Siento mucho el retaso, pero ya se sabe, las cosas de clase tienen prioridad.
Gracias a los reviews de Anele (tienes razón, hacia mucho que no actualizaba), Nightcrawler, Rocio Fernandez, Tomoe tatewaki, SteDiethhel.
6 - COBRANDO LA APUESTA
Nunca hagas apuestas. Si sabes que has de ganar, eres un pícaro; y si no lo sabes, eres un tonto.
Confucio
- ¡Ya era hora de que llegaras! - pero Malfoy se fijo entonces en lo que el chico cargaba, y dejo caer la mascara que llevaba, no entendía nada - ¿Se puede saber que haces con eso?
Harry disfruto de los breves momentos en que la cara de Malfoy demostró sorpresa, era divertido tratar de ver lo que el rubio escondía detrás de la mascara de indiferencia que solía llevar y provocarlo para que cayera aunque fuera por breves momentos.
- Esto es un caldero - dijo señalando debajo de su brazo - esto son ingredientes de pociones, y este es el libro de …
- ¡Se que es el libro de pociones, lo que no entiendo es porque lo trajiste!
- La apuesta decía que harías lo que yo quisiera hasta medianoche, pues vas a enseñarme pociones.
- Eres un desastre en pociones, ni siquiera Severus pudo…
- ¿Le llamas Severus! Así que también estas liado con él - dijo Harry mientras se le oprimía el estomago.
- Por Mordred ¡No! Que retorcida mente tienes, Potter - y Harry no pudo evitar reírse ante la cara de asco de Draco - ¡Deja de reírte!
- No me puedes dar ordenes, soy yo el que manda.
- Solo hasta medianoche.
- Pero aun queda mucho, así que ahora vas a enseñarme pociones, veremos la Crema contra las Arrugas el próximo día, o eso es lo que dijo Slughorn.
- ¿Te dijo lo que veremos el próximo día? Se nota que eres del famoso Club Slug.
- Tienes envidia - afirmo Harry risueño.
- ¿De ti? Nunca. Y menos por algo así, no quiero que ese viejo se fije en mi para luego ir manipulándome a su antojo, soy un Slytherin y no voy a caer en algo tan evidente.
- Y yo soy un Gryffindor, y si quiere darme el temario no le voy a decir que no, yo no se lo he pedido así que luego no podrá reclamarme nada.
- Muy Slytherin por tu parte.
- Supongo que si.
- Déjame ver la receta.
Cuando Draco termino de leer hizo un elegante movimiento con la varita y se encendió un fuego azul debajo del caldero. Enseguida añadió agua y puso todos los ingredientes sobre la mesa que había aparecido allí.
- ¿Cuáles son los ingredientes para esta poción?
- Aquí pone piel de rana, ojos de araña, alas de libélulas y gusarajos.
- Elígelos de entre estos - dijo Draco mientras se sentaba cómodamente en una butaca.
- A ver… piel de rana… es esta. Ojos de araña, que asco, aquí. Alas de libélula… y gusarajos.
- Bien. Es una poción de sexto, así que a pesar de tener solo cuatro ingredientes, lo complicado es su modo de hacer, se ha de tomar constantemente la temperatura, e ir subiendo y bajando el tiempo. Ahora hemos de esperar a que hierva - y la melodiosa voz del rubio se apago.
- ¿Así que no te gusta Slughorn porque manipula a sus alumnos? - le pregunto Harry que ya no aguantaba más el silencio.
- Si. Mi abuelo fue su alumno, y obtuvo ese tipo de privilegios, pero también tuvo que dar mucho para mantenerse dentro de ese grupo, y cuando tuvo algunos problemas por acusaciones infundadas todos le dieron la espalda.
- ¿Acusaciones infundadas?
- Rumores de que pertenecía al bando de Grinderwald.
- Rumores falsos ¿verdad? - dijo irónicamente Harry.
- Totalmente - respondió Draco con una sonrisa traviesa bailando por su boca, esa misma que solía sacarle de quicio, pero que ahora no le molestaba en lo más mínimo.
- ¿Querías mucho a tu abuelo?
