Hola, Gracias a todos por sus reviews, espero que les siga gustando el fic! A pesar de que está cortito :p
Algo que se me olvidó aclarar cuando lo publiqué fue que este fic se lo escribí de regalo a Kartita (KarlaGranger o Aiko en LPDF). Si ella no lo hubiera pedido este fic no existiría!
Nota importante: Este cap contiene escenas no aptas para menores de edad! leanlo bajo su propio criterio...
– ¿un bebé? – le preguntó Hermione sorprendida, mientras recogía los trastes que habían usado para la cena – ¿y a qué viene eso? –
Harry se encogió de hombros – pues... no sé... llevamos 4 años casados y... bueno, talvez... no sé... – decía un poco nervioso, temiendo haber cometido un error al decir eso.
– ¿quieres tener hijos?... pensé que estabas mejor así... – decía comenzando a enjabonar los platos que le iba pasando Harry.
El moreno se encogió de hombros – no sé... supongo que no estaría mal... digo, estamos casados y... bueno... estoy seguro que serías una buena mamá... – dijo haciéndola sonreír.
– bueno, a mi sí me gustaría tener hijos, pero... pensé que aún no estabas preparado, ya sabes es una gran responsabilidad... – le decía con calma, sintiendo a Harry rodearla por la cintura, mientras ella seguía enjabonando los trastes.
– bueno, tenemos dinero, tenemos una casa en donde pueden crecer... y estamos nosotros para cuidarlos y enseñarles todo lo que los padres deben enseñarle a sus hijos... – dijo haciéndola soltar una corta risa.
– bueno, si quieres tener un hijo por mi no hay ningún inconveniente – sonrió al sentirlo besar su cuello mientras la hacía dejar el vaso que tenía en las manos – ¡vaya, en verdad tienes deseos de tener un hijo! – dijo fingiendo sorpresa antes de darse media vuelta, quedando de frente a Harry.
Y buscó sus labios, mientras la aprisionaba contra el lavabo con su cuerpo y tomándola por la cintura con las manos para evitar que se alejara de él, le gustaba tanto sentir su cuerpo contra el suyo.
Tiró de su camisa, llenándola de jabón, para quitársela, mientras Harry acariciaba su espalda y cintura dentro de su blusa. Y la separó del lavabo, sin dejar de besarla, para después ayudarla a acostarse sobre la mesa, le quitó la blusa con un solo movimiento, separándose de sus labios centrando su atención en su cuello mientras Hermione acariciaba su espalda de una forma tan sutil y a la vez tan sensual que le hacía desear que no se detuviera nunca. Y Hermione comenzó a desabotonarle el pantalón con una mano, mientras Harry besaba su pecho, sintiéndola arquearse hacia él enterrándole sus dedos en la espalda, mientras dejaba escapar un débil gemido.
Le acarició la mejilla y parte de la cabeza, y lo hizo voltear hacia ella para volver a besar sus labios – te amo... – le susurró mientras sentía a Harry acariciar sus piernas bajo la falda, y lo volvió a besar mordiendo su labio inferior mientras lo succionaba un poco acariciándolo con su lengua, mientras metía las manos en el pantalón para quitárselo, y de paso llevarse con él su boxer, haciéndolo sonreír al sentirla aprisionar su glúteo con una mano, y no tardó en deshacerse de su ropa interior.
– te amo... – le dijo antes de entrar en ella, haciéndola contener por unos segundos la respiración, antes de entregarse a ese juego de besos y sensaciones, acompasando sus movimientos con los de su esposo, sintiendo su pulso acelerarse como lo había hecho desde la primera vez que habían estado juntos.
Lo sentía besar su cuello, sus mejillas, su nariz, sus labios, mientras ella acariciaba su tórax succionando un poco el lóbulo de su oreja, haciéndolo sentir un hormigueo por toda la columna vertebral y Harry susurró su nombre sintiendo el sudor deslizarse por su nariz y sus sienes, mientras aceleraba sus movimientos.
Hermione se aferró a sus hombros, escuchándolo susurrar su nombre en su oído, mientras ella dejaba escapar débiles gemidos, besando su cuello y entrelazando sus dedos en su cabello húmedo a causa del sudor, movía sus caderas hacia las de él, cerrando los ojos para poder vivir mejor cada sensación.
