Capítulo dos: A sus manos
"Ni siquiera es medimago" había dicho Hermione tras revisar varios datos mas "sin embargo pareció entender la dinámica de la enfermedad hasta detener su avance. Es también quien más datos aportó respecto a las características del fenómeno y no hay médico que no acuda a él para intercambiar descubrimientos recientes..."
Harry frunció el ceño.
En esos momentos su mente era un absoluto caos donde un mar de prejuicios le impedían moverse hacia adelante o hacia atrás.
Estaba seguro que no quería retroceder, pero no podía avanzar. Y solo el violento latir de su corazón le confirmaba que aún seguía ahí, parado rente a la elegante reja, sin dar un solo paso.
Pero, es que aún con los datos que Hermione había encontrado, no podía terminar de creerlo.
De acuerdo a los datos la enfermedad se detuvo repentinamente; casi de la misma manera en que apareció.
Los datos hablaban de un espacio de tiempo que daba oportunidad a realizar más investigaciones para encontrar la cura. Y varios medimagos se habían puesto a trabajar con esa meta.
Datos y más datos.
Sin embargo para Harry solo la realidad parecía válida. Y la realidad le hablaba de un muchachito caprichoso cuyo único logro era extender una disputa oral, explayando un desconocido lenguaje para un alumno normal. Harry solo conocía de trampas y mentiras. Solo sabía de traición. Todo emanado de una persona. Justo aquella a la que los datos se encargaban de elogiar.
¿Y que debería hacer Harry?
Había llegado hasta ahí con la absoluta certeza que podría detener la enfermedad de Ginny. Incluso había albergado la esperanza de encontrar una cura.
Había corrido por las calles con el corazón a punto de estallar debido a esa emoción que solo sentía cuando tenía la seguridad de que las cosas saldrían bien.
¡Saldría bien!
Aun cuando se tratara de Malfoy.
Si esos datos eran reales y habían impactado en el mago, cabía la posibilidad de que él hubiese cambiado.
¿Verdad?
Harry apretó los labios y estiró un brazo para presionar ese excéntrico timbre. Una elegante voz acudió a su anuncio y suspiró antes de responder.
.- Harry Potter- dijo con seguridad- Necesito hablarte, Malfoy.
Silencio.
Pesado y extenso.
Que curioso, el moreno habría jurado que Malfoy tenía una replica para todo.
.- ¿Perdón?- se escuchó una confundida voz- ¿Tú que...?
.- Necesito hablarte- replicó Harry.
.- Escuché esa parte- replicó el rubio- Sin embargo me parece absolutamente hilarante.
Al menos en eso estaban de acuerdo, pensó Harry con cierta amargura.
.- Me sería más fácil explicarlo en persona- murmuró el moreno.
La puerta se abrió y un precioso sendero guió a Harry hacia la pesada puerta de madera, adornada con símbolos familiares.
Ignorando el escalofrío que recorrió su espalda cuando esa puerta se abrió, caminó hacia el interior de la ostentosa casa y miró con cierta aprehensión todo el lujo que le rodeaba y abrumaba.
Claro, ¿Que otra cosa podría esperar de Malfoy?
Por cierto que el rubio venía bajando de las enormes escaleras. Si en un momento sintió confusión, ésta había desaparecido. Y ahora Harry veía a un rubio emanando absoluto poder y seguridad a medida que sus pasos lo colocaban al pie de la escalera.
.- Potter...- murmuró él, haciendo aparecer una peligrosa sonrisa en sus labios a la vez que sus manos se refugiaban en las bolsas de su elegante túnica azul. - Que sorpresa tan inesperada...
Harry hizo un ademán afirmativo.
.- Necesito tu ayuda.
Draco enarcó una ceja ante eso.
.- Debes estar bromeando.
.- No puedo hablar más en serio- aseguró el moreno y se atrevió a sentarse en el cómodo sofá al que escapó en ese instante. - Necesito de tu investigación. Requiero de su conclusión.