- No lo llegue a conocer, pero Padre me puso este nombre por él. Y ahora deberíamos concentrarnos en la poción, porque comienza a hervir - dijo cambiando de tema. No era invitador hablar de Lucius Malfoy con el chico que lo había encarcelado - Temperature Crema Arrugae - y un rayo plateado comenzó a subir hasta que se retorcio para formar las palabras "perfecto" - hecha el primer ingrediente.
- Aquí pone ojos de araña, hay que tirar nueve, uno cada dos segundos¡mierda, no tengo un reloj!
- Tira - dijo el rubio consultando el reloj de bolsillo - otro - y pasados dos segundos - otro - otro - y así se hecharon los nueve ojos de arañas a la poción - ¿Qué pone ahora el libro? Creo que era algo sobre hacer polvo las alas de libélula.
- Si, eso pone - dijo Harry consultando el libro.
- Bien. Toma la temperatura antes de moler las alas.
- Temperature Crema Arrugae - "perfecto"- ¿Quién te enseño este hechizo?
- Sev… El profesor Snape. Suele utilizarse para pociones complicadas, seguramente Slughorn lo enseñara el próximo día.
- Lo has estado a punto de llamar otra vez Severus - y Harry rio por lo bajo mientras machacaba el siguiente ingrediente - ¿te daba clases particulares de Pociones? Entonces no es de extrañar que seas tan bueno.
- Me daba clases justamente porque era tan bueno - dijo Draco a la defensiva.
- Lo siento, no quería que sonara de esa forma.
- Y lo llamo Severus porque lo he llamado así desde siempre, es el mejor amigo de mi madre, iban juntos a clase.
- Mejor dejemos el tema de Snape porque mi opinión difiere demasiado de la tuya.
- Me lo imagino - dijo Malfoy de mejor humor - vuelve a tomar la temperatura - "alta" - has de bajar la intensidad del fuego ¿Sabes como hacerlo?
- Ya se que no estudio mucho, y que mis notas no son las mejores, pero este hechizo es de primer año. Flame Reducto.
- Bien. Ahora has de esperarte a que la poción se vuelva marronosa y cremosa, entonces tiraras las alas
- Toca esperar - dijo Harry acomodándose en otra butaca mullida - así que tu abuelo se llamaba Draco.
- No, se llamaba Abraxas, una locura de nombre, porque con excepción de mi abuelo todos los Malfoy's llevamos nombre de emperadores.
- Vanidosos.
- ¿Y que?
- Entonces tienes nombre de emperador romano…
- Si, y de enfermedad mortal, mi abuelo murió de viruela de dragón poco antes de que yo naciera.
- Es retorcido - pero era algo que Lucius Malfoy hubiera hecho.
- Lo es, aunque yo quiero pensar que me lo puso porque los dragones son los únicos inmunes a esa enfermedad.
- Yo ni siquiera se porque me pusieron este nombre, ni se nada acerca de mis abuelos, los libros no dicen gran cosa.
Y el silencio se instalo en la habitación donde cada uno estaba sumido en sus propios pensamientos. Harry con los ojos cerrados imaginaba como sus padres habían escogido su nombre. Mientras Draco lo miraba de forma indescifrable.
Y el tiempo fue pasando.
- ¡La poción! - exclamo Draco - ya tiene el color y la textura.
- ¡Si¿Cómo la he de echar? Aquí pone… irla echando poco a poco mientras se remueve contra las agujas del reloj.
- ¿puedes solo o me he de levantar d este cómodo sillón?
- Creo que puedo - dijo mientras removía el cucharón con la izquierda y echaba el polvo con la derecha
- Ahora… - dijo Draco estirándose para coger el libro - toma la temperatura - "perfecto" - corta la piel de rana y los gusaranjos.
Y Harry se puso a hacer lo que Draco le había mandado así que le dio la espalda haciendo que el rubio tuviera una buena perspectiva a su parte trasera, lastima que llevara la ropa bastantes tallas más grandes de las que debería llevar.
