Pensar a lo grande
Cuando terminó el concierto les hicieron el pasillo hasta la sala vip y el dueño del local les sirvió bebidas, y le pidieron que les trajera comida para llevar. Estaban todo Sly Snake, Hipólita, Andrea, Philip y Lucius. Hipólita tocaba la guitarra y cantaba, Sev y Lucius pasaron un buen rato besándose ante los demás, Andrea y Philip también lo hacían y Valerie alternando con Andrew y Paul. Lucius le dijo a Sev:
-Dentro de un rato, cuando quede menos gente en el local, salimos para que nos vean juntos, a charlar con la gente. Tengo muchas ganas de lucirnos los dos.
-Claro que sí, amor mío, yo también, les damos envidia. ¿Le hacemos nuestras proposiciones a Valerie?
-Venga.
Se separaron y Sev le preguntó a Valerie:
-Valerie, ¿te lo harías con nosotros cuando ya estés embarazada?
-Si el médico no me lo prohíbe sí, claro que sí, pero sospecho que deberéis tener cuidado, ¿eh? - respondió Valerie - Los tres primeros meses corro riesgo de perderlo y en los posteriores podéis dañarlo si sois muy bruscos.
-Claro que sí. Lo haremos con cuidado, cariño.
-¿Tú estás limpio, Lucius?
-No he corrido riesgo, las dos mujeres con quienes me lo he hecho eran vírgenes, y Snape también lo está – respondió Lucius.
-Estupendo, y por lo que hemos hablado antes no piensas hacértelo con nadie más.
-No, no.
-Maravilloso, si te lo haces ya sabes, con condón.
-Desde luego que sí, ya estuvimos haciéndolo así con Snape hasta que tuvo los resultados de las pruebas.
-Muy bien. ¿Qué os parecería que nos vinculáramos todos los que estamos ahora?
-Maravilloso.
-Así sentimos vuestra potencia, que ya es legendaria.
-Cierto.
-Hipólita, deja la guitarra, y los demás, tomémonos todos de las manos para vincularnos como Comunidad, a cantar ocho veces.
-Canta tú primero, Valerie – le dijo Andrea – Nosotros nunca hemos cantado el Vínculo de Comunidad.
-¿Con Prince tampoco?
-Con Prince tenemos de Familia.
-Vaya…
-Claro, es como un hijo para nosotros.
-Claro que sí. Entonces lo canto hasta que lo pilléis.
Valerie cantó tres veces y Andrea le dijo:
-Suficiente, vamos a ello.
Se tomaron de las manos, Valerie dio la entrada y cantaron ocho veces. Cuando terminaron dijo, vinculada:
-Mi Vínculo de Comunidad más poderoso y mira que he hecho, ¿eh? Hasta con el doble de gente.
-Claro que sí, Valerie, somos la mancuerna – dijo Sev de viva voz.
-¿Para alguien no ha sido su Vínculo de Comunidad más poderoso?
Nadie respondió.
-Esta magia es maravillosa, qué ganas tengo de enseñarla en Hogwarts. ¿Sabes qué he pensado, Prince?
-¿Qué?
-Para empezar, que no debería ser optativa sino obligatoria.
-Claro…
-Que debería darse desde primer año, muchas chicas ya son mujeres en primer año.
-También.
-Y que no deberíamos separar a chicos y chicas para hacerlo, todos deben enterarse de lo de todos.
-Cierto. Qué suerte haberte incluido en el proyecto, Valerie, le vas a sacar mucho más partido que Deborah.
-Yo podría darla en los primeros cursos y tú en los últimos o al contrario, para que nos la repartamos, lo que prefieras y te dé tiempo. Podría ser sólo hasta quinto, aunque también podría ser un posible EXTASIS en el que se aprendiera también el resto de las Magias Ancestrales.
-Claro que sí.
-Ya he hablado yo con Deborah cuando he vuelto a Hogwarts, te he ahorrado el trabajo de despedirla tú.
-Muchas gracias, Valerie.
-Me ha pasado los programas que había elaborado incluidos los de Salud, ella tampoco quiere saber nada más de nosotros. Me ha dicho que ni siquiera quiere que le paguemos, que empleemos ese dinero en lo que mejor nos plazca, que puede ser su contribución al fondo. Y ya no he sido capaz de vincularme con ella.
-Vaya…
-Mejor, cuanto más lejos mejor.
-Valerie, Deborah se lo ha trabajado mucho, ¿eh?
-Pero no es buena persona, Prince, y ahora lo ha demostrado, se le ha visto el plumero. Que se apañe sola, ya ni siquiera va a sentarse con nosotros en el Comedor, a ver con quién lo hace.
