Capítulo 23 "¿Qué más puedo pedir?"
Cevdet se acomodó de costado y su mirada se perdió en el perfil de su mujer. Su hermosa mujer que le había dado la sorpresa más inesperada de todas… Cevdet aún no podía creerlo. Otro hijo… él siempre había sido de los que querían tener muchos, pero las circunstancias de la vida los habían hecho abandonar ese sueño hacía años, y ahora, parecían haberlo retomado, al menos una vez más…
Estiró la mano y sus dedos buscaron la suavidad de la piel del vientre de Azize, que se removió un poco, de alguna manera sintiéndolo, pero sin poder despertarse, parecía cansada… y seguramente esos primeros tiempos serían como lo habían sido siempre… algo somníferos…
Azize abrió los ojos cuando sintió la insistente caricia de su marido sobre su vientre. De pronto tuvo un deja vu, hacía tantos años, en su último embarazo, el de Hilal, recordaba haber sentido esas mismas caricias y por supuesto, la misma sensación… esa ternura, protección que solo él le daba…
Sonrió y se perdió en sus ojos, que la miraban con dulzura…
-¿Cómo te sientes?
-Estoy bien, mi vida…- le dijo ella y trató de incorporarse.
-Deberías tomarte las cosas con más calma… ¿por qué no te quedas hoy?
-Imposible… además, Cevdet… estoy embarazada, no enferma…
-Pero debes cuidarte…
-Sin levantar sospechas…
-Es cierto…
-No te preocupes, mi vida… si este bebé se las ingenió para venir en un momento así, complicado… creo que me ayudará a sobrellevar este tiempo de la mejor manera…
-Es verdad…- dijo él y se inclinó para besar su piel.
-Bueno, ahora arriba, que ambos debemos ir a trabajar…
-Es verdad…- dijo él y luego de dedicarle un momento más de caricias, la dejó en libertad para que pudiera levantarse.
Cevdet se dirigió al cuartel griego y ella al hospital, donde se encontró con sus hijas…
-Mamá… ¿estás bien? - le preguntó Hilal- te ves un poco pálida…
-Estoy bien, hija, no te preocupes… creo que salí apurada de la casa y no desayuné…
-Pues… tómate un momento y hazlo… no me gusta verte así…
-Estoy bien, tranquila…- le dijo Azize, pero hizo caso a su sugerencia y se tomó un respiro para prepararse un té bien dulce…
Casi al mediodía, Cevdet había hecho todo lo que tenía para hacer ese día y aunque no pensaba en retirarse, se le ocurrió ir a sorprender a su mujer y sus hijas para almorzar juntos…
Le avisó al comandante Vasili que se iría un rato y el hombre lo miró con algo de desdén… en un punto envidiaba esa comunión que había en la familia de Cevdet, a pesar de todo… de su cambio de bando, de la dureza con que parecían tratarse todos a veces…
Cuando iba entrando al hospital vio que delante suyo, a unos pasos, también entraba Tevfik… de pronto vio todo rojo. Quería castigarlo por seguir metido en medio de ellos, pero prefirió esperar, quería ver qué era lo que ese hombre quería esa vez…
Lo siguió a la distancia, y lo vio buscando a su mujer con insistencia…
La encontró en la entrada de las habitaciones de aislamiento. Ella lo recibió con un gesto bastante duro… y Cevdet prefirió esconderse un poco, para escuchar qué decían…
-Tevfik… realmente no hacía falta que vinieras… estoy bien… fue apenas un episodio de baja presión…
-Creo que no entiendes que me importas, Azize…- dijo y cuando Cevdet lo escuchó, apretó el puño.
-Creo que quien no entiende aquí eres tú… yo agradezco tu interés… pero sabes que no puedo inventar algo que no siento… yo te aprecio, durante muchos años fuiste de la familia, el hermano de mi esposo… pero con esa actitud, has perdido ese lugar ahora… y la verdad es que no puedo hacer otra cosa que estar de acuerdo con Cevdet… no es necesario todo esto…
-Pero Azize… ¿hasta cuando seguirás con esa venda sobre los ojos? Tu marido se cambió de bando… es un traidor a la patria y yo se que tú no aceptas algo así…
-Es difícil Tevfik… la verdad que si, pero mi amor por él sigue intacto, así que olvídate de cualquier posibilidad de que yo esté contigo… ¿entiendes?
