Capítulo 21: El triunfo de la voluntad por sobre la muerte.
El Rey Vegeta estaba parado en el balcón mirando detenidamente la salida y llegada de vainas del espacio. Las noches eran hermosas iluminadas por las incandescencias de las naves que atravesaban la atmósfera. Sonrió al escuchar el sonido de la puerta. Se volvió a mirarla y caminó con magnificencia hasta ella.
- He traido un té. - Afirmó sonriendo mientras sostenía un par de tazas.
- Después... - Brássica soltó las tazas en las mesitas de noche junto a la enorme cama, y antes de poder volverse, unos brazos fuertes y un pecho recio la aprisionaron con amor tomándola por la espalda.
Vegeta olió el perfume de sus cabellos, su olor en el cuello, sus manos se perdieron más abajo de la cintura, y en sus pechos turgentes mientras besaba la marca de su unión. Brássica se dejó hacer deleitándose en el olor y el tacto de su compañero, contoneandose en sus brazos seductoramente. - Vegeta... renueva la marca. -
El Rey sonrió con aquella petición. Cuando una hembra de saiyajin pedía la renovación de la marca era porque estaba muy excitada, o en situaciones especiales como un encuentro después de mucho tiempo sin verse, o bien una despedida por mucho tiempo. Vegeta asumió que se trataba de pasión, y a el mismo, como buen macho saiyan, la sóla idea de consumar el acto de la unión nuevamente era algo tan excitante que turbaba. Tenía que ser pasión, las otras dos opciones ni siquiera podía contemplarlas en su mente. Abrazándola aún más fuerte hundió sus dientes en la carne fina de su cuello blanco y terso. Bebió su sangre y le dió la vuelta para que ella también pudiera hacer lo mismo. Brássica se perdió en su cuello musculoso y potente, hundiendo también sus colmillos en él. Sus colas se entrelazaron abrazándo sus cuerpos, colándose como exploradoras por debajo de las ropas.
Una hora más tarde, sus cuerpos sudorosos se desplomaron sobre las sábanas aún abrazados... Pero la sonrisa de Brássica desapareció en cuanto posó sus ojos en el té. - Vegeta, toma ahora el te que traje especialmente para tí. -
Calentándolo con el ki de su mano, Brássica lo entregó en las de su amante, besandolas con amor antes de posar la taza en ellas. Vegeta bebió confiado el somnífero, y a pesar de tener en mente, una continuación de su apasionada noche, el sueño profundo le derribó otorgándole apenas el beneficio de soñar las intenciones frustradas por la poción.
- Lo siento, mi compañero... - Brássica besó sus labios dulcemente antes de vestirse y marcharse a la biblioteca donde Sullión la esperaba con la droga que le haría fingir su muerte.
- He estado pensando, tengo que conseguir atraer a Zarbón a un salón de palacio. Es más conveniente eso que mi presencia en su estancia. - Sullión asintió y no pudo evitar mirar la sangre aún fresca en el cuello de la reina. Ella cubrió con su capa la mordedura dedicándole una expresión amonestadora. Sullión volvió a centrarse en la conversación. - Pero necesito que alguien le atraiga a la sala... Y no dejar rastros que dalaten que he sido yo la que le ha citado allí. -
- Tengo algun soldado leal que podría hacer el trabajo de citarle en la sala de festejos. -
- Pero no debe decir que he sido yo quien le ha citado... -
- Puedo arreglar eso. -
- Bien entonces. Confío en tí. - Intercambiaron una mirada intensa. Brássica caminó fuera de la habitación, pero se detuvo antes de abrir la puerta. - Sullión. Si algo saliera mal, encárgate de proteger al Príncipe. He dejado en manos de Aquintiax un documento en el que dicto unas instrucciones en caso de producirse mi muerte. - El saiyajin se estremeció. - Sigue las instrucciones al pie de la letra. quiero tu promesa solemne. -
- Lo juro. - Sullión se arodilló con un puño en el pecho a la altura del corazón. Brássica se acercó a él sostuvo con fuerza su puño en su mano pequeña y después de marchó.
