La lucha continúa
Sev fue hasta el quiosco a comprar los diarios, desde allí Apareciéndose a Notting Hill y de nuevo a Hogwarts por Red Flu. Cuando llegó encontró a Lucius en la sala de su vivienda.
-Vaya… qué sorpresa…
-Claro, he venido a echarte una mano con lo que debemos plantearle mañana al ministro de magia, muchos temas. Diagon va a verse invadido de muggles.
Sev se sentó frente a él.
-Cierto, Ethel me ha hecho caer en la cuenta. ¿Has leído la prensa muggle?
-Sí, la he traído.
-Yo acabo de comprarla, vengo de acompañar a Ethel a casa.
-Con leer un diario te llega, en todos dice lo mismo, un resumen de lo que pasó ayer en el Club 100 y la convocatoria de lo de esta tarde. Va a estar lleno de policía porque ya los han alertado también a ellos, espero que no haya mucho lío.
-Buf… cierto…
-No estuvimos despiertos anoche para advertir a la chica de que no dijera nada a la prensa.
-Lucius, por mucha policía que haya no van a poder con todo Londres, y si hay prensa no cargarán contra la gente para hacerse mala fama.
-Eso espero. ¿Cómo nos repartimos el trabajo?
-Valerie va a encargarse de la Cátedra de Magia Roja, ya nos lo dijo ayer, que es lo menos urgente. Nos queda lo de la escuela, la fiesta del próximo domingo y lo de Diagon. ¿Has pensado algo sobre eso último?
-Desde luego, me he dedicado a pensar desde que caí en la cuenta anoche charlando con las amigas de Ethel. Habrá que ampliar el callejón a todo un barrio, quizá pueda hacerse con magia, Transformaciones.
-Claro que sí.
-En el Ministerio deben saber de gente que pueda hacerlo.
-Desde luego.
-Y a partir de ahí que seamos nosotros quienes manejemos el cotarro, lo de comprar al Ministerio y vender o alquilar a los brujos los comercios y viviendas que pueden construirse en los pisos altos y buscar trabajo a los brujos que lo requieran. Hay que montar una inmobiliaria y una oficina de empleo en el propio Diagon. Mañana mismo, después de nuestra mañana allí, voy a quedarme a almorzar en el Caldero y preguntaré a Tom por locales vacíos en el callejón, me pondré en contacto con los dueños, iré a verlos y compraré uno, la oficina de empleo estará en el bajo y la inmobiliaria en el piso o al revés, como vaya mejor. En cuanto Andrea quede libre que haga la reforma, ella y su cuñado, mientras el Ministerio va ampliando el barrio.
-Estupendo, Lucius.
-Y pondré también un anuncio en El Profeta ofreciendo trabajo a brujos apropiados para llevar ambos negocios. A ver cómo los encuentro, porque no son oficios propios del mundo mágico.
-Buf… Yo puedo darte teléfonos de brujas, madres de familia, sin ir más lejos la de Valerie, que no trabajan. Llega con que sepan escribir y llevar un listado de gente, y para la inmobiliaria que enseñen los comercios y las casas. No es tan complicado, aprenderán rápido.
-Mejor que sean Slys o Raves, más inteligentes y despiertas, o que hayan cursado el EXTASIS de Estudios Muggles.
-Desde luego, te las buscamos, no te preocupes. Se lo pido a la familia en el almuerzo.
-No hay tanta prisa, todavía hay que hacer la reforma.
-Claro, claro…
-Lo que ya le pedí a Philip anoche fue que le diga a su hermano que se despida de la empresa de Transformaciones en la que trabaja para quedar libre para nosotros. Debe hacerlo avisando con quince días de antelación para no perder el sueldo de este mes.
-Maravilloso.
-Después podrá montar su propio comercio en el barrio donde vender sus creaciones. A él se lo dejaremos por lo que nos cueste y le daremos todas las facilidades de pago, que nos lo vaya pagando a medida que pueda.
-Eso último con todos, facilidades para todos aunque le saquemos beneficio.
-Espero que muchos puedan pagarnos al contado si debemos hacer un desembolso previo muy grande al Ministerio.