– ¡te amo! – suspiró en su oído sintiendo una corriente eléctrica recorrerle el cuerpo, mientras enterraba los dedos en su espalda y lo sentía besar su cuello, acariciando una de sus piernas, antes de abrazarla con fuerza con un solo brazo, correspondiendo a su "te amo" con voz ahogada, cayendo rendido sobre ella y dejó que lentamente se le deslizara su pierna de la mano.
Respiraban pausadamente, Harry aún estaba acostado sobre ella y besaba con suavidad su hombro.
– esto... ¡fue magnífico! – susurró Hermione con una sonrisa, mientras jugaba con un mechón de cabello de su esposo.
Harry se separó un poco de ella, apoyándose sobre sus codos en la mesa, para observarla sonriendo – dame 15 minutos y podremos volver a repetirlo... y mejorarlo – le dijo antes de besar su pecho, haciéndola reír un poco.
– me encantaría, pero no puedo... – dijo aún jugando con el cabello de Harry, quien le dirigió una mirada ceñuda – tengo que ir al Ministerio... es mi último día de trabajo – se apresuró a agregar al ver la mirada decepcionada de su marido – después de hoy, soy toda tuya por dos largas semanas – le dijo sonriendo antes de levantar la cabeza de la mesa para darle un beso en los labios, enterrando sus dedos en su cabello, reconociendo cada rincón de su boca con su lengua, y se separó de él al ver sus intenciones de seguir con lo que habían iniciado – tengo que irme... se me hará tarde, Harry... – dijo intentando separarse de él al sentirlo comenzar a besar su pecho, acercándose lentamente al inicio de sus senos – tengo que ir a bañarme... – dijo intentando reincorporarse, pero Harry la detuvo sonriéndole.
– ¿me puedo bañar contigo? – le preguntó con gesto inocente, haciendo reír un poco a Hermione.
– creo que no... se me hará tarde, no podemos jugar ahora... – le dijo, sin dejar de sonreír, alcanzando su blusa, que había quedado en el respaldo de una de las sillas.
– yo no voy a jugar... – le dijo fingiendo gesto serio, aunque no podía ocultar su mirada traviesa, y Hermione volvió a reír.
– Harry, sabes que me encanta hacer el amor contigo, pero ahora debo ir a trabajar... te prometo que cuando regrese podemos seguir... intentando tener un hijo – le dijo con gesto seguro y una sonrisa dulce.
– puede que cuando regreses esté demasiado cansado... – dijo fingiendo gesto ofendido, mientras se reincorporaba para recoger su ropa y la de su esposa.
– puede que quiera hacerlo en el estudio... – le dijo con calma, recuperando su ropa interior y captando la mirada asombrada de su marido, e intentó, por todos los medios, no reírse, pues sabía que él siempre había querido hacerlo ahí; por alguna extraña razón; y ella siempre se había negado.
– bueno, podría sentirme recuperado... – dijo intentando recuperar su compostura, mientras terminaba de ponerse el pantalón, haciéndola sonreír.
Hermione se apresuró a llegar a su casa, estaba segura que Harry se había molestado, aunque lo negara, cuando se fue a trabajar, y no era que ella se quisiera ir, deseaba quedarse más tiempo con él y vivir más momentos a su lado, pero debía cumplir con sus obligaciones, aunque después de esa tarde podría pasar dos semanas completamente al lado de su esposo.
Se apareció en el recibidor de su casa y sólo se detuvo un momento para dejar su portafolio junto al perchero y colgar en él su abrigo y bufanda, para después dirigirse a la sala, donde suponía que estaba su esposo, pues la luz de esta estaba encendida.
Se acercó rápidamente a la puerta, desabotonando su blusa para sorprenderlo, pero sólo había puesto un pie dentro de la habitación, cuando salió de ella como si tuviera un hechizo repelente. Se cubrió rápidamente el pecho con su blusa, sintiendo el rostro arderle.
En la sala estaba Harry platicando con Ron y Luna, quienes estaban sentados de frente a la puerta, y estaba segura que la habían visto, pues aún podía escuchar a Luna regañando a su esposo para que dejara de reírse.
– ¿te encuentras bien? – la voz de Harry la hizo sobresaltarse, alejándose un poco de él, pero al darse cuenta de que era su esposo se relajó – ¿qué hacías? – le preguntó al verla con sus brazos en cruz sobre su pecho.
Lo observó intentando hablar, pero sólo logró abrir y cerrar la boca un par de veces sin emitir ningún sonido, se detuvo por unos segundos, inspiró profundamente y lo observó aún sonrojada – iba a... – dijo segura de que su rostro brillaba a causa del sonrojo – quería continuar lo de la tarde... – le confesó bastante avergonzada, mientras abotonaba su blusa.
