Los namekuseijins vieron la escena llenos de ira; dos ancianos de su raza yacían calcinados en el suelo mientras unos desconocidos cargaban 4 esferas del dragón y amenazaban de muerte a los pocos habitantes que quedaban: dos pequeños y el anciano del pueblo.

— Maldición, eran verdad los rumores. Unos mal nacidos estaban destruyendo aldeas — habló el robusto de los tres que vinieron a ayudar, la frustración en su rostro era visible apesar de la distancia.

— ¡Desgraciados! ¡Cómo se atreven a interrumpir la paz que hay en Namekusei! — exclamó él namekiano del medio, con el puño cerrado al frente y expresando su claro signo de odio hacía los forasteros.

— Dime soldado Dodoria, ¿cuál es su nivel de pelea? — preguntó Freezer, curioso de los recién llegados.

— Jeje, veamos... — el rastreador rojo empezó su análisis hacía los guerreros que tenían delante, en cuestión de segundos tenía su resultado — Jajaja, ¿qué le puedo decir? Con esos 3 juntos apenas y suman 300 — se burló, los demás soldados no demoraron en unirse a su risa. Mientras ellos reían, el anciano se dió cuenta enseguida de un detalle: ¿Cómo podían encontrar las aldeas si están tan separadas entre sí y con tanta precisión? Llegó a la rápida conclusión en que se debía a esa máquina que tenía metida en la cabeza ese gordo rosado, pero no solo él las poseía sino un par de soldados también.

Los 5 soldados que había se acercaron con claras intenciones de pelear contra los namekuseijins, tanto Freezer, como sus dos secuaces solamente se quedaron parados para ver el espectáculo. Como si se tratara de un emperador viendo combates en su coliseo acompañado de sus fieles generales.

— ¡Vamos! ¡Acabemos con ellos! — gritó uno de cabeza alargada y piel morada, los otros igual soltaron un alarido de guerra, dando todos un fuerte salto para matar a aquellos molestos namekuseijins. Sorpresa se llevaron al ver como el mismo que gritó fue mandado a volar con violencia contra el mismo acantilado que se encontraban escondido los terrícolas; su alargada cabeza se había hundido en su totalidad dentro la gran estructura de piedra. Los espectadores e incluso los soldados se quedaron de piedra, no creían que se trataran de seres que podían ocultar su poder.

— ¡Miserables! — gritaron, lanzándose nuevamente en grupo a atacar a los namekuseijins y estos no demoraron en responder. Los golpes y las ondas de ki salían de diestra a siniestra sin parar, se trataba de una pelea muy igualada pero apesar de que los soldados hacían lo posible por aguantar, la dominación de los verdes eran bastante notable y aún más después de derrotar a 3 de los 4 soldados que dejaban. Zarbon miró extrañado a Dodoria, ya qué el no tenía rastreador era posible que su idiota compañero se haya equivocado.

— ¡Oye Dodoria! ¡¿No sé suponía que su poder era de apenas de 100 cada uno?! — exclamó enfadado, no podían darse el lujo de perder tantos soldados.

— Vaya, no pelean nada mal — dijo Freezer, disfrutando del espectáculo. Los terrícolas hacían casi lo mismo, solo que a más distancia o obviamente apoyando a los namekuseijins, lamentablemente para Cinnamon no era del todo disfrutable, sabía el como iba a terminar esto.

— Que extraño, su poder aumentó a 3000 — respondió a su compañero — Al parecer pueden ocultar su poder, que raza tan extraña — apagó su rastreador. "Bien, además de la máquina de ese sujeto, los otros dos siguen funcionando. Debo apuntar bien" pensó el anciano en su mente, preparando su plan.

— Niños, alejense de mí con cuidado, ¿entendido? — susurró a los pequeños, estos lo vieron con extrañeza y hasta preocupación, pero no les quedó de otra más que obedecer, retrocediendo un par de pasos solamente por el temor a que sean descubierto por los extraños. Aprovechando que los tres individuos que tenía adelante se encontraban sumergidos viendo el combate, con su dedo índice apunto al ojo izquierdo del grandulon rosado.