-Que el Ministerio también nos dé facilidades a nosotros, que lo podamos pagar a medida que nos paguen. Van a sacar un montón de pasta y más de impuestos a partir de ahora.
-Desde luego que sí. Cuando acabe con lo del local en Diagon, mañana mismo, voy a comenzar a comprar locales en Knockturn, así también se pueden ir haciendo las reformas cuanto antes y dar trabajo a las viudas de Mortífagos. Yo mismo me pondré en contacto con ellas en cuanto Andrea quede libre para enseñarlas.
-Estupendo.
-Muchos deberán unirse si van a ser clubs, hoteles y restaurantes, los locales de Knockturn son muy pequeños y cochambrosos. Verás, los compraré sin papeleo, apenas voy a pedirles que me den las escrituras de los negocios y viviendas para que estén en mi poder, sin pagar impuestos. Se prestarán a ello, se han quedado sin clientela.
-Cierto. Puedo mandarte a Lauren, Sirius y Jack con Giratiempo para que te den pasta, Lucius.
-Claro… ¿Y Potter? ¿No se apuntaría? ¿Ya es mayor de edad?
-Claro que sí.
-Hay que compensarlo por el gasto que hizo comprando las escobas para todos.
-Desde luego.
-Si vienen todos abriremos una cuenta conjunta en Gringotts. Que nos reserven una cámara también, sólo faltarás tú.
-Puedo ir a las seis.
-Estupendo, Gringotts no cierra hasta las siete.
-Muy bien, pues quedamos así.
-¿A qué hora me los mandas?
-¿A qué hora vas a almorzar en el Caldero?
-Tú deberás volver a almorzar, vas a tener cinco horas de Giratiempo.
-Claro… Entonces a las doce y media o la una.
-Muy bien, pues que echen atrás cinco horas desde las seis que salgan de clase, así sabemos desde el principio con cuánto dinero contamos y sacamos cuentas antes de comenzar a comprar, qué parte de la sociedad se lleva cada uno, ha de ser justo.
-Nosotros no lo hacemos así, aunque uno ponga más pasta los beneficios se reparten por igual entre todos.
-Vaya…
-Sí, Lucius, sí, y han estado incluyéndome en el reparto aunque yo no puse nada. Jack me guarda mi parte.
-Wow… Me parece genial.
-Claro, Lucius, de lo contrario, quien más dinero tiene siempre tendría más que los demás, seguiría estando mal repartida la riqueza, así vamos igualándonos.
-Maravilloso.
-Jack es quien más pasta tiene, Lauren quien menos aparte de mí, que partí sin nada. Fue por eso que lo hicieron así, Lauren y Jack estuvieron juntos y él sigue enamorado de ella.
-Vaya… En ese caso voy a incluir lo que le toque a Narcissa y Andrómeda también aunque seamos más a repartir, ellas también lo merecen por estar dispuestas a renunciar a su herencia, y así puedo poner toda, toda mi pasta, no tengo que guardar lo que debería guardar para Narcissa por el matrimonio, cuando nos divorciáramos.
-Maravilloso, Lucius.
-Pues les avisaré a ellas que vengan también a almorzar a Diagon.
-Muy bien.
-¿Y Regulus no se largó también con su parte de herencia cuando escapó de casa?
-Claro que sí.
-Pues que venga también aunque sea menor de edad, eso no es problema para sacar pasta de Gringotts.
-Cierto.
-Déjame que cuente. Narcissa, Andrómeda, Lauren, Sirius, Regulus, Potter, Jack, tú y yo. Nueve.
-¡Mi número!
-Pues nos vamos a llamar así, la Sociedad de los Nueve.
-Estupendo.
-¿No se te ocurre nadie más?
-Pues no, pena de Deborah Fairbank.
-Que le den por saco.
-Una pena, ¿eh? Es muy ricachona, más que Jack, es hija única.
-Con el tiempo lo seremos más que ella. Piensa en la cantidad de gente que en lugar de comprar alquilará los negocios y viviendas, dinero limpio, Snape.
-Claro... Excepto por los impuestos.
