Capitulo 10: Nacer del Fénix

Unos cuatro hombres porteando una enorme silla con techo de un color negro sin dejar ver que persona viaja en su interior iban directos hacia un campamento habitado por individuos de indumentaria oscura y mascaras blancas en lugar de nadie, en medio de un enorme desierto.

La silla cae suavemente en medio de ese campamento rodeada de todos los individuos con capas y vestimentas del desierto con sus respectivas mascaras blancas sin dejar ver los rostros, se hacían llamar mortifagos, se pusieron arrodillados para recibir a su señor. Del interior de la enorme construcción sale un hombre alto de piel clara, con porto y poder superior a todos los que le rodeaban, era Lord Voldemort, mira a su alrededor buscando a alguien conocido.

-Avery- ordena a unos de los que se encontraba arrodillados- Encárgate de esos mugrientos y repulsivos muggles, me han servido hasta venir aquí pero ahora no los necesito y alguien de vosotros recibirá una sesión de agradecimiento por ser tan incompetentes a la hora de localizar el lugar y no poderse aparecer- añade mirando fríamente a sus sirvientes mientras estos se movían inquietos.

Avanza unos pasos entre el campamento hasta meterse en la tienda que habían instalado para él, una enorme carpa de un color negro, plateado y verde con todo tipo de lujos que había en su mansión( su trono imponente de un color negro, las antorchas, el suelo de un frío mármol,...).

-Bien, McGregor. ¿Dónde está la tumba de Set?- comenta Voldemort instalado cómodamente en su trono.

-Señor, esta a quince minutos en dirección suroeste del campamento- comenta el nombrado con temblores por todo el cuerpo- Señor, no es nuestra culpa que no hayamos podido penetrar en el recinto, tiene como una especie de escudo.

-Bien, bien. Eso ya lo sabía, imbécil, sino no habría venido hacer el trabajo que había encargado. Mañana me encargaré de ese asunto pero ahora...Cruccio- comenta cruelmente Voldemort.

El mortifago se revuelca por el suelo durante unos minutos por el dolor que pasa por su cuerpo, mientras los otros cabecillas de la búsqueda están arrodillados temblando por el castigo que recibirían después. Luego cada uno de ellos recibió su sesión de dolor a manos de su señor.

-Ya tenéis suficiente por el momento y tenéis suerte de que aún os necesite si no moriríais por incompetente- comenta cruelmente levantándose del trono y sentándose a la mesa ya puesta para la cena- Ahora marchaos y dejar todo preparado para mañana, será un día duro para vosotros. Dejadme cenar solo.

A la mañana siguiente, Voldemort sale preparado para lo que sus sirvientes le habían dicho y documentado en pergaminos. Tenía que destruir un complicado entramado de escudos pero por suerte eran muy antiguos y debilitados con el tiempo, sería cuestión de minutos el destruirlo.

Guiado por el jefe de la expedición Voldemort y otros veinte mortifagos más se dirigen al punto exacto de la tumba mientras el resto permanecía en el campamento esperando ordenes de su señor.

-Aquí es amo- comenta el mortifago guía mientras su mano se quedaba parada en el aire por culpa de un escudo.

Donde indicaba el mortifago no había sino más extensión de tierra árida del desierto pero un pequeño perímetro de esa extensión estaba protegido por un potente escudo indicando que allí había algo importante.

-Apartaros unos metros- ordena Voldemort acercándose al escudo.

Con las manos toca el escudo mágico rodeándolo por todos los flancos sin dejar ningún puntos sin examinar intentando localizar el punto mas débil donde intentar destruirlo. Localizado una vez, introduce la varita mágica produciendo unas chispas con el contacto entre los dos elementos mágicos. La varita vibra unos segundos para luego quedarse quieta provocando ondas en el escudo.

Voldemort cierra los ojos y empieza a farfullar en un lenguaje no entendible por el resto de sus siervos, de repente de su varita empieza a salir una secreción negra extendiéndose por todo el campo. Una vez que todo la semiesfera, que es el escudo mágicos, esta cubierta por toda la sustancia oscura y opaca a la luz, ésta brilla intensamente durante unos segundos produciendo una luz intensa imposibilitando dejar ver nada a nadie oyéndose un gran estruendo en medio de la luminosidad.

El escudo estaba destruido, ahora se veía un enorme portón de enormes bloques de arcilla que se introducía en las profundidades de la tierra y en cada bloque de piedra se veían inscripciones y jeroglíficos de advertencia, de peligro y muerte.

-Veis mequetreces, no es tan difícil. Sólo es necesario una pizca de inteligencia para llevarlo a cabo- comenta asqueado Voldemort pero en su interior se encontraba algo cansado por el esfuerzo requerido para romper ese escudo- Cruccio

La maldición es lanzada al azar dando a un mortifago que se encontraba en el suelo que cae al suelo revolcándose de dolor y entre gritos de dolor pediendo clemencia.

-Ya me he cansado de todo esto, entremos a buscar lo que hemos venido hacer- comenta Voldemort introduciéndose en las entrañas de la tierra a través del pórtico seguido de cerca por sus mortifagos.

Al principio todo oscuridad, luego se ve un largo corredor alumbrado por antorchas que desprende llamas azules. Voldemort antes de pasar a esta estancia rectangular deja que unos cuantos mortifagos pasen delante suya que nada mas pisar el suelo con las botas las llamas de las antorchas se agrandan de manera desproporcionada recorriendo todo el corredor desde la entrada hasta la salida de la estancia convirtiendo en cenizas todo lo que se encontraba por su paso y dejando unos segundos el lugar sin oxígeno.

Los mortifagos que habían pasado delante de su señor habían muerte calcinados provocándoles una muerte dolorosa, el resto se quedaba quieto por el miedo y horror de lo que habían presenciado en unos segundos mientras Voldemort sonreía perversamente ante los hechos acontecidos.

-Eso les pasa a los que intentan ir por delante mío- comenta Voldemort cruelmente mientras aspira saboreando el miedo y horror de sus vasallos confirmándole que ahora nadie le desobedecería por absurdo de la petición.

Con un movimiento de la varita, las antorchas se apagan dejando en la oscuridad toda la estancia y empieza a caminar seguro en línea recta pisando unas determinadas baldosas. Los mortifagos levantan las varitas y dicen el hechizo de luz para ver por donde pisan y siguen a su señor intentando pisar por donde su amo pisaba teniendo cuidado de no activar otra trampa pero algunos de estos al pisar en lugares incorrectos provocan que flechas envenenadas les atraviesen en canal provocándoles una muerte dolorosa.

El siguiente recinto era una sala cuadrangular con tres pórticos custodiados por tres enormes esculturas felinas. Voldemort se encontraba tocando a las figuras de piedra cuando los 15 mortifagos terminaron de llegar a la sala, se da la vuelta para dirigirse a sus vasallos cuando las esculturas cobran vida y la figura del centro ataca a Voldemort destrozándolo y las otras dos atacan a los mortifagos que se intentan defender con infinidad de hechizos. Los dos primeros mortifagos caen bajo la mandíbula de las dos bestias mientras el resto se dispersa y esquivan zarpas y dientes por doquier con toda la agilidad que tienen a la vez que atacan con hechizos pero todos ellos rebotan en el fría piedra que constituye los felinos. Después de unos minutos, unos cuantos mortifagos se encontraban descuartizados por los suelos, otros heridos de gravedad apoyados en las paredes intentando repeler o ayudar a sus compañeros, otros inconscientes al estamparse con las paredes a merced de las criaturas de piedra y algunos que aún se encontraba en todas sus facultades intactas pero todos preocupados y asustados porque su señor había caído ante esas bestias. Bella era uno de esos mortifagos que se encontraba de pie defendiéndose como podía de las bestias cuando pronuncia una de las maldiciones imperdonables pegando a uno de los felinos y convirtiéndolo en polvo. Ante esta revelación el resto de mortifagos hacen lo mismo provocando la destrucción instantánea del resto de esculturas vivientes.

Pasado el peligro los mortifagos se reúnen, despiertan o curan lo buenamente que pueden a los que se encuentran en peores condiciones y contando a los muertos. Todos se encontraban preocupados porque ahora que no se encontraba su señor que iba a pasar con la guerra que se avecinaba pero algunos de esos mortifagos, los más poderosos y allegados al señor oscuro, se veían como el próximo señor oscuro...