— ¡¡Toma!! — gritó una vez un potente rayo de ki salió disparado de su dedo, en el momento en que Dodoria se giró fue golpeado por ese rayo, haciendo explotar su rastreador, dejándole totalmente ciego de ese ojo al tener el aparato dentro de este.

— ¡N-ngh! ¡Desgraciado, me dejaste ciego de un ojo! — gruñó de dolor e ira, sangre de un desagradable color violeta empezó a escurrir de dónde se suponía iba su globo ocular — ¡¿Realmente creíste que me harías daño con eso?! — gritó, más enfadado que adolorido. El anciano namekuseijin sacó fuerzas para dar un enorme salto, y apuntando con dos de sus dedos índice, disparó dos rayos idénticos al anterior a los dos últimos rastreadores que quedaban funcionando. Sonrió con jubiló al ver que su plan había sido un total éxito, ahora aquellos hombres ya no tenían como localizar a los últimos pueblos que quedaban.

— ¡No seas imbécil, Dodoria! ¡Su objetivo no es matar a nadie, está destruyendo los rastreadores! — gritó Zarbon, harto de los descuidos de su compañero. Dodoria se iba a abalanzar contra el anciano, pero la voz de una autoridad sin igual le ordenó lo contrario.

— ¡Dodoria! ¡Primero encárgate de los tres namekuseijins, después nos ocuparemos del viejo! — el grandote asintió, y bajó del cielo poniéndose de pie frente a los guerreros namekianos, estos se pusieron en guardia, ignorando totalmente al único soldado que dejaron vivo.

— Jeje, derrotaré a estos tres en apenas 10 segundos — los tres se quedaron al margen se pusieron en guardia al ver que tenían uno de los fuertes delante de ellos, este no era un soldado cualquiera. En el momento en que se pusieron en guardia, Dodoria había desaparecido de su vista, dejándolos desconcertados hasta que apareció de la nada detrás de ellos — ¡Qué fácil! — exclamó. Los tres namekianos apenas se percataron de su presencia, pero ya era muy tarde, uno de los suyos fue empalado totalmente por uno de los brazos llenos de pinchos de Dodoria; la víctima se quedó sin voz, cayendo en seco al suelo.

— ¡Desgraciado! — el más robusto salió en defensa de su compañero. Lamentablemente el rosado ya estaba preparado para eso y abriendo su boca de forma anormal, disparó una poderosa onda de ki, dando de lleno al segundo de ellos. Tanto terrícolas como aldeanos veían con terror la pelea, Krillin asustado pero Gohan hirviendo de ira, Cinnamon se encontraba igual pero no quería hacer una estupidez.

Dodoria empezó a lanzar puñetazos al último que quedaba y al parecer era el más ágil, pues pudo esquivar su rápido ataque, dando varios saltos de forma continua para evitar ser golpeado. El último guerrero al ver que estaba a la distancia adecuada, cargó grandes cantidades de energía en ambas manos y lo lanzó con potencia en un fuerte brillo blanco, dando en el blanco. Sonrió victorioso al ver que nadie salía de la polvadera y la gran hendidura en la tierra que quedó de su ataque, más no podía estar más equivocado, Dodoria salió a gran velocidad totalmente ileso, embistiendo con su cabeza lleno de pinchos al namekiano. No bastando eso, se llevó el cuerpo en el camino hasta chocar contra una gran roca, matandolo al instante. Se frotó la cabeza, orgulloso de su "proeza".

— No... No puede ser... — el anciano sudaba por la tensión, no podía creer que fueran derrotados tan fácilmente.

— Como verá, es totalmente inútil que se oponga — habló Freezer en alto, asegurándose de que el abuelo le escuchará desde tan arriba — Si no quiere de víctimas a estos niños, le sugiero que baje de una vez — ordenó. A Moori (el anciano) no le quedó de otra más que obedecer, descendió lentamente, totalmente derrotado hasta tocar el suelo — Viendo que ya destruyó los rastreadores supongo que merecemos alguna compensación, ¿no cree? ¿qué tal la esfera del dragón? Un intercambio justo, ¿no? Jeje... — rió con frialdad.

— Está bien, por favor no le haga nada a los niños — a paso lento, fue detrás de la casa donde se encontraban a una ubicación desconocida. Solamente lo volvieron a ver cuándo trajo consigo una enorme esfera anaranjada con 4 estrellas en su interior.

