Capítulo 17 "Vientos de cambio"
Azize abrió los ojos con dificultad, estaba demasiado cansada últimamente y de inmediato estiró la mano buscándolo. Parecía mentira que hubiesen estado tantos años separados y por un par de noches en las que habían vuelto a compartir la cama, ella ya se había acostumbrado a tenerlo cerca…
Se mordió el labio con impotencia en cuanto recordó esa última conversación con Cevdet, él estaba dolido con ella y en un punto tenía razón. Pero tampoco había sabido comprenderla y a sus motivos para dejar la mansión…
Se estiró un poco, trató de comenzar bien el día, de fijarse metas más positivas, porque gracias a sus esfuerzos y a los de su marido, su hija menor se había salvado de una situación muy complicada, y eso no podía dejar de reconocerlo…
Decidió levantarse y cuando se acercó a la cocina, mamá Hasibe estaba cocinando…
-Madre… yo puedo encargarme de todo… no se preocupe…- dijo con preocupación cuando la vio amasando.
-Tú debes ir a trabajar… te haces cargo de todo, Azize… no creas que no me doy cuenta de lo que sucede aquí…
-No se a qué se refiere…- dijo y la mujer la miró de costado y dejó lo que hacía, se limpió las manos y se sentó en una silla, palmeando el lugar a su lado.
-Querida… no existe persona en este mundo que te entienda como lo hago yo… se por todo lo que estás pasando… tus preocupaciones, tu desilusión por Cevdet…- dijo y Azize abrió la boca, pero quiso dejarla terminar- y también tu profundo amor por él…
-Madre…
-Escucha…- dijo y la tomó de las manos- quizás creas que lo que diré es una locura… pero no abandones a Cevdet… aunque él esté confundido, te necesita mucho para que puedas guiarlo… algún día se despertará del mal sueño y te tendrá a su lado para recuperarse…
-¿Usted de verdad cree eso?
-Cariño, he visto como lo miras… y aunque él se esconda detrás de ese horrible uniforme griego, te sigue amando como el primer día… eso es claro…
-Pero ¿qué espera que haga, entonces?
-Que estés a su lado… que lo traigas otra vez a casa…
-Pero madre… él no querría venir aquí… esta casa es de Tevfik… y Cevdet está muy celoso pensando que Tevfik tiene interés en mí…
La mujer sacudió la cabeza con impotencia.
-Entonces debes ir allí y quedarte con él… no podemos darnos el lujo de perderlo...
-¿Usted cree?
-Estoy completamente segura…- dijo la mujer y ella se quedó pensativa.
Se aprontó para ir al hospital y cuando llegó, las enfermeras le dijeron que Cevdet acababa de irse, había venido a pedir unos informes sobre unos soldados que ellas habían atendido esa semana…
Se sintió una tonta porque de inmediato se lamentó por no haber llegado antes y se dio cuenta de que tal vez él había ido en ese horario para no verla…
Azize se sentó en uno de las sillas que usaban para descansar e inspiró hondo. Mamá Hasibe, aún en su ignorancia de la realidad, tenía razón… no había necesidad de echar a perder su relación con Cevdet, después de todo ellos se amaban lo suficiente como para luchar para salir adelante, a pesar de todo… de la guerra, del odio y la muerte que tenían a su alrededor…
Se dedicó a sus tareas mientras decidía que hacer… porque no hacer nada estaba fuera de discusión…
Yildiz se acercó a ella para preguntarle algo y Azize le explicó. Pero la chica la conocía lo suficiente y supo que algo le sucedía…
-¿Qué pasa? ¿extrañas a papá?
-Bueno… creo que es entendible… a pesar de todo es mi marido y lo amo…- dijo y Yildiz sonrió apenas.
-¿Volverás a la mansión con él?
-No lo se… ¿tú qué piensas?
