El Gato ladrón y el Cachorro policía
Yu-Gi-Oh ... Seto x Joey
By Kaede SakuragiCapitulo 10
La habitación estaba oscura, apenas las luces de unos veladores que rodeaban una mesa, era lo que iluminaba el lugar.
El sonido de la puerta, lo hizo girarse, para mirar a su hermano que entraba con una bandeja con algo de comida.
Aun trabajando? – la vos era suave
Claro, Hermano. Ir hasta allá, fue productivo. Por lo menos ya tengo una idea de la gente, y el sistema de seguridad. Cuando sea la exposición, estaremos allí, y el supuesto gato entrara y robara los artículos que tiene escondido en su estudio – sus ojos semi morados le sonrieron.
Pero ... – quiso protestar, pero los dedos de su hermano, lo detuvieron.
No te preocupes ... Por algo soy el mejor ladrón del mundo ... – se acerco despacio, depositando un leve beso en su frente – Veras que todo saldrá bien. Recuperaremos los artículos, y podremos devolverlos a donde pertenecen.
El otro muchacho sonrió, apenas. No confiaba en la seguridad de la mansión Kaiba. Tenia un mal presentimiento.
El aire en esa habitación, se había vuelto algo incomodo. Joey había gritado con todas su fuerza, y en ese momento, se adelanto enojado, hasta quedar frente al sujeto que los contrataría. Había tomado las solapas de su traje, para hacerlo levantar de su asiento bruscamente. Lo había querido golpear, a lo cual, sus compañeros se acercaron rápidamente para detenerlo, pero a mitad de camino, el golpe sobre la mesa, los hizo desistir muy sorprendidos.
Su rubio amigo, quedo aprisionado entre le mesa y el cuerpo de aquel muchacho. Le había aplicado una llave, dejando su brazo muy adolorido, casi hasta romperlo. Mientras que su mano libre, sujetaba su cabeza, por aquellas hebras doradas.
KAIBA! SUÉLTAME! SUÉLTAME! – los gritos de Joey se hicieron mas fuerte, provocando que la seguridad del lugar, apareciera portando sus armas, y apuntando a los ex detectives.
No quiero nadie que interrumpa sin permiso! – la vos del ojiazul, era ruda y fría, provocando un nerviosismo entre los de seguridad.
Señor ... escuchamos gritos ... y ...
Silencio ... no quiero explicaciones ... quiero que nos dejen solos ... Ahora! – sin decir otra cosa, los hombres salieron, cerrando la puerta.
Oye ... YA suéltame Ricachon! Me romperás el brazo! – Joey volvía a protestar, para luego mirar a sus amigos – Ustedes no se queden parados ... AYUDEN! – Yami miro a Duke, que no sabían que decir. Pero antes de volver a protestar, Kaiba lo soltó, volviéndose a sentar en el lugar que ocupaba antes. El rubio se toco el brazo, y cuando amago volver a querer golpearlo, esta vez si sus amigos pudieron contenerlo.
Veo que tienes agallas, Wheeler – la vos del CEO era calmada.
Maldito! Que significa esto, primeros nos haces despedir, y luego nos quieres contratar. A que estas jugando!
Desgraciadamente debo reconocer que son buenos en su trabajo – Mirándolo a Yami – No cualquiera hubiera descubierto aquel lugar ... – el muchacho de pelo tricolor hizo un asentamiento con su cabeza.
Sr. Kaiba, pero eso no explica lo que nos hizo ... Hacernos despedir para luego darnos trabajo. O es una simple broma de parte suya? – Duke hablaba seriamente, mientras le había tapado la boca al rubio, porque sabia que lo insultaría.
Seré directo ... Necesito a los mejores para la seguridad de ciertas cosas en mi mansión. Me los recomendaron. Y me gusto lo que encontré en los expedientes. Pero no podía confiar en ustedes plenamente ...
Porque? ... Acaba de decir que somos los mejores ... – Joey protesto, luego de safarse de los brazos de sus amigos, impidiendo que otra vez lo callaran.
Por que no somos de la casa ... – dijo despacio Duke, que recordó aquellas palabras dichas varias veces por el mayordomo. Sus compañeros lo miraron interrogante, mientras Kaiba sonreía.
Excelente deducción ... – dijo despacio. El muchacho de ojos verdes sonrió.
Claro ... Perteneciendo al departamento de policía, estaremos limitados solo a las áreas que podrían algunos entrar. Pero si pertenecemos exclusivamente a la seguridad de la Mansión Kaiba, no solo tenemos aseso a toda la casa, sino también a los pequeños cuartos secretos, como aquel lugar en el invernadero ...
Duke Deblin, uno de los mejores analista de sistemas, técnico electromecánico, y para variar uno de los mejores hakers ... – el CEO miro al ojos amatistas – Yami Motou ... campeón estatal de artes marciales, entrenador de judo y karate, especialista en profesorado de defensa personal y también le gusta el deporte extremo ... – luego sus ojos se centraron en aquel muchacho rubio, el cual poseía un rostro molesto, el cual lo hizo sonreír – Joey Wheeler ... especialista en armas y tiro al blanco, pero en ningún momento a disparado en su trabajo. Algo impulsivo, pero de muy buenos sentidos e instintos ... – los tres muchachos lo miraron con desconfianza, pero antes que pudieran decir algo el CEO siguió – Caballeros, les estoy ofreciendo que sean parte de la Seguridad de la Institución Kaiba, no solo estarán a cargo de la parte de seguridad, si no que también estoy buscando a los mejores para mis negocios y seguridad personal. Están en ustedes aceptar la oferta o no ...