-Bueno…
-Si hubiera sido como hay que ser habría sido la madrina de mi niño junto contigo, Prince, una persona muy cercana a Andrew y a mí, a ambos, y con dinero para que nunca le falte de nada. Pero prefiero mil veces que lo sean mi madre o mi hermana, más vale amor que dinero.
-Claro que sí.
-Y ahora tengo el as en la manga de Lucius y sé que también tendré el de Sirius, Lauren y Jack. Repartir mi amor ha resultado fructífero, nunca le va a faltar de nada a mis niños si yo no se lo puedo dar, que estoy segura que podré si la asignatura es obligatoria y abarca todos los cursos.
-Claro que sí, y el mío.
-Lo he pensado por eso también, he sido egoísta.
-Desde luego, has hecho bien.
-Ahora he de reelaborar los programas para que puedas presentárselos cuanto antes al ministro de magia. ¿Vas a hablar de eso con él también el lunes?
-Si me da tiempo sí. Ya no hay nada que decirle de Knockturn.
-¿Cuál es tu orden de prioridades?
-Lo primero, la escuela en Godric's Hollows para que la monten cuanto antes, a poder ser para el próximo año. Va a ser también para elfos.
-Vaya…
-Claro, integración.
-Muy bien, muy bien…
-La fiesta del domingo de la próxima semana en un gran local muggle.
-Buf… Prince… Mañana lo sabrá todo Londres y en una semana lo sabrá todo Reino Unido. Ya no va a ser sólo para los brujos.
-Claro…
-Va a tener que ser en un sitio muy, muy grande.
-Desde luego.
-Un estadio de fútbol por lo menos, el más grande que haya.
-Cierto.
-Siempre que no tengan partido, domingo – dijo Andrew.
-Claro… buf… - dijo Valerie.
-Lo mejor sería hacerla sólo para los brujos en algún lugar que quepamos todos y dejar la muggle para más adelante, pudiendo planificarla bien. Cuando termine la liga de fútbol los estadios quedarán libres.
-Eso, eso – dijo Sev.
-Entonces mañana no decimos nada de la fiesta del próximo domingo, de lo contrario se apuntarán también los muggles– dijo Valerie.
-No, no decimos nada.
-Prince, tocaremos en un gran estadio, miles y miles de personas nos conocerán y nos comprarán el disco, van a tener que reeditarlo porque la tirada inicial se agotará.
-Desde luego, deberíamos avisar a EMI.
-Ya se van a enterar mañana mismo, no te preocupes. Es su negocio, no van a dejarlo perder, publicidad gratis.
-Cierto, qué rabia me da todo el dinero que nos van a sacar.
-Pero nosotros nos llevamos los royalties y no van a sacar un penique de los conciertos por no habernos programado gira.
-Desde luego. Deberíamos esperar a que los Clash vuelvan de su gira en verano para llevarlos de teloneros y devolverles el favor que nos hicieron buscándonos las salas por todo Reino Unido.
-Pues sí, deberíamos hacerlo, y serían el contrapunto perfecto con sus letras revolucionarias, porque vendrá mucha gente a vernos por la magia y no por la política. Así les daríamos la oportunidad de promulgar sus ideas también, nos estarán eternamente agradecidos.
-Y no sólo por eso, publicidad también para su disco, y el nuestro ya estará a la venta.
-Desde luego.
-¿Cuándo volvían?
-A mediados de julio.
-Buf… - dijo Lucius – No voy a poder ir a España…
-¿Cómo que no? – preguntó Valerie – La hacemos cuando vuelvas, más tiempo para organizar. Contratar un estadio y montar todo el tinglado no es moco de pavo, ¿eh? A ver si tres meses y medio son suficientes, deberá cobrarse algo de entrada para cubrir gastos, una libra por cabeza al menos.
-Pueden cubrirse con lo que consuma la gente en el interior, comida y bebida – dijo Sev.
-Pero eso no es dinero limpio. Alquilar un estadio, los equipos de sonido y todo debe ser carísimo, Prince. La gente pagará a gusto, no te apures, una libra por cabeza no es nada, más caro nos salió ver a los Ramones.
-Cierto.
-Saldremos por televisión, ya veréis, eso será lo que cobraremos nosotros, los derechos de imagen – dijo Andrew.
-Claro… buaaah… Más dinero y mucha más publicidad, nos verá todo, todo el país. Querrán entrevistarnos, nos llamarán para hacer programas – dijo Valerie.
-Claro que sí.
