Cinnamon estaba muy cerca de la entrada de la cueva, aún seguía abrazando a Gohan que insistía en ayudarla pero ella no escuchaba. Las fuerzas de la muchacha se iban perdiendo, empezaba a errar su vista al casi chocarse con un árbol pues se iba tornando cada vez más borrosa y la velocidad del vuelo iba disminuyendo drásticamente. Soltó a Gohan sin querer pero el pequeño supo cómo recomponerse, gracias a la lentitud que iba la muchacha no fue difícil poder ayudarla; estaba casi inconsciente pero intentando aguantar.
— Vamos Cinnamon, deja que te ayude — la sujetó de su único brazo disponible, rodeándolo sobre su hombro para poderla ayudar. En el momento que la sujetó fue cuando ella se rindió totalmente, estaba muy cansada por el desgaste del rápido vuelo y la pérdida de su brazo.
No les tomó nada en llegar a la cueva dónde al parecer Krillin esperaba en la entrada, preocupado por ambos junto a los pequeños Namekuseijins.
— ¿Eh? — Krillin fijó su vista a Cinnamon al notar algo muy extraño en ella, sabía que podría estar cansada e incluso inconsciente, pero había algo raro. Su mirada de confusión pasó rápidamente una pálida y casi aterrada al darse cuenta del grandísimo detalle que no notó, enseguida se apresuró a ayudar a Gohan, que aunque no hiciera falta realmente se preocupaba por la chica — Dios Gohan, ¿qué sucedió?
— Fue atacada por Vegeta — respondió rápido, realmente no había mucho tiempo para explicaciones. Todos entraron a la cueva, ocultándose de cualquier peligro, adentrándose cada vez más adentro hasta ver una curiosa casa de forma ovalada; al parecer Bulma no perdió tiempo para usar una de sus casa cápsula que traía. Entraron de un portazo los tres (asustando a Bulma que leía una revista); los pequeños namekuseijin solo veían atónitos la escena e incluso estaban dudosos si entrar o no para intentar ayudar.
— ¡¿Se puede saber que...?! — Bulma pasó de furia a aterrada al ver que a Cinnamon le faltaba un brazo y encima inconsciente, ¡parecía estar muerta! — ¡Ay no, Cinnamon!
— ¡Rápido Bulma, trae algo para cubrir la herida! — exclamó Krillin quién se mantenía apretando el brazo de Cinnamon para evitar mayor sangrado (aunque el corte fue bastante limpio en realidad, apenas sangraba) y acostandola en el sofá más amplio de la sala. Bulma reaccionó y enseguida trajo un kit de primeros auxilios, obviamente eso no le iba a regresar el brazo pero peor es nada. Todos se encontraban muy tensos, Krillin hacía lo que podía mientras Gohan le guíaba pues parecía ser quien más sabía sobre eso gracias a la sobreprotectora de su madre; Bulma solo podía ver la escena, preocupada.
— E-eh... Disculpen... — el pequeño namekuseijin de mayor estatura tomó valor para poder acercarse y hablar, lo que asustó a Bulma pues apareció de la nada a su lado y ya ha expresado más de una vez el miedo que le causa Piccolo como para ver una versión pequeña de él. Todas las miradas se volvieron a él, lo que le puso más nervioso pero habló nuevamente — Yo... Yo puedo ayudarla, a regresar sus energías al menos — aclaró.
— ¿Regresar sus energías? — preguntó confuso Krillin. Gohan fue el primer en confiar en el pequeño, pues enseguida hizo espacio para que esté se acercara e hiciera su trabajo. Krillin igual dió su voto de confianza. Bulma era quién dudaba, pero tampoco es que hubiese nada que podía hacer; Cinnamon se muy agotada, no sabían que podía pasar si la dejaban en ese estado pues aunque "simplemente" haya perdido el brazo igual se desató bastante al huir de Vegeta a grandes velocidades.
El pequeño se acercó, extendiendo sus dos pequeños brazos sobre el cuerpo de la inconsciente guerrera, cerró los ojos para concentrarse bien; nunca había tratado una herida así. Una pequeña aura verdoso en forma de ondas empezó a rodear a Cinnamon, incluso su cuerpo empezó a emitir luz mostrando que aún se encontraba con vida y así durante unos largos segundos. Todos sonrieron de felicidad al ver como abría sus ojos lentamente, dejando ver nuevamente sus pupilas tan oscuras como un agujero negro.
