Noche fructífera
Hipólita volvió a buscar a Lucius y Sev, y los pilló besándose. Se vinculó con ellos.
-Chicos, está todo listo, cuando queráis podéis bajar.
-Vamos, a terminar cuanto antes – dijo Lucius, separándose de Sev y levantándose.
-¿Has tomado la poción Estimulante, Prince?
-No, porque no he ido al baño, todavía no tengo ganas – respondió Sev.
-Claro… Entonces espera a ir.
-Ve ahora aunque sea sin ganas para no perdértelo mientras hablo, Snape. Mientras tanto voy a regatear con los de El Profeta y Corazón de Bruja, todavía deberán ir por los cheques – dijo Lucius.
-Entonces espero un rato más aquí – dijo Sev.
-Claro que sí, descansa.
-¿Voy contigo, Lucius, o me quedo con Prince? – le preguntó Hipólita.
-Quédate con él, ya apaño yo. Cuando esté todo listo subo a avisaros.
-Estupendo.
Lucius se marchó desvinculándose, Hipólita se tumbó en la cama con Sev.
-Bien… nunca voy a estar solo… cuando se va uno viene otro… - dijo él.
-Es estupendo, Prince, estupendo, no me extraña nada que estés loco por él, yo también lo estoy.
-¿Te has enamorado de alguien que no soy yo? – asombrado.
-Sí, Prince, ya lo estaba desde antes, desde que me contaste su historia, pero es que además es guapísimo, caigo rendida a sus pies.
-Bien… seremos una pareja de tres.
-Si me lo ligo.
-Vaya… claro…
-Porque él no siente eso por mí, voy a tener que trabajármelo.
-Resulta que Lucius es monógamo, pequeña.
-Claro…
-Lo que pensabas de ti misma hasta hoy.
-Cierto.
-Pero pienso que con el tiempo te lo ligarás, ya has visto que también está encantado contigo.
-Cierto, cierto… Tienes que ayudarme, Prince.
-Muy fácil, luchas contra él y lo encandilas.
-Claro…
-Estás casi a su par con seis años menos que él.
-Vaya... No es muy mayor para mí, ¿verdad?
-En absoluto, eres muy madura, Hipólita.
-Cierto, cierto...
-Ya has visto que él te habla de igual a igual.
-Desde luego.
-Y cuando cantes también vas a encandilarlo.
-Claro…
-Dedícale alguna canción esta noche.
-Le dedico el concierto entero si te parece bien, como hiciste tú en el Club 100.
-Muy buena idea, te dejo que lo hagas tú.
-Estupendo.
-Y cuando te vea jugar a Quidditch o simplemente volar, también va a alucinar.
-Claro, claro…
-Es lo que tiene trabajárselo, que tienes mucho que ofrecer, no sólo la belleza, que es lo único que tiene Narcissa, su mujer.
-Cierto.
-Por algo la ha dejado por mí.
-Desde luego.
-No me lo robes, ¿eh? Me destrozarías.
-Buf… no… eso nunca… Si te deja por mí lo dejo yo, lo que tú has dicho, pareja de tres o nada.
-Vale, vale, pero quizá la fastidiemos, si se enamora de ti y deja de amarme a mí.
-Buf… entonces no me arriesgo.
-Hacemos una cosa, esperamos a que nuestra relación esté más consolidada, no llevamos juntos ni una semana.
-Vale…
-Al menos hasta que hagamos la Unión de las Almas en agosto.
-¿Vais a hacerla?
-Sí, a su vuelta del Camino de Santiago.
-Vaya…
-A finales de agosto, el día veintidós. Comenzamos la abstinencia el veintitrés de julio, así que vas a tenerme para ti en exclusiva desde que se marche el veinte de junio hasta ese día, exceptuando la noche del festival en Francia.
-Wooow…
-¿Contenta?
-Desde luego. Voy a pedir cita con el doctor muggle cuanto antes, luego se lo digo a mi madre, a ver si me levanta ya la prohibición de tomar anticonceptivos, he tenido el período todos los meses desde hace casi un año ya.
-Claro…
-Y estoy perfectamente recuperada de la anorexia.
-Claro que sí.
-Si no puedo tomar la poción, al menos la píldora.
-Claro…
-¡Y podremos follar, Prince! – de viva voz - ¡Cuanto nos venga en gana!
