El Gato ladrón y el Cachorro policía

Yu-Gi-Oh ... Seto x Joey

By Kaede Sakuragi

Capitulo 09

Entro a la oficina con su mirada mas fría de lo común. Los empleados del lugar, se corrían aprisa por no ser el descargo del enojo del CEO.

Su secretaria, casi ni se movió de su lugar al verlo bajar del ascensor privado. Solo atino a decirle los buenos días. Al sentir la puerta ser azotada, recién en ese momento respiro profundamente. Miro a los empresarios que estaban allí desde temprano, sonriéndoles cortésmente. Se levanto, dispuesta a hablar con el Jefe, aunque sabia que seria echada de la oficina con algún grito.

Toco suavemente, pero no encontró respuesta. Aun así, entro.

No quiero ver a nadie ... Clarisa... y digo A NADIE – Seto Kaiba estaba de espalda al escritorio, contemplaba la ciudad por el gran ventanal.

De acuerdo señor. Les diré a los Jóvenes Bakura y Ryu que regresen otro día – La secretaria dio media vuelta, pero se detuvo sujetando la manija de la puerta.

Espera ... – dijo entre dientes - ... Diles que en diez minutos pueden pasar ... – Clarisa, sonrió.

De acuerdo .. .- la puerta sé cerro, para luego el CEO respirar profundamente.

Diez minutos exactos, la puerta fue abierta nuevamente dejando entrar a los dos hermanos.

Buenos Días Seto ... – Ryu le sonrió amablemente, mientras Bakura se sentaba sin decir nada.

Buenos días ... – el ojiazul, estaba un poco más calmado de cuando entro, pera aun le molestaba lo que había sucedido antes de ir allí.

Venimos en mal momento? – la voz de aquel muchacho dulce, lo trajo a la realidad, mirando en sus ojos preocupación verdadera.

" Me estaré equivocando con él?" – pensó – No ... solo algo cansado ... no te preocupes... – trato de hacer una mueca, en forma de sonrisa, pero no lográndolo.

Ah ... de seguro ese crío te tuvo toda la noche en vela ... – el comentario en voz baja de Bakura, hizo que ambos muchachos centraran su vista en él.

Bakura! Basta! – Ryu dijo molesto, casi a punto de levantarse y golpearlo – Ya hablamos del tema ... Verdad!

Uff ... – el muchacho refunfuño por lo bajo, para luego mirar una pelusa en el aire, así ignorando a su hermano.

Disculpa a mi hermano ... Seto ... – El muchacho habló casi con tristeza

No te preocupes ... Sé lo que es tener un dolor de cabeza ... llamado " parientes de sangre" - le dijo mientras pensaba en aquel chiquillo, que había arruinado la cena.

Bueno ... pero no me trae aquí ese tema ... – Ryu saco de uno maletín negro, una caja de madera roja, tallada a mano, con símbolos egipcios – Aquí esta el articulo que habíamos acordado para la exposición – la deposito en el escritorio, abriéndola, mostrando una sortija de oro, con el dibujo de una pirámide y el ojo egipcio.

Perfecto ... – murmuro despacio. Tomo el objeto entre sus manos, observándola con admiración - ... La semana que viene será la primera exposición. En la mansión Kaiba.

Ya tenemos todo arreglado, Seto – la voz de Ryu era suave - ... Algunos inversionistas de los Estados Unidos ya confirmaron su presencia.

Bien ... – Kaiba guardo la sortija en la caja, para luego cerrarla – ... Los inversionistas Alemanes ya están en Tokio, haciendo otros negocios, pero llegaran a la exposición – se levanto, para tomar el objeto y guardarla en una de las cajas de seguridad. Bakura lo detuvo, no sorprendiéndolo por su reacción, su mirada era seria, mas de lo habitual.

Espero que los recaudos de seguridad, los tengas controlado, Kaiba. Porque te aseguro que si algo le pasa a la sortija, te las veras conmigo.