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- ¿Me llamabais alteza?. - El guerrero de cabellos verdes hizo una reverencia burlona.
- Si. Quiero saber qué te traes entre manos. -
- La reunión no era en esta sala, sino en los aposentos del Maestro. -
- ¿Por qué?. -
- Oh, vamos Cárrotte... no te hagas la que no sabes. -
- ¿Por qué me llamas así necio?. No sabes que mi nombre es Brássica. -
- Ambos sabemos tu pequeño secreto... -
- ¿Qué secreto?. -
- Oh, ignoraba que los monitos fueseis tan mentirosos. - Brássica gruñó por lo bajo ante el tono despectivo y el insulto a su especie. - Menos mal que tenemos pruebas que demuestran tu traición... -
- ¿TRAICION?. ¿Qué malditas pruebas?. ¿Cómo iba a ser traidora de mi misma?. Soy la Reina de Vegetasei, idiota. -
- De tí misma no, eres traidora de tu propio compañero. Quieres hacerte con el trono de Vegetasei, ¿verdad?. Gobernar sóla... ¿no es cierto?. -
La voz melosa y chirriante de Freezer resonó en la habitación. - Los saiyajins somos leales a nuestros compañeros y tenemos honor. -
El honor no sirve de nada. La grabación de la voz de Brássica resonó en la sala. Freezer sonrió pulsando un botón en un aparato de color blanco para parar el sonido.
- ¿Qué clase de idiotez es esa?. - Brássica trataba de aparentar tranquilidad y lo lograba bastante bien aunque por dentro su corazón latiera demasiado rápido.
- ¿Esa idiotez? jaja... ¿reconoces tu voz?. Este programa es capaz de verificar la autentibilidad de esta grabación. Los armónicos de cada voz son inconfundibles... Tambien disponemos de fotografías... ¿quieres verlas?. - Freezer tiró al suelo un grupo de imágenes de ella misma relacionándose en pose amistosa con niños, y adultos saiyajins. Algunas imagenes habían sido tomadas hacía años atrás, cuando recien comenzó sus predicaciones, mientras que otras en cambio, habían sido tomadas hacía apenas unos días. En ellas, bastante comprometedoras, se veían con claridad los rostros de todos sus discípulos. Brássica jadeó, no contaba con esto. ¿Quién la había traicionado?. ¿Fue Sullión?. ¿Quién?.
- ¿Sorprendida?. También tengo algunas frases bastante desagradables refiriendose a mi persona... algún día derrotaremos a ese maldito lagarto afeminado, pero tendremos que prepararnos para ello. Nos libraremos de sus misiones cada vez más deshonrrosas, y viviremos instaurando un nuevo sistema en el Universo - Freezer desconectó la grabación de nuevo. - Eres muy ambiciosa Cárrotte, sobre todo teniendo en cuenta que... podría destruir ahora mismo a toda tu gente. -
- Perderías mucho si hicieras tal cosa, Lord Freezer. - Contestó furiosa.
- No soy yo quien tiene más que perder, te lo aseguro... jajajaja. -
- ¿Qué pretendes?. -
- Salvarte... -
- ¿Qué?. -
- Si, mi querida reina, a pesar de tus maldades dibulgadas hacia mi, no te guardo rencor, y quiero salvar tu vida. Estoy seguro de que eres consciente de que tus propios congéneres están interesados en acabar con tu vida, ¿verdad?. -
Brássica sonrió. ¿Pretendía engañarla como a una niñita estúpida?. - Y cómo es que tienes tanta magnificencia conmigo, Lord Freezer?. ¿Cómo piensa salvarme?. - Preguntó con ironía mordaz.
- Por mero egoismo, por supuesto... - Reconoció con una sonrisa lasciva. - Quizás no lo sepas, pero tengo una hermosa colección de raras bellezas en mi harén particular... - Brássica hechaba fuego por los ojos.
- JAMAS. - Gritó antes de que continuase la explicación.