— ¿Ve? No fue tan complicado, nos hubiésemos ahorrado tantas molestias — habló Freezer con burla. La esfera fue tomada por Appule, otro soldado de cabeza alargada de manera diagonal, piel púrpura con manchas amarillentas y lo único humanoide que tenía eran sus extremidades. El tirano giró su mirada a los namekuseijins, los terrícolas temían lo peor y lamentablemente se confirmó — Ahora, quisiera saber dónde están las 2 últimas esferas del dragón — demandó.

— ¡¿Qué?! ¡Eso sí que no, ningún namekuseijin traicionaría a otro camarada ni en el peor de los momentos! — se impuso Moori, aunque tenía miedo no podía traicionar a los suyos bajo ningún concepto.

— Jeje... Vaya, veo que aún no has aprendido nada — la voz de Freezer abandonó ese tono casual y formal — No cabe duda que está raza es muy terca y suicida. Me temo que no queda otro remedio, tú y esos niños sufrirán el mismo que tus otros compatriotas, jajaja — rió con frialdad.

— Krillin, Gohan; estén listos para salvar a esos niños. Yo distraere a los demás — murmuró Cinnamon con rapidez, sujetandose del borde del acantilado, como cuando los atletas se preparan para correr.

— ¿Qué? ¿A qué te refieres, Cinnamon? — Krillin se encontraba confuso, pero al poco tiempo lo dedujo lo cuál enseguida estuvo en desacuerdo pero al escuchar como Gohan respondía a la petición de la chica con un "sí". En ese momento sabía que no podía ser nada para convencerlos de lo contrario, suspiró resignado.

— ¡No! ¡Eso no fue lo que dijiste que harías, desgraciado! — exclamó el namekuseijin, nisiquiera le dió tiempo para poderse defender cuando ya Dodoria lo tenia sujetado con su enorme brazo rodeando el cuello del anciano, inmovilizandolo totalmente.

— ¡Jajaja! Verás, tu fuiste quién destruyó los rastreadores — aclaró Freezer — Además, ¿de qué sirve reunir solo cinco esferas si me faltan aún dos?

— Lord, ¿está seguro que podremos buscar las esferas faltantes sin los rastreadores? — preguntó Zarbon, ya dando por hecho la orden que daría el demonio del frío.

— Por supuesto, solo debemos buscar una ladea o alguna zona con namekuseijins. Solo debemos separarnos — explicó. Volvió su atención hacía el anciano que aún seguía atrapado por el de rosa — Oh sí, desaste de esos tres, Dodoria — ordenó casualmente, algo que para él era el pan de cada día.

— ¡A la orden! — con una macabra sonrisa, apretó con mayor fuerza el cuello de Moori, dejándolo sin aire para poder hablar, solo podía estirar los brazos para intentar comunicarse con los niños y decirles que huyan pero los pobres estaban paralizados del miedo, viendo a aquel que era el más fuerte y valiente de su aldea de está forma — ¡Muere! — un fuerte crujido se escuchó, incluso los terrícolas lo lograron escuchar. El cuerpo del anciano calló al suelo, sin vida, con el cuello hecho pedazos. El pequeño namekuseijin que parecía ser el mayor jaló al más pequeño, que aún se encontraba atemorizado.

— Jeje, ¿a dónde van, eh? — Freezer apuntó con su dedo índice al namekuseijin más pequeño, lanzando una onda fina de ki púrpura, se acercaba hacía el niño a gran velocidad; Cinnamon al fin decidió actuar después de tomar valor.

— ¡¡Ahora!! — dió un grito de guerra, asegurandose que los malvados escucharan para sorprenderlos y evitar cualquier tipo de ataque. Fue la primera lanzarse, gracias a su impulso pudo obtener una gran velocidad, incluso por la fuerza había dejado una grieta donde ella estaba; todo en su mente transcurría en cámara lenta, la piel de su brazo izquierdo empezó a moverse de manera extraña mientras que su otro brazo se extendió para atrapar al pequeño namekuseijin que estaba apunto de ser alcanzado. Gohan buscando liberar su rabia, se abalanzaría sobre Dodoria, aprovechando el impulso para darle una fuerte patada y enviarlo volando varios metros lejos del conflicto.