-A mí me gustaría que volviéramos a la mansión, o que papá se mudara con nosotros… pero se que no lo hará porque odia que vivamos en la casa del tío Tevfik…
-¿Él te dijo eso?
-No… no hizo falta…
-Entiendo…
-Deberías ir con él… nosotras somos grandes y podemos cuidarnos, mamá… además está…
-Mamá Hasibe… lo se… ella también me dijo que fuera con tu papá…
-¿Qué esperas entonces?
Azize pestañeó, como si le costara trabajo moverse, porque en su cabeza, ya la decisión estaba tomada…
Terminó temprano con sus tareas y esquivó a Tevfik, que fue a verla y ella se escondió para no cruzárselo…
Se dirigió al cuartel general y pidió de hablar con Cevdet…
El soldado que estaba en la puerta de entrada le dijo que el coronel estaba algo ocupado y que había pedido que no lo molestaran…
-Soldado…- dijo Azize con una voz que ni ella reconoció- yo no soy una molestia para el coronel… soy su mujer… si usted no me deja entrar, entonces tendré que ponerme a gritar para que él me escuche…
-Señora…
-Déjeme pasar…- dijo y lo empujó hasta que el joven se movió un poco y la dejó pasar.
Cevdet levantó la vista del papel que leía y la observó con mirada glacial…
-¿Acaso no te dijeron que pedí que no me molestaran?
-Creí que yo no te molestaba… creí que yo tenía privilegios…- dijo ella dolida.
-En algún momento los tenías… ahora…
-¿Ahora qué? - dijo ella acercándose.
-Ahora no te importa… y fingiré que a mi tampoco…
-¿Qué dices, Cevdet? ¿cómo puedes pensar que no me importa?
-Te fuiste de mi casa y te mudaste a la de Tevfik…
-Te expliqué los motivos… yo quiero estar contigo… me haría feliz que vinieras con nosotros…
-No iré… no lo haré Azize… eres tú la que tiene que seguirme a mí… pero no voy a obligarte…- le advirtió.
-Lo haré…
-¿Qué?
-Volveré contigo a la mansión si es lo que tú quieres…- le dijo y él se perdió en sus ojos.
-¿Y tú qué quieres?
-Estar contigo… ya te lo dije…
-Azize…- dijo con algo de alivio y se puso de pie.
-Cevdet… no podemos permitirnos estar separados… estuvimos así durante siete años… ¿no te das cuenta?
-Sí…- dijo entre dientes él y la tomó del brazo para acercarla a su cuerpo.
-Esto no puede volver a pasar… ¿estamos de acuerdo? - le preguntó y él sonrió mientras la observaba.
-Por supuesto…- dijo él- pero Tevfik…
-Ya basta con él…- dijo y buscó con sus labios los de él- deja de hablar y bésame…
Cevdet no necesitó que ella le repitiera lo que quería y se adueñó de sus labios, besándola con pasión durante unos instantes…
Una vez que se obligaran a separarse, ella le sonrió con complicidad y se acomodó la ropa y el velo que le cubría el cabello, y él casi le había quitado.
-¿Me acompañarás a buscar mis cosas? - le preguntó ella tomándolo de la mano y entrelazando sus dedos.
-No deberías habértelas llevado…- dijo él y ella sacudió la cabeza.
-¿Seguirás buscando discutir conmigo?
-No puedo evitarlo… adoro tu expresión cuando te enojas…- le dijo él sonriendo seductor.
-Lo se… espero que no te abuses de eso…- le advirtió ella.
-Ahora tienes que irte… no está bien que estemos aquí encerrados…- le dijo y ella sonrió.
-Nos vemos en casa, más tarde…- y cuando llegaba a la puerta, él la llamó.
-Azize…- y ella giró para mirarlo- te amo…
-Yo también…- le dijo antes de abrir la puerta y le dedicó una sonrisa.
Parece que las cosas se arreglaron entre Azize y Cevdet. Veremos como sigue! Gracias por leer!
