Esta historia esta sacada de mi invención con ideas de la historia de Harry
Potter y de los hijos de la tierra. Siento mucho en lo referido a los
hechizos pero como no soy bueno en escribirlos los pondré todos en
español.(
Capitulo 5: Conocimientos reveladores
La cría de Whinney era una potranca gris.
-Creo que voy a llamarla Gris- dijo Ayla a Jondolar-. Y será el caballo de Jondayla. Pero tendremos que enseñarlos a los dos- sonrió complacida ante la perspectiva.
Al día siguiente, ya en la zona del refugio destinada a los caballos, Corredor recibió a su joven hermana con ávida curiosidad, pero bajo la rigurosa supervisión de Whinney. Casualmente, Ayla miraba en dirección al área de viviendas cuando vio acercarse a Zelandoni. Le sorprendió que la donier acudiera a ver a la nueva potranca, ya que rara vez realizaba el menos esfuerzo por ver a los animales. Otros habían encontrado ocasión para ir a verlos, y Ayla les había pedido que no se aproximaran demasiado al principio, pero la donier le fue presentada personalmente a Gris.
-Jonokol me ha anunciado que dejará la Novena Caverna cuando vayamos a la próxima Asamblea Estival- dijo la donier después de examinar a la potranca.
-En fin, ya lo preveías- contestó Ayla, un tanto tensa.
-¿Has decidido ya si serás mi nueva acólita?- preguntó Zelandoni sin rodeos ni vacilaciones.
La joven bajó la vista y luego volvió a mirar a la Primera.
Zelandoni aguardó y, finalmente, miró a Ayla a los ojos.
-Creo que no tienes elección. Sabes que algún día recibirás la llamada, quizá antes de lo que piensas. Lamentaría ver aniquilado tu potencial, aun si lograras sobrevivir si apoyo ni adiestramiento.
Ayla intentó por todos los medios zafarse de su imperiosa mirada. De pronto, procedente de las profundidades de su ser o de los recovecos de su cerebro, encontró un recurso. Sintió crecer en su interior un poder y supo que no se hallaba ya bajo la coacción de la donier, sino que, por el contrario, era ella quien ejercía control sobre la Primera, y sostuvo la mirada. Eso le produjo una sensación indescriptible, una sensación de fuerza, de dominio, de autoridad que nunca antes había experimentado conscientemente.
Cuando Ayla redujo la presión sobre Zelandoni, ésta desvió la mirada, y al volver a mirarla un instante después, no percibió ya en ella la sensación de enorme poder que la había sorprendido. Ayla la miraba con una sonrisa de complicidad. En sus brazos, Jondayla empezó a agitarse como si le molestara algo, y la madre concentró su atención en la niña.
Zelandoni temblaba, pero enseguida se controló. Se dio media vuelta para marcharse, pero se volvió a mirar de nuevo a Ayla, esta vez de forma sinceramente afectuosa, y no desafiante como antes, con lo que sin preverlo había provocado la pugna de voluntades.
-Dime ahora que no eres una Zelandoni- dijo con serenidad.
Ayla se sonrojó y, llena de incertidumbre, miró alrededor como si buscara una escapatoria. Cuando volvió a mirar a la corpulenta mujer, Zelandoni era la imponente presencia que siempre había conocido.
-Se lo diré a Jondolar- contestó, y de inmediato bajo la mirada hacia la niña.
De ese día ya habían pasado quince años y ahora la Zelandoni era Ayla pero todo el mundo le llamaba por su nombre de ceremonias, mientras su hija se pasaba los días de verano con su amiga y compañera de andanzas, la yegua Gris, escapando de las garras de su madre que intentaba que aprendiese todo lo que a ella le habían enseñado.
-Gris, que puedo hacer- se pregunta a si misma Jondayla- Por una parte me gusta todo lo que me enseña mi madre pero por otro no me quiero convertir en una Zelandoni como lo es ella.
La yegua en señal de respuesta le da unos cuantos resoplidos mientras iban galopando por los terrenos de la décima cuarta caverna mientras varios jóvenes la iban saludando e intentaban entablar una conversación que nunca llegaba debido a que hacía dos años había pasado su ceremonia de los primeros ritos del Don de la Madre.
Jondayla que al haber crecido con la acolita de la Primera de los Zelandoni, y que luego se convirtió en la Primera también y su padre Jondolar, experto tallador del pedernal, había salido una mezcla de personalidad de los dos, era una chica divertida, sincera y escéptica en algunos temas que había oído en alguna discusión entre la Zelandoni. Ahora se encontraba huyendo de la primera de todos ellos, su madre, que aunque fuese buena con ella y le hubiese enseñado todo lo que ella sabía, un error por su parte en opinión de su padre, no quería seguir los mismos pasos ya que la quería convertir en su acolita debido a que estaba convencida de que sería llamada como había sido ella, aunque esto tanto su padre como ella (Jondayla) no estaban muy convencidos ya que la que había sido primera antes que ella la había persuadido para que fuese su acólito.
-Tienes razón, Gris. La única forma que tengo para no ser su acolita es hacer como hace el abuelo pero por un tiempo más largo- comenta Jondayla decidida, se mueven una serie de músculos de sus perfectos y dorados muslos que indicaban un cambio de sentido directo a su hogar, la novena caverna.
En la novena caverna, solo se encontraban los miembros más viejos que por motivos de salud no habían podido abandonarla, entre ellos su abuela y su abuelo. Tenía que despistar a esos dos sin que la vieran ya que si la localizaban, esos dos eran capaces de cogerla, hablarle de tú a tú y convencerla de que asiente la cabeza, algo de lo que ella no estaba dispuesta hacer todavía. Había escuchado las aventuras de sus padres y de su abuelo durante sus viajes y de todo lo que habían traído de estos aportando novedades que les hacían la vida más fácil. Dejó a la yegua, Gris, en el valle del Río para que los de la cueva no le viesen acercarse desde lejos, se metió por el camino de los talladores, era el camino que realizaban los talladores de la caverna para ir al refugio de los talladores y volver a la novena caverna, y que en estos momentos no estaba transitado.
Sigilosamente llegó hasta su hogar que ahora se encontraba bastante decorado debido a los regalos que habían recibido al ser su madre la Zelandoni y que últimamente Ayla, su madre, se pasaba más tiempo en el hogar de la Doni que en suyo propio con su hija y su esposo. Llegó hasta su zona de descanso, cogió el saco de dormir, unas cuantas piedras de hacer fuego, algunas prendas de invierno principalmente y un poco de verano, su nutria con algunas plantas medicinales que había recogido durante la primavera, el verano y un poco del otoño, su honda para cazar pequeños animales, su lanzador para poder alimentarse de grandes reses y por supuesto todo el instrumental necesario para poner al caballo para los viajes como las cuerdas entre otras cosas.
Y como había venido se fue de lo que había conocido como su hogar para conocer otro mundo que todos sus parientes o casi todos habían conocido en mayor o menor parte.
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-Lucius, ¿has hecho lo que te dije?- preguntó fríamente Voldemort a un encapuchado arrodillado ante él y con aspecto un poco destartalado por su estancia en la prisión de los magos que aunque no estuviesen los dementores, su estancia allí te cambiaba- Espero que sí, por tú bien.
-Sí, amo. Mi hijo ya ha sembrado la semilla de la desconfianza entre los más jóvenes de la Orden del Fénix- dijo entre temblores el nombrado.
-Bien, a si me gusta que mis hombres hagan bien las cosas. No como el año pasado que tuve que ir al ministerio por vuestra incompetencia- dijo Voldemort con ira y frialdad haciendo que todos los mortifagos que había en la habitación temblasen solo con su voz- Pero ahora, estoy de mejor humor, así que vete Lucius antes de que cambie de idea y me apetezca torturar a uno de los incompetentes que me hizo salir en publico como le pasó a Bella.
Lucius se alejó de allí arrodillado y dándole gracias a su Señor por su misericordia mientras se acercaban otros mortifagos para notificarle como habían ido las misiones y ataques tanto para reclutar magos, criaturas y bestias negras como en los ataques en el propio país como en el extranjero para empezar a infundir el miedo que una vez sus hombres y él habían causado en el pasado.
