Hola a todos! Debéis estar ya cansados de oír eso en cada capítulo... en fin, vayamos al grano. Aquí el número 7, escrito por mi con Hipolita de beta. A leer! P.

VENGANZA

El día después de la pelea en el gimnasio, a la hora en que empezaban las clases, Haruko entró en el Shohoku, como siempre.

Y en el mismo momento en que puso los pies en el instituto, un montón de caras, conocidas y de alumnos a los que no había visto nunca, se giraron hacia ella. Unos con curiosidad, otros con simpatía, algunos con admiración, pero prácticamente todas las caras femeninas, con odio.

En solo cuestión de minutos, había corrido por todo el lugar el rumor, confirmado por varios de los novatos del equipo de baloncesto, que Hanamichi Sakuragui, el pelirrojo peleón, se había ido a los golpes con otro chico por Haruko Akagi. Hasta aquí, todo normal, no era raro teniendo en cuenta que era Sakuragui... pero dejó de ser una situación sin importancia cuando alguien gritó que había sido ni más ni menos que con Kaede Rukawa, el chico más popular de todo Shohoku.
No era posible! El rey del hielo no podía estar enamorado de Haruko Akagi, verdad? De una chica de primer curso?
Al instante, todas las fans del número once se pusieron completamente en guardia. Aquello no era posible, pero si lo era... debían conseguir que su amado Rukawa olvidara a aquella horrible muchacha que no era ni guapa! Definitivamente ella no lo merecía!

Así que, cuando llegó el zorro un minuto antes de que sonara el timbre, con un ojo morado y algunos cortes, todas las chicas se le lanzaron encima, suplicantes de que les contara algo más de lo sucedido, que les convenciese de que aquello era un rumor sin fundamento y totalmente inventado. Alrededor, no tan cercanos y cercanas a él, estaban el resto del instituto, expectantes para oír su versión. Pero él solo las apartó de delante suyo y murmuró un frío:

- Dejadme.

Y nadie se atrevió a decir nada cuando pasó por su lado y entró en su clase.

En cuanto a Sakuragui, que todos esperaban con emoción, no apareció, ni él ni su gundam, así que todo el mundo se esparció por las aulas, muy decepcionados, a hablar con los del equipo para ver si podían sonsacarles algo más de ese día, puesto que habían visto todo.

Por su lado, Haruko consiguió deshacerse de la mayoría y llegar a su aula al mismo tiempo que el profesor, así que quedó salvada por un rato. Pero en vez de prestar atención y tomar apuntes, como era costumbre en ella, sacó el libro de matemáticas para disimular y se puso a pensar en lo ocurrido. Sabía que a Hanamichi ella le gustaba, pero nunca pensó que hasta el extremo de haber llegado a pelear con Rukawa...

... y ese era otro punto. Le importaba tanto a Rukawa? Ellos dos siempre habían estado en tensión, así que si se hubieran peleado con otros la respuesta hubiera sido afirmativa, que estaban enamorados de Haruko, pero entre ellos dos... siempre parecía que sólo hacía falta un pequeño empujoncito para que se pelearan. Y había habido pequeños detalles que la habían hecho pensar en ello...

Flashback

En el momento en que Ayako les vertió el agua por encima, los dos parecieron calmarse, para respiro de los demás. Se separaron un poco aún jadeando, sin apartar la vista uno del otro.

- Por qué actuaste así Rukawa? -Preguntó Ayako el pelinegro que aún estilaba agua.

- Acaso no vieron como le tomo las manos a MI Haruko! Hasta la invitó a salir el muy hijo de perra! Y enfrente de mi!

Ante las palabras de Rukawa todos voltearon incrédulos a ver a la pobre chica que aún no conseguía calmarse. Entonces notaron que ella lo había llamado "Kaede" cuando intentaba separarlos y que justamente el moreno le lanzó el balón cuando Hanamichi tomó sus manos.

Ésta ante las miradas sorprendidas de todos enrojeció visiblemente y se apartó un poco.

- Tu... tu Haruko...? – preguntó Ayako, incrédula.

- Estáis saliendo juntos, entonces? – interrogó Ryota un poco pasmado.

- Pues.. sí.. – contestó la chica con la mirada baja. Los demás miraron a Rukawa, que también asintió con aire triunfal pasando su vista por todos los del equipo como asegurándose de que habían escuchado a su chica, mientras Sakuragui contenía la rabia como podía.

- Se la gané a Sakuragui y está conmigo, ahora es MI chica. – exclamó Rukawa, mirando al pelirrojo con superioridad y odio.

En aquel momento, todos estaban tan asombrados ante la inesperada noticia, y por el hecho de que no volviesen a pelear, que nadie prestó mucha atención a sus palabras, pero Haruko si lo oyó bien.

Fin Flashback

Esas palabras no podían dejar de retumbar en su cabeza.

" Se la gané a Sakuragui y está conmigo, ahora es MI chica. "

" Se la gané a Sakuragui y está conmigo, ahora es MI chica. "

" Se la gané a Sakuragui y está conmigo, ahora es MI chica. "

Podía ser, existía la posibilidad, de que Rukawa sólo estuviera saliendo con ella… para molestar a Sakuragui, para "joderle"?

