Disclaimer: Harry Potter y todos sus personajes son propiedad de J.K.Rowling.

Advertencias: Slash.

Capítulo seis: Amplio criterio

¿Puedes comprender lo que es tener todo y perderlo de un momento a otro?

No.

Hasta ahora has sido quien no tuvo nada y obtuvo todo.

Y ahora…

Tu mano luce manchada con la sangre de un hombre…

la sangre de mi propio padre…

Pero aun así no llamaste la atención de los espíritus infernales.

Aun así no mereciste el castigo de la sangre que mi propio padre hizo.

Aun así fuiste inocente.

Porque no te manchaste las manos por ti.

Hasta eso lo hiciste por los demás…

Draco terminó por resoplar justo cuando tuvo que anotar una segunda reacción y torció los labios.

No estaba atento.

¿Y cómo iba a estarlo si no podía sacarse las palabras de Harry de la cabeza?

Era estúpido.

Sin embargo cada palabra estaba fija en su mente, a medida que avanzaba por los pasillos del hospital, a espera de que el medimago que le perseguía se cansara y lo dejara en paz.

¡Era estúpido!

.- Siento que estoy cerca de algo – dijo Draco para callar las preguntas de su acosador y se pasó la mano por el rubio cabello – Necesito que manden por el cuerpo que permanece en mi casa – ordenó – Desde hoy experimentaré con datos ambiguos.

El medimago se detuvo.

.- Esa clase de experimentos son muy riesgosos, señor Malfoy.

Draco lo sabía.

Sin embargo, desde siempre comprendió que toda esa situación había sido originada de algo, absolutamente fuera de lo común, aun para la comunidad mágica.

.- No pasará nada –murmuró sin darle importancia y se dispuso a escapar por los pasillos para avanzar a su casa.

La verdad es que no podría concentrarse en estar en el hospital, de todas maneras.

Estaba molesto desde que Harry soltó esa garrafal estupidez y no podía concentrarse.

Idiota.

El rubio suspiró sin dejar de avanzar, para no llamar la atención, hasta que algo llamó la suya.

Oh, vaya.

Gracias a una puerta entreabierta había alcanzado a ver ese cabello rojo que identificaría hasta en el mismo infierno.

Weasley.

Draco bufó antes de tocar la puerta con la yema de los dedos y verse detenido por una enorme enfermera.

.- No puede pasar, señor.

Draco enarcó una ceja.

.- Puedo ver que no sabe con quién esta hablando – dijo Draco con cinismo – Le recomiendo que se haga a un lado antes que decida dar su nombre al gerente para que pierda este patético trabajo.

La enfermera frunció el ceño.

.- Es usted quien no sabe con quién habla, señor – dijo ella con decisión – Estoy aquí cuidando de la prometida del señor Harry Potter y se me ha dado la orden de que nadie la moleste.

.- ¿Potter da esa clase de ordenes? – se burló Draco.

.- La señorita Weasley la ha dado.

Draco enarcó una ceja.

.- Vaya que se la ha creído, ¿no? – el rubio sonrió – No entraré a la habitación de la pobretona. El dato que necesitaba ya lo tengo.

o.o.o.o.o

Harry llegó al anochecer.

Para ser alguien que estaba sacrificando su libertad a cambio de una cura se le veía demasiado ausente.

Aunque Draco no estaba interesado en eso, precisamente.

Acababa de pelearse con los hombres encargados de llevarse el cuerpo del mago muerto y ahora estaba malhumorado porque había demasiados datos a experimentar y poco tiempo.

El solo ver a la inútil amante de Potter en el hospital se lo corroboraba.

Claro que Harry no podría comprenderlo. Para él solo sería una visita más. Con un posible recordatorio más de que ella era mucho mejor y que toda esa mierda estaba valiendo la pena.

Idiota, idiota.

.- Tienes justo la cara que tendría yo si viera a tu patética novia – dijo con cinismo.

Harry ignoró ese comentario.

.- No me gustan los hospitales – dijo él, sin estar dispuesto a admitir que no lo habían dejado entrar a ver a Ginny.

.- Es una de las instituciones más lóbrega que pueda existir en toda sociedad: cruel, sangrienta y mortal; pero definitivamente necesaria.

Harry suspiró.

.- Pero supongo que valió la pena en cuanto te alimentaste con la energía de tu amante - continuó el rubio.

