Preciosa
Lucius y Sev se besaron sobre el estrado de Hogwarts entre vítores y aplausos, y después bajaron del mismo para dirigirse hasta la mesa Sly. De camino Lucius le dijo:
-Jo… he olvidado invitar a Potter.
-Ahora ya no lo hagas, estará a medias de almorzar, ya lo conocerás mañana o quizá esta tarde. Acércate a los de Hogwarts durante el concierto, van a llevar pancartas.
-Claro…
Cuando se acallaron los aplausos, la voz de Valerie amplificada:
-¡Quienes liguéis con muggles esta tarde! ¡Hacéoslo con condón si no estáis seguros de que están limpios! ¡No contagiemos al mundo mágico de enfermedades de transmisión sexual!
Todo el Comedor estalló en risas.
-¡No es para reír, sino para llorar si las cogéis, la sífilis es mortal y tiene muy difícil cura!
Todos dejaron de reír, Lucius y Sev llegaron a los sitios que les habían guardado.
-Vaya, Lucius… Mira quién está almorzando con nosotros sin necesidad de que lo invitaras. James…
James se puso en pie y le tendió la mano a Lucius a través de la mesa, se la estrecharon.
-Encantado, Malfoy, nunca pensé que diría esas dos palabras en la misma frase – le dijo James.
-Ni yo éstas, encantado, Potter – dijo Lucius.
Se sentaron frente a frente los tres y se pusieron a almorzar.
-Que sepas, Sev, que he venido hoy a sentarme con vosotros por ti, se lo he comentado a Sirius esta mañana y me ha invitado – dijo James.
-Claro, claro que sí, no sabes cómo me alegro, hacía mucho que no charlábamos – dijo Sev.
-Meses.
-Ya te digo que meses.
-Dejadez por mi parte, tú estás mucho más ocupado que yo.
-Cierto, pero también por la mía. Si estuviéramos vinculados podríamos charlar de punta a punta del Comedor.
-También podría habértelo propuesto yo en cualquier entrenamiento o concierto y no lo he hecho.
-Cierto.
-Dejadez por mi parte, lo siento mucho. Si has de hablar de algo con tu familia hazlo, por mí no te cortes.
-Nada que no pueda decirles después.
-Muy bien.
-Que sepas, Potter, que vuestro alejamiento se va a acabar mañana mismo. Vais a formar parte de un importante proyecto en común, un proyecto que durará toda tu vida si quieres – dijo Lucius.
-Muy bien, cuéntame, Malfoy.
-Ya te habrás enterado de que vamos a comprar todo Knockturn.
-Desde luego que sí, y también de que Knockturn no va a llegar con la avalancha de muggles que va a haber.
-Hay que ampliar Diagon y Knockturn a un barrio entero, vamos a proponérselo al ministro de magia mañana, que lo hagan mediante Transformaciones. Cuando lo tengan vamos a comprarlo todo para invertir en negocios y viviendas, si tienes pasta puedes apuntarte, serás uno más de la Sociedad de los Nueve.
-Wooow… Ya te digo que tengo pasta, en cuanto cumplí la mayoría de edad mis padres lo pusieron todo a mi nombre porque son viejos y soy hijo único. Ahora soy yo el cabeza de familia, puedo hacer lo que quiera con ese dinero.
-Estupendo, que sepas que por mucho que pongas los beneficios van a repartirse por igual entre los nueve.
-Ya sé por Sirius cómo lleváis los negocios. Dime quiénes son esos nueve y te diré qué me parece.
-Vale. El primero, tu amigo del alma, Sev.
-Estupendo, aunque me parece fatal que no te quedaras con la recompensa del Ministerio, estaría mucho mejor empleada.
-Lo sé, James, lo sé, yo también me arrepiento, pero fue antes de que se nos ocurriera esta idea – dijo Sev.
-No importa, ya tiene tanto o más de lo que perdió, de lo que le pagó El Profeta y Corazón de Bruja y de la mitad de recompensa que voy a darle yo – dijo Lucius - Aparte de lo que le guarda Steed, llevan casi un año invirtiendo en su nombre, y todo lo que tiene ahorrado de la venta de sus joyas, de la música y la Poción Reparadora, que también es mucho.