Sí, se odiaban eso quedaba claro tan sólo con verlos...pero tanto? Incluso desde que el pelirrojo había mejorado en los partidos y entrenamientos, llegando a igualarlo e incluso superarlo en algunos aspectos, parecía que el sólo hecho de que el pelirrojo existiera ya molestaba a Rukawa y le ponía de los nervios, si bien antes se limitaba a ignorarlo ahora era el quien buscaba pleito.

Así pues, era cierto? Kaede no sentía absolutamente nada por ella? Era todo un cruel plan para fastidiar a Hanamichi?

El timbre sonó, y Haruko guardó el libro. Antes de decidir nada, debía hablar con él. Si sus sospechas eran correctas jamás lo perdonaría por jugar así con sus sentimientos.

Se lo preguntaría. A la cara.

Cuando sonó el timbre que indicaba el final de las clases, Haruko procuró salir rápido de allí, sin llamar la atención, aunque no pudo hacer nada para apagar las miradas indignadas de las fans del numero once.

Miró la hora, preocupada. No podía hablar ahora con él, porque tenía entrenamiento. Así que decidió esperar en el parque, ya que sabía que Rukawa pasaba por ahí con la bici. Y así evitaba ver a los del equipo.

Se sentó en un banco y empezó a juguetear con un anillo que llevaba en el dedo, nerviosa. No sabía cómo reaccionaría el zorro a lo que le iba a preguntar. Cuando llegó, más o menos, la hora en la que los jugadores terminaban, la chica se giró en dirección al camino que tomaba Rukawa, y se dispuso a prepararse para lo que debía decirle.

Pasaron unos cinco minutos hasta que se vio aparecer una bici bastante grande, con un chico de pelo negro y despeinado, de aspecto dormido, montado en ella. Parecía que no había visto a Haruko, así que ésta se puso en pie y le llamó.

- Rukawa!

El zorro se giró hacia ella, abrió un poco los ojos y frenó, apoyando un pie en el suelo para mantener el equilibrio. Ella se le acercó corriendo.

- Te estaba esperando... – murmuró, cansada. Él no respondió, solo la miró incitándole a que siguiera.

- "...Tenemos que hablar". Dijo Haruko seriamente mirando a su novio directo a los ojos . Tengo que preguntarte algo. Quieres sentarte?

- Claro. "Porqué me llamo por mi apellido?"

Se dirigieron hacia el banco de la otra vez. Haruko se sentó, y Rukawa a su lado, después de apoyar la bicicleta en un árbol cerca de ellos.

- Y bien, que querías preguntarme? – consultó él, con cara de curiosidad.

- Pues... es que yo... – empezó Haruko. Pero no encontraba las palabras, así que se levantó de su asiento decidió soltarlo, sin más.

- Hmm?...

- Tu me quieres? Me quieres de verdad?

Rukawa no respondió. Sólo se paro mirándola desde su privilegiada altura unos segundos que para la chica parecieron años, la cogió por la barbilla, le sonrió un poco (cosa que hizo que ella se estremeciera de placer), y juntó sus labios con los de la chica.

Se unieron en un tierno beso en que las dos lenguas se entrelazaron, explorando el zorro con cariño la boca de su novia.

- Responde eso a tu pregunta?

La chica le lanzó una sonrisa pícara y, antes de devolverle un apasionado beso, y abrazar a su zorrito por el cuello murmuró:

- Creo que sí.

Entonces, mientras se besaban, Rukawa empezó a bajar lentamente las manos desde la cara de la chica a sus pechos. Haruko dio un pequeño salto, apenas imperceptible, hacia atrás. Pero el zorro lo notó, rompió el beso y se la quedó mirando.

- Yo...yo.. – tartamudeó ella, nerviosa. Kaede se le volvió a acercar, y le murmuró al oído para después darle un pequeño beso en la mejilla:

- Ahora el soy yo el que necesita una muestra de que me quieres de verdad. De que no te gusto sólo físicamente, como a todas las otras.

Haruko entendió lo que quería decir. Y se estremeció. Ella aún era virgen, y se consideraba muy joven...pero con su zorro, con su novio...pensaba en la idea y no le desagradaba, al contrario... aunque el miedo la frenó. Era muy pronto.

- No puedes...darme un poco más de tiempo...? Creo que aún no...

- Shht. Claro. Tranquila. – dijo él, sonriéndole un poco. Y se volvieron a besar. Aquella vez él no la tocó para nada, y ella se lo agradeció mentalmente.

Termina aquí! Espero que os haya gustado, y no olvidéis dejar reviews, por favor, que son lo que nos anima a seguir a los autores :(. Ni que sea para decir algo malo, siempre se aprende algo! . Bueno, contesto a las reviews.. :

Elena : Jojojo, ya lo creo, que va a ser complicado.. . Espero que te haya interesado también éste capítulo!

Hipolita : Estoy de acuerdo contigo, a quien no le ha gustado el chico mas popular del instituto alguna vez? Es ley de vida! XD.

Hasta el próximo capítulo!

Merju