Capítulo 24 "Secreto, secreto"
Cevdet entró al hospital impetuosamente. No, no podía ser verdad lo que le habían dicho. Caminó entre la gente y las enfermeras que hacían su trabajo buscándola…
Llegó hasta donde estaban sus hijas, que lo miraron sin comprender…
-¿Dónde está su madre? - les preguntó, enérgico.
-Preparándose…- respondió Yildiz.
-¿No había alguien más que pudiera ir? - inquirió sin poder creerlo.
-Ella se ofreció… decidió ir como voluntaria…- contestó Hilal.
-Es una locura… se pondrá en peligro…- Cevdet no salía de su asombro.
-No lo hará si tú no decides atacar ese campamento con tu ejército griego…- dijo Hilal.
-No tengo tiempo para discutir contigo… no entenderías, hija…- le dijo y continuó buscándola, tenía que convencerla.
Entró a varias salas, hasta que la encontró en una, haciendo un inventario de las medicinas e insumos que llevaría…
-Azize…- dijo y ella giró para mirarlo, estaba seria, preocupada…
-Cevdet... iba a enviarte un mensaje para avisarte…
-No me dirás que planeas irte a ese campamento…
-La gente me necesita ahí…
-Pero no puedes ir… -dijo tomándola del brazo y alejándola de la gente con quien estaba- estás embarazada, ¿acaso lo olvidaste? - le dijo en voz más baja.
-Estamos en guerra, Cevdet… ¿lo olvidaste? - le dijo con el mismo tono.
-No es seguro que vayas, por favor entiéndelo… hay una peste… podrías contagiarte y no quiero que eso suceda…
-Cevdet… es mi deber, además- dijo y miró hacia todos lados y bajó la voz- Esref Pashá se comunicó conmigo y me pidió que fuera…
-Él tampoco sabe tu estado…
-Por supuesto, lo sabemos solo tú y yo…
-Azize...
-Y debo cumplir con la misión con la que me comprometí…
-Azize…- dijo y la tomó de la mano, su mirada era totalmente transparente y ella pudo ver su preocupación.
-Cevdet… prometo que me cuidaré… no puedo hacer otra cosa… y contar sobre mi embarazo no es una opción aún… no quiero correr aún más peligro…
-Es una locura… tiene que haber otra opción… inventa algo…
-No lo haré…
-Si es necesario te encarcelaré…
-Cevdet… por favor entiéndeme… no lo hagas más complicado…
-Por favor… piénsalo… puedes enviar a alguien más…
-¿A nuestras hijas? No las pondré en peligro a ellas… cada vez que me acuerdo que Hilal casi es ejecutada por nuestra culpa…
-Por mi culpa querrás decir… escucha… no quiero que hagas esto… soy tu marido… por favor cumple con mis órdenes…
-Me estás poniendo en un lugar muy difícil…
-Haz lo que te digo… yo iré a hablar con el pashá…
-Cevdet… cariño… ¿acaso no te das cuenta de cuánto nos costó que él aceptara mi intervención en la misión? Si voy a poner una excusa cuando me envían a hacer algo, no harás más que darle la razón…
-No irás a ese campamento…- dijo y salió apurado.
Cevdet no quiso escuchar razones y escribió el mensaje para dejar en la tienda de botas, debía encontrarse con Esref pasha e impedir que ella hiciera la locura de ir a contagiarse una peste y morir inevitablemente…
Azize se encontró con sus hijas, que la ayudaron a terminar de prepararse…
-¿Has visto a papá? - preguntó Hilal algo preocupada.
-Lo he visto, sí…- le dijo ella tratando de eludir el tema.
-¿Te ha dicho que no quiere que vayas al campamento?
-Lo hizo… y le expliqué que iría de todas formas…
-Estaba enojado…- intervino Yildiz.
-No puedo hacer nada al respecto…
-Podrías no ir…- dijo la chica.
-¿No ir? Mamá debe seguir su vocación, Yildiz… Ella se dedica a ayudar a la gente y esa gente la necesita… es nuestra gente… y si no fuera por los griegos…- dijo Hilal.
-Ya basta Hilal… papá está tratando de cuidar a nuestra madre… deja ya de pensar en la guerra…
-La guerra existe… solo que tú no la quieres ver… estás obnubilada por tu casamiento…
-Ya basta… a ambas… no quiero que estén discutiendo cuando yo no esté… si no fuera necesario, no iría… la verdad es que necesito hacerlo, yo hablé con él pero no nos entendimos, espero que ustedes cuiden de su abuela y traten de no discutir por tonterías… son hermanas…
-Mamá…- quiso decirle algo Yildiz.
