Reconocimiento
Cuando terminaron de cenar, Sev convocó otras dos estanterías, se marchó a Hogwarts por Red Flu a cambiarse de ropa, y de allí, también por Red Flu, a casa de Lauren, donde encontró a Lucius hablando por teléfono. Esperó a que terminara.
-Ya está, los ratones en sus ratoneras, pero no tengo todas conmigo en que no salgan de noche, comprende que se aburren todo el día metidos en la pensión porque no tienen dinero suficiente para gastar – dijo Lucius.
-Bueno, si salen se les esperará, no te apures.
-Eso.
-No se han puesto en contacto con sus mujeres, ¿no?
-No.
-Estupendo. He pensado algo más.
-¿Qué?
-Que si libras a los Mortífagos jóvenes pero condenas a sus padres y hermanos y hemos matado a sus amigos te la van a tener jurada igualmente aunque lo hagas.
-Buf… puede ser…
-Pues no te comas la cabeza, Lucius, no libres a ninguno. No llegaron a ser asesinos pero lo eran en potencia.
-Y yo, que lo fui de verdad, soy un héroe del mundo mágico.
-Pero tú te redimiste por ti mismo, Lucius.
-No, por ti.
-Y ellos también habrían podido redimirse por mí y no lo hicieron, Lucius. Cuatro de ellos fueron mis compañeros de año durante casi cinco años, podrían haberse quedado en Hogwarst cuando fue el follón en lugar de largarse, como lo hizo Lauren. ¿Tú qué habrías hecho?
-Hablar contigo en privado para que me dieras opciones viéndote cambiar de bando.
-Pues ahí lo tienes, ellos se marcharon sin más. Que mueran en Azkabán, de lo contrario nunca viviremos tranquilos.
-¿Y si me piden declarar en sus juicios?
-Declaras contra ellos para asegurarte de que ingresan en prisión, o no declaras.
-Vale, lo pensaré. Esto me deja mucho más tiempo para lo de Knockturn.
-Desde luego, Lucius, que es primordial.
-Pienso que las viudas también me la pueden tener jurada.
-Buf… Pero la mayoría tienen niños. No se la jugarán, Lucius, han de cuidar de ellos, mantenerse vivas para hacerlo.
-Claro, claro…
-Y a la larga te estarán agradecidas por haberles dado la oportunidad de comenzar una nueva vida para ellas, mucho más esperanzada, sin guerra.
-Claro que sí.
-Las mujeres no son tan sanguinarias y perdonan más fácilmente, Lucius.
-Desde luego. Ya podría haber venido alguna durante el día de hoy a pedirme explicaciones a casa y no lo han hecho.
-Eso, Lucius, eso.
-Pues ya está, no me preocuparé más.
-¿Estamos?
-Estamos.
-Pues me marcho al Club 100, nos vemos allí.
-Yo voy a volver a casa por los demás, a ducharme y cambiarme y vamos también. Dejaremos puesta la protección y vendremos aquí para Aparecernos allí.
-Muy bien, Lucius. Le digo al de la puerta que os deje pasar.
-Gracias, Snape. Márchate ya, que llegas muy tarde.
-Vale, vale…
Sev se Apareció en el callejón y fue apresuradamente hasta el Club 100. Cuando llegó ya eran casi las nueve y media, habló con el de la puerta dándole los nombres de los cuatro invitados, que él apuntó. Cuando entró los demás ya estaban probando en el escenario. Cuando Valerie lo vio le dijo por el micro:
-Jo… Prince… Ya pensábamos que no llegabas, hemos comenzado sin ti, hay que terminar antes de las diez para que abran el local.
-Lo siento mucho. Me he quedado a cenar en casa de Lucius y me he liado.
-Venga, sube, que ya te tenemos todo preparado. Andrew ha estado probando el bajo, apenas necesitará algún retoque.
-Estupendo, muchas gracias.
