Capítulo 18 "Algo habrá que hacer"
Azize alzó las cejas cuando el comandante Vasili sacudió la cabeza al verla entrar. Pero de inmediato se repuso y le hizo una reverencia a manera de saludo. Ella estaba segura de que el general odiaba que ella siguiera al lado de Cevdet y en un punto, eso le daba mucho placer…
La señora Veronika le hizo algún que otro comentario, ella le agradeció su interés en el tema de Hilal y luego, la mujer la liberó para irse a su habitación, no se habló de porqué sus hijas y su madre habían decidido no vivir más allí, porque las explicaciones no iban a ser demasiado alentadoras para ese pequeño impass…
Azize se excusó cuando la invitaron a compartir la cena y le pidió a la cocinera un menú muy sencillo que hasta se ofreció a prepararlo ella, para llevarse a la habitación… se sentía incómoda en esa casa…
Cevdet tardó mucho más de lo que ella esperaba, pero trató de estar despierta, quería reencontrarse con él, abrazarlo, dormir en sus brazos… ¿Acaso pedía tanto?
Finalmente, el sueño la venció y cuando él llegó, estaba recostada, abrazada a su almohada…
Cevdet sonrió con ternura. Si había algo que lo sacaba de su estado a veces bastante pesimista sobre el futuro de su misión, era tenerla a ella cerca… poder observarla, así, tan hermosa y tan tranquila…
Se quitó la chaqueta, la colgó y aflojó los botones de su camisa sin dejar de mirarla, ella se quejó un poco en sueños y eso lo hizo sonreír… se quitó los zapatos y se recostó a su lado…
Azize abrió los ojos y pestañeó, tratando de despertarse, los ojos de él se veían tan tiernos que le parecía uno de esos sueños que tenía cada tanto, en la larga espera que significaron esos siete años de no tenerlo…
Cevdet levantó una mano y acarició su cara. Ella sonrió levemente, tratando de mantener abiertos sus ojos. Estaba demasiado cansada esos días…
-Siento haber tardado tanto…- dijo y ella besó su mano cuando pasó cerca de sus labios.
-Yo también… te eché de menos… quería esperarte despierta…
-Ahora lo estás…- dijo él y alzó las cejas con interés.
-¿Qué hora es?
-Pasada la medianoche…
-¿Por qué tardaste tanto?
-Tuve una reunión con el Pasha…- dijo en voz baja y volvió a aparecer el semblante algo sombrío.
-¿Pasó algo?
-Él no acepta determinadas cosas… me fastidia que no pueda comprender…
-¿Qué es lo que no acepta?
-Que le cambien las cosas, en primer lugar… cuando le sugerí decirte la verdad… puso piedras en el camino… después tuvo que reconocer que no fue lo que imaginaba… no me ayudó en lo más mínimo a salvar a Hilal… hasta me dijo que era un sacrificio esperable…- dijo y Azize apretó los dientes para no decir nada, no quería empeorar las cosas- y ahora cree que debemos casar a nuestra hija con su sobrino…
-¿Su sobrino?
-Tu jefe… el médico director del hospital...
-¿Es su sobrino?- preguntó sorprendida.
-Así es… parece que él está enamorado de Yildiz y el Pasha piensa que sería una unión muy beneficiosa…-dijo y Azize bajó la cabeza.
-¿Y tú qué piensas?
-Prefiero eso y no al teniente León… aunque, honestamente, si eso fuera lo que nos acerca a mejores relaciones familiares con los griegos…
-No voy a entregar a mi hija a los griegos…- dijo ella solemne, cortante.
-Lo se… yo tampoco quiero hacerlo… pero no me gusta ese hombre para Yildiz…
-¿Qué harás? ¿Acaso te pondrás en contra de ese hombre?
-Ya lo he hecho con lo tuyo… y con lo de Hilal…
-Es decir que terminas haciendo lo que quieres…- dijo ella.
-En parte… aunque luego tengo que soportar sus reproches…
-Y la mayor parte del tiempo no tiene razón…
-Yo creo que él tiene su propia agenda aquí…
-¿Qué dices, Cevdet?
-Digo que no se si es del todo confiable… y no me refiero a que sea un traidor, como Tevfik… pero estoy seguro de que sus intereses son más importantes que la famosa misión…
-¿Tú crees que Tevfik es un traidor? - dijo ella algo sorprendida- y con respecto al Pasha… bueno, tú eres quien lo conoce mejor… confío en tu juicio…
-Tevfik hace lo que sea para sobrevivir… y no me extrañaría nada que estuviera detrás de quienes me dispararon aquella vez por la espalda…- dijo y Azize abrió los ojos.
-¿En serio piensas eso?
-Azize…- empezó a decir.
-Cevdet… quiero decir… en cualquier otro momento te diría que no lo creo capaz… y que quizás está hablando tu corazón porque no puedes soportar que él tenga… sentimientos por mí… pero me parece atroz que él esté involucrado en quienes quisieron matarte…
-No tengo dudas… pero tampoco puedo probarlo por ahora…
-Lo siento…- dijo y tomó su mano- realmente me apena que ustedes, que se querían como hermanos, terminen así… y que él te traicione…
-En todo sentido…- terminó la frase él y ella asintió.
-Cevdet… cariño… ¿qué vamos a hacer? Siento que todas las puertas se están cerrando y tengo miedo de que nos quedemos atrapados…
-Lo se… por momentos pienso lo mismo…-dijo él y buscó con sus labios su frente.
-Mi héroe…-dijo ella con los ojos cerrados. Se sentía tan segura estando así con él.
-Azize…- dijo él y se arrodilló en la cama delante de ella. Azize imitó su posición y quedaron enfrentados…
-Te escucho, Cevdet...- dijo en voz baja ella.
-No tienes idea de lo que significa para mí tenerte a mi lado… poder confiar en ti, que me comprendas sin juzgarme… aunque a veces te enojes, y con razón… yo…- dijo y su voz se quebró un poco- yo no se qué haría sin ti…
-Mi vida…- dijo ella y besó su mejilla, a propósito tocando su barba- alguna vez me acusaste de no tener patria… y yo te dije que mi patria eres tú… tú eres mi destino, Cevdet… y no solo lo acepto, lo abrazo con pasión… y lo seguiré haciendo hasta mi último suspiro…- le dijo y él se quedó mirándola.
-A veces me pregunto si realmente te merezco…- dijo y la vio sacudir la cabeza.
-Saldremos de esto… lo haremos juntos…- le dijo ella un poco más confiada y él miró sus labios. De repente todo se convirtió en una nebulosa.
Había tanto amor, tanta pasión, pero tanto cariño a la vez, que ambos agradecieron que ese destino los hubiera vuelto a juntar porque evidentemente tenía planes para ambos…
Cevdet la atrajo hacia su cuerpo mientras buscaba sus labios con los suyos y ella se permitió sonreír. Era increíble cómo ambos se olvidaban de todo, de las preocupaciones, de la guerra, de las injusticias… cada vez que conseguían recrear ese amor a través de las caricias…
Se entregaron a la pasión, la misma que compartían antes de separarse y que luego de esos siete largos años volvió a unirlos…
Cuando todo terminó, ella se recostó sobre él, sonriente, plena… satisfecha y él besó su hombro, todavía tratando de recuperar el aliento…
-Algo habrá que hacer…- le dijo sobre su piel y ella lo miró y asintió…
Tenían que pensar en algo para poder hacer las cosas bien y darse cuenta en quién podían confiar…
Espero que les siga gustando! Gracias por leer!