-Claro… Un buen capital, sí señor, y ganado honradamente, no como el mío. De acuerdo por completo en repartir por igual contigo aunque yo aporte más, que seguro lo voy a hacer, tengo una cámara en Gringotts llena de oro – dijo James - Que sepas que tengo tu disco en cinta y lo escucho muy a menudo, he descubierto que me encanta el jazz, yo que nunca había escuchado música y lo he descubierto gracias a ti.
-Cómo me alegro, James – dijo Sev.
-El de Hipólita también lo tengo, ¿eh? Escucho los dos.
-Claro que sí.
-Casi todas las noches.
-Muy bien, James.
-¿Siguiente?
-Tu otro amigo del alma, Sirius – dijo Lucius.
-Muy bien, ningún problema, lo mío es de mis amigos, y a estas alturas Sirius ya debe tener tanto o más que yo, maravilloso. ¿Siguiente?
-Regulus.
-Buaaah… Qué bueno, su herencia está sin tocar y Regulus es como mi hermanito pequeño desde que escapó a mi casa, lo adoro, lo adoro, de acuerdo en compartir con él, claro que sí. ¿Siguiente?
-Lauren.
-Maravilloso, por supuesto que sí, la pareja de mi amigo, una de las fundadoras de la sociedad y la que más fuelle le ha dado, si gestiona ella nos va a ir muy bien. De acuerdo también. ¿Siguiente?
-Andrómeda Tonks, de soltera Black.
-¡Estupendo! La prima traidora a la sangre de Sirius.
-Ella es la que menos dinero va a poder aportar, porque va a quedarse sin herencia si se la requisan por ser de familia de Mortífagos. Se llevará una cuarta parte o quizá la mitad de mi recompensa, he de hablarlo con Narcissa.
-No me importa en absoluto, tiene una hija pequeña y su marido es un trabajador honrado, es quien más lo merece después de Sev.
-Veo que nos entendemos muy bien.
-¿Siguiente?
-Narcissa Malfoy, de soltera Black, se llevará lo que le tocará de nuestro matrimonio al divorciarse de mí.
-Maravilloso… Todos los buenos de la familia Black unidos por fin en un proyecto. ¿Ya se lo habéis contado a Sirius?
-No, dejamos que lo hagas tú, tenéis que venir los dos mañana a Diagon con Giratiempo después de clases de la tarde, vamos a comenzar a comprar.
-Está bien, está bien. ¿Siguiente?
-Jack Steed.
-Muy bien, sí señor, socio fundador y mayor capitalista, no podía quedar fuera. Él seguro que aporta más que yo y si él está dispuesto a compartir yo también lo estoy, desde luego que sí. Llevamos siete, ¿no? Y somos nueve, los dos que quedan ya los sé, tú, Malfoy.
-Eso. Entre Narcissa y yo también tenemos una cámara repleta de oro en Gringotts, sospecho que mayor que la tuya. Ella recibió parte de su herencia al casarse, yo lo tengo todo, mis padres han muerto y vendí la casa en la que vivían, una mansión tan grande como la mía.
-Claro, claro, yo deberé dejar dinero para que vivan mis padres también, desde luego. Y el noveno soy yo, ningún problema en repartir conmigo mismo.
Rieron.
-Eres un cachondo, James – dijo Sev.
-Todo se acaba pegando. ¿Cómo quedamos entonces para mañana?
-Venid todos a mi vivienda después de clases de la tarde y os dejo el Giratiempo, tenéis que ir Lauren, Sirius, Regulus, Jack y tú.
-Tú no vienes con Giratiempo porque ya tienes por la mañana.
-Pero estaré de una a dos con vosotros en el Caldero para charlar entre todos, y a las seis volveré para abrir la cuenta conjunta.
-Muy bien, no os preocupéis más. Ya me encargo yo de hablar con Sirius y que él hable con los demás, está vinculado con todos excepto Regulus.
-Gracias por quitarnos trabajo, James.
