VENGANZA
Hola! Me alegra que alguien esté leyendo éste comentario, porque quiere decir que esa persona habrá seguido la historia hasta el cinco capítulo... donde opino que las cosas se empiezan a poner interesantes. Este capítulo ha sido hecho por mi, con la colaboración de Hipolita, la otra autora.
Bien, esperamos que os guste! Y ahora a leer n.n!
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- ¿Que hiciste qué! – gritó Fuji, escandalizada. Ella, junto con Haruko y Matsui, habían quedado en casa de la última para que la hermana del Gori les contara cómo había ido la fiesta. Y, de hecho, Haruko acababa de explicarlo.
- Creo que me he perdido... – dijo Fuji, algo más tranquila que Matsui. – Dejaste a Rukawa en plena fiesta...para correr detrás de Sakuragui?
- Eso hice. – contestó Haruko, firmemente. Las tres estaban tiradas encima de la cama de la habitación de Matsui, y ella estaba abrazada a una almohada, muy nerviosa.
- Pero eso...eso...eso va en contra de todas las normas de la lógica de tu cabeza, Haruko! Sakuragui no es tu novio, sólo es amigo tuyo! – chilló Matsui, escandalizada. La aludida se puso en pie, y replicó enérgicamente :
- Por eso precisamente! No se puede dejar a los amigos de lado!
- Ya, pero a las parejas tampoco, cielo... – explicó Fuji con una sonrisa de comprensión. Y continuó : - Sakuragui te aprecia mucho, tanto que hubiera hecho cualquier cosa para recuperarte. Probablemente, al día siguiente lo hubieras tenido botando delante de tus narices como si nada hubiera pasado... en cambio Rukawa... – la chica se cortó aquí, pensativa.
Haruko y Matsui la miraban inmóviles, y con los ojos la incitaron a que siguiera con lo que decía. Así que Fuji suspiró y terminó :
- Ya sabes que Rukawa no dice muy a menudo lo que piensa o lo que siente, estoy segura que hizo un gran esfuerzo para pedirte que lo acompañaras. Y también sabes lo engreído que es y lo mucho que odia que le dejen en ridículo, y más si es delante de todo el equipo de baloncesto, que son los chicos con los que pasa todo el día...
- Pero yo no le he dejado en ridículo! – protestó Haruko, escandalizada.
- Quizá no te hayas dado cuenta... pero le has dejado solo en medio de una fiesta para correr a consolar a su enemigo número uno, recuerdas? Que crees que debe haber pensado él, cuando le has dejado más solo que la una? Seguro que todos los demás se le han quedado mirando. – comentó otra vez Fuji, con sus lógicas teorías sobre los chicos del equipo.
Y ésta vez si que consiguió dejar a su amiga temblando, con plena conciencia de lo que había hecho. Y, para acabar de rematar, Matsui volvió a gritar :
- Ja! Pasaste la fiesta consolando a un chico que, al día siguiente, incluso te hubiera pedido disculpas a ti, en lugar de estar sentada al lado del tío que te mola, que encima es el más popular de la escuela, te pidió A TI que fueras su acompañante y eres la única chica en la que se ha fijado, probablemente, en toda su vida!
- Lo se! Soy una desgraciada! – sollozó Haruko, muy arrepentida. Las otras dos se le acercaron, y Fuji le pasó un brazo por encima las espaldas, como para consolarla o demostrarle su cariño.
- Pero no todo está perdido. Porqué no vas abajo y le llamas? – sugirió. Haruko se secó las lágrimas y murmuró:
- Si... Ayako me dio su número... creo que voy a llamarle... aunque quizá esté enfadado, no creéis...?
Pero Matsui se le acercó más, y chilló delante de su cara :
- QUE VAYAS ABAJO Y LE LLAMES AHORA! ES UNA ORDEN!
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Mientras, Rukawa yacía estirado en la cama de su habitación, escuchando música a todo volumen, y mirando al techo con expresión ya más relajada, continuaba pensando en lo ocurrido en la fiesta de Kogure.