-Pero lo haces por mí.
-Prince, yo me muero de ganas de probarlo.
-Claro… Y hace un rato has dicho que renunciarías a ello si no era conmigo.
-Desde luego que lo haría, muero de ganas de probarlo contigo y con nadie más.
-Ahora también con Lucius.
-No, a él sólo me apetece besarlo, fíjate.
-Vaya…
-¿Es buen amante?
-No sé cómo será con las mujeres, pero conmigo lo es, desde luego que sí, me alucina que me dé.
-Entonces es buen amante, si sabe darte a ti sabe dar a una mujer.
-No tiene nada que ver, Hipólita.
-Ya…
-Y lo poco que sé de él por lo que hemos hablado es que sólo sabe follar, nada más.
-Buf… y ahora no va a aprender porque está sólo contigo.
-Eso.
-Mal asunto, con lo difícil que soy yo se frustraría…
-Es posible. Tendrías que hablarlo con él para que no lo haga, y hacérselo sólo para él, darle tiempo de aprender.
-Claro, claro, hacer la iniciación en toda regla.
-Yo podré enseñarle.
-Claro, claro…
-Y que vuestra relación no esté basada en el sexo ya que para ti no tiene tanto interés, sino en todo el resto de cosas que podéis tener en común, que son muchas. Siempre podéis vivir un amor platónico si no sois compatibles en la cama, ya te serviría yo,
-Claro, claro…
-Para empezar, puedes ayudarme a enseñarle castellano, ya comencé anoche.
-Vaya…
-Claro, para su Camino de Santiago.
-Claro, claro… Pues lo haré, claro que sí.
-¿Sabes cuándo es buen momento?
-¿Cuándo?
-El domingo por la tarde, yo voy a estar ocupado preparando litros de Multijugos con Paul.
-Vaya…
-Y Narcissa va de visita a casa de su hermana Andrómeda con Sirius.
-Claro…
-Estáis los dos libres y no perdéis un rato conmigo.
-Estupendo.
-He de ir a Godric's Hollow por mis apuntes para dejárselos, habría ido esta tarde.
-Ya voy yo mañana y traigo los de los dos.
-Maravilloso. Os instaláis en mi vivienda, en el comedor, mañana o el domingo te la enseño.
-Muy bien, muy bien. ¿Puedo hacerte una pregunta un poco frívola?
-Claro que sí, cariño, las que quieras, no va a parecérmelo.
-¿Está bueno?
-No está bueno, lo siguiente. Desnudo es muy bello, alucinante, y tiene una piel espectacular, ya sabes, sangre-pura.
-Claro… Entonces en un futuro, aunque él no consiga hacerme llegar yo podría disfrutar simplemente de verlo y acariciarlo, sería fantástico.
-Desde luego, y él a ti. Eso sí sabe hacerlo muy bien, acariciar, lo hace genial.
-Claro… Y así no te lo robaría, porque él no renunciaría a lo que tiene contigo, vosotros sí os vais siempre que queréis.
-Claro, claro…
-Encontrar el equilibrio, Prince, no inmiscuirnos en la relación que tienen los otros dos.
-Desde luego que no. ¿Eres consciente de que se va a enterar de todo esto cuando haga la Unión de las Almas con él?
-Claro… mi plan destapado…
Rieron.
-Entonces ya no te hago más preguntas porque además ya no me importa. No follaré ni se lo haré con la boca ni con la mano, Prince, no le haré irse, así eso sólo lo tendrá contigo, nunca te dejará por mí.
-Gracias, meu amor… Bésame hasta que suba…
-Claro que sí…
Se besaron hasta que subió Lucius a llamarlos. Se vinculó con ellos.
-Chicos, a buen recaudo. Tres cheques, uno de tres mil galeones a nombre de Snape, de El Profeta, y otros dos de setecientos cincuenta, uno para cada uno, de Corazón de Bruja.
-Wooow… ¿Les has sacado mil quinientos a los de Corazón de Bruja?
-Desde luego que lo he hecho, quien no llora no mama.
-Y tres mil a El Profeta.
-Claro, amenazando a todos con no hablar hoy ni dar el concierto el próximo viernes.
-Claro…
-Y el resto de tus amantes lo mismo, han sacado quinientos galeones cada uno a Corazón de Bruja.