.- ¿Investigación?- el rubio lo miró con el ceño fruncido hasta que ambas cejas se levantaron- Imposible. ¿Has entrado al grupo de los enfermos?
.- No...
.- ¡Naturalmente!- exclamó Draco- El contagio está controlado.
Harry suspiró. Esa frase confirmaba la veracidad de los datos.
.- Sé eso- murmuró Harry-, pero también sé que aquellos que luchan con el virus no tienen una inmediata cura.
.- Eso es porque aún no hay cura, Potter- replicó Malfoy-. Los medimagos trabajan en ello y creo que puedo asegurar que tardarán varios años más.
.- Ginny no tiene años más- refutó Harry apretando los puños.
.- ¡Oh!- Draco pareció comprender la situación. Escúpelo Potter.
.- Ya te lo dije- insistió Harry- Necesito tu investigación. Tu tiempo y tu conocimiento. Necesito que lo termines.
.- El tiempo de Weasley es muy poco- dijo Draco con tranquilidad-. Mi investigación no es aquello que más me interesa. Tengo cosas más importantes a las que dedicarme, ¿Sabes?
.- Déjalo de lado- dijo Harry con determinación-. Haz de esta investigación tu mayor inversión... ¡Encuentra la cura!
Draco enarcó una ceja.
Con una pasmosa calma se sentó en el mismo sofá; justo a un lado del moreno. Con otro movimiento recargó los codos en las rodillas y sonrió como si apenas se acabara de dar cuenta de algo importante.
.- Posiblemente el tiempo alcance de esa manera.
El corazón de Harry bombeó con un deje de esperanza.
.- Pero- agregó Draco-. No me has dicho lo que me darás a cambio.
El moreno parpadeó. Y lo hizo de nuevo.
Claro que había pensado en la posibilidad de dar algo a cambio, pero se había planteado lo que ese algo sería.
Algo que satisficiera a un Malfoy. Oh, vaya. Eso se escuchaba bastante difícil.
.- No me digas que no lo habías pensado- el rubio se incorporó y se pasó una mano por el cabello.- No puedes llegar a esta casa y esperar que sacrifique valioso tiempo y esfuerzo por nada.
.- Se trata de vidas.
.- La vida de Weasley- corrigió Draco.
.- La cura no solo beneficiaría a Ginny...
.- Creo que no nos estamos entendiendo- Draco sonrió y lo miró detenidamente.- Es cierto que estoy haciendo esta investigación, pero no me presiono al pensar en una vida en particular... Si voy a involucrarme por una Weasley debo recibir algo que valga realmente la pena.
.- Oh.- Harry bajó la mirada.- "Se trata de lo que tu sientas" ¿No?- recordó las palabras del rubio- ¿Qué es lo que deseas a cambio, Malfoy?
El rubio meneó la cabeza sin desprenderse de su sonrisa.
.- La pregunta, Potter, es: ¿Qué darías a cambio de la vida de Weasley?
.- ¡Cualquier cosa!
.- ¿En serio?- Draco lo miró con suspicacia-. No precipites tu respuesta- agregó.- Sacrificarás mucho más que el orgullo que arrastras ahora, y yo no pienso ser como tú, quien da todo sin pedir nada.
.- Pídeme lo que quieras- dijo Harry- lo que sea, yo te lo daré.
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.- Debes estar bromeando.
Hermione Granger notó el ágil movimiento que su mejor amigo hacía para intentar irse y se obligó a hacer algo semejante para tenerle de nuevo frente a ella.- ¡No puedes hacer esa tontería!
.- ¿Tontería?- preguntó Harry con un tranquilo tono de voz.- La vida de Ginny no es una tontería, Hermione.
.- Tontería es lo que estas dispuesto a hacer por salvarla. Entiende que no eres el dueño del futuro. No puedes resolver todos los problemas.
