Derribar muros

Sev continuó conversando con Andrea y Philip mientras ellos también cenaban, tomando otro whisky.

-¿Cuántos llevas? – le preguntó Philip.

-No sé, ya he perdido la cuenta. Llevo bebiendo desde las cuatro de la tarde.

-Vaya… Y no estás borracho en absoluto.

-No, porque también he bebido mucha agua, he bebido despacio.

-Muy bien, así es como tienes que hacer para resistir, porque te queda una larga noche por delante.

-Pues sí, y están esperando para sacarme a hombros, así que en un rato largo no voy a poder seguir bebiendo, por eso estoy aprovechando ahora.

-Muy bien, muy bien… No tienes por qué esperarnos, ¿eh?

-Sí, sí, os espero, así me da tiempo a beber dos y voy un poco contento, porque me da mucho apuro que me saquen a hombros.

-Bueno, Prince… disfrútalo, lo mereces…

-Buf… dicen que van a llevarme a hombros durante horas para que me vea toda la gente.

-Entonces te dará apuro el primer rato, luego se te pasa y lo disfrutas.

-Pues sí, eso espero.

-Que sigan dándote whiskey y verás. ¿Has traído la guitarra para acabar bien la noche?

-La he traído.

-Estupendo, porque van a pedirte que toques, verás. Dais un concierto Hipólita y tú.

-Por supuesto, el que no pudimos dar el sábado pasado en el Club 100, la dejé sola.

-Ya nos lo contó, por carta, con los Clash. Lo pasaron de muerte.

-Eso, los tres enamorados de ella.

-Y pensar que hace un año no lo había descubierto todavía y ahora está vendiendo el disco muy, muy bien, en el top 10.

-Cierto.

-Gracias a ti también, Prince. Ahora a ver cómo le va el Quidditch, si se lo ponen fácil para compaginarlo. Tenéis libre casi todo agosto, quizá sí que la llamen en el equipo del Mundial.

-Eso espero. Voy a meter mano también ahí ahora que puedo moverme con libertad por el Ministerio. Hablaré con el responsable de deportes para que lo hagan.

-Siempre arreglando la vida a todo el mundo, Prince… - le dijo Andrea – No puedes evitarlo, ¿eh?

-Es lo que tiene tener poder, hay que saber emplearlo bien.

-Desde luego, pero así todos los demás estaremos en eterna deuda contigo.

-En absoluto, no vosotros. Vosotros habéis sabido corresponder a la perfección, y me consta que seguiréis haciéndolo.

-Si nos dejas. Antes no querías que te hiciera gratis la obra de la casa.

-Pero ya lo he aceptado, Andrea…

-Y también voy a haceros gratis la del bajo para Sly Snake.

-No, no…

-Sí, sí… para todos. Sois la familia de Hipólita en el colegio, quienes la sacasteis del embrollo en que estaba metida el año pasado, déjame contribuir en algo.

-Vale…

-Si la llaman para el equipo del Mundial así tendrá continuar yendo a entrenar durante el próximo año, pero ahora tendrá más tiempo, sin Ejército – dijo Philip.

-Claro, claro… Está algo desilusionada porque ya no luchará.

-Calla, calla… - dijo Andrea – Qué descanso…

-Cierto, ya no se hará legendaria por eso. Yo nunca temí por ella, ¿eh? Merece aun así su sobrenombre, terror de los Mortífagos, ha sido una comandante excelente durante todo el año.

-Ya, ya lo sabemos, ya nos lo contasteis en vacaciones.

-Jo… Estoy preocupado porque se ha metido en la cocina a ayudar y quizá no esté pudiendo cenar.

-Bueno… estando en la cocina ya habrá cenado, Prince… Hipólita no se corta un pelo si tiene hambre, ¿eh?

-Claro que no.

-Anda, deja ya de preocuparte por todo el mundo y disfruta de tu noche histórica. Ya tienes dos, la del quince de mayo del '76 y la del seis de mayo del '77. La próxima, si no hay otra antes, será la del primero de septiembre del '78.

-Cierto.

-Subdirector con dieciocho años, Prince… De una institución que tiene mil años de antigüedad, haciendo historia por algo más todavía.

-Cierto, y si quisiera también sería ministro de magia.

-¿Qué dices?

-Lo que oís, ayer me lo ofreció el ministro de magia.

