Capítulo 20 "Bendición"
Cevdet hizo una mueca cuando vio que el capitán Yakup se acercaba a él con paso firme, si algo tenía que decir de él, de lo poco que había llegado a conocerlo, era que se trataba de un tipo seguro, confiado…
-Coronel…- dijo el joven.
-Capitán…- respondió Cevdet y le hizo un gesto con la cabeza. Se trataba de un lugar seguro, así podrían hablar…
-Dígame, ¿en qué puedo serle útil?
-Mi hija, Yakup…
-¿Su hija?
-Yildiz… mi hija… ¿qué pasa con ella?
Cevdet se quedó mirándolo, esperando una respuesta y lo vio pasar del desconcierto a la comprensión en cuestión de segundos…
-Yildiz es su hija…- dijo en voz baja.
-Así es… me extraña que siendo un hombre tan entrenado para ciertas cosas, no te hayas dado cuenta de ese… "detalle"- dijo con algo de sarcasmo.
-Señor…- comenzó a decir.
-Ahórrate los discursos… quiero saber qué ocurre…
-Bueno, no se qué le habrá dicho ella… pero nos conocimos de casualidad y después de un par de encuentros y charlas, yo me enamoré de ella…- dijo y bajó la vista, de pronto toda su seguridad y aplomo habían desaparecido.
-Ella no me dijo nada… su madre me lo explicó… cuando intentamos convencerla de casarse con el médico en jefe…
-Entiendo…
-Quiero ser honesto contigo… yo no sé cuales eran tus planes con ella… pero la realidad es que tienes una vida comprometida con la patria…
-Así es…
-Y no se si consideras la opción de casarte…
-¿Usted me otorgaría el permiso para hacerlo?
-¿Tú quieres casarte con mi hija?
-Por supuesto… le dije que me había enamorado…- dijo y el gesto de Cevdet se suavizó.
¿Estás seguro?
-Es una mujer hermosa por dentro y por fuera… me encantaría estar a su lado…
-Es una mujer rebelde, como su madre y su hermana…
-Intentaré hacerla feliz, coronel…
-Tienes mi bendición, entonces…- le dijo y recién allí, Yakup pudo relajarse.
Cevdet se inclinó y lo abrazó con cariño. Se sentía satisfecho. La realidad era que el médico en jefe no le caía del todo bien, había tenido un par de encuentros no tan gratos con él, aunque el pobre no conocía su verdadera misión…
Azize vio a su hija terminando con unas curaciones y se acercó despacio. Sintió de pronto que todo le daba vueltas y recordó que no se había levantado con deseos de desayunar. Probablemente los condimentos de la comida griega, a la que no estaba totalmente acostumbrada, por suerte, le habían caído pesados…
-Yildiz…- dijo en voz baja.
-Dime…- dijo la chica sin mirarla.
-Cuando termines ven a hacer la ronda conmigo… tenemos que hablar…
La chica asintió y unos minutos después se reunió con ella.
-Te escucho…- dijo mientras caminaba a su lado, mirando las historias clínicas de los pacientes internados en la sala de casos más graves.
-Ayer estuve hablando con tu papá…
-¿Sobre que no quiero casarme con el médico?
-Sobre todo, ese tema…- dijo ella sin mirarla.
-¿Qué te dijo?
-No mucho… dijo que quería hablar con ese tal… ¿Yakup me dijiste que se llamaba?
-Sí, Yakup…- dijo y apretó los labios, él se había atrevido a besarla por primera vez el día anterior, habían quedado en encontrarse al atardecer cerca del puerto.
-Bien… veremos qué opinión le merece ese hombre…
-Es una buena persona… y muy guapo…- dijo Yildiz y Azize no pudo evitar sonreír. De pronto se había acordado de los primeros momentos en su relación con Cevdet…
-Si tu papá lo consiente, yo no tengo nada que decir…- dijo y Yildiz quiso abrazarla, pero sabía que estaban en un ámbito algo complicado para hacerlo.
El día continuó y Yildiz volvió a desaparecer antes de que Azize terminara sus tareas y se dirigiera a la mansión. Hilal intentó cubrirla, pero supo que su madre estaba al tanto de lo que ocurría, más allá de la desobediencia.
Azize tuvo que esperar bastante para que su marido volviera, seguramente estaba con algún asunto importante, ya que el comandante Vasili tampoco había llegado…
Compartió la cena con la señora Veronika, y charlaron de cosas intrascendentes, así parecían estar más relajadas ambas… porque Azize sabía perfectamente que ella no estaba de acuerdo con que vivieran allí, y los aceptaba por una cuestión de respeto…
Se preparó para ir a dormir, el día había sido largo y estaba cansada. Cuando se acostaba, lo escuchó llegar y él no tardó mucho en entrar a la habitación…
-Bienvenido, mi vida…- le dijo ella con una sonrisa.
-Azize…- dijo él como contestación y se quitó el abrigo, lo colgó y se acercó a ella, para besar sus labios.
-Fue un día largo, ¿verdad?
-Así es…- dijo suspirando- pero ya terminó…
-Relájate…- dijo ella y cuando él giró, se incorporó y comenzó a hacerle masajes en los hombros.
Cevdet cerró los ojos y sonrió de forma placentera. Se entregó a las caricias y recordó que quería contarle lo que había sucedido con Yakup…
Ella murmuró al oído de él, pero Cevdet no la comprendió, estaba demasiado enfocado en relajarse…
-Cevdet…- repitió ella y él giró la cabeza suavemente para mirarla.
-Dime…
-¿Escuchaste lo que te dije?
-Lo siento… no… estoy muy cansado…
-Bien… relájate… te decía que hablé con Yildiz…
-Y yo con Yakup…
-¿Lo hiciste? - dijo ella y abandonó su tarea y se sentó a su lado.
-Así es… él me confesó que se había enamorado de ella- dijo y Azize sonrió- y le pregunté cuales eran sus intenciones…
-¿Creíste que saldría corriendo? - dijo riendo Azize.
-No… pero quería asegurarme…
-¿Y qué te dijo?
-Que la haría feliz… así que… tiene nuestro permiso…- dijo él y Azize asintió.
-Me hace feliz que nuestra hija haya podido casarse con el hombre que su corazón eligió…
-A mí también… es algo raro, pero también nos ocurrió a nosotros…
-Así es…- dijo ella y se reclinó un poco, apoyándose sobre él.
-Se pondrá feliz cuando lo sepa…
-Se lo diremos juntos…- dijo Azize y sintió los brazos de él alrededor de su cuerpo.
A pesar de todo, todavía ocurrían cosas en sus vidas que, por momentos, los hacían olvidar de todos los pesares de la guerra…
Bueno, esto sigue pronto! Gracias por leer esta historia!