Desde la desaparición del niño-héroe todo lo que había hecho le empezaba a funcionar, su nombre y su poder empezaban a alzarse de nuevo en lo más alto y el nombre de Harry Potter empezaba a quedar en el olvido gracias a la campaña que había creado en lo que había sido el hogar de Potter dejándolo a las cenizas y creando todo tipo de rumores sobre la muerte o desaparición de éste pero que Albus Dumbledore había acallado en cierta medida dejándolo a un segundo plano. Pero Dumbledore había cometido un gran error y eso lo sabía él, Lord Voldemort, y ese viejo amante de los muggles y sangre sucias y era que había mentido a sus propios seguidores dándoles una falsa tranquilidad y seguridad que en el momento de que se descubriese la verdad caería ante ellos la desconfianza hacia su líder y temor. Eso era lo que más le gustaba a Voldemort que el caos en el enemigo ocurriese desde dentro para verlos caer por sus propias acciones y darles el toque de gracia para rematarlos, no como la antigua Orden que esa si que le causó dolores de cabeza, pero la nueva era tan débil que no merecía la pena atacarla sino reportaba algo bueno.
-¡Colagusano!- grita Voldemort saliendo de sus pensamientos- Quiero que vayas a Hogwarts y ayudes de forma que no te descubran a la sangre sucia amiga del desaparecido Potter (Hermione) a que averigüe la verdad lo antes posible- termina con el pequeño mortifago tumbado a sus pies e inclinando la cabeza en señal de obediencia.
Colagusano se levanta lentamente del sitio donde hace unos minutos se encontraba tumbado y desaparece de la puerta de la mansión de los Ryddle que ahora era el cuartel general de Voldemort y saliendo de la zona de anti-desaparición desaparece del lugar para aparecer en las cercanías de Hogwarts para convertirse en segundos en una rata con una pata de plata dirigiéndose hacia el enorme castillo que servía de colegio para los jóvenes magos.
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Habían pasado varios días de la conversación a medias que había tenido con Malfoy y ahora Hermione estaba en la biblioteca estudiando las asignaturas del curso pensando en ello, también había buscado en uno de los libros de la sección prohibida un hechizo por el cual se grababa todo lo que se hacía un día entero en un lugar específico y que se utilizaba principalmente en Gringotts, en Azkaban y lo utilizan los Aurores en situaciones especiales. Ella lo había sacado con la firma del profesor de encantamientos con la excusa por unos hechizos que éste había nombrado en clase y ella, Hermione, haciéndose la interesada había conseguido el permiso, lo había cogido, buscado el hechizo, practicar con él durante un buen rato y aplicarlo en toda la biblioteca para así saber lo que Dumbledore había estado buscando por allí ya que en una de sus guardias nocturnas lo había visto salir de la biblioteca, algo raro en él debido a que éste según lo que le había contado Harry tenía un montón de instrumentos y libros raros y antiguos en sus estanterías.
Hermione realizó el complicado hechizo mientras que con ayuda de Ginny consiguió despistar a la bibliotecaria que siempre estaba encima de los estudiantes para que no incumpliesen las normas en su de trabajo gracias a una de las invenciones de George y Fred.
-Gracias, Ginny. Sin ti no sabría como habría podido despistar a la Bibliotecaria ( no me acuerdo ahora del nombre).
-De nada. Si con eso ayudo a que Harry regrese del lugar donde esté- dice Ginny una vez que Hermione había salido de la biblioteca ya que a ella la habían echado del lugar.
Pasaron los días y el hechizo no relevaba ninguna cosa en particular solo estudiantes que iban y venían del lugar mirando y cogiendo libros para sus clases y deberes. Pero en una noche que estaba haciendo guardia por los pasillos del colegio vio como Dumbledore salía de la biblioteca con una cara muy preocupada dirigiéndose hacia la torre norte, la de astronomía. Hemione dijo a Ron que la esperase en la base de las escaleras mientras ella iba hacia arriba a averiguar algo de información. Ella con todo el sigilo del mundo y a una cierta distancia del profesor para que no la descubriese lo siguió llevando encima todo el trayecto un sentimiento de ir sucia por romper normas y estar espiando al Director, todo eso valió la pena según ella ya que vio en lo alto de la torre a la Profesora Sinistra (me parece que es esta la de astronomía) y a Firenze además del profesor Dumbledore. Y empezó a escuchar una conversación interesante o eso le pareció apuntando todo en una libreta que siempre llevaba encima.
-Hoy tampoco he tenido suerte en la búsqueda de una forma de liberar a Harry ¿Qué han dicho hoy las estrellas y los planetas?- pregunta Dumbledore.
Así que Harry estaba en aprietos y el Profesor Dumbledore había mentido a todos para que no nos preocupásemos de lo que le podría pasar, era un hipócrita, pensó Hermione.
-Hoy marte esta de un color rojo vivo y mercurio tiene un color azul mar- comento Firenze al cielo con aire soñador.
-Hoy los planetas están muy extraños, tanto marte como mercurio han tomado una coloración poco común y se han alineado con el planeta formando una conjunción muy peculiar indicando cambios del pasado- informó Sinistra comentando las palabras de Firenze de una forma más entendible.
-Muchas gracias- Dumbledore mira por el telescopio que había hecho aparecer por magia y después de estar un rato mirando al cielo- Venir a mi despacho si hay alguna novedad.
Hermione se fue escaleras abajo para seguir con la ronda con Ron antes de que Dumbledore bajase y les pillase rondando cerca de él.
Al día siguiente, Hermione reunió a todos de la ED para comunicar a todos ellos lo que había averiguado de sus investigaciones tanto en la biblioteca con el hechizo como espiando a Dumbledore en la torre de Astronomía con otros dos profesores.
-Os he reunido de nuevo desde el año pasado para comunicaros que es lo que más o menos le ha ocurrido a Harry. Nuestro compañero y amigo nuestro que el año pasado se ofreció voluntario para enseñarnos todo lo que sabía y gracias a lo cual todos pasamos los TIMOS o el examen de Defensa con muy buena nota- empieza a comentar Hermione creando a todos sus compañeros una gran expectación- He descubierto que Dumbledore guarda información sobre el verdadero paradero de Harry y que lo que nos dijo a todos no es verdad debido a que él busca una forma de sacar a Harry del lugar donde Voldemort lo haya metido.
-¿Y cómo eso es verdad?, estamos hablando del profesor Dumbledore- comento Cho astutamente que le siguió los ademanes de cabeza de todos los compañeros del grupo exceptuando al grupo que fue al ministerio con Harry.
-El profesor Dumbledore no es tan bueno y sabio como todo el mundo lo pinta- comenta asqueada Ginny- En mi primer año estuve dominada por el diario del que no debe ser nombrado, Dumbledore lo sabía y no hizo nada. Es más envió indirectamente a Harry a rescatarme sabiendo las posibles consecuencias que eso acarrearía. Siempre Dumbledore sabía todo lo que hacía Harry durante estos últimos años y no hizo nada, lo que pretendía era crear un arma perfecta para destruir definitivamente a Voldemort y vosotros no lo veis- termina entre lloros y gritos saliendo de la sala de requisitos seguida de cerca de Ron y Hermione dejando a los demás atrás con la boca abierta.
La alcanzaron en la sala común de Gryffindor antes de que subiese a su cuarto de quinto.
-Ginny, ¿Te encuentras bien?- le pregunta preocupada Hermione.
-Sí, no te preocupes Hermione. Sólo es que me repatea ver como los demás continúan sus vidas sin hacer nada por Harry cuando él ha tenido una vida desagradable con sus tíos muggles y luego aquí con sus aventuras para que ellos tuviesen una vida feliz- comenta Ginny sentándose en las escaleras que llevaba a los dormitorios de las chicas.
-Sabes hermanita que estamos a tu lado para lo que quieras- comenta Ron sorprendiendo a los dos chicas que hasta el momento se había mantenido silencioso- Sé que aún lo quieres y que el año pasado lo intentaste olvidar.
-Gracias Ron- le agradece su hermana- Bueno, nos veremos a la hora de comer- se despide subiendo al cuarto de las de quinto.
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-Un Dragón ¿blanco?- comenta sorprendido Harry.
