Disclaimer: Harry Potter y todos sus personajes son propiedad de J.K.Rowling.
Advertencias: Slash.
Besa mis labios con brutal violencia.
Quizá, de esa manera, sentiré que el dolor de mi alma es mínimo y pueda seguir andando por este burlón destino.
Dime que me amas...
Ámame...
Hazlo o sentiré que no puedo escapar de esta miseria que has compartido conmigo.
Capítulo siete: Razón sin razón.- La manera de contagio- repitió Harry con esa ingenuidad suya.- Debes comprenderlo ya que has detenido el contagio. Incluso estás por encontrar la cura.
Draco comprendía perfectamente la intención de la pregunta, sin embargo no cabía dentro de su comprensión, el dar la respuesta.
¿Decirle a Harry todo aquello que había hecho del trabajo de su padre una perfecta arma homicida?
¿Todo?
¡Claro que no!
Ni siquiera una mínima parte de esa información podría evitar toda la brutal reacción que provocaría.
.- No lo haré- dijo Draco con decisión.
.- ¿Perdón?- Harry pareció absolutamente tomado por sorpresa.
.- No te explicaré el proceso de contagio- reafirmó y arrugó la frente- No puedo comprender que te hizo pensar que podías llegar y pedirme eso.
.- Tenemos un trato.
.- Nuestro pacto no incluye que te de ese tipo de datos, Potter.
Harry apretó los labios.
¿Que no?
.- ¿Por qué?- preguntó con poca paciencia-. Toda esta mierda está ahogándome... ¡Necesito saberlo!
.- No sabes lo que estás pidiendo- Draco se levantó para comenzar a caminar en círculos.- No tienes ni la más mínima idea.
.- ¡¿Por qué no me lo dices!- acusó Harry-. Tú tienes ese conocimiento y lo quieres para ti solo.
.- Y estoy bastante orgulloso de eso - dijo el rubio con cinismo - No puedes imaginar - agregó con sorna.
.- ¡Dímelo!- ordenó Harry.
Draco apretó los labios ante esa imperiosa insistencia e intentó huir del estudio; sin embargo el moreno impidió su avance y lo retó con esa furiosa mirada verde.
No.
No era adecuado.
No podía.
Sin embargo. Draco se convenció en que lo merecía.
Merecía saber toda la dolorosa verdad para sufrirla.
Merecía terminar de ahogarse en esa mierda que, el propio Harry, acababa de notar.
¡La merecía!
Por eso Draco soltó una socarrona y amarga historia antes de plantarse frente al moreno.
.- Detén esto- ordenó.
.- Dime la verdad- insistió Harry.
.- Idiota- gruño el rubio pasándose una mano por el cabello y soltó otra risotada- Pero ya que insistes, puedo echar mas mierda sobre tu cabeza.
Harry palideció al verlo sentarse y sonreír con esa crueldad.
.- Mi padre hizo un trato con oscuros espíritus.- meneó una mano- Supo que esos seres estaban ávidos de compañía: seres como ellos, llenos de ambición y odio... emociones humanas cuya exageración les permitiría apoderarse de su alma.
.- No comprendo...- musitó Harry.
.- Toda la gente que se infectó ocultaba una emoción pervertida, algo que si se sabe, podría tachar su pureza social... - frunció el ceño- Mi madre deseaba que el trabajo de mi padre fuera un éxito, pero en el fondo quería asesinar, no directamente con sus manos, pero quería hacerlo... Mi propio padre fue víctima de su propio trato, pero su perversa satisfacción le impidió comprender el verdadero horror que acababa de crear.
Harry enmudeció.
Todo eso era tan...
.- Pero Ginny...
Draco soltó otra carcajada.
Tu amante pecó por su soberbia –acusó el rubio – Aquello que le hizo creerse superior al resto de las jóvenes porque fue ella, entre todas, quien atrapó el corazón del héroe; el gran Harry Potter…
.- Ella no…
.- ¡Claro que si! – se burló el rubio – Tanto que se ha dado el lujo de impedir la entrada a todo aquel que quiera verla, bajo la consigna de que es "la prometida enferma de Harry Potter".
Harry frunció el ceño.
Era… ¿cierto?
Draco debió notar su turbación.
Sin embargo se había escuchado suficientemente molesto ya, y Harry pensó que era normal que estuviese a la ofensiva.
.- Siempre es un placer compartirte de la mierda que tengo en las manos, Potter – dijo el rubio levantándose para caminar hacia la salida del estudio – Disfrútala… Lograste saber lo poco que vale aquello por lo que manchaste tus manos con la sangre de Lord Voldemort.
o.o.o.o.o.o.o.o.o.o
Un hombre tambaleante caminaba por las callejas.
Torpe a cada paso que daba. Sucio y desalineado a los ojos de los demás magos, quienes le miraban con desagrado y le rodeaban para no tener que pasar a su lado.
Justo el hombre que desprendía murmullos de desaprobación por su padre, todo acompañado de ademanes negativos y reprobantes.
Un hombre inaceptable.
Que curioso era ver a la sociedad desde ese lado.