Pero unos aplausos carentes de toda emoción cargados de profundo sarcasmo y antipatía, sacó de todos los presentes un escalofrío al saber quien era el que aplaudía.

-Pensé que nunca os desharíais de esas monadas de estatuas, pero con lo imbéciles que sois no me hubiese extrañado que me quedase solo al final de nuestra aventura- comenta cruelmente Voldemort con un brillo espeluznante en la mirada sentado encima de uno de los portones- Pero veo que algunos de vosotros pensaba ocupar mi lugar al ver que yo no estaba. No os he dicho un millón de veces que soy único y que no puede haber otro.

Todos los mortifagos se habían puesto de rodillas y mirando al suelo enfrente de su señor, afirmando con la cabeza o diciendo "sí" cada vez que éste hablaba.

-Pues parece ser que no- lanza la maldiciendo asesina matando a uno de los mortifagos- Veis lo que me habéis hecho hacer, espero que la próxima vez no se repita sino me encargare de que vuestras familias mueran delante de alguno de vosotros para luego éste morir dolorosamente.

Ante tan afirmación solo les queda a los mortifagos hacer una reverencia como afirmando. Voldemort cae al suelo con elegancia y se pone con las manos en cada uno de los pórticos intentado discernir el camino correcto, está así unos tres minutos.

- Por aquí- susurra Voldemort metiéndose por el túnel de la derecha.

Siguen caminando hasta que se encuentran ante un enorme abismo que separaba su destino final. Voldemort se para unos minutos ante el abismo, susurra unas palabras en voz baja y en voz baja otra vez habla consigo mismo como confirmando para sí lo que ya suponía.

Se encontraban ante un acantilado verdadero pero que tenía instalado un hechizo de confianza que actuaba de puente cuando la persona que cruzaba el puente a pie tenía confianza en si mismo pudiéndole cruzar e impidiendo que se cruzase de otra manera que no fuese a pie.

Voldemort con decisión se pone a cruzarlo y a los pocos pasos algunos mortifagos lo siguen y otros aún indecisos se quedan atrás. Algunos de los que cruzan caen a las profundidades del abismo sin oír el sonido de contacto con el suelo y otros, los que tenían confianza, siguieron a su señor al otro lado.

En total sólo habían cruzado ese puente tres mortifagos y otros siete de los cuales tres se encontraban heridos se habían quedado en el otro lado. Al final de los veinte mortifagos que habían iniciado la travesía por la tumba solo habían quedado diez, la mitad habían muerto.

Al otro lado había un largo pasillo terminado en una cúpula baja (como esas cúpulas que hay en las catedrales pero ésta a ras de suelo). El pasillo estaba flanqueado por criaturas muy parecidas a los dementores actuales pero con algunas diferencias en las extremidades, en la indumentaria y que portaban guadañas pero se encontraban encerradas en piedra por lo que parecía un sortilegio aun así se oía el sonido estertóreo de muerte que producían al aspirar el aire del ambiente. Al fondo, en la cúpula baja había tres sarcófagos en triángulo encerrando en medio de los tres una pila(como la pila bautismal) con una copa de madera negra posada en la superficie de piedra y su lado una mesa de madera del mismo color que la copa donde se veía un libro hecho por pergaminos de bambú, caña, tripas de animales,… escrito con extraños símbolos y posando sobre ellos unas cenizas.

-Quedaros aquí si apreciáis vuestras vidas- comenta Voldemort tajantemente con voz anhelante al ver esa reliquia- Voy solo.

Voldemort avanza rápidamente hacia sacando una daga de su cinto, al llegar a la altura de los ataúdes o sarcófagos se produce un tajo profundo en la mano manando de su mano un pequeño reguero de sangre. Voldemort se encarga de que la sangre caiga sobre los tres sarcófagos antes de cerrarse la herida. La sangre en vez de coagular empieza a fluir por los tres ataúdes cubriendo con su color rojo cada ranura que contienen dejando solo los símbolos que contienen los sarcófagos como islas en un mar, un mar de sangre en este caso. Una vez los sarcófagos cubiertos de sangre la pila emite un brillo rojo, confirmando la transformación del contenido de ésta (la pila) y por toda la cúpula se empieza a oír un continuo murmullo de rezo o plegaria.

Voldemort se dirige hacia la mesa apuntando con su varita las cenizas que hay encima provocando que su varita tiemble en su mano. Las cenizas se elevan de la mesa hasta situarse a media altura del señor tenebroso, empiezan a avanzar hacia Voldemort dividiéndose en dos ramas, dan vueltas alrededor de Voldemort, se empiezan a esparcir hasta que no se ve ya la silueta del mago tenebroso. Como todo ha empezado, termina. Las cenizas desparecen de repente como si nunca hubiesen estado allí y dejan ver una figura.

Un Voldemort mas imponente que nunca, de unos dos metros de altura, con una gran musculatura notándosela bajo una túnica color verde plateada con efectos de color negro al moverse ésta, unas manos firmes con unas uñas agudas como dagas unos rojos ojos cautivadores e hipnotizadores, una piel tostada por el sol y un largo negro pelo recogido en una elegante túnica...

-Levantar, levantar siervos de la noche, levantaros y proclamar vuestra venganza- empieza a recitar Voldemort- Yo seré vuestro guía, vuestro señor, destruir a la luz a mi lado, hacerme inmortal.

Se produce un pequeño terremoto en toda la estancia provocando la destrucción del sortilegio que encerraba a los dementores de las arenas sombrías provocando inmediatamente que el ambiente se enfriase, saliese humo por las bocas de los mortifagos, que temblasen recordando sus peores recuerdos pero los dementores de las arenas sombrías aún hambrientos de hambre no se movieron de su sitio si no se lo indicaba su señor (Voldemort). Y a la vez que ocurría eso la tapa de los sarcófagos se convertía en trizas saltando por todos lados trozos de piedra dejando una nube de polvo y tierra suspendida alrededor de los ataúdes, se oye unos gritos de rabia capaces de congelar la sangre de los vivos procedentes del interior de los sarcófagos, el polvo y tierra empieza a caer al suelo dejando ver unas criaturas espeluznantes. Vampiros en su forma original, la no humana, una altura de uno ochenta metros, sin piel aparente dejándose ver todos los músculos que están formados, en la cabeza una especia de protuberancias que recuerdan a las orejas de los murciélagos, y la mandíbula inferior dividida en dos dejando ver filas y filas de dientes puntiagudos (los que han visto Blade trinity pues como Drácula en su forma no humana).

Los vampiros salen de las tumbas, se colocan mirando a Voldemort y se arrodillan ante él.

-Amo, estamos para servirte- dicen los tres vampiros a la vez.

-Me alegra oír eso- dice sonriendo arrogantemente Voldemort- Traerme a esos tres inútiles hasta mi.

Los tres vampiros a una velocidad pasmosa se presentaron ante Voldemort de nuevo agarrando por los brazos a los tres mortifagos- Bella, McGregor y McQuintons- levantados unos dedos por encima del suelo.

-Sois de los mortifagos, los más inteligentes y poderosos, por decirlo de alguna forma y os voy a recompensar al daros la oportunidad de evolucionar, jajaja- se ríe fríamente sin demostrar ninguna emoción haciendo que los pelos de sus vasallos se erizasen.

Voldemort se dirige hacia la pila, coge la copa y la llena del liquido rojo que contenía ésta y sin preguntar ni nada les acerca la copa a cada uno de los mortifagos a los labios y los obligo a beber de su contenido.

A los segundos los mortifagos caen al suelo temblando y gritando de dolor mientras su cuerpo cambia. Sus bocas se alargaban como si les saliesen un hocico, sus orejas se volvían puntiagudas, los dientes eran ahora afilados como cuchillos, en la frente se les veía la marca tenebrosa, sus brazos se alargan hasta casi la altura de las rodillas, sus manos se convierten en garras, su tórax y abdomen se convierten en una coraza, por la espalda le salen pinchos por donde tienen la columna vertebral, sus piernas se estilizan y la planta de los pies solo apoyan en el suelo la punta donde ahora tenían afiladas zarpas,…

-¡Sí!- exclama jubiloso Voldemort- El principio del fin se acercaa….