Sev subió y terminaron de probar, apenas les llevó diez minutos más.
-¿Habéis visto cómo no era para tanto? – les dijo Sev.
-Desde luego, porque ya habíamos hecho nosotros todo el trabajo – dijo Valerie.
-Valerie – dijo Paul – No pongas a Prince contra las cuerdas, tiene derecho a disfrutar de lo que se ha ganado a pulso. Él ha trabajado por todos durante todo el año, incluso con el grupo, si tenemos tantos temas es porque la gran mayoría los ha compuesto él, de no ser por él no habría grupo, tenlo bien claro.
-Vale, vale…
-Piensa las cosas mejor antes de decirlas, no nos convienen desavenencias ahora que comienza a irnos tan bien, o acabaremos como tantos otros, separados a causa de disensiones, y se nos acabó el chollo. Recuerda a los Clash, buscando batería a marchas forzadas justo antes de salir de gira.
-Cierto.
-Y tú serías prescindible, podríamos apañarnos un trío, que cantara Prince.
-Buf… cierto…
-Pues ya sabes, a poner las cosas fáciles a los demás.
-Vale, vale…
-Prince, ¿has tenido que correr para llegar?
-Correr no, pero sí apresurarme – respondió él.
-No te habrá sentado mal la cena.
-No, no.
-Muy bien, ve al camerino un rato si quieres estar tranquilo, los demás nos quedamos fuera.
-Gracias, Paul.
Sev fue al baño y luego al camerino, convocó un vaso de agua, lo llenó con Aquamenti y sacó la guitarra. Comenzó a componer una nueva canción para Sly Snake titulada 'La destrucción', en la que contaba alternativamente cómo se habían destruido los Horrocruxes y el fin de Voldemort a manos de Lucius. Alrededor de las diez y media llamaron a la puerta.
-¿Quién es?
-Soy yo, Snape – la voz de Lucius.
-Pasa, pasa…
Lucius entró y se sentó junto a él, se besaron y vincularon pero hablaron de viva voz.
-El garito ya está lleno, todo el mundo os espera.
-Ya, ya escucho el jaleo.
-¿Estabas componiendo?
-Sí, ya casi la tengo, se llama 'La destrucción' y habla del fin de Voldemort a manos de ambos. Quizá podamos tocarla el próximo domingo si la termino y la ensayamos durante la semana.
-Pues sigue si quieres.
-No, no, en un rato que esté solo. No quiero que la escuches, quiero darte una sorpresa.
-De acuerdo, tú y tus sorpresas…
-Pero si te encantan…
-Desde luego que sí.
-¿Has hablado con Valerie?
-Sí, con los tres. Ya está todo aclarado, tendrá el niño con Andrew, Paul tampoco quiere por el momento, le parece muy reciente su relación con Valerie y quiere continuar disfrutando de la vida durante unos años más.
-¿Qué le has dicho tú a Valerie?
-Que entienda que estoy enamorado de ti hasta las trancas y por el momento no quiero nada que me robe tiempo contigo. Que aun así, si llega a verse en dificultades económicas debido a la crianza del niño, cuente conmigo.
-Muy bien, Lucius.
-Me lo ha agradecido un montón y me ha dicho que si quiero en un futuro lo tendremos juntos, cuando sea buen momento para los dos.
-Estupendo.
-Ya quería que fuera yo el padrino pero no he aceptado, le he dicho que te mantengan a ti. Andrew también lo prefería y han quedado así, que tú seas el padrino y probablemente la madre o la hermana de Valerie la madrina.
-Has estado un montón de rato charlando con ellos.
-Sí, sí, hemos llegado sobre las diez.
-Vaya…
-Hemos estado en la mesa que os reservan.
-Claro, claro…
-Ya han quedado con los dueños del club que en cuanto terminéis pasamos todos a la sala para vips. Los de Hogwarts os harán el pasillo hasta allí para que no debáis encerraros aquí.
