Linna, gracias por esos consejillos guapetona. Sip. Cositas calentitas es lo que necesito, miel, leche, manzanilla... en esas ando. No sabes cuanto me agrada que te llegue el mensaje de este Fic. Realmente es raro encontrar personas como tú. Gracias.

Shadir, la escena con el Rey será en el próximo capítulo. Turles... jejeje pues es un malvado terrible, pero mira, aunque te caiga mal vegeta, ¿sabes, ya verás que no es tan malo el león como lo pintan... besitos.

Darth Maferius, El Rey Vegeta le lleva como... 43 años. Realmente es una diferencia de edad enorme, pero dado que los saiyajins no acusan la edad, el Rey no aparenta tener más de 30 años. Pero no hay que asustarse, los monarcas siempre han sido mucho mayores que sus esposas... sobre todo con las segundas nupcias. 'Que la fuerza te acompañe'.

Shadowhao, en mi fic, Turles es hermano de Bardok. En la realidad nos se aclara mucho al respecto, pero oye, ¿no se parece a Bardok demasiado?. Joer, si son idénticos. Los gemelos típicos, el bueno y el malo... Las cámaras de regeneración no dan a basto con tantos pretendientes... jajaja, pues sí, la chica es tranquila pero cuando la molestan... fiuuuuuuu.

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Capítulo 5: ¿Dónde me estoy metiendo?.

En un jardón de Palacio, en un páramo alejado de todos, se encontraban dos guerreros de alta alcurnia. Paragus, hermano de Onionte, la fallecida reina de Vegetasei, y Sullian, consejero del Rey.

- Mi querido Sullian, el poder... es un legado que sólo puede manejar un Semi Dios. Creamos un mundo, un Universo a imagen y semejanza de nuestras almas seducidas por los sentimientos mundanos. No debemos avergonzarnos de ello, pues no son debilidades, sino condiciones de todo ser que tiene vida, el procurar su bienestar por encima del de cualquier otro. - El guerrero más joven atendía al más viejo con sigilosa mirada. - Durante siglos, hemos permanecido en la sombra, manejando a generaciones de Reyes, dirigiendo a las masas... ¿Crees que una masa deforme y sin cerebro es capaz de dirigirse por si sóla?. Todos necesitan líderes, y nosotros les proporcionamos lo que desean. Mucho antes de que los Reyes existieran, nosotros ya gobernábamos el mundo. ¿El secreto de nuestra permanencia?. No existimos, jajajajaja. - Paragus reía mientras proseguía con su cínico y diabólico discurso. - Tu abuelo te dejó en una posición idónea para nuestros planes. Ahora que ha fallecido, es su última voluntad, que entres a formar parte de nuestra Logia, tu también llegarás a ser un Dios viviente. jajaja. - Sullian no podía creer todo lo que escuchaban sus oidos.

- Pero... ¿cómo?. - Paragus sonrió mientras frotaba un anillo con una gran gema. Bajo la piedra preciosa de aquel anillo existía un compartimento secreto que disponía de un polvo concentrado, un veneno de efectos letales. Si algo marchase mal en la reunión con Sullian, debería hacer uso de aquella efectiva arma.

- El pueblo... las masas... son ingenuas, egoistas, perezosas... cobardes... porque son ganado incapaz de pensar o reaccionar. Imagina que tu gobernases un mundo en pequeño. Que tuvieras a tu cargo a unos centenares de saiyajins. Dales estratos sociales. Haz que unos gocen de privilegios sobre otros, y comprobarás, que los del estrato superior serán capaces de cualquier cosa con tal de mantener sus comodidades. A los del estrato intermedio, dales ciertos beneficios en base a su propio esfuerzo personal, y comprobarás que pasarán toda su vida trabajando miserablemente para llegar a tener un estatus superior. Pobres bestias... Hay que proporcionarles ilusiones, ansias de libertad, de poder, sueños, anhelos, distracciones, diversiones que les hagan olvidar el sufrimiento. Son tan manejables y estúpidos. Mirarán a los de clase alta, les envidiarán, trataran de imitarles, y de llegar a ser como ellos, o al menos, intentarán gozar de sus mismos privilegios. Mirarán a los de clase baja, y odiarán lo que ven sus ojos, temerosos en secreto de que ellos mismos se pudieran ver en esa situación un día. Sin embargo, sus mentes enseguida les proporcionarán justificación suficiente para ignorar el sufrimiento de los que son menos que ellos, porque así son los seres vivos, son egoistas, y cómodos... Velan sólo por sus propios intereses. No querrían tener que compartir sus bienes con centenares de inmundos inferiores a ellos... jajaja.En cuanto a los del estrato inferior, los más débiles, no hay que tener clemencia, deben ser el ejemplo de lo que podrían llegar a padecer los miembros de los otros estratos en caso de ir en contra de lo establecido. A estos miserables condenados, hay que dejarlos en la inopia de su incultura, hay que repetirles una y otra vez, durante años y siglos, que no son más que basura inmunda. Serán fáciles de manejar, sumisos, porque carecerán de cualquier recurso para defenderse, morirán como insectos, viviran como animales. Es el pequeño precio que hay que pagar para que el mundo tenga un Orden adecuado. Ese es el poder, la fuerza que ostentamos nosotros... Hacemos que todos piensen y sientan lo que nosotros queremos que piensen y sientan. Inventamos unas Leyes que todos acatan, nadie las cuestiona, y quien lo hace, acaba siendo víctima de las mismas. ¿Puedes imaginar un control más perfecto que este? - Los ojos del joven estaban abriertos de par en par ante tremendas palabras esclarecedoras.