-Desde luego. Pienso que si partimos con tanta pasta nos quedaremos con la propiedad de todos los que podamos, simplemente dando trabajo a la gente, sin que paguen siquiera alquiler, que cobren un buen sueldo y nos llevemos el resto como beneficio y ya está. Vamos a quedarnos con todos los de Knockturn, ya pensaba hacerlo, quiero estar ocupado. Y si ni los Black, los dos hermanos, ni Potter ni Jack son guerreros, tendrán tiempo de dedicarse a gestionar también, así como las dos hermanas y Lauren mientras no trabaje en Hogwarts. Será casi un negocio familiar.
-Muy bien, Lucius.
-Deberemos tener sede de la empresa también. Si encontramos un edificio de bajo y dos plantas en Diagon será allí, la inmobiliaria, la oficina de empleo y la sede de la sociedad, lo más cerca posible de Gringotts para poder manejar la pasta con comodidad.
-Claro que sí, y si no lo encontramos se le hace una planta más, Andrea la hace en una semana.
-Eso por el momento, con el tiempo tendremos un edificio entero para nosotros, con sala de reuniones y despachos y secretarias para todos.
-Claro…
-Por el momento las reuniones serán en el Caldero.
-Muy bien, Lucius. También podemos pedir una sala de juntas en la Sala de Menesteres si quieres que sean privadas.
-Calro que sí.
-¿Hemos terminado de planificar?
-Sí, sí. Vamos a ponernos al trabajo.
-Antes debo decirte algo.
-Di.
-Ethel quiere ser periodista y va a comenzar ya mismo su carrera, aunque deba dejar de estudiar para ello. No concedas entrevistas a nadie, ella tiene la exclusiva.
-De acuerdo, me parece genial, retiraremos de trabajar a sus padres.
-Es alucinante, Lucius, alucinante… Quiere ser periodista de investigación en zonas en conflicto, en concreto en América Latina.
-Buf… peligroso…
-Verás, le he contado lo del cielo de los brujos y se le ha ocurrido una idea muy verosímil, que los muggles que lo merecen también van allí.
-Claro…
-Y quiere ganárselo al igual que hicieron sus abuelos y su padre, tantos luchadores por la libertad.
-Desde luego.
-Hay que ayudarla a que sea muy famosa para que eso la preserve.
-Claro que sí.
-Voy a decírselo también a Hipólita y a todo Sly Snake, la llevaremos de gira con nosotros este verano. Mañana le escribo a nuestra mánager para que la incluya en el lote con nosotros, sólo le concederemos entrevistas a ella, incluso mientras estemos por Europa.
-Maravilloso, pero se perderá sus vacaciones en España.
-No, la llevaremos sólo en julio.
-Muy bien, muy bien…
-En agosto estará en Ponferrada, cuando pases por allí.
-Claro…
-Podrás quedarte unos días en casa de sus abuelos.
-Estupendo.
-El próximo sábado viene a la cueva de la Sala con nosotros, a probar el ritual de la cueva. Si le sale será un triunfo para ella, memoria fidedigna para ser periodista.
-Buf… no creo que le salga, ¿eh?
-Yo tampoco, pero podéis aprovechar de camino para hablar un montón en castellano.
-Cierto.
-Y así ella da un buen paseo por el monte, que nunca puede.
-Estupendo.
-Pues ahora sí estamos. ¿A qué prefieres dedicarte tú?
-A lo de Diagon.
-Muy bien, a mí ya me queda poco tiempo, voy a ponerme con lo de la fiesta, que es más corto, lo del colegio lo dejo para luego, cuando esté también con Valerie. Instálate en el comedor y trabaja al dictado verbal, yo me quedo aquí y lo haré al mental, me dará tiempo antes del almuerzo.
-De acuerdo.
-Te convoco folios y bolígrafo.
-Bolígrafo ya tengo.
-Muy bien, entonces folios.
Sev convocó un fajo de folios sobre la mesa auxiliar, Lucius los tomó y se puso en pie.
-Los tengo, voy allí, me quedaré a almorzar para continuar ayudándote.
-Me parece muy bien, así lees lo que haya escrito yo y le das tu visto bueno.