-Estupendo. ¿Sabes que me lo hice con Valerie aquí?
-Ah, ¿sí?
-Sí, en pie y con ropa, la noche de la tarde que nos reencontramos, fue brutal.
-Vaya…
-Buf… me estoy poniendo sólo de recordarlo. No sabes lo que te has perdido por no catar a Valerie, está muy buena y quizá después de parir deje de estarlo.
-Puedo proponerle hacérmelo con ella antes de que lo haga.
-Desde luego. Si te apetece hazlo, tienes mi permiso.
-Esta misma noche se lo digo, pero no me lo haré con ella antes de que se quede embarazada. Es muy reciente, y a partir del lunes deberíamos hacerlo con condón para no quedarse de mí. Esperaré a que lo esté, si no es antes de irme al camino será en septiembre, antes de que se le note.
-Muy bien, Lucius.
-Dicen que les aumentan de tamaño los pechos.
-Cierto.
-Aunque ya te digo que ya no me atraen.
-Yo también me lo haré con ella, si quiere, estando embarazada, me da mucho morbo.
-Vaya…
-Y más siendo de otro el niño.
-Seguro que quiere, contigo siempre va a querer.
-Seguro que sí, se lo digo esta noche también. ¿Leemos El Profeta? Lo he traído.
-Pues sácalo, anda, poco tiempo nos queda ya.
-Cierto.
Sev guardó la guitarra y sacó el diario y lo abrió por la página tres. Lucius le pidió:
-Si no es mucho esfuerzo para ti léemelo en voz alta, me encanta escuchar tu voz, ya te lo he dicho antes, y ayer me lo perdí cuando hablaste en el Caldero.
-Claro que lo leo para ti, amor mío, todo cuanto me pidas, si nos da tiempo a otro lo lees tú, ¿vale?
-Vale.
Sev leyó el artículo completo que describía cómo se habían reencontrado en la escalinata de Gringotts con todo lujo de detalles y un estilo muy distinto al habitual de El Profeta, muy romántico y evocador. Cuando terminó dijo:
-Buaaah… es precioso, precioso…
-Ya tienes material para otra canción - le dijo Lucius – Muchas frases te servirían tal cual.
-Desde luego que sí, ésta iría para mi siguiente disco en solitario, al igual que las otras dos que ya he escrito para ti. Con Sly Snake ya tenemos demasiadas, no van a caber tampoco en el segundo disco.
-Increíble, compones más rápido de lo que te da tiempo a grabar.
-Pues sí, y varias que tengo pendientes con Paul y Valerie, que habrán de esperar al verano seguramente, si tengo tiempo.
-Claro… de vuestras orgías.
-Eso.
Sev hojeó el diario hasta que encontró la fotografía de los dragones luchando, con el titular 'La magia de los dragones, los Patronus más poderosos nunca vistos'.
-Anda, lee éste, que seguro que también es precioso.
Lucius leyó el artículo, que describía con todo detalle las características especiales de los Patronus de ambos y los tres momentos en que los habían conjurado. Antes de que terminara, entraron en el camerino el resto de Sly Snake pero no los interrumpieron, se sentaron a esperar. Cuando Lucius terminó dijo:
-Éste también te vale para una canción.
-Sí, ésta para Sly Snake, grabaremos un disco en Navidad y otro el siguiente verano, alternando con la gira. ¿Qué os parece, chicos? – preguntó Sev.
-Maravilloso, tres discos en poco más de un año, batiremos récords de ventas en nuestro género – dijo Valerie.
-Nos han de abrir mercado en Estados Unidos, se lo exigiremos al próximo sello que nos contrate.
-Desde luego que sí, vamos a triunfar, a triunfar.
-Iremos allí de gira.
-Ya te digo que lo haremos, como rutilantes estrellas.
-Iré con vosotros – dijo Lucius.
-Desde luego que sí, como uno más, con todo pagado.