.- Más que suficiente – dijo Harry con orgullo herido.

.- Me imagino – dijo Draco sin darle importancia – Lo que me tiene pensando es esa idiotez que dijiste.

Harry lo miró sin entender.

.- Ni te imaginas cuanto me jode pensar que hay alguien mejor que yo… Muy especialmente si se trata de un Weasley.

.- Ohhh… - Harry sonrió – Tu orgullo esta terriblemente herido, ¿no?

.- Cualquiera se sentiría herido si lo comparan con una Weasley.

.- Esa inaceptación que tienes de la realidad me parece absurda – dijo el moreno encogiendo los hombros.

.- Precisamente me veo atrapado en tu carente realidad – dijo Draco con un tono de voz diplomático – Así que he decidido ampliarla.

¿Ah?

Harry tuvo que permanecer en silencio para analizar esa frase.

No. No la comprendía.

Y la verdad pensó que tendría más tiempo para analizarla hasta que levantó la mirada y tuvo que darse cuenta de que Draco se había acercado hasta estar frente a él y mirarlo de esa manera que…

.- ¿Carente realidad? – fue lo único que se le ocurrió preguntar.

.- Voy a enseñarte quién es mejor…

Fue con esa frase que Harry comprendió a lo que se refería.

Un escalofrío recorrió su piel, debido a que recordaba perfectamente lo que se sintió la primera vez y estuvo consciente de que no quería.

No.

¡No!

Pero no pudo expresarlo directamente cuando unos brazos lo atraparon contra un pecho agitado.

Cerró los ojos al momento en que unos labios besaron su frente y lo sintió tan extraño que tuvo que recordar el nombre de ella.

Lo repitió mil veces a medida que sus pasos pesados se dejaron arrastrar hasta la habitación y volvió a hacerlo al sentir que le desnudaron.

Pero…

Hubo algo diferente.

Hubo algo que le oprimió el corazón de manera dolorosa al momento en que su espalda se arqueó en busca de más contacto.

Y llegó el momento en que el nombre de ella se le olvidó.

La olvidó…

El corazón de Harry bombeó con violencia en el justo momento en que se sintió sobre la cama. Sus manos se cerraron con fuerza en la manta y permaneció rígido al percibir el primer tacto ajeno.

No pudo detener el temor que nació de su interior.

Fue consciente de cada sensación de temor que invadió su mente al grado de convencerle de cerrar los ojos y apretarlos con fuerza.

No quería verlo. No podría evitar sentirlo, pero no quería verlo. Y de nuevo pensó que podría soportarlo.

Dolor, temor, horror...

Podría soportarlo de nuevo.

¿Verdad?

.- Potter... - llamó el rubio- Potter...

Harry se atrevió a abrir los ojos y posar la mirada en el rubio. Tanta fue su sorpresa al encontrar algo ¿diferente?

Draco sonrió.

.- No te atrevas a perderte de esto, Potter; te voy a abrir los ojos.

Harry jadeó sorprendido ante ese tono de voz tan extraño.

Un tono de voz que extrajo un extraño entusiasmo de algún lado y, le hizo morderse el labio inferior para que el dolor le recordara la situación que estaba por ocurrir.

.- No te asustes.

.- No tengo miedo - protestó el moreno en el justo momento en que una mano se escurrió bajo la tela de su camisa.

.- ¿Ese temblor en tu piel debe ser señal de que estoy haciendo las cosas bien?

Ojalá hubiese podido replicar a eso, sin embargo una firme boca cubrió la suya para acariciar de una forma que le pareció absolutamente novedosa.

Una novedad absolutamente sensual, que le tomó desprevenido arrancó un sonido que le pareció ajeno.

Todo era una siniestra novedad que Harry disfrutó lo suficiente . Y echar la cabeza hacia atrás y dar espacio a esos labios para acariciar la piel de su cuello.

Tenía que admitirlo; todo eso podía opacar cualquier mala experiencia.

Le hacía desear más a medida que su cuerpo se arqueaba e inquietaba cada vez más.

Y era... "extraño".

Extraño ser tocado de esa manera que estremecía el rincón más insospechado en su cuerpo. Extraño apreciarlo entrar sin provocar ese dolor que sintió la primera vez y abrazarse a su cuerpo para ser conciente del momento en que entraba y salía una y otra vez, provocando que esos jadeos escaparan de su garganta para recibir, a cambio, las palabras siseantes e incomprensibles de Draco que provocaban mayor gozo.