……………………………..

-Con la máscara del rey de los muertos, sangre de mi sangre y el veneno que corre por tus venas, recuperate, sana y lucha a mi lado como un fiel sirviente, Anubis- recita Set pasando sus manos y la vara por el cuerpo de una joven pelirroja con una mascara de chacal puesta, un ungüento de color sangre cubriéndola toda entera y por supuesto con el veneno que corría por sus venas.

Al terminar de recitar el hechizo dos veces más, el cuerpo de Jen, se iluminó de un color azul-rojizo, la mascara del chacal se le une a la cara (como en la película de La Mascara) como si ahora fuese la cara de un chacal de verdad, y los pelos rojos se transforman en llamas rojas, el veneno deja de provocar la muerte y se transforma como un remedio ante todo veneno mortal haciendo que las convulsiones parasen inmediatamente y el ungüento se ha evaporado.

La cara de chacal, llamado Anubis, abre los ojos, se mira las manos, el cuerpo entero se endereza y mira a Set a la cara.

Era una cara humana con ojos de un azul vacío que al mirar te quedabas ido de la realidad, dura por los años en el desierto y morena que por detrás asomaban unas cuantas plumas negras que sujetaban una coleta, el cuerpo cubierto por una túnica gris rasgada por varios sitios cubierta por casi todos lados de regueros de sangre seca, se veía que tenía un cuerpo musculoso por años de entrenamiento, unas manos afiladas como garras, por detrás parecía que le sobresalía una cola terminada en forma de daga y la parte baja no se veía nada.

-Set, eres la muerte y destrucción pero por mis venas corre un hechizo que me obliga a obedecerte, manda y se hará- dice Anubis con voz cavernosa y de ultratumba.

Ante esto Set suelta una risa fría llena de júbilo.

-Lo sé, no soy tonto. No soy tan tonto para llamar al dios que guarda y comanda el inframundo sin poderlo controlar- comenta burlonamente Set dando una vuelta alrededor de Anubis y añade socarronamente- Ese cuerpo que tienes no esta nada mal, si no fuera por esa cara de perro te follaría para gozar.

Se ríe de nuevo Set mientras Anubis le mira con cara de pocos amigos.

-Sí, tengo un buen cuerpo. Joven y poderoso que es lo importante aunque sea de una mujer, que son las encargadas de velar por la vida- comenta Anubis poniéndose una túnica gris y dándole la espalda a Set.

-Irónico, un ser de muerte en un cuerpo de vida- añade Set mientras se sienta en una silla.

Anubis se da la vuelta y mira fijamente a Set a la cara.

-¿Qué quieres de mí?- pregunta Anubis directamente.

-Quiero que luches a mi lado, que me sirvas fielmente, que lleves las tropas del inframundo, todo eso para acabar con los que se me oponen- comenta Set lleno de fría cólera mientras con su vara quemaba parte del mapamundi que había en la tienda.

-Eso haré. ¿Dónde está la espada de Hanuma, la encargada de guiar a los ejércitos- comenta y pregunta seriamente Anubis.

-Está en tus aposentos, tercera tienda a la izquierda, la que tiene forma de pirámide- le contesta Set indicándole la salida.

Anubis sale de la tienda sin mirar hacia atrás, al sol del atardecer respirando el aire. Set se levanta y se acerca al mapamundi.

-Osiris, Thot,….todos vosotros que estáis en contra mía, ahora tengo a mi servicio la ultima pieza del puzzle que me faltaba para ganar esta guerra. Temblad porque mi victoria será aplastante, jajaja- comenta Set mirando el mapamundi donde se encontraba el campamento enemigo.

……………………..

En la cama de la sala de enfermería, una joven pelirroja llamada Ginny Weasley se despierta con un brillo de malicia en los ojos que nadie de los que se encontraban a su alrededor pudo ver.

-¿Qué tal te encuentras, hija?- pregunta preocupada Molly Weasley intentando acomodar a su hija en la cama con los ojos llorosos.

-Bien, mama- le contesta a su madre- ¿Me puedo levantar? Me encuentro mucho mejor- añade dirigiéndose a la enfermera que se había presentado al comunicarle que había despertado.

-Has estado en estado grave durante dos días, jovencita. Primero te haré una revisión y después estarás unas horas en observación y puede que luego con permiso del director puedas salir pero no antes- le responde seriamente la enfermera.

Ginny se pone de morros y su madre le regaña por eso, mientras el padre, Arthur, se encuentra detrás de su mujer sin comentar nada pero mirando con preocupación a su hija; y Ron y Hermione en ese momento se encontraban allí pero no estaban allí todo el tiempo porque tenían que asistir a las clases.

A las pocas horas Dumbledore pasó por la sala para hablar un momento con los Señores Weasley y con la enfermera Pomfrey.

-Bien, señorita Weasley. Según la enfermera Pomfrey estas en perfectas condiciones para llevar de nuevo una vida normal, sin rastros del veneno que antes pasaba por tus venas causando grandes estragos en tu organismo, y tus padres aunque preocupados quieren que sigas con tus estudios- le dice Dumbledore a Ginny.

-Gracias, Profesor Dumbledore- dice sonriente Ginny saliendo de la cama e impaciente por salir de allí.

-Pero cada día tendrás que venir, por lo menos una semana más, para comprobar tu estado de salud- añade Dumbledore y al ver la cara que pone la joven comenta- Sé que es una lata pero es por tu bien y así nos aseguramos que ha pasado el peligro del todo.

-Esta bien, lo haré- dice a regañadientes Ginny.

Una vez fuera Ginny y sin que nadie le viese la cara sonríe perversamente formándosele sombras en el rostro dándole un aspecto siniestro y se relame la boca con la lengua.

-Nos vamos a divertir, jeje- dice en un susurro frío.

En otra parte de Hogwarts, en un despacho con objetos plateados extraños, retratos de magos que impartieron sus enseñanzas y mandaron en ese colegio, una estantería en un lado con la espada de Gryffindor y el sombrero seleccionador, un telescopio en la parte de atrás, y al lado de una enorme mesa de roble un hermoso fénix- Faweks- durmiendo tranquilamente. En ese despacho había dos hombres hablando.

-Severus, lo que me cuentas,¿es cierto?- pregunta preocupado Dumbledore con el semblante triste.

-Totalmente, profesor Dumbledore- comenta Snape- Es imposible que la señorita Weasley se haya recuperado totalmente así de repente sin darle un antídoto. Ese veneno era mortal y desconocido, yo estaba investigando una cura para ese veneno pero sabía que no podía llegar a salvar a la joven Weasley pero ni de lejos estaba en el buen camino y lo único que pude hacer fue inyectarle un relantizador para que el veneno fuese más despacio.

-Ya, si. Es extraño, pero la señorita Weasley tiene un pasado interesante marcado por hechos insólitos y en ella puede ocurrir muchas cosas- comenta enigmático Dumbledore jugando con sus pulgares y dejando a Snape a velas.

-Muy bien. Bueno, si me necesitas, profesor, ya sabes donde encontrarme- se despide Snape saliendo del despacho.

Se acerca al fénix y lo empieza a acariciar haciendo que éste se despierte y suelte una nota melodiosa.

-Faweks, parece ser que los acontecimientos vienen uno detrás de otro sin que nosotros podamos hacer nada, solo podemos esperar que el destino mueva ficha para saber hacia donde movernos e intentar jugar nuestras bazas para mejorar nuestro futuro- comenta Dumbledore pensativamente acariciando al fénix.

…………………….

-Bien, Ra. No te hemos tenido que enseñar mucho para llevar a cabo un duelo con grandes posibilidades de victoria, solo recuerda los movimientos de la vara: hacia delante para realizar un ataque defensivo, movimiento lateral para rechazar un hechizo, y un movimiento de 360º en vertical para crear un escudo en caso de hechizos mayores- comenta Osiris después de un día entero o un poco más entrenando duro- Ahora descansa un poco que luego tendrás que ir con Horus que no es tan suave como la piel de Maat, jejeje.

Este comentario produce el sonrojo de Harry y la ira de Maat que le lanza una maldición a Osiris dejándolo en ropas interiores y huyendo del lugar saliendo detrás suya Maat.