-Tengo que irme…- dijo y besó la frente de ambas antes de colocarse su abrigo.
-¿Ya te vas? - preguntó Hilal.
-Así es… un carruaje me llevará hasta el lugar de donde sale la caravana…
-Bien… cuídate…- dijeron ambas y la abrazaron.
Yildiz la miró con poco convencimiento, ella sentía que no era necesario que su madre se arriesgara así… pero no podía hacer nada, sobre todo si ni siquiera su padre había podido convencerla de desistir.
En ese momento Yakup fue a verla al hospital y se quedó un rato con ella y le contó lo que había sucedido…
Yakup la escuchó con atención y un rato más tarde, cuando la dejó, decidió ir a ver a Cevdet…
Le costó un poco encontrarlo. Incluso tuvo que recurrir a uno de sus disfraces para poder llegar hasta él…
-Gran soldado del ejército griego…- le dijo disfrazado de mendigo- por favor, ayúdeme… una moneda me serviría para poder comer…
Cevdet lo miró de costado. Estaba demasiado distraído pensando en Azize, pero pudo reconocerlo vagamente…
-¿Yakup? - le dijo acercándose, en voz baja.
-Coronel…- respondió el soldado.
-¿Pasó algo? Intento encontrarme con el pasha…
-Hace un rato estuve con su hija…
-Sí, la vi en el hospital hoy…
-Me dijo que la señora Azize salió hace unas horas hacia el campamento y como…
-¿Qué? - dijo Cevdet con desesperación.
-Me pareció que querría saberlo…
-¿Saberlo? Estaba desesperado por impedirlo… ¿cómo que se fue?
-La caravana salió hace unas horas, eso me dijo Yildiz, que estaba algo preocupada…
-Maldición… debo ir a buscarla…
-¿No le parece que se expondría? Si quiere puedo ir yo…
-No… debo hacerlo yo… convencer a Azize no es algo fácil.. tú quédate atento a lo que suceda aquí con mis hijas… por favor, Yakup…
-Por supuesto, señor…- dijo el joven y Cevdet salió apurado hacia la mansión.
Azize llegó con la caravana y constató que lo que le habían dicho sobre la peste de la que todos se habían contagiado era bastante peor.
Se puso a atender las necesidades de las personas allí, vendó heridas, ayudó a quienes tenían fiebre y entregó alimento y agua, que era también necesario porque esas personas estaban totalmente abandonadas…
Cuando casi atardecía, se sentó un momento, agotada, a darle agua a los más pequeños, que corrían alrededor de ella con una mezcla de alegría y necesidad…
Cevdet bajó de su caballo y la vio a lo lejos, ocupada, pendiente…
Su corazón se enterneció. Ella era demasiado buena, demasiado íntegra… no se merecía sufrir…
Caminó hacia ella y algunos de los niños se acercaron a él con curiosidad. Comenzaron a hablarle, a pedirle que jugara con ellos…
Él cumplió un poco con ellos y los entretuvo, pero lo único que le importaba era llegar hasta ella.
-Azize…- dijo cuando ella lo vio aparecer y se sorprendió un poco.
-Cevdet ¿qué haces aquí? Se suponía que no vendrías…
-¿Por qué te fuiste sin avisar?
-No me fui sin avisar… te dije que vendría…- dijo ella.
-Azize…- dijo él.
-Mira a esta gente, Cevdet… aún si el pasha no me hubiera pedido que viniera, lo habría hecho… Hilal me dijo algo hoy… esta es mi vocación… y no la haré a un lado por nada del mundo…- dijo y se levantó.
-Mírate…- dijo él y la siguió afuera de la carpa mientras ella levantaba cosas que los niños habían dejado tiradas- estás agotada… deberías cuidarte…
-Estoy bien, querido… no te preocupes por mí…
-Vine para llevarte de regreso… ya hiciste suficiente… no quiero que te enfermes…
-Cevdet…- dijo ella y se tomó la cabeza.
-Azize…- dijo él viendo que ella estaba inestable.
-No entiendes…- intentó seguir hablando y Cevdet la alcanzó a sostener cuando se desplomó en sus brazos…
Bueno, veremos como sigue esta historia! Gracias por darle una oportunidad!