Harry bajó la mirada.
.- ¿No lo harías también, Hermione?- preguntó con suavidad-. Si fuera Ron quien sufriera esa enfermedad, ¿no harías cualquier cosa por él?
La muchacha suspiró.
.- Ron y Ginny jamás reaccionarán igual, aunque sean hermanos- dijo ella- Él no me acorralaría como lo han hecho contigo... Pero,- lo miró con cariño- supongo que lo haría también.
El moreno sintió más apoyo.
.- Aún así- agregó ella- Se trata de Malfoy. No creo que pida algo común.
.- Lo sé...
.- Pero no lo estás valorando- insistió ella.- El trato que ambos tuvieron solo me habla de que ha atesorado un deseo de venganza. ¡Tú mataste a su padre!... Para nada te pedirá algo tan sencillo, Harry.
.- Si- aceptó el moreno de nuevo. - Pero no me preocupa- sonrió.- A partir de mañana Ginny tendrá una enfermera nueva, así que no alcanzará a extrañarme (si es que alguna vez lo hizo). Eso me dará el espacio necesario para complacer los caprichos de Malfoy.
.- Cuando dices eso me causa temor- musitó ella.
.- Jamás se lo digas- pidió Harry-. Promételo.
La muchacha desvió la mirada. Tenía muchas razones para pensar que nada de eso saldría bien; pero el ver a Harry tan decidido le hizo comprender que no tendría caso alguno comenzar a discutir cada uno de ellos.
Así que lo dejaría hacerlo.
Solo rogaba por que Harry consiguiera lo que deseaba.
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.- Para ser el salvador de la comunidad mágica luces demasiado común.
Ese era Draco Malfoy recargado en el marco de la puerta con los brazos cruzados y una sonrisa distinta a las que Harry había conocido.
Harry había llegado hace unos minutos, tras dos días de reflexión, en donde aprovechó para arreglar todas sus cosas y se preparó para una extraña estancia en la Mansión Malfoy.
En realidad no le extrañó a Harry. Si tuviera que torturar a un enemigo, suponiendo que se decidiera a hacerlo, se aseguraría de tenerlo cerca.
.- Sólo es ropa- murmuró Harry.
.- Ciertamente- aceptó el rubio-. Aunque no la necesitarás enteramente, así que no importa.
Harry suspiró ante eso.
.- Como sea- agregó Draco-. Apresúrate, no voy a cenar solo cuando cuento con un "invitado especial". Y procura vestir algo cómodo. Habrá mucho trabajo esta noche.
Harry arrugó la nariz. Volteó hacia la puerta para ver al rubio, pero ya no estaba ahí.
¿Mucho trabajo?
Compartir momentos con la familia de su mejor amigo le había enseñado a tener ciertos matices hasta imaginar "cosas de más".
¿Malfoy estaría matizando sus palabras con "algo de más"?
.- Soy un tonto- se regaño y terminó de acomodar sus cosas.
Bajar a cenar resultó un tanto ridículo al moreno. Para empezar el comedor lucía enorme para solo dos personas; una mesa enorme rodeada de ostentosas sillas con la esquina derecha arreglada.
Bajar a cenar resultó un tanto ridículo al moreno. Para empezar el comedor lucía enorme para solo dos personas; una mesa enorme rodeada de Bajar a cenar resultó un tanto ridículo al moreno. Para empezar el comedor lucía enorme para solo dos personas; una mesa enorme rodeada de ostentosas sillas con la esquina derecha arreglada.
La verdad es que el moreno no tenía mucha hambre; y ver tanta comida le hizo sentir algo de pena. Especialmente al ver que su anfitrión comenzaba a servir de esa apetitosa ensalada.
.- Es muy tarde para comer tanto, ¿no?- murmuró viendo los esplendidos guisados.
.- Necesitarás energía para lo que viene- aseguró el rubio llevando un bocado de pollo a su boca-. Mejor come.