Y mientras miraba intensamente al moreno se pregunto si los rumores que habían circulado sobre él eran ciertos, que los muggles con los que vivía eran horribles (aunque Draco pensaba que todos los muggles eran horribles). Ahora ya no se oían rumores acerca del niño-que-vivió. Quizás era porque era mucho más callado, quizás porque sabía que corría el riesgo de que cualquier cosa que dijera fuera alterada y publicada en el profeta.
Draco cerró los ojos y un suspiro insonoro salio de sus labios. Con Potter nunca había medias. Cuando le ofreció su mano lo hizo con toda su ilusión, después lo odio con todo su ser, y ahora lo deseaba todo para él.
Nunca medias tintas.
Ahora le había dicho cosas que pocas personas sabían.
Nunca medias tintas.
- La poción vuelve a tener el color adecuado - era color salmón - Temperature Crema Arrugae, se le ha de subir el fuego.
- Ya voy, ya voy - dijo mientras acababa de cortar los gusaranjos - Flame aumentio - y las llamas subieron hasta el techo - ¡mierda! Flame reducto - pero las llamas no bajaban mucho.
- Quizás deba recordarte el funcionamiento de la mayoría de los hechizos, lo importante no es lo que digas, sino tu magia, como en la magia mental, debes estar calmado y visualizar mentalmente el nivel que quieres Flame reducto - y las llamas bajaron hasta un nivel adecuado - temperatura crema arrugae - y el rayo plateado formo la palabra alto - hay que bajarlo, pruébalo.
- Flame reducto ¿Hecho los gusarajos y la piel de rana?
- Espera a que vuelva a tener la temperatura adecuada y subiremos entonces un poco el fuego.
- Soy demasiado impulsivo - dijo Harry mientras se tiraba en la butaca.
- Lo eres, sin duda, pero no hay nada mejor para un polvo - y Harry se coloreo todo de rojo mientras el otro se reía - Quita esa cara de vergüenza o las llamas volverán a ser demasiado altas - le divertía meterse con él y ponerlo imposiblemente más rojo - toma la temperatura y si esta bien sube el fuego y tíralo todo. - Y Harry siguió sus ordenes intentándolo hacer todo bien - tendremos que esperar hasta que tenga un tono lechoso.
- ¿Tono Lechoso¿Y eso cuando es?
- Cuando venga Slughorn por detrás y te diga que esta bien - y los dos echaron a reírse a carcajadas.
La poción había quedado bien, o eso creían los dos chicos, así que la desvanecieron toda (ninguno de los dos quería Crema contra las arrugas) y se pusieron a recoger (Draco porque Harry lo había obligado).
- Estoy cansado. Sabes, serías un buen profesor.
- No creo, me desesperaría con alguien como Longbottom.
- Neville ha cambiado mucho.
- Ya lo he visto - gruño Draco - tiene que impresionar a la Sang… Granger - y Harry hizo como que no había escuchado porque estaba demasiado contento por haber acabado la poción, y no tenía ganas de discutir - igualmente Potter, tu serias un buen alumno si estudiaras…
- ¿De donde has sacado eso?
- Eres bueno en las clases que te gustan y eso que no estudias, y en el caso de pociones lo haces bien si alguien te vigila estrechamente.
- Supongo, eso es como cocinar y eso se hacerlo, pero tener a Snape respirando sobre tu nuca no es demasiado calmante - esta vez fue Draco quien ignoro lo dicho por el otro chico - y Slughorn me pone nervioso, espera demasiado de mí,
- Todos esperan demasiado de ti,
- Y cuando llegue el momento… - pero cambio rápidamente el tono de voz - Es hora de ir a comer, te espero después aquí, todavía quedaran toda la tarde en la que estarás a mi servicio.
Harry vio a Malfoy salir pausadamente del Gran Comedor, y se dio prisa en acabarse la comida que tenia delante suyo.
- Harry, si comes así que rápido te atragantaras - le reprendió Hermione.
- Tengo prisa.
- Deberías estar celebrando la victoria y no estar estudiando - le reprocho Ron.
- Déjalo estudiar si le vino la inspiración, vuestras notas no son ninguna maravilla, y deberíais esforzaros si queréis ser aurores.