-Hay que contribuir cuanto se pueda. ¿Deborah Fairbank no se apunta?
-No queremos verla ni en pintura, no quiso aportar dinero para el fondo.
-Buf… qué desastre. Yo tampoco he aportado todavía, ¿eh? Y ahora, con este proyecto, no voy a hacerlo, ya vamos a dar nosotros mismos el trabajo a las viudas y de paso a hacernos de oro, ella se lo pierde. ¿Qué más me contáis?
-Yo nada, James, esta mañana ya te has enterado de mi vida entera, cuéntanos tú.
-¿Sabes que Mary ya es oclumante?
-Ah, ¿sí?
-Sí, cuando dejasteis de necesitar tantos pensaderos para todo el ejército nos encargamos Sirius, Cecile y yo de enseñarle, quería vincularme con ella.
-Claro…
-Ya lo consiguió antes de Semana Santa.
-Estupendo.
-De lo contrario no hubiera ido por Diagon.
-Claro que no.
-El caso es que queremos hacer la Unión.
-Claro… Pues tengo yo los ingredientes, te los paso mañana en la medida justa.
-Se los paso yo – dijo Lucius – Me diste el doble de los que necesitamos y ahora ya no habrá problema, prepararemos juntos la poción.
-Claro, muy bien, Lucius, quitándome trabajo. Cuéntame algo más que me interesa, James. ¿Qué tal con Lily?
-Hemos pasado meses sin hablarnos, pero desde que Sirius se ha trasladado a la casa Sly, Mary y yo hemos comenzado a hacerle caso, porque está muy sola, Cecile y Remus no la perdonan – respondió James.
-Buf… Estoy comenzando a mosquearme con Cecile y Remus pero mucho, mucho. ¿Te ha dicho algo sobre mí?
-Sí, cuando ha sabido que iba a almorzar contigo me ha pedido que te tanteara, que te preguntara si podía hablar contigo alguna vez. Pero ya lo habéis arreglado, ya habéis quedado.
-Pues sí, pero hoy no voy a tener mucho tiempo.
-Sí lo tienes, Snape, ya estoy con lo de la escuela, con lo de Diagon he terminado enseguida, no se trataba más que de pedir que transformen el barrio y nos den facilidades para pagar – dijo Lucius.
-Claro… estupendo…
-Ya termino yo lo de la escuela y después lo ponemos en común, con media hora nos llega.
-Desde luego. Quien no va a tener tiempo es ella, ha de marcharse a Cokeworth y que les dé tiempo a Aparecerse en Londres y llegar hasta Times Square.
-Quizá Lily ya haya estado en Times Square, Sev – le dijo James – Recuerda que es hija de muggles.
-Desde luego.
-Claro… Y tiene memoria fidedigna, aunque estuviera de pequeña.
-Vale, pues ya está, tenemos un montón de tiempo, muchas gracias, chicos.
-He de compensaros todo el mal que os hice, Sev. Cuando he leído la historia me ha dado mucha pena, no llegué a enterarme de que estabais juntos hasta después de que lo dejasteis.
-Gracias, James.
-Y los dos fuisteis muy generosos perdonándome.
-Y tú renunciando a ella, la amaste durante cinco años. Has de escribir una canción sobre eso para que la cante, te llevarás los derechos de autor.
-Vaya…
-Claro, James, inténtalo, yo también escribiré mi historia con ella, podrían ser las caras a y be de un sencillo.
-Claro que sí, estupendo, nuestros nombres quedarán unidos para siempre.
-Por lo que más nos separaba, que ahora puede ser lo que más nos una. Los dos amamos a la misma chica durante un montón de tiempo.
-Cierto, tenemos mucho, mucho en común, y también con Sirius. Ella fue la primera chica de quien se enamoró aunque apenas le durase, fue la primera para los tres.
-Desde luego.
-Pero eres tú quien la merece, Sev.
-Gracias, James.
-Cuéntale si está guapa, Potter, una opinión masculina, que ayer tuvimos una femenina y hoy no la hemos visto porque estaba de espaldas – dijo Lucius.