-Estupendo, estupendo, ya podéis espabilar escribiendo los libros, ¿eh? Aprovechad el tirón, la cosa se ha precipitado.
-No hay problema alguno ni prisa – dijo Sev – Esto va a durar meses, años. Se va a mantener el interés hasta que todo el mundo haya descubierto todos los entresijos de la magia.
-Desde luego que sí. Harán un programa en televisión dedicado sólo a eso, verás, semanal, para ir contándolo todo poco a poco.
-Estupendo, más dinero para el mundo mágico, para cualquiera a quien lleven.
-Prince, Prince, estamos cambiando el mundo gracias al arte, ¿te das cuenta? Y ha pasado menos de un año desde que lo hablamos, qué bueno que no huimos a España de arrebato.
-Por supuesto.
-Y promulgando el anarquismo. Haremos cambiar la sociedad entera, el mundo entero, verás, porque esto no va a quedarse en Reino Unido, se extenderá como la pólvora por todo el planeta.
-Estupendo, el Ministerio de Magia se va a ver desbordado.
-Ya te digo, y los de los demás países. Lucius, cuando comiences el camino ya sabrán de la magia en Europa, verás, podrás contarles a todos que eres brujo.
-Claro… - dijo Lucius.
-Y tu historia.
-Desde luego que sí.
-Van a invitarte a todo a cambio de tus historias, incluso a dormir en sus casas, aprovecha, aprovecha.
-Claro…
-Un montón de amigos de por vida.
-He de ponerme las pilas con el castellano.
-Le dedicaremos todo el tiempo que nos permitan nuestras obligaciones, Lucius, así pasaremos tiempo juntos y solos – dijo Sev.
-Y cuando no pueda Prince te enseño yo – dijo Hipólita – Tendremos investigar el vocabulario mágico, pues eso no lo aprendimos.
-Vale, vale…
-Pero con la memoria fidedigna lo aprendes con leerlo una sola vez.
-Estupendo. Leeré el diccionario completo mientras me desplace en transporte público por Francia si debo hacerlo.
-Muy buena idea, un diccionario de bolsillo – dijo Sev.
-Mejor uno más completo, Lucius, como los que tenemos nosotros, y comienzas a leerlo desde ya, a ratos muertos – dijo Hipólita.
-Buf… voy a estar muy liado, ¿eh? – dijo Lucius.
-Mientras almuerzas o cenas.
-Me gusta comer tranquilo.
-Bueno…
-Mejor sería que lo leyéramos juntos, para que aprendieras de paso la pronunciación – dijo Sev.
-Claro, claro…
-¿Has traído los apuntes, Hipólita?
-Sí, y los diccionarios. Os los paso ya, los de ambos, porque quizá yo tomé notas que tú no – respondió Hipólita.
-Eso no es cierto, yo lo apuntaba todo, todo.
-Vale, pues en ese caso le llega con los tuyos.
-Muy bien.
Hipólita sacó una carpeta y el diccionario de su bolsito y se los pasó a Lucius.
-Muchas gracias, Hipólita – dijo él.
-No me las des, guapo, me llegará con que me requieras de vez en cuando como profesora y poder pasar un rato a solas contigo.
-Estupendo.
-Si Prince nos deja.
-Claro, claro…
-Os dejo mañana después de almorzar, que voy a ponerme a escribir el alegato para el ministro de magia antes de ir a Times Square, de otro modo quizá no tenga tiempo de noche, quizá nos liemos allí hasta altas horas.
-Cierto, que sepas que hay buena noticia. Mañana en el colegio se vuelve a almorzar a las doce y media, ya no hay entrenamiento del ejército – dijo Valerie.
-Vaya… Estupendo, mucho tiempo para descansar antes de ir a Times Square.
-Eso, pero luego necesitaremos merienda.
-No importa, la llevamos en los bolsitos.
-Y también los instrumentos.
-Buf… no… Si los ven los muggles van a querer comprarlos, y a ellos no podemos vendérselos.
-Prince, que los comerciantes espabilen, no robarán en los pequeños comercios que tienen todo tras los mostradores salvo lo que es muy grande y los verían. Robarán a las grandes cadenas de supermercados y a los grandes almacenes, así que si no quieren perder dinero que paguen más sueldos de gente que vigile, hay mucho paro en el país.
-Tienes toda la razón. Muy bien, pues los haremos también para los muggles.
-Eso, eso. Estaremos contribuyendo al reparto equitativo de la riqueza. ¿Me dejáis apuntarme a mí también a la clase de castellano de mañana?