— Ay, ¿qué pasó? — murmuró, confusa al ver a dos niños verdes y el como todos le miraban sonriendo como si acabasen de presenciar un milagro.
— U-uff... — el saiyajin pudo caer de pie a la perfección, sin caídas ni ninguna dificultad. Se sentó en el suelo, satisfecho del esfuerzo pero sabiendo que aún había más — Muy bien, pude soportar la gravedad aumentada 20 veces. Es hora de subirla a 30 — se puso de pie, apunto de apretar el botón de aumento hasta que una voz en su cabeza se hizo presente.
— Goku, ¿puedes escucharme? ¿Goku?
— ¡Ah! ¡Eres tú Kaio-sama! — respondió el saiyajin, alegre de escuchar a su maestro y amigo. Se le olvidaba el hecho que podía hablarle incluso estando en el otro mundo.
— ¡Te busque en toda la Tierra! ¿Qué estás haciendo tú en el espacio? — para ser una divinidad no era del todo omnipresente.
— ¡¿E-eh?! ¡Pero Kaio-sama, ¿no sabes todo lo que está pasando?! ¡Están sucediendo cosas horribles en Namekusei!
— Ay es verdad que estás llendo a buscar las esferas del dragón — intentó recordar un poco la situación —. Bueno, después me cuentas. Verás tengo visitas, ¡son increíbles, estos cuatro pudieron recorrer el camino de la serpiente mucho más rápido qué tú!
— ¿Eh, cuatro personas dices? — la mente de Goku reunió todo por sí mismo — no era tan difícil deducir para el lector, pues se trataba de sus viejos amigos y si rascas más, antiguos rivales e incluso enemigos; Piccolo, Tien, Chaoz y Yamcha..
— ¿Puedo hablar con él, Kaio-sama? — Yamcha fue el primero en acercarse, realmente no estaba seguro sí podía comunicarse con él pero llevaba años sin escuchar o siquiera ver a Goku. El kaio del norte asintió, indicando que debía poner la mano en su hombro para poderse hablar y así hizo — Hola Goku, ¿me oyes?
— ¡Yamcha, eres tú! Dijeron que había cuatro personas, ¿no? Eres tú, Tien Shinhan y... ¿Piccolo?
— Si así es, Piccolo está igual con nosotros — confirmó — Y Chaoz sería el cuarto, hay que agradecerselo a Kami-sama, el fue quien logró restaurar su cuerpo para que igual pudiese entrenar.
— ¡Wow, eso es increíble! — Goku se alegraba saber que sus viejos amigos se encontraban bien, sentía algo de pena pues llevaba muchos años sin verlos.
— La gravedad aquí es demasiada alta. El cuerpo pesa tanto que es casi imposible correr — dijo Yamcha, aunque él y los demás ya se encontraban de pie con una gravedad mayor, aún les costaba incluso el trotar.
— Te entiendo, me sucedió lo mismo la primera vez que fuí e incluso ahora que estoy entrenando con la gravedad aumentada en esta nave en la que estoy viajando a Namekusei, ¡es increíble! — continúo, liberando algo de la carga que llevaba en su cabeza — Tengo que volverme más fuerte dentro de 5 días, sino estaremos en serios problemas después del viaje — habló con seriedad.
— ¡¿Eh?! ¿Es qué sucede algo malo? — respondió Yamcha que no estaba enterado de la situación, los demás pusieron atención al gesto del humano.
— Oh es verdad, dijiste que tenías que contarme algo — interrumpido Kaio-sama — Explicanos, ¿qué sucede?
— Como ustedes saben después de la batalla de los saiyajin fuí gravemente herido — explicó — Krillin, Gohan, Bulma y creo que una alumna de Kami-sama fueron a buscar las esferas del dragón pero al parecer Vegeta tuvo la misma idea y está allí en Namekusei — Yamcha se aterró al oír eso, ¿acaso ese asesino ya iba tras ellos o...?
— Goku, no me digas que fueron atacados por ese sujeto — preguntó Kami-sama, preocupado.