-¿Qué quieres que te diga, Sev? Yo sigo perdidamente enamorado de ella, cada vez está mejor – respondió James - Una preciosidad, la mejor del colegio. Pero ya te digo, ha pasado meses y meses sin saludarme siquiera, guardando las distancias, para que me quede bien claro que no tengo nada que hacer con ella. He sido yo quien he debido acercarme como amigo y con la ayuda de Mary, dejándole muy claro que no pretendo nada.
-Claro… - dijo Sev.
-Guardándose para ti.
-¿Y como persona?
-Ha cambiado, ya no es orgullosa en absoluto.
-También ha pasado meses sin saludarme a mí.
-Pero por razones muy distintas. Se avergonzaba mucho de lo que te hizo en verano, ahora no habla más que de ti.
-Jo…
-Lleva sufriendo meses y meses, Sev.
-Vaya…
-Y dejada de lado por todos. Cuando conseguí hablar con ella por fin lloramos los dos un montón, Mary tuvo que consolarnos a ambos.
-Jo…
-No sufras, tú no sabías nada.
-Cierto, cierto… Me muero de ganas de charlar con ella, en cuanto acabe de almorzar subo a casa, ella ya debe haber terminado y habrá ido a casa a prepararse también.
-Seguro que sí, que cuando llegues a casa te la encuentras allí.
-Buf… no quiero estropearos el reencuentro… - dijo Lucius.
-Lucius, tú no nos estropeas nada – dijo Sev.
-No voy a subir contigo, espero al menos un cuarto de hora, tengo tiempo más que de sobra de acabar eso.
-Vale…
-De lo contrario vais a tener que meteros en el dormitorio para charlar y puede ser una situación violenta después de tanto tiempo.
-Cierto.
-Cuando entre a la vivienda lo haré procurando que no me vea ni me oiga.
-No, Lucius, no hay problema.
-Os interrumpiré, Snape. Si no hubiera dejado el escrito a medias iba a la casa Sly a terminarlo, me muero de ganas de volver a ver la cristalera.
-Claro, pero allí no te dejarían en paz, todos querrían hablar contigo.
-Cierto. Para empezar, ya que voy a quedarme un rato aquí y toda tu familia está esperándonos, cuando acabes, que ya te queda poco, hablo con Valerie de que no puede subir a tu vivienda a escribir lo de la Magia Roja y con todo Sly Snake e Hipólita de lo de las entrevistas de Ethel, trabajo que te quito.
-Muchas gracias, Lucius.
-Como dice Potter, hay que contribuir, tú no dejas de hacerlo. Cuando llegues a casa déjame el escrito también en el comedor, si no te corta el rollo, para que lo lea en cuanto termine y adelantar trabajo.
-Vale, si no me corta el rollo.
-Eso es.
-Porque me huelo que voy a volverme loco en cuanto la vea esperándome.
-Ya te digo que lo vas a hacer – dijo James.
-Yo tampoco lo dudo – dijo Lucius.
Sev se puso en pie sin terminar de comer.
-No aguanto más, me marcho. Dile a Valerie también que traigan suficiente comida para todos por si se nos hace muy tarde en Times Square, Lucius.
-Estupendo, Snape. Ve, pero no vayas corriendo, tómalo con calma, que no te siente mal el almuerzo, vas a tener mucho desgaste esta tarde.
-Vale, Lucius, vale…
-¿Un beso me das?
-Claro que sí.
Se besaron, y Sev se marchó del Comedor sin apresurarse, pensando de camino en la última vez que había sido muy feliz con Lily, cuando la llevó en brazos desde el río hasta su casa el verano anterior, dejándose embargar por el profundo sentimiento que había sido su brújula durante siete años de su vida, que lo había salvado de caer en el abismo y de paso había librado a todo el mundo mágico de la amenaza.
En cómo esa persona, sin pretenderlo, simplemente siendo como era, sin haber hecho esfuerzo alguno, había cambiado las vidas de todos cambiando la suya, y lo consiguió, sentirse de nuevo enamorado de Lily hasta las trancas, en el breve trayecto del Comedor hasta su vivienda.