-Buf… Valerie… No vamos a empezar de cero, ¿eh? – dijo Hipólita – Lucius ya dio clase con Prince y seguirán dando solos. Vamos a ir a su ritmo, que le urge, apenas tiene mes y medio.
-Está bien, aprenderé el próximo año, que tendré mucho tiempo libre y deberé dejar de hacer cosas físicas mientras estoy embarazada.
-Yo te enseñaré, Valerie, lo que haya aprendido, mucho más una vez pase por España – dijo Lucius.
-Maravilloso.
-Lo que sí puedo hacer es pasarte mis apuntes y el diccionario por si quieres comenzar ya, y podríamos quedar solas alguna vez, Valerie, pero no cuando él me necesite – dijo Hipólita.
-No cariño, no, que tú tienes que estudiar un montón y vas a estar muy liada en verano con la gira. Pásame los apuntes y el diccionario pero nada más por el momento, con eso me llega para estar entretenida los ratos muertos. Además, Prince me ha ayudado a comprar todos los libros de Astronomía de Flourish & Bloots, material para estudiar durante meses. Lo ha hecho para vosotros también.
-Estupendo, estupendo.
Hipólita sacó la otra carpeta y diccionario del bolsito y se los pasó a Valerie.
-Nos han salido por la mitad de precio.
-Vaya…
-Y en el resto de comercios de Diagon no nos dejan pagar - dijo Lucius - El lunes vamos a comprar la tienda entera, si queréis algo de allí o cualquier otro comercio encargádnoslo.
-No, Lucius, no, no sería justo – dijo Paul – Si comienzas a ofrecérselo a todas las personas con las que vas haciendo amistad hundirás los comercios de Diagon y se os acabará el chollo, que merecéis de por vida. Los demás pagamos lo que nos toque.
-Pero no en Flourish & Bloots, que los dueños son ricachones, no trabajan y le sacan a los libros nuevos más del doble de lo que pagan por ellos – dijo Sev - Aun haciéndonos el descuento no pierden dinero, y ese chollo no nos va a durar tanto tiempo, sólo hasta que despidan a los empleados que tienen y les demos trabajo nosotros.
-Claro…
-Así que mañana nos dais todos una lista de los libros que queráis que os compremos.
-Pues toma lo que hemos cobrado hoy, Prince, lo de esta noche, a cuenta de los cuatro. Ya terminaremos de echar cuentas cuando nos pases los libros.
Paul le pasó un buen fajo de libras, que Sev guardó en la cartera que sacó del bolsito.
-Yo quiero también toda la sección de Viajes – dijo Valerie – La compartimos, Andrew.
-Claro que sí – dijo Andrew.
-Yo te paso toda la recaudación de esta tarde, Prince – le dijo Philip, pasándole un saquito de galeones – Iba a dártela a cuenta de los bolsitos que vendiera la próxima semana, pero lo mismo, ya echaremos cuentas. A mí cómprame la tienda entera, los que no me interese quedarme ya los venderé en la librería más caros de lo que los he comprado.
-Claro… muy listo, Philip. ¿También los de texto?
-Los de quinto, sexto y séptimo año para Hipólita.
-De acuerdo.
-Yo quiero ir a echar un ojo para ver qué me interesa – dijo Paul - Vais el lunes, ¿no?
-Sí, cuanto antes, después del Ministerio.
-Con Giratiempo.
-Eso.
-Pues mientras estáis en el Ministerio voy a Flourish & Bloots y te hago la lista.
-De acuerdo.
-Yo también voy a hacer así pero usando el Giratiempo contigo – dijo Andrew - Y de paso ya te pago lo que falte.
-Muy bien.
-Y yo lo mismo – dijo Paul.
-Yo me apunto al Giratiempo con Andrew – dijo Valerie - Vamos a disfrutarlo un montón.
-Yo quiero toda la sección de Historia para poder hablar en la televisión, que me cojan como asesor – dijo Andrew.
-Cierto, muy bueno.
-Hay que mantener al niño, preciosa.
-Desde luego.
-Tú ya tienes la vida solucionada, yo no, y no quiero que me mantengas.
-Claro que no, mi vida, pero confía en que vas a ganar un montón con la música y podrás invertir también, mi amor.
-Para empezar, necesitaremos una casa.
-En Godric's Hollow.
-Os la busco yo – dijo Andrea – Sin arreglar os sale más barata y os hago precio por arreglarla yo.
-Nada de precios, Andrea, ya vas a hacernos gratis las obras del bajo y tú has de ganarte la vida también. Lo que Paul le ha dicho a Lucius, si vas invitando a todos tus amigos no ganarás para ti y tu trabajo es muy duro. Nos cobras lo que a todos, no va a correr prisa, el bebé no llegará hasta la próxima primavera, mientras tanto bien podemos vivir juntos en casa de mis padres o en la de los de Valerie – dijo Andrew.