-Claro, y lo de la escuela podemos repartírnoslo, así tienes un rato libre antes de ir a Times Square.
-Cierto, qué bien. Con tanta ayuda voy a tener tiempo de hacer todo lo que quiero en la vida, cosa que antes Ethel dudaba que pudiera hacer.
-Hemos de estar a tu altura, Snape, que es mucha, para continuar mereciéndote.
-Gracias, Lucius.
Lucius se marchó al comedor cerrando la puerta y Sev dedicó el rato que quedaba hasta el almuerzo a escribir al dictado mental la planificación de la fiesta del mundo mágico del próximo domingo, que incluía el alquiler de un local en el que cupieran cinco mil personas, con instalaciones apropiadas para darles de merendar, un escenario y un piano.
Cuando terminó bajó al Comedor, llegó cuando ya estaba lleno, y en cuanto entró todo el mundo estalló en vítores. "Buf… no…" Se vinculó con Albus.
-Albus, haz algo, por favor.
-Sube al estrado a hablar – le respondió el director.
-Vale…
Avanzó hasta el estrado entre las mesas Sly y Rave, todos le palmeaban la espalda. "Buf… qué agobio… odio ser famoso…" Subió por fin al estrado y en cuanto lo hizo todos callaron.
-Muchas gracias, mis buenos amigos, siento mucho que os perdierais la gran fiesta que tuvimos el viernes en Diagon, la de anoche en el Club 100, y que también vayáis a perderos la de esta tarde en Times Square.
-¡No pensamos perdérnosla! ¡Vamos a ir todos! – gritó un chico Gryff de séptimo año que había estado en el Club 100 la noche anterior.
-¿Cómo?
-Que Albus quite la protección para que podamos Aparecernos.
-Ni hablar, los pequeños no pueden ir, va a haber policía y si cargan pueden resultar heridos.
-Nada les pasará, los mayores los protegeremos.
-Buf… cuántos quebraderos de cabeza me dais, ¿eh? Haced lo que os venga en gana, no pienso preocuparme más. Somos muy pocos mayores que podamos Aparecernos para llevar a todo el colegio.
-Es sólo llevarlos, una vez allí se encontrarán con sus padres que los traerán de vuelta.
-¿Cómo pensáis que se encuentren con sus padres?
-Porque localizarán a los de Hogwarts gracias a las pancartas que hemos fabricado esta mañana en la sala de entrenamiento.
-Vaya… claro…
-Claro. ¿Dónde pensabas que nos habíamos metido? Hemos pasado toda la mañana trabajando en eso mientras algunos nos leían El Profeta en voz alta y otros contábamos lo que pasó anoche en el Club 100.
-Estupendo, estupendo.
-Si hubieras venido a desayunar te habrías enterado. Nos has abandonado desde el viernes, siendo que hemos sido quienes nos lo hemos trabajado contigo.
-Lo siento mucho, de verdad, no merecía el recibimiento que me habéis ofrecido.
-Bueno, también has de descansar, lo del viernes fue infernal para ti y ayer tuviste concierto con todo el agobio que supone. Claro que lo merecías, de otro modo no lo habríamos hecho, hasta ahora nunca nos has fallado.
-Que sepáis que he dejado a Lucius solo en mi vivienda por bajar a almorzar con vosotros.
-¿Qué dices? ¿Malfoy está en Hogwarts?
-Está.
-Pues ya puedes ir a buscarlo.
-Buf…
-Ve, ve, queremos verle.
-Vale… No vais a dejarme almorzar tranquilo, ¿eh? Y me queda un montón de trabajo hasta las cuatro, mañana voy a pasar horas con Giratiempo con el ministro de magia.
-Prince – le dijo Albus – Ve por Red Flu desde la estancia donde esperabais para los TIMOS, ahí hay una chimenea, y volvéis también aquí – y vinculado - La dirección es Hogwarts, Gran Comedor.
-Vale… ¿No queréis que antes hable yo?
-No, ve ya a llamarlo y que almuerce con todos, pobre si está solo. En la mesa Sly tenéis espacio, que le vayan haciendo sitio, habláis los dos después – respondió el Gryff.