— No, al parecer Vegeta aún no sabe que están allí. Pero podría saberlo en cualquier momento, a decir verdad me siento algo culpable pues yo fuí quién le pidió a Krillin que no lo matara — se lamentó, pero sabía que debía seguir adelante — Pero eso no es lo peor. Al parecer hay otros individuos buscando las esferas aparte de Vegeta y a lo que me contaron, ¡tienen armaduras idénticas a los saiyajin! — Yamcha casi se mareaba al oír eso, ¿que podría ser peor? — Y al parecer tienen un líder, una persona con un ki muchísimo más grande que el de Vegeta — concluyó. Tanto Yamcha como Kaio-sama estaban impactados de la noticia, sus expresiones lo decía todo, tanto que sus compañeros tuviero n que intervenir pues veían su intranquilidad.
— Oigan, ¿qué ocurrió? ¿les dijo algo? — se acercó Tien.
— N-no es posible, ¡¿alguien más fuerte que Vegeta?! — Yamcha no estaba seguro sí había escuchado bien, aunque sabía que sí realmente no quería creerlo. Dicha revelación tomó por sorpresa a todos. Kaio-sama traía una cara seria, su mente estaba trabajando y conocía bien una persona lo suficientemente ambiciosa para buscar las esferas y tan poderosa como para tener un ejército.
— Esperen aquí, voy a investigar el planeta Namekusei para saber bien que está pasando — dijo Kaio-sama con seriedad, alejándose un poco de los guerreros que había en su pequeño planeta, con los brazos en su espalda, pensativo. Usando sus poderes y moviendo un poco sus antenas, tendría una imagen clara de Namekusei dónde empezaría a buscar por todo el planeta la localización de ese "guerrero más fuerte que Vegeta" del que Goku tanto hablaba.
A través del ki, lograba ver los árboles, el césped e incluso el propio agua pero eso no era lo importante: había algo que le llamaba la atención y enseguida se adentró a buscarle, como si se tratase un juego de terror, como cuando te giras una esquina y te topas con algo de imprevisto. Había un ki poderoso cerca, no sabía de quién era pero no era un ki tan perverso como para pertenecer a Freezer, era uno malvado sin duda pero no llegaba a niveles de ese tirano.
— Hmm... — se puso a buscar ese ki que recién había sentido.
— ¿Sucede algo Kaio-sama? — preguntó Goku.
— Siento un ki poderoso, pero no es ni de Vegeta ni de Freezer — dijo extrañado: "¿Quién será?"
Afinó sus antenas, y casi como si estuviera allí, rodeó una gigantesca roca la cuál detrás ocultaba algo que le dejó pálido y no evitó sonar un sonoro grito; "frente a él" había un enorme cráter en el suelo, de varios metros de profundidad pero eso no fue lo que se llevó su aire, más bien lo que había en el centro pues se trataba de una cápsula esférica y delante de ella una mujer bajita: quizá de 1.60, cabello negro y corto, una notable complexión guerrera y una mirada fría veía el cielo verde del planeta. Pero eso tampoco fue lo que asustó a Kaio-sama, no solo se trataba de su gran poder sino que en su cintura lentamente empezó desenvolverse una cola muy característica de cierta raza conquistadora, se trataba de una saiyajin.
— ¡¡No, no puede ser!! — incluso por alguna razón retrocedió, como si fuera a recibir daño por descubrirla.
— ¡¿Qué?! ¡¿Qué sucede?! — preguntó Goku con enorme curiosidad, ¿qué habrá visto para que lo haya hecho exclamar así? Kaio-sama se quedó unos segundos callado.
— Se... Se trata de una saiyajin... — respondió, como si todo estuviera perdido — Una el triple de fuerte que Vegeta.
— Vaya, entonces eso sucedió — respondió Cinnamon quien aún le costaba recordar un poco lo sucedido, frotándose la cabeza — ¿Estás seguro que estaba consciente cuando volaba, Gohan? — el pequeño asintió — Que extraño, no recuerdo nada. Solo cuando... — miró su lado derecho, notó enseguida la ausencia de su extremidad — Eso — respondió incómoda, era extraño, era como si su brazo siguiese allí pero simplemente nada.