Después de descansar durante unas cuantas horas sale del lugar mucho más relajado y tranquilo. Se dirige a un extremo del campamento pasando entre muchos habitantes del lugar y saludándolos. Al final llega a una carpa donde se encontraba Horus esperándolo para recibir las clases.

-Ya estas aquí, Ra. Bien, empecemos cuanto antes- comenta Horus- Lo que te voy a enseñar yo es a defenderte mediante armas ya que muchas veces uno no podrá utilizar la magia según en que condiciones se presenten.

Se dirige hacia una zona de la carpa donde están guardadas las armas y Harry va detrás suya.

-Nos saltaremos la parte de la agilidad ya que con Osiris tienes que tener mucha para poderle vencer como mínimo una vez, jejeje, por lo que pasaremos directamente al manejo de las armas. Estas armas- comenta señalando las que se veían- son armas especiales de entrenamiento, parecen reales, pero a la hora de atravesar a seres vivos se vuelven inmateriales.

Hace una demostración cogiendo una daga en intentándosela clavar pero lo único q ocurría era que la hoja de la daga desparecía cuando ésta iba a tocar piel.

-Empezaremos con al espada, luego iremos con las lanzas, después con las dagas y por último con el arco. ¿Te parece bien?-pregunta Horus.

-Todo perfecto, tu eres aquí el maestro,¿no?- responde Harry con una sonrisa en el rostro.

Empezaron con la espada, Horus lo primero que le enseño fue las poses de defensa y todas las maniobras de escape con la espada, luego se pusieron a practicarlo como si fuese una pelea de verdad(¡¡un, dos, un, dos,...así todo rato haciéndolo!). Harry terminó agotado, sudando mucho, mientras Horus estaba en perfectas condiciones, prácticamente descansado. Eso les costó toda la mañana, hasta que Harry estuvo preparado para pasar a la siguiente fase, el ataque(¡¡¡venga, venga, movimiento horizontal, muy bien, ahora un giro de 360º mientras haces un ataque descendente,...así!)

Unos días después Harry, ya era capaz de repeler y mantener una lucha igualada con Horus pero para ello Harry tuvo que sufrir mucho, recibir muchos golpes, estar por los suelos durante minutos recuperándose y exasperarse por la lentitud del proceso.

-Bien, eres capaz de resistir a mis ataques, de contraatacarme, por lo tanto ya estas preparado para la siguiente fase. Así que,…- pero no tuvo oportunidad de terminar lo que estaba diciendo porque unos gritos le interrumpieron.

Fuera, en el cielo, estaba volando un dragón que parecía de color blanco, inusual en ellos y estaba provocando el pánico entre muchos de los habitantes del campamento porque pensaban que iba a atacar en cualquier momento mientras parte de la guarnición de soldados que había en el campamento se dirigían a las caballerizas aladas para hacer frente a la amenaza.

Harry fue directo también allí, seguido de cerca por Horus. En las caballerizas se encontró con Osiris y el resto de magos conocidos planeando la estrategia contra el dragón.

-Por favor, dejadme ir a hablar con el dragón, me parece que lo conozco- comenta varias veces Harry interrumpiendo a los otros pero estos le dicen que es demasiado pronto para que se arriesgue.

Harry sin previo avisó coge un grifo y sale del lugar sin que los otros pudiesen hacer nada y Osiris impide que otros lo persigan o echen el vuelo dandole una oportunidad al muchacho.

-¡Dejadlo! Él sabe lo que hace- ordena Osiris.

Harry se acerca al dragón, el cual da vueltas alrededor de éste mirándolo fijamente y echando humo por la nariz. Harry a medida que se acercaba más a la criatura alada se daba cuenta de que se parecía mucho al pequeño dragón que dejó al cuidado de sus padres de la edad de hielo. Se parecía mucho a Sally pero en dimensiones gigantescas (escamas blancas y plateadas, cara alargada pero bien definida de bellas proporciones sin ningún cuerno si no se cuenta el comienzo de la cresta de llamas blancas que comienza al final de la cabeza y que continúa por toda la espalda hasta el final de la cola donde hay una serie de enormes pinchos recogidos, un cuerpo esbelto, brazos y piernas bien proporcionados) y parecía en buen estado de salud y en el rostro parecía que hubiese aparecido una sonrisa de repente.

-Padre- comenta la dragona- Sabía que te encontraría aquí.

-Sally, me alegra ver a alguien conocido- comenta Harry alegre.

Entonces Harry le empieza a contar todo lo que había vivido desde que desapareció de repente a medida que iban descendiendo altura para posarse en el suelo y luego Sally le cuenta a éste todo lo que había acontecido por el norte desde que había desaparecido(los del bando de la oscuridad habían realizado un ataque relámpago para deshacer la cueva pero no lo habían conseguido, entonces todos decidieron trasladarse a la cueva de los que defendían una posición más del lado de la luz, vencieron los del bando de la luz pero con la muerte de muchos, luego hubo un largo tiempo de paz de unos 700 años o un poco más hasta que los titanes se rebelaron) hasta que noto su presencia dejando a sus congéneres luchando contra los dragones de los titanes- dragones de fuego y lava principalmente- y yendo a la búsqueda de su padre.

…………………….

Mientras en Hogwarts empezaban a ocurrir cosas extrañas, pequeños accidentes a los alumnos y que alguno de ellos tuvo que ser ingresado en la sala de enfermería por fracturas y los que más grave entraban decían que alguien con unos ojos verde esmeralda los habían salvado de una suerte peor y que antes de que ocurriese todo oían una risa entre humana y perruna.

Ante ese misterio Ron convenció a Hermione para investigarlo y que dejase por el momento la forma de encontrar a Harry después de que Draco les hubiese insinuado algunas cosas al respecto.

Después de varios días investigando, entrevistando a los agredidos y mirando el mapa sin ningún éxito aparente llegaron a la conclusión de que había dos personas- una de ellas provocando los accidentes y el otro arreglándolo todo- y que se encontraban enfrentados o eso parecía.

Draco se encontraba persiguiendo a Ginny Weasley acompañado de sus dos gorilas ya que en esos últimos días la había encontrado muy rara, no se comportaba como una auténtica Weasley. Estaba en ello, cuando al doblar ésta una esquina la perdió de vista, empezó a correr para no perderla dejando atrás a sus dos compañeros. Al doblar la esquina se encuentra que todo el pasillo se encuentra despejado, da unos pasos en él cuando nota que el suelo empieza a moverse bajo sus pies sin que él pueda moverse del sitio donde se había detenido, parecía que le habían echado una clase de encantamiento muy complejo. Forcejea para liberarse cuando al levantar la vista ve que a unos cinco metros de él se a producido un foso que por los sonidos que llegaban de su interior no contenía nada bueno, por lo que forcejea cada vez más. Sus dos gorilas llegan al fin al pasillo e intentan lanzar algún hechizo coherente pero al final son sus propios hechizos quienes los noquean. Cuatro metros, tres metros, dos metros, un metro, diez centímetros,…sus pies dejan de tocar suelo, cae hacia abajo hacia un agujero que no veía el fondo cuando nota que alguien le agarra desde abajo y lo impulsa hacia arriba salvándole y solo ve unos ojos verdes entre vestimenta oscura.

Esos ojos, esos ojos, los había visto antes en otra persona y esa persona era su peor enemigo en el colegio, Harry Potter, pero no podía ser porque éste se encontraba en otro tiempo lidiando con problemas pero esos ojos verdes, no se los podía sacar de la cabeza, no podía…piensa y discurre unas horas después en sus aposentos.

-Ra, esta me la pagarás- comenta furiosa la cabeza de un chacal, Anubis, entre las sombras- Hallaré la manera para salirme con la mía y poderme vengar.

Al anochecer en la habitación de Ron, encuentra una nota indicándole que si quería saber todo lo que estaba ocurriendo esos días que fuese a la torre de astronomía a media noche. Ron se lo comenta a Hermione, ella interpreta ese mensaje como una posible trampa pero Ron lo desestima con absurdos argumentos y apelando a la valentía Gryffindor para llevar la aventura a buen puerto como las anteriores.

Set se encontraba en las afueras de su fantasmal campamento donde había unos enormes agujeros.

-Mosa, ¡pequeña!- exclama Set- Tengo un pequeño trabajito para ti, tienes que comerte a alguien.