BAKURA! – Ryu grito, tomando la mano que había agarrado su hermano el brazo del ojiazul. Estaba por reclamarle pero el gesto de este lo detuvo

Se que estas inseguro por los robos que se han suscitado los últimos tiempos, pero puedo confiar ... No ... Les puedo Asegurar que nada pasara en las exposiciones – Bakura lo miro a los ojos por un momento. Vio desafió, determinación, y mucho valor. Sonrió de costado, maliciosamente.

Bueno ... si tienes también sirvientes tan ... mmmmm – hizo una mueca de malicia con su mano - ... como el que cuida a tu mascota ... la verdad ... que cualquier ladrón preferiría robarse tal bocado ... – El CEO entrecerró los ojos, disgustado.

Bakura! – Ryu no supo que hacer, estaba por disculparse, pero al ver esa mirada en el ojiazul, bajo su rostro con tristeza.

No hablare contigo, sobre mis empleados – Kaiba tomo la caja, guardándola, para luego sentarse nuevamente en el sillón detrás de su escritorio.

Lastima ... – el muchacho, miro maliciosamente, sonriendo - ... Pues con Marik estábamos por pedirte a tu empleado para nuestras exposiciones ... Pero le diré que no esta disponible ... – hizo un gesto de desconcierto falso, cosa que al CEO no le agrado.

Bueno ... Hermano ... Debemos irnos – Ryu hablo casi normal, levantándose, extendiéndole la mano - ...Seto, gracias por tu confianza, y te agradecemos esta exposición.

Gracias a ti, por prestarme tu herencia, para el financiamiento.

Los hermanos salieron del despacho, dejándolo solo, mientras miraba la caja fuerte. Luego miro por el gran ventanal.

Demonios ...! – murmuro despacio, para luego tomar el teléfono – Buenos días ... Habla Seto Kaiba ... necesito hablar con el Capitán ... – espero un momento, hasta que del otro lado sintió que volvía a contestarle - ... Capitán, Seto Kaiba. Quiero pedirle un favor ... Necesito los expedientes de los tres oficiales que mando a mi mansión ... Si ... Si ... esos ... Quiero que los despida ... – frunció el ceño, para luego casi gritarle – Escuche bien ...! Si ... quiero que los despida ...! ... Quiero que haga exactamente lo que le diga ...!

Los tres estaban frente al recinto de policía. Estaban resignados a su destino.

Bueno ... Fue un placer trabajar con ustedes – Yami abrazo a los otros dos compañeros, ya que estaba en el medio de ellos.

Gracias amigo! Yo también te quiero ... – Joey hablo con tristeza – Demonios, tendré que buscar otro trabajo ...

Anímate Pequeño – Duke lo abrazo, mientras Yami lo despeinaba – Veras que los tres saldremos de esto.

Claro ... Aquí Portos ... tiene razón ... – El de ojos morados hablo

Oye, porque yo tengo que ser ese ... – Duke reclamo.

Porque yo soy Aramis ... el mas lindo de los tres mosqueteros.

Idiotas ...! – El rubio dijo burlonamente. Para luego suspirar – Bueno ... cuanto mas rápido acabemos esto, mas rápido terminaremos ... verdad? – los tres asintieron, para luego encaminarse a su destino.

Los tres bajaron en el tercer piso. Encaminándose hasta su sector de la comandancia. Las miradas de sus colegas, fue interrogante.

Las noticias corren rápido – Duke murmuro despacio, mientras veía que sus compañeros, los palmeaban o les decían frases de aliento.

Cuando llegaron hasta la puerta del despacio del capitán. Los tres tomaron aire, para luego golpearla.

Adelante! – la voz gruesa de su jefe los hizo estremecer.

Buenas Capitán – Yami fue el primero en saludar.

Siéntense! – los tres obedecieron – Quiero sus placas en este momento, no quiero reclamos ni explicaciones. Sus armas, las quiero desarmadas. AHORA!