— Es una pena lo que le sucedió a tu brazo Cinnamon — intentó consolar Krillin, pero era lo mínimo que podía hacer, ahora se sentía pésimo por abandonarla — Pero también hay que agradecer a Dendé, fue él quien recuperó toda tú energía. Si no fuera por él, no sabemos que te hubiese pasado — se hizo a un lado, dejando ver a un pequeño namekuseijin algo avergonzado. No es alguien que esté acostumbrado al reconocimiento.
— Ya veo. ¿Dendé, así te llamas? — preguntó Cinnamon, con una sonrisa maternal el pequeño asintió — Muchas gracias, supongo que te debo la vida.
— Era lo mínimo que podía hacer — respondió en voz baja — Ustedes nos salvaron la vida — Cinnamon sonrió ante al detalle del pequeño, pero la culpa le comía por dentro, sentía que podía haber hecho más.
— Gracias, pero aún hay trabajo que hacer — le dió unas palmaditas en la cabeza al niño verde, poniéndose de pie. Sus ojos se abrieron de golpe, girando su cabeza a un punto cardinal desconocido — Hay varios ki desapareciendo en aquella dirección... — gruñó, frunciendo su ceño en ira.
— ¿Eh? Qué extraño, yo no siento... — Gohan no terminó su frase, sus sensores de ki se dispararon a los pocos segundos. Krillin quién igual había sentido aquella sensación, salió rápidamente de la cápsula dirigiéndose a la boca de la cueva; Gohan le imitó. Su sida fue tan espontánea que hasta asustó a Bulma, quién se mostró preocupada a saber si se trataba de Vegeta.
— ¡¿Qué pasa?! — preguntó, solo viendo a los chicos salir de la cápsula. Cinnamon se mantuvo dentro, por mucho que odiase aceptarlo no podía hacer nada.
— Ese saiyajin está acabando con otro pueblo — admitió. Dendé y Kargo no pudieron evitar reaccionar ante esto, preocupados del futuro de su propia raza — Ahora empiezo a dudar sobre las esferas de dragón la verdad.
— ¿Eh? ¿Cómo es que saben sobre las esferas? — intervino el namekuseijin más pequeño, de nombre Kargo y con mucha razón, ¿cómo es que alguien que nunca ha visitado su planeta sabe sobre las esferas? A Cinnamon no le quedó de otra que hacer un pequeño resumen.
— Hace más de 500 años un namekuseijin llegó al planeta de dónde venimos, desconozco su nombre e incluso empiezo a dudar de que tuviera uno pero en la Tierra es conocido como Kami-sama — no tenía cómo dar más información, pues realmente era poca — Solo sé por lo que me contó que un día se golpeó en la cabeza y no pudo recordar nada de su pasado. Solo tenía con él una carta que decía "Espera aquí, pronto regresaremos". Esperó por 30 años a lo que él suponía que eran sus padres, pero nunca aparecieron, se cansó de esperar y se marchó del lugar — Bulma recordaba esta historia, se la había contado Mr. Popo antes de presentarle a Cinnamon y la nave — Vagaba por la Tierra, hasta que un día conoció al dios del planeta el cuál fue su digno sucesor, siendo el primer namekuseijin en ser un dios en un planeta tan abandonado como la Tierra — concluyó —. Con el paso del tiempo creó las esferas del dragón terrestres y no fue hasta la llegada de los saiyajin a la Tierra dónde nos enteramos que existían más de su raza en este planeta. El motivo por la cuál estamos aquí es el revivir a los amigos de aquellos pequeñajos que me ayudaron a salvarlos, pero el mío es el de revivir a mi maestro — terminó su larga explicación, algo que no sé definiría en un "pequeño resumen".
— Vaya, nunca creí que hubiesen otros namekuseijin fuera del planeta — respondió sorprendido Dendé, pero enseguida apretó sus puños, como si intentara tomar valor para lo que está apunto de decir pero Cinnamon le quitó ese pensar al sentir nuevamente la palma de su mano sobre su cabeza.
— Tranquilo, ten por seguro que intentaremos a ayudar a tú gente. Lo mejor ahora será planear nuestro siguiente movimiento — Dendé sonrió ante el gesto de la castaña, la cuál miró a Bulma — ¿Sabes algo acerca de la Tierra? Ya podrían habernos enviado una nave para sacarlos a ustedes de aquí.
