El Gato ladrón y el Cachorro policía

Yu-Gi-Oh ... Seto x Joey

By Kaede Sakuragi

Capitulo 13

A pesar que la noche anterior, el cielo estaba lleno de estrellas, el día se nublo, amenazando con nubarrones una próxima y larga lluvia.

Aun dormido intento tantear el reloj sobre la mesa de noche aun lado de su cama. Pero extrañamente no lo encontró. Lentamente abrió los ojos, encontrándose en una habitación distinta a la que había estado acostumbrado los últimos días. Aunque si mejor lo pensaba, ni siquiera era de noche, y no recordaba haberse acostado. Se refregó los ojos, mientras se incorporaba, sintiendo la sabana fría sobre sus piernas.

Como si un pequeño suich en su interior diera la alarma. Miro a su alrededor, era una habitación sencilla pero a la vez elegante. Con paredes color mate, con un toque de marrón oscuro en los zócalos de todo el cuarto, la cama donde estaba acostado, era mas bien grande, con sabanas verdes, y un toque de dorado. Demasiado lujo, pensó, para ser una habitación de un sirviente.

- Como demonios llegue aquí? – dijo en voz baja, tratando de recordar que había pasado para llegar hasta allí.

- Buenas días Duke ... – una voz suave, lo hizo girarse hasta la puerta del baño de aquel lugar. Sorprendiéndose ante la figura que lo miraba sonriente. El Mayor domo de la residencia Kaiba, salía de allí, solo con un pantalón y una camisa blanca, la cual estaba desprendida – ... Por fin ha despertado ... Durmió bien? - el ojos verdes lo miraba intrigado. Pero su atención se dirigió al reloj que había en la pared. Marcaba las ocho y media.

- Demonios ...! – se levanto apresurado – Kaiba me matara si no llega a encontrarme trabajando ... – se bajo apresuradamente de la cama, pero callo abruptamente al suelo, adolorido. Sintió como unas manos tomaban uno de sus brazos, para luego rodear su cintura.

- No creo que lo despida por llegar tarde ... Pero si por exhibicionista ... – una pequeña risita fue la que se escucho – Pero tendrá que quedarse un tiempo mas en la cama. De seguro siento aun un poco de dolor ... Pero no se preocupe ... Yo lo he cuidado muy bien ... – el policía lo miro interrogante. Para luego mirar sus ropas, estaba con una remera, que no era suya, y además, llevaba pantaloncillos que no le pertenecían. Un gran sonrojo se apodero de sus mejillas. Que demonios había sucedido?

Como si fuera un golpe en la nuca, los recuerdos después de la fiesta, se hacían presentes.

Flash Back

Estaba revisando el ala norte del gran jardín. Varios guardias con perros lo ayudaban, pero era inútil, los rastros de vidrio de aquel ladrón había llegado hasta la mitad, y luego desaparecido como por arte de magia. Solo quedaba especular, había sido un invitado, y además lo habían ayudado.

Estaban ya de vuelta cuando se encontró al mayordomo esperándolo en una de las escaleras del jardín.

- Detective ... Alguna novedad? – pregunto tranquilo

- Duke ... llámeme Duke ... Tristan – dijo guiñándole el ojo – Ahora yo también trabajo en la mansión ... – el otro sonrió.

- Duke ... alguna novedad? – se le había acercado, con sigilo, provocando involuntariamente, un pequeño temblor en el cuerpo del ojos verdes.

- Ninguna ... – dijo en forma de fastidio, pero con la intención de bajar su vista, y no perderse en la sensación extraña de aquellos ojos marrones – Quien quiera que fuera ... Lo hizo muy bien ... – de repente dejo de hablar, para prestarle atención a algo que brillaba extraño entre algunos arbustos.

- Duke? – pregunto interrogante, cuando lo vio agacharse, y tomar algo del suelo – No lo toque! Es peligroso! – escucho el grito a su lado, para luego caer en la inconciencia.

Fin Flash Back

Se tomo la cabeza, ahora recordaba, algo había pinchado su dedo, y luego solo sintió todo su cuerpo arden en segundos, para después, la nada.

- Fue envenenado ... – Tristan hablo despacio, mientras trataba de acomodarlo, sin mirarlo – Aquel objeto que encontró, es una aguja india antigua, paralizante que lleva a la muerte del que es lastimado con ella – el castaño lo miro a los ojos – Cuando yo intente detenerlo, usted ya había sido contaminado.

- ... – Duke, sin poder creerlo, empezó a temblar.

