Capítulo 21 "Herencia"

Azize y Cevdet sonrieron cuando Yildiz los abrazó a ambos al mismo tiempo. La chica estaba feliz porque ellos le habían comunicado que habían aceptado el pedido de compromiso del joven soldado Yakup…

Me hace muy feliz que lo hayan tenido en cuenta…

-Lo se…- dijo Cevdet con una sonrisa.

-Aunque se trate de un soldado de tus enemigos…- dijo con algo de incredulidad.

-El amor es más importante que cualquier bandera… sino míranos a tu mamá y a mí… nuestro amor va más allá… aunque haya guerra y aunque, por más que no lo quisiéramos, estamos en bandos contrarios…

-Es verdad…- dijo Yildiz y volvió a abrazarlos…

Quedaron en cenar juntos esa noche, Yildiz traería a la casa a Yakup y mamá Hasibe haría su comida favorita…

Yildiz los dejó irse y vio como caminaban juntos, casi rozando sus hombros, como ella recordaba de cuando los veía de pequeña…

Cevdet se inclinó un poco para hablarle en secreto y Azize sonrió de costado…

-Estás casi tan radiante como Yildiz…

-Yildiz tiene motivos… yo también…

-Ah, ¿sí? ¿cuáles serían los tuyos?

-Pues… yo también estoy enamorada…- le dijo riendo y lo vio inspirar hondo, era claro que sus palabras le llegaban.

-Que bueno… porque yo también lo estoy…

-Son buenas noticias…- dijo y él hizo algo que hacía tiempo no hacía… deslizó su mano entre ambos y entrelazó sus dedos con ella, allí, en medio de la calle.

-Te acompañaré al hospital…

-Gracias…- dijo y un rato después, cuando llegaban, ella se detuvo y lo miró a los ojos- me encanta compartir momentos en familia… esta noche será muy especial…

-Por supuesto que sí… nos vemos… espero que tengas un día fácil…

-Tú también…- dijo ella y apretó su mano, quedándose con las ganas de besar sus labios y sabiendo que él sentía lo mismo.


El día no fue tan fácil como Cevdet le había deseado. Azize se sintió insegura todo el tiempo, como si su presión arterial estuviese baja, y no pudiera recuperarse… se sentó varias veces, buscando algo dulce para comer. Sentía que en alguna medida eso le servía, pero no completamente…

Ayse, una de sus enfermeras de confianza, la vio apoyada contra la pared intentando tomar aire y sacudió la cabeza…

-No la veo bien, enfermera…- le dijo con respeto, pero también con preocupación.

-Lo se… no me siento bien… pero seguramente no es nada…

-¿Nada?

-Discúlpeme el atrevimiento, pero a mi me suena a que usted está…- dijo y Azize puso tal cara de enojo que se calló.

-¿Cómo se le ocurre?

-Es que…- dijo la chica y eligió callarse.

Azize se dedicó a seguir sus cosas, pero la sensación de que su colega podía estar en lo cierto no la abandonó.

La realidad era que habían pasado varias noches en las que tanto ella como Cevdet se habían dejado llevar por la pasión y no era una locura pensar que pudiera estar embarazada… pero prefirió seguir atenta, esperando a tener más indicios que solo sentirse un poco mal esos días…

Esa noche, cuando salió de trabajar, se sorprendió al encontrar que Cevdet la esperaba allí, para ir juntos a su casa, aunque fuera esa vez…

Se había excusado con Vasili diciendo que su madre lo había invitado a una reunión familiar… y prefirió mantener el asunto del compromiso y la presentación de Yakup en reserva, al menos por ahora…

-Creí que nos veríamos allá, en casa…

-Quise venir a buscarte, porque salí con tiempo…- dijo él y la abrazó para caminar.

Azize inspiró hondo, sentía que el aire que había no le alcanzaba del todo, pero eso le ocurría por momentos…

De pronto se sintió algo débil y por suerte, Cevdet la sostuvo entre sus brazos y la miró algo preocupado…

-Mi vida…- le dijo, sus ojos en los de ella- ¿estás bien?

-Solo un poco cansada…- le dijo, no quería traerle preocupaciones extra, al menos no hasta estar totalmente convencida o haberlo corroborado. Pero cada minuto que pasaba, Azize sentía que su colega, la enfermera Ayse, estaba en lo cierto…


Llegaron a la casa y mamá Hasibe los recibió con una sonrisa. Más allá de la desilusión evidente con respecto a Cevdet y su elección de vida, la hacía muy feliz ver a su familia reunida otra vez, sobre todo porque veía a su nuera, su querida hija Azize, muy feliz y disfrutando de estar con él…

Un rato después llegó Yakup y Yildiz lo presentó a sus padres. Cevdet no fingió no conocerlo, pero trató de disimular el grado de confianza que había entre ellos para que nadie sospechara…

Yakup contó algunas anécdotas de su niñez y mamá Hasibe contó algunas de su nieta, que se rio algo avergonzada porque de pequeña era de las más traviesas…

Azize y Cevdet se quedaron conversando un rato con la nueva pareja luego de que tanto Hilal como mamá Hasibe se retiraran a dormir y cuando finalmente Yakup decidió retirarse, se vio premiado al recibir la compañía de su futura esposa hasta la puerta…

Allí se despidieron rápidamente y luego Yildiz abrazó a sus padres, se sentía agradecida y feliz…

-¿Ustedes se quedarán a dormir aquí? - preguntó la chica y cuando Cevdet iba a negarse, ella lo interrumpió- con Hilal y la abuela preparamos tu habitación, mamá… yo se que tienen que volver a la mansión, pero pueden quedarse esta noche… y volver mañana…

Azize miró a Cevdet y él sonrió.

-Gracias hija… nos encantará quedarnos…- dijo Cevdet.

-Me alegra… y mañana desayunaremos todos juntos... ¿qué les parece?

-Si no es muy tarde, nos encantará…- dijo Cevdet y Yildiz los besó antes de retirarse a dormir.

Azize lo miró con intención y entrelazó sus dedos con los de ella para subir las escaleras. La realidad era que fuera donde fuera, lo único que ellos querían era estar juntos… y estar allí, con su familia era un hermoso sueño, aunque solo durara una noche, al menos por ahora…

Entraron a la habitación y Cevdet cerró la puerta detrás de él. Cuando llegó a los pies de la cama, ella comenzó a quitarse la ropa y él se quedó mirándola. No existía ninguna posibilidad de que no quisiera tenerla en sus brazos cada noche, aunque hubiera pasado tanto tiempo…

-Me agrada ese muchacho, Yakup…- le dijo para distraerlo. Él parecía estar en modo automático, solo podía observarla, devorarla con la mirada.

-Me alegra… a mi también… es muy bueno en lo suyo, un patriota, un buen tipo…

-Exactamente lo que queríamos para nuestra hija…- dijo ella y se mordió el labio.

Cevdet inspiró hondo y sintió que se derretía por ella…

Azize se dio cuenta de la intensidad de su mirada y decidió ralentizar todo el proceso, para que él lo disfrutara más…

Una vez que ella se quitó la ropa, se dedicó a ayudarlo a él y pronto estuvieron piel contra piel, reunidos…

El encuentro duró lo necesario y finalmente terminaron abrazados, satisfechos y agotados…

Azize sonrió antes de dormirse, y luego recordó sus dudas, que cada minuto que pasaba se convertían en certezas… ¿acaso estaba esperando otro hijo de su amado Cevdet?


Bueno, espero que les siga gustando! Sigo pronto, por supuesto. Gracias por leer esta historia!