-Vaya…

-Fui a verlo con Dumbledore para proponerle lo del Fondo para la Reparación de los Estragos de la Guerra. Mi aportación de cinco mil galeones era la recompensa que pensaban darme.

-Vaya, Prince… Con eso ya comprabas la casa y has preferido que sea para las familias de los Mortífagos.

-Desde luego, prefiero arreglar las vidas de mucha gente antes que la mía propia. Yo ya tengo la vida más que solucionada si continúo trabajando en todo lo que tengo entre manos, y ahora además podré invertir, sin la amenaza de tener que marcharme al extranjero en cualquier momento.

-Jo… Pero habrías podido retirarte o al menos tomártelo con más calma.

-Nada más lejos de mi deseo, quiero continuar a este ritmo mientras lo resista. Además, mientras no trabaje voy a pegarme la gran vida, mi nueva pareja es muy pudiente.

-Ah, ¿sí? ¿La conocemos?

-Personalmente no, pero es muy famoso, lo conocéis como lo conoce toda la comunidad mágica.

-¿Podemos saber quién es?

-Claro que sí, mi familia del colegio ya lo sabe, pero no habléis del tema con nadie más. Cuando os diga quién es comprenderéis por qué, todavía no es seguro para él.

-Cuenta, cuenta, nos estás intrigando mucho.

-Vale, primero os digo algo para que no os choque tanto, es un hombre.

-Vaya… claro… estabas hablando en masculino…

-Eso, lo probé hace dos semanas con Paul y aluciné, justo a tiempo de que esta persona volviera a entrar en mi vida y engancharme con él.

-Claro, claro… Anda di, que no soporto más la tensión, esto parece una buena película de Hitchcock.

-Malfoy.

-Buaaah – de viva voz, muy asombrada - ¿El Mortífago?

-Sí, el asesino de Voldemort.

-Claro… qué bueno… Por suerte se ha librado.

-Eso, untando a los jueces.

-Vaya, vaya… ¿Y desde cuándo había cambiado de bando?

-Desde Navidad del año pasado, al tiempo que cambié yo, porque le di largas en una carta, comprendió que no quería unirme y me protegió de Lestrange, que se había obsesionado conmigo porque él mismo había hablado de mí como aspirante en una reunión.

-Vaya… pagando sus errores… ¿Y cómo evitó que lo leyera?

-Dándole largas mientras aprendía Artes Mentales por su cuenta con su esposa, Narcissa Black, con libros y un pensadero.

-Buah… - de viva voz de nuevo – Vaya tela…

-Hasta que en Pascua se puso en contacto con los padres de Lauren Parkinson, simpatizantes pero de nuestro bando, que ya espiaban, saben reconocer la oclusión y los ayudaron diciéndoles que estaban haciéndolo bien, se lo pasaron padeciendo porque no sabían y estaban en contacto continuo con ella, Narcissa es su hermana.

-Vaya tela…

-Yo coincidí con Parkinson en el colegio – dijo Philip – En Sly, cuando yo estaba en primero él estaba en sexto o séptimo.

-Claro… sois de la misma generación.

-Bueno, nos llevamos unos cuantos años pero sí.

-Vaya red, vaya red… - dijo Andrea – Qué buena novela de espías vas a escribir.

-Idea de vuestra hija, que dedujo ella solita lo de Malfoy antes de que yo se lo contara, espiando conversaciones a su vez.

-Vaya…

-Claro, le encantan las novelas de espías – dijo Philip.

-Cierto.

-Cuéntanos más, lo que te dé tiempo – dijo Andrea.

-Desde que entró en contacto con los padres de Lauren ha estado trabajando para nosotros. El dieciséis de mayo, cuando mi nombre apareció en El Profeta como Comandante del Ejército Mágico, Lestrange acudió a Voldemort para que le pidieran explicaciones entre ambos por haberme considerado candidato y lo torturaron.

-Buaaah… pobre…

-Y mientras tanto los leyó, a ambos, para continuar protegiéndome.

-Vaya tela…

-Después de eso lo pusieron a cargo de las represalias contra mí y eliminó huellas mías que Dumbledore había dejado en el Ministerio y que me hubieran impedido cumplir con mi beca en San Mungo.

-Claro, claro…

-Arreglando las chapuzas del viejo.

-¿Cómo estabais en contacto?

-No estábamos, yo me enteraba de todo a través de Lauren y sus padres, pero él no sabía que yo lo sabía.

-Vaya… y aun así continuó al pie del cañón.