Donde tenía puesta la mirada había un reptil aéreo conocido como Dragón pero que no se parecía mucho a los que Harry había visto alguna vez ya que tenía un morro alargado y redondo con unas cuantas hileras de dientes de un tamaño proporcionado y afilados, unos ojos achinados con el iris de un color azul hielo y de forma triangular, una orejas en forma de pirámide acompañadas de dos cuernos amarillos echados hacia atrás, tenía un cuello corto y delgado, el cuerpo en la zona superior era más ancha que en la parte inferior, las patas delanteras eran delgadas, ágiles con falanges distales con posibilidad de maniobrar con objetos, las patas traseras eran más redondas y fuertes para sostener el cuerpo en tierra, la cola medía unos cincuenta centímetros terminando en cuatro púas, una a cada latitud, por la espalda le pasaban dos hileras de filas de púas recorriendo desde la cabeza hasta las púas finales, y naciendo desde la espalda había dos pares de alas en formación de libélula pero constituidas por un material muy parecido al diamante ya que se podía ver similares propiedades con ese magnífica piedra preciosa.
-Sí, hijo. Un Dragón Blanco. El ejemplar de dragón más extraño y poderoso que ha habitado en el planeta- comenta Jemm- Aunque debo admitir que es la primera vez que veo uno, jejejeje, es que el último que se vio por estos parajes fue mi abuelo- añade al ver la cara de sorpresa de Harry.
-No pongas esa cara, ahijado- comento Sorius, lo había llamado ahijado ya que lo consideraba como tal además de que lo presentaría a la cueva como miembro con sus padres- Es un honor conocerte- añade refiriéndose al dragón extendiendo la mano.
-Es un placer hablar con el padrino de mi padre- comenta el Dragón devolviéndole el saludo.
Estas palabras en Harry le causó un shock.
El dragón había hablado con voz humana, esos dos mayores sabían sobre esa especie y seguro que todo el mundo de esta época también lo sabría. Un momento, el dragón le había llamado padre... ¿por qué?. Esos eran sus pensamientos antes de caerse al suelo siendo recogido rápidamente por Jemm que lo había visto venir.
-Hace un momento, mis sentidos han fallado y he visto a un Dragón hablar- comenta Harry recuperándose gracias a un remedio aromático en el hogar del Dragón con la ayuda de su madre, Liria.
-Pues... Hijo. Tu vista no ha fallado y si que has visto a un dragón hablar, más exactamente un dragón blanco, el más raro de todos ellos y el único que se puede comprometer con un ser humano- comenta Liria al principio un poco preocupada de la posible reacción que podría tener Harry pero luego terminó con orgullo.
Ante esto, Harry lo único que podía hacer era aceptar el hecho de que todo podía ser si por el medio se encontraba la magia y que Liria era incapaz de mentirle.
-Ahora mismo esa pequeña bestia esta jugando con Lil- comenta Liria al ver a su futuro hijo ensimismado en sus pensamientos y diciendo bestia como un apelativo cariñoso.
Ante estas palabras asiente con la cabeza, se acomodó entre las mantas que le habían servido en esta ocasión para recuperarse.
-Madre. Me puedes contar algo de esa especie de Dragón- le pregunta Harry a Liria.
-Claro, mi amor- dice revolviéndole el pelo- El Dragón Blanco es la última de las especies mágicas que hay en el mundo debido, la más poderosa y la más civilizada de todas ellas por eso es la última de todas ellas porque ha sido capaz de adaptarse a las situaciones climáticas que ha sufrido la tierra refugiándose en muchas ocasiones entre los fuegos de los humanos, nosotros. Pero desde hace varias generaciones no se ha sabido visto ninguno hasta ahora, en el que tú, mi pequeño, se ha hecho cargo de una cría- lo abraza efusivamente- Es una especie pequeña de no mas de dos metros de alto y siete de largo, de un color blanco que refleja los rayos de sol, come de casi todo (omnívoro) y sus poderes se desconocen pero las leyendas que se cuentan dicen que pueden hablar como hace poco ha demostrado, puede tele- transportarse de un sitio a otro, puede lanzar hielo y fuego por la boca, desgarra todo lo que toca con sus garras y pinchos y una de las cosas es que con su velocidad aérea puede imitar a los rayos del sol y provocar destrozos como él ( se refiere al sol)- dice terminando de explicarle.
-Muchas gracias- le responde Harry- ¿Qué puedo hacer con él?
-Pues tendrás que cuidarlo- responde ésta- Gred, no te escaquearás como tu padre y tendrás esta responsabilidad.
Ante estas palabras a Harry no le quedó otro remedio que acarrear con la carga de cuidar al Dragón Blanco que lo llamo Sally al tratarse de una hembra, la cual se entendía perfectamente con todos del hogar, a Liria le ayudaba en lo que podía en las tareas de la casa y hablaban de como sobreproteger a Harry, con Jemm y Sorius les ayudaba en la realización de algunas travesuras a otros de la cueva porque a lo largo de un día si no estabas atento caías en todas las bromas que ponían todos los de la cueva ( como a Harry le ocurrió el primer día que salió que se vio echando burbujas por la boca durante una hora por haber comido un caldo que le habían dado), con Lil se lo pasaba jugando todo el día a juegos de niños de esa época, con la que llamaba mama, Jen, por tener el olor de Harry encima le ayudaba en las tareas de su hogar y en todo lo que podía ayudarle y por último con Harry, su padre, al principio estuvo pegado a él haciendo todo lo que éste hacía imitándole, luego continuó con seguir los mismos ejercicios que realizaba en su entrenamiento, comía lo mismo que éste y por último lo acompañaba o estaba pendiente de él ayudándolo en lo que necesitaba.
-Bien, Gred. Veo que has cogido la forma necesaria y la destreza para pasar al último punto antes de pasar a la caza, la cual aprenderás de la forma más dura que es ir solo- hizo una pausa Sorius- Te enseñaré a luchar, al ser yo el mejor en la materia descartando por supuesto a mis amigos, Jemm y Remmsay. Primero te enseñaré a defenderte y atacar sin armas para luego ir pasando al manejo del cuchillo, el hacha, la lanza y el arco.
Sorius empezó a enseñar a Harry las posiciones básicas de defensa y prácticamente todos los movimientos en un baile individual. Después de horas de movimientos en solitario bajo el sol de Otoño con la supervisión de Sorius que lo corregía en lo que hacía, pudo pasar a la segunda fase del entrenamiento que consistían en sesiones de luchas contra otro contrincante para comprobar el grado de su nueva habilidad. Al principio tuvo serias dificultades para mantenerse en combate por la gran habilidad y reflejos de Sorius yendo entre los cuidados de Liria y Jen nada más terminar, pero al cabo de unas semanas conseguía mandar a su rival al suelo e inmovilizarlo.
-Gred ya has comprendido el arte de manejar tu propio cuerpo en la lucha por lo que pasaremos al manejo de las armas- comenta Sorius después de recuperarse de la última paliza que le había ocasionado el nombrado.
Como ocurrió en la anterior ocasión, le empezó a enseñar como sujetar las distintas armas, como utilizarlas y donde dañar con ellas a sus rivales, para luego pasar a como disponerse en el terreno con una arma a nivel defensivo y al ofensivo. Luego le empezó a enseñar todo tipo de movimientos con el cuchillo, hacha y la lanza como a lanzarlos con puntería aunque esto último tenía el problema añadido de que no veía bien.
-Gred, apunta bien. La diana esta a más de dos metros de distancia del lugar donde tu anterior cuchillo ha caído.
-Lo sé, pero esta vista no me deja- comenta Harry irritado.
-Gred, ves con Jen que te la arregle- comento Sorius rotundamente- Ella es la especialista en la medicina y los elementos.
Harry a regañadientes fue hasta donde estaba Jen y entre tartamudeos le explicó el problema que tenía e imponiendo sus manos en las órbitas oculares y con ayuda de Sally consiguió corregir totalmente el defecto de visión de éste y como muestra de agradecimiento le depositó un beso en la mejilla poniendo a ambos colorados.
Harry desde que tuvo la visión perfecta empezó a dar en las dianas sin ninguna dificultad clavando las armas lo más profundo y centrado en los blancos, ganando los elogios de Sorius. Al final después de que ya tenía el manejo de las armas y sabía realizar todas las danzas defensivas y ofensivas, las cuales le había costado una temporada pillarlas por falta de ritmo interno respecto a la música pero que gracias a todas las chicas de la cueva que le habían dado clases para ello por indicaciones de Liria, empezó con los enfrentamientos con Sorius pero con armas de madera que solo ocasionaban contusiones en el cuerpo. En estos enfrentamientos, Harry tuvo más dificultades que en el cuerpo a cuerpo ya que Sorius se movía con una gran destreza dejándolo de lado en todos los ataques que intentaba como si él estuviese yendo a cámara lenta y recibiendo palos por todos lados.