De las profundidades del agujero más grande se oye un horripilante sonido como si fuese una confirmación de lo que Set había dicho.

-Ve al campamento de la Luz, busca y destruye al que traje el agujero negro- ordena Set señalando hacía donde se suponía que estaba el campamento enemigo.

Se produce un pequeño terremoto y la tierra se empieza a mover como si algo gigantesco se trasladase por el subsuelo.

-Harry Potter o ahora Ra, tu fin esta cerca- comenta a la noche fría viendo alejarse a su mejor criatura.

-Ron, ¿estás seguro que estamos bien viniendo?- pregunta Hermione por tercera vez en el trayecto hacia la torre de astronomía con la capa de invisibilidad puesta.

-Sí, si queremos descubrir la verdad y acabar con los ataques de una vez por todas- le responde Ron impaciente y acelerando el paso.

-Pues parece ser más una trampa que otra cosa- comenta Hermione expresando sus preocupaciones entrando ya al tejado de la torre de astronomía.

-Pues tienes toda la razón, Granger- exclama una voz entre las sombras a la vez que los desplaza hacía la pared provocando que soltasen las varitas.

La persona de voz atrae las varitas hacia él, mientras se mueve por las sombras.

-Sois tan predecibles que me dais hasta lastima, jejeje. Os he hecho llamar para explicaros que la razón por la que os he hecho venir es para mataros pero antes veréis el rostro que provocará vuestra destrucción- comenta cruelmente la voz yéndose hacia la luz.

-¡¡NO!- exclama Ron sin creerse lo que esta viendo.

-¡No, ¡Ginny!¿Cómo puedes hacerlo?¿Qué te pasa?- pregunta Hermione sin poderse creer del todo que la persona que tenía delante era la misma con la cual había compartido tanto sufrimiento en los últimos tiempos.

-Es fácil, en el cuerpo de Ginny hay un espíritu corrompido como ya ocurrió una vez, según he conseguido averiguar o me equivoco, ja ja ja- le responde brevemente Ginny- Mi nombre es Anubis y dentro de poco vais a entrar en mi reino de oscuridad.

Ron se levanta como ido y empieza a atacar a Anubis pero sin ningún éxito porque éste esquiva todos sus ataques antes de que alguno le llegase a rozar y de un puñetazo y una patada lanza a Ron contra una de las paredes de seguridad de la torre dejándolo inconsciente.

-Tu amigo a preferido quedarse inconsciente sin saber su suerte, es decir, la manera en que morirá pero ahora me ocupo de ti- comenta Anubis y eleva a Hermione por los aires- Haber como puedes morir- dice mas para si mismo- Dejarte caer de la torre no estaría mal.

El hechizo levitador deja a Hermione al vacío dispuesta a caer de una altura de mas de cincuenta metros y morir al estrellarse contra el suelo. Cuando una sombra atraviesa la distancia desde la puerta que llevaba a la torre hasta donde se encontraba Hermione atrapándola de la mano antes de que ésta cayese al vacío y por el trayecto atraviesa a Anubis provocando la desaparición del espíritu maligno dejando el cuerpo de Ginny puro de nuevo.

Hermione por la emoción se desmaya, el individuo que había ayudado a socorrer a Hermione y a Ron los cura y les hecha un hechizo desmemorizante antes de trasladarlos a sus habitaciones, iba a hacer lo mismo a Ginny pero ésta se despierta del desmayo que había provocado al quitarle el maligno espíritu y en el último momento decide dejarla como está sin echarle ningún hechizo.

-Señorita Weasley, tranquila que lo que ha pasado esta noche aquí solo lo recordarás tú y mientras vayas por el buen camino como habías hecho hasta ahora tus sueños se haran realidad- comenta la sombra o persona con ojos verdes.

-Entonces...- empieza a decir Ginny pero es interrumpida al ver los ojos de la persona que tenía delante y también el hecho de que la sombra había desaparecido de repente- Harry...- susurra ésta antes de dirigirse a su habitación en Gryffindor.

En medio de condiciones climáticas muy adversas con temperaturas bajo cero, un fuerte viento y una poderosa ventisca se encontraba Voldemort rodeado de los tres vampiros diurnos, unos cuantos dementores (de las dos razas), sus tres nuevos demonios que antes habían sido tres mortifagos ((al principio del capitulo sale)) y los mas poderosos mortifagos de entre sus filas.

Voldemort se encontraba allí para liberar un mal, un mal que había desolado las tierras del norte durante siglos hasta casi los tiempos del dios de los cristianos donde los elfos (como los del señor de los anillos)habían encerrado ese mal en una jaula de hielo, pero ahora Voldemort los iba a liberar para que bajo su mando provocasen la muerte y destrucción.

Con un movimiento de su varita, lanza un rayo dorado hacia el gran bloque de hielo que se encontraba delante suya provocando poco a poco que se resquebrajase y derritiese, así unos cuantos minutos, hasta que se empezaron a oír sonidos de movimiento de placas de hielo, agua y vapores. Todo se puso unos segundos en vapor blanco cuando Voldemort dejó de realizar el encantamiento, para dejar ver una zona yerma y fanganosa sin rastro de vida... pero unos segundos después de entre la tierra comenzaron a surgir brazos, cabezas, cuerpos,... eran seres repugnantes, deformes, de constitución como la del hombre pero sin ningún parecido aparente, eran Orcos- seres de la noche, seres de la oscuridad creados solo con el fin de dar muerte a la vida. Después de minutos que parecieron siglos para los mortifagos por el horrendo espectáculo que estaban presenciando al ver surgir esas nauseabundas criaturas, delante de todos los presentes se encontraba un ejercito de más de diez mil Orcos todos ellos listos para recibir ordenes de su nuevo amo.

-Ramser, Remsac, Rimgack- se dirige a los vampiros- Iros a Hogsmeade y provocar un poco el caos por allí antes de la muerte de Dumbledore.

-Bonito dragón- comenta asombrado Atón acariciando a Sally- No creo que necesites aprender el manejo sobre las criaturas mágicas.

-No sé- dice Harry modestamente- No creo que sepa todo sobre las criaturas mágicas y no mágicas.

-No seas tan modesto Ra- comenta admirada Maat- Si sabes manejar a un dragón sabes manejar a cualquier otro animal.

Harry mira a todos algo asombrado mientras la lengua de Sally le empapa todo la cara de saliva provocando la risa a más de uno de los que se encontraba presentes.

-Tiene toda la razón, Ra, Maat en esta ocasión ha dicho algo cierto- añade esto último en voz baja Osiris para que Maat no lo oyese y provocando unas risitas flojas de los que lo habían escuchado.

-Bueno, si es así. Entonces que me queda por hacer- pregunta Harry aún desconcertado por los últimos acontecimientos pero contento por no tener ninguna obligación de las que le habían comentado.

-La dragona se puede quedar por aquí- comenta Atón interpretando correctamente lo que Osiris le dice por los ojos.

-Eso esta bien. Ra, antes de que puedas descansar del todo y puedas preparar con nosotros la ofensiva contra Set tienes que encontrar tu forma de animal y para eso tienes que hacerlo tu solo- comenta Osiris llevándose a Harry del brazo hacia el otro extremo del campamento donde había un montículo de tierra.

-Sally, quédate allí con Aton y los demás, yo voy a terminar mi entrenamiento. ¡Hasta luego!- se despide Harry de todos.

Mientras que Harry y Osiris se iban hacia otra zona para ir a la última prueba para terminar su entrenamiento el resto se dirigía a la tienda o carpa principal dejando sola a Sally, la cual no quería quedarse atrás por lo que utilizó uno de sus poderes transformándose en un ser humano, una mujer bella de piel y pelo blanco y ojos dorados. Ante lo cual muchos de ellos se quedaron con la boca abierta por el despliegue de poder que había presentado y luego después de que los jóvenes se recuperasen de la impresión de la belleza de Sally en su forma humana partieron a la tienda central.

Al llegar al otro lado, Osiris con la vara pega en el suelo y de entre la arena, donde antes estaba en montículo, sale una enorme esfinge con una descomunal cabeza que pregunta:

-Todos pasan por mí y yo no paso por nadie todos preguntan por mí y yo no pregunto por nadie.

Osiris se va del lugar dejando a Harry solo pensando en la adivinanza y después de unos minutos cavilando la respuesta responde.