Pero Capitán, podemos explicarles ... nosotros ... – Joey empezó a hablar, pero fue interrumpido abruptamente

SILENCIO! HE DICHO QUE ENTREGUEN SUS PLACAS Y ARMAS AHORA! Acaso están sordos! Yo sabia que esta misión la iba a estropear! Sabia que eran unos inútiles, pero no sabia hasta que punto!

Capitán ... – los tres dijeron

NADA! CAPITÁN ... NADA! – el hombre saco de uno de los cajones un sobre, para luego lanzárselo a Yami - ... Preséntense en esta dirección. Lleven ese sobre, allí mismo les dirán que tiene que hacer.

Pero Capitán ... – Duke hablo.

Silencio, no dije que podían interrumpirme – del otro lado de su escritorio, saco unas aspirinas de uno de los cajones. Para tomarlo con un café negro, frió que ya estaba allí – Son buenos hombres ... Desgraciadamente debo reconocerlo – dijo en forma de burla – Pero mandarle una estupidez como la que hicieron ayer ... definitivamente va mas allá de mis creencias.

No tuvimos la culpa ... ese amargado ricachón ... fue el que ...

Wheeler ...! – el hombre gordo, estaba ves dijo casi resignado - ... Lo que sea ... ahora para no dejarlos en la calle sin trabajo. Les pido que vallan a esa dirección. Por lo visto alguien se entero de su despido en este departamento, y quieren contratarlos. Para una guardia especial, o algo por el estilo.

... – Yami tomo el sobre, abriéndolo, donde encontró una carta con una recomendación, de los tres, y una dirección, en el centro de la cuidad – Capitán, quien es esta persona?

Valla ... por la dirección debe ser muy rica. Es en la parte residencial de Dominio. No cualquiera tiene sus negocios allí.

Por lo menos serán mejor pagados de los que tenían acá ... – el hombre gordo suspiro desganado. Mirándolo a los tres – Saben que? ... Este recinto no será lo mismo sin ustedes ... – el hombre sonrió.

Gracias capitán ... – los tres se levantaron, Joey antes de irse, extendió su mano, para estrecharla.

Nos veremos otro día ... Capitán ...

Ya...ya ... largo de aquí ...

Nos vemos ...

Los tres salieron de allí, aliviados. Sus compañeros, les daban aliento, y que otra palmada en la espalda.

El sol estaba radiante, se podía decir que el día iba ser espléndido.

Chau trabajo ... Nuevo trabajo – Duke fue el que hablo, frente al gran edificio de oficinas donde el Capitán los había enviado.

De quien es este edificio? – Joey hablo impresionado por tal estructura.

No tengo ni la mas pálida idea – Yami fue el que respondió, casi arrastrando a los otros dos para entrar – Es de los nuevos que se contrajeron este año. Por lo cual no se quien es el dueño – al entrar, se encontraron en una especie de recepción gigante. Se acercaron a la sección de informes, donde había tres secretarias muy bonitas.

Buenos días, puedo ayudarlos? – una de ellas les hablo amablemente.

Si, nos dijeron que viniéramos a este lugar, pero no sabemos el nombre de quien nos sito. Solo nos entregaron esta carta – Yami le extendió el sobre.

Motou, Wheeler y Deblin ... los esperan en el ultimo piso, en la sección "D" – la señorita volvió a entregarle el sobre – Pueden llegar por los ascensores del fondo, a la derecha, solo digan al portero, que los lleven hasta allá.

Gracias ... – Yami agradeció, mientras le guiñaba el ojo, casi haciendo sonrojar a la secretaria.

Cuando llegaron al ultimo piso, directamente, pasaron a una oficina. Una secretaria, los estaba esperando, los tres dudaron de lo que sucedía allí. Era una oficina de conferencias, donde una gran mesa se encontraba en el centro.

Señor ... los hombres que pidió han llegado ... – al final de la habitación, detrás de un gran sillón, que les daba la espalda, había alguien.

Puede retirarse ... Anita ... – la vos era familiar. Cuando se quedaron solos, aquel hombre se paro, para mirarlos con una gran sonrisa.

TU! – Joey fue el que reacciono en forma histérica.