-Venga, Gred. Levántate, que solo llevamos cuatro días entrenando con armas y te has pasado mas tiempo en el suelo que en pie- comentó burlonamente Sorius en una de las ocasiones que se encontraban entrenando mientras que entre Jemm y Remmsay estaba sujetando a Liria para que no se lanzase a buscar a Harry y le pegase a su amigo.
En los siguientes entrenamientos fueron una retórica en todos los sentidos hasta que Jemm le enseñó un método que le cambió el punto de vista a la lucha entre ambos.
-Cariño, podrías enseñarle el método de nuestro hogar- le azuza Liria en cada instante en que puede.
-Esta bien, se lo enseñaré- dice vencido Jemm pero con una sonrisa en el rostro- Gred puedes venir un momento.
Harry que en ese momento se encontraba descansando entre uno de los sitios de la cueva donde los jóvenes se reunían para hablar, se queda sorprendido por la llamada y va hacia donde estaba el jefe de la caverna.
-Gred. Tu madre y yo hemos decidido enseñarte una perspectiva de lucha que ha pasado de generación a generación en nuestro hogar y que ha servido para estar en lo más alto de la jerarquía del clan- comenta muy seriamente llevando a Harry a un claro fuera de la vista de cotillas- Verás, lo que te voy a enseñar no es ningún movimiento especial sino algo psicológico más o menos, es decir, que lo que tu cuerpo experimentará será una explosión interior que te hará ver el mundo de una perspectiva diferente.
Ante estoy Harry se quedo desconcertado. No pensaba que un método de lucha se tuviese que ir meditando para potenciarlo si no más bien practicarlo aunque había oído hablar en alguna ocasión en la televisión cuando le dejaban verla alguna clases de deportes que realizaban clases de meditación.
-Bien. Ahora dame tus manos- comento Jemm cogiendo las manos a Harry- Cierra los ojos y concentrarte todo lo que puedas dejando la mente despejada y clara.
Harry tenía cogido a Jemm de las manos fuertemente mientras se concentraba al máximo como le habían enseñado para hacer aflorar todo su potencial mágico cuando sintió de repente una descarga recorriendo todo su cuerpo notando como éste se empezaba a parar, los latidos se hacían lentos y muy pausados, su respiración se hacía lenta y forzosa y su piel empezaba a exudar excesivamente hasta que al final todo paso y su cuerpo volvió a la normalidad.
Ya pasado el susto, Harry se dio cuenta que sus sentidos se habían agudizados y que notaba cada molécula y partícula de magia que desprendía cada objeto animado y no animado. Desde ese instante Harry comenzó a ganar a Sorius en las peleas con las armas de maderas ya que había predecido todos los movimientos de este último además de que lo veía cada movimiento a cámara lenta como ocurre en Matrix.
Al final, llegado la noche de la iniciación Harry ya se podía decir que era un experto en la supervivencia con solo cuatro meses de entrenamiento ayudado por Liria, Jemm, Sorius, Remmsay, Jen y el resto del campamento que le habían ayudado en todo lo que sabían y admitido dentro de la caverna como uno más, pero tenía que pasar la iniciación de la madurez para considerarlo definitivamente como un miembro del clan además de pasar a ser un hombre y no un niño como hasta ahora se le trataba más o menos.
-Buenas noches a todos, estamos en esta noche de luna llena y en el hogar central para celebrar un banquete en honor a Gred que mañana se irá para un ciclo lunar lejos de nosotros en esta dura época del año- comienza a decir Jemm una vez que todos se hubiesen callado y subiéndose a un montículo que hacía de pedestal donde la gente que se subía para tomar la palabra para hablar- Si consigue pasar la prueba, volverá hecho un hombre y un miembro más en la caverna además de que nosotros- refiriéndose a Liria, Lil y a él- nos reuniremos con el hijo o hermano que hemos adoptado desde el día que llegó.
-Yo os quiero agradecer de corazón toda vuestra ayuda que le habéis brindado a él como a nosotros por los momentos difíciles que hemos pasado durante estos meses- comenta emocionada Liria.
-Os lo merecéis y más él- gritan los gemelos Fredi, Georg que se encontraban medio ebrios por las bebidas fermentadas- que es un tío bien enrollado.
Ante estas palabras todo el mundo se empezó a reír y comenzó la verdadera fiesta donde todos los miembros del clan empezaron a beber exceptuando los niños- Lil, Nevill y Laven- y Harry que todavía se lo consideraba como tal hasta que no hubiese pasado la prueba, además de que alguna de ellas empezaban a acaramelarse alejándose de la multitud a sitios más oscuros e íntimos donde realizaban el acto amoroso. Y los que no se iban se quedaban en torno del fuego realizando complicados movimientos de baile al sondo de tambores hechos de cuero estirado y de flautas constituidas por huesos de aves en el cual Harry participó por insistencia de Jen y con la cual aprendió varios movimientos mientras se reían de si mismos y de otros que también estaban bailando.
Al día siguiente, mas bien temprano para no hacer más difícil la despedida Harry se había levantado temprano y guardado todo en una mochila, solo Jemm, Sorius y Liria se habían levantado a la vez que él o todavía como lo veía Harry que aún no se habían ido a dormir. Harry con un movimiento rápido de su arco y con los ojos cerrado indicó con una flecha la dirección que iba a tomar para alejarse del campamento e internarse en la fauna salvaje para sobrevivir durante un mes solo entre las bestias y en la época más dura de todas, el invierno, y que además según algunos rumores que habían llegado y que podían dificultarle la existencia era que algunos jóvenes de la cueva de Mot también habían elegido estas fechas para realizar la prueba de madurez. Recogió su mochila constituida de piel de dragón hecha por Liria para él con su pieles de dormir, ropa de abrigo de todo tipo de pieles de animales, calzado especial para caminar por las nieves, unos monóculos que te protegían del reflejo del sol en la nieve y de los vientos que se levantaban en las ventiscas y por supuesto sus armas para la caza de animales de todo los tamaños y para defenderse de estos también como algún instrumento para recolectar alguna planta invernal que le sirviese para subsistir en este duro clima.
La flecha había indicado el sur, el camino a la civilización del gran río de la madre tierra, como le habían dicho y por donde no se aventuraban mucho debido al escaso interés de exploración o viajar para conocer tierras extranjeras donde la mayoría tenían escaso poder mágico y sus vidas estaban atadas más a las luchas entre ellos o contra los cabezas chatas (Neandertales).
-Ten cuidado- le dijo Liria cuando Harry se ataba la mochila a la espalda para dirigirse hacia la dirección en la que le había indicado la flecha- No te acerques mucho a otras cavernas al estar el ambiente en el continente cargado de odio y donde dentro de poco se producirá la batalla donde una de las dos especies humanas se alzará sobre la otra dejando a la otra en le extinción.
Ante esto, Harry solo puedo dar su palabra e irse con la salida del sol hacia el sur desapareciendo entre la hierba alta de la estepa.
SIENTO MUCHO LA TARDANZA PERO ENTRE LOS EXAMENES, EL JUEGO DE HP3 QUE HA SALIDO Y QUE EL VIERNES 4 QUE TUVE UN DÍA NEFASTO EN EL QUE ME SALIÓ TODO MAL INCLUIDO DOS EXAMENES Y PERDIENDO TODO LO QUE LLEVABA ENCIMA DE VALOR PERO CON LA SUERTE DE RECUPERAR LO PERDIDO EL SABADO VOLVIENDO AL LUGAR DE LOS EXÁMENES. TODO ELLO ME HA DEJADO LAS HISTORIAS A UN SEGUNDO PLANO. ALGUNAS EXPLICACIONES: DONIER- ZELANDONI- SIGNIFICA ALGO ASÍ COMO CURANDERA Y HECHICERA DE ESA ÉPOCA. DONI- ERA EL NOMBRE QUE PONEN A LA MADRE TIERRA QUE LA CONSIDERAN COMO LA DIOSA SUPREMA. ESPERO QUE EL PROXIMO CAPITULO LO ACTUALICE MÁS PRONTO Y ESPERO VUESTROS REVIEWS.