"Jamás se me paso por la cabeza que esto pasaría, si cada vez que tomo el balón en las prácticas o hago cualquier cosa se me quedaba mirando con cara de tonta… hasta se ruboriza sola… No pensé que fueran tan amigos el par de idiotas ¿pero como pudo dejarme¡y más encima en frente de todos¡maldición aún puedo escuchar los cuchicheos de los demás! – esta vez fue la almohada la que salió disparada con fuerza. La habitación estaba hecha un caos, estaba todo tirado y la gran parte rota… para ser un chico inexpresivo y frío frente a los demás, Kaede Rukawa era bastante violento cuando algo lo sacaba de su centro, y era justamente cualquier cosa que tuviera enfrente lo que salía disparado con fuerza para azotarlo contra el muro o agarrarlo a patadas.
¿Sakuragui estaba contento? Pues bien. Si ella había dejado al que sería el mejor jugador de Japón para estar con el pelirrojo, él iba a hacer que eso cambiara y pronto.
Haruko podía quererle mucho como amigo, pero aún seguía siendo el chico de sus sueños. Estaba seguro de que pronto daría señales de vida y le daría explicaciones de lo sucedido en la fiesta y en ese mismo momento, oyó de lejos el teléfono. No se preocupó de levantarse, pues a él nadie lo llamaba. Ya se pondría su madre.
Pero cuál fue su sorpresa al oír la voz de su progenitora llamarle desde el piso de abajo. Apagó la música y se dirigió hacia el teléfono, dónde su madre, una mujer de unos treinta y tantos años, con el mismo pelo negro que él suelto por la espalda, se lo pasó y murmuró guiñándole un ojo :
- Cariño, una chica!
El zorro cogió el aparato, algo perplejo, y exclamó :
- Diga?
- Rukawa-Kun? Buenas tardes, soy yo, emmm Ha.. Haruko.. Haruko Akagui, la hermana del capitán del equipo de basketball.
Cómo se supone que iba a olvidarla? Era la única chica que lo había hecho probar el sabor de la humillación… de tan sólo recordarlo sus puños de apretaron inconscientemente tomando el auricular del teléfono con fuerza:
- Si ya sé quién eres... Hola.
- Yo...esteee….quería pedirte disculpas por lo de la fiesta, ya sabes, por haber salido corriendo de aquella manera… espero que no estés molesto.
- "Molesto? No, que va… si me encanta que me dejen bien plantado y todo por que preferiste al ser más idiota de toda la tierra..."
- Rukawa?
- No estoy molesto, pero podrías haberme dado una explicación.
- Lo se. Lo siento mucho.
- Está bien, no pasa nada, pero no me lo vuelvas a hacer... – contestó, ya más relajado. – Cuándo quedamos?
- Q...Quedar? Si, claro! Cuando? – Rukawa pudo notar claramente el nerviosismo de Haruko al otro lado de la línea.
- Podrías esperarme después del entrenamiento de mañana. No terminaremos muy tarde.
- De acuerdo! Genial!
- Bueno, pues hasta mañana, supongo. Espero que no salgas corriendo tras nadie.
- No te preocupes, hasta mañana, Rukawa-kun. Y gracias por entenderlo.
La chica colgó el teléfono, y al oír el pip-pip que señalaba que se había cortado la comunicación, el zorro también lo hizo.
Cuando su madre le vio subir por las escaleras, pudo observar en su cara una expresión de triunfo.
- "Sabía que me buscaría".
- Quién era, mi cielo?
- Ahh?
- Te preguntaba quien era la chica que llamó, mi ángel.
- Una chica de la escuela.
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- Y que vas a hacer ahora?
- Hacer de que?
- Con Rukawa!
- Y yo que tengo que ver con ese zorro asqueroso? Además, querido Yohei, te recuerdo que este tensai ya lo superó!
- No estoy hablando de basketball…
- Y entonces?
- Pues de Haruko…Hanamichi, Rukawa ya se fijo en Haruko...
- Pero ella prefirió al tensai! – Automáticamente una sonrisa vino al rostro del pelirrojo al recordar lo sucedido en la fiesta de cuatro ojos.
- No es por bajarte los humos … sabes que eres mi mejor amigo y solo quiero lo mejor para ti pero…
- Ya habla!
- Es verdad que Haruko te prefirió a ti… pero desde mucho antes ella ha estado enamorada de Rukawa… ya sabes, desde la preparatoria baja.