- Lástima, porque entonces tus queridos amigos de tercera clase van a sufrir tu mismo destino. - La reina se estremeció. Serían condenados a morir, y con ellos moriría su proyecto en Vegetasei. ¿Quién la había traicionado?.
- ¿Quien ha sido el traidor?. - Preguntó con voz funesta.
- Un amigo tuyo tercera clase... por algo son bajos, querida reina... no debió haberse mezclado con ellos. -
¿Quién pudo haberla traicionado?. No fue Sullión, entonces... ¿quién?. La cabeza de Brássica giraba otra vez en callejones sin salida, hasta que la ecuación tuvo sentido. - Turles. - Jadeó su nombre.
- Que inteligencia la vuestra... Serás una excelente pieza para mi colección... -
- NO. -
- Prefieres entonces condenar a tus amigos, bien, a mi me da igual. Mañana mismo pondré en conocimiento de tu compañero y de los ancianos estos documentos que te inculpan de alta traición. -
- HHAHH. - Brássica jadeó de rabia con una protesta sonora, un gruñido animal de impotencia, de leona acorralada. Ahora las prioridades habían cambiado. Ya no era lo más importante burlar a la muerte, sino proteger a sus amigos.
Brássica contempló las posibilidades. Tomar el veneno que la haría fingir su muerte encolerizaría al lagarto, utilizaría las fotografías en su contra y acabaría con la vida de sus amigos. No podía permitir eso. Ceder y sucumbir a sus pretensiones era peor que morir. Sin embargo, le ayudaría a ganar tiempo.
- ¿Cómo podríamos hacer tal cosa?. - Preguntó con voz seria.
Frezzer soltó una carcajada de triunfo. - Veo que estás entrando en razón... mañana propondré renovar nuestra alianza teniendote bajo mis órdenes directas. Tu accederás de buen grado a ello. -
- ¿Tendré su promesa de que si hago eso, nunca jamás desvelará el contenido de esos documentos gráficos?. -
- Si. -
- Bien, sea. - Dicho eso, Brássica se alejó de la sala, en dirección al laboratorio de Aquintiax. Esta vez le solicitaría algo mucho más terrible...
Luego fua a ver a Sullión para indicarle las novedades y dejar dicho su plan alternativo en conjunto con la ayuda de Aquintiax.
Por último, fue a ver a su hijo... Se fijó bien y notó que había estado llorando. Sintió un nudo en el corazón, pero no quiso despertarlo. Hablaría con él por la mañana. Se sentó en el escritorio, a su lado, mirando el pacífico sueño del pequeño, y se quedó dormida...
Al amanecer, el chibi despertó lentamente, para encontrar a su lado, la faz aún dormida de su agotada madre. Sintió una emoción tan grande al verla allí con él. ¿Eso quería decir que si le importaba?. - Mamá. -
Brássica despertó algo sobresaltada. - Vegeta. -
- ¿Qué haces aquí?. - Preguntó casi en un susurro.
La reina se sonrojó. - Yo... - Luego sonrió. - Quería hablar contigo, pero estabas dormido, y quise quedarme esta noche a tu lado. -
- ¿En serio?. - Brássica asintió. - ¿Por qué?. -
- Por que te quiero hijo mio, te quiero mucho. - Contestó con emoción contenida.
Vegeta sintió un calor en su corazón tan grande, tan bonito. Su madre le quería mucho. ¿Qué podría desear un niño más que eso?. Las palabras sobraban.
- Vegeta, quiero que me prometas algo. -
- SI. - Contestó dispuesto.
- Prometeme que trabajaras duro cada día para convertirte en el Super Saiyajin legendario y que vencerás a Freezer cuando lo hagas. -
- TE LO JURO POR MI HONOR SAIYAJIN. -
Brássica lo abrazó fuertemente. - Haz caso de Sullión y Zorn. Ahora tengo que marcharme... pero recuerda siempre, que te quiero. -
Vegeta la vió alejarse lentamente de la habitación. Se vistió para ir a estudiar, estaba tan contento... Pero cuando fue a la biblioteca, Zorn parecía nervioso.