Capitulo 5: Conocimientos reveladores
La cría de Whinney era una potranca gris.
-Creo que voy a llamarla Gris- dijo Ayla a Jondolar-. Y será el caballo de Jondayla. Pero tendremos que enseñarlos a los dos- sonrió complacida ante la perspectiva.
Al día siguiente, ya en la zona del refugio destinada a los caballos, Corredor recibió a su joven hermana con ávida curiosidad, pero bajo la rigurosa supervisión de Whinney. Casualmente, Ayla miraba en dirección al área de viviendas cuando vio acercarse a Zelandoni. Le sorprendió que la donier acudiera a ver a la nueva potranca, ya que rara vez realizaba el menos esfuerzo por ver a los animales. Otros habían encontrado ocasión para ir a verlos, y Ayla les había pedido que no se aproximaran demasiado al principio, pero la donier le fue presentada personalmente a Gris.
-Jonokol me ha anunciado que dejará la Novena Caverna cuando vayamos a la próxima Asamblea Estival- dijo la donier después de examinar a la potranca.
-En fin, ya lo preveías- contestó Ayla, un tanto tensa.
-¿Has decidido ya si serás mi nueva acólita?- preguntó Zelandoni sin rodeos ni vacilaciones.
La joven bajó la vista y luego volvió a mirar a la Primera.
Zelandoni aguardó y, finalmente, miró a Ayla a los ojos.
-Creo que no tienes elección. Sabes que algún día recibirás la llamada, quizá antes de lo que piensas. Lamentaría ver aniquilado tu potencial, aun si lograras sobrevivir si apoyo ni adiestramiento.
Ayla intentó por todos los medios zafarse de su imperiosa mirada. De pronto, procedente de las profundidades de su ser o de los recovecos de su cerebro, encontró un recurso. Sintió crecer en su interior un poder y supo que no se hallaba ya bajo la coacción de la donier, sino que, por el contrario, era ella quien ejercía control sobre la Primera, y sostuvo la mirada. Eso le produjo una sensación indescriptible, una sensación de fuerza, de dominio, de autoridad que nunca antes había experimentado conscientemente.
Cuando Ayla redujo la presión sobre Zelandoni, ésta desvió la mirada, y al volver a mirarla un instante después, no percibió ya en ella la sensación de enorme poder que la había sorprendido. Ayla la miraba con una sonrisa de complicidad. En sus brazos, Jondayla empezó a agitarse como si le molestara algo, y la madre concentró su atención en la niña.
Zelandoni temblaba, pero enseguida se controló. Se dio media vuelta para marcharse, pero se volvió a mirar de nuevo a Ayla, esta vez de forma sinceramente afectuosa, y no desafiante como antes, con lo que sin preverlo había provocado la pugna de voluntades.
-Dime ahora que no eres una Zelandoni- dijo con serenidad.
Ayla se sonrojó y, llena de incertidumbre, miró alrededor como si buscara una escapatoria. Cuando volvió a mirar a la corpulenta mujer, Zelandoni era la imponente presencia que siempre había conocido.
-Se lo diré a Jondolar- contestó, y de inmediato bajo la mirada hacia la niña.
De ese día ya habían pasado quince años y ahora la Zelandoni era Ayla pero todo el mundo le llamaba por su nombre de ceremonias, mientras su hija se pasaba los días de verano con su amiga y compañera de andanzas, la yegua Gris, escapando de las garras de su madre que intentaba que aprendiese todo lo que a ella le habían enseñado.
-Gris, que puedo hacer- se pregunta a si misma Jondayla- Por una parte me gusta todo lo que me enseña mi madre pero por otro no me quiero convertir en una Zelandoni como lo es ella.
La yegua en señal de respuesta le da unos cuantos resoplidos mientras iban galopando por los terrenos de la décima cuarta caverna mientras varios jóvenes la iban saludando e intentaban entablar una conversación que nunca llegaba debido a que hacía dos años había pasado su ceremonia de los primeros ritos del Don de la Madre.
Jondayla que al haber crecido con la acolita de la Primera de los Zelandoni, y que luego se convirtió en la Primera también y su padre Jondolar, experto tallador del pedernal, había salido una mezcla de personalidad de los dos, era una chica divertida, sincera y escéptica en algunos temas que había oído en alguna discusión entre la Zelandoni. Ahora se encontraba huyendo de la primera de todos ellos, su madre, que aunque fuese buena con ella y le hubiese enseñado todo lo que ella sabía, un error por su parte en opinión de su padre, no quería seguir los mismos pasos ya que la quería convertir en su acolita debido a que estaba convencida de que sería llamada como había sido ella, aunque esto tanto su padre como ella (Jondayla) no estaban muy convencidos ya que la que había sido primera antes que ella la había persuadido para que fuese su acólito.
-Tienes razón, Gris. La única forma que tengo para no ser su acolita es hacer como hace el abuelo pero por un tiempo más largo- comenta Jondayla decidida, se mueven una serie de músculos de sus perfectos y dorados muslos que indicaban un cambio de sentido directo a su hogar, la novena caverna.
En la novena caverna, solo se encontraban los miembros más viejos que por motivos de salud no habían podido abandonarla, entre ellos su abuela y su abuelo. Tenía que despistar a esos dos sin que la vieran ya que si la localizaban, esos dos eran capaces de cogerla, hablarle de tú a tú y convencerla de que asiente la cabeza, algo de lo que ella no estaba dispuesta hacer todavía. Había escuchado las aventuras de sus padres y de su abuelo durante sus viajes y de todo lo que habían traído de estos aportando novedades que les hacían la vida más fácil. Dejó a la yegua, Gris, en el valle del Río para que los de la cueva no le viesen acercarse desde lejos, se metió por el camino de los talladores, era el camino que realizaban los talladores de la caverna para ir al refugio de los talladores y volver a la novena caverna, y que en estos momentos no estaba transitado.
Sigilosamente llegó hasta su hogar que ahora se encontraba bastante decorado debido a los regalos que habían recibido al ser su madre la Zelandoni y que últimamente Ayla, su madre, se pasaba más tiempo en el hogar de la Doni que en suyo propio con su hija y su esposo. Llegó hasta su zona de descanso, cogió el saco de dormir, unas cuantas piedras de hacer fuego, algunas prendas de invierno principalmente y un poco de verano, su nutria con algunas plantas medicinales que había recogido durante la primavera, el verano y un poco del otoño, su honda para cazar pequeños animales, su lanzador para poder alimentarse de grandes reses y por supuesto todo el instrumental necesario para poner al caballo para los viajes como las cuerdas entre otras cosas.
Y como había venido se fue de lo que había conocido como su hogar para conocer otro mundo que todos sus parientes o casi todos habían conocido en mayor o menor parte.
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-Lucius, ¿has hecho lo que te dije?- preguntó fríamente Voldemort a un encapuchado arrodillado ante él y con aspecto un poco destartalado por su estancia en la prisión de los magos que aunque no estuviesen los dementores, su estancia allí te cambiaba- Espero que sí, por tú bien.
-Sí, amo. Mi hijo ya ha sembrado la semilla de la desconfianza entre los más jóvenes de la Orden del Fénix- dijo entre temblores el nombrado.
-Bien, a si me gusta que mis hombres hagan bien las cosas. No como el año pasado que tuve que ir al ministerio por vuestra incompetencia- dijo Voldemort con ira y frialdad haciendo que todos los mortifagos que había en la habitación temblasen solo con su voz- Pero ahora, estoy de mejor humor, así que vete Lucius antes de que cambie de idea y me apetezca torturar a uno de los incompetentes que me hizo salir en publico como le pasó a Bella.
Lucius se alejó de allí arrodillado y dándole gracias a su Señor por su misericordia mientras se acercaban otros mortifagos para notificarle como habían ido las misiones y ataques tanto para reclutar magos, criaturas y bestias negras como en los ataques en el propio país como en el extranjero para empezar a infundir el miedo que una vez sus hombres y él habían causado en el pasado.
