Xie Lian sabe que no hay manera de que sea humano.

Sabe que esa cara de facciones juveniles sabe demasiado para la edad que tiene incluso si viene de una familia adinerada con acceso a cosas que la gente normal no. Sabe que detrás de esa personalidad despreocupada y calmada se necesita esconder un ser muy poderoso que quizá se encontró aburrido y sin nada que hacer.

Aun con eso, el pánico que le recorre el cuerpo entero cuando San Lang brinca al pozo hace que su cuerpo entero se sienta entumido.

Algo dentro de su cuerpo se retuerce y grita de dolor mientras ve a la figura desaparecer en la oscuridad, una sensación que lo enferma le llena las venas cuando Ruoye regresa sin sujetar nada a enrollarse en su muñeca temblando por lo que sintió dentro de ese lugar.

Probablemente es ridículo sentirse tan afectado, Saan Lng llegó a su vida un par de días atrás y Xie Lian incluso duda de sus intenciones y verdadera identidad, pero aún así siente el miedo apretándose el corazón porque, en realidad, San Lang es lo único bueno que le ha pasado últimamente.

Con su tercera ascensión quedaron más claras las diferencias entre él y el resto de Oficiales, más obvio que nada ha cambiado y mientras que ha aprendido a lidiar con el hecho de que no es más que el hazmerreír del reino, no lo hace más sencillo. Aún se siente incómodo mientras finge una sonrisa y trata a todos con normalidad a pesar de sus constantes comentarios que tiene como objetivo recordarle lo trágico y risible que es su vida entera. Aún se siente fuera de lugar y que no encaja y es por eso que prefirió salir corriendo de vuelta al mundo mortal en cuanto pudo para construirse un templo en una cabaña abandonada. Era mil veces mejor a estar allá arriba.

San Lang… realmente se convirtió en la única cosa buena con vida en ese momento.

No dudó en hablarle aún cuando eran extraños, la conversación no era incómoda y no parecía deseoso de mencionar todas sus cosas vergonzosas. Le contestó las preguntas que tenía sobre Hua Cheng y todo lo demás como si solo quisiera que Xie Lian encontrar las respuestas y nada más. Ni una vez Xie Lian sintió que buscaba algo a cambio y ni una vez temió por la seguridad de los aldeanos o la suya.

—¡San Lang!

Incluso le construyó una puerta y trabajó con él para que el santuario se viera decente al menos… lo pintó de la forma más bella y poniendo atención hasta el más mínimo detalle.

No le importa que no pueda escuchar los sonidos que lo que sea que está allá abajo hacen mientras destrozan el cuerpo que recién cayó como pasó cuando A-Zhao se aventó a atacar a Ke Mo en y terminó por caer a su innecesaria muerte. La única cosa que Xie Lian puede pensar en ese momento es que no volverá a tener esa presencia reconfortante a su lado nunca más, que el último recuerdo que va a tener de él es mientras cae a ese pozo oscuro con una sonrisa en su cara y después de un par de palabras reconfortantes que realmente no hicieron nada.

Así que solo salta.

Quiere llegar al fondo antes de que el otro lo haga para que pueda atraparlo, quiere destruir todo lo que habita en el fondo antes de que el cuerpo de San Lang termine de caer, pero como era de esperarse y en una clara muestra de su suerte, Ke Mo logra atraparlo antes de que se aleje lo suficiente y, obviamente, ese pequeño retraso arruina todo.

La mente de Xie Lian se sume en un estado de frenesí aún peor, la idea de necesitar seguir a San Lang llenándose cada recoveco de su cuerpo hasta que termina por sujetar a Ke Mo por el brazo y jalarlo con él para que los dos caigan a ese punto sin retorno.

Mientras cae no puede evitar pensar que Fu Yao se quejará y armará un escándalo por sus decisiones apresuradas, pero está bien, lidiará con eso en cuanto tenga la presencia reconfortante de San Lang de vuelta a su lado. No es tonto, sabe que lanzarse así no ha sido el mejor plan que se le haya ocurrido, aun no saben bien qué hay en el fondo, pero no le importa eso tampoco.

San Lang.

San Lang

San Lang.

Repite el nombre incesantemente y como si fuera una plegaria lanzada al frío viento que le golpea la cara. Es algo que al final se agrega a la ansiedad que lo carcome por dentro, haciendo que nuevos y horribles escenarios fatalistas cobren sentido y lo dejen sin saber si es mejor reír o llorar.

Y entonces, alguien lo atrapa.

Brazos fuertes atrapan su cuerpo y le hacen hasta olvidarse de concentrarse para aterrizar bien y hasta de mandar a Ruoye a atacar para mantener a lo que habita allá abajo lejos de él. Algo dentro de sí le dice que no debe reaccionar agresivamente para defenderse y eso lo hace entender. Xie Lian está seguro que ningún humano puede sobrevivir esta caída, que ningún fantasma común puede mantener a las criaturas habitando el fondo del pozo lo suficiente como para tener tiempo de atraparlo. Sabe que esto confirma su teoría.

Pero se siente seguro y eso, al final, solo hace que se aferre a él y sienta que todo estará bien.


Notas:

Ya tiene algo de tiempo que leí esta novela y de que me enamore del hualian, pero no me había animado a escribir algo de ellos hasta ahora. Es algo muy básico y, realmente, es más un análisis de una escena y de lo que significó para Xie Lian. Ya con el tiempo me animaré a hacer más cosas.

Gracias por leer, espero puedan dejarme un comentario allá abajo. Les recuerdo que esta historia la pueden encontrar en inglés en AO3 con el mismo nombre (Five seconds of panic), y que soy la misma persona que la publicó allá.

Domingo 5 de Diciembre del 2021