- Pero ten en cuenta el enfoque... actuando de este modo, nosotros, Divinidades corporeas, hacemos que todo tenga un sentido. El propio Freezer es el Maestro de una poderosa Logia de proporciones gigantescas. Sin embargo, él mismo, con todo su poder, no es más que una pieza más. El sólo la cara visible, detrás de la cual existen poderes que se perpetuan por la eternidad. Todo está dominado por Ordenes secretas. El Universo es una constante lucha de fuerzas que escapan al raciocinio de nuestra mente. Tu, yo, cualquier ser vivo, está inspirado por una energía vital. Esa energía proviene, sin embargo, de distintos orígenes. ¿Has visto un iman?. Tiene una doble polaridad, positiva y negativa. El Universo está regido por similares fuerzas. Algunos estúpidos hablan de fuerzas del bien y del mal, pero nosotros sólo hemos elegido una opción, la mejor opción, ser Dioses, porque podemos serlo, a diferencia de otros... incapaces de percibir si quiera, lo que está a su alrededor. Somos rebeldes, porque no acatamos lo que nos impone la naturaleza misma. Nosotros imponemos el Orden a la Naturaleza, demostrando que estamos por encima de ella, y aplastamos a los insectos que se oponen a nuestra voluntad. Sullian, ¿quieres ser un Dios?. - Su boca abierta, sus ojos desorbitados. Cuanto había ignorado en su vida que ahora estaba conociendo. Pero por qué él.

- ¿Por qué yo?. ¿Por qué me cuentas todo esto?. - Paragus sonrió levemente.

- Porque se que tu también quieres ser un Dios. - Un escalofrío recorrió el alma de Sullian.

- ¿Qué quieres de mi?. Supongo que esto tendría un precio. ¿Qué tendría que hacer?. - El más viejo sonrió.

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En el salón personal del Rey, Vegeta se acomodaba las galas dispuesto a comenzar su plan. - ¿Me llamaba Alteza?. - Zorn se inclinó ante él con una mano en el pecho.

- Mi buen consejero... - Sonrió Vegeta. - Deseo que me acompañes. Creo haber encontrado a la candidata perfecta para ser la futura Reina y madre del heredero, pero confío en tu buen criterio, no quiero cometer un error casándome nuevamente con una hembra que sólo me traerá quebraderos de cabeza y desilusiones. Quiero que me des tu opinión acerca de ella. Siempre has sido sincero, sin importar las consecuencias de tus palabras, y eso es lo que te solicito en estos momentos. - Zorn asintió con la cabeza respetuosamente y ambos partieron de la sala con paso firme, dirigiéndose al ala que dirigía Brássica.

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En el ala oeste del Palacio, se había habilitado una enorme sala de 2000 metros cuadrados, dedicada al departamento de Documentación y Ciencia. Ordenadores de avanzada tecnología ocupaban un extremo de la sala dedicados exclusivamente a la labor de documentación: estadísticas, estudios, archivos de datos, ... seguidamente se encontraba el area de proyección científica, dividida en departamento médico, tecnológico, etc.

Unas manos irritadas, teclaban a gran velocidad. - Ahhhsssss, esto es lo más extresantemente estúpido que me ha sucedido jamás. - Pronunció entre dientes la chica de ojos azules mientras terminaba de preparar una presentación de los logros y estudios realizados en su departamento. Consultó el reloj de la pared. Ya era casi la hora. Si tan sólo se lo hubieran comunicado con algo más de antelación hubiera preparado algo más brillante, pero no, ese bastardo del Rey tenía que aparecer de sopetón. - Malnacido... - Susurró.