-La calle- responde.

La esfinge como respuesta abre la boca indicándole con un gesto de la mano que tiene que entrar, dentro solo se veía una niebla.

Harry con decisión entra en el interior de la esfinge y oye una voz que le indica que se siente y se concentre en su interior y que busque una esencia, una nueva a parte de la suya propia y que el resto del proceso se encargaría de hacerlo el entorno mágico donde se encontraba.

Mientras Harry se encontraba en el interior de la esfinge, Osiris, Maat, Horus, Thot,... se encontraban en la tienda principal viendo las avances del enemigo en el mapamundi.

-Esto me huele mal, Set se encuentra muy tranquilo mientras sus aliados en el norte están perdiendo terreno y la guerra- comenta Thot observando todo con ojo crítico.

-Sí, eso no es propio de él- comenta Osiris- Él, que es un egocéntrico, tiene que girar todo a su alrededor y sobre todo si tiene la oportunidad de echar mano en el norte.

-Bueno, en todo caso. Eso son buenas noticias, pronto en el norte acabará todo provocando también en pocos meses el final aquí- comenta Maat algo emocionada.

-Yo no estaría tan contenta, Maat- le reprocha Thot- Todo eso en el norte está muy bien pero el comportamiento de Set y de su ejercito no sigue ninguna lógica que ha hecho éste en los últimos diez años y él no es de los que cambian así porque sí. Tiene...

Pero no termina de comentar esa última frase porque por la entrada pasan tres figuras, tres figuras de mujeres imponentes con reflejos dorados y plateados, eran Veelas.

-Sentimos interrumpir- se disculpa una de ellas- Pero hemos venido para ayudaros en vuestra lucha con el mago oscuro llamado Set.

-No pasa nada, sois bien recibidas. Toda ayuda es poca- comenta Osiris contento y algo embelesado por el poder de las veelas.

-Yo tenía entendido que las Veelas no luchaban activamente en ninguna guerra mágica que ha habido- comento Thot con alguna suspicacia.

-Así era hasta que no tamos la presencia del Padre en este lado del planeta y hemos venido ha ayudarlo en todo lo que podamos hacer- comenta la misma Veela de antes.

-Levántate Maat, no te tienes que arrodillar. Estas perdonada, hija- comenta la Veela más majestuosa de las tres a Maat que se había arrodillado ante la presencia de las tres Veelas.

-Gracias, madre- dice Maat levantándose con los ojos llorosos por la emoción y se abraza a la Veela.

Mientras Sally lo veía todo divertida, otros lo veían muy serios o muy emocionados por lo que estaban viendo, pero todo se interrumpió de repente al sentir un pequeño terremoto.

-¿Qué ha pasado?- pregunta Thot preocupado yendo rápidamente al mapa a ver si en él había ocurrido algún cambio en esos minutos.

-¡No puede ser!- exclama Osiris mirando el mapa como el resto después de Thot- ¡Mosu! Rápido, dar el toque de alarma, ese horripilante bicho a sobrepasado nuestras defensas y en segundos estará aquí.

- ¡Ra, ¡Harry, ¡Padre!- exclaman muchas voces femeninas dentro de la tienda a la vez preocupadas por Harry.

Todos salen de la tienda con las armas listas para atacar y atentos a cualquier temblor debajo de sus pies preparados para saltar lateralmente para esquivar las mandíbulas de la criatura. De repente siente una fuerte explosión en la zona de la gran esfinge (donde estaba Harry) como si viniese de las profundidades de la tierra y a los segundos ven como la tierra sale volando por todos lados, una mandíbula con miles de dientes de un enorme gusano atrapaban en el aire a la enorme esfinge y la hacía trizas, todo eso en el aire, en unos segundos; luego cerraba la boca a medida que caía al suelo.

Mientras el resto de campamento (acampados al 100 de sus capacidades) que no se había quedado destruido intentaban frenar al gusano, pero en balde.

……………………………………..

En las vacaciones de navidad, Ginny se comportó como la chica alegre que era delante de sus hermanos, padres y Hermione pero cuando se encontraba sola se ponía a llorar al recordar todo lo que había hecho sin que ella pusiese su alma en el intento de impedirlo ya que de alguna forma ella también disfrutó lo que ese espíritu maligno hacía. Todo lo bueno y malo al final pasa deprisa sobre todo durante las vacaciones por lo que tuvieron que ir de nuevo al colegio.

Era un sábado, segunda semana después de las vacaciones de navidad, día de excursión a Hogsmeade (el pueblo mágico) y la mayoría de los estudiantes iban para realizar las compras navideñas, aunque Ginny no iba a ir porque no quería ver como los demás se divertían mientras ella se moría por dentro al recordar todo lo que había hecho en esos últimos días, sobre todo el intento de asesinato de su mejor amiga, Hermione, y con la excusa de los TIMOS se había quedado en la sala común.

Ron y Hermione se encontraban tomándose unas cervezas de mantequilla cuando se oye unas explosiones fuera del bar y salen a mirar que estaba ocurriendo. Los aurores estaban luchando contra unas criaturas poderosas, parecían vampiros aunque a estos parecía que la luz solar no les afectaba para nada. El bando de la luz estaba perdiendo, parecía que necesitaban refuerzos y Ron, Hermione y otros estudiantes de cursos superiores salen a luchar al lado de los aurores.

Luchan valientemente lanzando maldiciones y hechizos a los vampiros sin que les afectasen mucho, después de media hora o menos tiempo, Hermione había creado un escudo protector impidiendo que los vampiros se acercasen a Ron, a ella, a otros estudiantes del colegio y algún auror herido de gravedad. Ella sabía que lo que había hecho les haría ganar tiempo, no mucho pero el suficiente para que refuerzos del ministerio llegasen a derrotar al enemigo o la manera para escapar.

Uno de los vampiros se echa la mano a la espalda y saca una espada negra, con ella lanza un tajo vertical al escudo haciéndolo añicos en unos segundos, dejando bloqueados a los acorralados y a los vampiros sedientos.

Todos se exaltaron y miran atrás al oír una voz femenina.

-¡Vaya, no sabía que ahora los vampiros se diesen protección solar, os hacen más feos de lo que ya sois.

Era una chica de estatura media, constitución delgada, pelo rubio-castaño, ojos marrones claros, piel clara y vestía unos vaqueros ajustados y una blusa azul clara y en la espalda se podía ver que llevaba algo colgando.

- ¿No me decís nada? Como: hola, somos vampiros y queremos jugar contigo antes de morir- comenta la chica algo decepcionada- ¿Venís?

Ante esa orden, los tres vampiros se lanzan hacia la desconocida con las garras por delante, ella las esquiva y con una fuerza increíble lanza a uno de los vampiros a varios metros dejándolo atontado. Empieza una lucha de esquivar, parar golpes, dar golpes y recibir-con volteretas de todo tipo (diagonal, de 90º, verticales), espagares, agacharse, levantarse del suelo con una voltereta,….-en que los tres vampiros y la chica se encontraban muy parejos. Mientras la chica se encontraba con varios rasguños, algún moratón y lo que parecía que tenía alguna costilla rota, los vampiros se encontraban sangrando por la comisura del labio, moratones y alguno de ellos con algún hueso roto.

-Vaya, ¿a qué gimnasio vais para apuntarme yo también es que los entrenamientos de Gylles ya no son como antes?- comenta la chica levantándose del suelo tras haber recibido una patada de los vampiros. Se pone de pie, pega un salto y hace el espagar pegando con cada uno de los pies una patada a los vampiros que tiene a los lados y al caer al suelo se agacha y barre con los pies al otro vampiro- Pero aún así no me va mal,¿no?

……………………………….

Cuando el gusano va a tocar tierra e introducirse en ella, se produce una gran luz de su interior que sale al exterior gracias a que una hermosa espada atraviesa la carne del gusano desde su interior haciendo que el gusano se dividiese en dos- la cabeza por un lado y el cuerpo por el otro lado- quedándose inmóvil en unos segundos y expulsando sangre verdosa. En el aire, el que había provocado la muerte del padre de los gusanos de las arenas, un ángel; era Harry, su forma animaga era la de un ángel. Tenía unas enormes y hermosas alas con plumas negras, su cabellera negra le llegaba hasta casi la cintura, sus ojos eran verdes-dorados, todo su cuerpo había pegado un pequeño estirón llegando a 185 centímetros y sus músculos ganado volumen y fuerza y llevaba una hermosa túnica roja y dorada con pequeñas llamas como dibujos, encima de la túnica una armadura plateada para protegerse el pecho.