- De seguro, el ladrón, perdió uno de sus agujas, y de casualidad usted lo encontró – el detective no supo interpretar la mirada de aquel sujeto, pero se sintió algo triste – Tuve que traerlo hasta aquí, a mi habitación ... – y antes que el otro lo interrumpiera, siguió hablando - ... Me especializo en pociones y antídotos de cualquier tipo de veneno. Una herencia familiar, que lleva mas de cinco mil años en la familia. Lo primero que tuve que hacer, fue sacarle toda la ropa y meterlo en agua fría, su cuerpo estaba ardiendo y si no bajaba la intensa fiebre, usted podría haber muerto. Diga que usted es lo bastante fuerte, porque las primeras horas bajo el efecto de la aguja, hubiera sido fulminante – el policía miro detenidamente al castaño, para luego mirar nuevamente el reloj.

- Un momento ... como que las primeras horas? ... si cuando regresaba de la búsqueda, recuerdo haber visto el reloj y marcaban las siente de la mañana – señalando el de la pared – A menos que este funcionando mal, paso solo hora y media – por un momento el silencio quedo en aquel lugar, para luego, escucharse una pequeña sonrisa de aquel muchacho, sintiendo arder de enojo – Que es lo gracioso? – dijo disgustado.

- Usted ha dormido ... por lo menos tres días ... – fue extraño, pero se sintió pálido, para luego acostarse tomándose la cabeza.

- Demonios! – murmuro – De seguro ahora si Kaiba me despedirá ... – sintió como Tristan tomaba sus manos, apartándolas de su rostro.

- No se preocupe ... – dijo despacio mientras se le acercaba, provocando un sonrojo en el otro - ... Yo me asegure ... de que conservara su puesto ... – prácticamente estaba sobre él, susurrándole al oído – Pero cuando este en mejor estado ... le daré la cuenta ... – no supo interpretar en el momento sus palabras, pero lo que si quedo en claro fueron sus intenciones. Le había mordido la orejan, provocándole un escalofrió por todo el cuerpo.

Se incorporo, alejándose de la cama. Terminándose de vestir, con el uniforme de todos los días, y con una sonrisa, salió del cuarto.

Duke pudo respirar un poco mas calmado, cuando lo vio desaparecer detrás de la puerta.

- Maldición ... Maldición ... Maldición ... Maldición ... – se repetía una y otra vez.

Ya no importaba, cubrió sus rostro, dando un gran suspiro. Ya preguntaría a sus compañeros. El sueño se estaba apoderando de él, se acomodo quedando profundamente dormido.

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Camino despacio, por los pasillos de aquella gran mansión. Entonaba un melodía que había escuchado por la radio, y le había gustado. El día estaba nublado, y odiaba cuando llovía. Le hacían acordar tanto a su familia, que a veces, deseo estar muerto. Pero por suerte había encontrado apoyo en su pequeño primo, aquel muchacho alegre, de sonrisa fácil, y de unos ojos que irradiaba mucho amor. Un gran trueno se escucho a lo lejos, maldijo a su tío, por condenar a tan bella persona.

La luz del relámpago, lo sorprendió, provocando un salto involuntario hacia atrás.

- El niño le tiene miedo a la tormenta ... – escucho la vos sarcástica de aquel guardia. Se dio vuelta, enfrentándolo.

- Mira ... Viejo ... No soy un bebe llorón como tu ... Que le va rogando a mi primo que no lo eche porque este niñito te pateo el trasero ... Otra vez ... – Yugi decía triunfante. Sabia que el guardia estaba furioso por aquel comentario. Hacia apenas ayer, que habían tenido un "entrenamiento" especial, el cual, el pequeño había ganado. Cruzo sus brazos para adoptar una posición altanera.

- Enano ... – dijo apretando los dientes - ... No me fastidies ... Además hiciste trampa ... – se acerco apuntándolo con el dedo - ... Pegar patadas en la pantorrilla mientras uno no esta en posición, es contra las reglas ...

- VA ... va ... – dijo haciendo movimientos con su manos, en forma despreocupada - ... Lo dices porque no pudiste ganarme ... Viejo ... – le saco la lengua, para luego salir corriendo de allí.

- Maldito mocoso ...! – prácticamente grito, pero no lo siguió.

Se dio media vuelta, para dirigirse a la sala de vigilancia. Solo había salido porque lo había visto justo por ahí. Sonrió irónicamente, había algo en ese chico, que lo hacia comportarse de sea manera. Meneo la cabeza, negativamente, mientras sonreía a un más.

- Yami ... te estas volviendo loco ... - se dijo despacio. Desapareciendo por aquella pared falsa, donde lo llevaba a la sala de monitores.

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Nota de la autora:

La Li Oh! ... solo quería invitarles al nuevo foro de Milharu y yo ... nn pasen pase ... los estamos esperandoooooooooooooooooooooo ... miren mi perfil ... nn Data-Crazy se llama ...

Matta neeeeeeeeeee!