Capítulo 22 "Es un sí"

Azize levantó la mano para tocar la puerta de la persona que le habían recomendado para quitarse la duda. Sabía que debía ser muy reservada y hacer la consulta en el hospital sería lo mismo que publicarlo en el periódico local…

Una mujer mayor le abrió la puerta, tenía gesto vagamente familiar, pero se extrañó con su visita…

-Disculpe, pero yo ya estoy retirada…- le dijo en forma medio cortante.

-Lo se… solo necesito constatar una sospecha… yo soy enfermera, pero como entenderá, no puedo hacerlo por mi cuenta…

-Bien… pase por aquí… la revisaré…- le dijo y Azize entró con paso resuelto a una pequeña habitación en la que había una cama un poco más alta de lo normal y que a ella se le antojaba muy parecida a las camas del hospital.

La mujer se tomó todo su tiempo y cuando terminó, la miró con seriedad…

-Está usted embarazada, señora… si eso es lo que quería constatar…

-Entiendo…- dijo Azize casi sin aire, aunque sospechaba, el hecho de tener la certeza la llenaba de sensaciones encontradas.

Azize le dio algo de lo que tenía guardado en sus ahorros y luego de agradecerle, salió de la casa, necesitaba desesperadamente un poco de aire…


Caminó sintiéndose un poco insegura un par de calles y entonces pasó por el cuartel del ejército otomano, la casualidad otra vez en su contra…

Uno de los soldados la vio y cuando se acercó a saludarla la vio muy desmejorada…

-Enfermera Azize… venga por aquí…- le dijo y la tomó respetuosamente del brazo para sostenerla mientras la acompañaba adentro.

-No hace falta… estoy bien… solo me bajó un poco la presión…- le dijo y el soldado insistió.

-El coronel Tevfik me haría fusilar si se entera que la dejé en este estado sola…

-Pero… soldado…- le dijo Azize y cuando quiso acordar, Tevfik la sostenía, un poco más cerca de lo que cualquiera, especialmente ella, hubiera preferido…

Tevfik la hizo sentar en una silla y le hizo traer un té con azúcar, ya que ella le insistió con que se trataba de baja presión.

Azize pudo reponerse y se quedó un momento allí, charlando con Tevfik…

No estaba muy de acuerdo con eso, pero la verdad era que no se sentía del todo bien y el descanso le había servido para reponerse.

Un rato después, él insistió con acompañarla al hospital, y aunque ella se negó, supo que era lo que cualquiera hubiera hecho…

Yildiz la miró de costado cuando la vio entrar. Tevfik la saludó y las dejó, ya sabiendo que la dejaba con su hija…

-¿Acaso quieres hacer enojar a papá?- le preguntó y cuando Azize la miró, se arrepintió.

-¿Quién crees que eres para hablarme así? Estaba cerca del cuartel y no me sentí bien, los soldados de Tevfik me ayudaron y él se ofreció a acompañarme… no me gusta, pero él solo me acompañó hasta aquí…

-Lo siento… ya te dije que no me gusta como él te mira, mamá… se nota que tiene interés en ti y no me parece que juegue limpio…

-Lo se… lo tengo en claro… pero para que eso sea negativo, yo debería actuar distinto… él tiene en claro que yo no quiero nada con él, porque, además, sigo enamorada de tu papá….

Yildiz no pudo evitar sonreír, ahora entendía perfectamente lo que significaba estar enamorada y entrecerró los ojos esperando que cuando llegara a la edad de su madre, el amor que tenía por Yakup también siguiera intacto…


Un rato después, Cevdet levantó la vista cuando uno de sus soldados entró a su despacho y le avisó que Tevfik venía a verlo…

Se fastidió un poco, no hacía falta que tuvieran que verse, sobre todo en ese momento, así que se preparó para lo que pudiera querer, que seguramente no era nada bueno…

-Coronel…- dijo Tevfik cuando entró y Cevdet sintió asco por el gesto festivo y sonriente que su ex compañero de armas traía.

-Dime Tevfik… ¿qué necesitas?

-No creí que estuvieras ocupado… últimamente las cosas están algo tranquilas…

-Bueno, son puntos de vista… por algo será que nosotros avanzamos sobre esta ciudad y ustedes no hicieron nada por impedirlo…

-Te veo aquí encerrado…- dijo Tevfik con una sonrisa y sacudió la cabeza- deberías estar más atento…

-¿No me digas? ¿a qué debería estar más atento?

-A tu familia….