Harry volvió a dudar. Estar tan "a la mano" de su rival le hizo comprender la enorme desventaja que estaba aceptando y con inseguridad comenzó a llenarse la boca de comida solo para descubrir la falta de sabor a causa de la tensión.
¿Por qué estaba haciendo todo eso?
Oh, si...
Ginny y su mirada apagándose a medida que la enfermedad avanzaba. Ella y su sonrisa automática junto con ese ambiente paciente a espera de que la muerte llegara. Su amada y aquellas decisiones que lo habían mantenido excluido.
Harry frunció el seño y evitó pensar precisamente en eso. Debía darle mas crédito a la pelirroja o terminaría por convencerse que era un entero estúpido.
.- ¿Vale la pena?- preguntó Draco de repente.
El moreno se sobresaltó y atrapó un pedazo de pavo con disgusto.
.- ¿Qué clase de pregunta es esa?- gruñó.
.- La que yo me haría si estuviera por dar todo por una Weasley- Draco sonrió- ¿Al menos te la has jodido?
.- ¡No pienso responder a eso!- dijo indignado.
.- ¿Y, si te dijera que la actividad sexual de la pobretona es un dato vital para la investigación?
.- ¡E-eso es mentira!- exclamó el moreno muy rojo.
.- Quizá si... Quizá no- dijo el rubio con un burlón tono de voz-. Eso no puedes saberlo.
Harry bufó antes de refugiarse en el licor que contenía una copa.
.- Estuve investigando en literatura muggle- murmuró el rubio, sorprendiendo a Harry-. El nombre de la enfermedad es VIH y es lo suficientemente horrible como para no desear contagiarse de ella. Sin embargo el medio de transmisión más común resulta absolutamente débil a los instintos autoprotectores... Y jamás es posible evidenciar si una persona es portadora del virus o no.
.- Pero hay síntomas- intervino Harry confundido- Ginny presentó síntomas desde el principio.
.- ¿En verdad fue desde el principio?- reflexionó el rubio tomando la fina copa de la que bebió- La incubación es tan silenciosa que no puedo estar seguro. Todos aquellos casos que atendemos para la investigación han rayado el horror... ¿Sabes algo de eso, Potter?... No pudiste vivir con Weasley e ignorar las características de la enfermedad... ¿Sabes del desarrollo?
Harry hizo un silencioso ademán afirmativo.
.- Pero los medimagos insisten en que no se rata de las mismas etapas- murmuró-. No es la misma enfermedad.
.- La verdad es que no lo saben- Draco hizo a un lado el postre- Solo suponen que no debería desarrollarse de la misma manera dado que nuestra comunidad cuenta con mayor adelanto, si de medicina se trata. Pero yo, no lo creo así.
.- No es la misma enfermedad- insistió Harry.
.- ¿Qué importa si es la misma o no?- cuestionó el rubio- Es el mismo final.
Harry enmudeció. Nada de eso se escuchaba alentador pese a que los datos elogiaban la labor de Malfoy.
.- Sin embargo- agregó el rubio-, hay posibilidad de acabar con la enfermedad. Una vez entendido el origen y el proceso; es posible eliminar el problema.
.- Eres muy contradictorio, Malfoy- susurró Harry- Primero me arrebatas toda esperanza y ahora me la regresas.
.- La investigación puede arrojar cualquier tipo de resultado, Potter. Debes estar listo, sea cual sea.
La verdad es que Harry no se sintió más seguro por eso. Sin embargo una parte de su mente podía estar agradecida por el gesto.
Estar listo para la victoria o la derrota.
Eran dos posibilidades, y no podría evitar que una se diera por mucho que deseara.
Por eso tendría que hacer posible que los resultados fueran convenientes para Ginny.
Claro que si.
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Parte de la investigación era realizada en el hospital. Al menos era eso lo que Hermione le había dicho; y era por eso que ambos estaban ahí.