— ¡Oh, es verdad! — salió disparada de la cápsula, dejándola confundida.
— Ustedes vayan afuera, enseguida los alcanzo — le aconsejó a los pequeños namekuseijin — Estén tranquilos, ¿sí? Derrotaremos a esa gente malvada y sus amigos van a resucitar — aseguró, realmente su mente dudaba si iban a salir siquiera con vida pero tampoco podía dejar sin esperanzas a los pequeños, dejó que se fueran mientras ella se disponía a cambiarse de ropa, afortunadamente traía más de una prenda y solamente era cambiar su bata, entró a una habitación aleatoria pues realmente no conocía nada el lugar y casualmente encontró su mochila allí sobre una amplia cama azulada.
Durante el proceso de cambio, cuando iba a desatar su cinturón se dió cuenta de la falta que le hacía su brazo derecho, era pésimo usando el izquierdo pues era su extremidad menos hábil.
— Maldito... — recordó al asesino que le cortó su brazo, la había dejado totalmente inútil, sin poder pelear y ahora sin poder hacer lo que antes estaba acostumbrada. Puede que su vida ya no sea igual después de este viaje, ¿pero qué podía hacer? Na- — ¡No! ¡No puedo decepcionar a Kami-sama! — se subió el espíritu. Intentó abrir su mochila... con el brazo derecho (el cuál ya no existía) —. Ugh... Llevará un tiempo acostumbrarse.
La mujer escupió al suelo una especie de espina del gigantesco pez que se estaba comiendo, ya recordó porque odiaba la comida de mar. Es muy molesto y siempre tienes que tener cuidado, además de que apenas y llena algo pero era esto o nada; llevaba días sin comer y no hay peor infierno para un saiyajin pero ya estaba satisfecha. Encontró una cueva cercana, bastante pequeña pero lo suficiente para poder ocultarse a la vista; igualmente estaba tensa por si la detectaban, para comprobarlo, encendió su rastreador buscando algún tipo de comunicación pero nada, estática total.
— Hmm... Qué extraño, mínimo debería escuchar una conversación pero nada... — volvió a escupir otra espina. Volvió a apretar el botón para rastrear, un nivel de poder fue localizado enseguida, a pocos kilómetros marcando un poder bastante bajo: 4500 e incluso ya estaba registrado como Appule — No lo puedo creer, ese inútil no ha aumentado nada su poder. Su hermano no mentía cuando era una deshonra familiar — se puso de pie, saliendo de la cueva y viendo al cielo —. Ahora que lo pienso, me sorprende que la Patrulla Galáctica no me haya seguido hasta acá, pobres ya ni se atreven a meterse al territorio de Freezer. Han perdido tanto poder — encendió su rastreador para que se mantuviera activo y precisamente le señalara la dirección del cabeza alargada aquel — Perfecto, allá voy — enseguida se alzó vuelo a gran velocidad, posiblemente más rápido que cualquiera en el planeta.
Freezer bajó de su pequeña nave, con los brazos en su espalda empezó a dirigirse a su nave la cuál tenía enfrente dando pasos ligeros pues no había prisa. Después de atacar a aquel último pueblo obligó a Zarbon y a Appule a separarse para encontrar más aldeas, él había regresado a la nave a esperar a que ellos terminasen su trabajo. Detrás de él venían flotando cinco esferas del dragón de las cuáles dos le hacían falta para cumplir su deseo, solo era cuestión de tiempo para que su meta sé cumpla.
— Llega temprano lord Freezer — una persona le dió la bienvenida, dando una amable reverencia; se trataba de un alienígena de la raza de los berenchegos, de piel con un tono púrpura oscuro y de cabello corto, de color rojo más cercano al color del vino. Era ligeramente más alto que su lord, y poseía una armadura del estilo moderno con maya negro por debajo.
— Tuvimos ciertas complicaciones — miró a su soldado, notando que aún poseía un rastreador verde pero primero lo primero — ¿Algún intruso o alguien que merodease cerca, soldado Bin?
— Nada que presente un gran peligro lord Freezer — respondió con firmeza, como buen soldado —. Lo que si logramos localizar era un grupo de 5 habitantes del planeta en un campo cercano, desconocemos que hacían allí pero nos encargamos de 4 de ellos.