-Estupendo, allá voy.
Sev se dirigió a la estancia y de allí por Red Flu a su vivienda. Entró en el comedor, Lucius todavía estaba escribiendo.
-Lucius, siento interrumpirte, amor mío, pero te requieren en el Comedor.
-Vaya…
-Claro… Me han recibido a lo grande, me he ido de la boca y les he dicho que estabas aquí. Quieren verte y que almuerces con todos.
-No te apures, me parece genial.
-¿Habías pedido ya el almuerzo?
-No, no lo había hecho.
-Pues vamos, anda, ve preparando el discurso.
-Improvisar, Snape, que se me da muy bien.
-Pues eso, vamos.
Salieron del comedor y se dirigieron a la chimenea, Sev le dijo:
-Vamos por Red Flu, a la estancia donde se espera para los TIMOS. Ve tú por delante, la dirección es Hogwarts, Gran Comedor.
-¿Y vas a impedirme pasear por el castillo, que hace tres años que no lo veo, y hacer una entrada triunfal en el Gran Comedor?
-No, claro que no, vamos caminando, anda.
-Vamos.
Salieron al despacho de Minerva y de allí a los corredores y escaleras, Lucius lo enlazó.
-Wooow… qué precioso es, mi Hogwarts. Los años más felices de mi vida los pasé aquí, Snape, fueron los que pasé contigo.
-Vaya…
-Claro… Yo estaba muy ilusionado contigo y también fue cuando comencé a andar con Narcissa, y en séptimo año con Lauren.
-Claro que sí.
-Ya te fiché desde la Selección. ¿Recuerdas que fui a palmearte la espalda cuando te asignaron a Sly, y te sentaste a mi lado?
-Claro que lo recuerdo.
-¿Con la memoria fidedigna, o ya lo recordabas sin ella?
-Lo recordaba, claro que sí.
-Yo también. Me diste mucha ternura cuando te vi subirte al taburete, tan triste y desamparado, y más cuando bajaste, intenté animarte.
-Claro…
-Ésa era mi pretensión cuando comencé a acercarme a ti, y no llevarte por el camino oscuro, sino que tuvieras a quien recurrir. No tenías hermanos mayores en el colegio ni yo los tuve tampoco. Intentaba ayudarte, que no te sintieras solo en casa, porque siempre te veía con Evans, fuera de clase no te juntabas con nadie más. Y recuerda que yo era prefecto, debía ocuparme de que los peques estuvierais bien.
-Claro, Lucius, claro…
-Pero luego lo hice fatal cuando los Gryff comenzaron a acosarte, debí ocuparme de que Dumbledore o al menos Slughorn le pusieran remedio, pero sabía que no me harían ningún caso siendo quien era, y que encima el viejo podría leerme y enterarse de un montón de cosas que por entonces no consideraba apropiado que leyera.
-Cierto.
-Fui un cobarde, Snape. Habría podido influir, era prefecto.
-No te comas la cabeza, Lucius, ya pasó. Si no hubiera sido así quizá ahora no serían tan buenos amigos míos.
-Cierto. Tengo muchas ganas de conocer a Potter.
-Pues díselo ahora cuando hables, y que se siente con nosotros a la mesa Sly.
-¿No suele hacerlo?
-No, porque su novia y su otro mejor amigo aparte de Sirius son Gryff, ya sabes.
-Vaya… Pues a ver si eso cambia con nuestra sociedad. ¿Estás vinculado con él?
-Tampoco.
-¿Es oclumante?
-Sí, no le tocaba pero sí, Sirius le enseñó para que el viejo no descubriera que eran animagos antes de hora.
-¿Y por qué no estás vinculado con él? Es para matarte.
-Cierto.
-Mañana nos vinculamos los nueve en el Caldero.
-Regulus no es oclumante.
-Eso ya no importa, ya hablaste de la Magia Roja cuando contaste la historia de tu vida, la he leído completa esta mañana. Cuánto he llorado, Snape, me he quedado hecho polvo.
-Jo…
-Por fin he entendido lo del crisol del alquimista y las razones que te empujaban a tomar el camino oscuro. No fui yo.
