El Gato ladrón y el Cachorro policía
Yu-Gi-Oh ... Seto x Joey
By Kaede Sakuragi
Capitulo 12
Era ya madrugada, cuando el reloj del gran salón dio una campanada anunciando las cinco y media. Los invitados hacia un buen rato que se habían retirado, y solo estaban los del servicio de limpieza, en el jardín y en la cocina.
Entro cansado a su despacho, pensaba trabajar un poco antes de ir a dormir una hora, para luego partir a la corporación. Pero su sorpresa fue cuando en su escritorio, se encontraba un bello durmiente.
Como si la atracción de tal pequeña mascota, se acerco lentamente. Quedo en cuclillas junto a él, observándolo detalladamente, sus ojos cerrados, sus largas pestañas, y ese rostro tan pacifico que lo llamaba a despertarlo como si fuera un cuento de hadas. Sus dedos viajaron hasta sus cabellos, moviéndolos despacio, para poder ver mas a su gusto aquel rostro, sintió como eran suaves, finos. Tuvo el arrebato de acercarse aun más, para olerlos, una fragancia a hiervas y flores salían de ellos. Cerro sus ojos, perdiéndose en las sensaciones que sentía, para inconscientemente bajar lentamente hasta su cuello y recorrer con su nariz su piel suave, deposito un pequeño beso, para luego seguir recorriendo aquella textura. Entre abrió sus ojos azules, para solo percatarse que estaba a solo un suspiro de aquellos labios. Si tan solo pudiera ... ... ... ... ...
- Ya ... bésalo de una vez ... Seto ... Que si fuera helado, ya se hubiera derretido de tanto estarlo mirando ... – la vos pequeña lo hizo alejarse abruptamente del policía, para luego girar su vista, encontrando a un pequeño gato negro sonriendo de oreja a oreja ...
- Maldición Mokuba! Como se te ocurre hacer tal estupidez ... – dijo enojadamente sonrojado, en vos baja, para que el rubio policía no despertara.
- Ja...! – dijo ladeando su cabeza en forma sarcástica – Como si llegara a despertar ... Para que sepas hermano, estuvo toda la noche tratando de investigar a cerca del ladrón que llego hasta la sala de los artículos. Y hace solo media hora que quedo profundamente dormido ... – el pequeño gatito sonrió cálidamente, al ver el reflejo de los ojos de su hermano mayor.
- Hay que sacarlo de aquí ... y llevarlo a su habitación ... – dijo despacio, pero retrocediendo unos pasos, como si estando cerca de aquel cuerpo, lo quemara - ... Llamare a sus compañeros para que se encarguen de él – el CEO había dado la media vuelta para salir de allí.
- Seto ... – Mokuba dijo con reproche – Sabes bien que sus compañeros están recorriendo el perímetro de la mansión, buscando alguna pista sobre el gato impostor. Tristan esta terminando de arreglar las cosas de la fiesta, así que ... Porque no te encargas de llevarlo ... – el pequeño gato, hizo una mueca de sonrisa maliciosa – Nadie té vera hacerlo ... – dijo despacio, una pequeña patada a la razón inconsciente de su hermano.
Miro a su hermanito molesto, pero aun sonrojado. Miro al policía rubio que dormía placidamente sobre el escritorio. Bufo despacio, para acercarse luego hasta aquel cuerpo cálido, ya que la sensación de tenerlo entre los brazos ... quemó.
El recorrido hasta la sección de la servidumbre fue lastimosamente corto. Logro abrir la puerta de la habitación, para luego depositarlo despacio sobre la suave cama. Apenas se había movido cuando lo traía, su rostro cálido irradiaba una paz, que él mismo no entendía.
Tomo una de las mantas que había en una silla y lo cubrió, arropándolo delicadamente. Sin darse cuenta, sonrió, despejando los mechones rebeldes, y luego ... depositar un suave beso en los labios del durmiente.
Estaba por salir, cuando sin querer pateo una pequeña caja oculta debajo de unos informes aun en el suelo. La observó detenidamente, observo al rubio en su cama, aun dormido, para luego ver que era lo que cachorro ahí guardaba. Sus ojos fueron los sorprendidos ...
Salió de allí despacio, cerrando la puerta tras de sí, llegando directamente a su cuarto y allí, encerrarse por unos momentos. Llevo su mano a su pecho, el cual parecía que había corrido de la forma que se agitaba.
- Mokuba ... te juro que te matare ...! - Sonrió despacio.
Se despojo de sus ropas, entrando solo en bóxer a la mullida cama. Al cerrar sus ojos, se durmió profundamente.
---------------------------
Hacia mas de tres horas que habían llegado a la mansión, y su hermano estaba encerrado en el estudio. Sabia que estaba furioso, que una cosa tan simple, lo había arruinado todo.
Lentamente trato de golpear la puerta de madera, para ver si estaba aun despierto, o quizás dormido. No esperaba verlo sobrio, sabia que las dos botellas de licor egipcio serian las únicas compañeras de su albino gemelo.
La puerta se deslizo despacio, dejando entre ver, la imagen de la gran biblioteca que poseía aquella habitación. Busco con sus sentidos, fallando al intentar ver algún movimiento, quizás su olfato, al alcohol, pero no percibía nada. Acaso Marik se había dormido, o quizás, salido por la ventana?.
De la misma forma que había abierto la puerta, se dispuso a cerrarla.
- No estoy disgustado contigo ... – la vos gruesa, y fría lo hizo estremecer – Entra! – fue una orden, la cual realizo, sin ningún reproche.
Cerro la puerta, despacio, encaminándose en línea recta hasta una mesa con mapas y libros antiguos. El clic de la puerta siendo trabaja, y cerrada con llave, lo hizo girarse, totalmente asustado.
- Hermano ... yo ... – a cada palabra retrocedía
- Por que me temes? – la vos de Marik era extrañamente calmada, pero aun más fría – Sabes que no te haré daño ... mi niño... – estiro su mano, para tocar los cabellos – Valla ... aun tienes pequeños fragmentos de vidrio ... – sonriendo, despojo de algunas pequeñas esquirlas, las cuales resaltaban con las luces de las lámparas.
- Yo ... quería decirte que ... – callo abruptamente, cuando su hermano gemelo sujeto su cuello con una mano, tratando de asfixiarlo.
- Malik ... – murmuro, mientras hacia mas presión, logrando que el cuerpo del otro estuviera prácticamente recostado sobre la mesa - ... Como pudiste fallar! – levanto su vos, mostrando en sus ojos morados, odio y desconcierto - ... Estaba todo meticulosamente planeado, las cámaras, las alarmas, las luces ... Todo ... Y tu ni siquiera pudiste enfrentarse a un miserable policía ...
- Agghhh ... – Malik trataba de safarse de aquella mano, que con cada presión, le quitaba el aire – No ... puedo ... respirar ... – apenas pudo decir.
- Eres un insecto inservible ... – con ayuda de su otra mano, lo sujeto de sus ropas, para luego arrojarlo contra la pared contraria, cayendo abruptamente sobre una pequeña mesa, rompiéndola – Vete ... antes que realmente tengas ganas de matarte ... VETE! – le grito.
Malik sin siquiera pensarlo mucho, se levanto apresuradamente, y corrió hasta su habitación. Se lo merecía, su hermano le había dado un plan perfecto, y el solo lo arruino.
Se encerró en aquel cuarto, para luego quedar en un rincón de este, en la oscuridad, llorando.
