Capítulo 2 - Reencuentros y despedidas
-Bien creo que es hora de irme - dijo Harry cerrando el último baúl
-¡Al fin! - dijo tío Vernon con un respingo
-Sé perfectamente que mi partida les produce gran felicidad y creanme que a mi también.
-Como si tuvieras queja - dijo tía Petunia que no había dicho nada
- Te hemos tratado muy bien estos años, alimentado, dado un techo donde dormir
-Si, lo agradezco (por llamarlo de alguna manera) y también claro... les agradezco los regaños, los gritos, los malos tratos. Aunque debo admitir que también me divertí mucho como cuando... - Harry dirigió una mirada a su primo Dudley - te hubieses visto mejor así
Tío Vernon se levantó
-No es necesario, ya me iba de cualquier manera.
Harry cogió sus cosas y en ese preciso instante, desde la ventana se apareció algo que Harry no esperaba : el Ford Anglia que anteriormente lo había llevado a Hogwarts a él y a Ron en el segundo curso.
-Bien... pues... adiós - dijo Harry mirando a los tres Dursley's que miraban el auto con sorpresa y temor.
El señor Weasley saludó a Harry al igual que Ron, Ginny y la señora Weasley.
-¿listo, Harry? -Si
Harry subió al auto, aún sorprendido de que al fin se había ido del Número 4 de Privet Drive con un simple adiós. La idea le parecía un tanto fantástica , pero muy agradable a la vez.
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-¡Harry! - sáludó una voz desde el jardín de la Madriguera, era Hermione que esperaba al lado de Charlie, Bill (que lucía con una mejor apariencia desde la última ocasión en que Harry lo vio), Fleur y para su sorpresa estaban también Gabrielle y al parecer la madre y el padre de Fleur.
-¡Hola! - saludó Harry
-¡Oh, lo he olvidado! - dijo la señora Weasley - Harry, querido. Quiero que conozcas a los padres de Fleur.
-Bonjour monsieur. Je suis Madame Louise - dijo una mujer alta y rubia, tenía el cabello corto y los ojos azules que había visto iguales a los de su hija. Entonces recordó que la abuela de Fleur era una veela
- Salut! et je suis Werner - El padre de Fleur era alto, tenía la cara alargada, al igual que su esposa y sus dos hijas tenía los ojos azules, pero su cabello no era rubio sino un castaño claro.
-Harry Potter - dijo el chico estrechando la mano a ambos
-Bueno, ya que se conocen - dijo la señora Weasley - será mejor que pasemos a la casa
Después de la cena Harry se fue a su habitación que compartía con Ron seguido de sus amigos.
-¿Y cómo estás? - dijo Hermione
-Estoy bien, eso creo.
-¿Has estado pensando, ya sabes en los Horrocruxes?
-Un poco - dijo Harry lanzando una leve mirada a Ginny - No es algo en lo que uno desea pensar a menudo, pero he intentado decifrar que es lo que son - dijo rápidamente al ver la mirada de reprobación de su amiga.
- Menos mal - dijo Hermione - Ahora más que nunca debes de hacerlo, todo el mundo mágico depende de ti, Harry. Eres nuestra salvación.
-¿Han sabido algo de Snape o de Malfoy? - dijo Harry apretando el puño
-No ha habido ninguna noticia - dijo Ron - Pareciera que se los hubiese comido la tierra
-No me extraña - dijo Harry - Los dos son unos cobardes. Ya me encargaré de.
-No lo harás - dijo Ginny
- Ellos no valen la pena, Harry
-Ginny tiene razón. Harry, tienes que preocuparte por Voldemort. Ya tendrás tiempo de ocuparte de ellos, si no es que lo hace el Ministerio
-¡Hermione¿Es que no lo entienden? - dijo molesto - ¡Quiero encargarme de ellos en persona¡Quiero hacerlo yo, no que lo haga el ministerio! Esa noche... no pude hacer nada, pero ahora...