-Ya tengo casi compuesto un tema sobre la destrucción de Voldemort para que lo ensayemos esta semana y poder tocarlo el próximo domingo – dijo Sev.
-¿Has visto, Valerie, cómo Prince aprovecha cada minuto que le brindamos? – le preguntó Paul.
-Cierto, siento mucho lo de antes, Prince – dijo Valerie – Un poco difícil lo vamos a tener, la próxima semana tendremos tres conciertos, el viernes en el colegio, el sábado aquí y el domingo el de la comunidad mágica.
-Buf… no recordaba el del colegio… - dijo Sev.
-Ensayamos el jueves.
-Víspera de clase.
-Que nos perdonen la primera hora por dar el concierto el viernes en el colegio.
-Pues sí, que nos la perdonen.
-¿Tendrás tiempo de terminar la canción antes del jueves?
-Sí, me dará, ya me queda poco.
-Estupendo. De lo contrario, si quieres te quedas un rato aquí esta noche mientras los demás estamos en la sala vip, te acompañamos para que no te molesten.
-Vale, si me agobio o me aburro lo hago.
-Muy bien. ¿Salimos? Ya pasa de la hora y la gente está exaltada.
-Vamos, vamos. Valerie, déjame presentar a mí.
-Claro que sí.
Salieron fuera del camerino, los de Hogwarts les hicieron el pasillo para llegar hasta el escenario, Sev le dijo a Lucius:
-Espera aquí, al pie, vas a subir enseguida.
-Vale, genial.
-Dame un beso.
-Claro que sí.
Se besaron y todo el grupo subió. Sev se dirigió al micro de Valerie, que se apartó a un lado colgándose la guitarra. Dijo:
-Silencio, por favor.
El jaleo disminuyó en parte.
-Hasta que no os calléis no comenzamos.
Silencio absoluto.
-Gracias. Quizá muchos de vosotros ya estuvisteis aquí la semana pasada, para quienes no, os pongo en antecedentes. Provenimos de un mundo que está oculto a vuestra vista, pero no por eso deja de ser menos real. Podéis vislumbrarlo a través de las historias que narran nuestras canciones, todas ellas son historias verídicas, o al menos, verosímiles, posibles en ese mundo del que os hablo. En ese mundo ha estado a punto de estallar una guerra contra un tirano peor que Hitler, que habría amenazado también vuestro mundo. Nosotros formamos parte del ejército que habría debido combatirlo, pero afortunadamente, gracias a un héroe que se encuentra esta noche entre nosotros, que ya lo estaba la semana pasada, nos hemos librado de ese tirano. Ese héroe ya está recibiendo reconocimiento en el mundo del que procedemos, pero ha de recibirlo también en el vuestro, pues nos ha librado a todos de una grave amenaza jugándose él mismo la libertad y la vida. Tengo la gran suerte, además, de que ese héroe es mi pareja sentimental, soy muy afortunado de tenerlo, y así os lo presento a todos. Ese héroe tiene un nombre que no quiero que ninguno olvidéis y tengáis muy presente en los años venideros, pues con el tiempo tendréis la oportunidad de conocer su historia al completo, cuando publiquemos los libros y rodemos las películas que la narrarán. Ese héroe se llama Lucius Malfoy. Sube, Lucius.
Lucius subió al escenario llorando, Sev lo abrazó mientras todos estallaban en vítores, los de Hogwarts comenzaron a corear.
-¡Más vale morir en pie que vivir arrodillado!
Pronto todo el local lo hacía, alzando el puño en alto.
-¿Estás bien, amor mío? – le preguntó Sev.
-Gracias, Snape, gracias, me estás haciendo muy feliz – respondió Lucius.
-Mañana hay que comprar también la prensa muggle, esto va a salir, verás, en las reseñas de los conciertos.
-Claro…
-Ya estamos consiguiéndolo, Lucius, el camino va a ser mucho más corto de lo que pensábamos.
-Desde luego que sí.