¡Lo estaba disfrutando!

Tanto lo disfrutaba que Harry estuvo a punto de admitir que si carecía de mayor visión. Y ahora que la estaba teniendo, comenzaba a comprender que las cosas habían cambiado.

Estaba cambiando... y Harry no creía estar listo para eso.

o.o.o.o.o

.- ¿Dónde esta Harry?

Hermione terminó se arreglar las flores en el jarrón de cristal y se enderezó para ver a Ginny.

.- Esta muy ocupado – dijo con tranquilidad.

.- No ha venido a verme.

La muchacha evitó hacer un gesto de desagrado ante eso, en cambio colocó una sonrisa en sus labios rosados.

.- Supe que vino ayer – dijo simplemente – Y anteayer… Y… ¿toda la semana pasada?

.- Pero no vino hoy – insistió la pelirroja.

Hermione fingió recapacitarlo y suspiró para mirar a la pelirroja.

.- Quizá ya comprendió que no lo dejarías entrar – murmuró con fingida inocencia -

No es un tonto… Debía aprenderlo tarde o temprano, Ginny.

.- ¿Qué cosa? – la pelirroja arrugó la nariz - ¡Su deber es estar a mi lado!

.- No pareces recordarlo cada que llega – señaló la muchacha con tono cansino – Y no me digas que no sabes de lo que hablo…. Ambas sabemos que desde que esta tontería se inició, has estado angustiando a Harry innecesariamente.

.- ¿Innecesariamente? – chilló la muchacha - ¡¡Voy a morirme! ¡¡¿Eso te parece innecesario!

Hermione terminó por impacientarse y se levantó.

.- Deberías dejar de pensar solamente en tu dolor para pensar un poco en el dolor de Harry… Ni siquiera puedes imaginar lo que está pasando, así que deja de sobreactuar conmigo… Guarda energías para cuando él intente volver a tu lado, de donde lo has estado echando sin contemplaciones.

Hermione bufó y escapó de la habitación.

La verdad es que no era recomendable enfadarse en su estado.

Con un suspiro recargó su cuerpo contra la puerta y se frotó el vientre.

.- Pobre Harry…

o.o.o.o.o

.- Pobre… pobrecillo, Potter….

Harry arrugó la nariz ante esa frase y bajó el libro que había estado mirando para evitar hacer caso a Malfoy.

.- Deja de molestarme – advirtió fastidiado.

Draco sonrió de manera gatuna y tocó la cara de su reloj de mano con el dedo índice… Clara muestra de que sabía lo que Harry estaba evadiendo.

.- ¿Dónde esta ese apasionado corazón que corre al lado de su moribunda amante para recordar lo perfecta que es, comparada con el tirano que ayer te hizo gemir de placer entre sus brazos?

Harry bufó. Era eso lo que lo tenía fastidiado.

Olvidarse de lo "malo" que era Malfoy sexualmente lo había hecho presa de ridículos ataques de palabras en donde siempre salía a relucir su "buena" mejora.

.- Hoy no es día de visitas – dijo Harry enterrando la cara en el libro de nuevo.

Draco soltó una carcajada.

.- ¿El poderoso Harry Potter necesita que le den permiso para ver a su propia novia?

Harry bufó. Esa era información que no pensaba revelar.

Pensó rápidamente en una mentira inteligente que callara toda esa secuencia de palabrería, hasta que un tacto le hizo saltar alerta y alejarse del sofá en el que estaba acomodado.

.- ¡Malfoy! – se quejó indignado por la sorpresiva caricia que había recibido sin previo aviso.

.- ¿Si? – Draco lo miró de una manera tan… sexy. Lo suficiente como para que Harry olvidara todo lo que estaba por decir. ¡Demonios! - ¿"Tócame, Malfoy"? – sugirió el rubio con maldad - ¿"Hazme gemir de placer con tus caricias y ensucia mi cuerpo con brutal perversión"?

Harry enmudeció. Sentía la boca seca.

.- Siempre puedo mostrarte un estilo más de perversión – Draco rió – Ya sabes… - lo miró con deseo - … uno que salga de esos tantos que conoces – se burló.