— ¿Y el último? — preguntó, mientras se encamina a su cabina privada.
— La doctora Legume ha insistido en mantener un espécimen, debo suponer que piensa investigar la raza del planeta y a experimentar con ello — ambos llegaron a la entrada de la cabina, Bin mantuvo su distancia — Pero no es nada nuevo viniendo de ella, en mí opinión.
— Entiendo — la puerta se abrió, dejando ver un enorme ventanal circular y un pequeño trono que levitaba en el aire — Bin tengo una misión para ti — dijo antes de entrar — Nuestros rastreadores se han roto y no hay forma de localizar a más aldeas namekuseijin, tú aún posees el tuyo. Ya imaginarás lo que te estoy ordenando — dijo.
— ¡Por supuesto mi lord! — puso su mano en la frente — ¡Traeré las esferas restantes enseguida! — estaba apunto de marcharse, pero le detuvo su jefe.
— Algo más — Bin se quedó quieto — Dile a Legume que se comunique con las Fuerzas Especiales Ginyu, desde que llegué a este planeta he tenido un mal presentimiento — esto dejo consternado al de piel púrpura, ¿Freezer preocupado?
— Disculpe mí atrevimiento mi lord, pero, ¿por qué siente este mal presentimiento? — se atrevió Bin a preguntar.
— Siento que un guerrero muy fuerte está cerca, desconozco si se trate de Vegeta o alguien más que esté rondando el planeta — respondió — Además, está búsqueda de las esferas se está alargando demasiado. Dodoria no ha regresado y varios soldados han muerto, eso sin contar las rastreadores, qué por cierto, diles a las Fuerzas Especiales Ginyu que traigan. Es hora de terminar con cualquier estorbo de este planeta, que no demoren más de 5 días — terminó. Bin dió una respetuosa reverencia y enseguida se encaminó al laboratorio del lugar.
Se acercó a la puerta, escuchando aullidos de dolor en su interior aunque eso ya era común por parte de su hermana. La entrada se abrió, dejando ver un auténtico desastre de laboratorio y con un olor extraño, pero no le quedó de otra más que entrar.
— Deberías limpiar más seguido, Legume — alzó la vista, viendo a un pobre namekuseijin estirado de extremidad a extremidad como si se tratase de un animal siendo operado. Se encontraba inconsciente pero con claros signos de agonía, Bin lo ignoró para acercarse a una muchacha más bajita que ella, de pelo exageradamente largo de color vino como el suyo y al parecer el mismo color de piel. Al parecer estaba experimentando con ciertos químicos y apuntando varias cosas en hojas aleatorias, Bin no entendía como ella podía encontrar armonía en tanto desorden.
— ¡¿Puedes creerlo Bin?! ¡Esta raza es increíble! — dijo emocionada, acercándose al cuerpo inconsciente del namekuseijin — No solo se alimentan únicamente de agua, ¡sino que pueden regenerar extremidades! y según el 'amable' interrogatorio que le hice a nuestro amigo inconsciente aquí, hay dos tipos de namekuseijin. ¡Esto es maravilloso! ¡Desde los saiyajin jamás había encontrado una raza tan interesante! — insertó violentamente una jeringa a uno de los brazos del hombre verde, sacando un sangre color púrpura — ¡Hay tanto que sacar de aquí! — chilló emocionada.
— Ugh, como sea — ignoró totalmente la emoción de su hermana — ¿Estás consciente lo que hará el lord Freezer después de ser inmortal, no?
— Lo sé, es una pena. Lo mismo sucedió cuando descubrí las células S en los saiyajin, la desgracia me persigue — se acercó a una máquina extraño, parecía una centrifugadora donde metió el líquido morado en un pequeño frasco cilíndrico — ¿Qué quieres? — dijo de la nada.
— Lord Freezer me ordenó que te comunicaras con el planeta Freezer N 79 — se recostó en la pared — Diles que las Fuerzas Especiales Ginyu se dirijan aquí en un lapso mínimo de cinco días junto con un maletín de rastreadores.
— ¿Tan feo sé pusieron las cosas? — rió, mirando por un extraño aparato desconocido para la humanidad — Lo haré, pero me debes un pastel de zanahoria — le sonrió —. ¿Tú qué harás?