- Y?
- Y que ahora él se fijo en ella! Y que pasa si la busca? Y si vuelven a salir? O peor aún.. y si se hacen novios? .-Mito sabía lo que esas palabras significaban para su amigo, pero prefirió decirlo para que el pelirrojo estuviera preparado e hiciera algo al respecto.
- Queeee? N..No..Novios? eso no puede ser… yo soy su amigo…su mejor amigo.. ella misma lo dijo. – "Novios? Haruko y Rukawa? eso no puede ser… no lo permitiré…ella es diferente…"-
- Y si ocurriera?
- Pero estoy enamorado. -En sus palabras sólo había sinceridad, ella era la primera chica a la que amaba de verdad-.
- Ya lo sé Hanamichi, y no quiero verte sufrir… ¡por eso debes hacer algo!
- Pero ella no me ama… Sólo me ve como un amigo… un buen amigo.
- Mejor aún! Ya estás en su corazón… significas mucho para ella!
- Es verdad!
- Ella siempre te anima y te da su apoyo, ella cree en ti!
- No la defraudaré!
- Haruko confía en ti!
- Tienes razón!
- Te prefirió a ti antes que al presuntuoso del zorro!
- Siiiii!
- Ahora sólo falta que te des el salto y te declares!
- Noooooo! Estás loco? Y si me rechaza? Me muero!
- Y los ánimos? Donde están?
- Aquí sentados junto al miedo al rechazo.
- Pero debes hacer algo y pronto!
- Pero no tan radical… tampoco es bueno exagerar…
- Acaso quieres verla con Rukawa?
- NOOOO!
- Ver a TU Haruko con ese zorro apestoso?
- JAMÁS!
- Harás algo?
- SIIII!
- Mira! Ahí viene Tu Haruko!
- Haruko! Debo decirte algo!
- Dime Hanamichi!
- Ahhh me dijo Hanamichi!
- Te estoy escuchando…
- Qué?
- Querías decirme algo?
- Ahhh no nada! Sólo tonterías… además ya se me olvidó!
"Esto va a ser más difícil de lo que pensé, definitivamente necesito la ayuda del gundam… Nononono ellos sólo lo arruinarán todo… pero quien, quien me podría ayudar?... Akayo!"
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El entrenamiento del día de la cita transcurrió con normalidad, con gritos de y hacia Sakuragui, que ya se comportaba otra vez con normalidad.
Rukawa estaba más nervioso de lo que creía que iba a estar. No se pudo concentrar bien en el partido que hicieron y cometió algunos errores.
Haruko, por su parte, estuvo todas las clases a las nubes, y contempló las jugadas del equipo medio escondida, sonrojada. Rukawa no la vio en ningún momento, ya que cuando él se giraba hacia ella, la chica apartaba la cabeza, así que ni se dio cuenta de que estaba. Ella necesitaba relajarse aquellos momentos antes de su segunda cita con el zorro, esperando que fuese mejor que la primera.
Y, por fin, los demás fueron saliendo poco a poco del vestuario, y se fueron charlando en grupos. Cuando salió Sakuragui, Haruko volvió a ocultarse. Sabía que, si la veía, charlarían y querría acompañarla a casa... y no era que no quisiera, pero le apetecía más estar con el número once. Mucho más.
Finalmente, último como siempre, Rukawa salió del vestuario, con la bolsa de deporte colgándole de una mano. Llevaba puesto unos jeans azules algo desgastados y una camiseta sin mangas deportiva negra, que destacaba su blanca piel, se veía simplemente arrebatador. Sus miradas se cruzaron, nerviosas.
Haruko fue la primera en hablar murmurando con voz temblante:
- H...hola, Rukawa-kun...
- Hola.
Se quedaron en silencio, mirándose mutuamente sin decir nada y sin saber qué hacer, hasta que ella dijo:
- Quieres que nos quedemos aquí ...o vamos a algún sitio...?
- Como tú quieras.
- Si te apetece... podríamos ir a un parque que hay aquí al lado, no se si has pasado por allí alguna vez... hay bancos y...
- De acuerdo, vamos ahí.