-¿Mi familia? Ellos se encuentran bien, no te preocupes…

-Eso no es lo que pareció hace un rato… mis soldados encontraron a tu mujer en la calle, no se sentía bien y la trajeron conmigo…- dijo y el gesto de Cevdet pasó del cansancio a la preocupación- por suerte ahora está mejor, la acompañé al hospital…

Cevdet se quedó callado, no le gustaba nada eso, pero también estaba preocupado por Azize, evidentemente esos días no se había sentido bien…

La charla con Tevfik no duró mucho más, seguramente el coronel tenía la idea de ir a molestarlo para contarle de su encuentro con Azize y él no pensaba caer en su trampa, aunque muy en el fondo le diera rabia que su mujer y ese hombre se encontraran…


Cuando Azize salió del hospital, no lo vio aparecer y se asustó al sentir su mano sobre su brazo, sosteniéndola…

-Cevdet…- dijo agitada- me has asustado…

-¿Cómo estás?

-¿A qué te refieres?

-Tevfik estuvo en mi despacho hoy… me contó todo…- le dijo cuando comenzaron a caminar.

-¿Todo qué? - se hizo la desentendida ella.

-Todo… que había tenido que acompañarte al hospital porque no estabas bien… y que sus soldados te habían encontrado por la calle…

-¿Me harás una escena aquí? – preguntó a la defensiva- es cierto lo que te dijo… yo estaba por ahí cerca… y me sentí mal, no quise que me llevaran con él, pero los soldados cumplían con su trabajo…

-Espera…- le dijo él- yo estoy preocupado por tu salud…

-¿Nada más que por eso? - preguntó ella con incredulidad. Estaba tan acostumbrada a sus escenas de celos que no podía estar tan segura de lo que oía.

-¿Por qué te cuesta tanto trabajo entenderlo?

-Porque te la pasas haciendo escenas… tú sabes que no puedo controlar los arranques de Tevfik… y…

-Escucha… me da mucha rabia que él venga a contarme que estuvo contigo y que no te sentías bien, porque pienso que deberías haberme pedido ayuda a mí…

-¿Qué podía hacer? Estaba cerca de allí… y me sentí mal…- dijo ella levantando la voz.

-Azize… ¿qué estabas haciendo allí?

-Fui a una consulta médica…- dijo mirando hacia todos lados, afortunadamente no había nadie en la calle, al menos cerca como para oírlos.

-¿Una consulta médica? Trabajas en un hospital…- preguntó él con desconfianza.

Azize sintió lágrimas en sus ojos. Era inevitable que cada vez que Tevfik se metía en medio de ambos las cosas terminaran así… y esta vez había sido ella quien había desconfiado…

De pronto se sintió una tonta. Le estaba dando explicaciones a Cevdet por algo de lo que no tenía culpa, y él tampoco… y se estaba perdiendo de darle las explicaciones más importantes…

-Cevdet…

-¿Qué?- se puso ansioso él, estaba preocupado, esos días no lo había visto bien.

-Se que debo preservar mis problemas, si hubiera ido al hospital a atenderme, probablemente te hubieras enterado por Tevfik o por los griegos…

-¿Enterarme de qué? ¿qué es lo que pasa, Azize?

-Estoy embarazada…- dijo y él achicó los ojos, como si no hubiera comprendido- estoy embarazada… espero un hijo tuyo…- le repitió, llorando con emoción.

-Azize…- dijo él con la voz entrecortada, también por la emoción- Azize… ¿estás…? ¿esto es verdad?

-Así es…- dijo ella sin poder calmarse y tomó su mano- quisiera habértelo dicho en otras circunstancias, planeaba hacerlo… pero no pudo esperar… tampoco era bueno que desconfiaras de mí…

Cevdet se quedó mirándola con la boca entreabierta, procesando la información, haciendo cuentas y entonces la tomó entre sus brazos y la abrazó fuerte mientras algunas lágrimas se le escapaban sin que pudiera evitarlo…

-Tendremos otro hijo… nuestro amor sigue floreciendo…- dijo ella sobre el hombro de él y Cevdet deslizó sus manos hacia su vientre y la acarició con suavidad.

-Es una bendición… y una forma de que sepamos que estamos en el buen camino…

-Así es… pero tenemos que cuidarnos mucho… no cualquiera puede estar al tanto de esto…

-Hiciste bien en ir a otro lado… Azize…- dijo y la apretó un poco más entre sus brazos- te pido perdón por mi desconfianza, realmente tu encuentro con Tevfik fue producto de la mala suerte…

-Y de su mala voluntad hacia nosotros… pero no pude evitarlo, me sentía débil y no pude negarme como hubiese querido…

-Mi vida… debes cuidarte y cuidar a nuestro hijo…

-Lo se…- dijo y él besó su frente y luego de compartir un tierno beso en los labios, él la tomó del brazo y se alejaron, en dirección a la mansión…


Confirmado, y ya Cevdet se enteró. Sigo pronto! Gracias por leer!