— Se me ordenó ir a buscar las esferas, al parecer el inútil de Zarbon y Dodoria se les está complicando la labor — se encaminó a la puerta — Nos vemos.
— Como sea — alzó la mirada para verlo — Solo no mueras, no tengo a nadie más a quien mostrar mis experimentos — regresó en lo suyo, siendo escuchada por su hermano pero simplemente no dijo nada y siguió su camino.
Cinnamon se encontraba mirando el techo de la cápsula que Bulma había instalado, no veía nada precisamente pero tampoco podía hacer otra cosa para pasar el rato, nisiquiera entrenar pues delataría su ki. Krillin y los pequeños namekuseijins se habían puesto de acuerdo para poder ir a ver al líder de todos los namekuseijin: el Gran Patriarca, padre de todos. Por supuesto ella insistió una y mil veces ir, pero el mayor argumentó que es mejor ir de forma sigilosa ya que muchas personas podría delatar la posición y por ende, corriendo riesgo de encontrarse con Vegeta o con el bicho con cuernos el cuál aún desconoce el nombre por lo que llevó a los pequeños saiyajin aprovechando su ki tan bajo.
Y ahí estaba ella, aún intentando superar el hecho de que perdió el brazo. No estaba triste, pero si bastante desanimada y esa sensación de que "algo le faltaba".
— ¿Cuándo dijiste que se iba el miembro fantasma, Bulma? — preguntó, extendiendo lo que le quedaba de brazo. Era molesto sentir que su mano aún estaba allí cuando en realidad no lo estaba.
— No lo sé, puede tomar semanas — se mantuvo leyendo la revista, tan aburrida como sus compañeros. Gohan solamente se mantenía sentado y callado, tenía curiosidad por el pequeño, pues ahora que lo pensaba el mandar a volar a alguien con el poder de Vegeta es de total mérito. Eso le hizo pensar en el enorme potencial que tenía el pequeño saiyajin.
— Cinnamon, ¿puedo preguntar algo? — dijo tímido el niño, le causó risa que alguien tan fuerte aún se mantuviera tan tímido pero no podía olvidar que aún era un niño.
— Claro, tampoco es que haya mucho que hacer.
— Verás... — jugó con sus dedos — Cuando eliminaste a esos dos soldados que nos encontramos cuando llegamos, ví por un segundo el como tú poder aumento — la castaña no cambió su expresión, aunque su mente pasaba de todo — También cuando te rescaté de Vegeta, tenías más que antes incluso te dió tiempo para volar a gran velocidad — concluyó — Y bueno, solo quería preguntarte, ¿cómo aumentas tú poder exactamente? — Cinnamon se quedó pensando un rato: "Tarde o temprano tenía que pasar" pensó, es un detalle que nunca le ha gustado de su raza pero tampoco es que tuviese alguna otra opción.
— Verás, cuando llegué a la Tierra venía en una pequeña nave con varios escritos de mí mundo. Con ayuda de Kami-sama pude aprender varias técnicas típicas de mi raza e incluso la forma de luchar — Gohan escuchaba con atención, hasta a Bulma le dió curiosidad —. Quizá no lo hayas notado, pero tengo espinas — extendió su brazo izquierdo, de su brazo empezaron a salir gruesas esquinas que terminaron recubriendo todo su brazo, pero no solo era esa zona sino parte de su mano e incluso los nudillos se cubrieron de dicho material que parecía más queratina que algún tipo de hueso.
— Vaya... — el pequeño veía con atención y curiosidad, acercándose a las espinas pero manteniendo distancia.
— Principalmente son para la defensa, pueden soportar muchos impactos — explicó — Pero también tienen otra funcionalidad; absorber energía y convertirla en tú energía, básicamente robar poder aunque la víctima podrá recuperarlo después de un sencillo descanso. Realmente no quería que ustedes se enteraran — dijo con pena.
— No entiendo, ¿qué tiene de malo como para ocultarlo? — preguntó Bulma.
— ¿Es la forma en qué se roba la energía? — preguntó Gohan.
— Exacto — confirmó —. Hay dos formas: empalarlo o matarlo a tajos — dijo como si nada, a Bulma se le puso pálido el rostro mientras Gohan solo tragó saliva.