El local continuó coreando consignas revolucionarias durante un buen rato, propuestas tanto por los de Hogwarts como por el público que lo llenaba, pues era la ideología punk, anarquista. Mientras tanto, Lucius dejó de llorar y él y Sev se besaron durante un buen rato ante todos. Por fin, cuando en un momento dado amainaron, alguien gritó:
-¡Dejad que hable Lucius Malfoy! ¡Queremos escucharlo también a él!
Silencio absoluto.
-Te toca, Lucius, ¿estás bien?
-Desde luego que lo estoy.
-Pues dale.
Lucius se acercó al micro sin dejar de enlazar a Sev y habló:
-Que sepáis que esta noche no estaría aquí, que nada de lo que hice habría sucedido de no ser por este muchacho, que con apenas quince años salió del camino oscuro que yo le había marcado e hizo que yo lo abandonara también. Por eso es fundamental que conozcáis su nombre también y no lo olvidéis nunca, pues él fue el origen de todo. Cambiando su propio destino y trabajando mucho, muchísimo, ha sido capaz de cambiar el destino primero del colegio al que asiste, Hogwarts, después el de todo el mundo mágico, y a partir de esta misma noche también el del mundo no mágico, el vuestro, el muggle. Este muchacho también es un héroe, mucho más que yo, se ha jugado la vida durante casi un año, pues ha estado en el candelero y ha sido perseguido por el ejército contrario hasta el punto de que ha necesitado usar un nombre falso hasta ahora entre vosotros. Es un héroe al igual que todos los guerreros que estaban destinados, por propia iniciativa y siendo apenas mayores de edad o todavía menores, a combatir a ese tirano del que os hablaba, Voldemort, al cual llegué a conocer muy bien por haber formado parte de sus secuaces hasta que cambié de bando y me convertí en espía del bando correcto, y posteriormente, hace apenas una semana, en su ejecutor. Debería deciros los nombres de todos ellos, pues todos son héroes aunque no hayan llegado a entrar en combate, pero desgraciadamente todavía no los conozco ni vosotros los recordaríais, se trata de cerca de ciento cincuenta personas. Así que os diré el nombre de aquél que los representa, de mi salvador y amor eterno, Severus Snape Prince.
Todo el local volvió a estallar en vítores y de nuevo se pusieron a corear consignas revolucionarias. Valerie se acercó a ellos y les dijo:
-Hoy, en lugar de concierto, concentración anarquista.
-Cierto.
-Hay que comprar la prensa muggle mañana, ¿eh? Esto va a salir.
-Desde luego.
En un momento dado, que amainaron, una chica gritó:
-¿Puedo subir al escenario a hablar?
-Claro que sí – respondió Sev al micro.
La chica se abrió paso entre la gente, subió al escenario y se acercó al micrófono.
-Silencio.
Silencio absoluto.
-Mañana, todos en Times Square a las cuatro de la tarde, concentración anarquista y revolucionaria para dar a conocer lo que ha ocurrido en el mundo mágico. Corred la voz durante el día por Camden, por todo Londres, que estén todos allí, vuestras familias, vuestros amigos, todos, todos y que vaya alguien a llamar ya a las redacciones de los diarios para que se corra la voz. Yo me encargaré de conseguir equipos de sonido para que puedan hablar y nos cuenten.
-No es necesario - le dijo Sev - Conocemos hechizos que hacen de altavoz.
-Vaya… ¡Conocen hechizos que hacen de altavoz, chicos, y les toca disimular!
Todo el local estalló en risas.
Sev se acercó al micro.
-Si supierais cuántas cosas nos toca disimular… Podemos tele-transportarnos y nunca lo hacemos ante vosotros.
-¡Vaya…! - exclamó la chica – Demuéstralo.
-Vale, voy hasta casa de una amiga y vuelvo.
-Venga.
Sev se Apareció en casa de Lauren y poco después volvió al escenario del Club 100, donde le habían dejado espacio de sobra para que lo hiciera.