— ¿Pero qué? — Freezer miraría confuso la escena, ¡¿de dónde rayos salieron esos chiquillos?

Una fuerte explosión se escuchó, Cinnamon había recibido el impacto de aquel láser que el lord había lanzado pero solo terminaría alzando un montón de polvo, la cuál una vez se disipó dejó ver a la castaña con el brazo izquierdo puesto a forma de escudo, este se encontraba lleno de gruesas espinas que salían de su piel, las cuáles usó de escudo pero enseguida las volvió a guardar, solo el pequeño namekuseijin lo había visto. Krillin bajó a auxiliar al otro pequeño que afortunadamente estaba totalmente ileso.

— Tenemos a los pequeños, ¡larguemonos! — exclamó Cinnamon, Krillin aseguró al suyo entre sus brazos y Gohan asintió ante la orden. El trío liberaron sus auras de ki para poder salir volando a toda velocidad y eso hicieron, tanto que incluso un rastro tras suyo, nadie podía detener su vuelo para sobrevivir ellos y los dos pequeños namekuseijins.

— N-ngh... Malditos... — Dodoria regresó mareado por tremendo golpe, frotandose un poco la cara que llevaba la marca de la suela del pequeño saiyajin.

— ¡¿Qué estás haciendo soldado Dodoria?! ¡¡Síguelos inmediatamente!! — gritó Freezer por primera vez en varios días, semanas incluso. Dodoria tomó esto con seriedad y entre quejidos de dolor, se disparó a volar tras aquellos extraños individuos.

— Hmm... ¿Quienes habrán sido esos sujetos? No parecían namekuseijin — se puso a pensar el lord, extrañado de ver alguien más en este planeta.


— Maldita sea, ¡es demasiado rápido, nos alcanzará tarde o temprano! — dijo Krillin preocupado, Dodoria estaba pisandoles los talones mientras volaban a toda velocidad.

— Supongo que no queda de otra... — murmuró Cinnamon — ¡Gohan, atrápalo! — el pequeño miró con confusión a la chica, reaccionó cuando ella le había entregado al pequeño namekuseijin que ella cargaba.

— ¡¿Qué piensas hacer?! — tuvo que gritar el chico para poderse comunicar.

— ¡Pelearé contra él, ¿sí?!

— ¡¿Qué harás qué?! ¡Es imposible Cinnamon, es mucho más fuerte que todos nosotros! — se metió el pelón.

— ¡Tranquilos, analicé a todos los malvados anteriormente y él es el más débil! — se giró a ver la cara de rabia que traía el gordo rosado, no pudo evitar reírse — Podré con él, tenemos un poder similar — murmuró.

— Pe-pero... — Gohan era el más inseguro del grupo, Krillin apesar de que le parecía una locura no podía negar que Cinnamon era fuerte, quizá tenga una oportunidad pero no podía abandonarla.

— ¡Regresaremos si vemos que tardas o qué tú ki peligra, ¿esta bien?!

— Jaja, ¡tranquilo pelón, todo irá bien! — rió mientras daba palmadas a la calva al único adulto que había, aunque a este le molestó un poco le gesto al menos pudo tranquilizarse al verla con tanta confianza — ¡Nos vemos! — empezó a disminuir la velocidad de su vuelo, pero lo suficiente para encontrarse a cierta distancia de Dodoria. Extendió su brazo, lanzando una pequeña onda de ki blanca, lo que tomó por sorpresa al soldado apenas esquivandolo pero siguiendo el vuelo, grave error. Al distraerse con la onda de ki y nisiquiera tener la habilidad de detectar el ki, no pudo ver cuándo la chica se había desviado totalmente de la trayectoria que llevaba, apenas pudo ver por el rabillo del ojo el como un talón golpeaba con toda su fuerza su mejilla, nisiquiera pudo reaccionar pues fue enviado con brutalidad a las profundidades del mar que se encontraban sobrevolando, salpicando una cantidad exagerada de agua.