-Pues sí, y no esperaba poder entrar en contacto conmigo al menos hasta que me graduara.

-¿Y al final cómo habéis entrado en contacto?

-Porque Lauren quedó con él esta Semana Santa, que ya podía Aparecerse, al margen de sus padres, y nos concertó una cita a los tres. Mañana hará dos semanas.

-Vaya… Qué alegría, ¿no?

-Desde luego, la mayor de mi vida.

-No me extraña nada que hayas caído con él, es tu pareja perfecta. ¿Lo de Voldemort lo planeasteis juntos?

-Sí, así fue, el sábado pasado, doce horas antes de que lo hiciera, y después nos liamos. Cuando tuvimos que despedirnos fue desgarrador, me llegó más hondo que nadie antes en mi vida.

-Desde luego. Te deseo que te dure muchos años, no vas a encontrar un compañero mejor.

-Ha dejado a su mujer por mí.

-Entonces tú tampoco le falles, lamentarás de por vida hacerle daño.

-Desde luego, voy a serle fiel, soy su luz al final del túnel. Yo lo hice cambiar de bando y lleva casi año y medio viviendo para mí.

-Muy bien, Prince, muy bien…

-Una vez el libro sea famoso deberías plantearte convertirlo en película también – dijo Philip.

-Claro…

-Rodada en escenarios reales de Reino Unido, pero por americanos, para los efectos especiales.

-Nada de efectos especiales, todo real, que rueden la magia, con actores y actrices brujos.

-Claro...

-Ya está, ahí destaparemos la magia ante el mundo muggle. Pues ve formándote también en la industria del espectáculo, Philip, yo asesoraré personalmente a los productores de la película.

-Podríamos ser nosotros los protagonistas, tú valdrías perfectamente como actor, Prince, haciendo de ti mismo, y para quienes no valgan como actores se buscan alternativas, siempre que se les parezcan.

-Buf… Pero la historia comienza cuando tenía once años, cuando conocí a Malfoy.

-Entonces para ese papel se busca un niño que se te parezca, pero de ti de joven puedes hacer tú. No pasarán tantos años hasta que lo consigamos, el libro va a tener mucho éxito en cuanto aparezca, verás.

-Estupendo. No va a ser un libro, va a ser una trilogía.

-Mejor, porque entonces seguro que nos lo compran. Con una franquicia, se hacen de oro, la gente esperará como agua de mayo la siguiente entrega de la historia.

-Claro, claro…

-Pasar a la historia, Prince. Anda, ya hemos terminado, llevamos los platos, no los hagas esperar más.

-Estupendo, ya me siento en el puntillo.

Bebió lo que quedaba de su segundo whisky de un trago.

-Y lleva toda la tarde bebiendo… quién tuviera su cuerpo…

Andrea y Philip se marcharon desvinculándose y Sev se subió a la mesa y gritó:

-¿Habéis terminado de cenar?

-¡No todos, pero no importa! – le respondieron – ¡Sigue entrando gente, no terminaremos hasta las doce de la noche al ritmo que va esto!

-¡Vale, vale…! ¡Entonces vamos a salir al callejón antes de que se haga de noche!

-¡Estupendo!

-¡Quiero que me llevéis el whiskey y el hielo!

-¡Eso está hecho!

-¡Maravilloso!

-¿Te queda hielo?

-¡Sí, me han traído más cuando he terminado de cenar!

-¡Muy bien, pues allá vamos!

Dos brujos se acercaron a la mesa, alzaron a Sev en hombros y lo sacaron del Caldero. Cuando salieron al callejón atravesando la pared de ladrillos mágica, que había quedado permanentemente abierta, se levantó un clamor, la estrecha calle estaba repleta de gente, no cabía un alfiler, y sólo se veían cabezas hasta su final. Lo llevaron a mitad de camino de la misma.

-¡Arriba el vencedor de la guerra mágica! ¡Larga vida a Severus Snape!

-¡Larga vida! ¡Larga vida! ¡Larga vida! – corearon hasta que se cansaron.

-¡El lema del Ejército Mágico, que fue el lema del Che Guevara, un luchador muggle por la libertad, asesinado hace diez años! – la voz de Valerie amplificada - ¡Más vale morir en pie que vivir arrodillado!

Todo el callejón lo coreó durante mucho tiempo, Sev levantó el puño cerrado y pronto muchos también lo hicieron.