Desde la desaparición del niño-héroe todo lo que había hecho le empezaba a funcionar, su nombre y su poder empezaban a alzarse de nuevo en lo más alto y el nombre de Harry Potter empezaba a quedar en el olvido gracias a la campaña que había creado en lo que había sido el hogar de Potter dejándolo a las cenizas y creando todo tipo de rumores sobre la muerte o desaparición de éste pero que Albus Dumbledore había acallado en cierta medida dejándolo a un segundo plano. Pero Dumbledore había cometido un gran error y eso lo sabía él, Lord Voldemort, y ese viejo amante de los muggles y sangre sucias y era que había mentido a sus propios seguidores dándoles una falsa tranquilidad y seguridad que en el momento de que se descubriese la verdad caería ante ellos la desconfianza hacia su líder y temor. Eso era lo que más le gustaba a Voldemort que el caos en el enemigo ocurriese desde dentro para verlos caer por sus propias acciones y darles el toque de gracia para rematarlos, no como la antigua Orden que esa si que le causó dolores de cabeza, pero la nueva era tan débil que no merecía la pena atacarla sino reportaba algo bueno.
-¡Colagusano!- grita Voldemort saliendo de sus pensamientos- Quiero que vayas a Hogwarts y ayudes de forma que no te descubran a la sangre sucia amiga del desaparecido Potter (Hermione) a que averigüe la verdad lo antes posible- termina con el pequeño mortifago tumbado a sus pies e inclinando la cabeza en señal de obediencia.
Colagusano se levanta lentamente del sitio donde hace unos minutos se encontraba tumbado y desaparece de la puerta de la mansión de los Ryddle que ahora era el cuartel general de Voldemort y saliendo de la zona de anti-desaparición desaparece del lugar para aparecer en las cercanías de Hogwarts para convertirse en segundos en una rata con una pata de plata dirigiéndose hacia el enorme castillo que servía de colegio para los jóvenes magos.
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Habían pasado varios días de la conversación a medias que había tenido con Malfoy y ahora Hermione estaba en la biblioteca estudiando las asignaturas del curso pensando en ello, también había buscado en uno de los libros de la sección prohibida un hechizo por el cual se grababa todo lo que se hacía un día entero en un lugar específico y que se utilizaba principalmente en Gringotts, en Azkaban y lo utilizan los Aurores en situaciones especiales. Ella lo había sacado con la firma del profesor de encantamientos con la excusa por unos hechizos que éste había nombrado en clase y ella, Hermione, haciéndose la interesada había conseguido el permiso, lo había cogido, buscado el hechizo, practicar con él durante un buen rato y aplicarlo en toda la biblioteca para así saber lo que Dumbledore había estado buscando por allí ya que en una de sus guardias nocturnas lo había visto salir de la biblioteca, algo raro en él debido a que éste según lo que le había contado Harry tenía un montón de instrumentos y libros raros y antiguos en sus estanterías.
Hermione realizó el complicado hechizo mientras que con ayuda de Ginny consiguió despistar a la bibliotecaria que siempre estaba encima de los estudiantes para que no incumpliesen las normas en su de trabajo gracias a una de las invenciones de George y Fred.
-Gracias, Ginny. Sin ti no sabría como habría podido despistar a la Bibliotecaria ( no me acuerdo ahora del nombre).
-De nada. Si con eso ayudo a que Harry regrese del lugar donde esté- dice Ginny una vez que Hermione había salido de la biblioteca ya que a ella la habían echado del lugar.
Pasaron los días y el hechizo no relevaba ninguna cosa en particular solo estudiantes que iban y venían del lugar mirando y cogiendo libros para sus clases y deberes. Pero en una noche que estaba haciendo guardia por los pasillos del colegio vio como Dumbledore salía de la biblioteca con una cara muy preocupada dirigiéndose hacia la torre norte, la de astronomía. Hemione dijo a Ron que la esperase en la base de las escaleras mientras ella iba hacia arriba a averiguar algo de información. Ella con todo el sigilo del mundo y a una cierta distancia del profesor para que no la descubriese lo siguió llevando encima todo el trayecto un sentimiento de ir sucia por romper normas y estar espiando al Director, todo eso valió la pena según ella ya que vio en lo alto de la torre a la Profesora Sinistra (me parece que es esta la de astronomía) y a Firenze además del profesor Dumbledore. Y empezó a escuchar una conversación interesante o eso le pareció apuntando todo en una libreta que siempre llevaba encima.
-Hoy tampoco he tenido suerte en la búsqueda de una forma de liberar a Harry ¿Qué han dicho hoy las estrellas y los planetas?- pregunta Dumbledore.
Así que Harry estaba en aprietos y el Profesor Dumbledore había mentido a todos para que no nos preocupásemos de lo que le podría pasar, era un hipócrita, pensó Hermione.
-Hoy marte esta de un color rojo vivo y mercurio tiene un color azul mar- comento Firenze al cielo con aire soñador.
-Hoy los planetas están muy extraños, tanto marte como mercurio han tomado una coloración poco común y se han alineado con el planeta formando una conjunción muy peculiar indicando cambios del pasado- informó Sinistra comentando las palabras de Firenze de una forma más entendible.
-Muchas gracias- Dumbledore mira por el telescopio que había hecho aparecer por magia y después de estar un rato mirando al cielo- Venir a mi despacho si hay alguna novedad.
Hermione se fue escaleras abajo para seguir con la ronda con Ron antes de que Dumbledore bajase y les pillase rondando cerca de él.
Al día siguiente, Hermione reunió a todos de la ED para comunicar a todos ellos lo que había averiguado de sus investigaciones tanto en la biblioteca con el hechizo como espiando a Dumbledore en la torre de Astronomía con otros dos profesores.
-Os he reunido de nuevo desde el año pasado para comunicaros que es lo que más o menos le ha ocurrido a Harry. Nuestro compañero y amigo nuestro que el año pasado se ofreció voluntario para enseñarnos todo lo que sabía y gracias a lo cual todos pasamos los TIMOS o el examen de Defensa con muy buena nota- empieza a comentar Hermione creando a todos sus compañeros una gran expectación- He descubierto que Dumbledore guarda información sobre el verdadero paradero de Harry y que lo que nos dijo a todos no es verdad debido a que él busca una forma de sacar a Harry del lugar donde Voldemort lo haya metido.
-¿Y cómo eso es verdad?, estamos hablando del profesor Dumbledore- comento Cho astutamente que le siguió los ademanes de cabeza de todos los compañeros del grupo exceptuando al grupo que fue al ministerio con Harry.
-El profesor Dumbledore no es tan bueno y sabio como todo el mundo lo pinta- comenta asqueada Ginny- En mi primer año estuve dominada por el diario del que no debe ser nombrado, Dumbledore lo sabía y no hizo nada. Es más envió indirectamente a Harry a rescatarme sabiendo las posibles consecuencias que eso acarrearía. Siempre Dumbledore sabía todo lo que hacía Harry durante estos últimos años y no hizo nada, lo que pretendía era crear un arma perfecta para destruir definitivamente a Voldemort y vosotros no lo veis- termina entre lloros y gritos saliendo de la sala de requisitos seguida de cerca de Ron y Hermione dejando a los demás atrás con la boca abierta.
La alcanzaron en la sala común de Gryffindor antes de que subiese a su cuarto de quinto.
-Ginny, ¿Te encuentras bien?- le pregunta preocupada Hermione.
-Sí, no te preocupes Hermione. Sólo es que me repatea ver como los demás continúan sus vidas sin hacer nada por Harry cuando él ha tenido una vida desagradable con sus tíos muggles y luego aquí con sus aventuras para que ellos tuviesen una vida feliz- comenta Ginny sentándose en las escaleras que llevaba a los dormitorios de las chicas.
-Sabes hermanita que estamos a tu lado para lo que quieras- comenta Ron sorprendiendo a los dos chicas que hasta el momento se había mantenido silencioso- Sé que aún lo quieres y que el año pasado lo intentaste olvidar.
-Gracias Ron- le agradece su hermana- Bueno, nos veremos a la hora de comer- se despide subiendo al cuarto de las de quinto.
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-Un Dragón ¿blanco?- comenta sorprendido Harry.