- No todo es estudio en esta vida - dijo Lavander que había estado escuchando disimuladamente.
- Me voy - dijo Harry levantándose de golpe y alejándose rápidamente hacia la Sala de los Menesteres.
Paro de caminar rápido y se apoyo contra la pared, estaba agotado, había dado lo mejor de si en el partido, y en vez de descansar, se había puesto a estudiar la asignatura que peor le iba. Estaba cansado tanto física como mentalmente. Así que hasta que no volvió a caminar no noto la persona que tenia delante.
- No vayas.
- Si crees que te voy a hacer caso lo llevas claro.
- Deja el juego antes de que sea demasiado tarde.
- Pienso ir, Parkinson, pienso acabar de cobrarme la apuesta.
- ¿La apuesta? Idea de Draco supongo, matare a Blaise por pegarle esa maldita costumbre.
- Mata a quien quieras, estoy demasiado cansado para discutir contigo.
- Tendré que intervenir.
- Haz lo que quieras, solo déjame tranquilo ahora - y se fue dejando a la chica allí.
Llego a la puerta de la sala y se fijo que era plateada y ostentosa, y el pomo de la puerta era un dragón con las fauces abiertas. Seguro que Malfoy estaba dentro.
Abrió la puerta y se encontró una agradable estancia donde un fuego crepitaba alegre y un rubio dormía en un sofá. Harry no era el único que estaba cansado. Se sentó a su lado y lo observo dormir, era como si otra persona estuviera allí, el chico rubio se veía relajado y ninguna arruga de preocupación cruzaba su cara.
Se acomodo más para poder seguir observándolo. La túnica de Draco tenía los primeros botones desabrochados y le podía ver parte del pecho. Le hubiera gustado tanto a Harry acercarse y poder tocarlo, pero estaba tan cansado que su ultimo pensamiento fue para convertir el sofá en una cama y poder dormir tranquilamente.
Tenía un poco de frío, pero solo tenía ganas de quedarse remoloneando en la cama un rato más se estiro para coger la manta y taparse aun más cuando palpando a oscuras se encontró con una fuente de calor. Rápidamente se acerco a ella, pero, al darse cuenta de que tenía forma humana se despertó de golpe. No recordaba haberse ido a dormir con nadie, en realidad estaba algo desorientado y terriblemente agotado.
Así que busco a tientas su varita y la encontró en lo que era el remolino de ropa que era la sabana.
- Lumos - y en el silencio se podían oír los latidos de su corazón - ¡Potter! Por Mordred… ¿Qué haces aquí¡Potter¡Despierta!
El otro chico se levanto rápidamente al oír los gritos.
- ¿Dónde¿Qué haces aquí Malfoy? - y tras recordar añadió - parece que se apago la chimenea… realmente necesitaba descansar.
- Quiero una explicación Potter - dijo Draco mientras se acomodaba con las manos el cabello hacia atrás.
- Deberías dejar de echarte tanta porquería en el pelo, se ve fatal.
- ¡Cállate Potter! Lo que necesito es una ducha y una explicación - y una parte del cuarto cambio para mostrar una gran bañera - estamos en la Sala de los Menesteres. Me senté en el sofá a esperarte y… ¿Qué me hiciste mientras estuve dormido?
- Nada - contesto de inmediato Harry - yo solo… te encontré dormido y yo también me dormí, y la habitación debió cambiar el sofá por una cama y … - y Harry pensaba que era una suerte que la habitación solo estuviera iluminada por la varita de Malfoy, porque sentía su cara arder - y estamos los dos vestidos…
- ¡Basta Potter! Te ves realmente patético dando explicaciones - gruño Draco mientras intentaba alisarse la ropa.
- ¡Eres … - comenzó a decir el moreno, pero dedució algo - ¡Tienes mal despertar!
- ¡Cállate Potter!
- ¿Por qué debería? - dijo risueño.
- Por… - pero Malfoy debió pensárselo mejor y salio lentamente de la cama, como si lo obligaran a levantarse, y se fue hacia un rincón de la habitación para comenzar a quitarse los zapatos.