………………………………………

La chica se pone erguida delante de los vampiros que se levantan y la rodean.

-Ha sido un placer haberos conocido, chicos, me lo he pasado muy bien, me he divertido y todo eso que se puede tener en una cita pero ha llegado el momento de decir adiós- comenta la chica con mucho meló dramatismo y sacando de atrás, de su espalda, algo que se parecía mucho a una guadaña.

-¡Luz!- exclaman los vampiros como reconociendo a la chica o al arma que portaba ésta y uno de ellos añade en voz baja- Eres la cazadora, ¡morirás!

Los tres vampiros sacan sus espadas negras y atacan a la chica, ella con agilidad y reflejos desvía y contraataca seguidamente, pero llega un momento en que uno de los vampiros- que la habían rodeado- le hace un tajo en el brazo haciendo que suelte el arma. El vampiro que tiene detrás la atrapa con un abrazo mientras los otros se ríen y se acercan a ella saboreando el momento.

-¿Sabéis que tenéis los vampiros que no tienen los otros demonios? Que sois lo suficientemente engreídos en vuestra victoria para dar oportunidades a vuestro rival- comenta la chica y seguidamente da un cabezazo al vampiro que tenía detrás dejándolo atontado, se suelta del abrazo, coge del vampiro del cuello y lo lanza a los otros dos vampiros estrellándose entre ellos y con un impulso con uno de los pies hace que el arma se eleve, lo atrape con elegancia y le parta la cabeza a uno de los vampiros convirtiéndolo en huesos y polvo. Todo eso en segundos.

-Nos volveremos a ver, cazadora- comenta uno de los otros dos vampiros.

Los otros dos vampiros desaparece entre humos negros.

La chica se guarda el arma, se da la vuelta y se dirige hacia los consternados jóvenes.

-Ya ha pasado el peligro, podéis salir- comenta la joven a los otros- Los otros dos no volverán a no ser que sea acompañados de otros.

Los otros poco a poco salen de su shock inicial y empiezan a reaccionar normalmente. Ron se pone algo receloso, Hermione pone cara entre admiración-recelosa-curiosidad, otros se preocupan de los heridos,…

-¿Quién eres?- pregunta Hermione aunque Ron le haya puesto una mano en el brazo impidiendo que hablase.

-Soy Buffy Summers, aunque mis amigos me llaman Buffy- dice ella presentándose y ofreciendo la mano para que la estrechasen.

-¿Qué haces aquí?¿y cómo has hecho esas cosas?- pregunta Hermione vencida por la curiosidad mientras que Ron pone los ojos en blanco y se da la vuelta para llevar a los heridos a lugares más seguros.

-Esas preguntas son mas complicadas, jejeje. Puedo hacer lo que puedo hacer porque soy la cazadora, es decir, una chica con poderes sobrenaturales para combatir a las fuerzas demoníacas- comenta Buffy dejando impresionada a Hermione y que luego iría a la biblioteca a mirar sobre ello- Y estoy aquí porque el gran jefe de las cazadoras necesitaba la ayuda de la mejor de sus chicas.

………………………………..

-Bien, Set ha movido primera ficha intentando acabar con Ra- comenta Osiris en la tienda principal con los principales generales de su ejercito, los mejores magos de batalla que tenía (Maat, Thot, Aton, Horus,…), con las líderes Veelas y con Harry- Ahora nos toca a nosotros moverla y la mejor forma creo y pienso que estáis de acuerdo conmigo sería realizar un ataque definitivo, ahora que tenemos la ayuda de nuestras amigas las Veelas, ya que Set espera una retirada por nuestra parte.

-Me parece perfecto, pero por donde realizaremos el ataque- cuestiona Thot sabiamente- Porque si planeamos mal el ataque podemos firmar nuestra propia sentencia de muerte.

-Tienes razón- continúa Osiris- Lo que tenemos que hacer es elegir el terreno por donde realizaremos el ataque.

Empezaron a analizar el terreno cercano al campamento de Set para llevar el ataque perfecto. Al final de mucho deliberar decidieron un terreno arcilloso que les daría una cierta ventaja al estar su zona defensiva más elevada que la de su rival para que sus arqueros pudiesen acribillar a los guerreros de los otros.

Prepararon las armas, los caballos, las criaturas mágicas (grifos, esfinges, gárgolas,…), revisaron las varas mágicas, y al final realizaron un hechizo en todos ellos para que Set no los localizara hasta que fuese demasiado tarde, es decir, hasta que ellos estuviesen lo suficientemente encima del rival para derrotarlos.

Después de dos semanas de duro viaje por el desierto llegaron al lugar prefijado y como habían previsto, el ejercito de Set no estaba preparado del todo para una batalla. Prepararon a sus hombres en sus posiciones para realizar el ataque y dieron el aviso de ataque en silencio levantando la espada como señal de inicio.

Empezaron a atacar aéreamente las criaturas aladas lanzando cantaros de fuego, bolas de fuego o cualquier proyectil que pudiesen lanzar provocando muerte y destrucción por donde caían pero como consecuencia se dio la señal de alarma y pronto los del campamento empezaron a hacer frente a los ataques aéreos. Set y Anubis organizaban la defensa ante el ataque aéreo cuando vieron a lo lejos como la caballería y los hombres a pie se lanzaban al ataque cubiertos por el fuego aéreo, de artillería y arquería.

Anubis pronto combó a su espada Hanuma y combocó a sus soldados del inframundo para hacer frente al enemigo de pie. Todos los que podían montar en grifos, dragones, Threathels,….y toda criatura alada que aún no había sido destruida por el ataque enemigo montaron en ellas, subieron a los cielos para hacer frente al ataque aéreo del bando de la luz.

Mientras que en el cielo se intercambiaban bolas de fuego, espadazos, lanzadas, garras,… en tierra se producía el choque de los dos ejércitos provocando la muerte instantánea de algunos, y pronto se empezaron a repartir espadazos, estocadas, paradas de espada, muertes por ambos bandos,… pero los soldados del inframundo(muy parecidos a su señor físicamente pero no en su maestría en la espada) al morir se transformaban en arena pero en su lugar aparecían el doble y pronto el ejercito del mal duplicaba al de la luz acorralándolo y diezmándolo poco a poco. En ese momento de angustia es cuando por un lado las Veelas comandadas por Harry atacan al ejercito del inframundo con flechas precisas y espadados, pero de entre la arena aparecen dementores de las arenas sombrías provocando que el ambiente se enfriasen y que a más de uno del bando de la luz cayese al suelo inconciente.

Entonces Harry ordena el ataque cuerpo a cuerpo al resto del ejercito que tenía a su orden al ver como el resto caía en los efectos de los dementores. Las veelas con unas espadas doradas y curvadas hacen frente a las fuerzas enemigas provocando las primeras muertes en el bando enemigo al contactar con ellas. Pronto las veelas se encuentran enfrentándose a las hoces y guadañas de los dementotes y con las espadas doradas provocando sus muertes a la vez que esquivaban otra arma enemiga por la espalda y Harry con su espada paraba o esquivaba por poco las armas enemigas y con la vara realizaba hechizos patronus modificados, desarmadores,…. provocando la destrucción de los dementores de las arenas sombrías, de soldados del inframundo y otras criaturas del lado oscuro. Pero en unos segundos una criatura que había venido del cielo, lo atrapa por la espalda provocando la inmovilización total de Harry y dejándolo a la merced de un dementor. Tres, dos, un metro….cuando a sus espaldas siente que su captor se convierte en polvo, era un vampiro, y con un certero corte parte al dementor que tenía delante en dos; la que le había ayudado no era otra que Maat.

-He visto que necesitabas ayuda y me he dicho Ra necesita una mano amiga- le comenta Maat defendiéndose y atacando a los que tenía a su alrededor.