En cuanto Harry estuvo caminando por entre las camas recordó la desagradable sensación que todo eso le causaba y luchó contra el deseo de salir corriendo.
La verdad es que admiraba eso en Malfoy. Desde que entraron se despojó de toda emoción para revisar registros y visitar enfermos. Fue lo suficiente objetivo para hacer anotaciones mientras Harry sentía que se le desgarraba el corazón al ver todos esos rostros agonizantes y cansados.
Piel putrefacta, tos seca, pulmonías... todo. Todo había empeorado por culpa de la enfermedad y toda esa gente tenía que sufrirlo acompañado de un intenso dolor.
Harry tuvo que admitir que ahí no había salvado a nadie.
En ese lugar había más dolor del que hubiese visto y no podía hacer nada.
Más lento y paciente. Más doloroso y cruel.
Con el mismo final.
.- Weasley ¿se ve así?
La voz de Draco lo sobresaltó.
¿Así?
.- No- murmuró.
.- Esta es lo que los muggles conocen como etapa terminal- explicó el rubio-. No es algo que un simple familiar pueda atender ya que las reacciones del cuerpo no pueden ser atendidas con simples cuidados. Por ello están aquí.
.- Giny no llegó a lucir así.
.- La mayoría de los magos prefiere pasar esta etapa en casa- murmuró Draco- Se han resignado a morir ya que la cura aún no existe. Pienso que esa es la primera barrera... Aunque- frunció el ceño- ... pudo ser el objetivo desde un principio.
.- ¿Qué quieres decir?- preguntó Harry.
.- No tiene importancia- evadió el rubio y tomó unos frascos para dárselos al moreno - Ve a ver a tu amante - ordenó- Necesito muestras de sangre para comenzar a trabajar.
.- ¿Sangre?
.- La mayoría de los hechizos oscuros se completan con sangre - comentó el muchacho con tranquilidad - Voy a invertir la ley.
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.- ¿Sangre?- preguntó la enfermera alterada- Eso es muy peligroso, señor Potter. No puedo consentirlo.
.- Fue una orden de su... médico - Harry sonrió. Si Ginny escuchaba eso se enfadaría.- Necesito ese favor, y no puedo irme sin esa muestra.
La mujer suspiró.
Generalmente esa era una buena noticia. Y Harry la vio mirar esos dos frascos para entrar de nuevo a la habitación.
Cuando volvió a salir, unos minutos más tarde, ya estaban llenos. Y se los entregó.
. – Solo porque se trata de usted – dijo ella.
Harry jamás estuvo tan contento por poseer la fama que tenía.
Así que regresó a la imponente mansión para entregar ambas muestras. Sin embargo atravesar la puerta le volvió a causar ese vértigo molesto hasta ver al rubio al pie de las escaleras.
.- Nada se le niega al gran Harry Potter – se burló el rubio viendo las muestras y avanzó por el lugar hacia donde estaba la biblioteca y, donde había acondicionado un laboratorio provisional.
Aunque a Harry no le pareció nada provisional, ya que el sitio tenía bastante espacio e instrumentos bien colocados para trabajar.
Aun así permaneció ahí, sentado en un sillón, mientras veía al rubio trabajar.
Notar lo dedicado y atento que parecía a cada uno de los experimentos le chocó un poco, muy especialmente al ver que hacía veloces anotaciones en un pergamino antes de volver a enfrascarse en observaciones y correr hacia los estantes de su biblioteca en busca de un libro.
Era hilarante.
Realmente lo era.
Claro que Draco Malfoy demostró ser impredecible, no solo en eso. Y una frase lo sacó de su ensoñación justo cuando volvió a abrir los ojos y tuvo que verlo frente a él. Totalmente rígido y atento.
.- ¿Qué? – preguntó Harry adormilado.
.- Ya me escuchaste – susurró el rubio – Quítate la ropa.
