-Es una lástima verte sufrir así…

-No puedo evitarlo… si te pierdo…- dijo y ella vio que los ojos se le llenaban de lágrimas.

-No sucederá… ¿acaso no sobrevivimos 7 largos años separados?

-Pero estaba en nuestro corazón la seguridad de que volveríamos a encontrarnos…

El momento se interrumpió un poco porque escucharon que, a lo lejos, alguien buscaba a Azize…

-Por favor aleja a nuestra hija de la resistencia…

-¿Alejarla de la resistencia, dices? Eso es imposible… aunque podría convencerla para que no insista con el tema de ese depósito…

-Hazlo… es necesario…- dijo y besó sus labios rápidamente y salió del depósito sin ser visto.

Azize se arregló la ropa inconscientemente antes de salir, más allá de lo que ella pensara, Cevdet tenía razón, si Hilal no dejaba de lado un poco su actividad con la resistencia, podría llegar a salir herida innecesariamente…

El día continuó sin grandes sobresaltos y Azize esperó a volver a la mansión para poder hablar con su hija. La había notado algo extraña esos días y cuando Hilal estaba así, sin duda se trataba de algo que se traía entre manos…


Cevdet se enfocó en sus quehaceres y decidió que esa noche haría estallar el arsenal griego…

Por un momento se le pasó por la cabeza que su hija podría pensar en algo similar y sintió un escalofrío… ya había estado a punto de matar a su hijo por no haberlo reconocido a tiempo…

Entrecerró los ojos y rogó para que Azize pudiera hacerla reflexionar y desistir de seguir en esas actividades que eran demasiado riesgosas…

Estuvo en el arsenal con una excusa inventada y planeó la forma de volarlo… tenía que ser esa misma noche…

Ya casi había anochecido cuando decidió volver al cuartel, regresaría para detonar la carga una vez que la guardia de los soldados cambiara, así no habría posibilidad de que ninguno pudiera saber que él había estado allí y viviera para contarlo…

Al salir se encontró con un grupo de manifestantes y sacudió la cabeza al ver que su hija estaba allí…

Inspiró hondo, evidentemente su mujer no tenía la firmeza suficiente como para sostener a su hija en el lugar que debía…

Se acercó firme, temblando por dentro, con miedo de perderla, enojado por fuera… rabioso…

-¿Qué estás haciendo aquí? - le preguntó de mala manera y vio la desilusión y la ira en los ojos de ella.

-Vengo a apoyar a mis hermanos…- dijo y se cruzó de brazos- usarán este armamento para tomar nuestras vidas, no lo vamos a permitir…

Cevdet vio a la pequeña Hilal, aquella que gritaba y se envalentonaba por las causas justas desde pequeña, tan distinta a su hermana Yildiz, que se la pasaba todo el tiempo mirando las flores, mirándose al espejo y soñando con un príncipe azul…

-Lo único que lograrás es salir lastimada… yo no quiero eso para ti…

-No me importa, yo moriría por mi patria…- le dijo la chica casi gritando- soy mejor que tú…

-Vete de aquí, Hilal… ahora…- le gritó él y vio como ella levantaba su cara, en clara demostración de que lo estaba desafiando.

-Hilal…- escucharon ambos la voz de Azize que iba mezclándose entre la multitud para llegar a ella- Hilal, hija…

-Llévate a esta niña de aquí…- le gritó no bien ella llegó hasta allí y se perdió en sus ojos, de alguna manera culpándola de no haber podido manejarla.

-Hilal por favor…- dijo Azize tratando de convencerla de que salieran de allí.

-No me iré de aquí, madre…- dijo la chica con rebeldía, sin dejar de mirar a su padre.

-Soldados…- dijo con voz enérgica, sus ojos primero en los de su hija, y luego en los de su mujer- preparen sus armas…

Azize lo miró con furia cuando vio que los soldados disparaban al aire y dispersaban a todos los presentes, incluidas ellas…

Hilal salió con Azize de la multitud y se alejó corriendo, entre asustada y enojada por la vergüenza que había sentido al ver a su padre intentando que ella no cumpliera con su cometido…

Azize trató de calmarse mientras se alejaba de la multitud… había momentos en los que sentía que podría odiarlo a Cevdet… ¿cómo se había atrevido a hacer que sus soldados dispararan?

Sintió una mano de él sosteniéndola del brazo y arrastrándola a un callejón para que nadie los viera…

-Suéltame, Cevdet…- le dijo y él la cubrió con su cuerpo para que no siguiera gritando.

-Te pedí algo y no lo cumpliste…

-¿Crees que para mí es fácil? - le dijo en voz baja, quejándose.

-Fácil o difícil, tenías que hacerlo… no puede ser que no puedas controlar a tu hija…

-Que yo sepa, también es tu hija… ¿acaso pudiste controlarla?

-Eso debías hacerlo tú…- le dijo enojado.

-¿Qué puedo hacer? Desapareció mientras yo terminaba el vendaje de un soldado…

-No puede pasar… no podemos darnos el lujo de perder a nuestra hija… ¿lo entiendes?

-Lo entiendo…- dijo ella enojada.

-Lo que haré… será esta noche… así que te pido que hagas lo que debes de una vez por todas y no permitas que nadie de la familia se acerque a ese lugar…- le dijo y ella lo empujó con enojo.

-Solo espero que no te maten…- le dijo ella y siguió caminando.

Cevdet se quedó mirándola, ella podía tener razón en estar enojada, pero parecía no comprender la realidad cruda a la que se enfrentaban… y había errores que no podían cometerse…


Bueno, hasta aquí llegamos por hoy! Nos vemos en el próximo! Gracias por leer!