Y porque tendríamos que aceptar el trabajo ... Usted nos hizo despedir de la policía ... como sabremos que no nos despedirá luego de uno tiempo ... – Joey hablo con molestia. El ojiazul, de su chaqueta, saco un sobre blanco. Para luego lanzárselo, el rubio no sabia como interpretar eso, pero cuando observo detenidamente lo que tenia entre sus manos, sus ojos se abrieron en forma de sorpresa.
Abrió despacio, para luego sacar una tarjeta labrada a mano, con motivos rojos y rosas. Un bello detalle en acuarelas, en un papel algo amarillento. El corazón del rubio dio unos brincos indescriptibles.
" Extraños son aquellos que moran en las casas lejanas ... – Yami empezó a leer, al ver que su compañero estaba perdido en las letras - ... Curioso es aquel hermoso ruiseñor, que va en flor en flor, para juntar su néctar. Como yo lo hago en cada lugar que puedo recolectar mi tesoro. Siguiente lugar, siguiente posesión. Tú serás el siguiente y recuperare algo que me has robado por unos días ... The Cat" – el silencio se hizo incomodo. Hasta que Duke hablo.
Cuándo recibió esto?
Ayer en la noche ... cuando fui a mí recamara, encontré este sobre y una flor en el escritorio – el CEO saco una rosa amarilla de entre sus ropas, un pequeño retoño - ... Cuando me percate, la ventana estaba abierta. Como verán, la seguridad no es lo mejor, si un ladrón como El Gato entra a mi mansión y deja ese recado.
Porque no fue a la policía ... Ellos pueden ayudarlo ... – Yami hablo
Porque los que han seguido con todo detalle el caso ... son ustedes tres ... O me equivoco ... Señor Wheeler – Kaiba miro al rubio con una media sonrisa. El rostro del muchacho estaba algo pálido, y apenas se podía ver un pequeño sonrojo en aquellas mejillas. Levanto su vista, para mirar aquellos ojos azules.
No ... no se equivoca ... Señor Kaiba ... – por primera vez, el pequeño cachorro, hablaba seriamente. Por un momento se quedo en silencio. Sus compañeros lo miraban, sabían que el rubio era especial con ese tema. Y sabían que era su obsesión atraparlo. Hasta creían que él conocía todo sobre ese ladrón. El rubio los miro a cada uno, como buscando algo, para luego suspirar y hablar directamente con el CEO – Como podemos tener seguridad que después de que atrapemos a este ladrón, y poder salvar sus exposiciones, ya que son las que se aproximan. Y si no me equivoco son lo más importante para una de sus inversiones en el extranjero. Díganos, Señor Kaiba, las condiciones de trabajo, luego que todo esto termine. Como vera, usted nos despidió y luego de este trabajo, volveremos a quedarnos sin nada.
Señor Wheeler, me impresiona ... – dijo en un tono de sarcasmo y burla - ... No se preocupe, luego de que todo pase, serán parte de mi nueva empresa – extendió sus manos como si mostrara el edificio donde estaban - ... Es una de mis nuevos proyectos, este edificio será como el gemelo de Kaiba Corp, que, como verán detrás de mi, se puede observar desde aquí. A solo 15 minutos en auto.
El rubio miro nuevamente a sus compañeros, y les hizo señas que lo siguieran, alejándose así del CEO. Estuvieron en una parte de aquella sala, murmurando despacio, como debatiendo, cosa que al ojiazul le hizo mucha gracia por dentro.
Se les quedo mirando, mas bien, a cierto policía. Renegó mentalmente, estaba trabajando, y no podía estar pensando en eso ahora. Debía cooperar por el momento, con ellos, viendo las fallas de los sistemas y demás. Sabia de por sí que El Gato no atacaría, pero si sabia que otros ladrones quizás lo intentarían. Debía cerciorarse, y evitar poder perder la posibilidad de recuperar a su hermano.
Señor Kaiba ... – La vos de Yami lo volvió a la realidad.
Nosotros queremos saber si esta dispuesto de contratarnos en base de nuestras condiciones ... Claro que no son exigentes ... pero como sabrá ... fue repentino nuestro despido y demás cosas que ...
No me diga mas ... Señor Motou ... Entiendo ... – Seto Kaiba, sonrió satisfecho, como todo hombre de negocios, tomo el intercomunicador de la sala – Anita ... Dígale a los abogados que pueden pasar ... Y llame a Clarisa, a Kaiba Corp que arregle los asuntos pendientes.
De acuerdo Señor ... – se escucho la vos de la señorita.
Luego de mas o menos una hora, los tres muchachos salieron sonrientes y aliviados. No solo tenían nuevo trabajo, si no que las remuneraciones de la misma, eran tres veces mas de lo que tenían en el departamento de policía.
Desde una de las ventanas del edificio, miro hacia abajo, pudo distinguirlos entre los puntos pequeños de la gente. Sonrió, por fin tendría a su cachorro en su casa, y en su juego favorito. "El Gato Ladrón... y El Cachorro Policía"