-Estupendo.
-A ellos ya han comenzado a hacerles las entrevistas mientras trataba con El Profeta, pero interrumpirán cuando bajemos porque quieren escucharme. Que sigan durante el concierto.
-Claro, claro…
-Vamos a bajar, que ahora hay que cumplir.
-Claro que sí.
-¿Tenéis donde guardar esto seguro?
-Sí, Lucius, en mi cartera.
-Estupendo.
Sev guardó los cheques en la cartera, tomó la Estimulante y fue al baño. Bajaron, de nuevo estaba la silla sobre la mesa, como por la tarde, y el Caldero rebosante de gente. Lucius subió a la mesa y ellos se acercaron donde estaba la familia, en la barra como por la tarde. Valerie les dijo:
-Sentaos en la barra si queréis, no os hemos convocado sillas porque no veríais nada.
-Venimos de estar tumbados, Valerie, yo he descansado lo suficiente y he tomado Estimulante – dijo Sev.
-Pero quizá Hipólita no, ella ha estado en pie desde que llegamos.
-¿Y tú no, Valerie? – le preguntó Hipólita.
-Sí, yo también.
-Pues si tú resistes yo resisto.
-Estupendo, callemos entonces.
Lucius contó su historia desde la Navidad del '75, su cambio de bando, incluyendo su colaboración con los padres de Lauren, la tortura a que fue sometido, su posterior servicio como espía y el asesinato de Voldemort sin mencionar la Magia Roja ni los Horrocruxes, copiando todo al dictado verbal. Le llevó más de una hora hacerlo durante la cual nadie lo interrumpió. Cuando terminó preguntaron:
-¿Cuándo va a salir esto en El Profeta?
-En la edición especial del domingo – respondió un periodista – Ya no nos da tiempo de incluirlo mañana, es muy largo.
-Muy bien, el domingo a las seis de la tarde, cuando hayamos tenido tiempo de leer y comparar lo que hayan publicado, quedamos para comentarlo aquí. Quienes hemos escuchado a Snape por la tarde y a Malfoy ahora, quedaos con libretas los mismos y venid sólo vosotros, de lo contrario será un caos, una veintena de personas nos bastaremos para poner sobre aviso a todo el mundo mágico de que no compren más el diario si cambian una coma.
-¡Eh, eh! – dijo Lucius – Doy permiso para corregir la puntuación si no es correcta, hacía años que no practicaba el dictado verbal.
-Vale, vale. Entonces en ese caso que no cambien una palabra. Un estilo inmejorable, Malfoy.
-La verdad es muy fácil de contar, lo difícil es mentir.
-Desde luego que sí, que tomen nota los reporteros, esta tarde y noche les habéis hecho todo el trabajo, no van a tener que redactar. ¿Os han pagado?
-Sí, lo han hecho.
-¿Suficiente?
-Más que suficiente.
-Estupendo. Con vosotros dos quedamos el próximo viernes por la tarde, como hoy, para comentar lo que habéis contado. A poder ser lo haremos ya en el escenario que se montará para el concierto para que pueda asistir el máximo de gente. Vamos a tener marabunta en Diagon como hoy.
-Cierto. Pena que los brujos no tengamos un lugar apropiado para este tipo de actos.
-Ya sé qué se puede hacer – dijo otro brujo.
-Di.
-Que el Ministerio alquile un local apropiado, un gran recinto de conciertos muggle, por ejemplo, donde quepamos todo el mundo mágico.
-Buf… organizarlo en apenas cuatro días… - dijo el otro brujo.
-Con magia es posible.
-Desde luego que lo es. ¿Hay alguien aquí que trabaje en el Ministerio?
-Sí, yo – respondió el brujo que lo había propuesto.
-Entonces tú te encargas de mover los hilos ya que lo has propuesto. Habla con el ministro de magia directamente y que se encargue personalmente de hacerlo, que para cobrar los impuestos siempre están dispuestos.
-Cierto.
-Y en cuanto se sepa dónde es, que El Profeta le dé publicidad, explicando también cómo acudir hasta allí. Muchos no sabrán moverse por el Londres muggle.
-Lo haremos, claro que sí – dijo el periodista.
-Para volver no hay problema, Apareciéndonos y ya está.