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- Mierda, mierda, mierda! – exclamó Sakuragui, dando una patada al suelo. Iba hacia su casa de vuelta del entrenamiento, cuando se dio cuenta de que se había olvidado la bolsa.
Por unos instantes pasó por su cabeza la posibilidad de recuperarla el día después, pero al darse cuenta de que tenía las llaves de casa dentro desechó la idea. Así que rápidamente volvió al instituto. Ya no había nadie, ni el zorro. Cogió la mochila, se la colgó del hombro y salió afuera otra vez.
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Los tres minutos de camino de trayecto del Shohoku al parque los hicieron en silencio también. Se sentaron en el primer banco que vieron allí, aunque todos estaban vacíos. Por la mañana y a primeras horas de la tarde, los niños correteaban y jugaban por allí, y los ancianos se sentaban para charlar, pero a aquella hora normalmente sólo había ocasionalmente alguna pareja que aprovechaba la oscuridad para besarse.
Y fue cuando Haruko estuvo segura, si no le decía ahora que lo que sentía por él, no volvería a tener otra oportunidad así en toda su vida. Así que, decidida a no pensárselo más para no echarse atrás, exclamó:
- Rukawa Kun! Tengo que decirte algo.
- Mh? – preguntó él, girándose hacia la chica.
- M...me... – empezó Haruko, tartamudeando. Pero luego reunió el valor necesario y continuó : - Me gustas! Me gustas mucho!
Y Rukawa no le contestó. La chica ya casi iba a echarse a llorar, con el rostro bajo por la vergüenza y arrepentida de su declaración, pero entonces y sin mediar palabra, el jugador del Shohoku tomó su cara con las dos manos y la besó profundamente. Sus lenguas se cruzaron sensualmente, hasta deshacer su unión con pequeños besos.
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Medio sonriendo, el pelirrojo se detuvo para observar a la parejita que estaba de espaldas a él, besuqueándose en el parque. Le entró la tentación de gritar algo para que se giraran y poder saber quiénes eran, ya que no podía verles la cara, pero se contuvo a tiempo. Un beso era un beso y él no era nadie para romperlo.
Pero en el momento en que pensaba eso, ellos se separaron y pudo ver la faz del chico.
- Rukawa? – exclamó, muy sorprendido -. Y entonces, quien es la...
Haruko se giró, apartándose el pelo de la cara.
Quedando su rostro visible a todo el que estuviera al otro lado.
- Haruko... no...
Sakuragui se alejó corriendo de la escena.
Las mejillas de Haruko estaban sonrojadas y ardientes, al igual que la ahora no tan pálida cara de Rukawa.
Haruko, con entre avergonzada y feliz, escondió la cabeza en el pecho del zorro. Estaba radiante. Aquello había querido decir que era correspondida!
Pero él no sonreía.
Estaba perplejo y con una chica en sus brazos.
En ningún momento había tenido la intención de besarla, ni siquiera en la mejilla...pero cuando le dijo que le gustaba, sintió una alegría tan grande en su pecho que lo hizo instintivamente.
Y lo más curioso de todo era que le había gustado. Le había gustado mucho.
Era la primera vez que besaba a una chica.
- Rukawa Kun, creo que hay alguien por ahí – dijo Haruko, girándose hacia el otro lado del parque. Al ver que no le contestaba, parpadeó y volvió a llamar al chico.
- Rukawa-Kun?
Sólo recibió otro beso como respuesta… más hambriento que el anterior, más osado, la misma pasión que ponía en el juego esta vez la estaba poniendo en el beso.
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Bueno, se terminó. Éste ha sido un poco más largo de lo normal, eh? Y hemos dejado a Haruko y Ruklawa besándose en el parque...
Bien, antes de terminar, solo quería comentar algo. Desde que empezamos a escribir el fic, he tenido algunos problemas de tiempo, nada importante, exámenes, trabajos... y por eso no me ha dado tiempo de contestar las reviews. Bien, pensaba hacerlo ahora, pero mañana por la mañana me voy de campamentos ( U ) y tengo que prepararlo todo... prometo que las contesto todas en el próximo capítulo! Si no lo hago, os doy derecho a demandarme! n.n
Merju
PD : Aprovechad para dejar reviews! P