Donde tenía puesta la mirada había un reptil aéreo conocido como Dragón pero que no se parecía mucho a los que Harry había visto alguna vez ya que tenía un morro alargado y redondo con unas cuantas hileras de dientes de un tamaño proporcionado y afilados, unos ojos achinados con el iris de un color azul hielo y de forma triangular, una orejas en forma de pirámide acompañadas de dos cuernos amarillos echados hacia atrás, tenía un cuello corto y delgado, el cuerpo en la zona superior era más ancha que en la parte inferior, las patas delanteras eran delgadas, ágiles con falanges distales con posibilidad de maniobrar con objetos, las patas traseras eran más redondas y fuertes para sostener el cuerpo en tierra, la cola medía unos cincuenta centímetros terminando en cuatro púas, una a cada latitud, por la espalda le pasaban dos hileras de filas de púas recorriendo desde la cabeza hasta las púas finales, y naciendo desde la espalda había dos pares de alas en formación de libélula pero constituidas por un material muy parecido al diamante ya que se podía ver similares propiedades con ese magnífica piedra preciosa.
-Sí, hijo. Un Dragón Blanco. El ejemplar de dragón más extraño y poderoso que ha habitado en el planeta- comenta Jemm- Aunque debo admitir que es la primera vez que veo uno, jejejeje, es que el último que se vio por estos parajes fue mi abuelo- añade al ver la cara de sorpresa de Harry.
-No pongas esa cara, ahijado- comento Sorius, lo había llamado ahijado ya que lo consideraba como tal además de que lo presentaría a la cueva como miembro con sus padres- Es un honor conocerte- añade refiriéndose al dragón extendiendo la mano.
-Es un placer hablar con el padrino de mi padre- comenta el Dragón devolviéndole el saludo.
Estas palabras en Harry le causó un shock.
El dragón había hablado con voz humana, esos dos mayores sabían sobre esa especie y seguro que todo el mundo de esta época también lo sabría. Un momento, el dragón le había llamado padre... ¿por qué?. Esos eran sus pensamientos antes de caerse al suelo siendo recogido rápidamente por Jemm que lo había visto venir.
-Hace un momento, mis sentidos han fallado y he visto a un Dragón hablar- comenta Harry recuperándose gracias a un remedio aromático en el hogar del Dragón con la ayuda de su madre, Liria.
-Pues... Hijo. Tu vista no ha fallado y si que has visto a un dragón hablar, más exactamente un dragón blanco, el más raro de todos ellos y el único que se puede comprometer con un ser humano- comenta Liria al principio un poco preocupada de la posible reacción que podría tener Harry pero luego terminó con orgullo.
Ante esto, Harry lo único que podía hacer era aceptar el hecho de que todo podía ser si por el medio se encontraba la magia y que Liria era incapaz de mentirle.
-Ahora mismo esa pequeña bestia esta jugando con Lil- comenta Liria al ver a su futuro hijo ensimismado en sus pensamientos y diciendo bestia como un apelativo cariñoso.
Ante estas palabras asiente con la cabeza, se acomodó entre las mantas que le habían servido en esta ocasión para recuperarse.
-Madre. Me puedes contar algo de esa especie de Dragón- le pregunta Harry a Liria.
-Claro, mi amor- dice revolviéndole el pelo- El Dragón Blanco es la última de las especies mágicas que hay en el mundo debido, la más poderosa y la más civilizada de todas ellas por eso es la última de todas ellas porque ha sido capaz de adaptarse a las situaciones climáticas que ha sufrido la tierra refugiándose en muchas ocasiones entre los fuegos de los humanos, nosotros. Pero desde hace varias generaciones no se ha sabido visto ninguno hasta ahora, en el que tú, mi pequeño, se ha hecho cargo de una cría- lo abraza efusivamente- Es una especie pequeña de no mas de dos metros de alto y siete de largo, de un color blanco que refleja los rayos de sol, come de casi todo (omnívoro) y sus poderes se desconocen pero las leyendas que se cuentan dicen que pueden hablar como hace poco ha demostrado, puede tele- transportarse de un sitio a otro, puede lanzar hielo y fuego por la boca, desgarra todo lo que toca con sus garras y pinchos y una de las cosas es que con su velocidad aérea puede imitar a los rayos del sol y provocar destrozos como él ( se refiere al sol)- dice terminando de explicarle.
-Muchas gracias- le responde Harry- ¿Qué puedo hacer con él?
-Pues tendrás que cuidarlo- responde ésta- Gred, no te escaquearás como tu padre y tendrás esta responsabilidad.
Ante estas palabras a Harry no le quedó otro remedio que acarrear con la carga de cuidar al Dragón Blanco que lo llamo Sally al tratarse de una hembra, la cual se entendía perfectamente con todos del hogar, a Liria le ayudaba en lo que podía en las tareas de la casa y hablaban de como sobreproteger a Harry, con Jemm y Sorius les ayudaba en la realización de algunas travesuras a otros de la cueva porque a lo largo de un día si no estabas atento caías en todas las bromas que ponían todos los de la cueva ( como a Harry le ocurrió el primer día que salió que se vio echando burbujas por la boca durante una hora por haber comido un caldo que le habían dado), con Lil se lo pasaba jugando todo el día a juegos de niños de esa época, con la que llamaba mama, Jen, por tener el olor de Harry encima le ayudaba en las tareas de su hogar y en todo lo que podía ayudarle y por último con Harry, su padre, al principio estuvo pegado a él haciendo todo lo que éste hacía imitándole, luego continuó con seguir los mismos ejercicios que realizaba en su entrenamiento, comía lo mismo que éste y por último lo acompañaba o estaba pendiente de él ayudándolo en lo que necesitaba.
-Bien, Gred. Veo que has cogido la forma necesaria y la destreza para pasar al último punto antes de pasar a la caza, la cual aprenderás de la forma más dura que es ir solo- hizo una pausa Sorius- Te enseñaré a luchar, al ser yo el mejor en la materia descartando por supuesto a mis amigos, Jemm y Remmsay. Primero te enseñaré a defenderte y atacar sin armas para luego ir pasando al manejo del cuchillo, el hacha, la lanza y el arco.
Sorius empezó a enseñar a Harry las posiciones básicas de defensa y prácticamente todos los movimientos en un baile individual. Después de horas de movimientos en solitario bajo el sol de Otoño con la supervisión de Sorius que lo corregía en lo que hacía, pudo pasar a la segunda fase del entrenamiento que consistían en sesiones de luchas contra otro contrincante para comprobar el grado de su nueva habilidad. Al principio tuvo serias dificultades para mantenerse en combate por la gran habilidad y reflejos de Sorius yendo entre los cuidados de Liria y Jen nada más terminar, pero al cabo de unas semanas conseguía mandar a su rival al suelo e inmovilizarlo.
-Gred ya has comprendido el arte de manejar tu propio cuerpo en la lucha por lo que pasaremos al manejo de las armas- comenta Sorius después de recuperarse de la última paliza que le había ocasionado el nombrado.
Como ocurrió en la anterior ocasión, le empezó a enseñar como sujetar las distintas armas, como utilizarlas y donde dañar con ellas a sus rivales, para luego pasar a como disponerse en el terreno con una arma a nivel defensivo y al ofensivo. Luego le empezó a enseñar todo tipo de movimientos con el cuchillo, hacha y la lanza como a lanzarlos con puntería aunque esto último tenía el problema añadido de que no veía bien.
-Gred, apunta bien. La diana esta a más de dos metros de distancia del lugar donde tu anterior cuchillo ha caído.
-Lo sé, pero esta vista no me deja- comenta Harry irritado.
-Gred, ves con Jen que te la arregle- comento Sorius rotundamente- Ella es la especialista en la medicina y los elementos.
Harry a regañadientes fue hasta donde estaba Jen y entre tartamudeos le explicó el problema que tenía e imponiendo sus manos en las órbitas oculares y con ayuda de Sally consiguió corregir totalmente el defecto de visión de éste y como muestra de agradecimiento le depositó un beso en la mejilla poniendo a ambos colorados.
Harry desde que tuvo la visión perfecta empezó a dar en las dianas sin ninguna dificultad clavando las armas lo más profundo y centrado en los blancos, ganando los elogios de Sorius. Al final después de que ya tenía el manejo de las armas y sabía realizar todas las danzas defensivas y ofensivas, las cuales le había costado una temporada pillarlas por falta de ritmo interno respecto a la música pero que gracias a todas las chicas de la cueva que le habían dado clases para ello por indicaciones de Liria, empezó con los enfrentamientos con Sorius pero con armas de madera que solo ocasionaban contusiones en el cuerpo. En estos enfrentamientos, Harry tuvo más dificultades que en el cuerpo a cuerpo ya que Sorius se movía con una gran destreza dejándolo de lado en todos los ataques que intentaba como si él estuviese yendo a cámara lenta y recibiendo palos por todos lados.