— V-vaya... Menos mal que estás de nuestro lado — sé calmó la peliazul, a lo que Gohan estuvo de acuerdo.
— Tengan por seguros que no les haré nada. A decir verdad son los primeros amigos que tengo, no hay motivos para darles la espalda — confesó —. Pasé toda mi vida en el Templo Sagrado de Kami-sama y raras veces me dejaba bajar a la Tierra.
— ¿Tan estricto es su entrenamiento? — preguntó el joven guerrero.
— Demasiado en realidad... — y así siguió, durante un rato hablando sobre su vida y estrechando lazos con sus primeros amigos que ha tenido, contando su vida y sus anécdotas e incluso un poco sobre su planeta y su raza pero el lector podrá enterarse de eso en algún otro capítulo futuro, por ahora, continuemos.
— Ngh... ¡No, déjame ir! — el ser morado suplicó mientras se arrastraba por el suelo cuál gusano. Intentando alzar vuelo pero nisiquiera tenía energía para tal.
— Vamos Appule, ¡apenas vamos empezando! — gritó la mujer, dándole un fuerte pisotón en la rodilla del alienígena, rompiéndolo totalmente provocando que su pierna se torciera en un ángulo anormal; por supuesto el alarido de dolor no tardó en escaparse de sus cuerdas vocales.
La saiyajin solo sonreía con sadismo, ¡hacía tiempo que no se sentía tan viva! ¡pasaron décadas para volver a sentir a alguien bajó sus pies, suplicando por su vida en su lecho de muerte!
— ¡Ma-maldita...! — murmurllo — ¡Se supone que ustedes simios están extintos! — chilló.
— Oh y lo estamos, de eso no te preocupes... — sujetó al soldado desde su armadura, alzandolo como un costal de papas. Ella empezó a aumentar la altura que había del suelo — Pero verás, es como poner a pelear una infinidad de animales venenosos. Aquel con el veneno más fuerte será el único que viva, aquel lo suficientemente inteligente y afortunado vivirá para vengar a los suyos — apretó su puño con fuerza, llena de ira. Su rastreador repentinamente se encendió, marcando un ki cercano; gracias a la modernidad del aparato este no explotó del todo al localizar aquel nivel de pelea y en especial el poder recibirlo desde tan lejos pues estaba a unos kilómetros —. Curioso, veo que Zarbon es el único que ha estado trabajando. Tuvo un aumento de poder inesperado — dijo, viendo en dirección donde le indicaba el rastreador.
— Jaja... Maldita simia, ya verás que Zarbon te dará una paliza... — pujó Appule, con la poca fuerza que le quedaba.
— Aww... Aún tienes esperanzas en el cara bonita me derrote — miró con despreció a Appule que aún se encontraba mirando el suelo por la forma en la que iba sostenido —. Si supieras el poder que puedo llegar a alcanzar estando en mi modo Ozaru te caerías con esa cabeza deforme que tienes — soltó el cuerpo del alienígena — Ya me aburriste, tengo cosas más importantes que hacer — la saiyajin extendió su palma, una vez el cuerpo de Appule se había distanciado lo suficiente, lanzó una enorme onda de ki de un color morado (tirando más rosado en realidad) que terminó haciendo partículas al soldado.
— Primero terminaré con Zarbon, le sacaré algunas respuestas y mataré a Freezer con mis propias manos — dijo confiada, disparándose a volar a gran velocidad por los aires. Abandonando una aldea totalmente destruida, según el testimonio del soldado recién muerto fue a causa de Vegeta, un detalle que la mujer omitió totalmente pues en realidad le daba bastante igual.
¡Hola, espero que el capítulo haya sido de su agrado!Comprendo si notan algo flojo el episodio, pues casi no hubo combates y más bla, bla, bla. Pero principalmente todo el episodio se basó en presentar a Bin y a Legume, conocer a la "misteriosa" saiyajin y un poco las habilidades de Cinnamon; créanme que todo explotará en un futuro pues al menos de mí parte, aún falta un personaje nuevo la cuál presentar al menos durante este arco.
Ya sé la saben, cualquier error o falta de continuidad, ¡avísenme!
Una sincera disculpa si ven algo mal acomodado o flata algo que divida las escenas, la aplicación me esta fallando.
Tengan excelente día!