-¡Vaya tela…! - exclamó la chica, acercándose de nuevo al micro – Has desaparecido y vuelto a aparecer ante nuestra vista.
-Y podría haberte llevado a ti.
-Jo… ¿Y por qué no lo has hecho?
-Porque te habrías mareado.
-Esta noche nos lleváis a todos a casa, así no tenemos que coger el autobús.
-No podemos hacerlo si no conocemos el lugar.
-Claro… no todo iba a ser tan fácil…
-Pues no, cariño, y somos muy pocos comparados con vosotros, apenas cinco mil en Reino Unido.
-Claro… uno de cada diez mil.
-Pues sí, pero si nos mezclamos más con vosotros seremos más, el gen mágico es dominante.
-Claro, claro… estupendo. Esta noche todos a ligar con magos y brujas, chicos, con los pocos que han venido.
-Con condones si no estáis seguros de estar limpios, ¿eh?
-Que sí, que sí, sólo faltaría que encima que sois pocos os pusiéramos en riesgo de coger enfermedades chungas. Os cuidaremos mucho, sois preciosos ahora que os habéis destapado, hemos de cuidaros mucho.
-Eso, eso.
-¿Los dejamos que toquen o que sigan contándonos de la magia?
-¡Que toquen, que toquen! – exclamó alguien.
-Venga, claro que sí, ya lo harán mañana. Se está haciendo tarde y estarán cansados.
-Además, a través de las canciones ya vais a enteraros de muchas historias mágicas, escuchadlas y veréis – dijo Sev.
-Claro, claro, yo ya os escuché la semana pasada y es cierto. ¿Tenéis instrumentos mágicos también?
-Sí.
-Pues llevadlos mañana a Times Square y cuando terminéis de hablar dais un concierto.
-Claro…
-Eso, eso, la liamos muy gorda. Ya voy a sacrificar yo misma lo de escucharos esta noche por llamar a los diarios.
-Llama desde el local.
-Sí, sí, eso pensaba hacer, si salgo ya no vuelvo a entrar.
Valerie se acercó al micro de Sev y habló:
-Dejadnos libre la estatua de los leones para que nos Aparezcamos allí con los instrumentos. Si hemos de llevarlos en furgoneta es muy complicado, en Times Square no hay donde aparcar.
-Claro que sí – dijo la chica – Ya habéis oído, la estatua libre para que se tele-transporten.
-¡Los bobbies no van a dejarnos estar si es una manifestación sin permiso! – gritó alguien del público.
-¡Hemos de estar todos allí, a la vez, a las cuatro menos cuarto, y que ellos lleguen a las cuatro en punto, para poder protegerlos y que no les requisen los instrumentos! ¡Cortaremos el tráfico, no podrán con nosotros, todo Londres va a estar allí!
-¿Y por qué no lo hacemos en Hyde Park, que es más grande y no tendríamos problema con los bobbies?
-Porque queremos tener problemas con los bobbies para que salga el lunes en los diarios, y cortar el tráfico y todo, que se líe bien gorda, chicos. Esto es una revolución, lo merecen. ¡Ya no sólo es la revolución del mundo mágico destapándose ante el no mágico, es también una revolución sexual! ¡La mancuerna vencedora es una pareja gay! ¡Que ninguna ni ninguno los agobie esta noche, han de estar frescos para mañana! ¡Venga, se acabó, vamos a dejarlos tocar! - se apartó del micro - Encantada de haberos conocido, sois fantásticos. Voy a llamar a los diarios y después ver si ligo con alguna bruja o mago.
Se despidieron de ella con besos, bajó del escenario y Lucius también lo hizo. Los demás se colgaron los instrumentos y Valerie le preguntó a Sev:
-Hoy explicamos los temas, ¿verdad?
-Desde luego que sí, hoy más que nunca, como lo hacemos en Hogwarts. Ahora todos lo entenderán.