Cuando entró, ella ya estaba allí, sentada en el sofá, y en efecto, como le habían dicho, estaba preciosa, una diosa del fuego, más todavía de lo que ya lo había sido, con el cabello encendido enmarcando su tez de porcelana y sus rasgos perfectos, los ojos verdes algo afligidos, humildes. Ciertamente no estaba en su máximo esplendor, pero eso lo conmovió hasta el punto de que sin decirle nada, sin saludarla siquiera, se acercó a ella y se echó en sus brazos, a lo que ella respondió con la misma pasión.
Ambos lloraron amargamente durante mucho tiempo, abrazados, sin decirse nada, desahogándose de todo el dolor acumulado tras muchos meses de ausencia, por sentirse culpables de haberse perdido por el camino. Ella por haberlo tratado mal y no haber sabido estar a su altura y conservarlo cuando más la necesitaba, él por no haberse guardado para ella, su amor eterno.
Lily estaba de cara a la puerta y se dio cuenta de cuándo entró Lucius sin hacer un mínimo ruido, pero no dijo nada, continuó llorando abrazada a Sev. Él no lo vio entrar al comedor porque tenía los ojos cerrados, enterrado en la melena de fuego.
Cuando por fin se calmaron largo tiempo después, él le acarició tiernamente la cabeza, descubriendo al tacto aquel prendedor con los colores de la casa Sly que ella comprara en Diagon cuando acababa de enamorarse de él y que simbolizaba tan bien su amor. Le dijo:
-Llevas nuestro prendedor, cariño…
-Claro que lo llevo, siempre, nunca me lo quito más que para dormir, mi vida.
-Vaya… ¿Quieres que nos vinculemos?
-No, Sev, no quiero hacerte sufrir, lo he pasado muy mal durante mucho tiempo y me va a costar recuperarme, mejor que no. Además, prefiero escuchar tu voz, adoro tu voz, es lo que más he echado en falta de ti.
-Vaya…
-Escucho tu disco todas, todas las noches. Si no lo pongo no consigo dormir.
-Jo… ¿Cómo he podido olvidarte así…?
Él rompió a llorar de nuevo, ella le dijo:
-Fue culpa mía, mi amor, no tuya, me diste la oportunidad y me comporté fatal contigo, cuando te quedaste solo en verano con Hipólita debí ser yo la elegida pero no estuve a la altura. Lo estuvo una chiquilla dos años menor, ella supo ser tu compañera, ella te merecía, no sufras.
-No lloro por eso, lloro porque después hice con Alice lo que debí haber hecho contigo.
-Claro que sí, Sev, te liaste con ella en septiembre, cuando deberíamos haber hecho la Unión de las Almas, cuando lo habíamos planeado. Fui yo quien te falló, no tú a mí. Tú seguiste tus ritmos naturales, yo me quedé estancada, sin ser capaz de reaccionar. Lo hiciste bien, no sufras, por favor.
-No, no lo hice bien, porque hice con ella todo cuanto planeaba hacer contigo, nos lo hicimos en todos nuestros sitios especiales, a los que decía que te llevaría cuando viviéramos la locura.
-No le des vueltas, Sev, a mí no me duele eso en absoluto y me haces sufrir más todavía de pensar en lo mal que te lo estoy haciendo pasar. Piensa que ahora eres experimentado y si algún día quieres volver conmigo podrás enseñarme. No lo hiciste mal, simplemente viviste la locura con otra persona porque yo no supe estar ahí. Era lo que te tocaba, no te sientas culpable, por favor, porque no tuviste la culpa en absoluto, la tuve yo. Que sepas que decidí, hace ya mucho tiempo, esperarte seis años, los mismos que tú me esperaste a mí.
-¿Qué estás diciendo, Lily? – asombrado.
-Lo que oyes, quiero merecerte como tú me mereces a mí, yo todavía no te merezco así.
-Ni se te ocurra, me harías muy desgraciado.
-¿Por qué? ¿Piensas que en seis años no te ganaré?
-Ya lo has hecho, Lily, ya quiero volver a estar contigo.