Las puertas de la sala donde se encontraba trabajando se abrieron. Inmediatamente todos se arrodillaron ante el Rey y su Consejero. Brássica sonrió un poco al ver a Zorn tan seriote en pose de circunstancias. Ella conocía su lado más simpático sin lugar a dudas. Ella se acercó haciendo de anfitriona. Cuando llegó ante el monarca hizo una reverencia mientras interiormente se repetía. - "Esta reverencia sirve para presentar mis respetos a la justicia, que habita en todas partes, y no a tí, odioso Rey sin escrúpulos". - Pasados unos segundos, volvió a levantarse, encontrándose de lleno con la mirada penetrante de Vegeta. Era la primera vez que se encontraba a tan corta distancia de él, y aquella mirada le atravesó el alma. Esos ojos azabaches encerraban unos pensamientos indescifrables. Ella se sintió turbada por la fijación de sus pupilas en las suyas, incómoda consigo misma por no poder apartar la mirada, por no querer hacerlo, por desear plantarle cara allí mismo y decirle que no era más que un bastardo, que fue culpable de muchas atrocidades. En los labios de Vegeta se dibujó una media sonrisa. Brássica casi se muere de rabia. ¿La encontraba simpática acaso?. ¿Le divertía mirarla y turbarla?. ¿Qué era tan gracioso?. ¿Qué pensaba detrás de ese muro infranqueable?. Allí estaban el Rey y la joven Noble, ninguno de los dos dispuestos a dejar de sostener aquella penetrante mirada. A pesar de la gran diferencia de edad, ambos parecían llevarse pocos años de diferencia. La naturaleza Saiyajin hacía que envejecieran lentamente. Zorn intervino juiciosamente frenando aquel cruce de miradas eterno antes de que todos comenzaran a murmurar.

- Guerrera Brássica, tienes el honor de recibir a tu Rey en estas instalaciones. Se espera de tí que muestres los avances logrados desde tu dirección en esta sección. - Ella se calmó un poco y fue mostrando las instalaciones a sus visitantes. Durante todo el camino evitó por completo mirar al Rey, pero sin embargo, ella presentía que él no le quitaba el ojo de encima, y esto la estaba haciendo ponerse muy nerviosa. Luego llegaron a una sala especial. Brássica se puso frente al ordenador y se dispuso a realizar la presentación con los avances técnicos y científicos de mayor alcance. Después de eso, metió un caballo de troya, habló de uno de sus estudios personales.

- Bien, ahora mostraré uno de mis últimos descubrimientos estadísticos. Si analizamos esta gráfica veremos que aparecen los niveles de los distintos guerreros de vegetasei. La linea azul muestra los de primera clase, la verde, a los de segunda clase, y la roja, a los de tercera clase. Como podemos observar, existen picos dentro de la linea roja que superan a la linea verde, lo cual muestra algo sorprendente, y es que existen casos de guerreros de tercera clase que han logrado superar en poder de pelea a la media de los de segunda clase. He comprobado bien, y estos no son descendientes de uniones ilegítimas entre clases. Por lo tanto... - Vegeta la interrumpió.

- Este estudio es realmente interesante, desearía tener más tiempo, pero me temo que debo atender a otros asuntos en breve. - ella sonrió para sí misma y se dijo interiormente "no me digas...", aunque procuró que su sentimiento irónico no traspasase a su rostro. - Sin embargo, y dada mi estrecha agenda, desearía invitarla a cenar esta noche, para terminar de escucharlo. - Brássica le miró a los ojos nuevamente. ¿Qué pretendía exactamente?. ¿De verdad estaba interesado en su estudio?. Pero no podía negarse a su invitación, de algún modo era una oportunidad que no podía desaprovechar... además, ya le sonsacaría a Zorn... Sus invitados se marcharon como vinieron.

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- ¿Y bien?. ¿Qué te parece la guerrera Brássica?. ¿Crees que podrá cumplir con las espectativas del reino?. - Zorn tragó saliba. si alguna vez en su vida la había amado, si alguna vez en su vida la había deseado como compañera. En esos momentos, aquella hembra había sido eliminada de su corazón en cualquier otro sentido que no fuera la más pura amistad. Su lealtad al Rey era sincera hasta el límite de su propia vida.

Contestó pasados unos eternos segundos, con sinceridad, aún embargado por la pena. - De entre todas las hembras de este planeta, no podría encontrar ninguna con mayores cualidades intelectuales y físicas para ser la futura Reina de Vegetasei. Estoy seguro de que su elevado nivel de pelea será un factor clave para procrear un heredero fuerte. -

- Prepáralo todo, la recibiré en mis estancias privadas esta noche. Encárgate de que todo sea perfecto. - Zorn se inclinó y se marchó a cumplir la dolorosa orden impuesta.

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- Zorn. - Gritó Brássica viendolo caminar sólo en el pasillo. El se acercó a ella.

- Dime, ¿qué diablos quiere el Rey?. - El apartó la mirada de su rostro para evitar fantasear una vez más con besarla. Eso estaba desterrado de su mente para siempre. Ahora era la hembra que había elegido el Rey, y cuando fuera la Reina, él la serviría con igual lealtad y amor. Pero con un amor distinto al que sentía o sintió...

- Ahora no tengo tiempo para eso Brássica, lo siento... - Aceleró el paso dejándola con expresión apenada e intrigada.

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