-¿Por qué no lo piensas un poco? - dijo y Cevdet decidió que ya era suficiente.
-No tengo nada que pensar…- dijo Azize y entonces vio a Cevdet acercándose- mi vida…- dijo y Tevfik arrugó el entrecejo y giró para mirar a Cevdet- Tevfik vino a ver como me encontraba… le dije que estaba bien… pero estaba preocupado…
-Cevdet…- intentó Tevfik.
-Tevfik… te agradezco la preocupación… pero… como dijiste ayer… de mi mujer, debo ocuparme yo… gracias por venir…- dijo y se acercó para besar la frente de Azize, que le sonrió con ternura.
Tevfik quiso hacer algún comentario que lo salvara del ridículo, pero las cartas estaban echadas…
Sacudió la cabeza y se alejó rápidamente… no tenía caso insistir…
Azize miró a Cevdet, que alzó las cejas…
-No se detiene ante nada…- dijo y sacudió la cabeza ella.
-Ojalá y fuera así como soldado…- dijo Cevdet con fastidio- escuché lo que dijiste…
-Me alegra… porque no fue un invento… sacando el tema de que no me importa si estás en el otro bando…
-¿Piensas que no me amarías más si realmente fuera un traidor?
-Amarte no podría dejar de hacerlo… pero estoy segura de que me rebelaría e intentaría quitarte de mi cabeza…
-Me alegra que sepas la verdad…- le dijo al oído y ella sonrió.
-¿Pasó algo? ¿por qué viniste?
-Porque quería almorzar contigo… y con las niñas…
-Bueno… eso será un poco difícil… Yildiz se fue hace un rato con su prometido y Hilal está un poco rara… dijo que se haría cargo del trabajo de ambas…
-Bueno… solo quedamos nosotros tres…- dijo y señaló el vientre de ella.
-Y la verdad es que yo tengo hambre…
-Ahora comes por dos…- dijo él sonriendo.
Se alejaron un poco del hospital y comieron en una zona de la playa que no era muy concurrida, sobre todo a esa hora… Cevdet había llevado un par de cosas sencillas para que comieran y así lo hicieron…
Azize terminó riéndose con algunas anécdotas que él le recordó de su época pasada en Salónica.
-Tu madre diciendo que yo era alta como un árbol…- dijo y se tomó el estómago, no podía parar de reírse.
-Bueno, son polos opuestos… ella es muy pequeña…- dijo Cevdet contagiado de risa.
Azize se quedó mirando las pequeñas olas que llegaban hasta la costa, cerca de donde ellos estaban y se tranquilizó un poco…
-Me encanta poder disfrutar así contigo…- le dijo desviando la mirada del paisaje para enfocarse en él.
-Es un hermoso sueño… estar contigo aquí… después de todo lo que pasó…
-Ojalá la guerra termine pronto… y podamos ser libres para continuar nuestra vida…
-Así será, mi vida…
-¿Acaso no crees que soy demasiado inocente?
-¿Por qué lo serías?
-Por creer que nada nos sucederá… podríamos morirnos mañana… eso lo se…
-Pero eliges creer que eso no pasará… y yo estoy de acuerdo… somos conscientes pero no perdemos las ilusiones…- dijo él y la atrajo a su cuerpo hasta que ella apoyó su cabeza sobre el torso de él.
-¿De verdad eres feliz?
-Todo lo feliz que puedo ser… con mis preocupaciones, con ganas de que todo salga bien… con una hermosa familia y con un hijo en camino junto a mi amada esposa… ¿qué más se puede pedir?
-Es cierto…- dijo ella y él besó su frente mientras disfrutaban un momento más antes de volver a sus quehaceres…
Bueno, parece que las cosas siguen bien, un capítulo más relajado, algo que sin duda le hubiese hecho bien a la historia. Gracias por leer!