-Me alegra, si no hubiese tenido que besar a ese dementor y no me gusta porque su aliento no es muy agradable- le responde Harry atacando a un vampiro que había caído de las alturas para ayudar en tierra ya que en el aire ya no había mucha acción debido a que Sally, la dragona, estaba haciendo de las suyas- ¿Dónde están Osiris, Aton, Horus y Thot?

-De Thot y Aton no tengo ni idea pero Osiris y Horus se han encontrado allí arriba con Anubis y están teniendo sus mas y sus menos- le responde Maat parando una espada enemiga.

Harry poco a poco se va abriendo camino hacia la retaguardia del ejercito enemigo ayudado por Maat y algunas Veelas que con sus flechas y espadas dejan el camino más despejado. Allí ve a Set acompañado de unos cuantos vampiros, algo extraños estos últimos por no ser del todo igual que el resto de sus congéneres.

Al estar enfrente suya los extraños vampiros que pronto Harry los reconoce por vampiros diurnos- los que Osiris les había hablado- no les afectaban los hechizos de luz y empezó a usar la espada y la vara pero sin ninguna suerte aparente por lo que decide transformarse en su forma animaga, un ángel. En su forma con rápidos movimientos se deshace del primero parándose un golpe de espada, gira 360º y le clava la vara transformada en estaca en el corazón convirtiéndolo en polvo, a otro con un hechizo incendiador lo chamusca con la vara aún clavada en el otro vampiro cuando el segundo le atacaba por la espalda, a un tercero le detiene el golpe de espada luego ese vampiro le intenta desgarrar con su garra parándolo con la vara, se deshace de la espada enemiga y le parte la cabeza. Otros tres vampiros se abalanzan sobre él a la vez pero unas cuantas flechas tumban a dos de ellos en el suelo hiriéndolos pero no matándolos y el tercero llega a hasta él pero la voz de Set le hace detener.

-Es mío- ordena a la vez que se transforma en su forma animaga, una especie de hombre-lobo y vampiro.

Pronto los dos se enzarzan en una pelea primero con hechizos a la vez que se van acercando entre sí pero todos los hechizos son desviados por su rival, parados por los escudos que ponen o en su defecto esquivados. Al final se encuentran, sacan sus espadas y empieza un duelo de espadas donde la velocidad de los golpes ocurre a mucha velocidad donde las espadas casi no se ven y la experiencia y las fuerzas físicas decidirían el final y a la vez que sus espadas chocaban produciendo chispas sus varas se encontraban a centímetros de sus rostros provocando chispas de múltiples colores. Atacan y retroceden ambos, así durante más de veinte minutos mientras a su alrededor la batalle se encrudece por minutos donde los del bando de la luz están cada vez en peores condiciones tanto físicas como numéricas. Harry en un rápido movimiento provoca un corte a Set en un costado pero casi sin perdida de sangre a lo que Set enfurecido responde con una serie de mandobles con el resultado de herir a Harry tras mas de cinco minutos de ataque continuo. Pero luego todo se queda como antes, en tablas hasta que uno de los dos baje la guardia provocando la victoria del otro.

En uno de esos momentos que una maldición que viene del exterior pasa entre los dos contrincantes Set aprovecha para realizar a Harry dos profundos cortes en el brazo y una de las piernas cuando éste estaba más ocupado en desviar esa potente maldición que iba hacia él.

-Ra, no has sido lo que yo esperaba de ti, pensaba que Osiris entrenaría mejor a su héroe para acabar con el mal- comenta cruelmente Set con regocijo.

Harry se encontraba arrodillado por el dolor producido por los cortes en el brazo derecho, en un costado y en una de las pantorrillas sangrando bastante y con la espada a varios metros de él, clavada en el suelo.

-Que héroe de pacotilla, jajaja, pensaba que tendrías algo más por tener esa forma pero veo que las apariencias engañan- comenta con sarcasmo Set dando vueltas a su alrededor con la espada en mano mientras a su alrededor magos, criaturas y humanos luchan encarnecidamente para la victoria final de su bando.

-Los héroes no se miden por su fuerza sino por la grandeza de su corazón- comenta Harry entre jadeos de dolor y esfuerzo.

-Bonitas palabras, pero no te ayudaran a vivir- comenta Set colocándose en posición para separarle la cabeza a Harry- Ha sido un placer luchar contra ti, muereee…

La espada empieza a cortar el aire dirigiéndose al cuello de Harry, veinte centímetros, diez centímetros, cinco centímetros,….

Pero la espada se detuvo unos milímetros antes de tocar piel, un sonido desconocido para todos estaba llegando a oídos de todos, mejor dicho una melodía que hacía fuerte y valiente el corazón de los puros, y pavor y temor a los de corazón impuro. Esa melodía venía de un charco de sangre en llamas, sangre de Ra (Harry), que poco a poco se podía identificar la figura de un ave de fuego.

-Un Fénix- susurra Harry sorprendido.

Set retrocede al ver lo mismo que Harry, deja caer la espada al suelo, tiene una mirada de terror en su rostro, con unos diez metros marcha atrás cae de rodillas con la mirada perdida. Mientras Jen recupera el control de su cuerpo ya que antes solo podía ver lo que hacía su cuerpo sin que ella lo pudiese evitar e impide que su mano ejecute a Horus después de varias horas de lucha encarnecida con magia y espada combinadas en el aire.

El fénix se eleva con elegancia por el aire recorriendo con su canto todo el campo de batalla provocando la retirada de las fuerzas del mal, de las pocas que quedaban después de que muchos hubiesen caído bajo la espada del rival al escuchar el canto del ave, después rodeó a Harry entre sus llamas provocándole la sanación de sus heridas inmediatamente y se poso en su hombro.

-Set, tus fuerzas, tu ejercito ha sido derrotado, ríndete- comenta Harry recogiendo su espada y convocando la espada de su rival.

-Jamás, antes muerto que ver el final de mi derrota- comenta Set reponiéndose y levantándose.

Set acumula una gran de energía de un color turquesa en la punta de su vara y la lanza hacia Harry, el fénix eleva el vuelo y se interpone en la trayectoria de la maldición, pero la maldición atraviesa el fénix el cual con su vuelo atraviesa a Set provocándole una lenta quema iniciada que al final le causará la muerte en el punto donde el ave de fuego le ha atravesado, al final la maldición toca a Harry tirándolo hacia atrás un par de metros.

Harry sentía un hormigueo por su cuerpo al recibir el impacto de la maldición, siente como su cuerpo se empieza a volver insensible a las condiciones climáticas. Ve como Jen corría hacia su encuentro, se sentaba a su lado acariciándolo y llorando, mientras el resto de magos amigos, criaturas y humanos formaban un circulo a su alrededor. Echa una mirada a su cuerpo, estaba desapareciendo pero quedando donde debía de estar éste, la parte del alma correspondiente.

-Jojojo- se ríe Set entre estertores de muerte- Yo moriré pero tu también, aunque vagarás el resto de lo que queda de existencia de este mundo- termina de añadir antes de que las llamas lo convirtiesen del todo en cenizas que son llevadas por el viento.

El fénix aterriza en el hombro de Jen y suelta un par de lágrimas que caen en Harry pero se transforman en vapor a tocar su fantasmagórica figura y que esos humos son aspirados por una de las jóvenes que se encontraban allí (que dará lugar a un linaje de cazadoras).

Pasan unos minutos entre sollozos de los presentes y de murmuraciones desesperadas de Jen por intentar hallar una solución al problema con las lágrimas surcándole el rostro. Harry al final desaparece dejando ver tan solo por los magos una figura un poco fantasmagórica donde antes estaba el cuerpo del joven. En un pestañeo, aparece debajo de Jen y Harry una especie de agujero negro tragándolos sin poder hacer nadie nada.

ESPERO QUE OS HAYA GUSTADO. BUENO, ME HUBIESE GUSTADO HABER METIDO ALGO, HACER ALGUNAS MODIFICACIONES PERO NO HE TENIDO MUCHO TIEMPO DE ESTAR EN EL ORDENADOR. ESPERO VUESTROS REVIEWS CONTANDOME QUE OS HA PARECIDO, CRITICAS, IDEAS,…. UN POCO DE TODO, ESO ESPERO,JEJEJE.

NO SE CUANDO PODRE ACTUALIZAR EL PRÓXIMO CAPITULO PERO COMO MUY TARDE ESPERO QUE SEA EN FEBRERO.