- Príncipe, debes vestirte de gala... tienes que ir a despedir a la reina. -
- ¿Qué?. ¿Despedirla?. -
- Si. -
- Tienes que estar equivocada, ella no me ha dicho nada de que iría de viaje. ¿Dónde dices que va?. -
- Con Freezer. Va a combatir en algunas batallas en el ejército de Freezer. - Las palabras de Brássica hacía apenas unos minutos estallaban en el cerebro de Zorn cuando miraba al pequeño.
Flash
- Protege al Príncipe por mi y nunca permitas que Freezer le ponga las manos encima. -
- Moriría antes que permitir tal cosa. -
Fin del flash
A los pocos días de haberse marchado, las terribles noticias de su muerte asolaron el palacio. Había sido un extraño virus el que había acabado con su vida. Su cuerpo fue devuelto a Vegetasei para los honores del entierro.
- Aquintiax... ella... - Sullión estaba nervioso imaginando lo peor.
El médico sonrió después de finalizar la autopsia. - No la tocó. -
El saiyajin sonrió. Al final el lagarto no se salió con la suya. Y ahora más que nunca, los saiyajins odiaban a Freezer. Había logrado su objetivo con su muerte, además... de el plan alternativo que ya estaban poniendo en marcha Aquintiax y él mismo.
Pero apenas poco tiempo después, Zorn se vió obligado a repetir la frase que era casi promesa a su Rey. - Preferiría morir antes que ver al Príncipe en manos de alguien como Freezer. -
Después de eso, el Rey tomó la determinación de enfrentarse contra el lagarto para rescatar a su hijo. Se lo debía a Brássica, ella se lo había advertido... Moriría haciendo estallar la nave, distraería al tirano luchándole con un grupo de valientes, mientras que Zorn se introducía en los entresijos de la nave y colocaba las bombas que la harían estallar.
Sullión fue encargado de la defensa de Vegetasei, pero él dejó ese honor a Bardok, quien combatió en primera linea de batalla. Brássica hubiera estado orgullosa al saber que los tercera clase ocuparon por primera vez, aunque última en la historia del planeta Vegetasei, el puesto de iguales que merecían. El partió en una vaina, cumpliendo los deseos de la reina, hacia un destino mejor, lejos, oculto... el último plan de Brássica, el último deseo de Carrotte, su plan alternativo y magistral, su pequeño secreto, su triunfo por sobre el mal... Bejitasei...
La vaina surcó el cielo, y el saiyajin que la ocupaba lloró cuando el resplandor de su planeta haciendo explosión inundó el visor de su pantalla. Sullión puso su mano en el pecho con emoción. - Adios Brássica... Reina de Vegetasei... -
FIN
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Enzi, ya ves que su plan no contaba con la traicion del maldito Turles. Espero que te haya gustado el final... y respecto al misterio que dejo ahí en el aire, lo resolveré en otro fic posterior... jejejeje Bejitasei
Hellensita, siento lo de tu ordenador, pero la intención es lo que cuenta, linda, no te apures. Me has hecho muy feliz con tu review laaargooo, adoro los reviews largos! Gracias.
Darklinx, gracias por tu breve comentario, besos.
Karo, ya ves que la despedida no pudo ser mayor, por desgracia la pobrecilla se quedó dormida, como Bulma cuando cuidó de Vegeta... quise hacer ese paralelismo porque me pareció raro que ese gesto de Bulma significase tanto para el Príncipe de los Saiyajins. Creo que detrás de eso había algo más, y esto me pareció bonito.
Bulnatt, tengo que escuchar esas canciones, a ver si me las busco y luego te digo, seguro que me encantan y quizás ponga alguna como parte de uno de mis fics, quien sabe... gracias por la sugerencia guapetona.
Shadir, no me puedes odiar, porque se que me quieres... jejejeje
Gracias a todas y todos los que habeis seguido esta serie, siento que el final fuera triste, pero ya veis que no fue tan triste porque ella fue la que ganó al final, aunque como le dije a Enzi, contaré eso en otro de mis Fics, pero más adelante... Besos. Os quiero. Espero que os haya gustado el Fic.