Notar que la justicia por la que había peleado era frágil y se había roto bajo la discriminación, que se notaba más, ahora que había paz y la gente podía caminar con toda tranquilidad por las calles.
Que curioso.
Pero, ¿era así desde antes?
¿Había luchado por "eso" desde el principio?
Harry dejó escapar el aire de sus pulmones y recargó la frente en la pared mohosa.
El dolor era insoportable.
Pensar era insoportable.
Y cada pensamiento desgarraba su corazón a medida que los segundos se transformaban en minutos para convertirse en horas y tornarse en días.
Era insoportable.
Harry sollozó.
Tanto dolor en una sola mente. Todo acumulado bajo presencia de una enfermedad cuya dinámica descubría aquello que el hombre escondía al hombre.
Y ahora...
.- ¿Cuál es la motivación de un héroe?- musitó Harry.
Él tuvo una.
La tuvo.
... y la perdió...
¿Y ahora?
Tres semanas no le ayudaron a encontrarla de nuevo. Y sin ella sentía que todas sus acciones, habían sido inútiles.
Que tontería...
.- Es un gran investigador... - se alcanzó a escuchar la voz de una anciana bruja- ¡Ha encontrado la cura!
¿Cura?
.- Lo escuché justo ayer- replicó otra- Gracias a Dios.
Harry enderezó su cuerpo para ver a ambas ancianas. Un poco de comprensión invadió su mente al darse cuenta de las palabras pronunciadas.
¿La cura?
.- Mi cura- musitó Harry.
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.- ¿Nada?- Hermione suspiró preocupada viendo el ademán negativo de su esposo- No pudo perderse simplemente, Ron. Debe aparecer.
.- Pues se ha escondido bastante bien –ironizó el pelirrojo - … justo ahora cuando Ginny se ha recuperado. No comprendo.
.- Es muy difícil la situación a la que Harry se ha sometido – evadió la muchacha - , por eso estoy tan preocupada.
Ron se inclinó a besar a su esposa y le acomodó el cabello. Estuvo a punto de agregar algo cuando unos gritos llamaron su atención.
.- ¿Esa es Ginny? – Hermione arrugó la nariz.
Ambos se encaminaron hasta la habitación de la pelirroja, guiados por la alterada voz.
Grande fue la sorpresa de Hermione al ver a Harry, recargado en el marco de la puerta.
.- ¡Amigo! – Ron se alegró de verlo y se acercó para saludarlo, pero la expresión de advertencia en rostro de su hermana menor le hizo comprender que algo no estaba bien - ¿Qué pasa?
.- ¡"Pasa" que tu amigo me tiene cansada! – dijo ella alterada y miró a Harry con reproche - ¿No te basta desaparecer por un mes? ¿A qué vienes ahora, Harry?
.- Creo que estás exagerando, Ginny – intervino Hermione.
.- ¡Era yo la que estuvo a punto de morir! – aulló ella, indignada con la castaña – Tu no tuviste que preocuparte por eso, Hermione… ¡Tu no sufriste infección!
Harry arrugó la nariz.
La verdad es que comprendía el móvil, pero pensó que no valdría la pena hacérselo saber a Ginny.
.- Necesité de todos – continuó la pelirroja y se volvió a ver a Harry - … te necesité, Harry…
.- ¿De veras…? – murmuró el moreno.
.- ¡¿Te atreves a cuestionarlo?¡ - la pelirroja no cabía en su indignación – Me dejaste porque iba a morir, pero ahora que supiste que he sobrevivido te atreves a volver….
.- Ginny, no… – pidió Ron.
.- ¡¡Esa es la verdad! – acusó la pelirroja – Dejé de ser útil para Harry en cuanto supo que moriría… Ahora no lo quiero… ¡¡No lo quiero a mi lado!
Harry dejó escapar el aire en su pecho.
Le pareció notar una respiración quebrada, pero no estuvo seguro si se trataba de eso, o de lo que quedaba de su maltratado corazón.
.- Eso es mentira – dijo Hermione, pero Harry la detuvo con un cansino gesto.
.- ¿Eso crees, Ginny? – preguntó Harry con suavidad.
.- ¿Hay algo más? – retó ella.
.- ¿Importa si hay algo más? – Harry parecía en verdad cansado - ¿Importó alguna vez?
La pelirroja levantó la barbilla con soberbia.
La soberbia de la que Draco le habló a Harry.
Aquella que llamó la atención de los espíritus… causantes de tan cruel enfermedad.
.- ¿Alguna vez me amaste? – musitó Harry con seriedad. Su voz había perdido volumen debido a que no quería denunciar esa emoción rota que amenazaba con derrumbarlo ahí. Justo frente a ella.
La verdad es que solo el orgullo lo tenía de pie.
No quería derrumbarse frente a ella.
Incluso ahora dudaba haberla amado.
Ahora solo era Ginny Weasley, quien se enorgulleció de llamar la atención de Harry Potter… El pobre e ingenuo Harry Potter.
.- ¿Te importó alguna vez? – retó ella.
.- Si… - susurró Harry.
Ella sonrió.
.- Alguna vez lo hice, pero ahora me causas repulsión, Harry.