-Ni hablar, no quiero que sea tan fácil para mí, he de resarcirte de todo el mal que te he hecho con mucho tiempo y paciencia, como el que tú te tomaste conmigo durante esos seis años, Sev.
-No me hiciste un mal, Lily, me hiciste un bien muy grande, has sido tú la salvadora del mundo mágico, no yo, lo conseguiste enamorándote de mí y evitando que me convirtiera en Mortífago.
-La cantinela de siempre. Eso no fue así, Sev, fuiste tú quien cambió su propio destino y el mío intentando darme un beso. Eso fue lo que me enamoró, que demostraras tu sentimiento. Fuiste tú quien cambió el destino del mundo mágico, no yo, y lo sabes. Y a partir de ahí todo lo que vino después, fuiste tú quien dio todos los pasos en la dirección correcta, has sido fundamental en cada etapa. Sin ti no se hubiera logrado, Sev, sin cualquier otro sí. Si no lo hubiera hecho Lucius lo habrías hecho tú mismo. ¿O me equivoco?
-No, no te equivocas. Lo habría hecho, sí, aun a costa de mi vida, con tal de librarnos de la guerra y que murieran los demás.
-Desde luego que sí, habrías sacrificado tu vida por todos, porque eres como hay que ser, por algo todos te tomamos como ejemplo. Eres la estrella que nos ilumina, Sev, eres la luz del mundo mágico y vas a serlo también del muggle, el más grande luchador por la libertad de nuestros tiempos, el más grande que haya nacido nunca en Reino Unido, desde esta misma tarde. Siento mucho estar haciéndote perder el tiempo así, tienes cosas que hacer con Lucius, ya hace un ratito que llegó.
-No, cariño, no, va a hacer él todo lo que falta, tengo tiempo hasta las tres y media. Eres tú quien debe marcharse antes, has de recoger a toda tu familia, a mi madre y Amparo para ir hasta Times Square.
-Claro… Pero no hay problema, yo ya he estado en Times Square y en Semana Santa practiqué mucho Apareciéndome, llevaba a toda mi familia de excursión. Incluso volvimos un día a Cornualles, no tienes idea de cómo te recordé y me arrepentí de lo mal que te lo hice pasar allí.
-Vaya…
-Lo único, ir a buscar a Amparo. Quedaré con ella en el centro de Cokeworth, que es donde vive. Iré Apareciéndome y la llevaré directamente. Con media hora me llega también, siempre que esté en casa y pueda, claro.
-Claro que sí, tengo muchas ganas de verla. Anoche conocí a una chica que también estudia Filología Hispánica, de primer año como Amparo.
-Vaya, ¿sí? ¿Y a qué universidad asiste?
-No lo sé, no se lo pregunté.
-Porque quizá sea compañera de Amparo.
-Claro…
-Amparo va a Hertfordshire, como mi hermana y sus amigas, es la que más cerca le coge de Euston.
-Claro…
-Y va por la mañana.
-Ethel también.
-¿Dónde vive?
-Cerca del Club 100.
-Entonces quizá vaya a London City, que está en el centro.
-Claro…
Sev se separó de Lily y la tomó de la mano.
-Quiero verte, estás preciosa – le dijo.
-Y tú también. Estás muy guapo, Sev, has mejorado mucho con el tiempo, estás espectacular, no hay otro como tú.
-Tú ya me amabas cuando todavía no lo era, fuiste quien primero me amó.
-Eso no es cierto, la primera fue Lauren. Y no tuve ningún mérito, era la única que te conocía, ya viste que en cuanto Cecile te conoció también se enamoró de ti, por carta, además. Eres increíble, Sev, no sabes lo afortunada que me siento de haberte tenido tantos años en exclusiva para mí, y lo mucho que me arrepiento, lo hago desde que me enamoré de ti, de no haberlo hecho mucho antes, de todo el tiempo que perdimos. Yo habría podido rescatarte del abismo antes de que te asomaras a él y estuvieras a punto de caer, y no lo hice.
-No te lamentes, si hubiera sido así las cosas no habrían salido como han salido, no han podido salir mejor.
-Lo que siempre decía Alice, el Universo está de nuestra parte.