Harry rió un poco al escucharla, pero no tardó en acercarse a ella para abrazarla al ver su mirada ofendida – lo siento... – dijo aún sonriendo divertido, pero no tardó en ponerse serio y se separó un poco de ella, observándola con seriedad – ¿Ron te vio? – le preguntó frunciendo un poco el entrecejo y Hermione asintió lentamente – p-pe-pero aún tenías el sostén¿no es así? – le preguntó un poco preocupado, y se tranquilizó al verla asentir.
– me gusta que tú me lo quites... – dijo sonriendo apenada, haciendo sonreír a su marido – ¿y a qué vinieron? – preguntó un poco más tranquila, aunque aún sin ánimos de regresar a la sala.
– querían salir con nosotros, pero les dije que teníamos planes; supuse que regresarías cansada; y quedamos en salir mañana; si a ti te parece bien... – dijo dirigiéndole una mirada apenada, y Hermione asintió – bueno, iremos a cenar... –
– está bien... – dijo con seriedad, sin dirigirle la más mínima mirada a la puerta de la sala.
– creo que debemos entrar... – le dijo Harry señalando la puerta, y Hermione intentó negarse – vamos... – dijo tomándola por la cintura y haciéndola caminar.
– ¿tenías calor, Hermione? – le dijo Ron, aún riendo, en cuanto la vio acercarse a ellos.
Hermione se limitó a dirigirle una mirada asesina, con la que sólo logró hacerlo callar, aunque aún era notoria la sonrisa en su rostro.
– ¿tienen algo pensado para la cena de Navidad? – preguntó Luna intentando desviar de su marido la mirada asesina que le dirigía Hermione.
– estaba pensando en hacer un pavo, lo tradicional... y un poco de asado – le respondió Hermione evitando ver a Ron.
– bueno, Ginny y Draco traerán el vino... – les informó Luna acariciando su vientre – y nosotros nos encargaremos del postre... –
– me parece bien... – dijo Harry interrumpiendo a Hermione, que estaba apunto de hablar – sería bueno ponernos de acuerdo en todo lo que haremos... podríamos invitar mañana a cenar a Malfoy y a Ginny, para que sea una decisión unánime... – decía mientras se levantaba del sillón, siendo seguido por Ron, Luna y Hermione, quien lo observaba confundida, y salieron de la sala con dirección al recibidor.
– bueno, amigo, nos vemos mañana... y, por favor, reconsidera eso de invitarlos... es mi cuñado, pero sigue siendo un imbécil... – dijo Ron recibiendo un codazo de parte de su esposa – ¿qué?... sólo digo la verdad... – se quejó adolorido.
– lo pensaré... – le dijo Harry fingiendo su sonrisa, mientras abría la puerta apretando con fuerza el picaporte – ¡nos vemos mañana! –
Ron y Luna asintieron y, apenas salían de la casa, Harry cerró la puerta detrás de ellos, dirigiéndose rápidamente a su esposa. La tomó por la cintura, arrinconándola contra la pared y besando sus labios, pero no tardó en comenzar a besar su cuello, haciéndola reír.
– creo que fuiste muy poco sutil al correrlos... – dijo Hermione sin dejar de sonreír, mientras Harry continuaba besando su cuello, uniendo sus caderas a las de él con sus manos, mientras ella apoyaba las suyas en sus hombros – Harry... no podemos... – decía al sentirlo comenzar a quitarle la blusa.
– sí podemos... – dijo separando un segundo sus labios de su cuello, para comenzar a besarla detrás de la oreja mientras la rodeaba por la cintura con ambos brazos, separándola de la pared, con la clara intención de acostarla en el pasillo.
– pero... si viene... si viene alguien y entra... o se aparece... – decía sintiendo el frío del suelo contra su espalda y los besos de Harry sobre su pecho.
– nadie puede entrar ni aparecerse... – dijo intentando desabrochar su sostén, pero Hermione prensó sus manos con su espalda contra el suelo, recibiendo una mirada confundida de Harry.
– vamos al estudio... – le dijo con gesto serio, haciendo que el gesto de su esposo cambiara completamente, de confundido a emocionado, y no tardó en tomarla en brazos y llevarla rápidamente al estudio, cerrando la puerta detrás de él.