.- Oh – la verdad es que el moreno no pudo enfadarse.
.- ¡¡Di algo! – exigió ella.
.- No puedo… - admitió el moreno.
Ginny pareció exasperarse en verdad y levantó una mano para abofetearlo. Sin embargo jamás lo logró.
La mano de Harry había atrapado la de ella y la apretaba con dolorosa firmeza.
Harry la miró.
.- Me alegra que hallas recuperado la salud – le dijo antes de soltarla y girar sobre sus talones.
Necesitaba escapar de ahí.
Hermione corrió tras el chico, preocupada y se interpuso en su camino.
.- Harry…
.- No importa – dijo él a su amiga y le sonrió.
.- Pero… tu…
.- No te preocupes… Voy al lugar de donde jamás debí negarme a entrar.
Hermione parpadeó sin comprender y lo vio partir.
Poco importó escuchar a Ron, intentando hacer entrar en razón a su hermana. La verdad es que Hermione estaba preocupada. Terriblemente preocupada.
o.o.o.o.o.o.o.o.o
"Muy pronto descubrirás que algunas familias de magos son mucho mejores que otras, Potter. No querrás hacerte amigo de los de la clase indebida. Yo puedo ayudarte en eso…"
Harry levantó la mirada.
Su corazón dio un vuelco al verlo caminar por las calles.
Con pasos firmes y lentos. Leyendo un periódico y frunciendo el cejo, clara señal de que estaba haciendo uso de esa capacidad de análisis suya.
Era absurdo pensarlo de esa manera, pero Harry tuvo la impresión de que era la primera vez que lo veía.
No.
Era la primera vez que se detenía a comprenderlo.
Y ahora que lo comprendía podía atreverse a arriesgarse.
Podía admitir que se había equivocado al juzgarlo.
"Creo que puedo darme cuenta solo de cuáles son los indebidos, gracias"
Quizá era su destino desde un principio, pero él, ingenuamente, se negó.
Harry se negó esa compañía y ahora se sentía estúpido al recordar el momento.
Sin embargo estaba seguro de querer remediarlo. Por eso se plantó frente a Draco Malfoy y extendió los brazos para evitar que escapara.
Draco enarcó una ceja.
Sus ojos recorrieron a Harry de arriba hacia abajo y lo miró directo a su rostro con una notable pregunta.
.- Llévame contigo – dijo Harry.
Draco bufo.
.- No te debo nada, Potter – siseó – Además luces horrible. Me avergüenzas.
¿Quién habría pensado que la compañía del Gran Potter causaría vergüenza? Desde luego, no Harry.
.- Llévame contigo – repitió el moreno de manera sumisa y se acercó para tomar la elegante túnica de Draco entre sus manos para no dejarlo ir. Recargó la frente sobre su pecho y suspiró -… por favor…
El rubio arrugó la nariz y tomó a Harry de la muñeca para meterse con él a una calleja; donde no llamarían la atención.
.- No es divertido que me hagas esto, Potter.
.- No me estoy divirtiendo – sollozó él – Tenías razón… ella merecía contraer la enfermedad… No importaba nada para ella.
.- Cuanta pena me da escuchar eso – dijo Draco con cinismo – Pero no seré quien solucione eso también… Ya que estás dispuesto a suplicar, ve y pídele a ella que te deje volver a su lado. Le salvé la vida por que así lo quisiste, ¿lo olvidas?... Después de todo es mejor para ti… Una persona que te humille es mejor para ti.
Harry se humedeció los labios al escuchar esas crueles palabras.
Sin embargo…
.- Por favor… sé tú…
Draco frunció el ceño.
.- No seas idiota.
.- Todo por lo que he luchado es mentira – dijo Harry con dolor – Creí que estaba salvando la vida de gente buena, pero me equivoqué… Ya no importa lo que pase… Así que puedes ser tu quien me humille…. Por favor… Tómame brutalmente… Besa mis labios con violencia… Hazme daño para que este dolor sea mínimo.
Draco parpadeó sin poder evitar su sorpresa.
.-¿ Tienes idea de lo que estás pidiendo, Potter?
.- Dime que me amas… - sollozó Harry – Dímelo y dame una razón para continuar.
El rubio desvió la vista.
La verdad es que todo era bastante inesperado, pero no lo tomaba desprevenido. Desde que le confesó aquella horrible verdad lo había imaginado.
.- Yo no puedo darte una razón para continuar – le dijo y lo separó con brusquedad – Tu mismo debes buscarla.
.- Malfoy… - Harry parecía en verdad desvalido.
.- Escucha esto con cuidado, Potter – Draco lo miró con autosuficiencia – No puedes venir a mí y ofrecerme las sobras de una Weasley… Es asqueroso.
Harry abrazo su propio cuerpo ante eso.
.- Pero….
.- Yo no tomo lo que sobra – repitió Draco y se acomodó la túnica – Yo lo tomo todo…
.- Yo…
.- Adiós, Potter… No olvides pensarlo muy bien antes de cometer una estupidez.
Notas de la autora:
Vamos por el capítulo final. Gracias por leer.