-Vale, vale… De cualquier modo debería arreglárosla antes de que llegue el mal tiempo, yo también voy a estar embarazada o recién parida la próxima primavera. Vamos a tener los niños casi a la vez, Valerie, si tenemos suerte ambas.
-Mis dos ahijaditos – dijo Sev – A ver si salen nene y nena y se hacen novios.
-Pueden hacerse novios igualmente, ya te ves a ti. ¿Quién te lo hubiera dicho hace un mes? – le dijo Valerie.
-Cierto, cierto… Todavía no he cambiado la mentalidad por completo.
-Vaya que sí. ¿Siguiente tema que plantear al ministro?
-Nada, lo de la Cátedra de Magia Roja.
-Ese alegato te lo escribo yo, así te quito trabajo.
-Estupendo.
-He de contribuir.
-Claro que sí, cariño.
-¿Quedamos para hacerlo juntos?
-Vale, voy a dejarles el comedor de mi vivienda para que Lucius e Hipólita den clase de castellano. Como han de pronunciar para que Lucius aprenda nos distraerán.
-A mí no, Prince, si a ti no lo hacen podemos estar con ellos.
-Pero quieren estar a solas un rato. Quedamos mejor en la Sala Común, en mi rincón.
-Vale… A ver si en casa nos dejan en paz, todavía no te han visto en Hogwarts. La gente allí está exaltada, a nosotros no nos han dejado en paz en toda la tarde preguntándonos, nos las hemos visto negras para escaparnos para ir a la Sala de Menesteres.
-Buf… claro…
-Claro, han leído El Profeta esta mañana y han alucinado, quieren explicaciones.
-Las doy mañana en el almuerzo.
-¿Sabes incluso quién se ha atrevido a hablar con nosotros durante la cena, que ha venido a sentarse con nosotros?
-¿Habéis cenado allí?
-Sí, a las siete y media, horario antiguo, ya sabes.
-¿Quién?
-Lily.
-Vaya…
-Se muere de ganas de charlar contigo.
-Ya me lo dijo Sirius hace ya diez días y debería haberlo hecho el domingo pasado en el entrenamiento. Quedé así con él pero no acudí porque fue justo después de que Lucius matara a Voldemort, y estuve toda la mañana con él.
-Claro…
-La había olvidado por completo. Cuando Sirius me lo contó llegué a pensar en volver a estar con ella.
-Pues sigue pensándolo, Prince, vais a vivir cerca de por vida y ella no te ha olvidado en absoluto. Sigues siendo su primer y único amor y ha cambiado un montón, le han bajado los humos por completo, ahora sí te entenderías bien con ella.
-Vaya…
-He estado a punto de invitarla a venir, pero he preferido hablarlo antes contigo.
-Claro, claro… La invitamos mañana a Times Square.
-Desde luego que sí, a ella más que a nadie, hija de muggles. Quien más lo habría sufrido es quien más lo va a disfrutar, la fiesta de su vida.
-Y que vaya a casa de Lauren después de almorzar a avisar a su familia para que vengan también desde Cokeworth.
-Que vaya directamente a su casa y llame también a tu madre, que vaya con ellos.
-Y con Amparo, la profesora de castellano.
-Buaaah… estupendo. Vas a tener un montón de reencuentros. Mejor que lo hagan Apareciéndose que en coche, ¿no? En algún lugar cercano de Londres que conozcan o incluso en Diagon. Llegar a Times Square sabe todo el mundo a quien pregunten por la calle para coger transporte público.
-Claro que sí.
-Y son dos a llevar, tu madre y Lily.
-Claro…
-La que ya no contaba – dijo Lucius – Ahora es cuando estoy comenzando a ponerme celoso yo. Tres ya seríamos demasiados para ti, Snape.
-Buf… no… Lo de Lily me lo tomaré con mucha calma.
-Sí, sí, ya verás. ¿Está muy guapa, Valerie?
-Está preciosa, espectacular, mejor todavía de lo que ya era. A mi entender es ahora la mejor de sexto, mejor que Lauren, lo que es prácticamente decir que es la mejor del colegio, la más especial, la pelirroja de ojos verdes – respondió Valerie.
-Ahí lo tienes, Snape, vas a caer rendido a sus pies, enterita para ti. Y no seré yo quien te robe espacio con ella, pues aunque fuera sin pretenderlo, fue quien nos salvó del abismo a ambos.