-Desde luego que no, Lucius. Sólo había recibido palos excepto lo que me daba Lily, era mi única luz.
-Si lo consideras conveniente vuelve con ella, ¿eh? Sí es verdad que merece la pena, tuvisteis algo precioso durante muchos años.
-Mientras fuimos amigos. Cuando comenzamos a ser novios fue estropeándose. Pienso que prefiero no darle más vueltas, continuar siendo amigos y ya está, no quiero más dolor, hay mucho pasado que superar.
-Cierto.
-Prefiero las relaciones no viciadas.
-Claro que sí. Pero espera a verla y charlar con ella, quizá te aporte algo muy bueno ahora que ha madurado, dale una oportunidad. Aunque mantengas la relación a fuego lento quizá le baste, y harías feliz a alguien más, piensa que ella también estará en el cielo de los brujos.
-No sé si ella ha llegado a estar dispuesta a dar la vida por nadie.
-Desde luego que lo ha estado, Snape, por ti, cuando decidió continuar a tu lado a pesar del riesgo que suponía. Ahí salió su temperamento Gryff.
-Cierto.
Llegaron al vestíbulo.
-Bueno, aquí estamos.
-Pasa tú delante, Lucius, hasta el estrado, a mí ya me han recibido antes.
-No, no, pasamos juntos y enlazados.
-No cabremos entre las mesas.
-Pero entramos así. Pienso besarte ante todos, en el estrado, como hicimos anoche en el escenario y el viernes en la puerta de Gringotts.
-Y pensar que hace apenas seis días te daba apuro hacerlo ante Narcissa…
-Era muy bobo, Snape, y debía acostumbrarme a mi nueva condición.
-Cierto.
-Vamos allá.
Abrieron la puerta del Comedor y entraron enlazados. De inmediato todos estallaron en vítores y aplausos. Cuando llegaron hasta las mesas, entre la Rave y la Huffle, se separaron y Lucius pasó delante. Alumnos a ambos lados del pasillo se levantaban para abrazarlo, por lo que les costó un montón llegar hasta el estrado. Cuando por fin lo hicieron, todos callaron, Lucius lo enlazó de nuevo y habló:
-No sabéis cuán feliz me hace estar de nuevo aquí, en el castillo, en Hogwarts, mi Hogwarts, donde pasé los años más felices de mi vida aunque fueran años oscuros también. Y si fueron los más felices de mi vida fue precisamente gracias a él, a mi Snape, a vuestro Prince, que fue para mí el hermano pequeño que nunca tuve. También me llena de gozo estar precisamente aquí, escenario de tantos momentos cumbre, la noche de la Selección cuando lo conocí y el lugar donde se gestó el germen del Ejército, de lo que se cumplirá el primer aniversario dentro de una semana. Dentro de una semana precisamente se cumplirá, y tendremos oportunidad de celebrarlo todo el mundo mágico, pues se va a organizar una gran fiesta para todos, todos los brujos de Reino Unido, en un gran local muggle, vamos a encargarnos de ello hablando mañana con el ministro de magia. Por eso debéis entender que estamos muy ocupados, que Prince sigue sacrificándose por todos, ha bajado tarde a almorzar porque estaba escribiendo precisamente ese alegato para el ministro. Debéis saber disculparlo y dejarle espacio para que cumpla con sus obligaciones, que tiene muchas, también en la paz. Ahora va a ser muy famoso en el mundo muggle también, va a convertirse en el embajador de todo el mundo mágico, así que debéis dejarle tranquilidad para que no falle en su misión, que no se vea saturado. Sé que sabréis hacerlo.
-Tenéis que proponer que el quince de mayo se convierta en fiesta oficial en el mundo mágico – dijo una chica Rave de séptimo año.
-Cierto, tienes toda la razón. Prince lo incluirá en su alegato si lo dejáis terminarlo antes de marcharnos a las cuatro a Times Square. Pensad que no sabemos a qué hora acabará lo de esta tarde ni si le quedarán energías para hacerlo cuando vuelva, y debería irse temprano a la cama, mañana tiene cinco horas de Giratiempo y clases todo el día.