Cinnamon estaba consciente que eso no podía matar al tipo, por muy bien que haya dado la patada, además de que aún podía sentir su ki pero algo más llamó su atención, era un ki maligno que se estaba acercando al lugar, estaba lejos y era muy leve pero para ella era como un mosquito molesto. El agua debajo de ella se empezó a alzar, dejando salir la silueta de aquel desagradable soldado, la chica aún se encontraba estática en el cielo, esperándole con los brazos cruzados.

— Vaya, debo aceptar que ese golpe no ha estado nada mal — dijo una vez se encontraba a la altura de la muchacha, aún continuaba frotándose el rostro con falsa confianza, después de tantos golpes a la cabeza podría jurar estar viendo borroso y pa' peor estaba ciego de un ojo después de lo de aquel anciano.

— ¿Ah sí? y eso que no estaba enojada — respondió con el mismo rostro, solo que internamente estaba más segura de sus habilidades que cualquier cerradura.

— Vamos chiquilla, acabemos con esto rápido — el no tener un ojo le ponía en clara desventaja — ¿Quienes son y de dónde vienen? Si respondes juro que mataré a tus amigos rápido — rió con maldad.

— Me temo que esa información está totalmente sellada en mi mente — la muchacha se arrancó las mangas largas de su túnica morada, aunque una ya estaba rota, lo terminó de romper — Pero tú si que puedes responderme un par de preguntas, ¿qué te parece? — sonrió muy diferente a antes, era una sonrisa más alargada, casi malvada.

— ¿Eh? ¿Qué preguntas? — respondió confundido, dándose cuenta de la expresión de la chica lo que le dejó algo intranquilo.

— Je... Bah, da igual. No perderé más el tiempo, podré preguntárselo a algún compañero tuyo después — la piel de sus brazos nuevamente empezó a comportarse extraño, Dodoria miró anonadado como de los brazos de Cinnamon empezaban a salir pequeñas espinas en cantidades abrumadores, formando casi una capa que los protegía — Krillin y Gohan me esperan, no puedo dejarlos solos — concluyó.

— ¡No! ¡T-tú eres un...! — exclamó Dodoria aterrado, pero enseguida se recompusó — ¡No es verdad! ¡Solo eres una chiquilla que quiere morir, es imposible que seas un Season!

— ¡Cree lo que quieras creer! — se abalanzó rápidamente con su onda de ki liberada al gordo rosado, por lo dudoso que se encontraba solo empezó por esquivar los golpes, sin saber cuándo contraatacar pues la chica no se detenía, ¡parecía no cansarse! La castaña no tardó nada en encestar el primer golpe justamente en el lado donde le faltaba un ojo, dejándolo aturdido y con un desagradable corto donde mismo.


— Hmm... Según el rastreador Dodoria no está muy lejos pero hay un poder de pelea muy similar luchando contra él, ¿quién diablos será? — no esperaba que nadie más aparte que Freezer y sus hombres estuvieran en el planeta, ¿será un namekuseijin? No sabía, pero le enfadaba que le quitaran sus presas — Bah, lo borraré al igual que ese gordinflón de Dodoria — aumentó su velocidad, llegaría en pocos segundos.

Cada puñetazo que daba Cinnamon era un nuevo corte para Dodoria, desde el primer puñetazo que dió en ningún momento ha parado, el grandullón intentaba esquivar pero la rapidez de ella aprovechaba su corpulento cuerpo. Por supuesto no solo su rostro recibía pastel, todo su cuerpo en general tenía ya una rebanada y si la chica continuaba así pronto sería picadillo, afortunadamente ella se dió cuenta por lo que quiso acabar con todo esto, dando entre sus últimos golpes, una potente patada que envío al soldado volando contra un cerro rocoso que terminó derrumbando por completo, incluso dejando un enorme hueco en el. Cinnamon guardó sus espinas nuevamente al interior de su antebrazo, que era por donde salían. Sus brazos estaba moradas por culpa de la sangre del alienígena.

— Que desagradable — murmuró, suspirando. Empezó a jadear un poco, quizá se había pasado, pero la ira por todos los que ese tipo mató le ganó y no se arrepentía — Debo irme, no puedo dejar esperando a- — no pudo terminar su parte, por culpa del calentamiento del combate, no sé percató que el ki que había sentido antes estaba muy cerca de ellos. Un golpe le fue propinado en la espalda, con una fuerza que jamás había sentido antes; su cuerpo salió disparado a una isla cercana, creando un cráter en el suelo.