-Desde luego – dijo el brujo que trabajaba en el Ministerio.
-Que comience a una hora prudente, que la mayoría podamos acudir, a las siete de la tarde, por ejemplo.
-Claro que sí.
-Y ahí ya pueden dar trabajo a las viudas de los Mortífagos, ponerlas a servir y cocinar para todos. Que lleven a sus hijos también y algunas cuiden de todos, así los chavales ya van integrándose en la comunidad.
-Desde luego que sí – dijo Lucius.
-Y también ellas, estarán agradecidas de que las incluyamos en nuestra vida tan temprano.
-Claro, claro… ¿Y no sería mejor, en lugar del viernes, hacerlo el domingo después de almorzar? Lo digo por los chavales.
-Claro que sí, tendríamos mucho más margen de maniobra y nos daría tiempo de volver a cenar a casa. De comida bastaría con meriendas, más tiempo para organizar y menos infraestructura. A los únicos que fastidiamos será a El Profeta, que no podrán incluirlo el domingo.
-No los fastidiamos nada, lo venderán el lunes.
-Cierto, si se han comportado bien y se lo compramos.
-¿Hemos terminado de planificar?
-Sí, sí.
-Entonces paso la libreta para que la copien, quedaos quienes vayáis a llevároslas y aquéllos a quienes les apetezca escuchar un concierto dentro de un ratito.
-De acuerdo.
Lucius bajó de la mesa, pasó la libreta a la familia y dijo a Hipólita y Sev:
-Toca Corazón de Bruja, vamos nosotros tres los primeros para que podáis comenzar a tocar cuanto antes y no se haga demasiado tarde, ya estamos pasándonos de la raya.
-¿Queréis tomar Estimulante? – preguntó Sev.
-Yo sí, Prince, de lo contrario no resisto, me caigo de sueño – dijo Hipólita.
-Yo no – dijo Lucius - Me he echado la siesta y en un cuarto de hora más habré terminado.
-Muy bien – dijo Sev.
-Se me ocurre una muy buena, que vayáis contando vuestra historia de amor, que es larga, intercalada con las canciones que toquéis, así matáis dos pájaros de un tiro y no soportáis tener que responder las preguntas que os hagan.
-Claro… Fantástico, porque muchas de las canciones hablan de nuestro amor…
-¿Quién es el más listo?
-Tú, mi amor, qué bien has hablado. Bésame…
Se besaron, después Sev dio Estimulante a Hipólita y Lucius y él fueron a hablar con una de las reporteras de Corazón de Bruja, que los entrevistó mucho más respetuosamente de lo que esperaban, no intentando averiguar detalles escabrosos de su relación, sino preguntándoles principalmente por los antecedentes de la misma, cuando se conocieron en el colegio, y por su reencuentro, por lo que les llevó más tiempo del que esperaban pero les dejó buen sabor de boca. También les hizo unas cuantas fotos, algunas besándose. Cuando terminaron, Lucius le dijo a Sev:
-Ha sido muy boba, con esto apenas van a vender, ya lo has contado tú por la tarde.
-No con tanto detalle, y aquí tiene el punto de vista de los dos. Yo creo que ha sido lista, tiene más material que si sólo le hubiéramos contado lo de hace una semana y ya no sólo eso, pedir detalles sexuales echaría atrás a muchas lectoras, la leen principalmente brujas.
-Cierto.
-Me habría reído un montón describiendo lo que hacemos, ¿eh?
-Y yo, y yo…
Rieron.
-Toca concierto, suerte que ya se ha despejado bastante el local, es muy tarde y la gente no resiste – dijo Lucius.
-Cierto, cierto… Pues a mí me quedan dos horas de Estimulante todavía. ¿Resistirás tú?
-Si no lo hago te pido.
-Muy bien.
Ya les habían dispuesto un escenario improvisado, dos sillas sobre dos mesas, y colocado más sillas frente a ellas. Las libretas ya habían sido copiadas y repartidas también, e Hipólita ya estaba afinando su guitarra sentada en una de las sillas.
Sev se sentó en la otra silla y sacó su guitarra del bolsito. Una bruja le preguntó:
-¿Y eso?
-Un bolsito hechizado.
-¿Dónde se compra?
-En ningún sitio, los hago yo.
-¿Y por qué no los vendes? Los compraría todo el mundo.