- ¿Qué haces? - pregunto Harry curioso
- Es evidente, voy a darme un buen baño y después a cenar.
- ¿Qué hora debe ser? - se pregunto mientras salía de la cama.
- Las nueve pasadas, ya vamos tarde a cenar - y Harry lo miro, y se dio cuenta de que consultaba su reloj - y Harry lo miro, y se dio cuenta de que consultaba su reloj vestido solamente con sus boxers.
- Ehh… esto… yo…
- Me encanta tu elocuencia Potter.
- Adiós - y salio rápidamente al ver que el rubio comenzaba a quitarse lo único que cubría su cuerpo.
Marzo había llegado, pero no se notaba el cambio. Seguía haciendo mucho frío, y los copos de nieve solían caer casi cada día. Pero en aquella clase nadie era capaz de formar un escudo protector decente, no con aquel profesor.
- ¿No es capaz de hacerlo mejor Potter! - pero Snape no espero la respuesta del muchacho - Eres el niño-que-vivió y no eres capaz de formar un escudo protector decente - no es que Harry lo hiciera peor que los otros, solo que Snape era Snape - lo mismo para usted, Finnigan - como siempre ningún comentario negativo para sus Slytherins.
Clase de Defensa contra las Artes Oscuras era casi peor que clase con con Umbridge. Pero los alumnos ya conocían a el Profesor Snape y sabían que no habían de decir nada a menos que les preguntara directamente, aunque no por ello dejaran de temblar cuando se dirigía a ellos.
Por otra parte Severus estaba realmente irritado. Si normalmente no soportaba cualquier clase con los Gryffindors, la clase de sexto se hacia insoportable. Principalmente por la rivalidad entre las dos casas, que hacia que al mínimo descuido se intentaran maldecir apropósito.
Y con Granger siempre dispuesta a alzar la mano y contestar con su típica cara de yo-lo-se-todo. Y también el ahora-perfecto-Longbottom, aunque aun temblaba cuando le preguntaba.
Y por supuesto estaba Potter.
Y era por él que hoy estaba de tan mal humor, había entrado en la clase mirándolo de forma extraña, no con odio como hacia usualmente, algo debía de tramar.
- ¡Longbottom! - y el susodicho tembló como una hoja - ¿Cómo se puede deshacer un escudo protector de tipo repulsor?
- Solo se pu-puede deshacer si el creador-r se desco-concentra, si el escudo es fuerte y su creador tiene la mente en el escu-cudo todo tipo de hechi-chizos serán rebotados - y cuando acabo la explicación se oyeron una risitas.
- Patil, Brown, 20 puntos menos para Gryffindor. Vuelvan a crear sus escudos - y todos crearon sus barreras - ¡Potter concéntrese! Hasta un mago pequeño sería capaz de romper su escudo.
Pero Harry no podía concentrarse mientras tuviera a Snape delante, no mientras recordaba algo de lo que había hablado con Malfoy. Snape era el mejor amigo de la Señora Malfoy. Era incapaz de concebir que alguien quisiese ser amigo de un amargado como Snape. Y menos una mujer tan hermosa como Narcisa Malfoy (así la recordaba Harry muy bella, pero muy desagradable con su gesto de superioridad), aunque teniendo en cuenta quien era su marido no debía tener muy buen gusto.
- ¡Potter¡Su escudo!
Harry se concentro en crear un escudo perfecto. No debía pensar en nada más, solo en el escudo. No era un escudo muy útil, ya que te inutilizaba para hacer otras cosas, en pensar en otras cosas. Mientras, Snape le comenzó a lanzar maldiciones.
- Concéntrate Harry - le susurro Hermione.
- 20 puntos menos para Gryffindor - y Snape rápidamente le volvió a apuntar, y por el brillo de sus ojos le iba a lanzar un hechizo que le iba a desbaratar su barrera.
Se concentro solo en el escudo, debía demostrarle a Snape de lo que era capaz. Tenia que hacer como Neville había dicho, tener la mente en el escudo y este se comenzó a fortalecer. Las palabras de Neville le recordaron a las de cierto rubio, calmarse y visualizar mentalmente lo que quería.