-¡El lema de Prince! – la voz de Hipólita amplificada - ¡El lema de la casa Sly! ¡El lema que expulsó a los Mortífagos de Hogwarts e hizo posible todo lo que hemos hecho durante este año! ¡Adiós para siempre, víboras!

De nuevo todo el callejón coreó.

-¡Hemos vencido! – la voz de Sirius - ¡El Universo está de nuestra parte!

"Vaya, el lema de Alice… Cómo le habría gustado estar aquí, he debido invitarla." Ya todos levantaban el puño cerrado. Sev dijo a quienes lo alzaban:

-Cuando os canséis me dejáis, ¿eh?

-Bah, apenas pesas para lo grande que eres, bien aguantamos un rato más.

-Está bien, no os lo vuelvo a decir.

-¿Quieres beber?

-Sí, por favor.

-¡Eh, Morris! Pásale el whiskey.

Morris le pasó el vaso de whiskey, que Sev tomó con la derecha, y volvió a alzar el puño izquierdo. Cuando pararon, la voz de Andrew:

-¡Prefiero la libertad con peligro que la paz con esclavitud!

De nuevo todo el callejón coreó. "Toca la seis, le toca a Hipólita." Sin embargo, el siguiente fue George:

-¡La libertad y la vida son ganadas por los únicos que las conquistan cada día de nuevo!

El siguiente fue Jack:

-¡Siete años de amenaza! ¡Siete años en el colegio! ¡Siete días a la semana trabajando por la victoria!

El siguiente fue Paul:

-¡El único medio de conservar la libertad es estar siempre dispuesto a morir por ella!

Quienes alzaban a Sev lo bajaron y enseguida otros dos lo alzaron. "Ahora va la nueve, ahora sí le toca a Hipólita." En efecto, cuando amainó, la voz de Hipólita amplificada:

-¡Esta noche nos falta un héroe, el héroe en la sombra, porque es peligroso para él que lo conozcáis! ¡Puede ser perseguido tanto por los Mortífagos que queden libres como por el propio Wizengamot! ¡Es necesario que todos hagáis presión de masa para que ni uno de ellos se libre de Azkabán al menos durante diez años, que ninguno salga vivo de allí y pueda vivir tranquilo! ¡Y también que cuando Snape dé a conocer su historia en sus libros todos lo apoyéis y no permitáis que el Wizengamot lo condene, pues es un Mortífago redimido! ¡El espía y ejecutor de Voldemort, el traidor que nos ha hecho libres!

Silencio sepulcral, y poco a poco, un rumor:

-Malfoy… Malfoy… Malfoy…

Alguien comenzó:

-¡Larga vida a Malfoy!

Todo el callejón coreó. Hipólita llegó hasta Sev y lo llamó:

-Prince, pásame el whiskey y conjura el dragón.

-Claro…

Él le pasó el vaso.

-Claro, Prince, claro… Mantenlo hasta que se callen y después lo explicas. Quieren escucharte también, que se lo expliques tú.

-Vale, vale…

Sev sacó la varita y conjuró el dragón con el recuerdo del Vínculo de Pareja que había hecho con Lucius la noche anterior. Surgió de tamaño real, mucho más grande que aquél que conjuraran en el ático de Notting Hill dos semanas atrás. Sobrevoló el callejón arriba y abajo, caía la noche y el Patronus refulgía.

Antes de que se acallaran los coreos surgió otro dragón desde la puerta de Gringotts, que se unió al de Sev en su vuelo. La gente dejó de corear.

-¡Está allí! ¡Está allí! – exclamaron.

Sev se giró hacia sonde señalaban y lo vio en lo alto de la escalinata.

-¡Lucius! – gritó.

-¡Snape! – gritó Lucius.

-¡Mantenlo, mantenlo!

-¿Te llevamos hasta allí, Snape? – le preguntó uno de quienes lo alzaban.

-Sí, por favor.

Se giraron y la gente abrió un pasillo hasta que llegaron al pie de las escaleras de la banca mágica. Dejaron a Sev en el suelo, que las subió corriendo y se lanzó en brazos de Lucius.

-Mantenlo, amor mío, mantenlo.

-Claro que sí, es este momento.

-Para mí también, acaba de cambiar.

-Y para mí.

-Bésame…

-¿Ante todos?