-Cierto, podréis hacerlo en la librería de viejo, Bowman, a partir de mañana.
-Estupendo, pienso estar allí a primera hora.
-No, a primera hora no estarán, a primera hora de la tarde sí. Dime tu nombre y digo que te guarden uno.
-Rose.
-Estupendo, Rose.
Sev afinó su guitarra con la de Hipólita mientras todo el mundo excepto aquéllos a quienes estaba entrevistando la otra reportera de Corazón de Bruja se sentaban. Lucius, Narcissa, Andrómeda, Andrea, Philip y la reportera que les había entrevistado a ellos en primera fila. También se había quedado toda su familia y los dos periodistas de El Profeta.
-¿Has pensado en el orden? – le preguntó a Hipólita.
-Sí, he pensado en que toquemos las del primer concierto y tus composiciones, que son las que describen nuestra historia de amor, no las que nos compusieron.
-Claro… ¿Y las sabes todas?
-Claro que sí, llevo tocando la guitarra tanto tiempo como tú y le he metido muchas más horas.
-Cierto, cierto…
-Si tú no sabes alguna la toco yo.
-Estupendo.
-Las del primer concierto en el orden que las aprendimos, contando lo que hicimos cada semana de ese verano y tus composiciones en el orden que las ideaste, contando también lo que hicimos cada semana, siempre sin dar detalles explícitos.
-¿Y los temas con contenido sexual que compuse por Alice?
-Los tocamos sin más sin dar detalles, sólo contamos lo que nos pasaba a nosotros en esa época, que imaginen lo que quieran.
-Me parece muy bien.
-Vamos allá. La primera, 'Wish you were here', que también será la última si nos piden bis.
-No, no. Recuerda que debes dedicar el concierto a Lucius, el bis lo pide él.
-Vale… es cierto…
-Dedica, anda.
Hipólita habló para todos.
-Este concierto, como no podía ser de otra manera, va dedicado al héroe gracias al cual hemos podido celebrar esta noche y continuaremos haciéndolo durante semanas e incluso meses, pues también, gracias a él, tendremos dónde hacerlo. Ese héroe está, afortunadamente, entre nosotros, se llama Lucius Malfoy y hoy mismo ha entrado en mi vida. Ya lo amaba desde que conocí su historia, pero conocerlo personalmente ha sido una de las experiencias más increíbles de mi vida, casi tanto como conocer a Snape, y deseo que siga formando parte de ella de por vida. Lucius, ¿lo harás? ¿Me concederás ese honor?
-Desde luego que sí, Hipólita, no pienso separarme de vosotros más que cuando mis obligaciones y las vuestras nos impidan estar juntos – respondió Lucius.
-Gracias, Lucius, gracias…
-No me las des, Hipólita, para mí será un auténtico placer estar en vuestra compañía, en la de ambos.
-Estupendo, pues vamos allá con el concierto. El primer tema que vamos a interpretar habla de la guerra y de cómo atrapa a las personas en una espiral de la que no salen a no ser que pongan toda su voluntad en ello, a no ser que luchen por continuar siendo felices a pesar de todas sus dificultades, a no ser que ellos mismos escapen de las jaulas y peceras que las circunstancias les imponen. Snape salió de su pecera el quince de mayo, el día que nos conocimos, y tú lo has hecho hoy, Lucius, el día que nos hemos conocido. Es un gran privilegio para mí que haya sido justamente así, experiencias que nunca, nunca en mi vida olvidaré y que he vivido siendo todavía tan joven. Soy muy, muy afortunada y espero ser capaz de devolver a la vida todo cuanto me está ofreciendo. Para ti también, Lucius, el tema de Pink Floyd, 'Wish you were here'.
Tocaron el tema. Cuando terminaron, muchos lloraban emocionados, incluido Lucius, y se tomaban de las manos, pero se soltaron para aplaudir. Más gente había entrado y se apiñaban en pie detrás y a los lados de las sillas.
Continuaron tocando a la vez que se alternaban para contar su ya prolongada historia de amor, las únicas que no escuchaban la música atentamente eran ambas periodistas de Corazón de Bruja, que no cesaron de escribir y hacer fotografías para no perder detalle. Sólo eran interrumpidos por los aplausos al final de cada tema. Por fin, más de dos horas después, terminaron, no les pidieron bis pero Hipólita preguntó a Lucius:
-¿Cuál o cuáles te han gustado más, Lucius? Podemos repetirlas.