- ¡Expeliarmus! - exclamo el profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras.
Y Harry salio volando hasta dar con la pared mientras su varita se escurría de su mano e iba a parar a las manos del satisfecho profesor. No debería haber pensado, en el ultimo momento, en Malfoy.
El profesor Slughorn estaba sorprendido.
¿Pero quien no lo estaría sorprendido de lo que ese chico de primero era capaz de hacer?
Lo observo hacer su poción durante un rato más antes de dar por finalizada la clase.
- Señor Snape - dijo en voz alta - su poción ha quedado perfecta, como siempre. Quédese un momento - y espero a que todos se hubieran ido para volver a hablar - Su técnica es excelente.
- Gracias profesor Slughorn - dijo Severus sumisamente.
- Voy a hacer una reunión con algunos de mis alumnos mañana¿Quieres venir?
- Lo lamento Profesor, pero, mañana estaré muy ocupado.
- ¿De verdad? Quizás puedas pasarte otro día.
- No creo que pueda, Profesor. Si no quiere nada más, me gustaría irme.
- Claro, Snape, puedes marcharte.
Severus Snape salio de la mazmorra en que se daba pociones rápidamente, no le gustaba el Profesor Slughorn, era demasiado manipulante, era fácil ver como movía los hilos.
- ¡Espera Snape! - dijo una figura que corrió a ponerse a su lado.
- ¿Qué quieres Black?
- Llámame Narcisa, no creo que quieras llamarme Cissy, así me llaman mis hermanas.
- Andrómeda y Bellatrix Black.
- Así es.
- ¿Qué quieres Black?
- ¡Narcisa!
- ¡Black!
- ¡Narcisa!
- ¡Black!
- ¡Cissy!
- Nunca - y Narcisa comenzó a reír - ¿Qué demonios quieres?
- Darte las gracias, siempre me chivas lo que hago mal.
- No quiero que Hogwarts explote, simplemente eso, estabas a punto de hacer dinamita.
- ¿Qué es eso?
- Nada. Ahora si me disculpas Black, tengo otras cosas que hacer.
- Llámame Narcisa, si me dices así, parece que te refieras a mi primo.
- El heredero de los Black, el gran Sirius Black.
- El primer Black en ser un Gryffindor en mucho, mucho tiempo. Un idiota.
- ¿No te llevas bien con él? - pregunto Severus extrañado.
- ¡No! Le corto el cabello a mi muñeca preferida, lo hizo de tal forma que no volvió a crecerle.
- Ya hemos llegado - dijo mientras entraban a la Sala Común de Slytherin - así que ad…
- Buenos días - dijo una voz fría a su lado.
- Buenos días Malfoy - le contesto Narcisa mientras se sonrojaba.
- Yo me voy - dijo rápidamente Severus, y emprendió la retirada.
- No tan rápido Snape - dijo Lucius yendo tras Snape y dejando a Narcisa sola - Me han dicho que eres muy bueno en pociones - pero el chico de primero solo le miro con sus inexpresivos ojos negros - ¿Crees que serias capaz de hacer una poción de tercero?
- Si que sería capaz, pero no la voy a hacer por ti - y se fue velozmente.
- Es la primera vez que veo a alguien rechazar el hacer tus deberes - otra persona rió escandalosamente - pero no deberías relacionarte con ese nadie-sabe-de-donde-ha-salido, Lucius. ¡Oh¿Estas aquí Cissy?
- Si, Bella.
- A Lucius le acaba de llegar una noticia, su hermana se casa, así que este verano iremos de boda.
- ¿De verdad? - pregunto Narcisa con no mucho entusiasmo
- ¿No te alegras? Creí que te gustaban las bodas. Lucius tampoco esta muy contento ¿aunque me pregunto porque será? - pero el susodicho no contesto, estaba pensativo - ja, ja, ja.- volvió a reírse Bellatrix - creo que no asumido que ese niñato le haya dicho que no.
- Snape es así - dijo Narcisa mirando de reojo al Malfoy.