— Después me encargo de ti — habló Vegeta de quien recién había sido golpeada, aunque parecía que ya se había encargado totalmente de ella. Bajó lentamente hacía la posición de Dodoria, con una maquiavélica sonrisa; Ahí vió los resultados de ese combate, todo el cuerpo de Dodoria lleno de cortes y moratones, con una cara apenas reconocible por los tajos, había muerto desangrado según su rastreador — Je, incluso muerto eres feo — dijo con una macabra frialdad, extendiendo su palma y liberando una onda de ki lo suficientemente fuerte como para hacerlo polvo, matándolo de una vez y eliminando su existencia del universo — ¿Un fiel secuaz de Freezer muriendo contra una luchadora cualquiera? ¡Jajajaja! — le encantaba la idea.

Cinnamon se enfadó, demasiado. No solo su túnica blanca se había roto y manchado (ni que decir de su cabello), ¡sino que no había podido sentir el ki de ese maldito que lo golpeó! Salió disparada del cráter, buscando desesperadamente a un culpable o a quién golpear. A los lejos logró ver a un tipo, demasiado humano para su gusto, cabello negro y puntiagudo, con armadura similares al de los soldados de Freezer al verlo solo de pie sin moverse no quiso desaprovechar la oportunidad; con impulso se lanzó a estampar su pie en su cabeza, pero cuando estuvo apunto de darle, solo pudo darle el golpe a la tierra.

— Vaya, y yo que te iba a regresar el saludo — fingió decepción.

— Je, pues fuiste muy lenta — se burló — Aunque debo aceptar que me sorprende que hayas matado a Dodoria con apenas rasguños, tomando en cuenta que tenían un poder de pelea muy similar pero tampoco es que nadie esperará algo de ese gordinflón— encendió su rastreador, notó algo raro en el ki de ella: "Que extraño, si mal no recuerdo registré su ki con 17,500 pero ahora tiene 20,000" — Da igual, acabaré contigo rápido. ¡No puedo dejar estorbos como tú sueltos en mí camino hacía la inmortal! — Vegeta aumentó su de golpe su ki, liberando un aura maligno de color rosada/púrpura.

— ¿La inmortalidad, eh? — esa sonrisa alargada volvió, tenía demasiada confianza — Que cliché, pero bueno... — murmuró, pensando: "Supongo que es a esta clase de individuos que quieres que me enfrente, ¿no Kami-Sama?" Cinnamon se puso en una pose defensiva, el ki del tipo era alto, sí (y por alguna razón familiar) pero eso no cambiaría el resultado — Pues venga, te estás demorando — extendió aún más aquella sonrisa nuevamente, incómoda para los más débiles pero para Vegeta era solo una chiquilla habladora.

El saiyajin atacó primero, lanzando su puño derecho directamente al rostro de la muchacha la cuál apenas esquivó, no sé esperaba dicha rapidez y mucho menos la de los siguientes golpes que terminaron en el aire pero no le quitaban lo incómodos que fueron de esquivar. Se vió obligada a retroceder dando un largo salto hacia atrás. La castaña miró a su rival, que se encontraba tan fresco como neptuno; ese rostro fanfarrón de él solo le enfadaba más.

— ¿Qué pasa? ¡No pierdas tiempo! — Vegeta volvió al ataqué enseguida, Cinnamon apenas pudo reaccionar, no le dió tiempo a esquivar por lo que cruzó sus brazos a manera de "X" para protegerse del ataque; algo que funcionó... parcialmente. En el momento en que el pie del saiyajin impactó, se dió cuenta de la diferencia de poder que había entre ambos. Vegeta solo sonrió ante el hecho, orgulloso de su nuevo poder.

— ¡No! ¡Esto no tiene sentido! — gruñó, viendo sus brazos temblar y sintiendo un fuerte hormigueo, ¡¿qué le había sucedido?! — ¡Se supone que no hay tanta diferencia! — exclamó desesperada, intentando sacar sus espinas pero sin funcionar en lo absoluto.