-¿No estáis muy cansados?
-Resistimos, todavía nos dura el efecto de la Estimulante.
-Entonces quiero que toquéis tres más, las dos que ha compuesto Snape para mí y la primera que habéis tocado para terminar.
-Te toca entonces a ti solo, Prince, ésas dos no las he aprendido.
-Puedes contar cómo surgieron, Snape, que se enteren de eso también.
-Estupendo.
Sev contó cómo se había inspirado y tocó 'La luz al final del túnel' y después 'Nunca habrá último' una historia de amor homosexual muy explícita, por primera vez con público, que las aplaudió sin aspavientos ni comentarios al igual que todas las demás. Por fin atacaron de nuevo 'Wish you were here', cuando la terminaron muchos volvían a llorar. Bajaron por fin del escenario y Sev se dirigió a Lucius:
-Preséntame a Andrómeda, Lucius. Cuánto lamento que se nos haya hecho tan tarde y no poder estar apenas con ella.
-Claro que sí. Andrómeda, te presento a Snape, tú no lo conociste por poco, ingresó en Hogwarts al año siguiente de que te graduaras tú.
-Cierto, lo sé – dijo Andrómeda – Qué alegría conocerte.
-Siento mucho que vayáis a quedaros sin herencia, Andrómeda.
-No es problema alguno para mí, ya renuncié a ella cuando me desvinculé de la familia y vivo muy bien, renegué hace muchos años de la vida fácil y soy muy feliz con lo que la vida me ha dado. El dinero no da la felicidad, tengo un marido y una hija maravillosos, y ahora, gracias a vosotros, podré tener otro sin ser todavía demasiado mayor y poder criarlo con energía, y Lucius y Narcissa serán los padrinos ya que no pudieron serlo de Nimphadora. Me muero de ganas de que la conozcas también, la habéis librado de una grave amenaza y será tu alumna en Hogwarts. Verás cómo te encanta, verás, es una chiquilla deliciosa, y también a mi marido, Ted Tonks, os vais a entender muy bien. Me ha dado mucha pena que se haya perdido el concierto, le encanta la música, el próximo domingo podríais tocar vosotros un poco también.
-Claro, hay tiempo, y sería fantástico si pudieran llevar un piano hasta el recinto de conciertos.
-Voy a decírselo al que trabaja en el Ministerio antes de que se marche – dijo Lucius.
-No te preocupes, Lucius, dile que no se preocupe él tampoco, que iré yo el lunes a ver al ministro con Giratiempo.
-Claro… mucho mejor…
-Eso, eso, Lucius…
-Más carga sobre tus hombros.
-Eso no es nada, ahora ya me he librado de todo el trabajo extra.
-Desde luego que sí.
-Ve, ve y dile.
Lucius se marchó.
-¿Has estado con Sirius, Andrómeda?
-He estado, un montón de rato. Lucius nos ha citado aquí mientras volvíais y también a él, y nos hemos encontrado con él en la barra, ya nos hemos vinculado y todo.
-Estupendo. ¿Te ha contado Lucius que te dará trabajo en un futuro, cuando hayas criado a tus niños?
-Sí, sí, pero por el momento no quiero, ¿eh? Quizá tengamos otros dos, tenemos sitio en casa y Nimphadora no va a poder asistir al colegio muggle, quiero que se críe con sus hermanitos para que no esté sola.
-Claro…
-Nos lo podremos permitir, invertiremos también la parte que nos dé de la recompensa y ganaremos dinero así también.
-Claro, claro…
-Si nos va muy bien quizá también me dedique a los negocios y pueda retirar de trabajar a mi marido para que disfrute de los niños antes de que ingresen en Hogwarts si lo hacen todos, claro, quizá alguno salga squib siendo mestizos.
-No lo creo, tú eres sangre-pura y el gen mágico es dominante frente al muggle. Yo soy hijo de bruja sangre-pura y muggle y mi hermano y yo hemos salido magos de mucho talento.
-Desde luego que sí. Prince, ¿no?
-Eso.