.- ¡B – basta! – el moreno se las arregló para alejarse lo suficiente y, de paso, permitirse recuperar un poco de seguridad – ¡Desde ayer estas insoportable!

Draco meneó la cabeza.

.- Me divierte ser así… por qué voy a negarlo – admitió – Además – agregó – he encontrado un aliciente para mi investigación… Las pesadas y tensas horas en que tengo que buscar reacciones se hacen más soportables cuando pienso que podré tocar tu cuerpo y hacer que tu espalda se arquee con cada caricia hasta exponer tu…

.- ¡¡Malfoy! – interrumpió el moreno indignado, y absolutamente rojo - ¡Eres un obseso!

Draco sonrió ante eso y se sentó en el sofá del que Harry había escapado.

La verdad es que…. Le encantaba provocar al moreno.

Lo había encontrado más divertido a provocarle dolor. Y lo comprendió justo tras tener sexo, la noche anterior.

Porque Harry era increíblemente ingenuo e inocente, al menos para eso. Y Draco comprendió que el héroe era poderoso en batalla, pero vulnerable en lo que al sexo se refiere.

Y era eso lo que Draco quería. Vulnerabilidad en el héroe.

.- Oh, vamos… - el rubio no desistió – Siempre es más divertido cuando cooperas…

Harry arrugó la nariz.

.- Yo no cooperé – gruñó.

.- Debió ser otro hombre, con tu voz, tu aliento, tus ruegos, tu piel caliente y tu gran… gran…

.- ¡¡Malfoy!

.- … erección frotándose contra mi vientre – Draco se rió de la cara de angustia del moreno.

.- ¡Ya basta!

El rubio suspiró ante eso y recargó la cabeza en el respaldo del sofá.

.- ¿No es un buen intercambio, Potter? – preguntó de repente, perdiendo todo el tono de broma.

Harry lo miró sin comprender

.- Yo haré la cura de la enfermedad a la que todos temen… A cambio, tú me darás tu cuerpo hasta que ese día llegue… Después de eso podrás correr a los brazos de tu "valiosa" amante y olvidarte que todo esto pasó.

.- Pero ya has tomado mi cuerpo – murmuró el moreno con cierto dolor – Aun cuando no quiera cooperar… lo harás.

Draco sonrió al recordar ese día.

.- Incluso los Malfoy cometemos errores – se jactó.

.- No me digas – ironizó Harry.

.- El punto – ignoró Draco – es que me resulta más divertido cuando eres tu quien se arrastra… Ruégame que te tome, Potter… Ruega por sentirme entrar en tu cuerpo hasta que el día llegue…

Harry enmudeció de nueva cuenta.

Vaya que ese chico era muy ocurrente, ¿cierto?

.- ¿Perdón?

.- Pídeme que te haga mío cada noche… cada momento en que estés aquí… A cambio yo haré lo que quieras… Me convertiré en héroe médico si quieres… Te doy mi palabra…

.- Jamás pensé que tú necesitaras de eso, Malfoy – murmuró Harry.

.- Lo necesito – admitió Draco – Si eres tu, mi más odiado enemigo, quien se humilla, podré hacer lo que sea por lograrlo… Si eres tu quien esta a mis pies, trabajaré día y noche por conseguirlo… Si haces lo que jamás pensaste hacer para mí… salvaré a tu amante.

Harry frunció el ceño.

"En las manos del enemigo" Era así como se sentía.

Completamente.

Absolutamente.

¿Entonces?

.- ¿Es un trato? –preguntó de repente.

.- Un trato de caballeros… - dijo Draco con humor - No dejaré morir a tu amante, pero, a cambio, no debes dejar morir mi pasión.

Harry bajó la mirada.

Era… extraño.

.- Esta bien… - dijo al fin.

Draco sonrió sin mirarlo.

Tan predecible.

Era el perfecto héroe que podría sacrificar todo por los demás.

… lo sacrificaba todo por ella…

Y ahora lo demostraba al acercarse de nuevo para acomodarse sobre las piernas de Draco, recargando su cuerpo en el de él y posando sus labios en el cuello expuesto.

Era…

Draco tomó al moreno de los hombros para acercarlo más y atrapar esos labios de manera exigente.

Sexo por contrato…

.. solo eso…

… al menos se encargaría de disfrutarlo hasta que llegara el momento…