— Me lo imaginaba, eres una Seasoning — dijo Vegeta, sorprendiendo a la castaña — Solo una raza es tan sensible en sus brazos y piernas cuando no tienen protecciones, ¿o me equivoco? ¡Jajaja! — ya había ganado, solo le faltaba matarla. La muchacha retrocedió, dando pasos atrás mientras el saiyajin los daba hacia adelante, cargando una decente cantidad de ki en su mano.

— No, no puede ser... — estaba en problemas, debía ver rápido como salir de ella. Sintió un cosquilleo en su nuca: "Bien, solo debo aguantar" pensó aliviada — ¿Cómo... cómo lo supiste?

— La cara rebanada de Dodoria lo delata y todos los golpes fueron en puntos muy precisos, no golpeaste por golpear. Además, solo conozco una raza que logra absorber la energía de sus enemigos conforme combaten, ese aumento de poder que tuviste no fue casualidad — el ki en su mano se extendió hasta el antebrazo y codo — ¿Así o más claro? — dió una sonrisa asesina, acercándose a la castaña. Cinnamon sabía que no quedaba de otra más que pelear y aguantar, poniéndose nuevamente a la defensiva — ¿Qué? ¿Acaso nunca has peleado? — pregunto ahora, igual de confiado pero confuso al ver cómo ella cometía errores de principiantes, defensivamente ella era nada — Como se nota que dependes mucho de tus espinas para poderte defender — tramaba algo — ¡Muy bien, pues llévate esto de lección! — exclamó acercándose de golpe, arrojando un codazo precisamente a la zona donde ambos brazos de la castaña estaban más cerca entre sí.

Se cubrió tan rápido como pudo, pero al instante de hacer eso se dió cuenta de lo fácil que había sido. No sé dio cuenta hasta que sintió el horror y su mayor temor, lo sentía en carne propia, como si se tratase de algo palpable; Sentía más frío de lo normal en su brazo hábil, miró lo que se temía y qué solamente vivía en pesadillas.

— No.. No... — un dolor punzante y agónico la regresó a la realidad — ¡¡NOOO!! — gritó horrorizada al ver su brazo amputado en el suelo.

— Mira que frágil saliste, ¡jajaja! — rió Vegeta de forma sádica — Deja que te saque de tu agonía — el saiyajin volvió a recargar su brazo, Cinnamon estaba paralizada, nisiquiera gritaba de dolor, no sabía que hacer — ¡Muere! — cuando estaba apunto de dar el remate final, un potente gritó interrumpió el proceso — ¡¿Qué?!

— ¡¡Déjala!! — Gohan apareció repentinamente, volando a una increíble velocidad directamente. Con todo el impulso que había tomado desde dios sabe dónde, propinó la patada más fuerte que jamás nadie le había dado a Vegeta que nisiquiera pudo reaccionar, desapareciendo de la vista de cualquiera como si fuera una mancha en el aire. La cantidad de estructuras rocosas que el saiyajin iba destruyendo durante su trayectoria de caída era abrumador pero más increíble era el hecho lo lejos que había caído, incluso Cinnamon se había quedado estupefacto al ver qué el saiyajin ya se había perdido de vista. Gohan se encontraba jadeando, tan cansado que nisiquiera se había dado cuenta de su azaña, hubo un silencio durante unos pocos segundos hasta que Cinnamon reaccionó.

— ¡Rápido Gohan, hay que irnos! — intentando ignorar el insoportable dolor que sentía, se acercó a Gohan que aún parecía estar nublado por la adrenalina. El hijo de Goku apenas y sé daba cuenta de dónde estaba, al parecer se dejó llevar tanto por la ira que nisiquiera supo lo que había hecho: "¿Eh? ¿Qué sucedió?" preguntó en voz alta, hasta que de repente — ¡Sujetate! — Cinnamon abrazó al mini-saiyajin y salió disparada hacía la cueva dónde dejaron a Bulma escondida, a una velocidad que incluso ella desconocia que tenía.


Vegeta salió de la tierra cuál muerto viviente, con los ojos inyectados de ira y buscando con desesperación sus alrededores quien demonios había sido el culpable de mandarlo a volar de esa manera.