-Sí, Lucius, sí, derribemos todos los muros, es nuestro momento…

Se besaron mientras ambos dragones continuaban sobrevolando el callejón. Cuando se separaron todavía los admiraron un poco más ellos también. Por fin Sev le dijo a Lucius:

-Lo que te decía, que alcanzarían su tamaño real. Ahora voy a hablar yo y después explicas tú lo de tu Patronus, así te vas soltando a hablar en público, porque esta noche te va a tocar hacerlo.

-Buf…

-Que sí, Lucius. Si hablabas en las reuniones de Mortífagos bien puedes hacerlo ahora. Vas a contar tu historia como espía, todos van a querer escucharla. Te explico el Sonorus, el hechizo para amplificar la voz.

-Vale…

Sev le explicó el hechizo y después habló con la voz amplificada:

-¡Ésta es la noche más feliz de mi vida porque está conmigo mi amor y ha sido reconocido, porque no va a tardar años en ser libre sino que lo es desde ya, gracias a que todos vosotros lo habéis aceptado de inmediato y hacéis bien, merece tanto reconocimiento como yo! ¡Os explico lo de los Patronus! ¡Ya todos sabéis que mis Patronus son especiales, el año pasado tuvisteis noticias de un halcón que sobrevoló el Gran Comedor de Hogwarts durante un minuto! ¡Os explico más cosas sobre ellos, he llegado a tener cuatro Patronus diferentes a un tiempo, porque mis Patronus siempre son gemelos de las personas a las que amo y he llegado a amar a cuatro personas a la vez! ¡El amor es ilimitado, pero ahora he decidido dedicar ese amor ilimitado a una sola persona, a quien más lo merece, y esa persona es el hombre que veis ante vosotros, quizá a muchos os chocará, pero no olvidéis cómo éramos los brujos antiguamente, sabíamos amarnos sin reservas y sin hacer distinción de sexos, amábamos a las personas por lo que eran sin más, nuestro amor era ilimitado y todo eso nos lo robó el cristianismo! ¡En Hogwarts ha habido otra revolución aparte de la que originó el Ejército Mágico, la revolución del amor, del amor sin distinción de sexos y sin límites! ¡Aprended de nosotros y amaos! ¡Algo más sobre mis Patronus! ¡Cuando conjuro el gemelo de mi amante al tiempo que él interaccionan, como habéis podido ver que ambos dragones han volado juntos! ¡Y algo más sobre este Patronus en concreto! ¡Si lo tengo es por él, es su Patronus, no el mío, el Patronus más poderoso e impresionante que veréis en toda vuestra vida!

La gente aplaudió, él deshizo el Sonorus y le dijo a Lucius:

-Te toca.

-No, Snape, no…

-Que sí…

Empezaron a corear.

-¡Que hable Malfoy! ¡Que hable Malfoy!

-Te toca, Lucius. Dale al hechizo.

-Buf…

Lucius conjuró el Sonorus y dijo:

-¡Gracias, también estáis haciendo que sea la noche más feliz de mi vida, os las doy porque no considero que merezca este reconocimiento, simplemente me he limitado a expiar los errores que cometí en el pasado y si he venido esta noche no ha sido buscando esto sino queriendo participar de la gran fiesta del mundo mágico, la fiesta del fin de Voldemort, como un brujo más! ¡Os cuento que mi Patronus también es especial! ¡Para empezar, es el primer y único Patronus conjurado por un marcado, un Mortífago, pues eso es lo que soy! ¡Me avergüenzo de ello pero no me arrepiento, pues de otro modo no habría estado en posición de hacer lo que hice hace menos de una semana! ¡Para continuar, fue un Patronus ganado a cambio de mucho sudor y lágrimas, pues no fui capaz de conjurarlo hasta meses después de haber cambiado de bando, cuando todavía estaba en máximo riesgo, pues debí aprender a todo correr Artes Mentales para protegerme de Voldemort y Lestrange! ¡Que sepáis que lo hice gracias a este muchacho, que decidió con apenas quince años no seguir el camino que yo le había marcado y gracias a eso me hizo salir del abismo en que me encontraba, convirtiéndose en la razón de mi existencia desde hace casi año y medio, en mi luz al final del túnel, y que me ha recompensado todos los esfuerzos, todo el sufrimiento, entregándome su amor ilimitado en cuanto nos hemos reencontrado! ¡Y para terminar, es un Patronus que ha ido cambiando de tamaño a lo largo del tiempo, era muy pequeño en un principio, pero a medida que me fui reafirmando en la lucha fue ganando en tamaño y poder, hasta el punto de que ahora sería capaz de vencer a todos los Dementores de Azkabán a la vez! ¡Espero no conocerlos nunca con vuestra inestimable ayuda! ¡Gracias de nuevo!