-Los conocí de joven, acérrimos. Si les requisan los bienes tal vez te den parte de ellos y recuperes algo de la recompensa que has donado. Va a haber dinero más que de sobra para ayudar a las familias de los Mortífagos, y en seis meses, incluso antes, por las obras que hay que realizar, ya tendrán trabajo.
-Claro… las obras… Espera un momento. ¡Andrea!
Andrea se acercó.
-Os presento. Andrea Bowman, Andrómeda Tonks, de soltera Black, la cuñada de Lucius.
-Encantada – dijo Andrea.
-Encantada – dijo Andrómeda.
Se besaron en la mejilla.
-Andrea, termina con los encargos que tengas y queda libre, a partir de que Lucius y los demás comencemos a comprar los negocios de Knockturn vas a encargarte de instruir en el oficio a las viudas de los Mortífagos que se dediquen a las obras.
-Claro… - dijo Andrea.
-¿Estás dispuesta?
-Desde luego que sí, poder contribuir así.
-Estupendo, y no constituirán competencia para ti en Godric's Hollow porque la mayoría tienen sus casas y niños pequeños.
-Y aunque lo hicieran, yo ya tengo una reputación, antes me buscarán a mí que a los demás, y en cuanto salgamos los brujos a la luz tendremos mercado también en el mundo muggle.
-Claro… Y avisa a tu cuñado también, él se encargará de convocar todo lo necesario para los negocios, su empresa despegará por fin.
-Prince, Prince… vas a hacernos de oro, Prince…
-El lunes voy al Ministerio a hablar con el ministro y ya voy a plantearle todas las ideas que hemos tenido hoy, tanto lo de la fiesta del próximo domingo como lo de Knockturn.
-Estupendo, estupendo.
-Hemos solucionado todas las contingencias en una sola noche, qué maravilla.
-Dile a Lucius que en Knockturn también deberá montarse una guardería para los críos, para que los peques queden al cuidado y las madres puedan trabajar.
-Claro, claro…
-E incluso un colegio – dijo Andrómeda – Las viudas de los Mortífagos quizá no quieran llevar a sus niños al colegio muggle.
-Cierto.
-Así Nimphadora sí tendría amiguitos.
-Claro…
-Y así aprenderían cultura muggle desde pequeños, más fácil que no caigan en la magia oscura ni en el dogma de la pureza de sangre de mayores, ya llegarían educados a Hogwarts.
-Desde luego.
-Y podrían asistir también todos los pequeños brujos que comienzan a manifestar su magia y tienen problemas en los colegios muggles, para que no sufrieran acoso.
-Claro que sí. Va a tener que ser muy grande y no dará beneficios.
-Pero no es problema, hay locales vacíos también en Diagon y se les hacen más pisos – dijo Andrea.
-Y para financiarlo bien puede contribuir también el gobierno de Reino Unido – dijo Andrómeda – Hasta ahora sólo financian parte de la educación de los brujos durante apenas siete años de su vida, mientras que de los muggles lo hacen durante casi el doble o más si acuden a la universidad.
-Claro que sí – dijo Sev - Buf… a ver si no olvido todo lo que he de decirle al ministro.
-Dedica un rato mañana o pasado mañana a rememorar y escribirlo, Prince, y se lo pasas por escrito, quien no lo va a recordar es él – le dijo Andrea.
-Claro que sí. ¿Se os ocurre algo más?
-No por el momento. Si se me ocurre te escribo antes del lunes.
-Estupendo.
-A mí tampoco – dijo Andrómeda.
-Muy bien, muy bien, qué noche más fructífera. Voy a buscar a Lucius y a meterme en la cama, estoy reventado y ya no me da tiempo a dormir ocho horas sin poción, mañana he de despertarme antes de que cierre Gringotts.
-Sí te da tiempo, cierra a la una – dijo Andrea.
-Estupendo. A las dos pasaré por la librería, Andrea, díselo a Philip, tengo algo para que venda muy bien mientras salen los libros.
-¿Qué?
-Los bolsitos hechizados. Voy a convocar un montón y enseñarle a que los hechice, así está entretenido en las horas muertas y puede ganar un montón de dinero con eso.
-Claro… ¿Cómo no se nos había ocurrido?
-Porque debía llegar yo a arreglaros la vida, como siempre.
-Prince, ¿me dejas darte un morreo?
-Claro que sí.
Se lo dieron.