-Buf…
-Eso digo yo, buf… - dijo Sev – Para que me andéis montando fiestecitas cada poco…
-Vale, no lo haremos más, luego no te quejes de que no te apreciamos – dijo el Gryff que había hablado antes – Entiéndelo, eres nuestro líder, Prince, nuestra inspiración, no nos lo puedes negar, todos te amamos y daríamos la vida por ti al igual que tú la darías por nosotros. Somos hermanos de armas, y eso es más que ser hermanos de sangre, tú que conociste a tu hermano luchando deberías saberlo mejor que nadie.
-Tienes razón, montadme todas las fiestas que queráis.
-Las mereces, hemos tenido fiestas en el colegio todos estos meses gracias a ti. Esta mañana nos hemos enterado también, por Valerie, de que casi todos los temas de Sly Snake los has compuesto tú.
-Vaya…
-Qué callado te lo tenías. Eres muy modesto, Prince, para el partido que podrías sacarle a lo que haces no lo explotas nada. Eres un as, un as en todos los sentidos, déjanos apreciarte.
-Y una cosa te digo, Sev – la voz de Lily – Lo he hablado con Valerie también, deberías ser voz solista en el grupo y ella hacerte los coros a ti. Cantas mejor que ella, tendríais todavía más éxito, y no sólo eso, lo mereces porque son tus canciones. Así que esta tarde no, pero han de transportar las canciones a tu voz durante esta semana, lo harán ella, Hipólita y Andrew, y en los conciertos de la semana que viene, que son tres, cantarás tú, Sev. ¿Qué opináis los demás?
Aplausos.
-Buf…
-¿Quién ha sido la que ha hablado? – le preguntó Lucius, sólo para él.
-Lily Evans.
-Trabajándoselo. Me juego lo que quieras a que se ha compinchado con tu familia para ser ella quien te lo dijera.
-Pero la idea ha sido suya, estoy seguro de ello. Al principio nos ayudó mucho con el grupo pese a estar enfadada conmigo, buscó y seleccionó los poemas de Walt Whitman y tradujo los de los españoles, cobrará derechos de autor de las traducciones. Ya está haciéndolo de una bossa-nova que grabamos en el disco de Hipólita.
-Vaya… Entones sí merece la pena, Snape, dile algo cuando se acallen.
-Claro que sí.
Los aplausos se acallaron.
-Lily, ¿me escuchas? – preguntó Sev.
-Claro que sí, Sev – respondió Lily.
-Quiero charlar contigo cuanto antes. Pásate por mi vivienda esta misma tarde cuando terminemos de almorzar, está en el despacho de Minerva, conforme entras a la izquierda. Lleva todo lo que necesites para pasar la tarde, porque vas a ir a buscar a tu familia, a mi madre y a Amparo a Cokeworth para que también estén en Times Square esta tarde con nosotros.
-Ya me lo había propuesto Valerie, pero me encantará pasar un ratito a solas contigo también, claro que sí. Dinos algo más a todos, anda, y sentaos a almorzar, que ya se está haciendo tarde y tenéis mucho que hacer.
-Vale, que sepáis todos que os agradezco un montón lo que habéis hecho hoy aunque en un principio me haya quejado. Sois quienes más merecíais la fiesta y todavía no la habéis tenido, pero esta misma tarde la tendréis, estaremos todos juntos y nos mezclaremos por fin con los muggles, que es el objetivo, pues todos debemos estar unidos para acabar con los males en el mundo. Hemos solucionado los problemas del mundo mágico británico pero ahí afuera hay guerras, hambre, dictaduras, opresión, y no debemos conformarnos hasta que acabemos con ello. Será una labor que quizá todavía nos llevará generaciones, cientos de años, pero algún día concluirá. Es nuestro cometido continuar lo que comenzaron tantos luchadores por la libertad antes que nosotros, acelerarla y dejar un legado que los que vengan después puedan completar. Tenemos mucho poder, y ahora que ya no debemos esconderlo hemos de sacarle el máximo partido. Amigos, la lucha no ha terminado, la lucha continúa.