Todo el callejón estalló en vítores y aplausos.

-¡Bravo, Lucius, lo has hecho genial! ¡Hablas muy bien! ¡Dame otro abrazo! - se abrazaron de nuevo - Gracias, mi amor, por haberme declarado tu amor también ante todos.

-Snape, ya no necesito que me seas fiel, me llega con que no me dejes nunca. Lo que dices tú, tu amor es ilimitado.

-Ni hablar, Lucius, si tú me eres fiel yo también lo seré, debemos estar a la par, no quiero hacerte sufrir lo más mínimo.

-Pero yo tampoco a ti. Esa chica que ha gritado por mí, ¿quién era?

-Hipólita.

-¿Tu pareja artística? ¿Con la que llevas casi un año? ¿Ésa para quien eres su primer y único amor? ¿La que no estará con nadie si no está contigo?

-Ésa.

-Sigue al menos con ella, Snape, le debemos la idea del libro y lo de esta noche.

-Y también ha sido ella quien me ha dicho que conjurara el Patronus.

-No nos habríamos encontrado esta noche de no ser por ella, Snape, mira lo que nos habríamos perdido, y lo ha hecho desinteresadamente. Sigue con ella, es maravillosa.

-Quizá dentro de un tiempo si no encuentra a nadie.

-Vas de gira con ella, aprovechad el mes de julio.

-Quizá sí, quizá sí que lo haga, depende de cómo me sienta con respecto a ti en ese momento.

Cuando los vítores se acallaron, alguien cercano exclamó:

-¡Malfoy! ¡Enséñanos la Marca!

-Buf… el morbo de la gente… - dijo Sev – No lo hagas si no quieres.

-Quiero, quiero, está comenzando a borrarse, dentro de un tiempo ya no podré presumir de ella.

Lucius se separó de él y comenzó a remangarse la manga izquierda.

-Vaya… está borrándose… qué pena…

-En absoluto, Snape, será un descanso para mí cuando desaparezca. Quizá para entonces ya esté curado de mis fantasmas y pueda olvidarlo por completo. No quiero que la Marca me lo esté recordando el resto de mi vida.

-Desde luego.

Lucius alzó el brazo izquierdo con el puño en alto. Usó de nuevo el Sonorus.

-¡Que sepáis que no puedo mostraros el cadáver de Voldemort para demostraros que lo maté, pero dentro de un tiempo podréis comprobar que es cierto porque a todos los Mortífagos se nos borrará la Marca Tenebrosa, la mía ya ha comenzado a hacerlo!

-¿Qué hiciste con él? – le preguntaron.

Reducto!

-¿Qué es eso?

-¡Desintegración, no quedó nada de él!

-¡Bravo! ¡Eso es lo que merecía, que no haya quedado nada de él, ni su tumba! ¡Eso es lo que hay que hacer con todos los cadáveres de los Mortífagos que ha matado el Ejército de Hogwarts, que desaparezcan para siempre, no tengan donde vayan a llorarlos!

Sev también empleó el Sonorus:

-¡En absoluto! ¡Eran personas como todos nosotros, personas que se equivocaron pero tenían familias que los lloran, sus familias han de tener donde acudir a llorarlos, de lo contrario estaremos creando resentimiento en ellas, el caldo de cultivo de una segunda guerra mágica si surge algún otro brujo oscuro!

-¡Muy bien hablado! - exclamó una bruja - ¡Haced otra vez los dragones!

La gente estalló en vítores de nuevo.

-¿Vamos allá, Lucius, a un tiempo?

-Vamos allá.

Conjuraron de nuevo sus Patronus con el recuerdo de su encuentro en la escalinata de Gringotts, surgieron los dos dragones que refulgieron más todavía pues ya casi era noche cerrada, sobrevolaron el callejón y se pusieron a luchar.

-Vaya… - dijo Sev.

-Wooow… - dijo Lucius – Ha sido por la rabia que nos ha dado lo del Reducto.

-Cierto, vamos a mantenerlos un buen rato, es alucinante.

-Vamos a poder disfrutar de ellos toda nuestra vida si no me fallas, Snape…

-No lo haré, Lucius, ten por seguro que no lo haré…