-Venga, Gred. Levántate, que solo llevamos cuatro días entrenando con armas y te has pasado mas tiempo en el suelo que en pie- comentó burlonamente Sorius en una de las ocasiones que se encontraban entrenando mientras que entre Jemm y Remmsay estaba sujetando a Liria para que no se lanzase a buscar a Harry y le pegase a su amigo.
En los siguientes entrenamientos fueron una retórica en todos los sentidos hasta que Jemm le enseñó un método que le cambió el punto de vista a la lucha entre ambos.
-Cariño, podrías enseñarle el método de nuestro hogar- le azuza Liria en cada instante en que puede.
-Esta bien, se lo enseñaré- dice vencido Jemm pero con una sonrisa en el rostro- Gred puedes venir un momento.
Harry que en ese momento se encontraba descansando entre uno de los sitios de la cueva donde los jóvenes se reunían para hablar, se queda sorprendido por la llamada y va hacia donde estaba el jefe de la caverna.
-Gred. Tu madre y yo hemos decidido enseñarte una perspectiva de lucha que ha pasado de generación a generación en nuestro hogar y que ha servido para estar en lo más alto de la jerarquía del clan- comenta muy seriamente llevando a Harry a un claro fuera de la vista de cotillas- Verás, lo que te voy a enseñar no es ningún movimiento especial sino algo psicológico más o menos, es decir, que lo que tu cuerpo experimentará será una explosión interior que te hará ver el mundo de una perspectiva diferente.
Ante estoy Harry se quedo desconcertado. No pensaba que un método de lucha se tuviese que ir meditando para potenciarlo si no más bien practicarlo aunque había oído hablar en alguna ocasión en la televisión cuando le dejaban verla alguna clases de deportes que realizaban clases de meditación.
-Bien. Ahora dame tus manos- comento Jemm cogiendo las manos a Harry- Cierra los ojos y concentrarte todo lo que puedas dejando la mente despejada y clara.
Harry tenía cogido a Jemm de las manos fuertemente mientras se concentraba al máximo como le habían enseñado para hacer aflorar todo su potencial mágico cuando sintió de repente una descarga recorriendo todo su cuerpo notando como éste se empezaba a parar, los latidos se hacían lentos y muy pausados, su respiración se hacía lenta y forzosa y su piel empezaba a exudar excesivamente hasta que al final todo paso y su cuerpo volvió a la normalidad.
Ya pasado el susto, Harry se dio cuenta que sus sentidos se habían agudizados y que notaba cada molécula y partícula de magia que desprendía cada objeto animado y no animado. Desde ese instante Harry comenzó a ganar a Sorius en las peleas con las armas de maderas ya que había predecido todos los movimientos de este último además de que lo veía cada movimiento a cámara lenta como ocurre en Matrix.
Al final, llegado la noche de la iniciación Harry ya se podía decir que era un experto en la supervivencia con solo cuatro meses de entrenamiento ayudado por Liria, Jemm, Sorius, Remmsay, Jen y el resto del campamento que le habían ayudado en todo lo que sabían y admitido dentro de la caverna como uno más, pero tenía que pasar la iniciación de la madurez para considerarlo definitivamente como un miembro del clan además de pasar a ser un hombre y no un niño como hasta ahora se le trataba más o menos.
-Buenas noches a todos, estamos en esta noche de luna llena y en el hogar central para celebrar un banquete en honor a Gred que mañana se irá para un ciclo lunar lejos de nosotros en esta dura época del año- comienza a decir Jemm una vez que todos se hubiesen callado y subiéndose a un montículo que hacía de pedestal donde la gente que se subía para tomar la palabra para hablar- Si consigue pasar la prueba, volverá hecho un hombre y un miembro más en la caverna además de que nosotros- refiriéndose a Liria, Lil y a él- nos reuniremos con el hijo o hermano que hemos adoptado desde el día que llegó.
-Yo os quiero agradecer de corazón toda vuestra ayuda que le habéis brindado a él como a nosotros por los momentos difíciles que hemos pasado durante estos meses- comenta emocionada Liria.
-Os lo merecéis y más él- gritan los gemelos Fredi, Georg que se encontraban medio ebrios por las bebidas fermentadas- que es un tío bien enrollado.
Ante estas palabras todo el mundo se empezó a reír y comenzó la verdadera fiesta donde todos los miembros del clan empezaron a beber exceptuando los niños- Lil, Nevill y Laven- y Harry que todavía se lo consideraba como tal hasta que no hubiese pasado la prueba, además de que alguna de ellas empezaban a acaramelarse alejándose de la multitud a sitios más oscuros e íntimos donde realizaban el acto amoroso. Y los que no se iban se quedaban en torno del fuego realizando complicados movimientos de baile al sondo de tambores hechos de cuero estirado y de flautas constituidas por huesos de aves en el cual Harry participó por insistencia de Jen y con la cual aprendió varios movimientos mientras se reían de si mismos y de otros que también estaban bailando.
Al día siguiente, mas bien temprano para no hacer más difícil la despedida Harry se había levantado temprano y guardado todo en una mochila, solo Jemm, Sorius y Liria se habían levantado a la vez que él o todavía como lo veía Harry que aún no se habían ido a dormir. Harry con un movimiento rápido de su arco y con los ojos cerrado indicó con una flecha la dirección que iba a tomar para alejarse del campamento e internarse en la fauna salvaje para sobrevivir durante un mes solo entre las bestias y en la época más dura de todas, el invierno, y que además según algunos rumores que habían llegado y que podían dificultarle la existencia era que algunos jóvenes de la cueva de Mot también habían elegido estas fechas para realizar la prueba de madurez. Recogió su mochila constituida de piel de dragón hecha por Liria para él con su pieles de dormir, ropa de abrigo de todo tipo de pieles de animales, calzado especial para caminar por las nieves, unos monóculos que te protegían del reflejo del sol en la nieve y de los vientos que se levantaban en las ventiscas y por supuesto sus armas para la caza de animales de todo los tamaños y para defenderse de estos también como algún instrumento para recolectar alguna planta invernal que le sirviese para subsistir en este duro clima.
La flecha había indicado el sur, el camino a la civilización del gran río de la madre tierra, como le habían dicho y por donde no se aventuraban mucho debido al escaso interés de exploración o viajar para conocer tierras extranjeras donde la mayoría tenían escaso poder mágico y sus vidas estaban atadas más a las luchas entre ellos o contra los cabezas chatas (Neandertales).
-Ten cuidado- le dijo Liria cuando Harry se ataba la mochila a la espalda para dirigirse hacia la dirección en la que le había indicado la flecha- No te acerques mucho a otras cavernas al estar el ambiente en el continente cargado de odio y donde dentro de poco se producirá la batalla donde una de las dos especies humanas se alzará sobre la otra dejando a la otra en le extinción.
Ante esto, Harry solo puedo dar su palabra e irse con la salida del sol hacia el sur desapareciendo entre la hierba alta de la estepa.
SIENTO MUCHO LA TARDANZA PERO ENTRE LOS EXAMENES, EL JUEGO DE HP3 QUE HA SALIDO Y QUE EL VIERNES 4 QUE TUVE UN DÍA NEFASTO EN EL QUE ME SALIÓ TODO MAL INCLUIDO DOS EXAMENES Y PERDIENDO TODO LO QUE LLEVABA ENCIMA DE VALOR PERO CON LA SUERTE DE RECUPERAR LO PERDIDO EL SABADO VOLVIENDO AL LUGAR DE LOS EXÁMENES. TODO ELLO ME HA DEJADO LAS HISTORIAS A UN SEGUNDO PLANO. ALGUNAS EXPLICACIONES: DONIER- ZELANDONI- SIGNIFICA ALGO ASÍ COMO CURANDERA Y HECHICERA DE ESA ÉPOCA. DONI- ERA EL NOMBRE QUE PONEN A LA MADRE TIERRA QUE LA CONSIDERAN COMO LA DIOSA SUPREMA. ESPERO QUE EL PROXIMO CAPITULO LO ACTUALICE MÁS PRONTO Y ESPERO VUESTROS REVIEWS.