— ¡Grr, desgraciados! ¡Quién sea que haya sido lo voy a hacer sufrir! — gruñó golpeando la tierra provocando una enorme abolladura, se levantó lleno de ira y sin saber muy bien el como liberarlo. Pero algo más se llevó su atención, sintió algo, como si se tratase de un fuerte escalofrío recorriendo su columna vertebral lentamente hasta recorrer todo el cuerpo. Miró el cielo aterrado — ¿Qué...? ¡¿Qué demonios es este ki?! — no se le ocurrió de otra hasta que solo concluyó en una conclusión — ¡No puede ser! ¡Ese desgraciado de Freezer llamó a las Fuerzas Especiales Ginyu! — intentó encender su rastreador, pero se dió cuenta que estaba hecha pedazos y se lo quitó enseguida, enfadado. Agudizó su nuevo sentido del ki como pudo e intuyó, pues aún no se acostumbraba — Uno... ¿Eh? ¡¿Solo es uno?! — miró el cielo extrañado — No entiendo, ellos no trabajan solos y no recuerdo a nadie más con un poder similar... ¿Calab? No, él es mucho más fuerte que eso — todo eso le enfadaba. ¡Tenía que darse prisa! Sentía otras presencias cerca de él, muy débiles, probablemente namekuseijin — Je, da igual quién sea. ¡Seré invencible cuando tenga la vida eterna! — rápidamente se disparó a volar por el cielo, dejando un rastro fuerte de ki gracias a la rapidez que llevaba. Iba confiado pero igual preocupado de aquel ki, ¡debía darse prisa!


La mujer miraba de brazos cruzados el planeta verde que tenía delante, estaba acostumbrada a llegar a planetas por lo que la fuerte luz que está reflejaba de sus dos soles simplemente era nada. Intentó encender su rastreador roto de color púrpura que tenía, pero nada, después de un par de golpes apenas y dió señales de vida y ya con un tercero terminó por funcionar; solo era "ajustar" el cristal.

Recargó su puño contra su mejilla, casi como estuviera aburrida pero más bien está pensando en su siguiente movimiento mientras orbitaba el planeta: "Según ví en esa base Freezer se dirigía hacía aquí junto con el príncipe Vegeta, supongo que Freezer será la única molestia para conseguir las esferas del dragón y no sé cómo reaccioné el príncipe al enterarse que aún hay una saiyajin". Pensó en los posibles escenarios, pero el recordar lo asquerosamente orgullosa que era la familia real le daba náuseas; Ella lo era, toda su raza era orgullosa y llena de asesinos pero algo que le había enseñado su fallecido mentor era el compañerismo y el ser honorable: "Algo que dudo que el príncipe Vegeta comparta" pensó. Sacudió su cabeza, estaba sacando conclusiones muy precipitadas.

— Que pase lo que tenga que pasar — murmuró. Se tocó el abdomen, buscando alguna herida grave o si sentía dolor pero nada, al menos estaba ligeramente recuperada pero sí algo cansada. Su armadura aún se encontraba con grietas en la zona que había palpado, pero solo eso, lo demás totalmente intacto, lo único nuevo era la maya oscura que traía por debajo pero esos son detalles. Revisó que la zona donde iba a aterrizar no hubiese nada ni nadie a varios kilómetros a la redonda y apretó la el botón de "aterrizar", adentrándose gradualmente más rápido a la atmósfera de Namekusei.


Hola!

Espero se encuentren de maravilla, e aquí el segundo capítulo de esta historia. Espero seriamente que sea de su agrado, ya saben, cualquier cosa que quieran comentar, ¡háganlo sin miedo! Me ayuda mucho para seguir mejorando.

Y según mi correo me llegó un comentario anónimo, por lo que intentaré responderlo por aquí pues porque la verdad nunca he estado a forma de escritor está aplicación, siempre de lector. Y nada, como está en anónimo pues y desconozco su nombre les llamaremos Marcos.

¡Hola Marcos, me alegra mucho que te haya gustado mí historia y espero que te quedes para rato! Me alegró mucho el día leer tu comentario y tranquilo, seguiré escribiendo; procuraré subir capítulo todos los domingos. Ten un lindo día y cualquier crítica házmelo saber!

Y lo mismo va para el lector random que se puso a leer hasta aquí, si te gustó o no dime porque y procuraré mejorar. Quiero mejorar mi forma de escribir las peleas. Tengan lindo día!